Karen Klausen

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Karen Klausen (Corso)
Juez (Tradicionalista)

Karen Klausen

#1

Mensaje por Corso » 14 Sep 2019, 10:03

Historia



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Karen es una de las últimas descendientes de una adinerada y longeva familia danesa. El apellido Klausen está tan arraigado en Dinamarca como el odio y temeroso respeto que lleva adscrito, pues bajo la protección de su linaje, los Klausen, llegaron a convertirse en parte de la élite que verdaderamente manejaba los hilos en el país; tanto a nivel adquisitivo como político. Su abuelo llegó a ser una voz muy importante del ministerio de justicia tanto en la ocupación nazi como tras ella. Tales eran sus ansias de poder, sus contactos, aptitudes y recursos.

En el transcurso de la ocupación entabló relación (incluso amistad en algunos casos -como fue el de Karl Knudsen-) con altos cargos nazis, empatizando y abrazando profundamente sus ideales como una verdad incuestionable. Aquella época dejó una huella muy profunda en él. Incluso llegó a colaborar con la Gestapo. Pensaba que Dinamarca, tal y como su conservadora familia la imaginaba, solo sería posible a través de aquellos edictos y doctrinas. Por lo que su simpatía por los movimientos de ultraderecha y su extremo conservadurismo marcaban la dura línea que formaban sus ideas de gobierno para con una verdadera Dinamarca, pura y libre.

La familia de Karen contaba, además, con la simpatía de la monarquía; llegando a hablar la prensa de unos lazos de amistad que rozaban en lo íntimo. Verdad, mentira o una orquestada exageración era algo sobre lo que la familia nunca se había pronunciado y que la monarquía, por su parte, se preocupaba vehementemente en guardar con recelo.

Así era el seno en el que nació Karen Klausen. Diríamos que público (o al menos bastante más conocido que la media), con una insultante cantidad de recursos económicos, políticos y sociales. Un fértil campo en el que aquella florecilla, nada más nacer, tenía heredada una buena cantidad de ventajas y facilidades. Tantas como futuras responsabilidades y obligaciones.

Los padres de Karen nunca llegaron a encontrar en ella a la amorosa hija que hubiesen deseado. Desde que empieza a tener uso de razón la pequeña heredera Klausen manifiesta más interés y afinidad por su abuelo que por ellos mismos. Le proporcionaron una infancia de dura disciplina en los estudios y un acusado interés artístico pero con grandes muestras de cariño. Orgullosa, independiente, altiva e incansable con sus propósitos, sin embargo, Karen siempre se había adaptado y sentido más cómoda con lo primero que con lo segundo. Incluso en la edad adulta.

Es en el elitista colegio en el que la matriculan sus padres donde encuentra a su más intimo y mejor confidente. Desde el primer día, del primer curso, del primer año. La complicidad que tienen Lars Gustaffson y ella comienza de inmediato y con el transcurso de los cursos y los años acaba de afianzarse hasta convertirlos prácticamente en inseparables. Si Lars se metía en un lío, Karen intentaba arreglarlo. Si los críos se metían con ella, el campeón de cross la defendía. Incluso sus familias, como las de cualquier par de niños con esa especial relación, acabaron conociéndose. Nunca acabaron de ser novios, pese a que muchos pensaban que era cuestión de tiempo. Pero ellos sabían que el lazo que les unía tenía más que ver con la afinidad entre hermanos que con los líos amorosos y la explosión hormonal que traía consigo la pubertad; y que empezaba a hacer estragos en el resto de adolescentes que conocían.


En la época escolar es donde descubre otra de sus grandes pasiones: la esgrima. Aunque no tiene problemas al relacionarse con el resto de sus compañeros sus padres se dan cuenta de que Karen demuestra mejores aptitudes desarrollando su potencial por sí misma que en los deportes de equipo. Su alto poder de concentración y su innato carácter para superarse a sí misma acaban por decidir que su formación física se fomente a caballo entre el atletismo (en el que demuestra una gran resistencia) y el noble y estético arte del envite de armas cuerpo a cuerpo. No tarda en despuntar en la esgrima formando parte del equipo del colegio e incluso compitiendo varias veces a nivel regional. Este aspecto le acompañaría durante toda su vida sino de forma profesional si con un nivel mucho mayor que una simple amateur. Ya de adulta es una afición que practica puntualmente un par de veces por semana.

Fue algo y no alguien quien separo el camino de los dos amigos durante unos años. En cuanto Karen puede acceder a una educación superior no tarda en independizarse. Decide abandonar el país y se va a vivir a Suecia como parte de su preparación para enfrentarse a la vida adulta. Allí inicia sus estudios de derecho casi por inercia y cinco años después se gradua “Cum Laude” por una tesis sobre derecho penal. Extraña Dinamarca y también a su gran amigo, que había decidido cursar estudios universitarios en Alemania. Durante la carrera mantienen un contacto constante e incluso se visitan un par de veces, sin dejar que la distancia haga mella en lo que sienten el uno por el otro. Ese contacto hace que se den cuenta del interés común y la simpatía que sienten por los preceptos de la extrema derecha, sobre los que hablan incontables horas por videoconferencia más de una noche.

Tras eso y apoyada por las facilidades adheridas a su rama etimológica no tarda en regresar a Dinamarca y conseguir un prometedor puesto en la judicatura de Copenhague; arrasando en ella entre la competencia que encuentra y ascendiendo meteóricamente desde pasante hasta juez de uno de los doce distritos.

Pasados unos arduos y pacientes años, en los que se dedica por completo a su profesión, acumula un gran número de elogios de los nombres más importantes entre sus compañeros de oficio. Esto afianza su carrera y le ayuda a proyectarse hasta que consigue ocupar un despacho en el Ministerio de Justicia. Poco a poco, con gran tesón y desplegando todo su potencial, su influencia en la Politiet, especialmente en la Politiets Aktionsstyrke, es reconocida y respetada por sus superiores e inferiores. A esa alturas su duro trabajo ya la había convertido en una persona idónea a la que pedir un favor, y con la que es mejor no tener un conflicto.

Habiendo seguido la carrera de Lars dentro del cuerpo, es ella quien se ocupa personalmente de que se le nombre comisario con la suficiente discreción para que nadie pueda señalarla. Le costó cobrarse un par de favores que le debían, pero solo era un par entre muchos otros que tendría tiempo de saldar. Además, sus posiciones, les permitieron tejer juntos una red de favores, extorsiones e intereses amplia y muy productiva entre las partes más pudientes e influyentes y las menos ilícitas de la ciudad.

El conocer exhaustivamente el funcionamiento de las fuerzas del orden danés (y a prácticamente todos los nombre relevantes que se encargan de su funcionamiento) junto con haber sido durante años una de las puntas de lanza de la Justicia en la ciudad no tarda en despertar en algunos íntimos círculos el rumor de que hay voces importantes que podrían estar interesadas en preparar su carrera para llevarla a ser Primera Ministra. Aún era muy joven, pero cumplía con los requisitos necesarios y tenía toda una vida (aunque no fuese la que muchos pensaban) por delante.

O, quizá, no tanto. Muy poco después de eso, Karen desapareció poco a poco de la vida pública y de la de Lars.


Mundo vampírico


En el punto más álgido de su carrera y más pleno de su existencia la aparición de un ser sacado de los libros de terror irrumpió en su vida. Una tal Katerina Scheidemann, bajo el disfraz de ser una descendiente de la alta clase alemana afincada en la ciudad, empezaba a coincidir con ella en los lugares que más frecuentaba después de anochecer. Desde el primer momento Karen se sintió atraída por ella de muy diversas maneras. Quedaba embelesada durante las largas conversaciones que mantenían y solo con la presencia y cercanía de la alemana cualquier mal día se convertía en una noche fantástica. Estaba eufórica de haber encontrado a alguien tan afín a ella, pues las amistades que tenía se podían contar con los dedos de una mano debido a la exigencia de su carrera. Sus encuentros dejaron de ser fortuitos y empezaron a quedar tantas noches a la semana como a Katerina le era posible. Algo que Karen celebraba cuando se producía. Scheidemann la invitaba a acudir a fiestas privadas y reuniones de un grupo de personas que comulgaban con ellas en cuanto a sus inquietudes y afinidades políticas y Karen empezó a tener un contacto frecuente con los “verdaderos daneses” y sus líderes.

Cuando las cosas parecía que no podían mejorar, una noche cualquiera, la danesa se encontró con la mayor revelación de su vida en casa de la alemana.

Greta Von Stauffenberg se descubrió ante ella y le contó con todo lujo de detalles el mundo nocturno en el que vivía. Sorprendentemente, la danesa, más que aterrorizada, estaba absolutamente fascinada por el regalo que se le estaba ofreciendo y, lejos de amedrentarse, la idea de poder postergar su vida y habilidades le pareció una invitación imposible de rechazar. Así pues, Klausen “se dejó besar” por la que iba a ser su sire; naciendo a la no-vida esa misma noche.

Y en este punto es inevitable hablar de Anne Knudsen; un nombre asociado íntimamente a la no-vida de Karen de forma importante. Knudsen pudo haber sido la sire de la Ventrue si Greta no se le hubiese adelantado (quizá como fruto de la rivalidad entre ellas), pues ambas llevaban años vigilando a Klausen como futura progenie. Su hermano Karl (cuyo poder era innegable durante la ocupación nazi) ya había tenido una íntima relación con el abuelo de Karen (dictando en numerosas ocasiones lo que el humano debía hacer y decir desde la ignorancia de su condición) llegando a escuchar de boca del mortal que el nombre de alguno de sus descendientes haría referencia a su nombre en honor a su amistad y noches de poder compartidas para con el futuro de la ciudad. (Karl-Karen).

Anne, atraída por la lejana relación y el apellido Klausen siguió la pista de Karen y su meteórica carrera profesional. Incluso provocó algunos problemas solo para ver cómo Karen actuaba al respecto desde su posición. Ambas se conocían y habían coincidido y hablado varias veces. Las raíces, posición, actitudes y aptitudes de la que podía ser su chiquilla la convertían en un “bocado” difícil de ignorar hasta que llegó un punto en el que Anne tomó la decisión de abrazarla. Parecía que el destino había preparado ese momento de forma inevitable; pero el destino en el mundo cainita (con sus eternas rivalidades e intereses) se ve moldeado noche a noche por los más rápidos.

Poco antes de llevar a cabo su conversión a inmortal Anne se encontró con que Greta se le había adelantado, lo que provocó un gesto de ira en Knudsen al verse privada como “madre vampírica” de Karen. Durante una buena temporada se habló de todo aquello hasta que el asunto (al menos aparentemente) se enfrió y calmó. Sin embargo la relación entre Anne y Karen nunca se vio afectada y a día de hoy ambas mantienen una conexión bastante buena y fluida. (Incluso Knudsen vela en ocasiones por Karen desde la sombra en consonancia con la chiquilla que nunca pudo ser para ella). "(Anne Knudsen-Aliada)".

A Karen le desagrada sobremanera hablar del tema por lo que todos cuantos se relacionan con ella no pecan del mal gusto de hablar del asunto en su presencia y considerarlo una cuestión tabú.

Los primeros años de Karen como chiquilla fueron los más intensos que su memoria recuerda. Cada hora con Greta era una lección que más le valía aprobar, y con nota. Fueron más duros que los de otros muchos cachorros. Greta era exigente e inflexible cuando se proponía algo con Karen. Un nuevo universo se abría ante ella cada noche y la nueva Ventrue se volcó en él con la misma determinación a la que estaba acostumbrada como mortal. Despertando, con el paso de los años, la aprobación y orgullo de su sire.

Desaparecer de la sociedad y mantener todo el poder que atesoraba antes de ser abrazada les costó no pocos esfuerzos. Públicamente, una extraña dolencia la fue retirando paulatinamente de su cargo. La irrupción de una inusual anemia la mantenía alejada de su despacho durante el día, y el trabajo que podía realizar desde su casa empezó a ser no tanto una ingente cantidad de documentos que atender como una copiosa agenda cargada de reuniones en las que poder dispensar sus conocimientos, experiencia y “sugerencias”, lo que le sirvió para seguir activa (tanto o más que antes) como la mejor consejera a la que acudir; pues su voz seguía siendo tan importante como antes (ahora más determinante debido a sus poderes vampíricos). Podía influir en el estrato judicial/policial de la ciudad, poner en contacto a unos personajes con otros, balancear ciertas cuestiones al lado más conveniente, conceder favores, prestar ayuda, ocultar escándalos y un largo etc. que le concedía un factor desequilibrante a conveniencia.

Durante esos años, otra de sus más importantes tareas fue preparar el terreno para una inevitable “retirada” de la vida pública. Necesitaba tener a alguien que fuese su voz y sus ojos cuando ella operase en la sombra. Alguien que estuviese metido en el corazón del sistema. Así que, llegado el momento, nombra como sucesor a “Ulrik Petersen” (hijo/pariente cercano del Alcalde) tras haberlo preparado a conciencia para ocupar el asiento en el que durante tanto tiempo ella se había sentado; convirtiéndole en un aliado altamente cualificado, tenaz, eficaz e incondicional.

Encontró en Ulrik un “empollón” de curriculum intachable y indudables aptitudes (con enormes ganas de agradar y no decepcionar a un padre firme defensor de los preceptos del nuevo nazismo) y temeroso porque nunca salgan a la luz sus secretos líos amorosos homosexuales. Karen le ha ayudado con esa doble vida en numerosas ocasiones: facilitándole ocasiones y lugares discretos, extorsionando a ex-amantes despechados, borrando rastros, tapando escarceos y una amplia gama de favores que hacen que su relación con Ulrik sea muy buena y de confianza plena. Una confianza de la que Karen puede aprovecharse dado el momento para jugar a su favor si fuese necesario; ya que si las inclinaciones del hombre saliesen a la luz su vida se convertiría en un auténtico infierno. “(Ulrik – Aliado)”.

Al cabo de unos años más la telaraña estaba tejida con firmeza y ambas dieron su beneplácito a un plan que les costó tiempo, dedicación y muchos esfuerzos; pero que daban, de momento, por “concluido”.

Al mismo tiempo (con su bagaje mortal y ya adoctrinada desde temprana edad por su familia) sus inclinaciones políticas se vuelven más férreas. Incluso alguna vez ha asomado en ella cierto coqueteo con la idea de que como especie, los vástagos, deberían despejar sus dudas sobre su superioridad sobre los humanos.

Firme defensora del nacionalsocialismo y del conservadurismo de las tradiciones de la camarilla mantiene relación con los movimientos de extremaderecha locales, y comienza a ser una cara habitual en las fiestas privadas y comités de “los verdaderos daneses”. Junto con Greta comienza a afianzar su relación y confianza con Alfred Hauptmann y Henrietta Nielsen, cabezas visibles del movimiento de extremaderecha de la ciudad. Con el paso del tiempo esa confianza deriva en favores prestados a la facción política de forma bidireccional en una suerte de círculo virtuoso que le depara un espectro de recursos, contactos,fama y conocimientos cada vez mayor.

Desde su posición ha tenido cierta relación intermitente con Henrik Lindhart, el chiquillo de la actual Príncipe. La trágica historia y pérdida familiar del Malkavian es conocida por la Ventrue; que en alguna ocasión ha intentado encontrar alguna pista sobre qué le pasó a su familia por petición expresa de Lindhart. El misterio sigue sin resolverse pero Karen (aun sin comprometerse ni asegurar dedicarse a ello profundamente debido a sus obligaciones y atareadas noches), sí acordó poner en conocimiento del “lunático” cualquier pista que le pueda ayudar. Si es que alguna vez algo llega a sus oídos o es capaz de averiguar por si misma en los escasos momentos que pueda dedicarle al asunto. Mantiene una relación bastante correcta pues tener a Lindhart de su parte sería un gran activo.

Karen no tarda en ganarse la denominación de persona muy a tener en cuenta para algunos; y acérrima enemiga para otros. Algo que, desde que le alcanza la memoria, es parte de la tradición familiar, una situación en la que intenta desenvolverse con fluidez y férreo control.

Hace tiempo que tiene un buen número de personas inclinadas a apostar por ella como persona emergente e influyente destinada a formar parte importante del futuro de Copenhague; y un buen puñado de favores que poder cobrarse. En la actualidad forma parte de una Coterie junto con Lars y Annalise, pues el caprichoso destino quiso que sus caminos volviesen a confluir, esta vez como hermanos de sangre junto con la chiquilla de su viejo amigo.

A ojos de la comunidad de no-muertos en la ciudad parece una persona justa (en lo que muchos piensan que son sus propios y polémicos códigos éticos-morales) capaz y peligrosa. Una pieza que empieza a ser clave en el mundo vampírico danés. Aunque esto, parece obedecer en gran parte a la procedencia, el color de la piel y las tendencias de cada uno.




Descripción



Física / Apariencia:

Edad aparente: 35 años
Sexo: Mujer
Raza: Aria
Pelo: Corto rubio
Ojos: Color azul
Altura: 1,78 m
Peso: 57 kg
Nacionalidad: Danesa

Karen es una mujer cuyo aspecto no pasa desapercibido. Aunque su altura es superior a la media de su género sus gestos y forma de moverse gozan de la gracia de la aristocracia de la que proviene: dotándolos a partes iguales de fluidez y control. Sus facciones poseen un extraño encanto andrógino, lo que aunque no la convierte en una mujer de gran belleza si le dota de un muy personal y ambiguo atractivo. Tiene los ojos de un color azul cielo que quedan aún más remarcados en su rostro por un caro y moderno corte de pelo (rubio) que deja al descubierto su nuca. Su piel de porcelana y sus altos pómulos rematan una cara que no entra dentro de lo común. Aunque es delgada y de largas extremidades su aparente falta de fuerza física no disimula un cuerpo bien formado atléticamente; grácil, diestro y bien equilibrado fruto de su pasión por la esgrima.

Ese aire de exclusividad es reforzado por su ropa, pues la sobriedad es la seña de identidad de su vestidor. El negro y una oscura gama de grises y azules tiñen sus pantalones, camisas, faldas, vestidos, chaquetas, abrigos y trajes; siempre con cortes y patronajes a la última que le otorgan un porte de sobria y elegante sofisticación. A veces, en ambientes más informales, se atreve con algún color más vivo como el verde o el rojo intenso que debido a su altura puede lucir con la misma gracia. En conjunto, y para quienes le dan importancia a estas cosas, Karen resulta una Vástago en la que es difícil no fijarse (despertando, a veces, incluso el beneplácito en el Elíseo por parte de algún que otro Toreador).


Personalidad:

La Ventrue suele mostrarse a primera vista como una cainita afable y educada. Normalmente parece estar sumida en sus propios asuntos o en los de su clan por lo que puede mostrarse algo altiva cuando considera que los demás le hacen perder su valioso tiempo con asuntos irrelevantes. Sin embargo, a priori, no tiene problemas en atender y conversar con cualquier miembro de la camarilla que busque su presencia, favores, ayuda o consejo; aspectos sobre los que ha conseguido tener fama y posición.

Parece estar al tanto de muchos de los sucesos que transcurren en los distritos de la ciudad y se muestra siempre muy interesada por los acontecimientos y devenires de Copenhague. Es elocuente, calmada y segura de sí misma lo que para algunos puede derivarle calificativos como “prepotente”, “soberbia” o “repelente”. La “Sangre Azul” parece no tener ni ganas ni tiempo que perder en mentes tan simples.

Por otro lado, siempre ha cumplido con las normas de protocolo y con las tradiciones de la secta. Una de las cosas que conserva de su vida mortal es el gusto y respeto por las cadenas de mando, al menos eso parece, y es más común verla dirigirse y estar sumergida en los “altos círculos” (en los que aparentemente se siente más cómoda) que entre los estratos menos favorecidos y marginales; aunque, al fin y al cabo, la nobleza obliga.

La relación con el resto de miembros de su Coterie es de total confianza y respeto. Los lazos que los unen parecen fuertes e inquebrantables lo que le confiere una tolerancia “cero” a cualquier problema que puedan tener tanto Lars como Annalise con otros Vástagos. Tanto por ser hermanos de Clan como por la misma relación que guardan entre ellos.


Rumores:

“Que no te engañe su apariencia. Puede parecer una zorra de estos tiempos modernos pero bajo esos trajes de última moda se esconde la misma mierda imperialista de siempre” - Comentario en un bar de Christiana.

“Todavía no sé si esa rara belleza suya me atrae o me aterra” - Susurros entre dos miembros del Clan Toreador en el Elíseo.

“Dime con quien andas que bueno por conocer” - Comentario de un Miembro del Clan Malkavian.

“¿Un nombre para el futuro de la Natlige?...¿Quién no conoce a Karen Klausen?” - Conversación en un mitín de los “verdaderos daneses”.

“Esa Coterie quiere abarcar mucho pero alguien se ocupará de que al final aprieten poco”. - Sentencia de un miembro del Clan Gangrel.






Ficha


Nombre: Karen Klausen
Jugador: Corso
Crónica: Ormehul

Naturaleza: Tradicionalista
Conducta: Juez
Concepto: Político

Afiliación: Camarilla
Generación:
Sire: Greta Von Stauffenberg

Atributos:

Físicos (3):

Fuerza:1
Destreza:2
Resistencia:3

Sociales (7):

Carisma:4
Manipulación:4
Apariencia:2

Mentales (5):

Percepción:2
Inteligencia:3
Astucia:3


Habilidades:

Talentos (13):

Atletismo:2
Empatía:2
Intimidación:3
Liderazgo:3
Subterfugio:3


Técnicas (5):

Conducir:1
Etiqueta:2
Armas C.C:2

Conocimientos (9):

Informática:1
Investigación:2
Leyes:3
Política:3

Disciplinas:

Dominación:1
Presencia:1
Fortaleza:1

Transfondos (5):

Dominio (1): Automático de la Crónica por considerarse "Ciudadano"


Estatus (1): Automático de la Crónica por considerarse "Ciudadano"


Aliados (2): “Los Aliados son humanos que te ayudan: familiares, amigos o incluso una organización mortal que te deba lealtad. Aunque colaborarán contigo de buen grado sin tener que presionarles, no siempre estarán disponibles.
Tienen sus propias vidas y hay límites que no están dispuestos a cruzar. También podrían tener algún Trasfondo propio de utilidad, ya que podrían proporcionarte un acceso indirecto a otros contactos y recursos.
Los Aliados suelen ser gente que ocupa posiciones importantes en tu ciudad, aunque siempre hay que pedir permiso al Narrador. Podrías tener un amigo en la morgue del distrito o quizá ser consejero del alcalde, dependiendo de la puntuación del Rasgo. Tus aliados suelen ser fiables (aunque probablemente no sepan que eres un vampiro, o incluso que tales cosas existan). Sin embargo, todo tiene su lado negativo: si terminas pidiendo favores a tus amigos en la Cosa Nostra lo más probable es que en un futuro quieran algo a cambio, lo que suele ser el principio de una historia…”

•Un aliado de poder e influencia moderadas.
•• Dos aliados de poder moderado.
••• Tres aliados, uno muy influyente.
•••• Cuatro aliados, uno muy influyente.
•••••Cinco aliados, uno extremadamente influyente.


Ulrik Petersen:

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Encontró en Ulrik un “empollón” de curriculum intachable y indudables aptitudes (con enormes ganas de agradar y no decepcionar a un padre firme defensor de los preceptos del nuevo nazismo) y temeroso porque nunca salgan a la luz sus secretos líos amorosos homosexuales. Karen le ha ayudado con esa doble vida en numerosas ocasiones: facilitándole ocasiones y lugares discretos, extorsionando a ex-amantes despechados, borrando rastros, tapando escarceos y una amplia gama de favores que hacen que su relación con Ulrik sea muy buena y de confianza plena. Una confianza de la que Karen puede aprovecharse dado el momento para jugar a su favor si fuese necesario; ya que si las inclinaciones del hombre saliesen a la luz su vida se convertiría en un auténtico infierno; aunque no parece ser el caso y extorsionar con ello a Ulrik sería el último de los casos.

Anne Knudsen: Knudsen pudo haber sido la sire de la Ventrue si Greta no se le hubiese adelantado (quizá como fruto de la rivalidad entre ellas), pues ambas llevaban años vigilando a Klausen como futura progenie. Su hermano Karl (cuyo poder era innegable durante la ocupación nazi) ya había tenido una íntima relación con el abuelo de Karen (dictando en numerosas ocasiones lo que el humano debía hacer y decir desde la ignorancia de su condición) llegando a escuchar de boca del mortal que el nombre de alguno de sus descendientes haría referencia a su nombre en honor a su amistad y noches de poder compartidas para con el futuro de la ciudad. (Karl-Karen).

Anne, atraída por la lejana relación y el apellido Klausen siguió la pista de Karen y su meteórica carrera profesional. Incluso provocó algunos problemas solo para ver cómo Karen actuaba al respecto desde su posición. Ambas se conocían y habían coincidido y hablado varias veces. Las raíces, posición, actitudes y aptitudes de la que podía ser su chiquilla la convertían en un “bocado” difícil de ignorar hasta que llegó un punto en el que Anne tomó la decisión de abrazarla. Parecía que el destino había preparado ese momento de forma inevitable; pero el destino en el mundo cainita (con sus eternas rivalidades e intereses) se ve moldeado noche a noche por los más rápidos.

Poco antes de llevar a cabo su conversión a inmortal Anne se encontró con que Greta se le había adelantado, lo que provocó un gesto de ira en Knudsen al verse privada como “madre vampírica” de Karen. Durante una buena temporada se habló de todo aquello hasta que el asunto (al menos aparentemente) se enfrió y calmó. Sin embargo la relación entre Anne y Karen nunca se vio afectada y a día de hoy ambas mantienen una conexión bastante buena y fluida. (Incluso Knudsen vela en ocasiones por Karen desde la sombra en consonancia con la chiquilla que nunca pudo ser para ella).

Contactos (1): “Conoces a gente por toda la ciudad, y cuando te pones a hacer llamadas telefónicas puedes lograr una enorme cantidad de información. Los Contactos son gente a la que puedes sobornar, manipular o amenazar para que te haga favores, pero también puede tratarse de conocidos importantes, amigos con los que puedes contar para que te ayuden en sus especialidades. Deberías describir cada contacto importante antes del comienzo del juego.

Además de tus contactos principales dispondrás de otros menores repartidos por toda la ciudad. Uno de los primeros podría ser el Fiscal del Distrito, y uno de los segundos un policía, un funcionario de tráfico, un portero de discoteca o incluso un vendedor de perritos calientes. No tienes porqué describir a todos estos “conocidos” antes de empezar la crónica. Para hablar con tus contactos menores te basta con tirar Contactos (dificultad 7), pudiendo acceder a uno de ellos por cada éxito; por supuesto, podrías tener que “convencerlos” para que te digan lo que buscas.”

•Un contacto importante.
•• Dos contactos importantes.
•••Tres contactos importantes.
••••Cuatro contactos importantes.
••••• Cinco contactos importantes.


Anker Amundsen:
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Anker fue fiscal de distrito en la ciudad antes de ser acusado de malversación de fondos públicos. Karen, ante esa oportunidad única de ampliar su red de contactos, utilizó su influencia y recursos para simpatizar y ayudar a Amundsen. Después de una profunda investigación le dio todas las pruebas que demostraban que el abogado fiscalista había sido víctima de una trama para deponerlo de su puesto. El asunto duró bastantes meses y, aunque finalmente su nombre quedó limpio de toda sospecha (e incluso reforzado) decidió abandonar su cargo y lanzar su propia firma reclutando a un buen número de los mejores abogados de la ciudad, que se convirtieron en socios minoritarios. Actualmente es el socio mayoritario y fundador del que es uno de los más importantes bufetes de Conpenhague; con una productiva cartera de peces gordos de la ciudad y parte de la voz de la división de gestión fiscal y municipal. Anker mantiene una esplendida relación con Karen a la que siente que le debe el haber limpiado su nombre; e indirectamente haber girado su vida a una posición privilegiada en la que se siente como pez en el agua.




Posición (1):
“Tienes una cierta reputación y posición (merecidas o no) en la comunidad vampírica local. La posición dentro de la Camarilla suele derivarse de la de tu Sire y del respeto que se tenga a tu línea de sangre. Los antiguos son conocidos por tener poco respeto hacia los jóvenes, pero este Trasfondo puede mitigar en cierto modo esta limitación.

Una posición elevada en la Camarilla no tiene efecto en el Sabbat, y viceversa (en realidad te convierte en un blanco aún más apetecible para tus rivales). Del mismo modo, se puede considerar que los Anarquistas tienen Posición cero, salvo que de algún modo hayan ganado el poder y la atención suficientes como para que se les tome en serio.

Puedes tener ocasión de tirar Posición junto con tus Rasgos Sociales, lo que refleja los efectos positivos de tu prestigio.

Nota: Los Caitiff no pueden comprar Posición durante la creación del personaje. Son lo más bajo que existe, y cualquier respeto deberán ganárselo en el transcurso de la crónica”.

•Conocido: un neonato.
••Respetado: un Ancilla.
•••Influyente: un antiguo.
••••Poderoso: un miembro de la primogenitura (o un obispo).
•••••Luminaria: un príncipe (o un arzobispo).



Fama (1): “Disfrutas de un amplio reconocimiento en la sociedad mortal, quizá por ser un artista, un escritor o un atleta.

La gente disfruta simplemente con verte, lo que te concede numerosos privilegios entre los humanos. Sin embargo, también puede atraer una atención no deseada ahora que ya no estás vivo.

El arma más importante que proporciona la fama es la capacidad para afectar a la opinión pública, algo que los medios de comunicación modernos demuestran constantemente.

Este Trasfondo es, evidentemente, un arma de doble filo. Puedes disfrutar de los privilegios de tu prestigio (consigues las mejores butacas, te invitan a lugares en los que no podrías entrar de otro modo, conoces a la gente importante), pero te pueden reconocer en los momentos más inoportunos. Tus enemigos no pueden hacerte desaparecer sin que se arme un gran revuelo, y en las zonas pobladas te es mucho más fácil alimentarte, ya que la gente se congrega a tu alrededor (reduce la dificultad de las tiradas de caza en uno por cada círculo de Fama). Además, el Narrador podría permitirte reducir la dificultad de las tiradas Sociales con gente especialmente impresionable.”

•Eres conocido en un determinado círculo de tu ciudad (discotecas, locales, etc.).
••La mayoría de la población reconoce tu cara; eres tanto una celebridad local como una fuente de noticias.
•••Tienes el reconocimiento de tu estado; quizá seas senador, o una estrella de interés local.
••••Famoso en todo el país: todos saben algo sobre ti.
•••••Eres un icono mediático famoso en el mundo entero.


Influencia (2): “Tienes a la comunidad mortal cogida por el mango, ya sea mediante tu dinero, tu prestigio, tu cargo, el chantaje o la manipulación sobrenatural.

Los Vástagos con mucha Influencia pueden orientar, y en algunos casos controlar, los procesos políticos y sociales de la sociedad humana.

La Influencia representa la suma de tu poder político en tu comunidad, especialmente en la política y la burocracia.

Se puede utilizar la Influencia en alguna tirada sustituyendo a una Habilidad, sobre todo cuando se intenta controlar a los funcionarios menores.

Por supuesto, siempre es más sencillo conseguir cambios de forma local que en el ámbito estatal (es relativamente fácil lograr la demolición de un edificio “abandonado”, pero no empezar una guerra contra otra nación).”

•Moderadamente influyente; importante en la ciudad.
••Buenos contactos; una fuerza en la política estatal.
•••Posición o influencia; un factor en la política regional.
••••Gran poder personal; influencia en toda la nación.
•••••Enorme influencia; todo el mundo atiende tus palabras.

Recursos (3): “Este Rasgo describe tu fuente financiera o tu acceso al dinero. Una puntuación elevada no refleja necesariamente el activo disponible. El Trasfondo da una indicación de tu nivel de “vida”, tus posesiones y tu poder adquisitivo.

No tener Recursos indica exactamente eso: no dispones de refugio permanente ni de posesiones, salvo algo de ropa, un puñado de monedas y quizá una pistola.

Cada mes recibes unos ingresos según tu puntuación. Asegúrate de describir exactamente de dónde procede el dinero, ya sea de un empleo, un fondo de inversiones o dividendos. Después de todo, tu fortuna podría secarse en el transcurso de la crónica, dependiendo de tu habilidad para defenderla.

Si necesitas dinero en metálico puedes vender tus activos menos líquidos, pero dependiendo de su naturaleza puede llevarte semanas, o incluso meses. Los compradores de arte no aparecen de debajo de las piedras.”

•Pequeños ahorros: Un pequeño apartamento y quizá una motocicleta. Si liquidaras podrías disponer de unos 1.000$ en metálico. Ingresos de 500$ mensuales.
••Clase media: Un piso. Si liquidaras tendrías al menos 8.000$ en metálico. Ingresos de 1.200$ mensuales.
•••Grandes ingresos: Podrías poseer un edificio. Si liquidaras tendrías al menos 50.000$ en metálico. Ingresos de 3.000$ mensuales.
••••Rico: Miembro de las clases altas. Tienes una casa enorme, o una vieja mansión. Si liquidaras tendrías al menos 500.000$ en metálico. Ingresos de 9.000$ mensuales.
•••••Apestosamente rico: Multimillonario. Tu refugio solo está limitado por tu imaginación. Si liquidaras tendrías al menos 5.000.000$ en metálico. Ingresos de 30.000$ mensuales.





Virtudes (7):

Conciencia:3
Autocontrol:3
Coraje:4


Humanidad: 6/10



FdV: 7/10



Reserva de sangre:



Salud:


Meritos / Defectos


Méritos:

Voz encantadora (+2): Tu voz tiene algo que no se puede ignorar. Ya sea atronadora, gentil, persuasiva o completamente normal, tu voz llama la atención. La dificultad de todas las tiradas que incluyan el uso de la voz para persuadir, fascinar u ordenar se reduce en dos.

Comer comida (+1): Tienes la capacidad de comer comida. Es una aptitud que desarrollaste en una fase temprana de tu existencia como no-muerto o quizás ha sido una capacidad latente durante todo el tiempo. Los demás Vástagos lo consideran asqueroso, pero puede ser de gran ayuda para mantener la Mascarada. (NOTA: Queda en manos del Narrador si realmente la comida es digerida pudiendo adquirir nutrientes -o, en determinados casos, puntos de sangre- o si lo único que hace es permitir conservar el alimento dentro del cuerpo del vástago durante un tiempo para después vomitarla)

Invinculable (+3): Eres inmune a los vínculos de Sangre. No importa cuánta sangre bebas de otros vampiros, nunca quedarás Vinculado con ellos.


Lazos jurídicos (+2): Tienes influencia y contactos con el sistema de justicia. Conoces a la mayoría de los jueces, además de los fiscales y puedes afectar al avance de diversos casos y procesos con una dificultad limitada. Si bien es difícil intervenir en un caso, puedes influir en él en una dirección u otra. Estos lazos también pueden facilitar la obtención de órdenes de registro.


Defectos:

Debilidad de Clan (Presa predilecta):

Chicas jóvenes, de clase media-alta y caucásicas.

Las preferencias de Karen a la hora de alimentarse tienen que ver con sus gustos mortales, con su nacimiento vampírico y por último con su ideología política. De niña estaba acostumbrada a comer en lujosos restaurantes cuando sus padres salían de casa y dentro del hogar el “servicio” de los Klausen se esmeraba por preparar platos exquisitos que rozaban la denominación de comida “gourmet”. Por otro lado la primera vez que se alimentó de sangre fue en presencia de Greta que le dispuso como recipiente una joven chica de pelo claro que estaba de fiesta en uno de los locales de moda de la ciudad (una niña pija de papá). Con estas reseñas el beber de humanos de cualquier raza que no sea la caucásica, de estratos humildes/bajos, de varones, etc no le satisface al no considerarla todo lo limpia, pura y “gourmet” que debe ser una buena alimentación.

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Re: Karen Klausen

#2

Mensaje por Voivoda » 20 Sep 2019, 20:42

Está muy, muy bien. De hecho tiraremos con el prólogo ya mismo. Sólo necesito que ajustes la Generación. Con otros Pj's que utilizan como Sires a Pnj's he ajustado la Generación de esos Pnj's automáticamente a la que tengan los Pj's. Es decir, Greta no tiene una Generación predeterminada, sino que tendrá una menos que la que tú te pongas. Pero no has gastado ni un punto en eso...
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Karen Klausen (Corso)
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Re: Karen Klausen

#3

Mensaje por Corso » 21 Sep 2019, 08:40

Genial, gracias. El tema de la generación, en principio podemos esperar un poco a ver qué dice Victor, si te parece bien. Lo digo porque también él es chiquillo de Greta y no sé que tiene pensado al respecto. Y esa cadena también va a influir en la generación de Annalise, al ser chiquilla de Lars. No me gustaría forzar a ninguno de los dos. A mi, en principio,no creo que me vaya a influir demasiado a la hora de reajustar alguna cosilla.

Por eso, si te parece, lo dejamos en "standby" hasta que vayan cerrando sus historias y fichas.

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Re: Karen Klausen

#4

Mensaje por Voivoda » 07 Sep 2020, 20:49

INTERLUDIO FINAL DE LA NOCHE 3

Por un instante, casi podía olvidar las mierdas de los últimos días. Sophie Kristensen, azafata de SAS, con estudios superiores realizados en Estados Unidos, políglota. Sabía diferenciar los distintos tipos de ginebra, era escultural, rubia como una valkiria, sonriente sin parecer ingenua, buena conversadora y con un toque de misterio. Estaba en sus días de descanso antes de su siguiente tanda de vuelos transatlánticos. El sabor de su Sangre estaba a la altura de su carta de presentación. En su punto perfecto de calidez y densidad, ni con demasiado sabor a hierro ni con ese parecido asqueroso al tomate frito de la sangre de algunos menos sofisticados. Con un toque casi picante, como el sabor de la pimienta negra apenas espolvoreada en un cóctel. Ecos de ambición y de esa sutil personalidad que tienen quienes se saben por encima de la media, con todo el mundo a su alcance, elevados por encima de las aburridas vidas cotidianas de los demás.

Karen dejó a la joven Sophie recostada en un taxi, apenas consciente y algo pálida, e indicó al conductor que la llevara a uno de los hoteles de cinco estrellas de la ciudad. Una vez allí, los posibles vaivenes derivados de la debilidad física de la mujer serían obviados por los empleados del hotel una vez que hubieran comprobado el ingreso que, propina incluida, habría realizado Karen para que pasara la noche.

Minutos después

La Sangre de la joven Sophie aclaró las ideas de Karen. Disfrutaba de la compañía de Lars y de Annelise, eran su Familia, con mayúsculas, pero echaba de menos también los tiempos de ir más por libre. Intuía que Anne Knudsen sabría que había estado campando por su zona de influencia. Era una manera de mantener un hilo de comunicación con ella a pesar de todo cuanto había pasado entre las dos. Anne sabría que Karen aún quería tener ciertos vínculos entre las dos... y de una manera sutil que no inflamara otras sensaciones.

Con esos pensamientos en la mente se adentró en la comisaría principal de Copenhague. A pesar de las altas horas de la noche que eran, había varias personas esperando a ser atendidas. Karen comprobó con evidente desagrado que la mayoría eran inmigrantes. Africanos y árabes en su mayoría. Sin ellos, quizá las comisarías hasta podrían cerrar de noche.

- Tiene que coger número para ser atendida.

La voz monocorde de una jovencísima agente sacó a Karen de su ensimismamiento. La miró como una leona mira a una gacela.

OFF: Reserva de Sangre llena.
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Karen Klausen (Corso)
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Re: Karen Klausen

#5

Mensaje por Corso » 18 Sep 2020, 21:28

El candor carmesí de Sophie actuó como un ungüento balsámico «dentro» de Karen. Y es que aquel frugal encuentro con la Señorita Kristensen no solo sacio su sed a nivel de «simbionte» sino que, una vez se fundió con la vitae de la Ventrue, el ánimo de Karen se restableció como si le acabasen de dar un baño caliente de vapor, seguido de un suave masaje con aceite aromático de lavanda, esencia de vetiver y, como punto final, un sutil toque perfumado de clavo y madera de naranjo en flor. «Delicioso y reparador», pensó tras dejarla en una dulce duermevela dentro del taxi.

Para ella, esa sensación de euforia y poder, de saberse dueña de las vidas o muertes de aquellas valkirias, posicionada en la cúspide de la cadena alimenticia era clara, casi reveladora: las molestias de las últimas noches habían retrasado demasiado el momento de alimentarse como era debido. Por suerte, Anne disponía de un suculento buffet para los vástagos más gourmets de Copenhague.

Karen aún no había tenido el honor de ser invitada a uno de los excelsos y privados «clubs de cata» de los tanto había escuchado hablar a Greta y otros Ventrue en la intimidad de sus refugios, cuando los juegos de poder disfrazados de noches de fraternidad dentro del clan llegaban a su fin, pero mientras esperaba una invitación para convertirse en socia vitalicia de alguno de ellos, los clubs propiedad de su «otra madre oscura», Anne Knudsen, siempre escondían ese pequeño y exquisito bocado que se deshacía en la boca arrastrando un torrente de matices distintos; solo apreciables por los que, como ella misma, disponían de un ojo bien entrenado para distinguirlos y un paladar en alto grado exigente y entrenado para poder degustarlos.

Sin duda, Sophie Kritensen se merecía descansar esa noche en una de las mejores suits de la ciudad como reconocimiento a lo que había sido para la Sangre Azul: una deliciosa copa de ambrosía en mitad de un desierto de preocupaciones.

Embriagada de sangre fresca y caliente llegó a la comisaria central en plena posesión de su condición vampírica, irradiando la voluntad, sofisticación y ese aura de poder contenido que a ojos de la humanidad la elevaba en condición, estatus y, quizá, como especie superior entre las máculas sociales que aguardaban, sentadas y malolientes, su turno en la entrada. ¡Qué contrapunto tan desagradable tras un momento casi perfecto!

Los miró como quien ve en su jardín una mala hierba que hay que arrancar de raíz. ¿Acaso podía -debía- sentirlo de otra manera? Fue en ese instante cuando la voz de una chiquilla atrajo su mirada de leona madre.

«Tiene que coger número para ser atendida».

Karen se acercó a la jóven agente devolviéndole una perfecta sonrisa plastificada: lo suficientemente amable para mostrar cercanía y empatía por la pesadas y anodinas horas que le esperaban a la chica esa noche, pero afilada en su justo punto para denotar autoconfianza y autoridad. Un gesto que por infinitamente ensayado había conseguido hacer pasar por sincero, por «real».

- Esta noche, querida, creo que convendrás que mi número es el primero - le dijo, capturando su atención - Soy la Señorita Klausen - se presentó, con una impecable mezcla de delicadeza y autodeterminación - Vengo en representación de Amudsen Abogados, no sé si ha oído hablar de nosotros, aunque supongo que, lamentablemente para ustedes - ironizó con atractivo- mis asociados son unos habituales en sus dependencias cuando se trata de casos...- hizo ademán de buscar el mejor eufemismo posible - ...excepcionales. Sé que es muy tarde y que seguramente la noche esté siendo tan interminable para usted como para mi - Karen miró innecesariamente su inasequible reloj de pulsera para remarcar sus palabras - aunque, estoy segura de que su juventud impide que eso haga mella en su trabajo - amplió su magnética sonrisa un instante, como si tuviese que esforzarse, intentando que no fuese obvio, por seguir en pie tras una larguísima jornada.

- Me gustaría poder hablar con una persona detenida recientemente, en una redada cerca de Christiania. Es de nacionalidad sueca. Seguro que sabe de quién se trata, por favor sea buena y déjeme poner fin a este día.

Después aguardó, manteniendo sus labios y sus ojos sonriendo; aún con el eco de los susurros de placer de su cena pegados a su oído.




Off: Ok, me lleno la reserva; y perdón por el minitocho y tanto detalle :P .

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Re: Karen Klausen

#6

Mensaje por Voivoda » 19 Sep 2020, 00:07

OFF: Sin problema por la extensión y el detalle, al revés, disfruto leyendo. Vendría bien una tirada de Carisma + Subterfugio a dificultad 7. Puedes hacerla tú mismo o la hago yo, como prefieras. Espero poder contestar el turno este fin de semana. Si antes no has hecho la tirada, no te preocupes porque narraré la continuación de la escena en todo caso, no es una tirada de "a vida o muerte", sino para determinar un poco el nivel de rapidez en el acceso al detenido. De hecho, si no fuera una comisaría no la haríamos, pero es un entorno en el que creo que hay hacerla.
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Re: Karen Klausen

#7

Mensaje por Corso » 20 Sep 2020, 10:09

Ningún problema en que hagas la tirada y postees el resultado tú mismo. Más expectación para mi ;)

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Re: Karen Klausen

#8

Mensaje por Voivoda » 21 Sep 2020, 19:37

Después de que la primera agente realizara las consultas pertinentes, se te permite entrar al interior de la comisaría. Las miradas de reojo de quienes aún esperan su turno y ven cómo los pasas por delante, en las que puedes percibir una mezcla de curiosidad, indignación y repulsa, son casi tan nutritivas para tu propio ego como la sangre de la joven valkiria que ahora estará dormitando en un hotel de lujo mientras su cuerpo recupera las plaquetas perdidas lo fue para tu cuerpo.

Casi.

En el fondo, no es más que la selección natural. Simple y llanamente no contemplas que uno de esos desgraciados que consume las horas de esta noche esperando a ser atendido en esa comisaría pudiera pasar por delante de ti. Precisamente es la inversión del orden natural en este tipo de detalles el que lleva sin remedio, como en una cuesta abajo infinita, a las sociedades hacia su propia degeneración.

Caminas con paso seguro hasta que sale a tu encuentro una mujer de mediana edad, seguramente aún no en la cuarentena aunque aparenta algún año de más, vestida con una camisa y un pantalón con un estilo masculino, nariz aguileña, mirada penetrante y la determinación propia de quien está al mando.

Sonríes de modo instintivo. Con solo un pequeño paseo has ascendido otro escalón más en la escala social de ese particular edificio. El rostro de la primera agente que te atendió queda prácticamente difuminado en su insignificancia. Quien tienes delante es una presa mayor, por supuesto por debajo en la escala evolutiva a ti misma, pero en todo caso más digna de confrontarse contigo.

- No tenía noticia de que hubiera pedido un abogado.

Tu sonrisa se hace mayor y tus palabras, suaves como el terciopelo, pero contundentes como un certero bisturí, terminan por convencerla. La mujer no confía en ti, puedes notarlo en cada uno de sus gestos. Pero la burocracia y los derechos fundamentales se suelen imponer en las sociedades modernas. Todo el mundo tiene derecho a un abogado, ¿no?

Minutos después

La comisaria Jacobsen, que así se llama, te pone en antecedentes. Al detenido, un tal Alexander Nilsson, de origen sueco, se le atribuyen los delitos de pertenencia a organización terrorista, conspiración para el delito de homicidio y tráfico de estupefacientes. No pinta bien para el señor Nilsson.

Cuando ves al propio señor Nilsson vuelves a preguntarte a ti misma con qué tipo de gente trata Annelise. ¿Es necesario ahora hacer este tipo de cosas incluso si formas parte de la élite nocturna? ¿En serio? El tipo es un punkie venido a menos, que ya ha cumplido la edad suficiente para que sus tatuajes de adolescente necesiten un repaso. Mal afeitado, vestido con ropa propia de un pandillero de los ochenta, un pendiente en su oreja izquierda y la mirada entrecerrada de los que no esperan nada bueno de ninguna conversación.

Te sientas frente a él en una mesa dispuesta a tal efecto con dos sillas en una sala de interrogatorios. Supones que nadie estará grabando el encuentro para cumplir con la ley que protege la confidencialidad entre un acusado y su abogado. Un par de luces de neón iluminan la estancia. En solo cuestión de minutos has descendido del paraíso de la sangre perfumada de una mujer genéticamente perfecta a un vertedero cuyo principal habitante es un delincuente común con pinta de escoria humana. La no-vida es una paradoja.

Alexander te mira con desconfianza.

- ¿Y tú quién eres? ¿Mi abogada? -el tipo no espera casi respuesta y se apoya con los codos en la mesa, echado hacia delante- ¿Quién te paga?
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Karen Klausen (Corso)
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Re: Karen Klausen

#9

Mensaje por Corso » 26 Sep 2020, 21:29

Karen entró a sala de interrogatorios despidiéndose de la comisaria con una breve sonrisa de gratitud y un asentimiento de conformidad. Suponía que antes de abandonar las dependencias policiales volvería a encontrarse con ella, pues aquellas gestiones requerían de una buena cantidad de papeleo a firmar. Era la mirada incrédula y la falta de confianza que le había inspirado a la mujer, lo que le hacía suponer que esta era menos impresionable que la media; algo que, quizá, le haría tener que perder un poco más de tiempo y dedicar un ápice más de energía para convencerla de que esa noche la máxima autoridad de la comisaría peinaba de rubio y vestía de Dior.

Lo primero que hizo la Ventrue cuando la puerta se cerró fue tomarse su tiempo para comprobar, con tranquilidad, que la privacidad de la sala de visitas era la apropiada; y solo después, miró de soslayo a Alexander Nilsson.

- ¿Y tú quién eres? ¿Mi abogada? -el tipo no esperó casi respuesta y se apoyó con los codos en la mesa, echado hacia delante- ¿Quién te paga?

La vampiresa no contestó inmediatamente, sino que se tomó su tiempo antes de dirigirse abiertamente a él. Aprender a manejar y moldear los momentos era algo que había trabajado desde que dejó de ser pasante en la judicatura y se atavió con el vestido de fiscal: los «tempos», una de las cartas de la baraja del juego escénico. En el gran teatro que suponía actuar delante del pequeño número de personas anónimas que iban a decidir el futuro de otra, eso valía lo mismo que tener un trío de ases entre las manos.

Se quitó el abrigo en silencio, procurando que no se arrugará, como si considerase eso más importante que la actitud del retenido y, después, lo dejó apoyado con delicadeza en el respaldo del asiento mientras, dándole un tono casual a su intervención, tomó la palabra.

- ¿Sabe? Hay quienes dicen que un buen abogado conoce la ley, pero que un abogado mejor conoce al juez. Yo soy de la opinión de que, en la práctica, el mejor abogado es quien conoce a la amante del juez - sonrió, como primera piedra de toque, haciendo flotar por la sala su melosa, sugerente y convincente voz. Había obviado de pleno las preguntas de Nilssen, en un claro ejemplo que exponía de forma directa que la mujer que acababa de entrar allí estaba a años luz de parecerse siquiera a cualquiera de las que éste hubiese conocido en su vida. El carisma y liderazgo de Klausen solían obrar ese efecto en los demás; un "no se qué" que le animaba a uno a «escuchar» atentamente lo que decía.

- No sea ingenuo señor Nilsson, ni tiene edad para serlo ni está en una posición en la que se lo pueda permitir. ¿Pertenencia a organización terrorista, conspiración para el delito de homicidio y tráfico de estupefacientes? Y, además, sueco. Por favor, tiene usted tantas causas pendientes que cualquier jurado danés extendería a sus pies una alfombra roja directa a una estancia vitalicia en prisión - sin perder la sonrisa extrajo pausadamente un pequeño block de notas y una Mont Blanc plateada de su bolso, que dejó frente a ella sobre la mesa, junto con un paquete de cigarrillos y un encendedor - Es un caramelo para cualquier juez o político de este país que quiera colgarse una medalla y dar un ejemplo contundente de cómo funciona nuestro sistema judicial y penitenciario- lanzó con suavidad el tabaco para hacérselo llegar al sueco y descapuchó la pluma trazando algo sobre una página en blanco para comprobar el estado de la tinta - Así que, ahora mismo, solo debe concentrarse en esto: soy la persona que usted decida que sea - levantó la mirada de nuevo y miró atentamente a aquel montón de mierda extranjera sin perder la compostura ni la fingida cordialidad. Era el haberse alimentado poco antes y el chute de adrenalina en plasma que calentaba sus venas lo que iba a librar a Annalise de una buena charla por haberla metido allí y obligarla a saltar entre charcos de escoria para no mancharse los zapatos.

- Si así lo quiere, seré la llave que le abra esa puerta y le dé una oportunidad. ¿No es ese el mejor capital que puede conseguir esta noche? Pero para eso necesito de su total compromiso. El compromiso, señor Nielssen, es el mejor y más económico abogado. Seguro que el señor Hussein estaría de acuerdo conmigo en estos momentos ¿No cree? - evidentemente era una pregunta retórica que no necesitaba respuesta. Karen acomodó la espalda en el asiento y cruzó sus largas piernas con elegancia dejando por unos segundos que Alexander se hiciese una composición de lugar.

- O puede cerrarse en banda a hablar conmigo y no comprometerse a responder mis preguntas, en cuyo caso seré alguien que no podrá ayudarle. Entonces acabará pasando su vida en una prisión de máxima seguridad, sirviendo - en el mejor de los casos - noche tras noche como desahogo sexual de toda la carroña que tenemos en Dinamarca y sudando hasta el fin de sus días cualquier cosa parecida a un alma; hasta quedar hueco y vacío por dentro. Viendo como una extradición a Suecia se convierte solo en el eco del sueño de un sueño de un sueño...esperando, inevitablemente, que algún funcionario de prisiones con buen corazón le sujete la cuchara y le de a comer una sopa insípida porque se le habrá olvidado cómo era eso de comer. Eso, sin querer pensar en qué será de la gente por la que profesa algún tipo de sentimiento en su país y a la que, sin duda, todo esto salpicará. Es una lástima, pero antes o después, créame, lo hará.

La convicción en las palabras que salían por su boca era patente y algo en ellas, como una pequeña aguja de coser, le podía bordar finamente en la piel a un buen entendedor la posibilidad de que la pálida abogada, fuese quien fuese, podía llegar a ponerle peso a ambos lados de la balanza a conveniencia.

- Pero apuesto a que ninguno de los dos queremos que usted se vea en esa situación. Así que, ayúdeme a ayudar al señor Hussein. Permítame ser lo primero, confíe y hábleme de su relación con él y si conoce a un tal Laurent Malalt. Contésteme y después haré lo propio entregándole esta hoja que quizá encuentre muy de su interés.

Intentando estar segura de haber empatizado y capturado el ánimo y disposición de Nilssen, fue ahora Karen quien apoyó los codos sobre la mesa, vertiendo todo el torrente de su presencia sobre él.

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Re: Karen Klausen

#10

Mensaje por Voivoda » 29 Sep 2020, 20:14

- Aquí no se puede fumar, es usted una abogada muy particular -responde el tipo mientras enciende el cigarrillo y aspira una primera calada con un gesto que mezcla el placer y la necesidad. La visión de esa reacción ahonda la repulsa de Karen, que no puede menos que despreciar a quien alcanza el objetivo de sus deseos con tan poco ofrecimiento. Hay quien piensa que en los pequeños placeres está realmente el sentido de la vida.

Piensas que esa gente son lo mismo que un perro, pero en bípedo.

- Si ha ajustado cuentas con Hussein y puede sacarme de aquí, como comprenderá mi ayuda será total -puedes percibir que el hombre parece estar en un permanente estado de ansiedad. No sabes si obedece solamente a su más que complicada situación procesal o si hay algún otro motivo por el que parece incapaz de quedarse en la misma postura más de cinco segundos- Hussein y yo somos viejos amigos... de negocios, ya me entiende -le miras con un gesto tan neutro y carente de emociones como para que tenga la duda de si le entiendes o no- Yo compro y vendo cosas, a eso me dedico, sí. Coches, ropa, ya sabe -das por hecho que "coches" y "ropa" es lo que menos puede vender el tipo que tienes delante- Y Hussein siempre me ayuda con la discreción cuando tengo que venir a Copenhague. Eh, pero que quede claro -levanta algo más la voz como si temiera que alguien os escuchara en la sala- Es un tío legal, ¡eh!. Si me facilita un coche, pago los días que lo uso. Si me dice dónde puedo dormir, pago mi habitación. No soy un puto aprovechado.

Probablemente sea algo peor.

- Y el franchute ese... pues ni idea, oye, solo sé que es el dueño de la casa en la que pude dormir hasta que vino la policía a darme las buenas tardes. No le conozco de nada, pero oye, un tío enrollado, joder. Me dejó el piso, unos amigos suyos me dieron unas llaves y me podía mover sin problemas. Espero que toda esta mierda no le salpique, la verdad -concluye mientras se apoya en el respaldo de la silla.

El tipo mira la hoja a la que has hecho referencia con los ojos entrecerrados y sumido en la nube de humo generada por el cigarrillo. Después te mira fijamente. Muy fijamente. Hasta el punto de que te sientes algo incómoda. Algo cambia de repente en su rostro y se inclina ligeramente hacia delante.

- Oye, oye, oye... -dice susurrando e invitándote a que te acerques más para que escuches lo que tenga que decir- No me jodas... tú eres... usted... ¿uno de los ...?-mira a todas las paredes- le cuesta un poco respirar, ¿verdad? -dice con una voz nerviosa.
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