(Ilustración de David Leri)
LAURENT Concepto: Fugitivo, traficante
Clan: Toreador Volgirre
Sire: Marqués de la Tour d´Azyr
Los años 30 no fueron una buena época para ser un miserable estudiante de arte francés, forzado a malvivir al límite de la pobreza constantemente, endeudándose con unos usureros burgueses capaces de vaciarle la sangre. A su alrededor soplaban vientos de guerra, el fascismo y el nazismo arrasaban en las fronteras de Francia, en España los nacionales se levantaban para arrebatarle el control del estado a la República. Laurent lo vio claro y, cuando los nazis entraron en Francia, estaba preparado.
Laurent se convirtió en un importante informador de los nazis, cuando se firmó el armisticio y se fundó el Régimen de Vichy, Laurent ya se había convertido en uno de los principales recursos de los conservadores para mantener buenas relaciones con los germanos. Su perspicacia política y la falta de escrúpulos fueron determinantes para ser elegido por la antigua familia del Barón Volgirre, uno de los viejos linajes Toreador que se habían enraizado en Francia desde tiempos del Rey Sol. Como Toreador y como Volgirre, Laurent ascendió rápidamente en status, pero muchos todavía veían en él a un arribista, un miserable estudiante sin ninguna familia, sin propósito, ni beneficio.
Cuando las tornas de la guerra comenzaron a cambiar y esta se estancó, el Volgirre fue enviado a Alemania en representación de su línea de sangre, con la excusa de restablecer lazos con la Hermandad, la camarilla alemana. Allí tomó conciencia de que algo extraño ocurría tras el telón, los Príncipes desaparecían, el clan Tremere se descomponía. Volviendo a hacer uso de su instinto, cortó lazos con los nazis, se cobró algunos favores y huyó a Dinamarca.
Cambió su nombre y se construyó una nueva identidad como anarquista, ocultándose a plena vista de quienes pudieran buscarle. La verdad es que nunca ha creído en ninguna causa más que en la suya, cada bandera, cada gran ideología, es una podrida mentira más en un mundo que las necesita. En los años 50 ayudó a esconderse y a un Ventrue de la Luftwaffe, que habría tratado de convertirse en arconte de la Hermandad, también facilitó pasaportes y ayudó a escapar a mortales.
(Art by E.M. Gist)
En los 60 se introdujo en el tráfico de drogas, invirtiendo su dinero en matones y manchándose las manos cuando era necesario. Pronto se hizo una reputación y formó coterie con gente de baja calaña a la que habría torturado pocos años atrás, aquellos servía a sus propósitos, pues nadie le buscaría entre los negros del guetto.
En los años 70 se unió a los que reclamaban un espacio propio en Cristiania, para Laurent era una gran oportunidad. Fue uno de los primeros en introducir allí el tráfico de drogas, se ganó un buen mercado y una reputación mezclándolas con vitae y consiguiendo que unos africanos le sintetizaran un producto único. Desde entonces ha defendido con uñas y dientes su territorio y su “causa”, los miembros de su coterie han mandado algunos cuerpos al fondo del canal y cada noche tiene que hacer frente a nuevas amenazas…
Interpretación: Todo el mundo tiene secretos, pero Laurent tiene muchos. Fue colaborador de los nazis y todos quieren saber qué aspiraciones políticas tiene el traficante. Pero lo cierto es que, la política no importa, importa sobrevivir. El único escape a su vileza que se permite es la pintura, que todavía sigue ocupando una parte central de su vida. Laurent pinta y colecciona en privado, sin atreverse a dar a conocer su talento, algunas de las obras que conserva las obtuvo durante el saqueo de Francia y valen todavía auténticas fortunas, pero no está dispuesto a venderselas a nadie.
