
Por Anders Sandberg
Gran parte de las luchas entre facciones de magos aquí descrita es pura especulación y teoría. Quedan muy pocas evidencias sobre las actividades históricas de los Despertados, pero quienes tengan suficiente conocimiento posiblemente puedan ver suficientes indicios por sí mismos.
LA PREHISTORIA Y LA ERA VIKINGA
Suecia nunca ha sido un centro importante en el mundo de la magia. Aunque como en la mayoría de los demás lugares del mundo la presencia de los magos existe y ha existido, se trata de individuos escasos y dispersos. Posiblemente la presencia más antigua de magos y hechiceros fuesen chamanes y hechiceros espirituales, ancestros de los Cuentasueños y Verbena, que ayudaban a los pueblos locales a sobrevivir en el duro clima del norte, protegiéndolos de lo Desconocido y ayudándoles a sacar adelante sus cosechas, en la caza y en la pesca. La magia primitiva de Suecia era muy utilitaria, con más usos prácticos que metafísicos. Mientras los magos de las civilizaciones del sur ya comenzaban a crear grandes sistemas filosóficos y se esforzaban por llevar a los Durmientes a la Ascensión, los magos nórdicos tenían que tratar con los espíritus para obtener comida y protección y utilizaban su magia para proteger a los mundanos de las bestias salvajes y cosas peores.
La adoración de los viejos dioses parece haber sido fomentada e influida por los ancestros de los Verbena. Durante las ceremonias en el templo pagano de Uppsala, animales y esclavos eran ahorcados de grandes robles, y los sacerdotes derramaban la sangre de los sacrificios sobre los ídolos de los dioses, realizando celebraciones y festivales para asegurar la fertilidad y las buenas cosechas.
Durante esta época anterior a la historia escrita en general la magia estaba asentada en mayor o menor grado en la sociedad, de la misma forma que actualmente se utiliza la tecnología. La magia era relativamente menor, y a menudo de naturaleza protectora contra los espíritus, las hadas, los muertos, los accidentes y la mala suerte. El incipiente alfabeto rúnico era considerado mágico, y ser capaz de crear runas se consideraba una especie de magia. Otro tipo de magia eran los galders, canciones cantadas en una tonalidad determinada. En general, puede decirse que la magia menor o “estática” era muy habitual, y los magos la fomentaban.
Al norte de Escandinavia vivían los sami, también conocidos como lapones. Eran un pueblo nómada de pastores de renos. Sus chamanes, los nojds, eran considerados personajes poderosos y peligrosos. Aunque los vikingos aceptaban determinados elementos mágicos como algo natural, y en cierta manera aceptable (“Un hombre valiente con una buena espada puede enfrentarse a la mayoría de las cosas, hasta a la magia.”), la magia de los lapones era percibida con desconfianza y temor.
CRISTIANISMO Y EDAD MEDIA
En el año 829 un monje llamado Ansgar llegó a Suecia. Había sido enviado por el emperador Luis el Piadoso para convertir a los vikingos suecos al cristianismo (quizás también para reducir sus incursiones y facilitar el comercio con ellos). Este primer intento fracasó, pero pronto llegaron otros misioneros. Posiblemente había magos cristianos entre ellos, antecesores del Coro Celestial, y no tardaron en producir conflictos con los magos vikingos. La lucha se prolongó durante varios siglos, pero lentamente en la sociedad mundana el cristianismo se convirtió en la religión de los reyes y líderes y posteriormente en la del resto del pueblo. Ambos grupos se adaptaron, pero progresivamente los magos paganos se ocultaron y continuaron sus actividades sin el respaldo de su pueblo, dejando a los magos cristianos y sus creencias relativamente en paz.
Durante la Edad Media Suecia se unificó. Algunos reyes y nobles suecos llegaron a participar en las cruzadas de Oriente Medio, más por motivos económicos que religiosos, y el territorio de la actual Finlandia fue anexionado a Suecia. Lentamente Suecia se convirtió en parte de la cristiandad europea, y la jerarquía eclesiástica local se hizo tan influyente y poderosa como en el resto de Europa. Pero los magos paganos todavía existían en secreto, apoyando las ocasionales revueltas del pueblo llano contra la nobleza. Y en los profundos bosques las hadas y otros seres sobrenaturales continuaban manteniendo su dominio.
GUSTAVO VASA Y LA REFORMA
Durante el siglo XIV los reinos de Suecia y Dinamarca mantuvieron una política cada vez más interrelacionada, tanto como aliados como enemigos. En 1389 la reina Margarita se convirtió en la soberana de un reino formado por Dinamarca, Noruega y Suecia. Los mercaderes germánicos de La Hansa rechazaron esta unión, ya que podía terminar controlando el comercio en el mar Báltico por completo, y se esforzaron por quebrantarla. Dentro de esta unión política también había otras facciones que querían disolverla y se produjeron varias revueltas nobiliarias y campesinas. Cuando el rey Cristian II ordenó la masacre del Baño de Sangre de Estocolmo en 1520 para aplastar a los últimos líderes de una de las revueltas más destacadas, sólo incentivó el odio contra la unión de los reinos escandinavos entre el pueblo y la nobleza. Un joven noble, Gustav Eriksson Vasa, fomentó un alzamiento generalizado contra los unionistas.
Durante esta época ya hacía tiempo que había estallado la Guerra de la Ascensión en Europa, y la Orden de la Razón estaba extendiendo su influencia por todo el continente. Utilizando la invención de la prensa escrita comenzaron a extender nuevas ideas y tecnología, y el estallido de la Reforma protestante también les permitió dañar la influencia de los magos del Coro Celestial. Algunos tecnomantes habían tomado el control de las emergentes casas comerciales y se habían interesado en Suecia. Cuando Gustaf Vasa pidió apoyo a los mercaderes de Lübeck, le ayudaron con dinero y soldados. También por esta época algunos Tecnomantes llegaron a Suecia y se infiltraron en la corte de Gustaf. Con su ayuda, Gustaf Vasa se convirtió en rey de Suecia en 1523. Uno de los Tecnomantes, Olaus Petri, un antiguo miembro del Coro Celestial que se había convertido al luteranismo, había llegado a Suecia unos pocos años antes, y pronto se convirtió en uno de los confidentes del monarca.
La propagación de la Reforma luterana proporcionó de forma rápida y eficiente al rey control sobre la Iglesia de Suecia, y de forma discreta e implacable la Orden de la Razón destruyó la base de poder del Coro Celestial sin que nadie se diera cuenta. Gustavo I Vasa también comenzó a concentrar el poder en torno a su figura y su burocracia, centralizando la autoridad real en torno a la ciudad de Estocolmo. Contrató administradores germánicos, entre los que había varios Tecnomantes. Uno de ellos, Georg Norman, realizó un viaje por las provincias, nombrando y deponiendo a los administradores locales, interrogó a los sacerdotes, confiscó reliquias, tributos y obras de arte, aparentemente para atacar la influencia de los magos cristianos.
A la muerte del rey Gustavo Vasa comenzó un período en el que los Coristas Celestiales y las diversas facciones de la Orden de la Razón lucharon entre ellas. Manipularon a la nobleza y las facciones políticas, a veces utilizando métodos crueles y nada discretos (que quizás contribuyeron a la locura de Erik XIV, el hijo mayor de Gustavo Vasa). Los Tecnomantes consiguieron consolidar el control del estado sobre la Iglesia en 1592, a pesar de que los Coristas Celestiales mantenían gran influencia sobre el nuevo rey Segismundo, que era católico. Sin embargo, tan pronto como consolidaron su poder, la Orden de la Razón rápidamente atacó la figura del monarca y lo obligaron a exiliarse, instalando al Duque Carlos Vasa, el hijo más joven de Gustavo Vasa, como rey en su lugar. Carlos IX fue completamente leal a la causa de la Razón, y el poder político del Coro Celestial en Suecia fue finalmente destruido por completo. El nuevo rey continuó la política modernizadora de su padre, fomentando el desarrollo tecnológico y la llegada de expertos en metalurgia procedentes de los Países Bajos. Entre ellos se encontraban unos pocos miembros del Gremio de los Artífices, que comenzaron a trabajar en la construcción de una base local. Bajo el gobierno de Carlos IX, la administración y burocracia centralizada de Estocolmo se extendió a las provincias, y los lapones fueron perseguidos por la Iglesia luterana y el estado. La Iglesia confiscó los tambores y fetiches mágicos de los chamanes y se esforzó por convertirlos al cristianismo y destruir todos los elementos paganos de su cultura. De esta forma la Tecnocracia casi consiguió destruir a los Cuentasueños y Verbena lapones.
SUECIA COMO PODER LOCAL
En 1618 estalló en Europa la Guerra de los treinta Años, en la que el Coro Celestial y la Orden de Hermes se unieron para aplastar la Reforma apoyada por la Orden de la Razón. Los protestantes controlados por los tecnomantes en el Imperio Germánico sufrieron varias derrotas, por lo que la Orden de la Razón de Suecia decidió ayudarles. El rey Gustavo II Adolfo rápidamente conquistó varias ciudades importantes al norte del Imperio Germánico y Polonia. Con el se encontraba Axel Oxenstierna, posiblemente uno de los tecnomantes más importantes e influyentes de Suecia en aquella época. Sutilmente manipuló al rey y llevó a los tecnomantes suecos a la guerra. A él se oponían el Coro Celestial, la Orden de Hermes y los Verbena de Suecia, que habían reaccionado a la invasión tecnomántica y la destrucción generalizada de la tierra. Finalmente, tras una larga serie de victorias suecas, el rey Gustavo II fue asesinado por los Verbena en 1632. Durante la Batalla de Lützen crearon una espesa niebla y utilizaron su magia para separar al monarca de su ejército (lejos de la protección de los tecnomantes) y lo mataron desviando un disparo de forma coincidente. Sin embargo, los Verbena habían sobrevalorado la importancia del rey. En el año 1635 Axel Oxenstierna negoció personalmente con el Cardenal Richelieu de Francia y Suecia conquistó varias ciudades y obtuvo compensaciones sustanciales a cambio de su retirada de la guerra. Durante esa época la guerra había degenerado en saqueo y caos mientras las diferentes facciones luchaban entre ellos. Los antiguos aliados se enfrentaron entre sí y la unión entre las Tradiciones que apoyaban el bando católico se disolvió.
Cristina, la hija única de Gustavo II Adolfo, era demasiado joven para ser coronada a la muerte del monarca y Axel Oxenstierna nombró un comité de gobierno temporalmente. En la práctica la Orden de la Razón consiguió poder absoluto a través de Oxenstierna. Otro importante tecnomante de esta época fue el rico mercader Louis de Geer, originario de Holanda, que en el año 1627 había llegado a Suecia. Posiblemente era un representante del Alto Gremio, los antecesores del Sindicato, e incluso antes de llegar a Suecia tenía una importante influencia sobre la economía del país. Recibió el control de la producción de armas y de la industria minera por parte de la Orden de la Razón de Suecia. Bajo su dirección varios técnicos valones modernizaron la industria y la producción de hierro sueco se convirtió en un activo muy productivo.
La reina Cristina I de Suecia desde que era joven mostró gran interés por las artes y las ciencias, y trajo a su corte a muchos eruditos, filósofos y artistas. Algunos de ellos fueron también invitados por los tecnomantes locales. Entre ellos se encontraba el famoso filósofo francés René Descartes, que posiblemente también era un tecnomante. Al principio se mostró muy reticente a viajar a Suecia, pero la reina lo amenazó y finalmente terminó aceptando la oferta. Tras una breve estancia en el país contrajo una neumonía y murió. El suceso está nublado por el misterio. ¿Por qué la reina y los tecnomantes lo llamaron? ¿Y por qué no quería ir? Quizás Descartes había enfurecido a alguna facción de la Orden de la Razón en Suecia por algún motivo. Quizás alguien lo asesinó, o quizás sólo fue una coincidencia.
¿Hasta qué punto conocía la Reina Cristina la Guerra de la Ascensión? Es posible que supiera algo de lo que ocurría a su alrededor y quiénes eran los verdaderos gobernantes tras el escenario. Por su actuación parece que decidió que no quería convertirse en una marioneta de la Orden de la Razón, y en el año 1654 abdicó de forma inesperada, se convirtió al catolicismo y se marchó a Roma. La Orden de la Razón no hizo nada al respecto, y se limitó a instalar al primo de la reina, Carlos X, en el trono de Suecia y continuar con sus ambiciones y proyectos en el país. Sin embargo, la expansión sueca se encontró con la oposición de las demás naciones vecinas (y presumiblemente otras facciones de la Orden de la Razón).
Durante esta época las cazas de brujas alcanzaron su auge. Parece que la Orden de la Razón estaba dispuesta a todo para destruir a los Verbena y a otros magos paganos así como cualquier contacto con espíritus y seres feéricos. En el año 1676 se produjo una verdadera histeria de caza de brujas en Estocolmo. Sin embargo, el Doctor Urban Hiärne, un mago hermético o un tecnomante, comenzó a defender a las acusadas de brujería y demostró que muchos de los testimonios presentados contra ellas eran falsos. El resultado fue que muchos de los jueces tuvieron que reconsiderar sus posiciones y pronto la caza de brujas terminó. La razón que llevó a Hiärne a defender a las brujas se desconoce. Una teoría es que había realizado un trato con los Verbena, y a cambio recibió algunos secretos médicos. Su tintura “Hiärnes Droppar” se rumoreaba que curaba la mayoría de las enfermedades y detenía el envejecimiento.
Durante la expansión de Suecia en el siglo XVII las finanzas del estado empeoraron progresivamente debido al continuado gasto, el comercio y la agricultura sufrieron y el Alto Gremio decidió reducir el ritmo de la continuada expansión. Pero la Cábala del Pensamiento Puro quería convertir a Suecia en un gran poder militar para controlar el norte de Europa y poder aplastar directamente a sus enemigos. De esta forma la Orden de la Razón de Suecia quedó dividida entre la facción expansionista, dirigida por la Cábala del Pensamiento Puro, que quería continuar su sueño de la “Gran Suecia” y la facción proteccionista, dirigida por el Alto Gremio, que quería construir un sistema más estable. Al principio la discusión no pasó de los salones de debate, pero posteriormente la lucha se hizo cada vez más encarnizada. Poco después de la muerte del rey Carlos XI el palacio real (que parece que era la base central en Suecia de la Cábala del Pensamiento Puro) fue destruido en un incendio. Las diversas facciones también se enfrentaron mediante métodos más sutiles aunque a primera vista la situación pareciera cordial. La facción expansionista apoyó al rey Carlos XII en su guerra contra Rusia, y al principio la guerra transcurrió favorablemente para los suecos. Pero los expansionistas, deseando probarse a sí mismos y dejar en evidencia a sus adversarios, se extralimitaron (y posiblemente el Alto Gremio les dio suficiente cuerda para colgarse, controlando las líneas de suministros) y el estallido de una plaga (posiblemente provocada por los antecesores de los Progenitores) acabó con su sueño. Después de la catastrófica derrota de la Batalla de Poltava en 1709 su control se tambaleó y la “Gran Suecia” se derrumbó. Finalmente en 1718, en el asedio de Fredriksten, el rey murió al ser alcanzado por una bala (que pudo haber sido disparada o no por un sueco). La facción expansionista fue derrotada por completo y los grupos más liberales de la Orden de la Razón tomaron el poder en Suecia.

“LA EDAD DE LA LIBERTAD” Y EL REY GUSTAVO III
Tras la derrota de la Cábala del Pensamiento Puro, el Alto Gremio tomó el poder. Se aseguraron de reducir el poder del regente, para minimizar el riesgo de que nadie lo utilizara como habían hecho los expansionistas. Trasladaron el poder de la monarquía al parlamento sueco, donde tenían más influencia. Suecia adquirió un gobierno más democrático, al menos sobre el papel.
Durante este período el comercio volvió a florecer y las facciones de inclinaciones más tecnológicas y científicas como los Artífices o los Galenos comenzaron a trabajar seriamente. Durante esta época también llegó a Suecia el Gremio de los Filósofos Naturales (los antecesores de los Hijos del Éter), que comenzó a extenderse, aliado con el resto de Tecnomantes. Dos importantes Filósofos Naturales, Christoffer Polhem y Emanuel Swedenborg comenzaron a controlar los ríos de Suecia y desarrollaron nuevos métodos de minería. Sin embargo, Swedenborg resultó un poco heterodoxo para la Orden de la Razón y cuando comenzó a creer en espíritus fue exiliado y murió al poco tiempo. Entre los Filósofos Naturales de Suecia se produjo un cisma, entre la Escuela de Polhem, que era leal a la Orden de la Razón y la Escuela de Swedenborg, que se oponía o ignoraba a los Tecnomantes.
Otro Tecnomante muy importante esta época fue Carl Linneo, un antecesor de los Progenitores que desarrolló un sistema de clasificación para plantas y animales, y que convirtió la biología en una ciencia exacta. Envió a sus estudiantes por todo el mundo para catalogar todas las especies. Él y muchos de sus estudiantes tuvieron una gran influencia sobre la biología, convirtiéndola en una de las bases de estudio de los futuros Progenitores.
Pero la Cábala del Pensamiento Puro no había renunciado a sus planes de crear un fuerte poder centralizado directamente bajo su control, oponiéndose a la oligarquía que el Alto Gremio había creado. En el año 1772 el rey Gustavo III, apoyado por la Cábala, tomó el poder en un golpe de estado sin violencia, y reinstauró la autoridad de la monarquía. El nuevo régimen parecía bastante liberal, pero en el fondo la Cábala del Pensamiento Puro tenía un poder casi total. Intentaron aproximar a Suecia al resto de Europa, especialmente a Francia. Importaron cultura y pensamiento franceses, y comenzaron a extender la Ilustración contra las Tradiciones. Sin embargo el rey fue asesinado en 1792, y la estructura de poder externo de la Cábala del Pensamiento Puro se derrumbó. En esta ocasión es probable que las Tradiciones estuvieran tras el asesinato, pensando que la desaparición del monarca quebrantaría el poder de la Orden de la Razón. Sin embargo el asesinato sólo tuvo un éxito parcial y el Alto Gremio comenzó a acumular poder, aunque resultó un respiro para los magos de las Tradiciones.
Desde finales del siglo XVIII las Tradiciones trataron de conseguir poder político. Gustavo IV Adolfo, el hijo del rey, todavía no era mayor de edad, así que su tío Carlos se convirtió en regente. Los rosacruces ya se habían aproximado a él discretamente y le habían hecho interesarse en las ciencias ocultas y en la masonería mediante Reuterholm, uno de sus acólitos. Esperaban utilizar la estructura de poder que la Orden de la Razón había creado y a su gobernante para tomar el control de la nación y remodelarla según sus intereses. Sin embargo, las Tradiciones pronto descubrieron por la vía dura que eran unas completas aficionadas en cuestiones políticas, que a los suecos les desagradaba el regente Carlos y su ayudante Reuterholm, que además resultaba un líder débil. Era más difícil dirigir una nación que controlar al gobernante. En el año 1796 Gustavo IV Adolfo se convirtió en rey de Suecia, y las Tradiciones perdieron por completo su débil base de poder.
El caos producido por la lucha entre las facciones de magos fue agravado por el caos provocado por la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas en Europa. La Orden de la Razón comenzó a remodelar Europa a gran escala, y sus órdenes fueron emitidas a través de las administraciones mundanas locales. Como parte de un plan a largo plazo de la Cábala del Pensamiento Puro de crear un estado centralizado y fuerte en Rusia, la Orden de la Razón de Suecia tuvo que permitir que su país entregara Finlandia a Rusia en 1808. Quedó patente que los Tecnomantes suecos se encontraban en una posición secundaria. El Alto Gremio y la Cábala del Pensamiento Puro volvieron a enfrentarse. Estos problemas, acompañados de crisis económicas (provocadas por las guerras y la manipulación del Alto Gremio) llevaron a una serie de golpes no violentos, unas pocas dimisiones forzosas y unos pocos “accidentes” y asesinatos para provocar un cambio de gobierno. El Alto Gremio y la Cábala del Pensamiento Puro finalmente solucionaron sus diferencias, llevaron al trono de Suecia a un general francés fácilmente controlable y comenzaron a restaurar su poder. Iniciaron el proceso de industrialización, y comenzaron a construir una poderosa infraestructura tecnológica y a reducir el poder de la monarquía, para evitar la posibilidad de que las Tradiciones volvieran a intentar subvertir su poder mediante la autoridad real.
LA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL
Durante el siglo XIX la Orden de la Razón se remodeló como la moderna Tecnocracia y cambió Suecia por completo, utilizando la industrialización como cobertura. Los Tecnócratas comenzaron a construir canales y el proyecto del canal Göta fue el objetivo que coronó la primera fase. Conectó el este y el oeste de Suecia, proporcionando algunas ventajas económicas y militares. Pero también extendió el conocimiento de la tecnología moderna y del gobierno del pueblo, poniendo los fundamentos para más avances. Los ferrocarriles se convirtieron en la base del desarrollo. Construyendo ferrocarriles unificaron las diferentes provincias suecas, comenzando a eliminar las diferencias y discordancias. También sustituyeron las líneas de energía naturales con otras más eficientes, que llevaban directamente a Estocolmo y otras grandes ciudades. Las hadas fueron rechazadas por la telaraña de hierro, y alrededor de los ferrocarriles surgieron nuevas comunidades, diseñadas completamente por la Tecnocracia. Desarrollando la industria minera y maderera, podían extender su tecnología incluso hasta las regiones más remotas. Incrementando la población, obligaron a la gente a trasladarse a las ciudades y a trabajar en la industria, incrementando el número de creyentes en su realidad.
Lentamente también impulsaron a Suecia hacia la democracia, ya que era la mejor forma de asegurarse de que ningún individuo problemático interfiriera en su estructura de poder. Las Tradiciones parecían haber sido permanentemente derrotadas, excepto por el intento del Coro Celestial de llevar a cabo un renacimiento religioso entre la población. Durante esta época la Escuela de Polhem del Sindicato y el Nuevo Orden Mundial cooperaron perfectamente. Fue una época de optimismo y sueños para la Tecnocracia.
LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y EL HOGAR DEL PUEBLO
Hacia finales del siglo XIX la Tecnocracia comenzó a darse cuenta de que la oposición seguía activa, y no sólo por parte de las Tradiciones, sino también por parte de Durmientes preocupados. Sus métodos en ocasiones opresivos y los cambios rápidos causaron inestabilidad social y disturbios. La urbanización provocó epidemias, miseria y caos social. Los trabajadores suecos comenzaron a organizarse en sindicatos, oponiéndose a sus patronos.
Eran efectos que los grupos más clarividentes ya esperaban y planeaban utilizar. Los suecos ya habían comenzado a organizarse en movimientos religiosos o políticos, el movimiento de la templanza, el movimiento literario popular o los sindicatos obreros. Un subgrupo dentro del Nuevo Orden Mundial, los Ingenieros Sociales, comenzaron a manipular los diversos movimientos y en algunos casos llegaron a controlarlos. Utilizándolos unos contra otros, fomentando algunos, reduciendo otros y favoreciendo a los grupos que eran adecuados para sus intereses con éxito y cambio sociales, hicieron que más que en ningún otro país los suecos se organizaran en diversos movimientos para obtener cambios diferentes. Los Durmientes aprendieron que para cambiar la sociedad era necesaria una organización, los individuos simplemente se encontraban demasiado indefensos contra el estado, las empresas y otras organizaciones del orden establecido. Los Ingenieros Sociales eliminaron a los individuos de la política y los sustituyeron con organizaciones.
Los Ingenieros Sociales, y de hecho el conjunto del Nuevo Orden Mundial, consiguieron un tremendo poder. Las Tradiciones perdieron control sobre la sociedad y descubrieron que sus ideales eran subvertidos o corrompidos por la Tecnocracia. El Nuevo Orden Mundial decidió terminar con la unión política entre Suecia y Noruega (posiblemente porque preferían una organización local más eficiente que una unión burocrática defectuosa), y en 1905 se consumó la separación entre ambos países sin ningún problema, una demostración del poder y el control de los Ingenieros Sociales. Controlando cada vez mejor los sindicatos y otros grupos sociales también influyeron sobre la economía. Durante la misma época el Sindicato también comenzó a flexibilizar su control, y la Gran Depresión de 1929 fue un serio golpe a su prestigio a escala internacional.
Los Ingenieros Sociales habían hecho planes cuidadosos y manipulando a las masas controlaron los resultados electorales. Como su “marioneta” en el ámbito político, eligieron al Partido Socialdemócrata, en sus orígenes un pequeño grupo de extrema izquierda que había crecido hasta convertirse en un partido moderado de izquierdas con fuertes lazos con los sindicatos. Decidieron llevarlo al poder y se convirtió en el partido ganador de las elecciones de 1911. Manipulando cuidadosamente a los demás partidos, los Ingenieros Sociales se aseguraron de que permaneciera en el poder y que la situación política permaneciera estable. En 1938 los sindicatos firmaron el tratado Saltsjöbaden, que en la práctica aseguró el control de los Ingenieros Sociales sobre la economía junto al Sindicato.
Durante la Segunda Guerra Mundial el Nuevo Orden Mundial se extendió por todo el mundo y en Suecia los Ingenieros Sociales tuvieron la oportunidad de iniciar su mayor proyecto. Durante la guerra Suecia permaneció neutral, y el clima político de nacionalismo, cooperación y planificación de las necesidades de los suecos se armonizaron. El objetivo de los Ingenieros Sociales era reestructurar por completo Suecia para convertirlo en un estado perfecto, donde el gobierno y las organizaciones sociales protegieran, ayudaran y controlaran a los ciudadanos por completo. “Folkhemmet”, “El Hogar de Pueblo”, se convirtió en su eslogan y comenzaron a trabajar con entusiasmo en su proyecto, obligando a todas las demás Convenciones a ayudarles. Crearon una vasta red de administración, vigilancia, protección y planificación para todos los aspectos posibles de la sociedad. Ordenadores centrales pasaron a controlar y supervisar a la población utilizando sus números personales para una localización sencilla. El desempleo, la pobreza y la inadaptación se convirtieron en problemas a resolver como cualquier otro problema de optimización empresarial. El progreso tecnológico, económico y social se convirtió en una prioridad desde la década de 1950 y la situación continuó hasta la década de 1980.
¿EL FIN DEL SUEÑO?
El trabajo de los Ingenieros Sociales comenzó a mostrar las primeras señales de inestabilidad en la década de 1970, cuando grupos radicales al margen de su control comenzaron a crecer a un ritmo alarmante. Rápidamente absorbieron a ecologistas, feministas y radicales en su estructura, convirtiéndoles en partes de su entramado de organizaciones o partidos políticos, pero los Ingenieros comenzaron a preocuparse sobre la existencia potencial de fallos en su estructura. Al mismo tiempo las Tradiciones comenzaron a extender de nuevo su influencia, especialmente los Verbena, el Culto del Éxtasis y los Huérfanos. Durante largo tiempo el Sindicato había ayudado a crear el sueño de los Ingenieros sociales, pero ahora comenzaba a estancarse bajo los límites administrativos y sus medidas más represivas.
En marzo de 1985 el Primer Ministro de Suecia, Olof Palme, fue asesinado en Sveavägen, la principal línea de energía de Estocolmo. El asesino nunca fue detenido, ni parecía existir ningún motivo obvio. La sorpresa masiva que causó este hecho hizo que la realidad segura que los Ingenieros Sociales habían construido cuidadosamente durante décadas comenzara a agrietarse a un ritmo alarmante. De repente los suecos comenzaron a ver los problemas, los defectos y las mentiras que los rodeaban. El Sindicato pasó a la acción y utilizó la confusión temporal del Nuevo Orden Mundial para recuperar gran parte de su poder, adquiriendo tanta influencia como los Ingenieros Sociales. Todavía se desconoce quién estaba detrás del asesinato, pero podría haber sido el Sindicato, las Tradiciones, o simplemente un asesino mundano.
Por el momento continúa la lucha entre los debilitados Ingenieros Sociales y el implacable Sindicato, que todavía no ha sido decidida. La crisis económica ha sido utilizada por ambos grupos, y mientras el Sindicato promete prosperidad y crecimiento económico, los Ingenieros Sociales prometen seguridad y protección. Al mismo tiempo algunos de los grupos más conservadores del Nuevo Orden Mundial están consiguiendo poder en medio del caso. Los suecos se sienten inseguros y amenazados, y demandan protección de la violencia y del crimen. El ascenso del racismo y la violencia ha ayudado a incrementar el número de efectivos de la policía, y la colocación de cámaras de seguridad en lugares públicos. Al mismo tiempo el Sindicato está escapando al control de los Ingenieros Sociales, utilizando la industria como herramienta para presionar al gobierno.