[Escenario] Rabia en Moscú
Publicado: 13 Oct 2019, 13:03
RABIA EN MOSCÚ
Por David Key y George Neal. Completado por Magus.
HISTORIA
La ciudad de Moscú comenzó su ascenso después de la caída del Reino de Kiev tras el saqueo de los tártaro-mongoles hacia el año 1240. Comenzó entonces el período conocido como “El yugo tártaro”, que duró entre 1240 – 1480. Según la tradición, Moscú fue fundada en torno al año 1147, y durante bastante tiempo permaneció a la sombra del resto de los principados rusos. Sin embargo, hacia el año 1327 Moscú se había convertido en la capital de un principado en ascenso. El príncipe Iván I Kalita sobornó con grandes tributos a los tártaros para ganarse su favor y pudo proclamarse Gran Príncipe de Moscú en 1328, tras derrotar al príncipe de Tver y convertir su ciudad en obispado. En las décadas siguientes los principados de Tver y Riazan, apoyados por Lituania, se enfrentaron a Moscú, apoyado a su vez por los tártaros, pero los demás principados rusos terminaron reconociendo la primacía del principado moscovita.
El Gran Príncipe Dmitri de Moscú consiguió la primera gran victoria sobre los tártaros en la Batalla de Kulikovo en el río Don hacia 1380, demostrando a los rusos que los tártaros no eran invencibles. Esta batalla fue sobre todo un símbolo de prestigio, pues los tártaros consiguieron rehacerse rápidamente de la derrota y saquearon Moscú dos años después.
El yugo tártaro fue apoyado secretamente por la tribu Garou de los Señores de la Sombra, que tenían Parentela entre los mongoles. Los Colmillos Plateados exigieron a los Señores de la Sombra que retiraran a sus familias de sus territorios, pero los Señores de la Sombra afirmaron que no tenían control alguno sobre los mongoles.
Moscú terminó de consolidar su supremacía sobre los principados rusos durante los reinados de los zares Iván III (1462 – 1505) y Basilio III (1505 – 1533). El yugo tártaro terminó oficialmente hacia 1480, cuando el zar Iván III se negó a pagar tributo al Khan Ahmed, líder de la Horda de Oro, aunque la influencia de los tártaros ya había desaparecido desde la década de 1440. Durante el reinado de estos dos zares el principado de Moscú se anexionó los territorios de Novgorod, Pskov, Smolensko y Riazan.
Iván III fue el primer príncipe ruso que utilizó el título “tzar”, una derivación eslava de la palabra “césar”, debido a su pretensión ficticia de que su linaje descendía de los emperadores romanos. También se casó con Sofía Paleóloga, la sobrina del último emperador bizantino. De esta forma Sofía legitimó a Moscú y estableció un vínculo directo con Constantinopla y Roma. Este matrimonio fue orquestado por los Colmillos Plateados que deseaban introducir nueva sangre real en el linaje gobernante de Moscú.
Iván III y Basilio III eran Parientes de los Colmillos Plateados. Los Colmillos habían reclamado el derecho de aparearse con la dinastía real de los Ruríkidas, que originalmente habían sido Parientes de la Camada de Fenris. Sin embargo, durante este período la Camada de Fenris se encontraba demasiado débil en Rusia para oponerse a la reclamación de los Colmillos Plateados, que habían comenzado su ascenso hacia la supremacía.
Basilio III murió en 1533 dejando a su hijo Iván de tres años bajo una regencia formada por la zarina Elena y un grupo de nobles y ambiciosos boyardos. Elena murió envenenada en 1538 y el joven príncipe quedó a merced de la nobleza, atemorizado y asustado hasta su coronación en 1547. Durante el reinado de Iván IV –que sería conocido como Iván el Terrible- Rusia extendió sus territorios hacia el Mar Caspio y Siberia, pero también ejecutó de forma inmisericorde poblaciones enteras y en general a todo aquél que consideraba una amenaza a su gobierno autocrático. Iván era consciente de sus lazos con los hombres lobo y estaba dispuesto a utilizarlos para consolidar su poder. En ocasiones Iván consiguió utilizar a los Garou para que apoyaran a sus ejércitos y sometieran a los nobles recalcitrantes. En el año 1571 los tártaros de Crimea consiguieron llegar hasta Moscú y saquearon la ciudad de nuevo.
Tras la muerte de Iván IV en 1589, dejando tras de sí un reinado de terror en el que murieron decenas de miles de personas, le sucedió su débil hijo Feodor, que gobernó brevemente entre 1589 y 1594. Feodor, que posiblemente sufría una deficiencia mental, no fue capaz de gobernar con efectividad. Fue la primera señal de que en la sangre de los Colmillos Plateados existía algún tipo de debilidad.
El verdadero gobernante de Rusia durante este período fue Boris Godunov, el cuñado de Iván IV, que consiguió persuadir al Patriarca de Constantinopla para que creara un Patriarcado de Rusia en Moscú en 1589. La iglesia de Moscú se convirtió en la única iglesia ortodoxa independiente, las demás se encontraban en territorio otomano o polaco-lituano.
Tras la muerte de Feodor, Boris Godunov convenció al Patriarca de Moscú para que lo coronara zar en 1598, pero su reinado fue convulso en medio de hambrunas y rumores de que el hermano pequeño de Feodor, Dmitri, que había muerto en extrañas circunstancias en 1591, en realidad seguía vivo y pretendía derrocar al “usurpador”. Boris Godunov murió en 1604 y “Dmitri”, que había llegado a Moscú tras varias batallas contra los seguidores de Boris, fue coronado zar en 1605.
Según sus seguidores Dmitri había sobrevivido a un intento de asesinato y en secreto había viajado a Polonia, donde se había convertido al catolicismo y se había casado con Marina, una noble polaca, algo que molestó a la iglesia ortodoxa y a los boyardos rusos, que rechazaban la presencia de los polacos y occidentales en la corte de Moscú.
Los Colmillos Plateados no comprendían los actos de su Pariente hasta que descubrieron que el Falso Dmitri era en realidad el esclavo de un poderoso vampiro polaco del clan Tzimisce. El Príncipe Vasily Shuysky, un Colmillo Plateado, decidió actuar directamente para salvar el dominio de su tribu sobre el trono de Rusia.
El Príncipe Shuysky utilizó el descontento de la iglesia y los boyardos y comenzó a difamar a Dmitri. Su manada se infiltró entre los guardias del palacio. A pesar de los avisos Dmitri se negó a desconfiar de la lealtad de Shuysky y los rumores sobre un inminente intento de asesinato.
El Príncipe Shuysky extendió los rumores de que los polacos pretendían asesinar al zar. En la confusión Shuysky y sus partidarios cometieron el asesinato. Dmitri trató de resistirse y finalmente se arrojó por una ventana sufriendo una caída de unos treinta metros. Ese día el pueblo moscovita, que adoraba al zar Dmitri, asesinó a unos 2.000 polacos en Moscú. Shuysky fue incapaz de demostrar que el zar Dmitri había sido un impostor. El cuerpo de Dmitri fue mostrado en público.
Los Colmillos Plateados no descubrieron que el amo secreto de Dmitri se les había adelantado la noche anterior. Dmitri había sido convertido en uno de los no muertos –un vampiro. Comenzaron a surgir testimonios de su aparición tras la muerte y muchos atribuyeron estas apariciones a la magia negra. El cuerpo de Dmitri fue incinerado, y los Colmillos Plateados creyeron que habían conjurado la amenaza de los vampiros.
Sin embargo, con la muerte de Dmitri estalló una guerra civil por la sucesión al trono, complicada por una guerra contra polacos y suecos. También apareció un segundo “Dmitri” que también resultó ser falso, y después un tercero, reclamando sus derechos al trono. Estos falsarios en realidad eran el primer Dmitri, que había sido convertido en vampiro antes de su muerte. Los Colmillos Plateados lucharon contra él y lo persiguieron. Habitualmente se cree que finalmente los Garou consiguieron destruirlo mediante una Manada de Plata.
Los boyardos decidieron terminar con la crisis sucesoria situando en el trono de Moscú al príncipe Vladislav, hijo del rey Segismundo de Polonia. Para apoyarle los polacos invadieron Rusia en el año 1611, y la ciudad de Moscú resultó incendiada. Se trataba de otro plan de los vampiros polacos, que tras el fracaso de Dmitri de apoderarse del trono lo intentaban a través de su peón Vladislav. Este plan también fracasó.
La calma fue restaurada con la derrota de los polacos y la elección y coronación como zar en 1613 de Miguel III Romanov, que terminó con la crisis dinástica. Los Colmillos Plateados se apoderaron nuevamente del poder. Durante el resto del siglo se produjeron varios levantamientos populares por los precios de alimentos y productos básicos, especialmente en 1648, 1662 y 1682. Durante estos levantamientos se produjeron los primeros conatos de rebelión de la tribu de los Roehuesos contra los Colmillos Plateados.
Moscú dejó de ser la capital de Rusia en 1703 cuando el zar Pedro el Grande construyó San Petersburgo en la costa del Mar Báltico. Este repentino movimiento sorprendió a los Garou, que se enfurecieron al descubrir que los vampiros estaban ocultos en las sombras de la nueva capital e influían sobre muchas de las acciones del zar. Los Colmillos Plateados, cuyo poder se encontraba en declive, comenzaron a trasladarse a San Petersburgo, y aunque mantuvieron el liderazgo sobre los clanes de hombres lobo de Moscú, estaba lejos de ser tan firme como en el siglo anterior.
Con los Colmillos Plateados y gran parte de los Garou concentrados en el problema de los vampiros, el control de los hombres lobo sobre la aristocracia rusa se debilitó. Otras facciones ocultas comenzaron sutilmente a introducirse en los salones de poder, sembrando semillas de descontento que florecerían varios siglos después. Fue durante esta época que llegaron los primeros agentes de la organización de magos conocida posteriormente como la Tecnocracia, que iniciaron la modernización de Rusia.
Cuando el emperador Napoleón Bonaparte invadió Rusia en 1812, los moscovitas incendiaron la ciudad y la evacuaron a medida que se aproximaban los ejércitos franceses. Privado de suministros y debilitado por el mal tiempo invernal, Napoleón se vio obligado a retirarse y sus ejércitos sufrieron grandes pérdidas debido al devastador invierno ruso y los esporádicos ataques de los ejércitos rusos.
Durante el siglo XIX el gobierno autocrático de los zares y las duras condiciones de vida de las clases bajas provocaron el surgimiento de varios grupos revolucionarios entre los mortales. La tribu de los Roehuesos, cuyos miembros formaban parte de los siervos y el campesinado comenzaron a unirse a estos revolucionarios, criticando a veces abiertamente el derecho hereditario de los Colmillos Plateados a gobernar a los hombres lobo. Estas críticas a menudo eran respondidas con sangrientas purgas, lo que no dejaba de avivar el descontento de los Roehuesos, y muchos miembros de la tribu se aislaron del resto de la Nación Garou y se negaron a cooperar con los arrogantes Colmillos Plateados.
Poco a poco las derrotas militares y las desigualdades sociales prepararon la llegada de la revolución. Los primeros disturbios tuvieron lugar hacia 1905 durante el reinado del zar Nicolás II, un hombre con buenas intenciones pero débil, que no supo afrontar las realidades de su país. Con la revolución de 1917 la monarquía fue abolida y el zar se vio obligado a abdicar. Los bolcheviques rusos, tras hacerse con el poder, trasladaron la capital de San Petersburgo a Moscú el 12 de marzo de 1918, que se convirtió en la capital de la República Socialista Soviética de Rusia y en 1923 capital de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Los Roehuesos, que ya habían participado en los intentos revolucionarios previos, consiguieron por fin tomar el control del principal túmulo de Moscú en 1917. Los Colmillos Plateados habían evacuado la ciudad algunos meses antes y sólo quedaba un grupo de ancianos arrogantes y ciegos que no creían que los demás Garou se atrevieran a disputarles el poder. Estaban equivocados.
Sin embargo, aunque los Roehuesos se encontraron en el bando vencedor de la revolución bolchevique, perdieron el control de todo lo que habían conseguido. Pronto surgió una facción de vampiros, principalmente del clan Brujah, que descubrieron la influencia de los Garou sobre la aristocracia y varias familias campesinas. Los Roehuesos intentaron acabar con los vampiros, pero no eran rivales para neutralizar sus astutas maniobras políticas o los efectos de las reformas que impulsaban a través del gobierno comunista.
La desorganización de los Garou se cobró factura y muchos murieron. A pesar de los ataques de los vampiros seguían enfrentándose entre ellos. Muchos Parientes de los Colmillos Plateados fueron ejecutados por los bolcheviques, entre ellos muchos aristócratas y el zar Nicolás II y su familia. Los Colmillos Plateados salvaron a Anastasia, la hija más joven del zar, a través de un Puente Lunar, pero tras los traumas sufridos durante la revolución y la pérdida de su familia, la muchacha renunció a su identidad para vivir tranquilamente en otro lugar del mundo. Sus rescatadores respetaron su deseo.
Tras la muerte en 1924 de Vladimir Lenin, el líder de la revolución bolchevique, se produjo un enfrentamiento dentro del gobierno soviético que llevó al poder a Iosip Stalin, un astuto político que ya había maniobrado para situar a sus seguidores en las principales instancias de poder. Con el gobierno de Stalin comenzó un período de modernización que fue aprovechado por los agentes del Wyrm para extender la corrupción. Los Garou sufrieron duras derrotas y se vieron obligados a ocultarse. Los que se oponían a las medidas del gobierno comunista terminaban exiliados o muertos.
La influencia del Wyrm creció y se extendió, y los Garou temían actuar por miedo a ser descubiertos por los vampiros que vigilaban los salones del poder y que los habían expulsado de forma rápida y expeditiva. En algunos lugares, no obstante, consiguieron minimizar el daño y tuvieron algunos éxitos marginales. Otros lucharon y murieron. Los más sabios decidieron aguardar a que llegara el momento de contraatacar, reuniendo fuerzas y organizando a los supervivientes.
En conjunto, la Revolución Rusa de 1917 dejó a los Garou débiles y desorganizados. Nunca antes se habían enfrentado a un enemigo tan implacable como los vampiros “idealistas” que querían construir un nuevo orden y que sin saberlo fomentaban la corrupción espiritual de Rusia. Sin embargo, los Garou consiguieron nuevos aliados a medida que la opresión comunista continuaba.
Durante la Gran Guerra Patriótica, el Comité de Defensa del Estado soviético y el Estado Mayor del Ejército Rojo permanecieron en Moscú. En 1941, se formaron entre los moscovitas dieciséis divisiones nacionales de voluntarios (más de 160.000 personas), veinticinco batallones (18.500 personas) y cuatro regimientos de ingeniería. En noviembre, el Grupo de Ejércitos Centro alemán fue detenido en las afueras de la ciudad y a continuación rechazado en el transcurso de la Batalla de Moscú. Se evacuaron muchas fábricas junto con gran parte del gobierno soviético, y a partir del 20 de octubre la ciudad fue declarada en estado de sitio. El resto de sus habitantes construyeron defensas antitanque, mientras que la ciudad era bombardeada desde el aire. Es de señalar que Stalin se negó a abandonar Moscú, lo que significó que el personal general y el consejo de comisarios del pueblo permanecieron en la ciudad. A pesar del asedio y los bombardeos, la construcción del metro de Moscú continuó durante la guerra y al finalizar la guerra se abrieron nuevas líneas de metro. El 1 de mayo de 1944, se instituyó la Medalla por la defensa de Moscú y en 1947 otra medalla en memoria del 800 aniversario de la fundación de Moscú. El 8 de mayo de 1965, en conmemoración del 20 aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial, Moscú fue una de las doce ciudades soviéticas galardonadas con el título de Ciudad Heroica.
La Segunda Guerra Mundial también afectó a los Garou de Moscú, que colaboraron con el ejército y los partisanos rusos. El frente de la resistencia Garou estuvo coordinado principalmente por las tribus de Moradores del Cristal y Roehuesos, que se enfrentaron a los “Werwolfen” de Hitler, en gran parte miembros fanáticos de la Camada de Fenris, despreciados por sus compañeros de tribu de otros países.
Los Roehuesos también ayudaron a muchos ciudadanos moscovitas y a su Parentela a sobrevivir a las duras condiciones del asedio. Existen informes de personas que durante el asedio de Moscú arrancaban el papel de pared y lamían la cola. Aunque sin duda se trata de anécdotas exageradas, también es posible que los Roehuesos utilizaran sus Dones para ayudar directamente a los mortales a afrontar el hambre y la desnutrición.
Irónicamente la Segunda Guerra Mundial fue un respiro en la guerra sombría entre los Garou y vampiros de Moscú, pero que fue reanudada tan pronto terminó. Fue durante este período de postguerra que los servicios secretos soviéticos, el KGB, ordenaron todas las evidencias acumuladas sobre la existencia de lo sobrenatural y crearon una división de asuntos especiales, que pronto comenzó a cazar Garou.
Hasta 1986 los hombres lobo fueron una fuerza silenciosa y discreta en Rusia y el Wyrm se enraizó con tanta fuerza que ni siquiera los mayores héroes Garou podían eliminar su presencia. En secreto los Danzantes de la Espiral Negra comenzaron a construir sus Colmenas y a corromper túmulos. Algunos Garou, principalmente Hijos de Gaia, Moradores del Cristal y Roehuesos consiguieron infiltrarse en el gobierno comunista y trabajar desde dentro del sistema, tratando de evitar la propagación del Wyrm. A pesar de algunos éxitos en conjunto fracasaron. En medio de un enfrentamiento entre las tribus de la Nación Garou, los Hijos de Gaia fueron exiliados de Rusia.
El ascenso de Mikhail Gorbachov en 1987 como secretario general de la Unión Soviética, inició una nueva era. Comenzó una serie de reformas económicas y políticas conocidas colectivamente como Perestroika, al mismo tiempo que iniciaba un tímido proceso de apertura hacia Occidente. Sin embargo, las reformas no fueron suficientes y el gobierno comunista comenzó a ser presionada para que actuara de forma más decidida. Gorbachov se mostraba muy reticente a acelerar el proceso, por miedo a perder el control, mientras que Boris Yeltsin, el presidente de la República Socialista Soviética de Rusia, pedía más reformas. Ambos entraron en conflicto político en varias ocasiones.
En 1991, una facción de comunistas de la línea dura del partido intentó dar un golpe de estado y derrocar a Mikhail Gorbachov. Sin embargo, el golpe fracasó y como resultado, Gorbachov perdió popularidad debido a su posición debilitada y Boris Yeltsin y la oposición al golpe consiguió numerosos apoyos, lo que le permitieron acceder al poder, sustituyendo a Gorbachov, y continuar con las reformas. La Unión Soviética fue disuelta y en su lugar se formó la Comunidad de Estados Independientes. Rusia se convirtió en un país democrático y la Guerra Fría terminó.
Los cambios del nuevo gobierno tuvieron varias consecuencias a nivel social y económico. Comenzó un período de profunda crisis económica, el rublo, la moneda nacional, se devaluó bruscamente, y hubo escasez de alimentos básicos. El desempleo comenzó a amenazar la sociedad a un nivel sin precedentes, frente a la protección social garantizada previamente por el gobierno soviético. Como resultado el crimen y la economía clandestina se incrementaron, varias fábricas y empresas colectivas cerrando, dejando a miles de obreros en el paro, y la productividad cayó hasta el nivel de la década de 1930.
La repentina caída del comunismo sorprendió a los Garou. Parecía que sus adversarios entre los vampiros habían desaparecido repentinamente, lo que les permitió recuperar cierto control y realizar tentativas tanteando el terreno. Algunos Parientes de los Moradores del Cristal consiguieron infiltrarse con éxito en el nuevo gobierno de Boris Yeltsin, y comenzar la reconstrucción y purificación de algunos lugares corrompidos por el Wyrm.
Sin embargo, fuera de Moscú la situación no era tan halagüeña en otros lugares. A medida que los Garou reaparecían sus túmulos eran repentinamente atacados y drenados de su poder por atacantes misteriosos. Un repentino Telón de Sombra cayó sobre Rusia, impidiendo a los Garou salir del país y bloqueando los Puentes Lunares. La Umbra se ha oscurecido y es más difícil viajar por el mundo espiritual. Nadie está seguro de lo que significa esta repentina amenaza, pero los defensores de Gaia no están a salvo.
EL TELÓN DE SOMBRA
Sobre Rusia ha aparecido una gran barrera espiritual. Es conocida como Telón de Sombra. Este “muro” impide la comunicación sobrenatural fuera de Rusia y fortalece la Celosía.
El Telón de Sombra también impide viajar fuera de la Penumbra de Rusia. Ningún Garou puede llegar a los 13 Reinos de la Umbra desde Rusia, ni tampoco al Ensueño. La única excepción es el reino de la Cicatriz. En algunos momentos, viajando por la Penumbra cerca de algunos lugares industriales surgen Puentes Lunares conectados con la Cicatriz. Los Garou pueden tratar de atravesar la Cicatriz para llegar al resto de la Umbra cercana. Buena suerte.
Este gran tapiz mágico fue levantado por la bruja Baba Yaga poco después de despertarse de su letargo en 1990, y que comenzó a destruir toda la oposición sobrenatural que pudiera enfrentarse a su presencia. Este tapiz bloquea a todo tipo de seres espirituales o sobrenaturales. Sólo sus esclavos pueden atravesarlo.
El Telón de Sombra impide que los Garou reciban ayuda exterior. También impide que los magos utilicen libremente su magia, porque también les resulta difícil llegar a sus capillas en el Reino de Horizonte.
Mientras el Telón de Sombra permanece activo (Desde 1990 hasta 1999) se aplican las siguientes reglas en la Umbra:
-Los espíritus no son obstaculizados ni afectados por el Telón de Sombra.
-La dificultad de todas las tiradas de Percepción se incrementa en +1 (hasta un máximo de 10).
-La Celosía se incrementa en +1 en todas partes (hasta un máximo de 10).
-En los lugares donde la Celosía es reducida los espíritus pueden atravesarla (Ya no necesitan el Hechizo Materializar). Para poder entrar en el mundo físico los espíritus pueden realizar una tirada de Fuerza de Voluntad (la dificultad es igual a la puntuación de Celosía local +4). Utiliza la tabla de Cruzar de Lado para determinar el tiempo que tarda un espíritu en atravesar la Celosía. Cruzar de Lado le cuesta al espíritu 5 puntos de poder, además del coste habitual del hechizo Materializar.
-Todos los Dones y tiradas de Habilidad, incluyendo el Combate, incrementan su dificultad en +1.
Por David Key y George Neal. Completado por Magus.
HISTORIA
La ciudad de Moscú comenzó su ascenso después de la caída del Reino de Kiev tras el saqueo de los tártaro-mongoles hacia el año 1240. Comenzó entonces el período conocido como “El yugo tártaro”, que duró entre 1240 – 1480. Según la tradición, Moscú fue fundada en torno al año 1147, y durante bastante tiempo permaneció a la sombra del resto de los principados rusos. Sin embargo, hacia el año 1327 Moscú se había convertido en la capital de un principado en ascenso. El príncipe Iván I Kalita sobornó con grandes tributos a los tártaros para ganarse su favor y pudo proclamarse Gran Príncipe de Moscú en 1328, tras derrotar al príncipe de Tver y convertir su ciudad en obispado. En las décadas siguientes los principados de Tver y Riazan, apoyados por Lituania, se enfrentaron a Moscú, apoyado a su vez por los tártaros, pero los demás principados rusos terminaron reconociendo la primacía del principado moscovita.
El Gran Príncipe Dmitri de Moscú consiguió la primera gran victoria sobre los tártaros en la Batalla de Kulikovo en el río Don hacia 1380, demostrando a los rusos que los tártaros no eran invencibles. Esta batalla fue sobre todo un símbolo de prestigio, pues los tártaros consiguieron rehacerse rápidamente de la derrota y saquearon Moscú dos años después.
El yugo tártaro fue apoyado secretamente por la tribu Garou de los Señores de la Sombra, que tenían Parentela entre los mongoles. Los Colmillos Plateados exigieron a los Señores de la Sombra que retiraran a sus familias de sus territorios, pero los Señores de la Sombra afirmaron que no tenían control alguno sobre los mongoles.
Moscú terminó de consolidar su supremacía sobre los principados rusos durante los reinados de los zares Iván III (1462 – 1505) y Basilio III (1505 – 1533). El yugo tártaro terminó oficialmente hacia 1480, cuando el zar Iván III se negó a pagar tributo al Khan Ahmed, líder de la Horda de Oro, aunque la influencia de los tártaros ya había desaparecido desde la década de 1440. Durante el reinado de estos dos zares el principado de Moscú se anexionó los territorios de Novgorod, Pskov, Smolensko y Riazan.
Iván III fue el primer príncipe ruso que utilizó el título “tzar”, una derivación eslava de la palabra “césar”, debido a su pretensión ficticia de que su linaje descendía de los emperadores romanos. También se casó con Sofía Paleóloga, la sobrina del último emperador bizantino. De esta forma Sofía legitimó a Moscú y estableció un vínculo directo con Constantinopla y Roma. Este matrimonio fue orquestado por los Colmillos Plateados que deseaban introducir nueva sangre real en el linaje gobernante de Moscú.
Iván III y Basilio III eran Parientes de los Colmillos Plateados. Los Colmillos habían reclamado el derecho de aparearse con la dinastía real de los Ruríkidas, que originalmente habían sido Parientes de la Camada de Fenris. Sin embargo, durante este período la Camada de Fenris se encontraba demasiado débil en Rusia para oponerse a la reclamación de los Colmillos Plateados, que habían comenzado su ascenso hacia la supremacía.
Basilio III murió en 1533 dejando a su hijo Iván de tres años bajo una regencia formada por la zarina Elena y un grupo de nobles y ambiciosos boyardos. Elena murió envenenada en 1538 y el joven príncipe quedó a merced de la nobleza, atemorizado y asustado hasta su coronación en 1547. Durante el reinado de Iván IV –que sería conocido como Iván el Terrible- Rusia extendió sus territorios hacia el Mar Caspio y Siberia, pero también ejecutó de forma inmisericorde poblaciones enteras y en general a todo aquél que consideraba una amenaza a su gobierno autocrático. Iván era consciente de sus lazos con los hombres lobo y estaba dispuesto a utilizarlos para consolidar su poder. En ocasiones Iván consiguió utilizar a los Garou para que apoyaran a sus ejércitos y sometieran a los nobles recalcitrantes. En el año 1571 los tártaros de Crimea consiguieron llegar hasta Moscú y saquearon la ciudad de nuevo.
Tras la muerte de Iván IV en 1589, dejando tras de sí un reinado de terror en el que murieron decenas de miles de personas, le sucedió su débil hijo Feodor, que gobernó brevemente entre 1589 y 1594. Feodor, que posiblemente sufría una deficiencia mental, no fue capaz de gobernar con efectividad. Fue la primera señal de que en la sangre de los Colmillos Plateados existía algún tipo de debilidad.
El verdadero gobernante de Rusia durante este período fue Boris Godunov, el cuñado de Iván IV, que consiguió persuadir al Patriarca de Constantinopla para que creara un Patriarcado de Rusia en Moscú en 1589. La iglesia de Moscú se convirtió en la única iglesia ortodoxa independiente, las demás se encontraban en territorio otomano o polaco-lituano.
Tras la muerte de Feodor, Boris Godunov convenció al Patriarca de Moscú para que lo coronara zar en 1598, pero su reinado fue convulso en medio de hambrunas y rumores de que el hermano pequeño de Feodor, Dmitri, que había muerto en extrañas circunstancias en 1591, en realidad seguía vivo y pretendía derrocar al “usurpador”. Boris Godunov murió en 1604 y “Dmitri”, que había llegado a Moscú tras varias batallas contra los seguidores de Boris, fue coronado zar en 1605.
Según sus seguidores Dmitri había sobrevivido a un intento de asesinato y en secreto había viajado a Polonia, donde se había convertido al catolicismo y se había casado con Marina, una noble polaca, algo que molestó a la iglesia ortodoxa y a los boyardos rusos, que rechazaban la presencia de los polacos y occidentales en la corte de Moscú.
Los Colmillos Plateados no comprendían los actos de su Pariente hasta que descubrieron que el Falso Dmitri era en realidad el esclavo de un poderoso vampiro polaco del clan Tzimisce. El Príncipe Vasily Shuysky, un Colmillo Plateado, decidió actuar directamente para salvar el dominio de su tribu sobre el trono de Rusia.
El Príncipe Shuysky utilizó el descontento de la iglesia y los boyardos y comenzó a difamar a Dmitri. Su manada se infiltró entre los guardias del palacio. A pesar de los avisos Dmitri se negó a desconfiar de la lealtad de Shuysky y los rumores sobre un inminente intento de asesinato.
El Príncipe Shuysky extendió los rumores de que los polacos pretendían asesinar al zar. En la confusión Shuysky y sus partidarios cometieron el asesinato. Dmitri trató de resistirse y finalmente se arrojó por una ventana sufriendo una caída de unos treinta metros. Ese día el pueblo moscovita, que adoraba al zar Dmitri, asesinó a unos 2.000 polacos en Moscú. Shuysky fue incapaz de demostrar que el zar Dmitri había sido un impostor. El cuerpo de Dmitri fue mostrado en público.
Los Colmillos Plateados no descubrieron que el amo secreto de Dmitri se les había adelantado la noche anterior. Dmitri había sido convertido en uno de los no muertos –un vampiro. Comenzaron a surgir testimonios de su aparición tras la muerte y muchos atribuyeron estas apariciones a la magia negra. El cuerpo de Dmitri fue incinerado, y los Colmillos Plateados creyeron que habían conjurado la amenaza de los vampiros.
Sin embargo, con la muerte de Dmitri estalló una guerra civil por la sucesión al trono, complicada por una guerra contra polacos y suecos. También apareció un segundo “Dmitri” que también resultó ser falso, y después un tercero, reclamando sus derechos al trono. Estos falsarios en realidad eran el primer Dmitri, que había sido convertido en vampiro antes de su muerte. Los Colmillos Plateados lucharon contra él y lo persiguieron. Habitualmente se cree que finalmente los Garou consiguieron destruirlo mediante una Manada de Plata.
Los boyardos decidieron terminar con la crisis sucesoria situando en el trono de Moscú al príncipe Vladislav, hijo del rey Segismundo de Polonia. Para apoyarle los polacos invadieron Rusia en el año 1611, y la ciudad de Moscú resultó incendiada. Se trataba de otro plan de los vampiros polacos, que tras el fracaso de Dmitri de apoderarse del trono lo intentaban a través de su peón Vladislav. Este plan también fracasó.
La calma fue restaurada con la derrota de los polacos y la elección y coronación como zar en 1613 de Miguel III Romanov, que terminó con la crisis dinástica. Los Colmillos Plateados se apoderaron nuevamente del poder. Durante el resto del siglo se produjeron varios levantamientos populares por los precios de alimentos y productos básicos, especialmente en 1648, 1662 y 1682. Durante estos levantamientos se produjeron los primeros conatos de rebelión de la tribu de los Roehuesos contra los Colmillos Plateados.
Moscú dejó de ser la capital de Rusia en 1703 cuando el zar Pedro el Grande construyó San Petersburgo en la costa del Mar Báltico. Este repentino movimiento sorprendió a los Garou, que se enfurecieron al descubrir que los vampiros estaban ocultos en las sombras de la nueva capital e influían sobre muchas de las acciones del zar. Los Colmillos Plateados, cuyo poder se encontraba en declive, comenzaron a trasladarse a San Petersburgo, y aunque mantuvieron el liderazgo sobre los clanes de hombres lobo de Moscú, estaba lejos de ser tan firme como en el siglo anterior.
Con los Colmillos Plateados y gran parte de los Garou concentrados en el problema de los vampiros, el control de los hombres lobo sobre la aristocracia rusa se debilitó. Otras facciones ocultas comenzaron sutilmente a introducirse en los salones de poder, sembrando semillas de descontento que florecerían varios siglos después. Fue durante esta época que llegaron los primeros agentes de la organización de magos conocida posteriormente como la Tecnocracia, que iniciaron la modernización de Rusia.
Cuando el emperador Napoleón Bonaparte invadió Rusia en 1812, los moscovitas incendiaron la ciudad y la evacuaron a medida que se aproximaban los ejércitos franceses. Privado de suministros y debilitado por el mal tiempo invernal, Napoleón se vio obligado a retirarse y sus ejércitos sufrieron grandes pérdidas debido al devastador invierno ruso y los esporádicos ataques de los ejércitos rusos.
Durante el siglo XIX el gobierno autocrático de los zares y las duras condiciones de vida de las clases bajas provocaron el surgimiento de varios grupos revolucionarios entre los mortales. La tribu de los Roehuesos, cuyos miembros formaban parte de los siervos y el campesinado comenzaron a unirse a estos revolucionarios, criticando a veces abiertamente el derecho hereditario de los Colmillos Plateados a gobernar a los hombres lobo. Estas críticas a menudo eran respondidas con sangrientas purgas, lo que no dejaba de avivar el descontento de los Roehuesos, y muchos miembros de la tribu se aislaron del resto de la Nación Garou y se negaron a cooperar con los arrogantes Colmillos Plateados.
Poco a poco las derrotas militares y las desigualdades sociales prepararon la llegada de la revolución. Los primeros disturbios tuvieron lugar hacia 1905 durante el reinado del zar Nicolás II, un hombre con buenas intenciones pero débil, que no supo afrontar las realidades de su país. Con la revolución de 1917 la monarquía fue abolida y el zar se vio obligado a abdicar. Los bolcheviques rusos, tras hacerse con el poder, trasladaron la capital de San Petersburgo a Moscú el 12 de marzo de 1918, que se convirtió en la capital de la República Socialista Soviética de Rusia y en 1923 capital de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
Los Roehuesos, que ya habían participado en los intentos revolucionarios previos, consiguieron por fin tomar el control del principal túmulo de Moscú en 1917. Los Colmillos Plateados habían evacuado la ciudad algunos meses antes y sólo quedaba un grupo de ancianos arrogantes y ciegos que no creían que los demás Garou se atrevieran a disputarles el poder. Estaban equivocados.
Sin embargo, aunque los Roehuesos se encontraron en el bando vencedor de la revolución bolchevique, perdieron el control de todo lo que habían conseguido. Pronto surgió una facción de vampiros, principalmente del clan Brujah, que descubrieron la influencia de los Garou sobre la aristocracia y varias familias campesinas. Los Roehuesos intentaron acabar con los vampiros, pero no eran rivales para neutralizar sus astutas maniobras políticas o los efectos de las reformas que impulsaban a través del gobierno comunista.
La desorganización de los Garou se cobró factura y muchos murieron. A pesar de los ataques de los vampiros seguían enfrentándose entre ellos. Muchos Parientes de los Colmillos Plateados fueron ejecutados por los bolcheviques, entre ellos muchos aristócratas y el zar Nicolás II y su familia. Los Colmillos Plateados salvaron a Anastasia, la hija más joven del zar, a través de un Puente Lunar, pero tras los traumas sufridos durante la revolución y la pérdida de su familia, la muchacha renunció a su identidad para vivir tranquilamente en otro lugar del mundo. Sus rescatadores respetaron su deseo.
Tras la muerte en 1924 de Vladimir Lenin, el líder de la revolución bolchevique, se produjo un enfrentamiento dentro del gobierno soviético que llevó al poder a Iosip Stalin, un astuto político que ya había maniobrado para situar a sus seguidores en las principales instancias de poder. Con el gobierno de Stalin comenzó un período de modernización que fue aprovechado por los agentes del Wyrm para extender la corrupción. Los Garou sufrieron duras derrotas y se vieron obligados a ocultarse. Los que se oponían a las medidas del gobierno comunista terminaban exiliados o muertos.
La influencia del Wyrm creció y se extendió, y los Garou temían actuar por miedo a ser descubiertos por los vampiros que vigilaban los salones del poder y que los habían expulsado de forma rápida y expeditiva. En algunos lugares, no obstante, consiguieron minimizar el daño y tuvieron algunos éxitos marginales. Otros lucharon y murieron. Los más sabios decidieron aguardar a que llegara el momento de contraatacar, reuniendo fuerzas y organizando a los supervivientes.
En conjunto, la Revolución Rusa de 1917 dejó a los Garou débiles y desorganizados. Nunca antes se habían enfrentado a un enemigo tan implacable como los vampiros “idealistas” que querían construir un nuevo orden y que sin saberlo fomentaban la corrupción espiritual de Rusia. Sin embargo, los Garou consiguieron nuevos aliados a medida que la opresión comunista continuaba.
Durante la Gran Guerra Patriótica, el Comité de Defensa del Estado soviético y el Estado Mayor del Ejército Rojo permanecieron en Moscú. En 1941, se formaron entre los moscovitas dieciséis divisiones nacionales de voluntarios (más de 160.000 personas), veinticinco batallones (18.500 personas) y cuatro regimientos de ingeniería. En noviembre, el Grupo de Ejércitos Centro alemán fue detenido en las afueras de la ciudad y a continuación rechazado en el transcurso de la Batalla de Moscú. Se evacuaron muchas fábricas junto con gran parte del gobierno soviético, y a partir del 20 de octubre la ciudad fue declarada en estado de sitio. El resto de sus habitantes construyeron defensas antitanque, mientras que la ciudad era bombardeada desde el aire. Es de señalar que Stalin se negó a abandonar Moscú, lo que significó que el personal general y el consejo de comisarios del pueblo permanecieron en la ciudad. A pesar del asedio y los bombardeos, la construcción del metro de Moscú continuó durante la guerra y al finalizar la guerra se abrieron nuevas líneas de metro. El 1 de mayo de 1944, se instituyó la Medalla por la defensa de Moscú y en 1947 otra medalla en memoria del 800 aniversario de la fundación de Moscú. El 8 de mayo de 1965, en conmemoración del 20 aniversario de la victoria en la Segunda Guerra Mundial, Moscú fue una de las doce ciudades soviéticas galardonadas con el título de Ciudad Heroica.
La Segunda Guerra Mundial también afectó a los Garou de Moscú, que colaboraron con el ejército y los partisanos rusos. El frente de la resistencia Garou estuvo coordinado principalmente por las tribus de Moradores del Cristal y Roehuesos, que se enfrentaron a los “Werwolfen” de Hitler, en gran parte miembros fanáticos de la Camada de Fenris, despreciados por sus compañeros de tribu de otros países.
Los Roehuesos también ayudaron a muchos ciudadanos moscovitas y a su Parentela a sobrevivir a las duras condiciones del asedio. Existen informes de personas que durante el asedio de Moscú arrancaban el papel de pared y lamían la cola. Aunque sin duda se trata de anécdotas exageradas, también es posible que los Roehuesos utilizaran sus Dones para ayudar directamente a los mortales a afrontar el hambre y la desnutrición.
Irónicamente la Segunda Guerra Mundial fue un respiro en la guerra sombría entre los Garou y vampiros de Moscú, pero que fue reanudada tan pronto terminó. Fue durante este período de postguerra que los servicios secretos soviéticos, el KGB, ordenaron todas las evidencias acumuladas sobre la existencia de lo sobrenatural y crearon una división de asuntos especiales, que pronto comenzó a cazar Garou.
Hasta 1986 los hombres lobo fueron una fuerza silenciosa y discreta en Rusia y el Wyrm se enraizó con tanta fuerza que ni siquiera los mayores héroes Garou podían eliminar su presencia. En secreto los Danzantes de la Espiral Negra comenzaron a construir sus Colmenas y a corromper túmulos. Algunos Garou, principalmente Hijos de Gaia, Moradores del Cristal y Roehuesos consiguieron infiltrarse en el gobierno comunista y trabajar desde dentro del sistema, tratando de evitar la propagación del Wyrm. A pesar de algunos éxitos en conjunto fracasaron. En medio de un enfrentamiento entre las tribus de la Nación Garou, los Hijos de Gaia fueron exiliados de Rusia.
El ascenso de Mikhail Gorbachov en 1987 como secretario general de la Unión Soviética, inició una nueva era. Comenzó una serie de reformas económicas y políticas conocidas colectivamente como Perestroika, al mismo tiempo que iniciaba un tímido proceso de apertura hacia Occidente. Sin embargo, las reformas no fueron suficientes y el gobierno comunista comenzó a ser presionada para que actuara de forma más decidida. Gorbachov se mostraba muy reticente a acelerar el proceso, por miedo a perder el control, mientras que Boris Yeltsin, el presidente de la República Socialista Soviética de Rusia, pedía más reformas. Ambos entraron en conflicto político en varias ocasiones.
En 1991, una facción de comunistas de la línea dura del partido intentó dar un golpe de estado y derrocar a Mikhail Gorbachov. Sin embargo, el golpe fracasó y como resultado, Gorbachov perdió popularidad debido a su posición debilitada y Boris Yeltsin y la oposición al golpe consiguió numerosos apoyos, lo que le permitieron acceder al poder, sustituyendo a Gorbachov, y continuar con las reformas. La Unión Soviética fue disuelta y en su lugar se formó la Comunidad de Estados Independientes. Rusia se convirtió en un país democrático y la Guerra Fría terminó.
Los cambios del nuevo gobierno tuvieron varias consecuencias a nivel social y económico. Comenzó un período de profunda crisis económica, el rublo, la moneda nacional, se devaluó bruscamente, y hubo escasez de alimentos básicos. El desempleo comenzó a amenazar la sociedad a un nivel sin precedentes, frente a la protección social garantizada previamente por el gobierno soviético. Como resultado el crimen y la economía clandestina se incrementaron, varias fábricas y empresas colectivas cerrando, dejando a miles de obreros en el paro, y la productividad cayó hasta el nivel de la década de 1930.
La repentina caída del comunismo sorprendió a los Garou. Parecía que sus adversarios entre los vampiros habían desaparecido repentinamente, lo que les permitió recuperar cierto control y realizar tentativas tanteando el terreno. Algunos Parientes de los Moradores del Cristal consiguieron infiltrarse con éxito en el nuevo gobierno de Boris Yeltsin, y comenzar la reconstrucción y purificación de algunos lugares corrompidos por el Wyrm.
Sin embargo, fuera de Moscú la situación no era tan halagüeña en otros lugares. A medida que los Garou reaparecían sus túmulos eran repentinamente atacados y drenados de su poder por atacantes misteriosos. Un repentino Telón de Sombra cayó sobre Rusia, impidiendo a los Garou salir del país y bloqueando los Puentes Lunares. La Umbra se ha oscurecido y es más difícil viajar por el mundo espiritual. Nadie está seguro de lo que significa esta repentina amenaza, pero los defensores de Gaia no están a salvo.
EL TELÓN DE SOMBRA
Sobre Rusia ha aparecido una gran barrera espiritual. Es conocida como Telón de Sombra. Este “muro” impide la comunicación sobrenatural fuera de Rusia y fortalece la Celosía.
El Telón de Sombra también impide viajar fuera de la Penumbra de Rusia. Ningún Garou puede llegar a los 13 Reinos de la Umbra desde Rusia, ni tampoco al Ensueño. La única excepción es el reino de la Cicatriz. En algunos momentos, viajando por la Penumbra cerca de algunos lugares industriales surgen Puentes Lunares conectados con la Cicatriz. Los Garou pueden tratar de atravesar la Cicatriz para llegar al resto de la Umbra cercana. Buena suerte.
Este gran tapiz mágico fue levantado por la bruja Baba Yaga poco después de despertarse de su letargo en 1990, y que comenzó a destruir toda la oposición sobrenatural que pudiera enfrentarse a su presencia. Este tapiz bloquea a todo tipo de seres espirituales o sobrenaturales. Sólo sus esclavos pueden atravesarlo.
El Telón de Sombra impide que los Garou reciban ayuda exterior. También impide que los magos utilicen libremente su magia, porque también les resulta difícil llegar a sus capillas en el Reino de Horizonte.
Mientras el Telón de Sombra permanece activo (Desde 1990 hasta 1999) se aplican las siguientes reglas en la Umbra:
-Los espíritus no son obstaculizados ni afectados por el Telón de Sombra.
-La dificultad de todas las tiradas de Percepción se incrementa en +1 (hasta un máximo de 10).
-La Celosía se incrementa en +1 en todas partes (hasta un máximo de 10).
-En los lugares donde la Celosía es reducida los espíritus pueden atravesarla (Ya no necesitan el Hechizo Materializar). Para poder entrar en el mundo físico los espíritus pueden realizar una tirada de Fuerza de Voluntad (la dificultad es igual a la puntuación de Celosía local +4). Utiliza la tabla de Cruzar de Lado para determinar el tiempo que tarda un espíritu en atravesar la Celosía. Cruzar de Lado le cuesta al espíritu 5 puntos de poder, además del coste habitual del hechizo Materializar.
-Todos los Dones y tiradas de Habilidad, incluyendo el Combate, incrementan su dificultad en +1.