[SGN][006 - 000][Sương, Qiubai, Nam] Coche de Qiubai - Como un destello

Moderador: Mu_

Ngọc Hoàng (Mu_)
Emperador de Jade

[SGN][006 - 000][Sương, Qiubai, Nam] Coche de Qiubai - Como un destello

#1

Mensaje por Mu_ » 12 May 2020, 21:30

- He intentado ayudarle. No servirá de nada si no le sacan esa bala. Conozco a un cirujano, pero no sé si quiera si aguantará el tiempo suficiente.

Qiubai hablaba desde el asiento de acompañante. Sobre sus piernas y abrazado a sus hombros, el cuerpo raquítico de Yin, quien parecía no querer empezar a hacer preguntas sobre esa incomprensible situación. Quizás salir del infierno era suficiente... por ahora. El jefe la llevaba encima sin alterar su pose ni su cara ni por ella, ni por lo que estaba diciendo.

En el asiento de atrás estaba tumbado el cuerpo maltrecho de Nam, con una camisa Hawaiana ahora tintada de un rojo oscuro. La cabeza, aunque sólo fuera por la falta de espacio, estaba echada sobre la pierna de Sương, que cavilaba en silencio.
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Aquí hay espacio para explicar por qué la experiencia del burdel ha sido (potencialmente) iluminadora para Sương. Doy un par de pistas:

* El segundo mandato de la Canción de la Sombra dice: "Contempla el pilar de la familia y protégelo contra vándalos y ladrones". Muchos lo interpretan como que como antepasados difuntos de sus familiares, han de ejercer de ancestros protegiéndolos. Pero otros buscan el significado del mandato en la institución de la familia en general, y otros en el Wu. Como muchos de los mandatos, la interpretación es muy abierta.

* Si no recuerdo mal, Qiubai nunca ha aclarado la relación que le une con Yin. Ha intentado proteger esa información como ha podido, aunque es fácil intuir una relación paterna o similar.

Añade al post una tirada por tu puntuación de Yin (4), a dificultad tu Fuerza de Voluntad (5). Yo tiraré en éste Pò a 7. Según lo que saquemos te daré instrucciones.
Entonces la vampira se dio cuenta de que Nam había abierto los ojos, aunque su mirada estaba tan perdida que no tenía claro si estaba viendo a través de ellos.
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[mention]Nyxe[/mention] o [mention]Vein[/mention], cualquiera de los dos puede empezar a interactuar.

Ngọc Hoàng (Mu_)
Emperador de Jade

Re: [SGN][006 - 000][Sương, Qiubai, Nam] Coche de Qiubai - Como un destello

#2

Mensaje por Mu_ » 16 May 2020, 14:57

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Entonces, dejo esta escena para el momento de iluminación, y la tirada correspondiente.

Si queréis hablar algo menos importante, okay, pero abro otra escena para la conversación.

Sương (Nyxe)
Flor de Hueso

Re: [SGN][006 - 000][Sương, Qiubai, Nam] Coche de Qiubai - Como un destello

#3

Mensaje por Nyxe » 17 May 2020, 06:01

- He intentado ayudarle. No servirá de nada si no le sacan esa bala. Conozco a un cirujano, pero no sé si quiera si aguantará el tiempo suficiente.

Qiubai hablaba desde el asiento de acompañante. Sobre sus piernas y abrazado a sus hombros, el cuerpo raquítico de Yin, quien parecía no querer empezar a hacer preguntas sobre esa incomprensible situación. Quizás salir del infierno era suficiente... por ahora. El jefe la llevaba encima sin alterar su pose ni su cara ni por ella, ni por lo que estaba diciendo.

En el asiento de atrás estaba tumbado el cuerpo maltrecho de Nam, con una camisa Hawaiana ahora tintada de un rojo oscuro. La cabeza, aunque sólo fuera por la falta de espacio, estaba echada sobre la pierna de Sương, que cavilaba en silencio.

Todo estaba yendo bien hasta que empezaron a oir tiros. Tras haber dejado a Yin en el coche, Qiubai había entrado de nuevo al burdel y Sương solo tuvo tiempo de sacar unos pantalones de la mochila y ponerselos antes de que este regresase con Nam a cuestas y moribundo. La flor de hueso no sabía lo que había pasado ni por qué le habían disparado, pero había una cosa de la que estaba segura: Nam no tenía que haber estado ahí.

Sương estaba completamente segura de que había sido una mala idea, y no solo por lo que acababa de pasar. Sabía que corría peligro entre ellos porque lo estaba sintiendo dentro de ella. La sangre que empapaba su camiseta le llamaba. No estaba lo bastante hambrienta como para no poder controlar a su demonio, pero una parte de ella le pedía que se abalanzase sobre él y terminase definitivamente con su vida.

Sương no entendía cómo su "maestra" había podido hacer aquello. Tras conocer a Nam en el funeral, había temido que Campana, o Tañido, como ahora quería llamarse, decidiera acabar con Nam si la encontraba. Pero ésta en vez de hacerlo, había decidido contárselo todo, y después encasquetárselo a ellos. Aunque le disgustara la idea, Sương podía llegar a entender que en algunos casos fuera necesario matar a alguien para manenerse escondidos. Pero no que hubiera decidido revelarselo todo. Había dos motivos por los que los Người Ma se ocultaban de los mortales. Protegerse de los vivos, y protegerlos. Porque los mortales corrían peligro entre los shen. Por eso Sương nunca le había contado a Midori por qué solo podían ensayar y tocar por la noche, por más que a veces le costara inventarse excusas. Por eso había pensado varias veces en cómo evitar que el chico metiera las narices donde no debía, incluso aunque no le conociera. Porque cuanto menos supieran, más seguros estarían. Pero ahora, si Nam moría, no sólo caería sobre la conciencia de Tañido, sino también de la suya.

Sương simplemente no lo comprendía. Estaba preocupada por Nam, pero también estaba enfadada con Tañido. Sin embargo, al mirarle, escuchó una vocecita en su cabeza, una que no quería escuchar, porque le decía algo que no quería oir. Pero finalmente tuvo que reconcer que seguramente tuviera razón.

-"Porque son familia."

Sương recordaba que Nam había mencionado, durante el funeral, que Campana era su tía o su abuela, y era verdad que se parecían un poco. Sương podía imaginarse lo que había pasado. Nam finalmente había dado con Tañido, puede que con algún vampiro más. Y esta simplemente no había sido capaz de hacerle nada, o siquiera de desentederse. Sương la había visto matar a alguien en el funeral practicamente a sangre fría, así que no era por bondad. Era concretamente a Nam a quien no quería hacer daño. Y la única forma en la que se le ocurrió protegerle fue contarle todo lo que pudo, y enviarle con los únicos vampiros a los que podía ordenarles que lo protegieran. Aunque fuese en contra de la Corte y por lo que le había entendido, de su dharma, ella lo había hecho. Porque Nam era su familia.

Y no había sido el único. Sương levantó la vista y miró a Yin y a Qiubai. Sương se había dado cuenta de que Yin era una persona muy importante para Qiubai desde el momento en el que le enseñó su foto, pero Sương no estaba segura de en qué sentido, ya que no se parecían mucho. Sin embargo, al ver la manera en el que la abrazaba y cómo se había portado en el burdel, era evidente que no eran amantes, sino familia. Tal vez su hermana, o a juzgar por la edad, su hija. Y Qiubai había puesto muchas cosas en riesgo para protegerla. A ella.

Sin embargo, también se dio cuenta de que Nam y Yin no solo habían sido protegidos, incluso tras la muerte, por sus parientes, sino que también habían sufrido por ellos. Que Nam estuviera a las puertas de la muerte se debía, despues de todo, a que Tañido no fue capaz de ocultarse de él. Y algo le decía que el que Yin hubiese acabado allí tenía algo que ver con Qiubai. Al fin y al cabo había mencionado que él no podía acercarse al burdel porque podían reconocerle, y era obvio que Qiubai estaba metido en asuntos turbios, o por lo menos lo había estado.

Aquello le hizo pensar, irremediablemente, en su padre. Ella murió por su culpa, porque contrajo deudas que no debía ante la gente que no debía. Pero por primera vez desde que salió del infierno se preguntó: ¿acaso merecía tanto odio por su parte? Se equivocó, igual que se equivocaron Qiubai y Tañido. Pero no había nada más que pudiese echarle en cara a sus padres. Siempre la quisieron y nunca le faltó nada, incluso aunque las cosas no les fueran bien en la tienda. Y no habían sido pocas las veces que pasaba. El dinero nunca sobraba, ¿acaso podía culpar a su padre por intentar, desesperadamente, conseguir más? Muchas veces había mencionado lo maravilloso que sería tener el suficiente dinero como para no tener que preocuparse por lo que nos pasara, y en el fondo era una preocupación que ella también tenía. El violín era lo que mejor se le daba, pero incluso siendo la mejor era dificil hacer carrera en la música. ¿Qué habría hecho si no?

Su padre había cometido un error, sin duda. Al igual que Tañido y seguramente que Qiubai. Sương se dio cuenta de que en los tres casos, los actos de los individuos afectaban negativamente a sus familias. Y sin duda era algo que sucedía muchas más veces, aunque las acciones fuesen bienintencionadas. Evitarlo era una responsabilidad, pero había veces que por incapacidad, ignorancia, o simplemente por un error, no se lograba. Y la gente cercana sufría.

La cuestión era, ¿acaso eso eran suficiente para condenarles?
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Entonces la vampira se dio cuenta de que Nam había abierto los ojos, aunque su mirada estaba tan perdida que no tenía claro si estaba viendo a través de ellos. Sương dudó, no estaba segura de poder ayudarle. Sabía que podía concentrar el chi yang en sus venas y darle a Nam un poco de su sangre. Eso le ayudaría a recuperar algo de energía para llegar vivo a donde quiera que fueran, esperaba. Pero no sabía nada de medicina. Temía que si se le cerraban las heridas con la bala dentro fuese a tener más problemas. Sin embargo, al volver a ver su mirada perdida, pensó que el cirujano no podría hacer nada si Nam moría por el camino.

Sương se mordió la muñeca y dejó que el chi fluyera por su herida. -Bebe- le dijo a Nam, llevando la muñeca a sus labios para que tomase su sangre-. Te va a dar fuerzas. -Pero Sương apartó la mano antes de que pudiera beber demasiado. No sabía cómo de dificil sería sacarle la bala. Tal vez necesitase algo más para recuperarse después.

Trinh (Vein)
Tigre Diablo

Re: [SGN][006 - 000][Sương, Qiubai, Nam] Coche de Qiubai - Como un destello

#4

Mensaje por Vein » 18 May 2020, 07:45

Nam había abierto los ojos, aunque su mirada estaba tan perdida que no tenía claro si estaba viendo a través de ellos.

Dolor, agonía y el terror de la muerte invadieron el cuerpo de Nam. Su pulmón derecho, reventado por el tiroteo aún seguía expulsando sangre. Los gritos de agonía empeoraron su malestar, no pudiendo evitar toser sangre por la boca, manchando la ropa de Sương y la tapicería del coche. Contempló horrorizado su estado moribundo. Entonces el dolor se incrementó aún más al ver una de sus rodillas perforadas. Le costaba concentrarse, la cabeza le daba vueltas y sus oídos retumbaban por el sonido de los disparos causados hace unos minutos. Su estado era crítico y no entendía porqué aún estaba vivo.

- “Relájate Nam"- se decía a sí mismo.“recuerda tu entrenamiento de curandero en el clan, recuerda las palabras del tío Dao”- Nam volvió a toser sangre por la boca.

-Tengo...Mucho...Frio...- susurró a Sương.

Sương se mordió la muñeca y dejó que el chi fluyera por su herida. -Bebe- le dijo a Nam, llevando la muñeca a sus labios para que tomase su sangre-. Te va a dar fuerzas.-
Sangre...vida...
Entonces el chaman empezó a perder la mirada, observando el techo del vehículo, observando la cara de Sương, recordando su infancia…

Ngọc Hoàng (Mu_)
Emperador de Jade

Re: [SGN][006 - 000][Sương, Qiubai, Nam] Coche de Qiubai - Como un destello

#5

Mensaje por Mu_ » 25 May 2020, 22:28

- He intentado ayudarle. No servirá de nada si no le sacan esa bala. Conozco a un cirujano, pero no sé si quiera si aguantará el tiempo suficiente.

Qiubai hablaba desde el asiento de acompañante. Sobre sus piernas y abrazado a sus hombros, el cuerpo raquítico de Yin, quien parecía no querer empezar a hacer preguntas sobre esa incomprensible situación. Quizás salir del infierno era suficiente... por ahora. El jefe la llevaba encima sin alterar su pose ni su cara ni por ella, ni por lo que estaba diciendo.

En el asiento de atrás estaba tumbado el cuerpo maltrecho de Nam, con una camisa Hawaiana ahora tintada de un rojo oscuro. La cabeza, aunque sólo fuera por la falta de espacio, estaba echada sobre la pierna de Sương, que cavilaba en silencio.

Todo estaba yendo bien hasta que empezaron a oir tiros. Tras haber dejado a Yin en el coche, Qiubai había entrado de nuevo al burdel y Sương solo tuvo tiempo de sacar unos pantalones de la mochila y ponerselos antes de que este regresase con Nam a cuestas y moribundo. La flor de hueso no sabía lo que había pasado ni por qué le habían disparado, pero había una cosa de la que estaba segura: Nam no tenía que haber estado ahí.

Sương estaba completamente segura de que había sido una mala idea, y no solo por lo que acababa de pasar. Sabía que corría peligro entre ellos porque lo estaba sintiendo dentro de ella. La sangre que empapaba su camiseta le llamaba. No estaba lo bastante hambrienta como para no poder controlar a su demonio, pero una parte de ella le pedía que se abalanzase sobre él y terminase definitivamente con su vida.

Sương no entendía cómo su "maestra" había podido hacer aquello. Tras conocer a Nam en el funeral, había temido que Campana, o Tañido, como ahora quería llamarse, decidiera acabar con Nam si la encontraba. Pero ésta en vez de hacerlo, había decidido contárselo todo, y después encasquetárselo a ellos. Aunque le disgustara la idea, Sương podía llegar a entender que en algunos casos fuera necesario matar a alguien para manenerse escondidos. Pero no que hubiera decidido revelarselo todo. Había dos motivos por los que los Người Ma se ocultaban de los mortales. Protegerse de los vivos, y protegerlos. Porque los mortales corrían peligro entre los shen. Por eso Sương nunca le había contado a Midori por qué solo podían ensayar y tocar por la noche, por más que a veces le costara inventarse excusas. Por eso había pensado varias veces en cómo evitar que el chico metiera las narices donde no debía, incluso aunque no le conociera. Porque cuanto menos supieran, más seguros estarían. Pero ahora, si Nam moría, no sólo caería sobre la conciencia de Tañido, sino también de la suya.

Sương simplemente no lo comprendía. Estaba preocupada por Nam, pero también estaba enfadada con Tañido. Sin embargo, al mirarle, escuchó una vocecita en su cabeza, una que no quería escuchar, porque le decía algo que no quería oir. Pero finalmente tuvo que reconcer que seguramente tuviera razón.

-"Porque son familia."

Sương recordaba que Nam había mencionado, durante el funeral, que Campana era su tía o su abuela, y era verdad que se parecían un poco. Sương podía imaginarse lo que había pasado. Nam finalmente había dado con Tañido, puede que con algún vampiro más. Y esta simplemente no había sido capaz de hacerle nada, o siquiera de desentederse. Sương la había visto matar a alguien en el funeral practicamente a sangre fría, así que no era por bondad. Era concretamente a Nam a quien no quería hacer daño. Y la única forma en la que se le ocurrió protegerle fue contarle todo lo que pudo, y enviarle con los únicos vampiros a los que podía ordenarles que lo protegieran. Aunque fuese en contra de la Corte y por lo que le había entendido, de su dharma, ella lo había hecho. Porque Nam era su familia.

Y no había sido el único. Sương levantó la vista y miró a Yin y a Qiubai. Sương se había dado cuenta de que Yin era una persona muy importante para Qiubai desde el momento en el que le enseñó su foto, pero Sương no estaba segura de en qué sentido, ya que no se parecían mucho. Sin embargo, al ver la manera en el que la abrazaba y cómo se había portado en el burdel, era evidente que no eran amantes, sino familia. Tal vez su hermana, o a juzgar por la edad, su hija. Y Qiubai había puesto muchas cosas en riesgo para protegerla. A ella.

Sin embargo, también se dio cuenta de que Nam y Yin no solo habían sido protegidos, incluso tras la muerte, por sus parientes, sino que también habían sufrido por ellos. Que Nam estuviera a las puertas de la muerte se debía, despues de todo, a que Tañido no fue capaz de ocultarse de él. Y algo le decía que el que Yin hubiese acabado allí tenía algo que ver con Qiubai. Al fin y al cabo había mencionado que él no podía acercarse al burdel porque podían reconocerle, y era obvio que Qiubai estaba metido en asuntos turbios, o por lo menos lo había estado.

Aquello le hizo pensar, irremediablemente, en su padre. Ella murió por su culpa, porque contrajo deudas que no debía ante la gente que no debía. Pero por primera vez desde que salió del infierno se preguntó: ¿acaso merecía tanto odio por su parte? Se equivocó, igual que se equivocaron Qiubai y Tañido. Pero no había nada más que pudiese echarle en cara a sus padres. Siempre la quisieron y nunca le faltó nada, incluso aunque las cosas no les fueran bien en la tienda. Y no habían sido pocas las veces que pasaba. El dinero nunca sobraba, ¿acaso podía culpar a su padre por intentar, desesperadamente, conseguir más? Muchas veces había mencionado lo maravilloso que sería tener el suficiente dinero como para no tener que preocuparse por lo que nos pasara, y en el fondo era una preocupación que ella también tenía. El violín era lo que mejor se le daba, pero incluso siendo la mejor era dificil hacer carrera en la música. ¿Qué habría hecho si no?

Su padre había cometido un error, sin duda. Al igual que Tañido y seguramente que Qiubai. Sương se dio cuenta de que en los tres casos, los actos de los individuos afectaban negativamente a sus familias. Y sin duda era algo que sucedía muchas más veces, aunque las acciones fuesen bienintencionadas. Evitarlo era una responsabilidad, pero había veces que por incapacidad, ignorancia, o simplemente por un error, no se lograba. Y la gente cercana sufría.

La cuestión era, ¿acaso eso eran suficiente para condenarles?

Entonces la comprensión se abrió paso en su mente con tanta intensidad que casi dolía. Era como una luz, un fogonazo alcanzando todas sus neuronas. Por un momento, lo comprendió todo. Vio las mencionadas familias como cadenas, donde cada eslabón arrastraba a los demás. También los Wu, incluso toda la estirpe de la Gente Fantasma era una cadena de pecados y errores que se remontaba a los míticos Wan Xian. Cadenas que les ataban al mundo de los vivos al que ya no pertenecían. Y la respuesta a los errores que les atrapaban era... creyó verlo... pero justo cuando pareció que estaba claro, la imagen empezó a desvanecerse. Como un destello, desapareció y dejó paso de nuevo a la oscuridad. No obstante, supo que aunque su mente no pudiera retenerlo, su conciencia se había enriquecido con la experiencia.


Nam había abierto los ojos, aunque su mirada estaba tan perdida que no tenía claro si estaba viendo a través de ellos.

Dolor, agonía y el terror de la muerte invadieron el cuerpo de Nam. Su pulmón derecho, reventado por el tiroteo aún seguía expulsando sangre. Los gritos de agonía empeoraron su malestar, no pudiendo evitar toser sangre por la boca, manchando la ropa de Sương y la tapicería del coche. Contempló horrorizado su estado moribundo. Entonces el dolor se incrementó aún más al ver una de sus rodillas perforadas. Le costaba concentrarse, la cabeza le daba vueltas y sus oídos retumbaban por el sonido de los disparos causados hace unos minutos. Su estado era crítico y no entendía porqué aún estaba vivo.


Entonces la vampira se dio cuenta de que Nam había abierto los ojos, aunque su mirada estaba tan perdida que no tenía claro si estaba viendo a través de ellos.Sương dudó, no estaba segura de poder ayudarle. Sabía que podía concentrar el chi yang en sus venas y darle a Nam un poco de su sangre. Eso le ayudaría a recuperar algo de energía para llegar vivo a donde quiera que fueran, esperaba. Pero no sabía nada de medicina. Temía que si se le cerraban las heridas con la bala dentro fuese a tener más problemas. Sin embargo, al volver a ver su mirada perdida, pensó que el cirujano no podría hacer nada si Nam moría por el camino.

Sương se mordió la muñeca y dejó que el chi fluyera por su herida. -Bebe- le dijo a Nam, llevando la muñeca a sus labios para que tomase su sangre-. Te va a dar fuerzas. -Pero Sương apartó la mano antes de que pudiera beber demasiado. No sabía cómo de dificil sería sacarle la bala. Tal vez necesitase algo más para recuperarse después.


- “Relájate Nam"- se decía a sí mismo. –“recuerda tu entrenamiento de curandero en el clan, recuerda las palabras del tío Dao”- Nam volvió a toser sangre por la boca.

-Tengo...Mucho...Frio...- susurró a Sương.

Sương se mordió la muñeca y dejó que el chi fluyera por su herida. -Bebe- le dijo a Nam, llevando la muñeca a sus labios para que tomase su sangre-. Te va a dar fuerzas.-

Sangre...vida...


Entonces el chaman empezó a perder la mirada, observando el techo del vehículo, observando la cara de Sương, recordando su infancia…

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[mention]Vein[/mention] , completa si quieres ampliar lo de la infancia, aunque si vas a hablar algo creo que está mejor en la otra escena, la del cirujano.

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