
ESCENA UNO: LA SATURNALIA
Independientemente de que hayan llegado a Sofía como visitantes o hayan sido Abrazados, el otoño está a punto de finalizar, y de hecho hace ya varios meses que cayeron las primeras nevadas. Los Cainitas de Sofía se preparan para la llegada del invierno y el Príncipe planea realizar una Saturnalia con ocasión del solsticio de la extinción (aproximadamente en torno al 21 de diciembre).
Aunque se trata de una festividad Pecadora, los Cainitas que sigan otras filosofías también son invitados a participar (aunque se respetará su rechazo). El Príncipe anuncia que durante la noche del solsticio renunciará a su cargo para que sea ocupado durante ese período por el Señor del Desgobierno.
Una tirada de Inteligencia + Política (dificultad 6 para los Pecadores y 8 para los seguidores de otras sendas) revelará que la Saturnalia es una festividad que varía de dominio a dominio pero que se caracteriza por burlarse del orden y las instituciones establecidas. De hecho, en algunos dominios los Pecadores han utilizado la fiesta como herramienta para debilitar el poder de sus enemigos. Es corriente disfrazarse, aunque no es un requisito obligatorio.
La festividad se iniciará en el lugar donde el Príncipe celebra sus audiencias: unas catacumbas situadas bajo una de las termas de la ciudad en desuso por los mortales. Los Cainitas de Sofía han reparado las antiguas instalaciones y han desviado ingeniosamente las aguas termales en torno al trono del Príncipe, rodeado por varios capiteles corintios traídos de las ruinas romanas.
Si los personajes han decidido asistir a la celebración de la Saturnalia llegarán junto a una nutrida asistencia, muchos de ellos disfrazados con máscaras y extraños trajes, algunos elaborados con piezas de otras épocas. No sólo han asistido los vampiros Pecadores de Sofía, sino también de otros dominios de Bulgaria, e incluso los vampiros decadentes o curiosos de otras Sendas. Los Tzimisce son los más numerosos, pero también hay miembros de otros clanes. Oficialmente la festividad comenzará a medianoche, pero mientras aguardan, pueden relacionarse con el resto de los Cainitas, extrayendo toda clase de jugosos rumores. Interpreta las conversaciones o haz una tirada de Carisma + Política (dificultad 7) para extraer diversos rumores:
-Uno de los interlocutores de los personajes habla de cómo el Príncipe rechazó bruscamente los intentos seductores de una visitante Toreador que hace años trató de conquistarle.
-Una facción de Tzimisce de la familia Obertus, que sigue el Camino del Cielo, desaprueba la conducta del Príncipe Bela y constituyen la oposición más visible a su gobierno, aunque han respetado las normas y convenciones sociales.
-Otros voivodas Tzimisce de los alrededores, en especial el antiguo Gabor, están desencantados por el gobierno de Bela, pero su división les ha impedido actuar de forma concertada para expulsarle, y de hecho sus disputas internas les llevan a estorbarse entre sí.
-Por alguna razón Bela y su sire Amalia, que también reside en Sofía, se encuentran enfrentados, aunque lo cierto es que la antigua Capadocia nunca se ha mostrado especialmente comunicativa con los demás Vástagos de la ciudad, pues prefiere dedicarse a sus búsquedas espirituales como una ermitaña. Las iniciales disputas filosóficas entre sire y chiquillo han degenerado en disputas abiertas.
A medianoche aparece el Príncipe Bela, que lleva una corona de zarcillos desnudos y resecos de parra. Ceremoniosamente se acerca al trono y deposita la corona y su manto negro de piel de oso, mostrando que va vestido con ropas de mendigo. Aunque muestra el aspecto cadavérico de los Capadocios, su aspecto es bastante sensual y atractivo. En un gesto de oratoria calculado se dirige a los reunidos y anuncia solemnemente:
Ladislav, el senescal, aparece con un pequeño saquillo de cuero negro, que ofrece a los invitados. Uno tras otro van sacando monedas romanas de cobre con la faz del antiguo dios Baco, hasta que alguien saque una moneda que ha sido manipulada de forma tosca y exagerada y en la que el dios aparece con largos colmillos afilados. El que saque la moneda será nombrado Señor del Desgobierno.
Idealmente debería ser uno de los personajes quien saque la moneda (de hecho puedes improvisar la escena con una pequeña bolsa y con monedas, canicas o dados). El ganador será conducido ceremonialmente por Ladislav hasta el trono, donde él y el Príncipe le pondrán sobre los hombros la capa de piel de oso y la corona seca de parra, y una antigua máscara de la comedia griega, susurrándole que dé comienzo a la ceremonia.
Inmediatamente comienzan a sonar flautas, gaitas y chirimías, y un grupo de ghouls vestidos como ninfas y sátiros entran en escena desde las puertas laterales, comenzando a danzar alrededor del Señor del Desgobierno y aguardando sus órdenes. Si el personaje no sabe muy bien cómo reaccionar el Príncipe le susurrará que es libre de ordenar la fiesta a su antojo. Los ghouls se dispersarán entre los invitados, ofreciendo tentadoramente sus cuerpos a los vampiros. Sin embargo, nadie se alimentará hasta que el Señor del Desgobierno comience. El Príncipe guiará a su “sucesor” a través de los juegos festivos que el Narrador considere oportunos, siempre atento a sus órdenes. Los juegos tienen un contenido ceremonial y sensual sin caer en el mal gusto.