Por Andrew Weitzman
En la Guerra de la Ascensión, la gente desaparece sin dejar rastro. Algunos mueren por accidente o asesinato, otros sucumben a la Paradoja, mientras que algunos son tragados por su propio Arcano. De vez en cuando, un compañero de Cábala o un Mentor cae por las grietas de la realidad y nunca regresa. Ahí es cuando llegan Los Limpiadores.
Los Limpiadores se manifiestan como seres humanos anodinos que llegan para "limpiar" la residencia o el lugar de trabajo de un mago desaparecido. La forma precisa varía: han aparecido como conserjes, asistentas, mudanzas profesionales, etc. Las características de un limpiador son olvidables, su ropa es genérica y los testigos han descubierto que no pueden recordar ningún detalle identificable en absoluto. De ser desafiado, Los Limpiadores siempre tendrán la autorización correcta para realizar su trabajo; las amenazas de violencia pueden hacer que se vayan, pero siempre regresan más tarde para continuar con su tarea.
Los Limpiadores tienen un poder aterrador: la capacidad de borrar de la realidad cualquier rastro de la existencia de alguien. Todo lo que maneja un Limpiador pierde toda conexión que tuviera con la persona que lo poseía. Se borran aspectos como las marcas de identificación, las decoraciones distintivas y similares; los recuerdos y efectos personales de la víctima se transforman en posesiones anónimas. Un lugar visitado por Los Limpiadores pierde todo rastro de la personalidad que alguna vez vivió allí.
Existe una variedad de teorías sobre la naturaleza exacta de Los Limpiadores. Algunos dicen que son agentes de la Tecnocracia que atan los cabos sueltos de un secuestro o asesinato. Otra opinión sostiene que son espíritus sutiles de Paradoja que borran la existencia de un mago ofensor de los seres de Teluria. En cualquier caso, los escáneres mágicos revelan que un limpiador posee el patrón de un ser humano, pero con un hueco donde debería estar una mente o un alma.
