Por Anders Sandberg
Esta pintura, creada en 1936 por el artista noruego Bengt Mölle, es una de las pinturas más inusuales del mundo. El excéntrico Mölle buscó capturar la imagen de lo Desconocido, y usualmente trató de crear bajo la influencia de drogas fuertes y rituales teosóficos. Sin embargo, en el caso de Omega 14, se basó en un sueño intenso que experimentó después de pintar y desechar otras 13 pinturas el mismo día, irse a la cama cansado y bastante borracho.
En el sueño vio una gran llanura sin vida, y en esa llanura un objeto que era a la vez un palacio, un ser y un símbolo, pero al mismo tiempo no era ninguno. El gran objeto se cernía sobre él y el resto de la realidad, lleno de poder desconocido.
A la mañana siguiente creó su pintura. En cuestión de minutos había dibujado lo básico y pasó el mes siguiente perfeccionándolo. Durante este tiempo solo soñó con Omega, como lo llamaba, buscando una forma de descubrir sus secretos. Usando su pintura como un mapa, finalmente encontró un camino hacia Omega, y desapareció para siempre. La pintura fue vendida de su propiedad cuando finalmente fue declarado muerto. La policía nunca encontró ninguna pista de su desaparición, aunque sospecharon suicidio.
En realidad, Omega 14 es una manifestación del profundo Subconsciente Universal, una especie de entidad mucho más allá de nuestra realidad que reaccionó a las pruebas artísticas de Mölle y las siguió gradualmente al mundo físico. Desafortunadamente, la obsesión del artista y la inexperiencia de la entidad desconocida con la existencia física lo atraparon en la pintura. Como una especie de intento de escape desesperado, atrajo a Mölle a sí mismo, a la pintura. Su Avatar ahora está atrapado dentro de Omega y la pintura, ambos luchando por salir.
Para la mayoría de los espectadores, Omega 14 es una pintura surrealista impresionante. No es tan diferente de algunas de las creaciones más disueltas de Dali, pero es bastante convincente. El contraste entre el paisaje seco y seco en primer plano y la enorme cosa de color verde azulado-rojo-verde en el fondo es agradable e inquietante. Sin embargo, la imagen realmente cambia con el tiempo. Las nubes oscuras y secas se desplazan lentamente a través de la pintura en el transcurso de semanas, y partes de Omega se mueven cuando nadie está mirando. Los magos y los seres sensibles generalmente sienten la presencia de alguien o algo cerca de la pintura, pero es indistinto y a menudo se confunde con otras presencias.
Para realmente cobrar vida, la pintura necesita quintaesencia. Lo extraerá de los alrededores si alguna vez hay quintaesencia libre disponible, como la pintura que se coloca cerca de un Nodo o que un mago la toca. El Avatar de Mölle busca desesperadamente escapar y desplegarse nuevamente, enredado en Omega. Una forma sería alimentar la pintura con suficiente quintaesencia. La entidad atrapada podría manifestarse físicamente. Desafortunadamente, esto requeriría grandes cantidades de quintaesencia y causaría una gran tormenta de paradojas.
Los magos también pueden ingresar al cuadro, usando Mente o Espíritu. Omega busca nuevamente el contacto con el Subconsciente Universal y podría atraer a otros a su mundo. Desde el interior, la pintura es vasta, aunque en gran parte un páramo de arcilla seca, barrida por el viento y nubes premonitorias. La única vida es Omega, un inmenso dios de la construcción barroca. No puede comunicarse, y la mente de Mölle está destruida hace mucho tiempo. El Avatar puede hablar con los Avatares de los magos, dándoles pistas, visiones o extrañas coincidencias.
Una vez dentro de la pintura, no es aconsejable entrar en Omega, ya que el ser no puede resistir el atractivo de absorber a otra persona en un intento desesperado de encontrar un camino hacia el subconsciente (que se cierra por sí mismo). Solo tocar la sustancia del ser es seguro, pero también inunda la mente del tocador con visiones arrancadas del subconsciente universal, Mölle e innumerables espectadores de la pintura. Esto hace que incluso el Quiet más serio se vea manso. Al mismo tiempo, puede dar algunos indicios de la verdadera historia de Omega.
