JURATE
Jurate nació en Palanga, un asentamiento costero habitado por el pueblo de los curos en el siglo XII. El lugar prosperaba con el comercio del ámbar del Báltico, y asimismo también era el lugar de un célebre santuario, al que acudían peregrinos paganos de diversos pueblos para rezar a los dioses. En torno al santuario también acudían numerosos videntes, adivinos y hechiceros.
La familia de Jurate había prosperado con el comercio del ámbar, y cuando tuvo suficiente edad, ella y otras doncellas de Palanga fueron elegidas para atender el fuego sagrado del santuario. Allí aprendió de las sacerdotisas el conocimiento de los antiguos dioses.
Los curos tenían muchos enemigos, y ellos mismos a menudo se dedicaban a guerrear con sus vecinos. En el año 1161 los daneses desembarcaron en Palanga y conquistaron el asentamiento y la fortaleza cercana. Muchos curos huyeron de la ira de los daneses, entre ellos Jurate con su familia.
Fueron perseguidos por un grupo de daneses que quería obtener botín, pero esa noche los atacantes fueron rechazados por un grupo de guerreros curos que habían regresado con ayuda. Entre ellos se encontraba una hermosa hechicera que dirigió la magia de la tierra contra sus enemigos y puso a los daneses en fuga. Jurate quedó impresionada por aquella mujer, y así conoció a Deverra, quien le habló del dios Telyavel y de sus elegidos.
Deverra vivía en un asentamiento nómada en los bosques de Livonia, en compañía de los adoradores del dios y Jurate, después de meditarlo, decidió seguirla, aunque sus padres no le dieron permiso de buena gana.
Jurate encontró la vida entre los Telyavos y sus aliados agradable, y se convirtió en una aprendiz de Deverra, que finalmente le concedió el Abrazo y le abrió las puertas de un mundo hermoso y a la vez terrible, en el que los dioses caminaban entre los humanos. Bajo la tutela de su maestra, Jurate aprendió mucho, y a menudo actuó como su enviada ante otros círculos Telyavos dispersos por el Báltico.
Con la llegada de los cruzados cristianos y los vampiros que seguían su paso, Jurate luchó valientemente con sus compañeros Telyavos, enviando contra ellos el poder del fuego y los elementos. Hubo derrotas, pero también victorias, y tras la retirada de los odiados Ventrue, pareció que habían ganado la guerra. Deverra había sacrificado su propia juventud en el proceso, y eso hizo que Jurate la admirara más todavía.
Entonces llegaron los Tremere, que resultaron un enemigo más insidioso e implacable. Los Usurpadores profanaban y destruían sin escrúpulos, y conocían bien el poder de la magia. Jurate capturó a uno de los Tremere y contempló sorprendida cómo era consumido por la magia de los Usurpadores para que no pudiera ser utilizado como rehén. Frente al poder de los dioses en los que creía, el poder de los Tremere era una llama destructora que no se detenía ante nada.
Finalmente Deverra cayó ante la desesperación, después de que el poder del dios Telyavel la abandonara. Convocó a Jurate y la ordenó que reuniera a los supervivientes y se marchara a Riga. Jurate era reticente a obedecer a su maestra en aquel momento de necesidad, pero contempló con horror cómo sus antiguos compañeros se sacrificaban uno tras otro en un ritual de sangre para darle todo su poder a Deverra para que pudiera hacer frente a los Tremere.
Asustada, Jurate huyó, llevando noticia de lo que había ocurrido a sus compañeros Telyavos. En el Alka de Riga fue elegida como sucesora de su maestra y continuadora de su legado, y aunque se sentía bastante insegura, Jurate aceptó.
Ahora Jurate es la nueva líder de los Telyavos, al menos de manera nominal, aunque no tiene la autoridad ni el poder de su maestra. A menudo deja bastante autonomía a los círculos del linaje, pero al mismo tiempo comienza a perder el temor y a actuar con decisión para proteger a sus seguidores. Desde el Alka de Riga acepta aprendices, envía instrucciones a otros círculos y busca extender la influencia de la línea de sangre frente al avance del cristianismo. Al mismo tiempo también recibe embajadas de otros vampiros y busca nuevos aliados, aunque contempla el futuro con cierto pesimismo.
Imagen: Jurate era una mujer joven cuando fue Abrazada. Es de estatura baja y rasgos delicados, con un aire de tranquilidad y calma a su alrededor. Su larga cabellera dorada le llega más allá de los hombros y hasta la cintura, y en ocasiones la trenza en hermosos patrones y la adorna con abalorios de ámbar. Sus ojos son de un tono azul claro, y su piel es pálida, aunque con un ligero matiz de vida. Suele vestir con vestidos largos y mantos de color pardo, pero cuando preside las ceremonias de los Telyavos se viste con largas túnicas de color amarillo y blanco, que combina con joyas de ámbar y oro.
Consejos de Interpretación: Estás llena de preocupaciones en una posición en la que no te sientes segura, por lo que actúas con mucha cautela y procuras aparentar serenidad para no dejar traslucir tus miedos. Te aferras al recuerdo de tu sire para seguir su ejemplo, y al mismo tiempo sientes una mezcla de odio y temor hacia los Tremere, por lo que procuras que tus seguidores eviten un conflicto directo con ellos por el momento.
Sire: Deverra
Naturaleza: Protectora
Conducta: Juez
Generación: 8ª
Abrazo: 1162
Edad aparente: Cerca de veinte
Atributos Físicos: Fuerza 2, Destreza 3, Resistencia 2
Atributos Sociales: Carisma 3, Manipulación 3, Apariencia (noble) 4
Atributos Mentales: Percepción 3, Inteligencia 3, Astucia 3
Talentos: Alerta 1, Esquivar 1, Empatía 3, Expresión 3, Liderazgo 2
Técnicas: Armas C.C. 2, Etiqueta 2, Pericias 2, Supervivencia 2, Trato con Animales 1
Conocimientos: Academicismo 1, Lingüística 3, Ocultismo 3, Política 2, Sabiduría Popular 3
Disciplinas: Animalismo 2, Auspex 3, Presencia 2, Taumaturgia 4
Sendas taumatúrgicas: Senda de la Sangre del Mundo 4, Rego Ignem 3, Rego Elementum 2, Senda del Alma del Mundo 2
Trasfondos: Aliados 3, Contactos 4, Influencia 2, Posición 4, Rebaño 3, Recursos 3
Virtudes: Conciencia 3, Autocontrol 3, Coraje 3
Camino de la Humanidad: 6
Fuerza de la Voluntad: 6