Episodio 5. Lobos de mar

[Ilitia]

El olor a salitre era una constante en la última parte de su trayecto nocturno, la caminata le había servido para calmar un poco los nervios. Saber que no formaba parte de esos grupos de niñatos adinerados que malgastaban su dinero en mierdas le daba mayor sentido a su existencia. La libertad que sentía al no necesitar todos esos bienes materiales era algo que nadie le podía arrebatar.

Alex sacó el móvil de su bolsillo con poca o ninguna expectativa de que fuera algo importante, pero al ver el remitente paró sus pies en seco.

- Es Laurent, nos espera en el puerto- logró decir con una mezcla de sorpresa y enfado.

Se quedó unos instantes mirando la pantalla sin saber qué más decir, se metió de nuevo el móvil en el bolsillo y continuó andando a paso firme en dirección a la zona de atraque del puerto. Ni siquiera miró a su compañero, no sabía cómo reaccionaría cuando se encontrase de frente con Laurent.

[Jebediah_Gogorah]

Algunos pasaban por la calle buscando problemas, o quizás algo de ejercicio con el que calentar sus cuerpos calados por la humedad. Tal vez creyeran que su sangre bélica era descendencia vikinga y su particular Valhalla estuviera garantizado a bases de creerse los más machitos. No se diferenciaban tanto, estirpe y grey.

La música techno sonaba acolchonada en los últimos garitos de la zona deportiva del puerto aliándose con los gritos de algunos jovenes desfasados con las reacciones químicas de las drogas de diseño haciendo furor en sus cuerpos. La idea de haber trazado un plan tan horrible como para no haber comprobado previamente si alguno de los dos sabía pilotar una lancha, los hizo reventar en risas, más propicia para soltar la tensión que acumulaban que porque la situación fuera realmente cómica, y se convertía en esclarecedora, de porque Laurent, era el que mandaba.

Jasper paró su sonrisa de manera sesgadora. Su ojiplática y sorprendida cara dio paso a una expresión de terror. Algo no iba bien... antes había dudas, pero ahora la voz sonaba diáfana en su cabeza. Alex seguía sonriendo mientras miraba el móvil, y le notificó el cambio de planes que les ahorraba un probablemente desastroso naufragio, pero el paria la agarró de sus hombros y miró a sus ojos con profundo gesto de preocupación: - Está en mi cabeza.

[Voivoda]

El sonido de la lancha surcando el oleaje, no demasiado fuerte, de la noche escandinava llevó los pensamientos de Laurent de las epopeyas clásicas a las historias de vikingos y serpientes marinas. Malalt no se sentía de Dinamarca más que de cualquier otra parte del mundo, no dejaba de ser una parada más en su vagabundeo nocturno, un puerto seguro (al menos hasta las noches actuales, en las que todo empezaba a complicarse demasiado). Sus ensoñaciones de drakkars y cuernos vikingos quedaron en un segundo plano al notar la vibración de su teléfono. No hizo el ademán de cogerlo, ya que soltar el pequeño volante de la embarcación era una mala idea dada su poca destreza para el pilotaje, pero sabía de siempre que esa vibración indicaba que se había quedado sin batería.

------- - ¿En tu cabeza?

Álex preguntó extrañada, sin terminar de comprender a su compañero una vez calmadas las risas nerviosas. El Caitiff a veces parecía no estar del todo en sus cabales. Álex pensaba que era el efecto de la mierda que seguía consumiendo en la Sangre de sus víctimas. Él nunca daba demasiadas explicaciones de esa peculiar alimentación; la Brujah pensaba que seguramente le avergonzaba y sinceramente era lo menos que podia provocarle esa dependencia que no le había abandonado incluso después de morir.

Jasper deseaba contarle más, pero no estaba muy seguro de si era buen momento. Álex le escuchaba, pero era incapaz de estarse quieta ni un solo segundo. Se movía arriba y abajo nerviosa, mirando permanentemente hacia la bocana del puerto, en la que apenas se distinguía la luz plateada de un pequeño faro y las luces intermitentes rojas de distintas boyas que marcaban el camino a los barcos durante la noche. No había ni rastro de Laurent ni de ninguna otra embarcación.

------- Algo iba mal.

Laurent lo notó al cabo de unos minutos, justo cuando empezaba a disfrutar de la brisa marina, del viento golpeando su rostro. Le costaba un esfuerzo extraordinario mantener su atención al 100% en la conducción de la lancha, aunque al menos había dejado atrás el embotamiento que le provocaba el zumbido y el ambiente opresivo de la isla de Saltholm. No obstante, al cabo de unos minutos se dio cuenta de que no estaba logrando mantener una línea recta.

Laurent maldijo en voz baja. No obstante, no podía decir que no fuera previsible. Mantener una línea recta en el agua era prácticamente imposible sin terminar de comprender los detalles de la conducción náutica, los indicadores luminosos que tenía delante apenas le decían nada e intentaba guiarse sólo por las luces de la costa, dejando a su espalda el Torning Torso que indicaba la silueta de Malmö, a su izquierda el inmenso puente de Oresund y yendo lo más directamente posible la costa de Copenhague. Ahora era consciente de que no iba a llegar al puerto tal y como le había dicho a Álex. En el mejor de los casos, su esperanza era seguir la línea del puente para intentar encallar al inicio del mismo.

------- La pregunta de Álex aún flotaba en el aire cuando tanto ella como Jasper miraron sus relojes. Laurent llevaba demasiado retraso. Un temor instintivo comenzó a apoderarse de los dos, pensando que el Toreador pudiera haber tenido algún tipo de percance en el mar durante la noche. Bien es cierto que un Vampiro podría resistir un inconveniente como ese, pero sólo imaginar las profundidades marinas en plena madrugada aún os provocaba un miedo instintivo que achantaba a vuestras Bestias.

Una especie de chasquido os saca de vuestro nerviosismo. Os giráis casi al mismo tiempo y veis a un tipo con pinta de estibador jubilado que os mira directamente mientras fuma en una pipa. Claramente dejó atrás la sesentena hace tiempo, aunque mantiene un espectacular aspecto físico, con espaldas anchas, manos grandes y cierta vitalidad en sus gestos. Tiene una barba muy poblada y canosa y viste como una especie de marinero antiguo.



- ¿Qué se os ha perdido por aquí? Estáis en mi territorio... -dice con una voz grave mientras da otra profunda calada a la pipa.

------- Completamente extenuado, Laurent logra poner freno a la lancha junto a uno de los primeros pilares del puente de Oresund. Se baja de la lancha y se deja caer contra la monumental columna de hormigón, apoyando su espalda contra ella y dejando que unas pequeñas olas lleguen a mojar ligeramente sus pantalones. Durante un instante vuelve la vista al cielo estrellado, ahora menos espectacular por la contaminación lumínica derivada del propio puente, del que además puede escuchar el paso rítmico y veloz de algunos coches.

Laurent es consciente del riesgo de su propia acción. Mira ahora el estrecho de mar algo perplejo, sin terminar de creerse que haya sido capaz de cruzarlo. Palpa la máscara que esconde debajo de su ropa y que sigue oliendo a láudano. Mira a lo lejos, sabiendo que Copenhague le espera con una serie de problemas que poco a poco se van cerrando sobre él y, por extensión, sobre sus compañeros de Coterie.

Vuelve a notar ligeramente el zumbido en sus oídos.


OFF: Álex -1 Puntos de Sangre. Jasper -1 Puntos de Sangre y -1 FV. Laurent tiene -7 de Sangre y -5 de FV.

[Pagliacci]

https://www.youtube.com/watch?v=xiK2JlBpzvI


El contrabandista regresó a la ciudad atravesando la arena, sus pies de nuevo empapados en salitre, dejando tras de sí un rastro de agua y cansancio. La lancha encallada en la orilla había quedado sucia y arañada, en contraste con el estado impoluto en el que la había encontrado, el francés se lamentó brevemente por sus propietarios. Pero eran mortales y, probablemente, si tuvieran dinero para pagarse una embarcación así, no pasarían hambre, Malalt decidió no darle muchas más vueltas.

Echó a caminar hambriento y exhausto, sus sentidos peinaban la penumbra que le envolvía en busca de una pareja de enamorados que aliviara el hambre cáustica que le corroía las entrañas, pero tampoco quiso perder demasiado tiempo, le esperaban y, además, su reino corría peligro. Tenía encima la maldita policía danesa, tenía que dar con Juul y, quizás, hablar con Isak. Y también tenía la máscara, un objeto que ofrecía más preguntas que respuestas y con el que, francamente, no sabía qué hacer, lo único que tenía claro era que pensaba cargarle al Caitiff con aquella parte.

A veces el hambre y el dolor sirven para recordarte que estás vivo, Malalt se movió con velocidad hacia el puerto, sentía el cansancio, pero sus músculos estaban muertos y le respondía perfectamente, era más bien una sensación, un sentimiento producido por la vejez, llevaba casi un siglo muerto y el juego seguía siendo el mismo, conspiraciones y cuchilladas. Pero ahora jugaban en su propio terreno.

[Jebediah_Gogorah]

Jasper agradecía aquella bofetada de realidad que eran los gestos de Alex. Su propia cara de desubicada ante las palabras que el paria le decía le ayudaban a anclarse a la realidad. Al fin y al cabo, era bastante más tranquilizador, al menos en aquellas noches tensas, pensar que aquellas voces tenían que ver con algún mal viaje, que realmente alguien era capaz de infundirle esos pensamientos.

Había escuchado hablar de vástagos poderosos capaces de realizar tal hazaña. Meterse en la cabeza de los demás, darle ordenes, meterse en sus sueños, ver y modificar recuerdos... pero la existencia de algun vástago en Copenhague con tal poder era tan improbable, como que un sinclan como él fuera el elegido para ser manejado por el titiritero.

La voz del viejo lobo de mar, le sacó de aquel ensimismamiento. Las bocanadas de humo de su pipa bailaban con la bruma del puerto.- Lo que faltaba... - pensó Rohde. - Tranquilo Señor Norgesson, solo hemos venido a recoger a alguien. En menos de que una gaviota levante el vuelo ya nos habremos marchado. - Miró a la Brujah, esperando no haberla cagado de nuevo, tomando la iniciativa de la conversación - Mientrás podría hacernos más amena la espera y contarnos que es lo que se ha cocido estas noches por aquí... Han sido noches de todo, menos de vino y rosas... ¿o no?

[Ilitia]

Aquel lobo de mar apareció de la nada para devolverles a la realidad. Alex siempre había sentido un profundo respeto a los hombres que, sin más que un barco, se adentraban mar adentro para buscarse la vida.

- Como dice mi compañero, solo estamos esperando. Nos marcharemos de su territorio tan pronto como nos sea posible. ¿Hay otras zonas donde pueda atracar una barca pequeña? Me temo que nuestro amigo no ha sido muy concreto con la zona en la que debíamos recogerle.- Alex trató de suavizar el ambiente lo máximo posible. En estos momentos no quería ningún follón, solo necesitaba a su compañero y algunas respuestas.

[Voivoda]

Norgesson dio otra profunda calada a la pipa. Su profusa barba escondía lo suficiente casi la totalidad de su rostro como para que fuera casi imposible deducir qué pensamientos le pasaban por la cabeza. Sólo dejó escapar un pequeño gruñido cuando Álex y Jasper terminaron de hablar. La Brujah tenía una extraña sensación al intentar dejar los ánimos más calmados, curiosamente era lo contrario de aquello a lo que solía llamarla su propia naturaleza.

- Claro, he venido sólo para entreteneros, chiquillo -dice con su profunda voz grave dirigiéndose a Jasper. No suena como una amenaza, casi ni siquiera como un reproche, pero hay algo en su tono y en la manera de hablar de Norgesson que intimida al Caitiff. Norgesson parece ignorar por completo su petición- Ya que estáis en mi territorio, lo mínimo es decirme a quién esperáis, ¿no?. Quizá pueda echaros una mano para que no se quede perdido en el mar.

Álex y Jasper se miraron el uno al otro... momento en el que al menos el Caitiff sintió que las voces de sus pensamientos se habían callado.
------ La calidez del refugio, la compañía de sus obras de arte, la tranquilidad de un espacio seguro... eran los únicos pensamientos en la mente de Laurent mientras recorría las calles y carreteras de entrada a Copenhague que discurrían en paralelo al mar y que se encontraban absolutamente vacías a estas horas de la noche. Al menos el zumbido se había ido apagando al alejarse del puente de Oresund.

Apenas se había llegado a cruzar con un par de repartidores nocturnos, uno de una panadería y otro de algún tipo de material de obra, pero el Toreador no había encontrado fuerzas suficientes para alimentarse de ellos de una manera más o menos segura. Se sentía agotado, superado por los acontecimientos, y temía que un paso en falso pudiera añadir más problemas a su situación, por no hablar de que si entraba por casualidad en el territorio de otro Vástago apenas tendría fuerzas para defenderse.

Malalt sentía que la Bestia intentaba acunarle un minuto, incitándole a descansar, y al siguiente exigía su pago sangriento invitándole a cometer todo tipo de temeridades, desde entrar en una discoteca a allanar una casa para alimentarse. Laurent era consciente de que esa tortura le acompañaría hasta el último de sus días de no-vida, pero en pocas ocasiones era tan insistente, tan tentadora, tan poderosa.

Finalmente enfiló una de las calles que desembocaba en el empedrado del puerto de Copenhague. Podía escuchar la música tecno de alguna discoteca cercana; esta era una zona conocida por sus clubes poco recomendables, donde los asiduos eran jóvenes con poco apego por su seguridad. A cierta distancia observó a tres figuras. Reconoció a Jasper y a Álex y frente a ellos observó a un tipo de espaldas anchas, barba poblada y manos grandes que fumaba en pipa y hablaba con ellos.

OFF: Me he tomado dos libertades para avanzar.

La primera es reajustar el tiempo. Laurent llegaría al puerto no demasiado lejos del amanecer, por lo que Álex y Jasper tendrían que jugar mucho más que Laurent... y ese juego se basaría en esperar a Laurent. Así que Laurent llega algo antes, pero en todo caso la noche de Álex y Jasper lleva más horas de las que realmente habéis jugado. Es la manera de poderos juntar.

La segunda es que para no parar a la espera de esa tirada, he realizado una tirada de alimentación de Laurent. Literalmente es un fracaso, pero no tiene sentido para la trama que se líe en esa tirada, por lo que la consecuencia es que Laurent no logra alimentarse y nota más a la Bestia y el cansancio que tiene.

[Pagliacci]

https://www.youtube.com/watch?v=xiK2JlBpzvI


Malalt se movía como un no muerto entre las calles, había dejado caer su apariencia de mortalidad, caminaba entre los vivos como un depredador, como una bestia. Se movía casi por instinto, entre grupos de jóvenes que esperaban su turno para entrar en los clubes nocturnos, su sangre etílica le llamaba, cantaba su nombre y le incitaba a cometer todo tipo de atrocidades. Apenas podía contenerse, estaba exhausto mentalmente, su cuerpo sin vida podía ignorar el dolor, pero su Bestia aullaba de rabia. Vio a una prostituta rumana en una esquina, quiso saborear su exótica sangre, rajarle el cuello, acariciar su rubio cabello entre los dedos, sacarle las entrañas con su cuchillo. Siguió adelante. Caminó en una dirección incierta, veloz pero sin rumbo, hacia un grupo de trabajadores que se dirigían a sus hogares, tras una interminable jornada de trabajo en los almacenes, la Bestia le impulsaba a atacar, pero eran demasiados, la Bestia no era estúpida. Siguió adelante.

Llegó entonces a una calle empedrada, las luces de una discoteca parpadeaban mostrando su nombre, como si de los Estados Unidos se tratara, THE HIVE. La música techno que machacaban los altavoces de su interior llegaba hasta él amortiguada por las paredes de color blanco, en sus inmediaciones se reunían unos pocos corrillos consumiendo todo tipo de sustancias. El contrabandista pasó a través de ellos y fue entonces cuando vio a Jaspers y a Alex reunidos con un extraño tipo. ¿Quién era? ¿Le habían tendido una trampa? Aquel hombre no respiraba salvo para fumar una asquerosa pipa cuyo tabaco podía oler desde allí.

El Toreador se dijo a sí mismo que ya no podía esperar, no podía plantarle cara a aquel tipo con la vitae que le quedaba en las venas. Fue hacia una de las callejuelas, dos chavales estaban meando contra una pared o quizás se la estuvieran machacando, le dio igual. Sacó su cuchillo soviético, el que le gustaba lucir entre los anarquistas, al primero le rajó el cuello antes de que pudiera gritar. El segundo tuvo tiempo de acojonarse antes de que la Bestia tomara el control y se abalanzara sobre su cuello con los dientes desnudos, dos dagas de marfil perforaron su yugular y la dulce sangre inundó su boca a borbotones.

El último instante de aquel idiota fue de pura incomprensión, sobrepuesta al placer del beso, se adivinaba la duda de aquel que muere inesperadamente, de algo que no entiende y que jamás podía haber imaginado. Su mirada se fue apagando lentamente, sus pupilas se apagaron mientras contemplaba en silencio el cielo contaminado de Copenhagen. Después, con las venas llenas y dejando dos cadáveres atrás en el territorio de otro vástago, Malalt se dirigió a hablar con ellos.

[Jebediah_Gogorah]

{ https://www.youtube.com/watch?v=6WwkUxpuiBI - Lately by Lera Lynn }

Jasper intentaba entender la ironía de aquel viejo gangrel que reclamaba el puerto como su territorio. - Joder, siempre se me olvidan esas cosas... - Para un paria cualquiera, eso sería una excusa para permanecer más atento que ningun otro cainita en la ciudad. Cualquier vástago con un mal día y sediente de vitae que te viera curioseando por su territorio sin una buena excusa, podría vaciarte como un tetabrik de zumo, y pocos Príncipes convocarían una caza de sangre por un sin clan. Habría menos preguntas que respuestas.

Sin embargo, él estaba en los estratos tan bajos y tenía tan poco que perder, que siquiera se recordaba preocuparse de aquello. Estaba fuera de todo aquel juego político. Solo le debía lealtad a Laurent y Alex, y sus lealtades serian sus lealtades.

- Pe... ¿Perdido en el mar? - Tartamudeó... La sola idea de imaginarse al volgirre flotando en el Báltico y siendo abrazado por el sol de la mañana le compujo su muerto corazón a la vez que le daba un escalofrío. Hasta ese momento que Norgesson pronunció esas palabras, no se había tomado la ausencia de Malalt como una amenaza auténtica... - En serio, ¿que cojones haríamos? - Fue entonces cuando se dio cuenta de lo dependiente que era de su jefe, pero porque negarlo, tambien del cariño y la admiración que profesaba hacia él.

- Pues buscamos... a un tipo así... como decirle... - Su mente ahora aletargada y sin los efectos de algo quimico que le diera la vitalidad suficiente para dar una descripción, siquiera somera, se fijó hacia los lados, esperando que alguno de los jovenes borrachuzos que salian de los pubs encajaran a semejanza del galo. Se sorprendió con su poder de convocatoria mental, pues la impresión del recuerdo de la silueta de Laurent, le trajo una silueta que le recordaba al propio Laurent. Algo más encorvado, algo más oscuro, algo más siniestro... pero que cojones... ¡era él!. - ¡Me cago en la puta!... ¡lo buscamos a él! - Le dio un sonoro golpetazo a Alex en su hombro, a los que la Brujah, a pesar de estar acostumbrada, le devolvía una mirada desafiante, y ya le había advertido varias veces que un día le arrancaría la mano. Alex, no dejaba de sorprenderse de la montaña rusa emocional en la que vivía el paria. Ahora tocaba efusividad y alegría... ¿pero cuanto le duraría?.

[Ilitia]

-¿Qué haces tío?- soltó Alex tras recibir el golpe en el hombro por parte de Jasper, le miró con el ceño fruncido pero el caitiff ni siquiera se dio cuenta, fue directamente hacia Laurent. La Brujah no estaba de buen humor, es más, estrangularía a Laurent si se dejase llevar. Ese mamonazo les debía una explicación, se la habían jugado para encontrarle.

Alex si acercó a Laurent con los brazos cruzados sobre en tórax, esperando a no tener que sacarle las explicaciones a ostias. Cuando estuvo lo suficientemente cerca como para verlo y olerlo con claridad sus brazos se descruzaron súbitamente, se le erizó el pelo de la nuca y sus colmillos sobresalieron. ¿Qué cojones había hecho? Estaba hecho un trapo, sucio, maloliente, con las ropas rasgadas y cubierto con sangre fresca. La mezcla de olores revolvió a la Brujah, que no ocultó su cara de asco.

Las palabras salieron entrecortadas entre sus labios.

- ¿Qué cojones has hecho Laurent? Mira, ¿sabes qué? puedo esperar a saberlo, prefiero que te asees antes.

Y no es que Alex fuese una persona de gustos y pulcritud exquisita pero es que su compañero parecía literalmente el monstruo del pantano.