Re: Taller: Ascensión en Brasil
Publicado: 11 Ago 2019, 00:39
EL SINDICATO
Desde el descubrimiento del Nuevo Mundo, las tierras brasileñas se convertirían en el objetivo de los intereses del Alto Gremio. En primer lugar por las abundantes riquezas naturales que se encontraban en las nuevas tierras, y posteriormente como un escenario en el que crear nuevas naciones que alcanzaran el mismo nivel que en Europa. El comerciante Joao Gomes fue el primero en exponer su proyecto, pero posteriormente sería su hijo Joao II Gomes quien intentaría llevarlo a cabo gracias al apoyo de una alianza de banqueros holandeses del Alto Gremio.
Desgraciadamente, el proyecto de Joao (rebautizado como Jan de Leyden) se encontró con la oposición de los Dedalianos brasileños de la Orden de la Razón. Jan y sus partidarios lo intentarían de nuevo en la colonia de Nueva Ámsterdam, llevándose sus inversiones.
Con el desarrollo de la industria azucarera y del descubrimiento de oro y piedras preciosas a finales del siglo XVII, el Alto Gremio retomaría sus actividades en Brasil, en esta ocasión apoyándose en otros Dedalianos como los Buscadores del Vacío y los Gabrielitas. Sin embargo, de nuevo sus alianzas con los Dedalianos brasileños terminarían en un fracaso, y desde entonces el Alto Gremio consideró Brasil un lugar del que limitarse a saquear y aprovechar sus recursos naturales.
Cuando a mediados del siglo XIX la Convención fue reorganizada como los Inversores Invisibles y posteriormente como el Sindicato, los financieros de la Convención influyeron en la economía brasileña, especialmente en las industrias del café y del caucho, pero gran parte de sus intereses fueron supeditados a las directrices de autoridades económicas extranjeras. Aunque ayudaron a sus compañeros de otras Convenciones, los Tecnócratas del Sindicato consideraban que Brasil era un escenario secundario frente a Europa y Norteamérica.
Desde la segunda mitad del siglo XX, el Sindicato inició una política más agresiva en Brasil, especialmente después del golpe de estado militar de 1964. A través de las inversiones de varias empresas extranjeras, sobre todo de Estados Unidos, la Convención inyectó recursos en varios proyectos de la Tecnocracia e inició una agresiva campaña contra las Tradiciones nativas, apoyando la deforestación de la selva amazónica. Brasilia se convirtió en el principal eje del Sindicato, pero también realizó avances en otras ciudades como Manaos y Belem do Pará.
Sin embargo, a finales del siglo XX se descubrió que el Sindicato había apoyado a varias empresas cuya corrupción había fortalecido la expansión de los Nefandos, y se inició una purga que acabó con el traslado o sustitución de varios de sus líderes, aunque algunos han sido rehabilitados recientemente.
En un informe realizado en los últimos años el Sindicato asume una autocrítica por sus actividades en Brasil desde la época de la colonia. Se considera que el Alto Gremio realizó un abuso sistemático de los indígenas que ha continuado hasta la actualidad. Se aconseja armonizar el desarrollo de Brasil con los intereses de los nativos para evitar alteraciones potenciales en el consenso.
POLÍTICA
Actualmente el Sindicato parece dispuesto a hacer borrón y cuenta nueva en sus actividades en Brasil, pero es difícil romper con estrategias que han dado buenos resultados en el pasado, por lo menos para el enriquecimiento personal de varios Tecnócratas de la Convención. Los economistas brasileños del Sindicato parecen poco dispuestos a cambiar e irónicamente, las nuevas generaciones llegadas desde del extranjero parecen más dispuestas a romper con un ciclo corrupto, o por lo menos parecen más interesadas siempre que eso les permita asumir el poder. Actualmente cuenta con el apoyo de todas las Convenciones, pues los miembros del Sindicato se muestran generosos a la hora de invertir en proyectos lucrativos de todo tipo, aunque su codicia ha sido criticada entre los Ingenieros del Vacío e Iteración X.
Actualmente las Metodologías del Sindicato con mayor presencia en Brasil son la sección de Desembolsos, que financia los proyectos de otras Convenciones, y es la que cuenta con más Tecnócratas extranjeros. Los Protectores también son muy numerosos, influyendo el ámbito criminal y de la corrupción en el país. Control de Medios está cobrando mucha importancia en las últimas décadas, agitando las aguas de la política brasileña, y apoyando a uno u otro candidato a conveniencia. Por último la División de Proyectos Especiales ha crecido enormemente en las últimas décadas, produciendo armamento de todo tipo y participando en la destrucción de la selva amazónica. Su falta de ética y su corrupción ha sido el objeto de numerosas críticas en la Tecnocracia.
PERSONALIDADES
Clarice Beckmann: Clarice nació en Nueva York en la década de 1930, la hija de un mago del Sindicato, que se había enriquecido mediante sus juiciosas inversiones en Bolsa, desarrollando artes que le permitían predecir el movimiento de las corrientes económicas. A pesar de la crisis de 1929, Martin Beckmann había seguido la máxima de que “un desastre es una oportunidad,” una filosofía que inculcó a su joven hija.
Viudo y padre soltero, Martin se volcó en su hija, enseñándole sus artes como si fuera un juego, y Clarice aprendió desde pequeña el valor del dinero. A medida que crecía su padre se obsesionaba cada vez más con ella y el día en que cumplió quince años se vio obligada a clavarle un abrecartas para frenar su acoso. Mientras la sangre se derramaba, Despertó.
El Sindicato comprendió la actitud de Clarice, y la ayudaron a hacerse cargo de la herencia de su padre. Fue educada como una hija de la Convención, y como Martin Beckmann no sólo demostró habilidad para predecir los flujos económicos, sino que también se convirtió en una implacable negociadora que conseguía unir empresas rivales para alcanzar objetivos comunes.
En 1977 fue enviada a Brasil, con la intención de incrementar los beneficios de una división del Sindicato que arrastraba pérdidas. Estudiando la actuación de sus predecesores, decidió que la mejor opción era explotar las enormes riquezas que atesoraba la selva amazónica, que había escapado al avance del progreso hasta el momento. Estableció alianzas entre el Sindicato y otras empresas y ayudó a gestar un proyecto para poner en valor el amplio territorio de la selva amazónica.
En pocos años los beneficios eran fabulosos, obteniendo numerosos activos en empresas mineras y metalúrgicas, así como en la industria de la madera y la construcción. Fueron años dorados para Clarice, que fue ascendida en las filas del Sindicato.
Sin embargo, a finales del siglo XX se descubrió que el éxito de Clarice se había construido mediante la corrupción y medios cuestionables. Varias de sus empresas mostraban signos de la influencia de los Nefandos, y varias de las minas en que había invertido se encontraban agotadas mientras sus acciones entraban en bancarrota. Caída en desgracia, varios agentes de su entorno fueron juzgados y purgados por su colaboración con los Nefandos. La propia Clarice fue sustituida y enviada a Nueva York.
Su reciente regreso y rehabilitación han sido toda una sorpresa para la Tecnocracia brasileña. Cuando muchos consideraban su carrera en el Sindicato acabada, utilizando sus contactos en Nueva York en el Sindicato y el Nuevo Orden Mundial consiguió transferir la culpa a sus colabores, y los cargos presentados contra ella fueron desestimados. Ahora, con una nueva oportunidad ha vuelto a los salones del Sindicato brasileño como si nada hubiera ocurrido. Y en esta ocasión no piensa caer.
Clarice es una mujer que aparenta unos cincuenta años, delgada y no especialmente agraciada. Su cabello es rubio, aunque lo ha aclarado con tintes. Tiene una mirada de curiosidad y suele sonreír de forma despreciativa y condescendiente, aunque también puede mostrarse muy agradable cuando se lo propone. Tiene un gran talento económico y es muy consciente de ello, pero eso también le ha proporcionado una vena de vanidad. Viste con vestidos lujosos y le gustan especialmente las perlas.