Episodio 3. Una oferta

[Voivoda]

König no se esperaba la pregunta de Annelise. Probablemente Lars y Karen tampoco, pero en cierto modo les divertía que la más joven de los tres fuera tan descarada. Y, quieras que no, tenía unas habilidades científicas propias de este tiempo de las que ellos carecían. Los ojos de König parecieron brillar por un momento con un gesto depredador, los tres podéis sentir en vuestras entrañas cómo la propia Bestia del Giovanni parece retorcerse ante el atrevimiento. Todos estáis en plena alerta durante esos segundos, si bien todos mantenéis los mismos rostros impasibles.

Una tensión subyacente que los Vampiros habían logrado controlar desde hace milenios, pero que era perfectamente palpable entre miembros de la misma especie. Y en la que las aparentes sonrisas podían dar lugar a un baño de sangre en cuestión de décimas de segundo.

La voz de König no anticipa, al menos por su tono, ningún potencial estallido de violencia, sino al contrario, ya que suena incluso melosa. El aura de santidad, de cierta ingenuidad de Annelise, jugaba siempre a favor de la joven.

- Claro, ¿por qué no?. Están en los laboratorios del ala de Estudios Clínicos del Hospital Amager. Pregunta allí por Bernardette König, dile que vas de mi parte. Es mi abuela, trátala con respeto -añade con un tono que denota un ligero sarcasmo en su voz.

Una punzada de angustia se cruzó en la mente de Annelise, que comenzaba a sentir que se le acumulaban los sentimientos. Ese era el mismo hospital en el que Hilal había estado conectado durante meses después de la paliza. Aún recordaba como en una pesadilla la habitación en la que le comunicaron que había perdido a su hijo.

[Nyxe]

-Será un honor conocerla -dijo Annelise sonriendo, sin reflejar que el corazón se le encogió al oir el nombre del lugar.

No estaba segura de si ese gesto significaba que König de verdad no tenía problema o que no era capaz de negárselo, pero cualquiera de los dos casos le parecía una buena señal. Si encontraba algo que mereciera la pena tal vez no necesitasen firmar el trato (o por lo menos podrían considerarlo sin coacción). Pero incluso si no lo hacía, tal vez se le acababa de ocurrir una cosa que les permitiría sacar algo de los Giovanni sin que estos lo supieran.

[Voivoda]

Lars recogió la pequeña nota flotante con la dirección de Bloodspot anunciada por König y que ahora su secretaria, una mujer enjuta y de gesto serio, le ofrecía para que se la llevara en su teléfono. Acto seguido compartió la información con los terminales de Karen y de Annelise, mientras los tres guardáis silencio durante el descenso en el ascensor.

Sentís una cierta sensación de liberación al salir del edificio, como si el aire en el interior de este fuera más denso, más opresivo. A los tres os viene a la cabeza la imagen de una especie de ataúd gigante del que acabarais de salir. Las funestas resonancias que rodean a los Giovanni y sus tejemanejes impregnan las cercanías de los lugares que dominan, convirtiéndolos en mácabras criptas aunque tengan la apariencia de lujosos despachos u hoteles de última generación.

Los tres os quedáis pensativos. Annelise estaba más seria de lo habitual. Lars podía imaginarse el efecto en los pensamientos de su chiquilla al volver a escuchar el nombre del hospital Amager. Karen no sabía el porqué de la penumbra emocional de su sobrina, pero respetaba su silencio mientras pensaba en cuál debía ser su siguiente movimiento. La oferta de König era una opción evidentemente interesante para poder avanzar, pero temía dar un paso en falso que pusiera en peligro a Greta y, por consiguiente, a todo el movimiento.

Una vibración en el móvil de Annelise le recuerda la conversación pendiente con Isak. Lars y Karen parecen salir de su ensimismamiento y comprueban también sus teléfonos. Ambos tienen el mismo mensaje con un enlace de invitación para una sala de chat de Bloodspot. Por el nombre, #OrgulloDeThor, sabéis que es una de las salas privadas de comunicación de vuestra hermandad ideológica. Allí veis un mensaje de Alfred Hauptmann

@A.H.Thor >>>>> ¿Qué tal, camaradas?
@A.H.Thor >>>>> Os quería preguntar una cosa... ¿habéis hablado alguna vez con Laurent Malalt?

[Corso]

Una vez abandonó la pestilencia a “muerte y esoterismo” de la cripta del Giovanni, un eco de duda, como un ave de mal agüero, sobrevoló el ánimo de la Ventrue ensombreciendo su mirada. Karen ocultó esa umbría en sus ojos abriendo la marcha de su familia de sangre hasta el aparcamiento, dejando, por un lado, que Annalise se encerrase por unos momentos en sus propios pensamientos; fuesen los que fuesen. Su sobrina había dejado fluir, nuevamente, la vehemencia sin ambages de la joven sangre que corría por sus venas; aunque esta vez de forma acertada (o afortunada, pues por suerte König no se había cerrado en banda a su petición), pensó, lo que les iba a llevar al punto y lugar al que llevaban tratando de llegar desde que descubrieron el suceso acontecido en el parking de C&N: el análisis de los cadáveres de los niños “in situ” y por ellos mismos.

Por otra parte, en cuanto a Lars, seguro que su hermano aún estaba masticando, tragando y volviendo a masticar, sin poder escupirle a la cara, todo lo que le hubiese gustado soltarle a aquel coleccionista de huesos mohosos y malolientes.

Mientras extraía el mando del Mercedes de su,estrenado para la ocasión, prohibitivo Michael Kors, ella misma ahondaba en sus propias ideas y elucubraciones. Por lo que a ella respectaba, la primera impresión que había tenido de König -y algo le decía que, desgraciadamente, iban a tener que tratar con él de nuevo más pronto que tarde – era la de cualquier charlatán de tres al cuarto que ha llegado a ganarse una buena dosis de reputación y fama dentro de su comunidad haciendo gala de sus oscuras artes; como era costumbre entre los de su calaña, aquellos que trafican con la información que procuran las almas de los muertos.

Poco había tratado la “Patricia” con el clan de los nigromantes, pero aquel “hombre”, en cuestión, al menos tenía cierto grado de aplomo; eso podía llegar a concedérselo. Si embargo, Karen se preguntaba, no sin razón, si fuera de aquella cripta que tenía por “sala de reuniones” y con otras cartas en las manos, aquel vástago seguiría apostando tanto, tan descaradamente y tan fuerte por sus intereses como lo había hecho esa noche. Primero con putas y drogas en el Prins y ahora lo hacía con la muerte. Quizá llevase un traje impecable y estuviese sentado en el Natlige, pero no dejaba de ser un traficante escondido tras un traje de sastrería y una afilada sonrisa.

¡Por Odín! Si hasta había comparado los negocios con una carrera de coches en pleno derroche de fanfarronería. Maldito imbécil, ni con todo el dinero y la posición del mundo podía camuflar lo que seguramente era: un cateto italiano que se acostaba con cadáveres y con ínfulas de jugar a ser qué, ¿Un reputado e influyente hombre de negocios? Puto palurdo. No a sus ojos. Hasta ese momento había sido más rápido, sí, pero mantener la velocidad requiere la misma cantidad de control y, tarde o temprano, todo el mundo acaba por perderlo. O, al menos, tendrían que buscar la manera de que eso le sucediese al bueno de Matthias König y su podrida familia de una forma que no rompiese simpatías entre clanes, que no socavase afinidades, sostuviese la sede de C&N en sus legítimas manos y les facilitase la información que decía poseer, pero que le mantuviese a raya a él y a los suyos.

Muy difícil tarea, sin duda alguna -quizá titánica para ellos tres-, pero qué Ventrue, qué hermano de clan y de facción dejaría que esa alimaña les extorsionase de una manera tan evidente. ¿Perder la propiedad de la sede que era el motor económico de la causa, de la meta más digna y pura que en ese momento representaban? ¿Tocar uno de los pilares de la Supremacía Nórdica? Estaba de broma…ese paleto tenía que estar de broma.

“Dignitas”, la búsqueda del aumento del prestigio de Karen iba a ser puesta a prueba en un futuro próximo y la “sangre azul” de la vampira hacía que en su cabeza empezasen a esbozarse las primeras fintas y estocadas de lo que para cualquier Ventrue que se considerase como tal, se había convertido en un duelo. Contra König y contra aquellos que les llevaban dando jaque desde hacía varias noches.

- Hay que buscar una contraoferta – les dijo a Lars y Anni, volviéndose hacia ellos sin rodeos, en tono tranquilo y con seguridad una vez liberada de la invisible tensión que había ejercido sobre ellos el edificio que estaban a punto de abandonar – O una forma de que König se vea obligado a colaborar abiertamente sin darle la posibilidad de competir por la sede de la constructora. Ese... hombre, como buen usurero, sigue pensando que el dinero abre cualquier puerta que aún no forme parte del patrimonio de su familia. Trataremos sobre ello con más tranquilidad mañana por la noche, pero está claro que en el hipotético caso de que el partido se llegue a plantear siquiera valorar su oferta -y atendiendo a todos los extraños sucesos en los que estamos envueltos- debe comprometerse a compartir gran parte de lo que saque en claro de sus “investigaciones” con nosotros. Ese factor en la ecuación nos dirá qué grado de interés real tiene y qué nivel de simpatía, real, nos – remarcó la palabra en alusión al conjunto de Los Verdaderos Daneses- profesa más allá de una mera transacción y unas escrituras; que supongo, es ninguna.

No obstante - detuvo la mirada en Annalise un segundo antes de continuar, buscando en sus ojos algo que le dijese si aquello que la había atribulado ya había pasado, sin pretender que lo compartiese si no lo quería hacer – Has estado muy acertada y creo que lo primero es ir ahora mismo a ver qué puedes averiguar de esos niños. Aprovechemos la oportunidad antes de que alguien la reconsidere. No sé que es lo que te mantiene tan seria y te respeto lo suficiente como para no preguntar. Estoy convencida de que si lo consideras oportuno lo compartirás conmigo. Solo quiero saber si estás bien, centrada para ir al Amager y ponerte con ello-pese a la frialdad con que podía haber sonado su voz, el afecto y la preocupación eran sinceros, obra de un genuino afecto por ella.

En ese momento Karen recordó un pequeño cosquilleó en su mano proveniente del interior de su bolso y que había ignorado mientras estaban con el Giovanni. Mientras dejaba el margen de tiempo suficiente para que su sobrina le diese una repuesta, comprobó de quién se trataba. Al hacerlo, miró instantáneamente a su hermano, sorprendida por el nombre de la sala de Booldspot y más aún por el del emisor del mensaje. Algo realmente inesperado para ambos.

¿Laurent Malalt? - les preguntó antes de contestar- ¿Alguno habéis oído hablar de él?

En caso negativo, la respuesta al líder del partido iba a ser muy breve. Aunque algo le decía que no por ello la conversación en el chat no quedaría solo ahí; tratándose de Alfred Hauptmann.

[Nyxe]

-No es nada -le respondió Annelis a su tía de sangre-. Fue el hospital donde me ingresaron cuando nos atracaron -le explicó a Karen, que conocía esa historia. Annelise hubiea peferido no tener que volver a pisar ese hospital-. Pero no te preocupes, lo bueno es que ya lo conozco -dijo mientras trataba de sonreir.

Annelise se encogió de hombros cuando le preguntaron por ese nombre. No le sonaba de nada.

-Perdonadme un momento, tengo que hacer una llamada- les dijo, alejándose un poco en cuanto salieron del edificio. No era porque le preocupara que pudiera escuchar su conversación, sino precisamente para no molestarles.

"Isak, ya me tienes aquí. ¿Qué pasa?"

[Voivoda]

OFF: Sigo con Annelise mientras espero que Lars pueda responder su turno y a las palabras de Karen.

- Ey, ¿cómo te va?, ¿te lo pasaste bien en el Prins?

Annelise comprendió al momento que la pregunta no era más que una interrogación retórica. Dudaba mucho que Isak le llamara sólo para ver qué tal le había ido la noche. Era consciente de que él le había hecho un favor al facilitarles la entrada a la discoteca situada en dominios de los Giovanni y probablemente venía a pasar la factura. La Ventrue contestó de un modo vago, sin dar detalles y dejando que fuera su interlocutor el que llevara la conversación por donde realmente quisiera llevarla.

- Me alegro... sí, es un buen sitio, aunque un poco degenerado, ya sabes, como que a veces va la gente un poco pasada.... Bueno, sí, verás, necesito que me hagas un favor -Annelise piensa que es curiosa la forma que utiliza, ya que realmente lo que está haciendo es cobrarse el que os hizo él- Bueno, no sé si tú o algunos de tus amigos podría ayudarme... Verás... tengo un amigo metido en un problema... No, no es nada serio, pero le han detenido y me interesa que esté libre, es bueno para el negocio, ya sabes... Bueno, me preguntaba si a lo mejor podéis mover algunos hilos y que quede en nada. Mira, te paso un enlace.

Una pequeña vibración llega al teléfono de Annelise, que deja la llamada en espera mientras abre el link. El enlace le lleva a una noticia de un periódico danés informando de la detención de un supuesto terrorista anarquista de origen sueco que ha sido detenido en una redada cerca de Christiania. Al parecer estaba manipulando algún tipo de explosivo y la Fiscalía le atribuye ya delitos de pertenencia a organización terrorista. Annelise piensa por un instante qué consideraría Isak "un problema serio".

- Seguro que podéis hacer algo, hoy por ti mañana por mí...

[Victor_Krugger]

- Seguro que tendrán que comentarlo con sus superiores y seguir negociando.

Lars tuvo que morderse la lengua para no decir ninguna impertinencia ante el comentario punzante del Giovanni. Simplemente se limitó a quedarse quieto como una estatua, sin mostrar ni un ápice de desagrado. Como se suele decir, las palabras duelen sólo cuando te importa quien las dice. Y en este caso, el señor König no era más que un trepa sin honor que trataba sacar tajada de las miserias de los otros.

Le agradó ver como su chiquilla, una vez más, demostraba ser una parte fundamental de la coterie y que tras esa imagen de inocencia se escondía una mujer audaz e inteligente. Le sorprendió que asalta tumbas accediese a su petición, pero le asombró aún más cuando comentó que los niños estaban en el Hospital Amager. Su mente se fue hacía el incidente con Halil y lo mal que salió todo. No era su intención que las cosas acabasen de aquella manera.

“El karma es una perra, de todos los hospitales de Copenhague los cadáveres tenían que estar en el Amager... por Odín, espero que Annie nunca se entere de la verdad”

Ya en el ascensor, con el sabor agridulce de la derrota en los labios, Lars permaneció callado. Estaba absorto y quizá un poco preocupado. Temía que el recuerdo de aquella tragedia influyese negativamente en el ánimo de su chiquilla. Mientras escuchaba como Karen se desahogaba y mostraba un cabreo monumental, el se limitaba a asentir con la cabeza. Incluso en el momento en el que su hermana ejercía de "tía", preocupándose y también alabando el saber hace de Annie. Hasta que finalmente se recompuso y se decidió a soltar lo que se le pasaba por la cabeza.

-Esta claro que tenemos que contratacar de alguna manera. Ahora mismo para mí, ese folla muertos es el sospechoso número uno de todo lo ocurrido. Es como cuando un tipo quiere comprar un edificio residencial y lo primero que hace es hacerse con uno de los apartamentos, para después meter a una manada de putos gitanos que se cagan por los pasillos de las zonas comunes. Poco a poco, esta plaga de proto seres humanos le hacen la vida imposible a las buenas familias que viven ahí. El resultado final es que los residentes originales terminan vendiendo sus domicilios a un precio irrisorio. ¿Y quién es el primero que está ahí para comprar esas casas?... El mismo malnacido que metió a los gitanos en el edificio. Nos está haciendo la de “los gitanos”, sólo que en este caso son niños muertos… es sólo una corazonada… pero…

Como un regalo caído del cielo, el mismo Mjolnir fue a caer en sus manos. Su móvil vibró. Justo lo que necesitaba para olvidar sus preocupaciones. Mensaje con un enlace que lo invitaba a entrar en una sala privada del Bloodspot. #OrgulloDeThor. Era Hauptmann. Miró a Karen y esbozó una media sonrisa.

-¿Laurent Malalt? - les preguntó antes de contestar- ¿Alguno habéis oído hablar de él?

-No sé quien es, pero ya estoy deseoso de conocerlo… ¿contestas tú o ya lo hago yo?

[Corso]

Karen asintió a la pregunta de Lars y bajando la vista hacia la pantalla de su teléfono empezó a teclear. No de forma inmediata, pero tampoco dejando colgada más tiempo del conveniente una respuesta a Hauptmann.

“Lo siento, pero no tenemos el ¿placer?”.

Sus esmaltadas uñas fueron concisas, pues aunque en algún momento del futuro más próximo la coterie tendría que tratar ciertos asuntos con él, no tenía intención de que el líder del movimiento les prestase más atención de la necesaria en esos momentos, bastante tenían encima ya. Sin embargo, no pudo sostener la curiosidad de tan inesperada aparición remarcando la última palabra de su respuesta en interrogante.

Lo hizo no sin ciertas dudas al respecto. ¿Deberían conocer a Laurent Malalt?, pensó, mientras pulsaba la tecla de envío. Quizá, no hacerlo, menoscabase de alguna manera hasta donde los tres tenían bien hilada su red de contactos e influencia de cara a los altos mandos del partido -pues no era cualquiera quien podía despertar un interés tan directo de Herr Alfred Hauptmann-. Pensar en ello desagradaba a Karen, poco dispuesta a que le opinión que sus mayores tenían sobre ellos se viese menoscabada. Incluso con su edad vampírica, sabía que a ojos de algunos de los vástagos más importantes de la causa aún era una pequeña aspirante a llegar a ser algo. Así que, aquel nombre se añadió automáticamente a la lista de indeseables a tener en cuenta a partir de aquel momento y, si hubiese podido hacerlo, hubiese suspirado resignada ante un nuevo frente abierto. O, posiblemente, la incómoda estancia en los aposentos de König aún no había acabado de disiparse y estaba exagerando una simple pregunta.

Con todo y sin saber si recibiría un nuevo mensaje de Hauptmann, alzó de nuevo la mirada para dirigirse a su hermano; aprovechando que Annalise estaba enfrascada en una conversación aparte.

- ¿Crees que podrías buscar información sobre él? ¿Antecedentes, al menos? Tengo la impresión de que si no conocemos al señor Malalt, no tardaremos en hacerlo... Y ojalá esté equivocada, mi sórdido y pálido agente, pero algo me dice que Hauptmann tiene planes para nosotros – sonrió, sacado un cigarrillo del bolsillo de la camisa del Ventrue para ponérselo en los labios y encenderlo con el zippo del propio Lars. El olor a gasolina entre los dos parecía una broma macabra.

[Victor_Krugger]

La pálida e impertérrita faz del policía esbozó una sonrisa tras el gesto de Karen. Dio una calada y volvió a su serio semblante habitual.

- Estoy seguro que algo encontraré de ese Laurent Malalt, pondré a mis contactos con ello de inmediato. Sea humano o no, seguramente alguien sabrá algo de él.

Miró de reojo a Annie.

- Lo ha hecho bien con König, pero me preocupa que tenga que volver al Amager… demasiados recuerdos traumáticos. - Dio otra calada. - Esperemos a ver que sucede con esa repentina llamada… espero que no se traduzca en más problemas. Últimamente, parece que nos ha mirado un tuerto… y no es Odín precisamente.

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OffRol: Antes de terminar la noche, quiero hablar con todos mis contactos para preguntar si saben algo de este tal Laurent Malalt. En caso de que no sepan quién es, les quiero pedir que pregunten e investiguen, quiero que me den datos de este Malalt.

[Nyxe]

Annelise miró perpleja la noticia. No acusaban a ese hombre de poco.

-¿Seguro que no es nada serio? -le preguntó, poco segura- En lo que me acabas de pasar le acusan de "manipulacion de explosivos" y "pertenencia a una banda terrorista" -comentó-. A ver, no es la primera vez que escucho algo así por un simple coctel molotov -le dijo, sin intención de escaquearse sino de saber de qué se trataba-. Puedo asegurarme de que no se pasen con él. Pero si me dices que era C4 quizá lo mejor que pueda conseguirle para esta noche es una celda sin ventanas... -dejó caer, sin llegar a hacer la pregunta sobre si su amigo necesitaba evitar la luz del sol-.

La Bestia le hizo sentir un escalofrío solo de pensar en explosivos, en parte por imaginarse el fuego, pero tambien por los que encontraron bajo el coche de Lars. Y una voz dentro de su cabeza le preuntó -"¿no sera...?"

-No, no puede ser- pensó. -"No pueden haberlo encontrado tan rápido".