[AD] Escena: 05.a - Diecisiete torres y un solo cielo

Moderador: Jebediah_Gogorah

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Pagliacci
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Re: [AD] Escena: 05.a - Diecisiete torres y un solo cielo

#21

Mensaje por Pagliacci » 21 Ene 2020, 08:45

https://www.youtube.com/watch?v=zSSp7M7wr3o

-“Verum sine mendacio, certum, et verissimum.
Quod est inferius, est sicut quod est superius.”


Había que salir de allí cuanto antes, la umbra comenzaba a destejer sus hechizos, parecían haber entrado en una zona de anulación, aquel plano etéreo estaba bebiéndose su Vis lentamente, drenándoles, esquilmándoles. Lang recorrió con determinación los metros que le separaban de la puerta de la mansión, él era el hechicero, el nigromante, la sombra púrpura del crepúsculo en Ulán Bator , era la umbra la que debía temerle, su Voluntad sería obedecida. El hermético abrió bruscamente, dando con su mirada con el retorcido reloj que parecía surcar el tiempo en varias direcciones a la vez. Sus números oscilaban en permutaciones caóticas, quizás siguiendo un complejo patrón cabalístico, mientras un búho ateniense, psicopompos de las almas perdidas, les arrojaba una mirada llena de compasión y sabiduría.

-Detrás de mí, Tetsuo, sígueme.

Dos escaleras se abrían ante él, una de mármol hacia los cielos, la otra de madera quebradiza, hacia las profundidades. Sería quizás aquella mansión victoriana una representación de la mente freudiana, desde el piso superior el superego paternalista lanzaría sus acusaciones implacables, mientras que en el sótano del Id, el inconsciente escondería sus temores, sus miedos y sus mayores deseos inconfesables.

-Así en la Tierra, como en el Cielo.- Dijo recitando la traducción hebrea del viejo aforismo aegiptio, la Tabula smaragdina, atribuida nada menos que al antiguo Hermes. Palabras sagradas en todas las religiones, verdades alquímicas que Jung o Newton habían tratado de descifrar. Su voz sonaba grave como una elegía a un Dios muerto, como las lágrimas de Príamo derramadas sobre la tumba de su hijo dorado.

-”Quod est inferius, est sicut quod est superius.
Et quod est superius, est sicut quod est inferius, ad perpetranda miracula rei unius.
Et sicut res omnes fuerunt ab uno, meditatione [sic] unius, sic omnes res natae ab hac una re, adaptatione.
Pater eius est Sol, mater eius est Luna.
Portavit illud ventus in ventre suo.
Nutrix eius terra est.”


Dijo mientras la realidad exterior se deshacía tras él, resquebrajándose, como un sueño se desmorona en un hombre que despierta. Lang se encaminó hacia la oscuridad de su Ascenso. Cada paso hizo crujir la madera bajo sus pies y retorció los ecos de aquella casa gótica con un aullido gemebundo. Lang encendió otros phosphoros, Lucipher, portador de luz. Sentía la cercanía de un portal, de una llave de plata, de su cordón argénteo vibrando, cantando la onírica llamada de los muertos.

-Sic habebis gloriam totius mundi.
Ideo fugiet a te omnis obscuritas.

Y la Oscuridad huirá de ti.

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Percepción 3 + Consciencia 0

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[10*, 4, 3]-P = 1
Última edición por Pagliacci el 21 Ene 2020, 16:23, editado 1 vez en total.

Tetsuo Kojima (Toxizer)
Gamberro Akáshico

Re: [AD] Escena: 05.a - Diecisiete torres y un solo cielo

#22

Mensaje por Toxizer » 21 Ene 2020, 11:21

https://www.youtube.com/watch?v=-sOadAaGiq4 - Lavender Town Theme

" Este paisaje me recuerda al Biohazard X. Pensé que antes de ir a un infierno vería al gran Enma-Sama. ¿ Habrá algún conocido por aquí? Shino palmó hace unos tres meses, lo mismo me lo tropiezo. Es raro pero aún noto el chi recorriendo mi cuerpo, ¿Podré usar mis técnicas especiales?

Tetsuo agarra el antiguo colgante de jade, y se prepara para llevar a cabo el ritual necesario para usar sus Ojos del Dragón. El akáshico cierra los ojos comienza a mover sus manos y de repente Lang lo interrumpe.

- ¿ Señor Lang estamos muertos? - pregunta inocentemente el chico - ¿ Conoce este lugar?

El joven Kojima sigue a su compañero al interior de la desvencijada mansión.

Rick Probus (DarkOsca)
Cyberpredicador

Re: [AD] Escena: 05.a - Diecisiete torres y un solo cielo

#23

Mensaje por DarkOsca » 22 Ene 2020, 11:33

https://youtu.be/sB2CcWDa80o No surprises - Ramin Djawadi

En la eterna lucha entre el pecado y la redención, aquel tiene que poner las máximas dificultades para esta. Lenta, parsimoniosamente, como parte de una sinfonía que sólo tiene sentido en algún lugar de su cabeza al que no siempre puede acudir, el pater, recoge minuciosamente sus ropas y se pone en pie. Susurra, con voz ronca y cansada:

-"Vulgatta".

Y continua hacia adelante. Percibe que Lang, con su ademán rotundo y seguro, parece saber el camino que hay que seguir. Escucha, absorto, las plegarias que el judío entona y se une a ellas, todavía vacilante:

-"Haec est totius fortitudinis fortitudo fortis,
quia vincet omnem rem subtilem,
omnemque solidam penetrabit.
"

-"Sic mundus creatus est."

-"Hinc erunt adaptationes mirabiles,
quarum modus est hic.
Itaque vocatus sum Hermes Trismegistos,
habens tres partes philosophiae totius mundi."


-"Completum est quod dixi de operatione Solis."

Las voces de ambos magos se funden en una. Cuando terminan. Probus, al borde del desmayo, todavía acierta a decir una última frase:

-Si Salvatore pudo volver, nosotros también seremos capaces.

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Jebediah_Gogorah
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Re: [AD] Escena: 05.a - Diecisiete torres y un solo cielo

#24

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 22 Ene 2020, 20:58

{ https://www.youtube.com/watch?v=ZYlNjQ5TTF4 - Amen by Enigma }

Con la misma seguridad de que se sentían observados, de que aquel astro rey los oteaba con su mirada sombría, todos siguieron al hermético judío como si del mismísimo custodio de aquel reino de horror y fantasía se tratara. Aún cuando eligió el camino del descenso, simil de viaje introspectivo a los recovecos oscuros del alma, el resto de la cábala no dudo en seguir a su accidental lider.

Las cerillas no tardaron en apagarse cuando una brisa helada de incierto origen les invadió erizándoles por completo el total de sus cuerpos. No obstante, sus ojos ya se habían acostumbrado a aquella oscuridad, y sus pies seguían descendiendo por los crujientes y quejumbrosos escalones que parecían descender sin fin. El silencio sepulcral solo era roto por las oraciones al unísono del corista y del hermético, que tenían que esforzar cada vez más la voz para que éstas fueran oídas por el resto, pues a medida que avanzaban la voz iba acolchándose cada vez más, y la silueta del siguiente camarada se difuminaba sin razón aparente.

También empiezan a difuminarse todo resto material que os rodea. Los elementos empiezan a desvanecerse y en la más absoluta introspección y soledad, os encontráis en un espacio ingrávido, donde apenas os da tiempo a alarmaros ante esa progresivo pero instantáneo destierro. Entonces una luz se abre como una puerta en el cosmos. Vuestros flotantes pasos os dirigen a esa puerta, pero vuestro yo místico os dice que no debéis cruzar ese umbral...*1
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Para Lang la puerta muestra un pasillo de fuego donde Berenice, desnuda, se quema entre los brazos metálicos de androides sin alma. Apéndices de fuego la atrapan impidiendo su liberación y ella te pide auxilio con una expresión desesperada. En su vientre transparente, un bebé llora y sus lágrimas se ahogan con el líquido amníotico de tono dorado que lo rodea. Su llanto traspasa la piel de la científica y se clava en las entrañas del judío. Debe dar un paso adelante y adentrarse, salvarla... antes que el unicornio que carga por su lateral lo embista con su cuerno de plata.

Probus ve una luz divina. Parece el descanso eterno. Un fuego eterno que no quema y que parece todos los espíritus en uno. Transmite una paz capaz de acabar con toda la cantidad de problemas que arrastra el corista. Es una luz que acompaña y que consuela. Sabia luminaria que todo lo conoce. La respuesta a todo lo que siempre se había preguntado. En su espalda siente la mano reconfortante de la imagen celestial e icónica de Jesucristo. Sus heridas áun rebozan sangre que caen como lágrimas desde la corona de espinas. Es su ancla para no pasar.

Tetsuo parece encontrarse en el umbral de su casa asiática. Su padre arrodillado ha finiquitado una botella de sake y sostiene, lloroso, un retrato digital que alterna fotos individuales de su madre, con otras familiares. Llora desconsolado hasta un determinado momento, donde aprieta los dientes, y saca una daga de entre sus mangas. Un férreo soldado sombrío le pone el brazo por delante del muchacho cuyo rostro choca contra las escamas metálicas de la armadura del extraño ser. No es difícil esquivarlo si quiere... no entrar y evitar la escena es cuestión de voluntad.

El cultista Zagreo encuentra la visión paradisiaca de una playa remota. El lugar le recuerda a su hogar natal. En una mesa disfrutan de un asado su familia y un alegre Matthius. Todo es vegetación frondosa y colorida a su alrededor, y no hay un atisbo de tecnología. Es la felicidad más pura, la de una familia unida, la del amor puro e incondicional. Pero una voz felina le susurra que aún no. Una voz desde la jungla, como si ella misma hablara.

La otra cultista, Ishani, ve una flor de loto que se abre mostrando una luz. Es un brillo que es todas las cosas. El brahma y el nirvana. Luz sanadora del espíritu que le llama a sentarse y fusionarse y meditar para siempre. Meditar eternamente hasta viajar astralmente en un bucle constante y alejar su cuerpo de las necesidades mundanales. Unas notas de un sitar se dibujan tatuándose en su espalda y sosteniendo su cuerpo erguido para no caer en el umbral luminoso.

Michael ve una granada sostenida en mitad del aire. Es esa misma granada cuya explosión cegadora originó su Despertar. Pero esta vez no era un edificio abandonado sino el orfanato católico de St Mary's. Se movía a cámara lenta, dispuesta a caer sobre el medio del atestado y comunal dormitorio con los niños y crucifijos como únicos testigos. La férrea mano del Árcangel Miguel, con su espada de fuego, le instaba a quedarse.

Todos vivían en solitario su particular epifania. Estaba en su voluntad, la decisión.
*1
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"- ¡¡¡Fenomenales poderes cósmicos!!!... y un espacio chiquitín para vivir" (Genio - Aladdin)

ImagenImagen

Tetsuo Kojima (Toxizer)
Gamberro Akáshico

Re: [AD] Escena: 05.a - Diecisiete torres y un solo cielo

#25

Mensaje por Toxizer » 23 Ene 2020, 16:16

https://www.youtube.com/watch?v=bEQtkLNTmRs - Obokuri-Eeumi - Samurai Champloo OST

Lang no respondió al confundido akáshico. Cuando el resto de la cábala siguió los pasos de Lang, el aterrado chico los siguió bajando las maltrechas escaleras que descendían hacia la oscuridad. Las oraciones de Lang y Rick reverberaban en su embotada mente, la situación lo había sobrepasado y solo podía seguir bajando peldaños. De repente se ve luz en la oscuridad, abre bien los ojos y está de nuevo en su hogar.

" ¿ Papá? No, maldita sea, ¿ Qué va a hacer? "

- ¡ Paapppaaaa! - grita mientras se acerca a su progenitor y aparece una fantasmal figura que impide su avance - ¡Papa no lo hagas! ¿ Que mierda eres tú? - dice dirigiéndose al ser que le corta el paso.

El joven está a punto de esquivar al extraño soldado para poder evitar el seppuku. Sin embargo, el guerrero le dice:

- No es real. Estás vivo idiota, sal de aquí.

Tetsuo lanza un alarido entre lagrimas y haciendo uso de su fuerza de voluntad consigue dar la espalda a la terrible escena y no atravesar el umbral.
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Zagreo (Artis Herran Walker) (PeteryPan)
Bailarín anti-tecnológico

Re: [AD] Escena: 05.a - Diecisiete torres y un solo cielo

#26

Mensaje por PeteryPan » 23 Ene 2020, 18:03

Aquel escenario onírico perdió todo su esplendor y magnetismo cuando la hoja, repudiada, corrupta, envenenada, se deshizo y el mismo árbol, herido, se encogió. La expresión de Zagreo explotó en una mueca de sorpresa y terror al descubrirse él mismo desmontado como un puzle, con manchas en la piel que indicaban que algo iba realmente mal. Aquel lugar ajeno, desconectado, lejano comenzó a deshacerse, inundándose, a sus ojos, de un humo espeso e industrial, pegajoso, cargado de aceites y químicos contaminantes. El resto del grupo avanzó hacia la mansión y él los siguió, mientras miraba hacia atrás y veía como el pastoral campo se secaba y expulsaba gases tóxicos, y los cipreses, moribundos, se desmoronaban, podridos y carcomidos por insectos voraces.

Subió las escaleras del porche con ansiedad y siguió a los demás, escuchando la letanía conjunta de Lang y Rick, mientras él, atemorizado, se pegaba a ellos. Aquel paraje, tan distinto a sus bosques, a su forma de sentir el mundo y la magia, lo desconcertaba y desorientaba, quitándole iniciativa y reacción, tan sólo seguir a aquellos que parecían manejarse en aquel mundo gris y corrupto. Sus voces sonaban tenues, como desvaídas, sin fuerza. El aire mismo parecía líquido, asfixiante. Bajaron las escaleras y aquella decisión sólo alegraba al cultista con respecto al hecho de que al escalera era de madera y no de mármol; por lo demás, su corazón se encogía. Cuando puso un pie en aquella estructura, un lejano canto marino, como de un ave exótica desconocida, sonó en el aire meloso. Todo a su alrededor se difuminó, como si la realidad misma se convirtiera en una neblina negruzca. Aquel gas vaporoso se fue filtrando por una rendija luminosa, al fondo de aquel espacio vacío. La luz fue creciendo por momentos y apareció ante él una playa paradisíaca, cuya belleza tropical hacia daño a los ojos y al alma. El oleaje, rítmico, prístino y melodioso, lamía la orilla, a la par que una húmeda y frondosa selva flanqueaba el otro lado. En medio, una familia vacacionaba alegre y sonriente, alrededor de la mesa, disfrutando descalzos sobre la arena mojada, en medio del vuelo y canto de exóticas y coloridas aves. Aquellos rostros, aquellas risas, aquellos gestos... eran su familia, una familia unida, incluido su pequeño hermano Matthius.

Un gemido quedó ahogado en su garganta y todo su cuerpo se tensó hacia delante, convulso entre el miedo y la desorientación vivida hacía unos segundos y la cálida, profunda y eterna felicidad que emanaba de aquella luz vital, marco de una situación que para él significaba el cumplimiento de sus más mayores y profundos deseos. Un pie avanzó sobre aquella negrura en dirección a la felicidad. Cuando otro paso fue dado, un susurro salvaje, entre gruñido y tempestad, surgió de la selva, sacudiendo copas de palmeras y haciendo que una bandada de aves echara el vuelo, como si algo depredador y oscuro acechase desde los árboles. Aquella voz lo paralizó, deteniendo su avance. Algo en él temió que fuera lo que fuese aquel ser podía atacar en cualquier momento a su familia, pero también lo sacó brevemente del sopor en el que había caída por el encanto de aquella imagen. Todo aquello era tan... deseable... Su familia, su hermano, aquel entorno... Una lucha interna le devastaba el alma, pugnando entre dejarse llevar por aquella felicidad eterna o mantenerse firme en aquel mundo doloroso y gris. El mar comenzó a embravecerse, produciendo un vibrante bramido de olas. La espuma salpicaba la playa, mojando cada vez más a aquellos que disfrutaban alrededor de la mesa. Entre el espumoso oleaje una forma serpentina y multicolor silbaba, entonando un canto de las profundidades que le advertía, pese a que él no conocía el idioma ni la canción. Una pantera gigantesca se perfiló entre los perfiles limítrofes de la selva, moviéndose elegante en su ritual de depredación; las olas se encabritaban, con un rugido ascendente, oscureciéndose sus profundidades, mientras ese ser viperino se acercaba a la playa. La familia, ajena en su felicidad, continuaba charlando, riendo y comiendo.

Un estruendo de árboles. Una nube de humo. El atronador gemido de una fábrica. Un grito profundo y desgarrador surgió de la garganta del cultista, quebrando en cientos de cristales iridiscentes la imagen que veía ante sus ojos. Sus ojos se llenaron de lágrimas, cansado y derrotado.
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Ishani (Ilitia)
Cultista del éxtasis

Re: [AD] Escena: 05.a - Diecisiete torres y un solo cielo

#27

Mensaje por Ilitia » 24 Ene 2020, 23:44

La entrada en el largo y frío pasillo no supuso un gran esfuerzo ara la cábala. Zargueo jugó con habilidad su papel con la máquina de identificación. Como arrastrada por la inercia, sus pies se movían al paso de sus compañeros hacia el final del pasillo cuando cayeron a través de otra dimensión.
- ¿Dónde estamos?- pensó con una voz acorchada, ya que no pudo emitir las palabras. -Esto no es un sueño pero, al mismo tiempo, no es real, es otra cosa-. Ishani se miró las manos, para comprobar que seguía siendo ella, observó sus pies anclados al suelo y, a continuación, miró al resto de la cábala. Sus compañeros no habían cambiado, salvo el cultista, que se debatía entre las dos identidades. Todos tenían algo en común: la confusión por haber llegado a aquel extraño lugar.

El puzzle parecía fácil de resolver, había que llegar a la mansión. El sonido de fondo era, al mismo tiempo, ensordecedor y neutro. Tenía miedo, no tenía para nada el control de la situación y aquella ruptura de la realidad sobrepasaba todos los límites que hasta ahora había experimentado. Respiró profundamente, tratando de tranquilizarse. Aquel onírico lugar parecía sacado de las historias de antaño de Sandman, se imaginó como visitante del reino de los sueños, caminando hacia su encuentro. Pensar en aquello le ayudó a tomar distancia de la delirante realidad que estaban viviendo.

Ninguno de ellos parecía haber estado realmente preparado para aquello, pero Lang tomó la iniciativa y el resto lo siguieron por lo que Ishani decidió tomar el mismo camino dentro de la mansión.

El OM la llamaba tras la intensa luz que se abría paso a través de la flor de loto. Su mente comenzó a liberar endorfinas como nunca antes lo había hecho, se sentía plena y pura de la cabeza a los pies. Su alma pareció desprenderse de su pesado lastre y se dirigía hacia esa luz sin dudarlo. De no ser por el cordón umbilical que la mantenía aferrada a su cuerpo se habría fundido con esa misma luz. Había algo que desconocía que le mantenía unida a la realidad, algo que tiraba de su alma y le impedía alcanzar el nirvana. El desconcierto le hizo abrir los ojos para darse cuenta de lo que aquella luz significaba.
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Enerien
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Re: [AD] Escena: 05.a - Diecisiete torres y un solo cielo

#28

Mensaje por Enerien » 26 Ene 2020, 01:19

Michael había acompañado al resto de la cábala en silencio, todo le resultaba extraño, difuso, como humo que tomase forma y tan solo al acercar la mano se desvaneciese.

Al cruzar el umbral entre las oraciones de Probus y Lang todos se dispusieron a bajar al sótano. Seguía sin comprender cómo habrían de salir de aquel lugar pero confiaba en sus compañeros.

No sabía que se encontrarían al llegar al fondo de las escaleras. La oscuridad y el frio se intensificaban conforme bajaban los peldaños de la escalera. De pronto, el resto de la cábala empezó a difuminarse, Michael aceleró un poco el paso buscando no perder de vista al resto de sus compañeros pero no le sirvió de nada.

Caía más y más en la oscuridad, todo a su alrededor se desvanecía, incluso el suelo bajo sus pies, no había arriba ni abajo, izquierda o derecha hasta que de pronto apareció la luz. Su primera reacción fue cerrar los ojos ante aquella luz, taparla con la mano hasta adaptarse, entonces lo vió.

Ya estaba echando a andar hacia la vision de la habitación, podía ver la cara inocente de los niños, ajenos a la escena que estaba ocurriendo delante de sus ojos. Algunos de los niños estaban dormidos, moviéndose solo por efecto de ensoñaciones, otros andaban en dirección a los baños, y la granada descendía justo en mitad de todos ellos.

"NO! No no NO!...."

En ese instante el Árcangel Miguel se le apareció, le agarró la mano y detuvo su paso, al principio no lo entendió:

"¿Por qué me detiene? ¿Acaso no ve lo que va a a pasar?

Sus ojos buscaron los del Árcangel con la duda gravada en su mirada, este tan solo negó con la cabeza. Con su diestra, portando la espada flamígera, señalo la escena mientras le seguía aferrando. A través de las llamas de la espada, Michael continuaba viendo la escena, la granada sequía su curso, los infantes ignoraban su suerte y Michael dudaba.

Una vez más buscó con la mirada al Árcangel y una vez más hubo este de negar, ante lo cual los ojos de Michael se llenaron de lágrimas. En su mente, el dolor por la pérdida de sus compañeros hacía mella, vaticinando el venidero.

Dobló las rodillas y cayó sobre ellas mientras contemplaba el desenlace ya conocido.
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Rick Probus (DarkOsca)
Cyberpredicador

Re: [AD] Escena: 05.a - Diecisiete torres y un solo cielo

#29

Mensaje por DarkOsca » 26 Ene 2020, 22:05

https://youtu.be/EI8RQw5u9EA Numb for Cello and Piano.

Un descenso de escaleras, en el subconsciente del pater, significa adentrarse en el inframundo. El infierno cristiano, dónde se expían los pecados. Probus había cometido pecados para varias vidas, de eso estaba seguro. Ni siquiera con el sagrado acto de la confesión se sentía limpio. Hacía falta algo más. Un verdadero gesto de poder divino.

Y allí estaba, en todo su esplendor. El Padre de todos. El que se sacrificó en la cruz para que la humanidad pudiera tomar ejemplo. Su luz, cegadora, a la vez proporcionaba una sensación de candidez. Todo está bien, todos tus pecados serán perdonados parecía decir. El Único no pide rezos ni sacrificios. Ofrece perdón, perdón incondicional. Eso es el secreto de su culto.

Demasiado bonito para ser verdad. Expiar el pecado puede que no esté al alcance de un simple telepredicador. Puede que ni siquiera exista este concepto. Ni el de pecado ni el de, por su puesto, expiarlo. Todo son patrañas, palabras vacías para mantener una creencia entre el pueblo. Para un beneficio de unos pocos. No, esto no está pasando.

El pater baja la cabeza ante el crucificado, pese a pensar que no es verdad, le cuesta no dejarse llevar. No caer en el remanso de paz prometido. En un último movimiento desesperado roza con las yemas de los dedos la Santa Cruz, o el reflejo de la misma. Se santigua y sigue su camino, sigue bajando hacia su destino.
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Re: [AD] Escena: 05.a - Diecisiete torres y un solo cielo

#30

Mensaje por Pagliacci » 27 Ene 2020, 11:41

https://www.youtube.com/watch?v=KfxqZagHXbM

Los cascos sobre el pavimento marcaron un trote acelerado, una carrera desenfrenada hacia la muerte, un golpe hueco tras otro, hueso sobre cemento, el cuerno relucía como una espada desenfundada. La crin plateada del caballo ondeaba mecida por una brisa fantasmal, el ritmo que imprimían las herraduras parecía acelerarse, se acercaba su muerte. Lang cayó de rodillas, Berenice estaba ahí delante, atrapada. Sintió como sus peores temores cobraban forma, reencarnados en una suerte de pesadilla infinita, condenado a presenciar el terror de su tortura en un bucle onírico destinado a consumirle. Los dedos de metal se adentraron en su vientre como bisturís, arrebatándole el alma a su bebé con una cesárea salvaje que más parece una carnicería sin anestesia. La sangre manaba a raudales, manchando profusamente las batas blancas de aquellos androides insensibles al dolor que producían.

Lang se arrastró hacia el portal, pese a que su avatar gritaba desesperadamente, pese a que el unicornio tratase de impedirlo. Cada movimiento reptando a través de la nada arrancaba un pedacito de su cordura, sus córneas se quemaban abrasadas por la luz blanca que bañaba sus ojos. La caricia caústica del dolor le impulsaba a seguir, a matarse, a salvar a su mujer, a enterrar a su avatar, a poner fin a su sufrimiento, el de los dos…

El deseo de autodestrucción de Lang se ponía a prueba, deseaba verdaderamente un final apacible, reencontrarse con su mujer. Sin embargo, los ojos de la bestia parecían compadecerse de él, aquel no sería un verdadero final, no el que buscaba. Lang se detuvo en el mismísimo umbral, a punto de caer, a punto de perder el equilibrio ante el abismo. Pero Él era el hechicero, el brujo, él era discípulo de Hermes y ninguna magia tenía secretos para él.

-“Haec est totius fortitudinis fortitudo fortis, quia vincet omnem rem subtilem, omnemque solidam penetrabit.”- dijo mientras le daba la espalda a la luz y volvía a buscar el amparo de oscuridad.
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(Porque su fuerza es la mayor de las Fuerzas, la que desvanece lo sutil y penetra en lo material).
Me la he jugado a tirar, no creo que Lang fuera capaz de resistir algo así realmente sin flaquear mucho... XD

5d10>=8-P
[6, 10*, 1, 8*, 8*]-P = 2

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