Reseña por parte de nuestro compañero @Pvig aka [mention]Justycar[/mention] sobre la primera de las novelas de Mago la Ascensión.
Camino al Infierno, de Robert Weinberg, es la primera novela sobre Mago: La Ascensión escrita, data de 1996, cuando el juego aún se encontraba en su primera encarnación. El autor es bastante conocido en Mundo de Tinieblas por haber escrito la trilogía de La Mascarada de Muerte Roja, que acabó saliendo del canon oficial o la metatrama. Camino al Infierno presume de ser la primera parte de una segunda trilogía, esta vez sobre la guerra de Horizonte, una guerra que devastará los reinos umbrales de las tradiciones y que supuso un cambio muy importante en el trasfondo de Mago, que todavía tiene grandes ecos en M20.
El tema de la novela pretende ser "El Camino al infierno está sembrado de buenas intenciones", la Tecnocracía se pudre desde dentro tratando de salvar la humanidad, sin embargo, no es lo que transmite la novela. Porque esta novela poco tiene que ver con el Mago introspectivo, gnóstico o filosófico, el argumento es una sucesión de enfrentamientos salidos de una película de acción con fantasía y magia descontroladas.
Podría decirse que el punto de partida del argumento es que algunas convenciones de la Tecnocracia están creando una peligrosísima arma, el huesped definitivo, un cuerpo con todos los avances biotecnológicos que los Progenitores e Iteración X tienen a su alcance, pero cada convención tratará de conseguir el control de él conforme se acerque su nacimiento. No obstante, un prisionero entre los que han realizado los test de prueba, Jason Bourne con poderes de superhéroe, escapa habriéndose paso a guantazos y consigue alertar a las tradiciones.
Podría parecer suficientemente para una buena película de acción: Cazar al prisionero amnésico con superpoderes, conspiración y traición entre tecnócratas, guerra con las tradiciones... Pero no le pareció suficiente al autor, quien introduce Giovanni y Nefandos en la trama de un modo difícil de entender, ya que nos encontramos vástagos cuyas relaciones entre sí y con otros personajes hacen clara referencia a sucesos procedentes de otros libros, seguramente de La Mascarada de la Muerte Roja, que no tienen ninguna relevancia para la trama principal.
Pero aunque los Giovanni no se entienda qué hacen y, además, son tan superficialmente malvados que parecen villanos de opereta y risa estridente, no son lo peor del libro. Lo peor son el abuso absurdo de elementos fantásticos y magia en una historia que no la necesitaba y así nos encontramos que el arma definitiva de los Progenitores no es un virus o un ejército de clones, es un pulpo asesino prehistórico. Los ciborgs de Iteración X son tan estúpidos que cuesta creerse su "super-inteligencia y procesamiento de datos". Los miembros de las tradiciones son tan estereotipados que cuesta no reirse, desde la letal asesina con katanas de los Akáshicas a los druidas y hermanas de la caridad de los Verbena.
Se introducen tantísimos personajes y una sucesión de eventos tan abrupta que cuesta seguirlos, cuesta aún más identificarse con ellos y es difícil que acabe importándote que les pasa. Porque entre explosiones, patadas de karate y dinosaurios qué es lo que piensa y siente cada uno de los cincuenta personajes que pasan de largo por la novela no tiene ninguna importancia en sus 380 páginas. Las mujeres son todas impactantemente atractivas y delgadas, cosa que no se menciona en los hombres, salvo en el prisionero, que es de músculos de acero y cuerpo marmóreo. Los latinos que aparecen son pandilleros, los italianos mafiosos y el nigga es una figura imponente y de pocas palabras.
Y por último, me dejo lo mejor para el final, están los Nefandos. Los Giovanni son planos y supérfluos, pero al menos tienen planes egoístas y motivaciones, sin embargo los Nefandos, cuya única intención es acumular poder para destruir la realidad se infiltran en todas partes (Pentex, la Tecnocracia, los Giovanni) convirtiéndose en el enemigo definitivo, pero del cual no se dice nada, salvo que quiere destruir la realidad.
En conclusión, una mala novela, una novela que cuesta de seguir si no has leído La Mascarada de la Muerte Roja, una novela que no lleva el argumento a ningún sitio y una novelas que no debería representar lo que es el universo de Mago, en mi opinión. No es de extrañar que quisieran sacar la fantasía desbordante del trasfondo en ediciones posteriores.
Pese a todo, tiene algunos elementos positivos la novela, es innegable: La trama argumental principal, la conspiración por hacerse con el cuerpo, sería interesante sin las escenas de acción absurda; algunos tecnócratas tienen motivaciones y personalidades creíbles y los Giovanni podrían ser muy buenos antagonistas. Pero todas pinceladas de genialidad se diluyen en un mar de verborrea, desde mi punto e vista.
Quizás, es posible, pero poco probable, me lea la segunda parte con la vana esperanza de que los Giovanni o la Tecnocracia masacre al resto de personajes y sobre una pila de cadáveres rían con un satánico "muahahaha". La verdad es que, tal y como lo dejan al final del primer libro, espero que los Giovanni maten a todos los magos.
El tema de la novela pretende ser "El Camino al infierno está sembrado de buenas intenciones", la Tecnocracía se pudre desde dentro tratando de salvar la humanidad, sin embargo, no es lo que transmite la novela. Porque esta novela poco tiene que ver con el Mago introspectivo, gnóstico o filosófico, el argumento es una sucesión de enfrentamientos salidos de una película de acción con fantasía y magia descontroladas.
Podría decirse que el punto de partida del argumento es que algunas convenciones de la Tecnocracia están creando una peligrosísima arma, el huesped definitivo, un cuerpo con todos los avances biotecnológicos que los Progenitores e Iteración X tienen a su alcance, pero cada convención tratará de conseguir el control de él conforme se acerque su nacimiento. No obstante, un prisionero entre los que han realizado los test de prueba, Jason Bourne con poderes de superhéroe, escapa habriéndose paso a guantazos y consigue alertar a las tradiciones.
Podría parecer suficientemente para una buena película de acción: Cazar al prisionero amnésico con superpoderes, conspiración y traición entre tecnócratas, guerra con las tradiciones... Pero no le pareció suficiente al autor, quien introduce Giovanni y Nefandos en la trama de un modo difícil de entender, ya que nos encontramos vástagos cuyas relaciones entre sí y con otros personajes hacen clara referencia a sucesos procedentes de otros libros, seguramente de La Mascarada de la Muerte Roja, que no tienen ninguna relevancia para la trama principal.
Pero aunque los Giovanni no se entienda qué hacen y, además, son tan superficialmente malvados que parecen villanos de opereta y risa estridente, no son lo peor del libro. Lo peor son el abuso absurdo de elementos fantásticos y magia en una historia que no la necesitaba y así nos encontramos que el arma definitiva de los Progenitores no es un virus o un ejército de clones, es un pulpo asesino prehistórico. Los ciborgs de Iteración X son tan estúpidos que cuesta creerse su "super-inteligencia y procesamiento de datos". Los miembros de las tradiciones son tan estereotipados que cuesta no reirse, desde la letal asesina con katanas de los Akáshicas a los druidas y hermanas de la caridad de los Verbena.
Se introducen tantísimos personajes y una sucesión de eventos tan abrupta que cuesta seguirlos, cuesta aún más identificarse con ellos y es difícil que acabe importándote que les pasa. Porque entre explosiones, patadas de karate y dinosaurios qué es lo que piensa y siente cada uno de los cincuenta personajes que pasan de largo por la novela no tiene ninguna importancia en sus 380 páginas. Las mujeres son todas impactantemente atractivas y delgadas, cosa que no se menciona en los hombres, salvo en el prisionero, que es de músculos de acero y cuerpo marmóreo. Los latinos que aparecen son pandilleros, los italianos mafiosos y el nigga es una figura imponente y de pocas palabras.
Y por último, me dejo lo mejor para el final, están los Nefandos. Los Giovanni son planos y supérfluos, pero al menos tienen planes egoístas y motivaciones, sin embargo los Nefandos, cuya única intención es acumular poder para destruir la realidad se infiltran en todas partes (Pentex, la Tecnocracia, los Giovanni) convirtiéndose en el enemigo definitivo, pero del cual no se dice nada, salvo que quiere destruir la realidad.
En conclusión, una mala novela, una novela que cuesta de seguir si no has leído La Mascarada de la Muerte Roja, una novela que no lleva el argumento a ningún sitio y una novelas que no debería representar lo que es el universo de Mago, en mi opinión. No es de extrañar que quisieran sacar la fantasía desbordante del trasfondo en ediciones posteriores.
Pese a todo, tiene algunos elementos positivos la novela, es innegable: La trama argumental principal, la conspiración por hacerse con el cuerpo, sería interesante sin las escenas de acción absurda; algunos tecnócratas tienen motivaciones y personalidades creíbles y los Giovanni podrían ser muy buenos antagonistas. Pero todas pinceladas de genialidad se diluyen en un mar de verborrea, desde mi punto e vista.
Quizás, es posible, pero poco probable, me lea la segunda parte con la vana esperanza de que los Giovanni o la Tecnocracia masacre al resto de personajes y sobre una pila de cadáveres rían con un satánico "muahahaha". La verdad es que, tal y como lo dejan al final del primer libro, espero que los Giovanni maten a todos los magos.
