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Mensaje
por HeyderLópez13 » 20 Feb 2021, 09:03
Creo que la razón para eso que dices Ébano, tiene mucho que ver con que los Huecos no son tan fáciles de instrumentalizar por parte de las Tradiciones sobre todo porque son más cínicos hacia las supuestas bondades de las tradiciones o de la Guerra de Ascensión, especialmente porque fueron usados por las Tradiciones y también por los Tecnócratas y fueron víctimas de ambos. Esa es una de las razones que explicaría dicha marginación: dudan del poder de las Tradiciones, dudan de sus bondades y de sus objetivos. Por otra parte, la facción se liga a los marginados, a la gente del común, a los que viven el día a día de la Guerra de Ascensión.
La otra cosa es: Los ponen en la Alianza Dispar no porque sean difíciles de llevar, sino porque comparten algo en común con todas esas otras facciones de la Alianza Dispar: Han sido despreciadas por las Tradiciones y asediadas por la Tecnocracia. Es la historia de facciones que representan mucho a los rebeldes, marginados, a las minorías étnicas, grupos ya caídos en desgracia, etc. Pueden haber varios Huecos dentro de las Tradiciones, pero ciertamente me parece más lógico que pertenezcan a la Alianza, además ellos nunca pertenecieron al Concilio, estaban siendo considerados para su integración, que es distinto, no eran técnicamente una tradición.
Los que se querían unir son los que se denominaban en revisada "Councilor", y algunos Huecos los veían como unos vendidos fascistas, de hecho. El asunto era: las Tradiciones no los tomaban en serio, y eran motivo de risas por sus pares Huecos que no podían sino observarlos hacer el ridículo. La otra facción que había en revisada eran los "Revolutionaries", que eran precisamente los que se oponían tanto a la idea de integrarse a las Tradiciones como a la Tecnocracia. Los Huecos de la Alianza Dispar se ligan mucho con este segundo grupo.
Otra razón es que los Huecos tienen mucho que ver mucho con la vida urbana y la crítica o aceptación del mundo moderno, y no a la manera de los Adeptos, sino ya en el lado ideológico. Los reaccionarios que se enfrentan al mundo moderno, pero también aquellos que se deleitan cínicamente en ese mundo, y ahí de pronto ya tienen problemas. El otro asunto, es que al menos en lo ligado alos Adeptos, las Tradiciones han sido capaces de instrumentalizarlos, tipo "combatir fuego con fuego" respecto a la Tecnocracia. Y además: Los Adeptos resienten mucho su antigua facción, por lo que son muy útiles a todos esos objetivos ligados a la Guerra de Ascensión.
La Primera Guerra Mundial afectó a los Huecos, porque les enseñó que esa idea de que las guerras pueden librarse por "causas justas" era una farsa, y en ese sentido la Guerra de Ascensión es también una farsa, el problema es que demasiados idiotas (dirían ellos) la toman en serio, lo que hace al asunto algo muy peligroso.
También: La Primera Guerra les quitó su lugar protagónico, o mejor dicho lo redefinió. Y el asunto es: La Guerra de Ascensión está deshumanizando a las tradiciones, igual que la Primera Guerra lo hizo, igual que lo hizo aún más la Segunda Guerra. Es por eso que se unieron a la Alianza, a mi parecer, porque la amenaza Nefanda no es un juego: los Huecos ya han estado ahí antes, ya han visto cómo los nefandos se alimentan de la guerra, y eso sería algo que les resultaría evidente en la Segunda Guerra.
También, las guerras destruyeron el relato del héroe. ¿Son realmente las Tradiciones los buenos? ¿Son realmente los Tecnócratas los buenos? Quien tiene el poder construye el relato. Y eso es importante, porque dentro de ese relato que hicieron las facciones de la guerra, lo que se insinúa es que no le dieron importancia a aquellos personajes que no podían usar ideológicamente para su relato, no hablaban por ejemplo de las incontables víctimas que hubo en esas facciones subalternas, como los Huecos, que también fueron usados en esas guerras, no se les reconoció su papel.
La otra cosa es que las guerras llevaron tanto a la Tecnocracia como a las Tradiciones a un mayor uso de la propaganda, al establecimiento de agendas, y a la manipulación de los durmientes. Los Tradicionalistas gustan de representar a los Tecnócratas como una especie de "Gran Hermano", el asunto es que ellos también lo son.
Las Tradiciones comenzaron a fabricar mitos sobre héroes, sobre grandes personajes para las masas, empezaron a involucrarse con la cultura popular.
En los 90s los Oficios Dispares, entre ellos los Huecos, que no eran parte de las Tradiciones sino que estaban siendo considerados para ser integrados, se unieron, mucho tuvo que ver esa idea de la amenaza nefanda anteriormente planteada, y los rumores de que los Huecos podrían estar tras el asalto a Doissetep (si se sigue la línea de ese evento metadramatico). Pero tampoco hacia falta que Doissetep estallase y fuesen acusados (justa o injustamente), porque finalmente si las Tradiciones no iban a acogerlos y los iban a ver como una molestia y a tratar de mala manera, ellos mismos tenían que buscar una manera de cuidarse entre ellos. Y eso es importante porque más allá de si comparten visiones en común o no, había un pequeño detalle muy importante: nadie quiere morir a manos de la Tecnocracia, de los Nefandos o de los Merodeadores, ni quería ser utilizado o menospreciado por las Tradiciones.
Hay que tener en cuenta algo: Esta Alianza Dispar surge en medio del recrudecimiento de la Guerra de Ascensión, cuando los Tecnócratas están librando su Pogrom. Esto es: en medio del evento de la metatrama conocido como Reckoning, cuando el Guerrero de la Ascensión se preparaba para destruir horizonte. En medio de eso, todos estos oficios coincidieron en una idea: los Nefandos estaban moviendo los hilos de la Guerra de Ascensión, esa fue la razón que los llevó a unirse a pesar de tener paradigmas tan... dispares. Ahora también algo: Algunos miembros de la Alianza operan dentro de las Tradiciones o la Tecnocracia, con el ánimo de purgarlas. Para estas facciones el problema siempre se ha tratado de supervivencia, y ahora cuando los Nefandos están regresando se trata aún más acerca de la supervivencia, lo que obviamente no impide que deseen destruir la Tecnocracia y a las Tradiciones, porque precisamente las ven como focos de corrupción nefanda.