Episodio 5. 22 de marzo de 1945

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Re: Episodio 5. 22 de marzo de 1945

#21

Mensaje por Voivoda » 31 May 2021, 20:52

Una bestia.

Karen no era tonta. Sabía de sobra lo que se escondía en su interior desde la misma noche en que se despertó de nuevo de entre los muertos para iniciar un recorrido vital en contra de todas las leyes de la naturaleza. Sabía que la disciplina, la arrogancia y los muy nobles principios de conducta de su Clan eran el mejor método, si no el único posible, de mantener a raya a ese espíritu primitivo que habitaba dentro de cada vampiro. Siempre había sido modélica, inspiradora y ejemplar. Esa esencia brutal de su interior no se había mostrado prácticamente nunca e incluso en algunas noches que podía calificar de felices, Karen se había llegado a olvidar de ese ansia irrefrenable, de la ira, el miedo y el simple deseo de alimentarse como un animal sin raciocinio que acechaban en su interior.

Pero dentro de ella habitaba una bestia y parecía devolverle la mirada con toda su crudeza al otro lado de un ventanal por el que podía divisar las columnas de humo y fuego y lejanas ráfagas de proyectiles tierra-aire que intentaban defender la ciudad de Copenhague. La guerra parecía el entorno perfecto para el descubrimiento, o más bien la confirmación, de su verdadera naturaleza.

A Karen le llegaban como atenuados por un efecto de irrealidad sonora los gritos y carreras por el hotel después del portazo de su hermano. Había estado tentada incluso de atravesar la puerta de un golpe y agarrarlo por el cuello por dejarla encerrada. Ahora se asustaba de esos pensamientos, comprendiendo que su hermano probablemente la había salvado de sí misma.

La Ventrue miró la masa deforme que hasta hacía unos minutos había sido la cabeza del idiota anarquista que había venido a por ellos. Estaba claro que habían dejado su huella en el tiempo. Karen pensó con un ligero escalofrío que antes de haber sido Abrazada en realidad ya había dejado rastro de su existencia como inmortal. El pensamiento la hacía sentirse pequeña y esa sensación era semejante a la de la humillación y la vergüenza de hace unos minutos.

Miró aquel cuerpo que iba palideciendo en un rigor mortis excesivamente rápido. Intentó sentir algún tipo de emoción humana por su muerte, por el hecho de que aquel infeliz hace media hora no imaginaba que estaba a punto de dejar de existir.

Pero no sintió más que un intenso e interminable vacío.

Ya no había marcha atrás, sólo quedaba mirar hacia delante. Quizá recorrer el camino que, paradójicamente, ya había sido recorrido.


----------

El hombre acorralado por Annelise no podía despegar su mirada de los ojos de ella. Aunque la Ventrue no venía de la misma rama tradicional y demostradora de poder de Lars o de Karen, no podía negar que disfrutaba de la sensación. Era un poder que parecía fluir como una especie de capa viscosa invisible que unía la mente de aquel infeliz con su propio poder sobrenatural como las raíces de una planta la dejaban clavada en el suelo. Podía notar de un modo instintivo que incluso a pesar de que el organismo, el propio cuerpo, del hombre que tenía delante luchaba como era lógico por su propia supervivencia, su mente no podía hacer otra cosa diferente a subyugarse a la orden que ella le había dado.

No obstante, el tiempo no era infinito. Annelise escuchó un portazo en las plantas superiores y también susurros y voces en otras habitaciones. A pocos peldaños de distancia, sintió el click de un arma que seguramente estuviera cargando alguien en la recepción. A su espalda, lo que potencialmente era un inconveniente a tener en cuenta aunque al menos el último recodo de la escalera la protegía y estaba fuera de la vista y del ángulo de tiro potencial desde el hall. La Ventrue maldijo para sus adentros. Desde el primer minuto había temido que la excursión no fuera una buena idea y ahora estaban en una ratonera de la que podía ser muy difícil salir.


----------

Los golpes repetidos del zapato de Karen contra el cráneo, la masa encefálica y finalmente las tablas de madera del suelo de la habitación dejaron poco espacio para la imaginación de Lars. Se aferró durante unos segundos al pomo de la puerta maldiciendo en voz baja, consciente de que habían dejado de ser un grupo de vampiros que caminaban en paralelo al devenir de los acontecimientos para introducirse de lleno en la corriente de la Historia.

El policía soltó lentamente el pomo confiando en que su hermana recuperaría la compostura. La punta de su zapato derecho rozaba la pistola que el idiota que tenía delante había tirado por orden de Karen. Lars pudo comprobar en los aterrorizados ojos del tipo que tenía toda la intención de salir corriendo de allí. No obstante, el estupor, el miedo y probablemente los efectos aún de la poderosa influencia de Karen hacían que el hombre reaccionara con una lentitud mayor de lo normal, lo que a Lars le daba cierta capacidad de reacción.

Lars escuchó cómo se descorría algún cerrojo cercano.

Aquello aún podía ponerse peor.

OFF:

Karen -2 Puntos de Sangre. -1 FV. Pasa a tener Humanidad 5.
Lars. -5 Puntos de Sangre.
Annelise - 8 puntos de Sangre (quedan 6 en el organismo). +3 en Destreza.

Lars y Annelise actúan antes que sus enemigos.


Tirada de Annelise
Spoiler
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[roll=606]3d10=>6-P[/roll]


Tirada de posible Degeneración de Karen

Spoiler
Mostrar
[roll=607]3d10>=8-P[/roll]


Tiradas de Lars

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Iniciativa de Lars. Suma 5

[roll=608]1d10[/roll]

Iniciativa del enemigo. Suma 3
[roll=609]1d10[/roll]


Imagen

Annelise Niemi (Nyxe)
Genetista

Re: Episodio 5. 22 de marzo de 1945

#22

Mensaje por Nyxe » 05 Jun 2021, 00:24

-"Mierda". -pensó Annelise mientras apretaba los dientes.

La Ventrue intentó considerar sus opciones en las escasas décimas de segundo que tenía. Podía intentar obligar al soldado a que subiesen las escaleras antes de que nadie se acercase, pero si lo que había oido era un arma, eso significaba que esos tres no habían venido solos. Quien quiera que se acercase a mirar, si no veía a nadie, subiría las escaleras para investigar.

Pero podía hacerle olvidar lo que viera.

-"Dame tu pistola, ponte ahí y no hagas nada" -le ordenó al soldado mirándole a los ojos y señalándole la esquina, fuera del campo de visión desde el hall. Entonces ella se colocó delante de él, fuera también del campo de visión de quien pudiera llegar. Tan pronto como alguien subiera por las escaleras, le apuntaría con la pistola y le obligaría a mirarle a los ojos también.

Off: Annelise vuelve a usar Dominación.

LARS OLSEN (Victor_Krugger)
Policía Neonazi

Re: Episodio 5. 22 de marzo de 1945

#23

Mensaje por Victor_Krugger » 14 Jun 2021, 00:00

Lars, abrió la puerta y se topo con los ojos de cordero rebosantes de pavor del hombre que había presenciado en aquella habitación. Su pie rozó con suavidad el arma que el mismo tipo había arrojado tras la orden de Karen. Sin dudarlo dos veces, la prendió con sutileza y apuntó el cañón hacia el infeliz que se había cruzado en su camino. Ya era tarde para no alterar nada del pasado. Fijó su mirada sobre los ojos del hombre.

-Quieto*, ni te muevas. Si te portas bien, no te pasará nada. Ha sido todo un malentendido. Siéntate un rato en la cama y así podremos charlar tranquilamente.*

El sonido del pestillo de una puerta descorriéndose lo alertó. La cosa se complicaba aún más. En su interior se maldecía por no poder estar en dos sitios a la vez, en su mente reinaba la idea de salir corriendo escaleras abajo para salvar a su chiquilla. Pero no podía si no ponía fin a la amenaza que tenía delante.

- Karen, ¿estás bien?... Si es así, encárgate de nuestro amigo. Tengo que ir a ayudar a Annie.

_________________
OffRoll: *Lars usa dominación 1 y dominación 2
Orden: Quieto
Mesmerismo: Siéntate un rato en la cama y así podremos charlar tranquilamente.

La intención de Lars, tras comprobar que Karen está bien y si la dominación tiene efecto, es salir corriendo escaleras abajo para ayudar a Annie. Si no tiene efecto la dominación, ya veremos que hace.

Karen Klausen (Corso)
Juez (Tradicionalista)

Re: Episodio 5. 22 de marzo de 1945

#24

Mensaje por Corso » 24 Jun 2021, 10:32

"Karen, ¿estás bien?... Si es así, encárgate de nuestro amigo. Tengo que ir a ayudar a Annie".

La pregunta de Lars quedó suspendida en el aire durante un medio y eterno minuto. Fue entonces cuando la puerta de la habitación se abrió lentamente, descubriendo ante los ojos del ventrue a una Karen que tuvo que esforzarse en poder reconocer. Su piel parecía más pálida que nunca y de sus lagrimales, como dos trazos de tinta negra sobre un lienzo, corrían los restos resecos de su malogrado rimmel de ojos. El contraste era turbador, lo que remarcaba aún más las facciones afiladas de su rostro; al punto de dotar de mayor dureza el gesto ya de por sí severo de su hermana de sangre. Sin embargo, era su mirada lo más inquietante.

Algo había hecho «crack» dentro de la vampira, estaba más que claro, pero aunque ambos eran conscientes de ello no tenían tiempo para averiguar a qué nivel ni en qué profundidad. Aún y así, cuando le habló, algo en su tono de voz procuró un cierto efecto tranquilizador, porque quizá Karen hubiese estado encerrada en su propio infierno personal esa noche, pero al menos, en ese momento, parecía haber recobrado algo de la compostura, la frialdad, el brío y el orgullo por los que, entre otras cosas, Annie y él la reconocerían aún con los ojos vendados.

¿Verdad o pura impostura? ¿Qué marca real, indeleble e invisible había dejado el mordisco de la bestia en su hermana? De momento, era algo imposible de discernir para él; y podía ser que incluso para ella misma. Por otro lado, en la situación en la que estaban era el menor de sus problemas.

- Estaré mejor cuando salgamos de este estercolero - le dijo aproximándose, con una arrogancia y tronio que Lars sintió como íntimos y familiares - pero a no ser que no nos quede más remedio, no volveremos a separarnos - asintió mientras apoyaba una mano en su hombro. Una mano que ahora se mostraba firme y tan locuaz como su propia voz.

- No creo que tenga mucho sentido permanecer aquí, por mucho que en el exterior corramos peligro este sitio es una ratonera ahora. Así que, ¿Por qué no abandonamos el hotel? Quizá nuestro inesperado visitante pueda servirnos de ayuda...o de salvoconducto- la ventrue dirigió de soslayo su atención hacia el hombre, con una mirada plena de intenciones, desviando también hacia él el adusto gesto de su hermano.

- Supongo que el asunto que os ha traído hasta aquí se ha te ha complicado más de la cuenta, y que a estas alturas te gustaría estar en tu casa, al abrigo de los amorosos brazos de tu mujer o de tu familia. Sinceramente, si me permites decirlo, ambos sabemos que todo este malentendido te queda muy grande ¿Me equivoco? - Karen sabía el efecto que podía producir su voz en los demás, pero también era consciente de lo que le había hecho al pobre diablo unos minutos antes. Así que, decidió revestir cada palabra con un sibilino manto de persuasión, como el fino papel que envuelve un caramelo.

- Bien, siendo así, te propongo algo antes de que toda esta situación se ponga aún más difícil para todos. Cuéntanos si hay más de los vuestros en el hotel o si alguien más os - nos- está esperando ahí fuera, ayúdanos a salir de aquí y te garantizaremos que te dejaremos regresar al abyecto agujero del que habéis salido.

No se explayó mucho más, aunque dejó un breve espacio para que Lars añadiese algo sobre lo que proponía antes de ponerse en movimiento. Además, si aquel hombre accedía podría sanar su herida sin perder mucho tiempo. En caso contrario, aún podrían convencerle invadiendo su mente y su voluntad. Fuese como fuese, actuarían rápido, pues no dejarían sola a Annelise.

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Re: Episodio 5. 22 de marzo de 1945

#25

Mensaje por Voivoda » 24 Jun 2021, 20:05

El hombre que estaba frente a Lars se quedó clavado en el sitio. Tan clavado, que no mostró intención alguna de sentarse en la cama en el interior de la habitación tal y como el expolicía le había ordenado. Lars frunció el ceño ante el hecho de que el tipo no siguiera al pie de la letra sus instrucciones, sintiendo una corriente de inseguridad que no era para nada una de sus emociones habituales. No obstante, al observar el panorama en el interior de la habitación, y al escuchar la voz de Karen, pudo imaginar lo que la mente probablemente mortal del hombre que tenía delante estaba tratando de asimilar. Miraba de reojo los restos ensangrentados de lo que hasta hace unos minutos era uno de sus compinches y cuyo rostro era una amalgama irreconocible. Y miraba entre el espanto y el estupor a esa mujer de aspecto ario en cuyo rostro asomaba la amenaza primitiva de una bestia animal que, aunque él no pudiera comprender, sí podría presentir.

En resumen, el hombre estaba paralizado por el miedo, incapaz de decir o hacer nada mientras sus manos comenzaban a temblar como muestra del shock que estaba experimentando. Lars sentía que la Mascarada podría estar sutilmente en peligro con esa situación, ya que incluso una explicación racional de lo sucedido os situaba en el epicentro de una acción puramente criminal y salvaje. Karen no tenía tales preocupaciones. De hecho, su Bestia le susurraba que se desquitara de la humillación de hace unos minutos estampando el cráneo de ese infeliz contra la pared que tenía detrás. Podía contener sus instintos, pero no negaba tales deseos que nacían de las profundidades del ser no muerto que era en realidad.


--------

- ¡Tira el arma!

Con una rapidez felina, y constatando que el hombre que tiene delante se aleja obediente un par de pasos tras entregar dócilmente su arma, Annelise se gira hacia la dirección de la voz. Cuatro escalones más abajo, desde el rellano, el conserje del hotel apunta a la Ventrue con una escopeta. La Ventrue mantiene a su vez también el cañón de la pistola apuntando hacia él... e intenta mantenerse lo más firme posible, ya que es probablemente la primera vez que coge un arma. Os miráis durante un par de segundos en los que reina un tenso silencio. El instinto se apodera de las sensaciones de la Ventrue, que es consciente de que el hombre que tiene delante no va a dudar en apretar el gatillo. Es probable que sólo tenga una décima de segundo para decidir qué hacer...

... Lars y Karen escuchan el grito procedente del piso inferior. Karen apenas puede controlar el desprecio que tiene por el hombre que está en la puerta de la habitación, cuyo terror le impide incluso contestarle. Lars avanza corriendo hacia las escaleras, empujando al tipo, que apenas se inmuta aunque deja escapar una especie de sollozo. El expolicía pone su pie derecho en el primer peldaño...


OFF

He avanzado apenas unos segundos la escena y la congelo en un momento exacto. Y explico por qué. Annelise y el tirador han empatado en la iniciativa, aunque Annelise actuará apenas décimas de segundo antes. Aunque Lars quiera bajar las escaleras para ayudarla, es imposible que llegue abajo en el segundo en el que va a transcurrir la siguiente acción, aunque lógicamente tanto él como Karen podéis postear libremente. En todo caso, el siguiente turno se adaptará primero a lo que pase abajo (a excepción de que por ejemplo la acción de Karen no tenga que ver con la escena de Annelise y transcurra por tanto en paralelo como hasta ahora).

Tiradas de Annelise

Spoiler
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Dominación
[roll=623]5d10>=5-P[/roll]

Iniciativa (suma 8 al resultado)
[roll=625]1d10[/roll]

Iniciativa contrincante (suma 4 al resultado)
[roll=626]1d10[/roll]


Tirada de Lars

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[roll=624]7d10>=6-P[/roll]



Imagen

Annelise Niemi (Nyxe)
Genetista

Re: Episodio 5. 22 de marzo de 1945

#26

Mensaje por Nyxe » 26 Jun 2021, 00:00

-¡Vale! ¡Está bien! -dijo Annelise mostrando las palmas de las manos en un gesto de rendición, con el cañón de su pistola apuntando al techo.

No tenía otra opción. Ella no podía disparar, no se atrevía a matar a nadie en lo que para ella era el pasado, y cualquier tiro que se escuchara sólo les supondría más problemas. Y aunque podía hacerse la muerta si la disparaban (o eso creía), estaba demasiado hambrienta como para poder regenerar su herida antes de buscar alimento de nuevo. Y en aquel tiempo no le iba a resultar fácil hacerlo. Necesitaba atajar aquello cuanto antes.

Pero por suerte, aquél hombre al tratar de amenazarla le estaba dando exáctamente lo que necesitaba. Aunque sólo le veía un ojo, el conserje no prestaba atención a nadie más que a ella. Estaba en la situación perfecta.

-Está bien -repitió Annelise- voy a dejar la pistola en el suelo... -dijo, bajando la pistola lentamente- ...si tu haces lo mismo -dijo imprimiendo sutilmente la orden a sus palabras. -Vas a dejar de apuntarme porque aquí no ha pasado nada, sólo nos hemos tropezado y nos hemos caido por las escaleras sin hacernos daño. -Annelise se tomó su tiempo para que el poder de sus palabras calase en la mente de aquel hombre. -Así que vas a darte la vuelta y vas a volver a tu trabajo tranquilamente, porque aquí no hay nadie armado.

Off: Annelise usa Dominación otra vez.

Karen Klausen (Corso)
Juez (Tradicionalista)

Re: Episodio 5. 22 de marzo de 1945

#27

Mensaje por Corso » 04 Jul 2021, 11:46

Una parte en el interior de Karen no pudo evitar regocijarse al contemplar como aquel insignificante sub-ser temblaba ante ella, al ver su cara de pánico sobrevolar la escena que aquella puta nazi salida del averno había dibujado con sangre dentro de la habitación. La ventrue casi podía masticar su miedo. Casi podía regurgitar el pavor que le atenazaba ante la raza.

Su expresión de horror, en cierta manera, alimentaba a la bestia, que - aunque con menor intensidad - seguía rugiendo entre sus perfectos pechos de alabastro; alojada justo en el órgano atrofiado que en otra época había alojado una moralidad esa noche un poco más perdida. Como si su humanidad se filtrase a través de las grietas de un dique, o solo se mantuviese con vida a través de un respirador mecánico. Karen podía sentirlo crecer dentro de ella, un efluvio visceral cuyo caudal aumentaba auspiciado por el ambiente de la guerra. Lo notaba como una madre primeriza siente - con sorpresa y un poco de miedo - las primeras patadas de su feto dentro del vientre, solo que con una sensitividad mil veces más profunda y salvaje. Por mucho que tirase de las riendas para mantener en buena dirección a ese ese caballo que se estaba desbocando en 1945, lo sentía.

Tardó solo unos segundos en darse cuenta de que, o iba a necesitar ser más directa con aquel gusano asustado, o realmente, a aquellas alturas, éste solo podría servir para descargar aquello que, como el ser no muerto que era, no se podía negar a sí misma: las ganas de destrozarlo hegemónicamente.

Su instinto de supervivencia, ante la idea de que el pobre diablo le podría facilitar de alguna manera el escapar de allí junto a su familia de sangre, contuvo las ganas de apretar hasta reventarle la cabeza cuando con las palmas le sujetó ambas mejillas y le miró profundamente a los ojos, desatando un huracán de mando entre ambas miradas, concentrando el poder de su sangre y su autoridad hasta convertirse ella misma en un vórtice que se hubiese tragado la misma habitación y cuanto les rodeaba, buscando que reaccionase obediente a sus ordenes, le contestase y ayudase a salir de allí junto con Annie.

- Mírame, vas a responder a mis preguntas y después nos abrirás el camino para salir de aquí. Nos ayudarás. Y lo harás plenamente convencido porque sabes que todo lo que ha pasado ha sido responsabilidad vuestra. Sabes que solo nos hemos defendido de vuestro ataque, y es lo que le dirás a cualquiera que se cruce con nosotros. Sabes que debes hacerlo, y también sabes que es lo único que puedes hacer para conservar la vida. Así que vas a empezar a hacerlo ¡ahora!


off: Mientras se resuelve la situación con Annelise y postea Lars te dejo el turno de Karen, Voivoda. Supongo que antes de que él salga a correr escaleras abajo, Karen tiene tiempo y margen de maniobra para esto. De todas formas, si finalmente Lars se pierde por la escalera, Karen no va a seguirle, al menos hasta que tenga claro después de usar dominación con este hombre que no les va a ser útil para nada. Ya me decís y ya os iré leyendo. Igualmente, he esperado un poco a ver qué hacía Lars y qué pasaba con Annelise, pero he decidido meter cuña ya ;) Espero no haberme colado y haber entendido bien ese espacio de tiempo en el que congelaste la escena. :roll:

Para acabar, eso, Karen usa dominación con el amigo del caracortada. :D

LARS OLSEN (Victor_Krugger)
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Re: Episodio 5. 22 de marzo de 1945

#28

Mensaje por Victor_Krugger » 16 Jul 2021, 00:13

Lars estaba inmóvil observando a su hermana, escuchó con atención sus palabras, pero prefirió no actuar dejando que Karen tomase la iniciativa. Algo había pasado en la habitación, algo malo, algo que escapaba a su control, pero no tenía tiempo para ocuparse de ello en esos momentos. Unos pisos más abajo estaba Annelise y seguramente necesitaba su ayuda. Ella era excelente en muchos campos, pero en lo que se refería a la acción violenta, no lo era.

Tras ver que su Karen tomaba las riendas de su cordura y que se hacía cargo de la situación dio un par de pasos hacia atrás, casi imperceptibles. Cuando la distancia que le separaba del marco de la puerta era de un par de metros, se giró y emprendió su camino escaleras abajo.

“Ya voy Annie, ya voy hija mía. No te preocupes, ya llego…” pensaba mientras sus pies avanzaban escalón tras escalón. Al principio, bajó como un relámpago, después se detuvo. No había escuchado ningún disparo, por lo que dedujo que posiblemente Annie habría conseguido controlar la mente del humano, eso o que estaba negociando con él. Retomó la marcha, pero lentamente. Deicidio que la mejor estrategia era emboscar a ambos.

===========
OffRol: Lars baja las escaleras de manera decidida pero con cautela y procurando no hacer ruido. Cuando llegue a la altura de Annelise y el humano decidirá como actuar.

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Re: Episodio 5. 22 de marzo de 1945

#29

Mensaje por Voivoda » 18 Jul 2021, 19:30

La mirada del conserje del hotel, entrecerrada para fijar con mejor puntería el posible disparo con el que amenazaba a Annelise, se quedó durante un instante prendida de los ojos de la Ventrue. Ella podía notar el poder embriagador del carisma que, como las olas de un mar embravecido, se agolpaba en su interior y salía al exterior con la determinación con la que siempre se había mostrado el poder y la influencia de la Sangre que corría por sus venas. Sabía que era casi la única oportunidad de controlar la situación y, en cierto modo, era consciente de que era también un examen para ser digna de la familia a la que pertenecía; una familia que nunca dejaba de examinar a sus miembros. Notaba el ansia creciente del Hambre en su interior, cegando su concentración con susurros de huida y muerte.

Y en ese momento, su vista se volvió borrosa durante una décima de segundo.

Lars sentía en su interior una sensación que nunca había experimentado con esta intensidad: la de la responsabilidad por un ser querido. No podía definir de otra manera el motivo por el que había escogido como primera opción el bajar para auxiliar a su chiquilla. La había Abrazado por sus capacidades, por su actitud un tanto rebelde y decidida, porque aportaba modernidad y aire fresco al Clan. Pero al final el vínculo creado en ese tránsito post-mortem había terminado conformando un lazo más potente que el de la propia familia. Sentía que si alguien dañaba a Annelise estaba dispuesto a destriparlo aunque eso pusiera en riesgo su propia humanidad. Notaba que el Hambre empezaba a asomar en sus emociones, aunque todavía era una sensación secundaria frente a la necesidad de escapar de ese maldito hotel.

Y en ese momento, su vista se volvió borrosa durante una décima de segundo.

Karen notaba que el mundo volvía a estar en su sitio. Que existía un orden natural que era evidente que existía ya décadas atrás de su propio tiempo y debería seguir existiendo hasta el final de los tiempos. El auténtico pedazo de mierda que le miraba aterrorizado hacía honor a su condición de auténtico pedazo de mierda. Karen podía oler su miedo, sus dudas, su ansiedad, su nerviosismo. Podía notar el aroma a hierro de la sangre intensificarse en sus venas que, una vez aprendida la lección, no mordería ni aunque fuera lo último que tuviera que hacer en su eterna existencia. Dejó que la sensación la embriagase al mismo tiempo que dejaba que la furia violenta que había sentido hacía unos minutos se fuera transformando en una ira gélida, sostenida y constante, una especie de veneno, de gasolina que la mantenía alerta. No iba a dejar que la Bestia se apoderara de ella, pero no iba a negarle tampoco que pudiera olfatear la superficie y demostrar al tipo que tenía delante que no estaba frente a una simple mortal.

Y en ese momento, su vista se nubló durante una décima de segundo.

Los tres parpadeáis y tardáis unos segundos en comprender la situación. Lo primero es la luz. Hay muy poca, mucha menos que hace apenas cinco segundos. Los olores son distintos. Lejía, ambientadores, moqueta.

Annelise está en un descansillo igual que estaba, pero este es totalmente diferente. Es un tramo de escaleras en el que apenas se ve la luz verde mortecina de una señal de salida unos pasos más abajo que indica el siguiente tramo de escaleras. Lars ve a su chiquilla desde los escalones superiores. Llega a observar un logotipo de una desconocida empresa de seguros. Karen se encuentra mirando frente a frente hacia una puerta de cristal que da acceso a lo que parece una sala de reuniones impersonal como la de cualquier empresa. "Sala de Juntas C" dice el indicativo de la puerta. A lo lejos llega a escuchar el sonido distante de lo que parece una aspiradora. En el pasillo hay un reloj que marca las 5:47 de la madrugada, lo que da una pista a la Ventrue de que no queda demasiado tiempo para el amanecer.


Karen -2 Puntos de Sangre. -1 FV.
Lars. -5 Puntos de Sangre.
Annelise - 8 puntos de Sangre (quedan 6 en el organismo).
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Annelise Niemi (Nyxe)
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Re: Episodio 5. 22 de marzo de 1945

#30

Mensaje por Nyxe » 25 Jul 2021, 17:49

Annelise parpadeó unos instantes, confundida, antes de mirar en todas direcciónes, nerviosa. No había nadie. Muy lentamente trató de incorporarse, temiendo que el conserje siguiese ahí dispuesto a dispararle y no fuese capaz de verle. Pero poco a poco se dio cuenta de que no era el caso, y se termino de convencer de cuál era la realidad al agitar las manos en el aire en el lugar donde éste había estado.

Estaba en el presente.

-¿Lars? -Le llamó en voz lo bastante baja como para no alertar a quien pudiera estar ahí pero para que su sire pudiese oirla si estaba cerca. Por suerte lo encontró al levantar la vista, en las escaleras. -¡Lars! -exclamó sin alzar la voz, subiendo corriendo hacia donde estaba.

-¡Lars, nos han hipnotizado!- le dijo casi gritandole al oido, cogiendole de los brazos. -Tienes que volver en tí, estamos en el presente. Nunca hemos viajado en el tiempo. Todo ha sido una alucinación.

Era la única conclusión que tenía sentido para Annelise. Al ver la luz de la escalera de incendios, el logotipo de la empresa, incluso la simple forma de las puertas y las escaleras. Alguien les había hipnotizado y habían estado delirando dando vueltas por la ciudad creyendo que estaban en la Segunda Guerra Mundial. Por suerte no habían hecho daño a nadie de verdad, y solo gracias a la suerte no les había alcanzado el Sol.

Pero el alivio que hubiera podido sentir al pensar que aquello no era real apenas le duró un segundo. Alguien había sido capaz de hipnotizarles a los tres y tenerles bailando a su son durante por lo menos una noche, y Annelise tampoco tenía nada claro por qué había sido capaz de volver en sí. Tal vez el hecho de concentrarse tanto en intentar verle los ojos le había hecho despertar, como a veces sucedía cuando soñabas. Pero si no hubiese sido así, no tenía ni idea de cuanto tiempo hubiese podido pasarse delirando.

-Lars, por favor, tienes que despertar -le suplicó.

Cerrado

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