{ https://www.youtube.com/watch?v=I_2D8Eo15wE& - Black Betty by Ram Jam }
- Hora del rock and roll - dijo de una manera más animada el paria mientras se crujía los nudillos. Los dedos de Jasper empezaron a danzar por el teclado con una soltura increible, haciendo que la percusión de las teclas generaran cierto ritmo en la triste mazmorra en la que se encontraban. Sus compañeros se encontraban con ese Rohde que ahora si se sentía útil en su entorno más natural... radicalmente opuesto a la contrariedad en la que se encontraba en el mundo vástago de la noche.
Las pantallas se movían con rápidez, moviendo datos de un lado para otro. - Bien Ed - decía como si aun se encontrara en su vieja oficina - lo primero que voy a hacer es buscar el log de ese día... por cojones tiene que pesar más de diez megas.
find . -size +10000 -name '*.log*' -exec ls -ltr {} \;
En el monitor se muestra un listado de resultados. Jasper usa el scroll del ratón hasta encontrar el de la fecha deseada. - Bien, le hacemos un cat y vemos lo que hay dentro. - Al pulsar enter, se empiezan a desplazar datos de arriba a abajo a una velocidad pasmosa - La hoooostia... pero ¿que pasó ese día?. Está petadisimo. - Vuelve a enfocarse en el log acomodando la postura y acercando su cara al texto impreso en pantalla. Mientrás sigue musitando - ...a ver la hora de los problemas... fue más o menos esta... a ver... tiene que estar por aquí - El movimiento del scroll se va haciendo más lento... - Mira, mira Ed... aqui... aquí... ¿ves como empieza a petarse? Bloodspot está recibiendo más datos de los que puede mantener... justo aquí. - Abre otra consola - Voy a comprobar el log del día anterior a la misma hora y del mismo día de la semana anterior. - Guarda silencio durante unos segundos. Vuelve al log que requiere su atención - No pasa en otros días... pero ¡que cojones!... sólo estuvo caido... ¡1,2 segundos!... Eso no es nada coño... justo en el momento que vinieron los problemas. - Se gira sobre la silla de ruedas con una cara agridulce, mezcla de un trabajo bien hecho con el de descubrir la caida real de Bloodspot - Bajo mi punto de vista tiene que ser un plan ideado para tirar la red justo en ese momento. Ataque de denegación de servicios programados para petar la red en esa hora. Se podría averiguar las ips públicas desde donde lo lanzan y geolocalizarlas, aunque seguramente habrán usado varias capas de proxy, y nos salga Turquía, Armenia o a tomar por culo de nuestra Sirena del Báltico...
Episodio 3. Saltholm
Moderadores: Pagliacci, Jebediah_Gogorah, Ilitia
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LAURENT MALALT (Pagliacci)
Contrabandista
Re: Episodio 3. Saltholm
-No- dijo secamente Laurent en respuesta al adolescente- Nos llevamos al informático o no habrá caso ante el parlamento. Podéis inundar las redes de toda la mierda que queráis, manifestaros, chillar, patalear, pero nunca os escucharan en la Primogenitura. Si queréis que Yo presente vuestra petición ante el Natlige y me juegue mi reputación, nos lo llevamos.
Laurent respiró profundamente, no había necesidad de ello, pero era una forma más de enfatizar que había acabado de hablar y que esa era su última palabra. No iba dejarse chantajear por aquel mocoso, pimpinela millenial de un siglo degenerado, chupasangres de pacotilla con ínfulas de grandeza, sanguijuela de guardería psicodélica. El Toreador le dirigió una mirada a los dos centinelas en la puerta, dándoles a entender claramente que les perdonaba la vida, de momento. Hacía tiempo que se había cansado de los juegos de Sorensen y su orgullo le impedía ceder en lo más mínimo.
Laurent respiró profundamente, no había necesidad de ello, pero era una forma más de enfatizar que había acabado de hablar y que esa era su última palabra. No iba dejarse chantajear por aquel mocoso, pimpinela millenial de un siglo degenerado, chupasangres de pacotilla con ínfulas de grandeza, sanguijuela de guardería psicodélica. El Toreador le dirigió una mirada a los dos centinelas en la puerta, dándoles a entender claramente que les perdonaba la vida, de momento. Hacía tiempo que se había cansado de los juegos de Sorensen y su orgullo le impedía ceder en lo más mínimo.
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Voivoda
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Re: Episodio 3. Saltholm
- Es un bucle sin origen.
Sorensen ignora deliberadamente a Laurent a pesar de la cercanía entre ambos para responder a Jasper utilizando además de un modo también perfectamente medido un tono mucho más jovial, casi amigable, con el Caitiff. Malalt controla a duras penas sus propios impulsos, apretando los dedos en sus puños cerrados con excesiva fuerza, de lo que sólo se da cuenta Álex, que mira a su compañero con preocupación pero decidida a dar la cara por él si la cosa se pone fea.
- O mejor dicho, todo Copenhague es el origen. Hemos recorrido ya ese camino y no hay una fuente original de datos. Empiezas siguiendo un hilo que, efectivamente, como dices pasa por medio planeta... para seguir dando vueltas y más vueltas y volver a esta ciudad. Es como si todos los equipos con acceso a Internet de la capital de Dinamarca hubieran decidido hacer la ola a la vez, si me permites la comparación. Es más -Sorensen se acerca aún más a Jasper. Al Caitiff no le entusiasma el adolescente, menos aún al comprobar que Laurent está a punto de hacerle pasar a la madurez por la vía rápida, pero en su fuero interno está... agradecido porque le trata como a un igual- Nos consta que no ha sucedido en otras redes locales de Bloodspot. Estuvo centralizado en Copenhague. Y no sé en otros casos, pero al menos nuestros terminales los dejó fritos. Estos ordenadores son prestados.
La sonrisa de Sorensen delata que "prestados" no es el término correcto.
Después de un par de segundos de silencio vuelve hacia Laurent recuperando su altanería propia de la edad.
- ¿Sabes cuál era la droga preferida en esta ciudad en los años 70 del pasado siglo? -antes de que Laurent conteste, Sorensen sigue con su perorata- El LSD. Recuerdo que el imbécil de mi padre me habló mucho de esa época. LSD mezclado con sangre, contaba. Al parecer daba unos subidones tremendos. -La Bestia de Laurent se revuelve a la par que sus recuerdos vuelven a la superficie- Siempre me pregunté quién trajo esa mierda aquí. Según contaba mi padre, acabó machacando a una generación entera que en lugar de buscar la revolución social terminó flipando en colores por los canales. Unos decían que fueron los negros. Otros que hippies que venían de Francia, de la revolución del 68. -Sorensen hace una pausa dramática- Alguno decía que era un nuevo experimento de la nueva generación de nazis que, hijos de los bastardos genuinos, intentaban machacar así a la sociedad de países que, como este, habían terminado plantando cara a su régimen. De película, ¿eh?
Laurent no gesticula, tenso como una estatua. Jasper y Álex no acaban de comprender.
- La droga mandó a una mierda de tumba barata a los muchachos que se reunían por aquí. Debéis manteneros lejos siempre de ellas -Jasper está a punto de hacer algún comentario irónico que de momento pospone al comprobar que la situación esconde una tensión que no alcanza a entender- Llevaos a Ed -Sorensen mira directamente a Laurent- ¿Qué seríamos sin la confianza mutua? Perros encadenados, como los que se arrodillan ante las reglas de nuestros padres, ya viejas y oxidadas. Confío en ti y en que tu reputación salga indemne por este pequeño favor. Da recuerdos a Kat.
Sorensen ignora deliberadamente a Laurent a pesar de la cercanía entre ambos para responder a Jasper utilizando además de un modo también perfectamente medido un tono mucho más jovial, casi amigable, con el Caitiff. Malalt controla a duras penas sus propios impulsos, apretando los dedos en sus puños cerrados con excesiva fuerza, de lo que sólo se da cuenta Álex, que mira a su compañero con preocupación pero decidida a dar la cara por él si la cosa se pone fea.
- O mejor dicho, todo Copenhague es el origen. Hemos recorrido ya ese camino y no hay una fuente original de datos. Empiezas siguiendo un hilo que, efectivamente, como dices pasa por medio planeta... para seguir dando vueltas y más vueltas y volver a esta ciudad. Es como si todos los equipos con acceso a Internet de la capital de Dinamarca hubieran decidido hacer la ola a la vez, si me permites la comparación. Es más -Sorensen se acerca aún más a Jasper. Al Caitiff no le entusiasma el adolescente, menos aún al comprobar que Laurent está a punto de hacerle pasar a la madurez por la vía rápida, pero en su fuero interno está... agradecido porque le trata como a un igual- Nos consta que no ha sucedido en otras redes locales de Bloodspot. Estuvo centralizado en Copenhague. Y no sé en otros casos, pero al menos nuestros terminales los dejó fritos. Estos ordenadores son prestados.
La sonrisa de Sorensen delata que "prestados" no es el término correcto.
Después de un par de segundos de silencio vuelve hacia Laurent recuperando su altanería propia de la edad.
- ¿Sabes cuál era la droga preferida en esta ciudad en los años 70 del pasado siglo? -antes de que Laurent conteste, Sorensen sigue con su perorata- El LSD. Recuerdo que el imbécil de mi padre me habló mucho de esa época. LSD mezclado con sangre, contaba. Al parecer daba unos subidones tremendos. -La Bestia de Laurent se revuelve a la par que sus recuerdos vuelven a la superficie- Siempre me pregunté quién trajo esa mierda aquí. Según contaba mi padre, acabó machacando a una generación entera que en lugar de buscar la revolución social terminó flipando en colores por los canales. Unos decían que fueron los negros. Otros que hippies que venían de Francia, de la revolución del 68. -Sorensen hace una pausa dramática- Alguno decía que era un nuevo experimento de la nueva generación de nazis que, hijos de los bastardos genuinos, intentaban machacar así a la sociedad de países que, como este, habían terminado plantando cara a su régimen. De película, ¿eh?
Laurent no gesticula, tenso como una estatua. Jasper y Álex no acaban de comprender.
- La droga mandó a una mierda de tumba barata a los muchachos que se reunían por aquí. Debéis manteneros lejos siempre de ellas -Jasper está a punto de hacer algún comentario irónico que de momento pospone al comprobar que la situación esconde una tensión que no alcanza a entender- Llevaos a Ed -Sorensen mira directamente a Laurent- ¿Qué seríamos sin la confianza mutua? Perros encadenados, como los que se arrodillan ante las reglas de nuestros padres, ya viejas y oxidadas. Confío en ti y en que tu reputación salga indemne por este pequeño favor. Da recuerdos a Kat.
Re: Episodio 3. Saltholm
La bestia seguía revolviéndose en su interior tras cada palabra de aquel criajo o criaja. Si bien era cierto que su edad cronológica y su edad biológica no se correspondían, su actitud, acompañada por aquel físico, lo situaban en el espectro de una adolescencia auténticamente insoportable. Haciéndose cada vez más a aquel zumbido metálico, Alex consiguió seguir a su compañero caitiff hacia el ordenador.
Jasper se manejaba por la red más fluídamente que cualquiera que conociese, nada parecía impedirle avanzar en aquel manojo de letras, números y símbolos varios. La luz de la pantalla les iluminaba el rostro a ambos, pero solo Jasper parecía entender aquel lenguaje como si fuera su lengua materna. A Alex le fascinó verlo de ese modo, por fin estaba en su salsa.
Los conocimientos que la Brujah tenía en ese tipo de datos no eran muy grandes, pero pudo advertir la perturbación en la red tras señalarlo Jasper. ¿Qué podría haberla causado?
Las palabras de Sorensen parecían drigirse más hacia Malalt que al resto de los que estaban allí, al menos, la atención focalizada en los datos de la pantalla les impidió procesar sus amenazas. Malalt parecía una tetera a punto de estallar, Alex se imaginó la clase de escenas que se le pasaban al Toreador por la mente. Bien dicho, pensó cuando Malalt exigió la liberación de Ed.
Jasper se manejaba por la red más fluídamente que cualquiera que conociese, nada parecía impedirle avanzar en aquel manojo de letras, números y símbolos varios. La luz de la pantalla les iluminaba el rostro a ambos, pero solo Jasper parecía entender aquel lenguaje como si fuera su lengua materna. A Alex le fascinó verlo de ese modo, por fin estaba en su salsa.
Los conocimientos que la Brujah tenía en ese tipo de datos no eran muy grandes, pero pudo advertir la perturbación en la red tras señalarlo Jasper. ¿Qué podría haberla causado?
Las palabras de Sorensen parecían drigirse más hacia Malalt que al resto de los que estaban allí, al menos, la atención focalizada en los datos de la pantalla les impidió procesar sus amenazas. Malalt parecía una tetera a punto de estallar, Alex se imaginó la clase de escenas que se le pasaban al Toreador por la mente. Bien dicho, pensó cuando Malalt exigió la liberación de Ed.
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LAURENT MALALT (Pagliacci)
Contrabandista
Re: Episodio 3. Saltholm
https://www.youtube.com/watch?v=KNnjATTSSUc
Laurent encajó las amenazas veladas con calma, sentía la rabia a flor de piel, pero sabía que aquellos eran los últimos coletazos de una bestia herida. Había dado en el punto de flotación, la Juventud Roja podía intentar arruinarle la no vida, pero no podía presentar su moción en el Natlige sin él, le necesitaban. Además, Laurent sabía que podía acabar con los tres bastardos de esta habitación, pero salir de allí era harina de otro costal.
-Jasper, nos vamos, sácalo de aquí- dijo en referencia al mortal que contemplaba atónito y asustado cuanto le rodeaba. Olía a orina y miedo, casi podía sentir el sabor ácido del lactato en la sangre.
El Toreador se acercó a Sorensen y le dio una suave palmada en la mejilla, cariñosa, burlona. Un gesto casi dirigido a un niño travieso o un viejo amigo. El viejo tiburón comenzaba a disfrutar de aquel momento que había devenido en un triunfo. Sus ojos se detuvieron en los suyos, desafiándole, provocándole a la violencia, volviendo su juego contra él.
-Veo que me conoces bien, seguro que sabes muy bien de lo que soy capaz.- dijo antes de plantarle un beso frío y hondo en la mejilla, como el de un cónsul antes de hundirle el puñal a su amigo de mayor confianza- Le daré recuerdos a Kat de tu parte.
Laurent les dio la espalda y salió por el angosto pasillo por el que habían venido.
Laurent encajó las amenazas veladas con calma, sentía la rabia a flor de piel, pero sabía que aquellos eran los últimos coletazos de una bestia herida. Había dado en el punto de flotación, la Juventud Roja podía intentar arruinarle la no vida, pero no podía presentar su moción en el Natlige sin él, le necesitaban. Además, Laurent sabía que podía acabar con los tres bastardos de esta habitación, pero salir de allí era harina de otro costal.
-Jasper, nos vamos, sácalo de aquí- dijo en referencia al mortal que contemplaba atónito y asustado cuanto le rodeaba. Olía a orina y miedo, casi podía sentir el sabor ácido del lactato en la sangre.
El Toreador se acercó a Sorensen y le dio una suave palmada en la mejilla, cariñosa, burlona. Un gesto casi dirigido a un niño travieso o un viejo amigo. El viejo tiburón comenzaba a disfrutar de aquel momento que había devenido en un triunfo. Sus ojos se detuvieron en los suyos, desafiándole, provocándole a la violencia, volviendo su juego contra él.
-Veo que me conoces bien, seguro que sabes muy bien de lo que soy capaz.- dijo antes de plantarle un beso frío y hondo en la mejilla, como el de un cónsul antes de hundirle el puñal a su amigo de mayor confianza- Le daré recuerdos a Kat de tu parte.
Laurent les dio la espalda y salió por el angosto pasillo por el que habían venido.
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Jasper Rohde (Jebediah_Gogorah)
Caitiff Programador
Re: Episodio 3. Saltholm
{ https://www.youtube.com/watch?v=yXlULkw ... XlULkwhgrc& - Jolene by The White Stripes }
- Estas hecho un desastre, tío... ¿que cojones te han hecho?... Debes dejar esa mierda... - Los pasillos de la DIS eran alargados, como enormes gargantas iluminadas con paladares llenos de fluorescentes parpadeantes. Sus muelas eran fotocopiadoras que se amontonaban en las paredes y la boca del estómago de la bestia, que no era otra cosa, que los cubículos agolpados donde varias decenas de tipos programaban día y noche, en turnos infernales. Afortunadamente para Jasper, hacía meses que formaba parte del equipo de noche, y aquello le permitía mantener su mascarada de drogadicción, ajena a las marciales miradas de los jefes, que se contentaban con tener los códigos bien ensamblados y subidos a los servidores a su llegada mañanera.
Pero antes de llegar al terminal, tocaba pasar por el baño. Ed lo agarraba por el brazo, y le permitía ir erguido. Lo metió en el baño y metió su cabeza bajo el grifo que descargó agua helada sobre su nuca. - Vas a joderlo todo... piensa en tu mujer... coño Jas, que vas a ser padre, ¡joder!... es hora de dejar toda esa mierda... ¡TE ESTAS DESTRUYENDO!... - Jasper solo atinaba a mirar desde abajo el reflejo borroso de Ed en el espejo. Era como un ángel queriendole guiar por el buen camino, pero él hacía tiempo que solo estaba acompañado de demonios... y cada vez era más dificil dejarlo. Pronto, acabaría haciendo cualquier cosa para conseguir su dosis...
-0-
- ¿Has visto a mi jefe, Ed?... ¿Has visto como se las gasta? - Ahora era Jasper quien mantenía erguido a Ed por otro tipo de pasillos similares a gargantas rectangulares de monstruos. - El cabrón tiene un par de pelotas... - le susurró - Le ha dado la vuelta la tortilla como si nada. Eso sí... entre tú y yo, la mariconada escénica del beso, sobraba... eso me recuerda... ¿te acuerdas, Ed?... - Rohde nota como el cuerpo de Ed es ahora más pesado - Eh, eh despierta Ed... - le da un par de bofetadas inofensivas hasta que Ed abre los ojos - Vamos colega... ya estás conmigo... saldremos de ésta... ahora un paseito en barco y volvemos a casa.... ¿vale?... solo aguanta un poco más... Verás como la brisa del mar te espabila... Vamos tio, tenemos mucho de que hablar... - Los nervios le hacían hablar de manera atropellada y nerviosa.
Jasper salió de allí queriendo dejar atrás aquellas angostas mazmorras, aquel zumbido, aquella garganta laberíntica de la bestia. Ya soñaba con el skyline luminoso de Copenhague mientras el mar balanceaba la pequeña embarcación, y una fina lluvia caía sobre su piel. En aquellos momentos de introspección y soledad, no se sentía la última mierda de los vástagos... ni siquiera sentía la presión. No le había dado tiempo de pensar en las consecuencias. Si el contenido del log llegaba a otras manos era posible que estuviera ante su última noche, y mañana a esta hora su cuerpo sería cenizas vagando y remontando las olas del Báltico...
- Estas hecho un desastre, tío... ¿que cojones te han hecho?... Debes dejar esa mierda... - Los pasillos de la DIS eran alargados, como enormes gargantas iluminadas con paladares llenos de fluorescentes parpadeantes. Sus muelas eran fotocopiadoras que se amontonaban en las paredes y la boca del estómago de la bestia, que no era otra cosa, que los cubículos agolpados donde varias decenas de tipos programaban día y noche, en turnos infernales. Afortunadamente para Jasper, hacía meses que formaba parte del equipo de noche, y aquello le permitía mantener su mascarada de drogadicción, ajena a las marciales miradas de los jefes, que se contentaban con tener los códigos bien ensamblados y subidos a los servidores a su llegada mañanera.
Pero antes de llegar al terminal, tocaba pasar por el baño. Ed lo agarraba por el brazo, y le permitía ir erguido. Lo metió en el baño y metió su cabeza bajo el grifo que descargó agua helada sobre su nuca. - Vas a joderlo todo... piensa en tu mujer... coño Jas, que vas a ser padre, ¡joder!... es hora de dejar toda esa mierda... ¡TE ESTAS DESTRUYENDO!... - Jasper solo atinaba a mirar desde abajo el reflejo borroso de Ed en el espejo. Era como un ángel queriendole guiar por el buen camino, pero él hacía tiempo que solo estaba acompañado de demonios... y cada vez era más dificil dejarlo. Pronto, acabaría haciendo cualquier cosa para conseguir su dosis...
-0-
- ¿Has visto a mi jefe, Ed?... ¿Has visto como se las gasta? - Ahora era Jasper quien mantenía erguido a Ed por otro tipo de pasillos similares a gargantas rectangulares de monstruos. - El cabrón tiene un par de pelotas... - le susurró - Le ha dado la vuelta la tortilla como si nada. Eso sí... entre tú y yo, la mariconada escénica del beso, sobraba... eso me recuerda... ¿te acuerdas, Ed?... - Rohde nota como el cuerpo de Ed es ahora más pesado - Eh, eh despierta Ed... - le da un par de bofetadas inofensivas hasta que Ed abre los ojos - Vamos colega... ya estás conmigo... saldremos de ésta... ahora un paseito en barco y volvemos a casa.... ¿vale?... solo aguanta un poco más... Verás como la brisa del mar te espabila... Vamos tio, tenemos mucho de que hablar... - Los nervios le hacían hablar de manera atropellada y nerviosa.
Jasper salió de allí queriendo dejar atrás aquellas angostas mazmorras, aquel zumbido, aquella garganta laberíntica de la bestia. Ya soñaba con el skyline luminoso de Copenhague mientras el mar balanceaba la pequeña embarcación, y una fina lluvia caía sobre su piel. En aquellos momentos de introspección y soledad, no se sentía la última mierda de los vástagos... ni siquiera sentía la presión. No le había dado tiempo de pensar en las consecuencias. Si el contenido del log llegaba a otras manos era posible que estuviera ante su última noche, y mañana a esta hora su cuerpo sería cenizas vagando y remontando las olas del Báltico...
