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Moderador: Jebediah_Gogorah

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Jebediah_Gogorah
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#1

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 17 Ago 2019, 19:12

{ https://www.youtube.com/watch?v=9ayYeLLT8bs }

En el principio crió Dios los cielos y la tierra.
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las aguas.
Y dijo Dios: Sea la luz: y fué la luz.

- Génesis, La Biblia
Es un jueves cualquiera de una semana cualquiera de octubre, a apenas 3 meses del cambio de mitad de siglo. Es otoño, pero esa da igual. Hace tiempo que las estaciones son prácticamente indistinguibles. El deshielo total ha provocado la subida parcial del nivel del mar. La Antártida ha perdido un 15% de su masa, y el polo norte es un hielo flotante del tamaño de Groelandia. El equilibrio climático se ha perdido, dejando el calendario gregoriano en un simple conglomerado de fechas, y es plausible ver caer una helada en agosto, o padecer una ola de calor en febrero. Y sobre todo, llueve. Días enteros en los que no para de llover, cómo si el cielo fuera capaz de llorar por el daño que le hacen sus habitantes a la Tierra.

La gente que organiza manifestaciones, que protestan o que marchan en contra de las megacorporaciones, y de sus políticas suicidas, son radicalmente reprimida, sin temor a la opinión pública, entre otras cosas, porque la libertad de prensa se ha perdido, y el mass media, simplemente responde a las órdenes de sus caudillos, títeres de poderes fácticos.

Por ello, la gente vive, vidas monótonas y monocromas, donde nadie parece esperar un cambio. Donde la esperanza parece ser un simple atisbo de insolencia. Los conceptos universales de amor y familia, antagonizan claramente, con los de dinero y poder. Y en la cúspide, en medio de ambos, el cruel instinto animal de supervivencia. Y la cucharilla que agita esta coctelera, es la tecnología, presente en todas y cada una de las facetas de sus vidas. Es por ello que, vivir plenamente el milagro de la vida casi convierte a los durmientes en... dioses artificiales.

https://youtu.be/BgUPUrnKtwM

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Es un jueves cualquiera de una semana cualquiera de octubre. Varias personas se aglomeran desesperados tras sus holográficas pantallas en busca del consuelo oratorio de su ciberpredicador favorito. El sermón de las 20:30 del jueves de Rick Probus, es el que más éxito tiene, para desgracia de los feligreses de Seraphin Moscovich. Así lo aseguran las estadísticas de visualización, la monetización posterior de los contenidos y el conjunto de donaciones ejercidas en vivo.

Tras la pantalla espera nerviosa, Susan. Esposa ejemplar, madre de cinco retoños. Ama de casa a tiempo total. La postura anti-tecnológica de su marido le hace tener que rechazar la ayuda de un androide que hiciera dichas tareas. Mujer cansada, experta actriz de orgasmos fingidos, espera tras las palabras de Probus, el consuelo para una vida plena.

También está Peter. Broker y economista. Un hijo de perra de campeonato. Espera el perdón en las palabras del Pater Probus, por los actos que él llama economía transversal, que básicamente significa engañar a los menos pudientes y a personas con pocos conocimientos para robarle sus ínfimos ahorros a cambio de promesas inalcanzables.

O Carl. Parado de larga duración y payaso a tiempo completo. Visita cada día, desde hace 8 años, la unidad de oncología infantil del Saint Mary's cuando él mismo lucha contra un cáncer terminal. Espera en el discurso de Rick, encontrar la fe necesaria para dejar de preguntarse el porqué, y disipar esa estúpida idea de hacer un atraco con el que pagarse un tratamiento.

El predicador, se recoloca el alzacuellos, algo torcido, clara analogía de su vida. Una tecla y estará dentro... ¿Que ven sus discípulos al otro lado de la pantalla?.
"- ¡¡¡Fenomenales poderes cósmicos!!!... y un espacio chiquitín para vivir" (Genio - Aladdin)

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Rick Probus (DarkOsca)
Cyberpredicador

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#2

Mensaje por DarkOsca » 18 Ago 2019, 22:07

Una luz parpadeante indica que la emisión debe empezar ya. Rick Probus apaga el último cigarrillo y le echa un vistazo a la lista de espectadores. Encuentra a viejos conocidos, Susan, Peter o Carl y a algún nuevo posible miembro de su rebaño. Revisa su indumentaria, monocroma. Sólo el alzacuellos blanco destaca entre la camisa y la chaqueta negras. Su cabello, también oscuro, está pulcramente peinado hacia atrás. Pulsa el botón de iniciar emisión.

Queridos hermanos y hermanas. Estamos aquí reunidos por un motivo que nos une.


Silencio de 10 segundos.

¡¡EL PECADO!!

La parte de detrás del predicador, inicialmente un fondo negro, torna en un holograma de llamas. Algunos de los espectadores, que se habían animado a mostrarse en público ante el resto, retroceden asustados.

Rezad todos conmigo: Padre Nuestro, que estás en los cielos...

El esquema del programa es siempre el mismo, rezo y sermón. Si se paga la tarifa premium, se tiene opción a confesión y penitencia. Carl ha pagado esta tarifa. Se muestra ante Rick nervioso y dubitativo. Probus cierra los ojos y se pone en actitud de escucha. En vez de una confesión de sus pequeñas faltas, Carl parece que tiene algo importante que decir.

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Jebediah_Gogorah
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Re: [AD] Escena: 01 - Alpha

#3

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 18 Ago 2019, 22:30

{ https://youtu.be/8Qx2lMaMsl8 - The Flower Duet by Léo Delibes }

La hoja de unas tijeras corta un tallo mustio de una Valeriana officinalis. Mathius alza el tallo enfermo a la pequeña contraluz que proporciona el tejado abovedado del pequeño invernadero, en busca del más mínimo rayo de sol. Para eso ha pagado un piso tan caro en las alturas. Su amor por las plantas, es, salvo gente contada entre la que se incluye Zagreo, mayor que el de cualquier persona.

Mima cada brizna de hierba, como si en su tacto se depositara la esperanza de la supervivencia humana. Y tal es el amor por ellas, que es un miembro destacado de la Bóveda Global de Semillas de Svalbard, en la remota isla homónima.

Siempre estás preparado para cualquier encuentro sexual. Durante la ascensión en el elevador, te ha dado por acicalarte frente al espejo. ¿Que vemos en ese reflejo?.

Ana María, compatriota por parte de padre, te ha abierto la puerta. La asistenta de tu amigo, debe ser de las pocas personas que mantienen tal oficio, suplantado desde hace mucho por los androides, pero sabes que el pensamiento anti-tecnológico es una senda en la que ambos coincidís de pleno. Tras darte su bendición, y el cálido murmullo de un beso en la mejilla y, como conocido que eres, te da total libertad para moverte por la casa indicándote que el señor está en el invernadero... información que casi te sobraba.

Lo encuentras aún con la mano alzada. Una suave música de operetta llega hasta tus oídos. Su pequeño jardín se abre ante ti, y un perfume glorioso de mil flores, limpia tus sucias mucosas nasales.

- Artís, querido... ¿que te trae por aquí? - te dice desde el fondo del invernadero, mientras sigue mimando a la planta.
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#4

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 19 Ago 2019, 16:15

{ https://www.youtube.com/watch?v=ZsuUHbjXA7Q - I love you... I'll kill you by Enigma }

Las uñas de tu mujer se clavan en tu pecho, justo en el límite del placer y el dolor. Ella se muerde los labios mientras te cabalga frenéticamente. Deja de tocarte el pecho para llevar sus manos a la cabeza y mecer sus cabellos de la manera más sensual posible, mientras aumenta el ritmo al hacerte el amor. Ese pequeño gesto, te hace vanagloriarla. Creer que en ese mismo momento, al borde del orgasmo, puede derrumbarse el mundo que estarás a salvo entre sus brazos. Ella es tu particular salvadora.

La imagen de tu mujer Berenice, se empieza a inundar de un aura mariana, un brillo dorado cómo si el mismísimo cáliz de la Última Cena reflejara los rayos del sol en su espalda. Su proyección empieza a ser intermitentemente cambiada con la imagen de la virgen María sin que la actividad sexual se vea menguada.

La intermitencia entre ambas imágenes se vuelve cada vez mayor al ritmo acompasado de las penetraciones, hasta que en el momento del orgasmo, ella se prende en un fuego que no te quema. Envuelta en llamas se recuesta descansada sobre ti, y con el rostro lleno de agonía, se acerca a tu oído para susurrarte con un ardiente aliento: - Metrópolis...

Despiertas sudoroso y agitado, enredado en tus sábanas de seda. Un pequeño sentimiento de culpa te recorre por mantener una considerable erección tras la pesadilla. Tienes el monocasco neuronal en la mesilla de noche. Ese que te permitiría soñar con ovejitas saltando una valla. Pero te empeñas cada noche, en volver a las pesadillas, en busca de respuestas...

¿Que reflejo, cortado cíclicamente por las aspas del ventilador, nos devuelve el espejo del techo?
Imagen { https://www.youtube.com/watch?v=BoAoqT55Wos - Música de meditación hindú }

El rumor de las olas sale por los altavoces en estéreo de la Sala del Jardín de la Luz Eterna. El olor a mar se entremezcla con el incienso. Cómo buena maestra de la meditación siempre estás dispuesto a dejarte guiar por los consejos de otros. Por eso, has asistido hoy a la clase del Maestro Svani. Él, como buen empleado, te ha cedido el puesto principal hoy, y se mantiene sentado sobre el tatami en profundo silencio.

Frente a ti, gente de diferentes condiciones sociales y en un rango de edad bastante amplio. Personas que buscan en la meditación, la forma pausada de digerir la infinidad de los problemas que les ahogan. Tal vez, meditar no pague su hipoteca a John, ni saque de la droga al hijo de Meredith. Pero al menos les ayuda a focalizar y a desvirtuar los problemas. Porque ese momento de búsqueda personal, es suyo. Único e inmutablemente suyo, y es una de las cosas en las que incides una y otra vez en la previas, mientras tocas el triángulo.

La imagen del fondo va cambiando, y justo el sol naranja se coloca tras tu espalda, dejando ver tu silueta negra en la posición de la flor de loto. Sin llegar a romper tu meditación le sientes a él. Puedes sentir su presencia. Su mirada orgullosa. Puedes incluso ubicarlo con los ojos cerrados. Bajo el quicio de la puerta. Apoyado sobre su hombro derecho, y en un profundo y sepulcral silencio. Govinda ha venido a verte.

¿Que ven él y el resto de silenciosos y meditadores alumnos?
Imagen { https://www.youtube.com/watch?v=O-lM4RxMq7U - Blind idiot God by On Interrupt }

- Me muero, Pater - responde Carl, cuando ante tu sorpresa, empieza a bajar la mirada a la mesa, y recoger una serie de elementos, que enseguida reconoces como maquillaje. - Y dígame, padre, ¿que pecado he cometido?.

Carl empieza a maquillarse, con una capa blanca sobre su rostro, sin dejar de atender a tus posibles palabras ni dejar de pronunciar él las suyas. Unas palabras cargadas de ira y rencor. - ¿Que hecho yo para indignar tanto a nuestro Dios? - se pinta los labios y se dibuja una línea negra alrededor de la boca. - Digame, Pater Probus - ¿Por qué a mí?... ¿por qué no encuentro el consuelo que yo intento darle a esos críos moribundos?... - Empieza con los ojos. - Voy a acabar tendido en una cama, sólo como un perro sin que nadie me cuide. - Se coloca una peluca ensortijada de un verde chillón. - Y acaso cuando no controle mis esfínteres... ¿vendrá nuestro Señor a limpiarme el culo?... - por último, se coloca la nariz roja de goma.

Carl baja la mirada, mientras dos lágrimas negras empiezan a descender por sus mejillas, dejando un rastro oscuro. Cuando la levanta, acompaña el movimiento con la mano.

- Me muero, Pater - se pone una pistola en la boca, decidido a finiquitar sus dudas.
"- ¡¡¡Fenomenales poderes cósmicos!!!... y un espacio chiquitín para vivir" (Genio - Aladdin)

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Zagreo (Artis Herran Walker) (PeteryPan)
Bailarín anti-tecnológico

Re: [AD] Escena: 01 - Alpha

#5

Mensaje por PeteryPan » 20 Ago 2019, 19:48

Artis "Zagreo"

El cultista caminaba entre la multitud con una actitud de perfil bajo, intentando disimular su extrañeza de forma inconsciente, aunque su propia energía, sus prendas y su forma de moverse -segura y felina- lo hacían desentonar para aquel que estuviera fijándose. Pese a la diversidad de razas, atuendos y rostros que lo rodeaban, él rezumaba ese brillo, esa energía que la gente especialmente auténtica -para bien y para mal- posee. Su cuerpo sin implantes tecnológicos profundamente cincelado por los años de bailes intensos le otorgaba una cualidad salvaje, oculta a primera vista pero que no soportaba un escrutinio más profundo; se movía entre la ingente cantidad de desconocidos como agua entre guijarros. Su aspecto era exótico, mezclando elementos étnicos con otros más “occidentales” -si en esta época algo podía ser considera occidental u oriental-, pero no era el único a su alrededor que así vestía; sus rasgos mixtos entre raza negra y blanca tampoco eran una particularidad en aquella megametrópolis multicultural y los rasgos caucásicos y asiáticos también lo rodeaban; su cuerpo trabajado sí era menos habitual, especialmente sin un rastro biónico, pero tampoco era algo que llamase la atención. Realmente la extrañeza que reflejaba, la particularidad que mostraba se debía a su energía vital, a su actitud de goce ante la vida, a su profunda sensualidad -en el sentido amplio de la palabra- que le otorgaba ese brillo en los ojos, ese movimiento ajeno al monótono y gris discurrir de la mayoría de la población.

Zagreo estaba deseando llegar a donde su querido amigo, escapar de aquel infierno de hormigón y neones que lo asfixiaba, subir a las alturas y entrar en el pequeño refugio verde que había hecho crecer Mathius, verse rodeado de aquella energía tranquila y serena que destilaba su compañero. Movido por esa pasión interna, que tanto podía conducirlo a una calma oceánica como a una corriente abisal de pura rabia oscura, entró en el elevador ultraveloz que conducía a los niveles superiores de aquel edificio titánico, aprovechando el reflejo que se le devolvía desde todos los ángulos. Observó la sutil capa de pelo oscuro que comenzaba a crecerle, el que hasta ahora se rapaba y que decidió hace unos días dejarse corto, y comprobó que todo su aspecto estaba impoluto. En la brillante superficie reflectante vio como aquella figura familiar que se reía de él desde su sabiduría oculta nadaba en un agua invisible como vaporosa sirena escamosa que mezclaba belleza y amenaza a partes iguales. Sus dientes afilados, expuestos en recto desfile, lo saludaban desde una sonrisa misteriosa. El cultista no pudo evitar devolverle la sonrisa, provocado por aquella energía seductora de aquel daimon que tanto lo confundía.

El ascensor se abrió y saludó con sincero afecto a Ana María, con esa actitud cercana y afectuosa que en un mundo frío y falso como aquel siempre parecía seductora -e incluso violenta-. La secretaria lo conocía, pero aun así ella sentía cierto punto de incomodad ante aquella energía suya. Le indicó rápidamente donde se encontraba su amigo, aunque más como un gesto involuntario de secretaria que como una acción necesaria; Zagreo conocía aquella casa con los ojos vendados y conocía a su amigo lo suficiente para saber que estaba, como en la mayoría de su tiempo, cuidando de sus queridas plantas. Entró en aquel refugio verde que tan bien hacía a sus pulmones y que llenaban su olfato de olores tan seductores y necesarios para su mente naturista. Los olores se complementan a la perfección con esa música tan ordenada y metódica, que poseía ese punto de pasión que tanto le gustaba de su amigo. Su querido Mathius se percató de su presencia, siempre tan atento, y se dirigió a él sin dejar de prestar atención a sus plantas, en su línea. Vestía su habitual ropa ubicada en la frontera entre el científico y el marchante de arte, que tapaba aquel cuerpo que él bien conocía, delgado pero atlético, habituado a los esfuerzos físicos y a las largas caminatas. Su piel estaba ligeramente bronceada y su cara bien formada, expresiva y reflexiva a la vez, estaba enmarcada con una barba espesa pero recortada, acompañada por unas gafas de estilo pre-tecnológico que le daban un aire entre juvenil y prehistórico.

Zagreo se acercó entre las macetas, acariciando y oliendo, sonriendo relajado por encontrarse en aquel lugar que tanto adoraba. Se quedó mirando una llamativa flor de profundo aroma aterciopelado mientras contestaba.

-Tú y tus queridas amigas verdes. Me encanta este lugar, ya lo sabes. Y me encantas tú, no tengo porque tener un motivo concreto para venir. Pero ya que lo comentas, venía a saber de ti, ¿novedades?

Acabó su respuesta metiendo la nariz dentro de la flor, aspirando cual toxicómano aquella fragancia.
Última edición por PeteryPan el 24 Ago 2019, 11:49, editado 2 veces en total.

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Re: [AD] Escena: 01 - Alpha

#6

Mensaje por Pagliacci » 23 Ago 2019, 10:37

https://www.youtube.com/watch?v=JBkMVelmb08


El sudor se pegaba a la espalda, hacía calor y el ventilador apenas era capaz de aliviarlo, pues el aire era tan espeso y húmedo que uno podía ahogarse en él. El sonido de las aspas recordaba a los viejos modelos de deslizador que sobrevolaban las calles, ruidosos helicópteros, siempre en el ojo de su huracán personal. Agua negra depurada descendió tibia por la garganta de Lang, los manantiales hacía tiempo que eran un gran lujo casi tan valioso con el aire puro de los Himalayas. Había tenido una erección, eso era un gran hito, tras tantos meses de duelo, sin que la libido diera señales de vida. Berenice, la estaba olvidando, pero aún se despertaba presintiendo su presencia en la cama, hipnopómpico tránsito hacia la vigilia que le legaba un momento de felicidad. Pero cuando despertaba, como era el caso, volvía a sentir su ausencia y se sentía miserable y solo.

La barba caía descuidada y negra ocultando su rostro, quizás debería afeitarse, probablemente; Su rostro mostraba unas ojeras que el sueño no aliviaría; Sus ojos hundidos eran marrones y tristes, ya no le quedaban lágrimas; Su frente perlada por el sudor mostraba los prematuros surcos de la edad y su pelo ensortijado se había apelmazado. Quizás una ducha le ayudara a aclarar las ideas, pensó. A veces escuchaba el espíritu de Mirumoto en el cubículo higiénico, tatareando una vieja canción de Neo-Tokio, a veces se unía a él en su lánguida elegía.

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Jebediah_Gogorah
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Re: [AD] Escena: 01 - Alpha

#7

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 23 Ago 2019, 18:45

Y la radiación correrá salvaje
A través de mis huesos y venas
Viaja sin equipaje
Libre de moral y de cadenas.

Neo-Tokyo Blues
La pared empapelada, con mínusculos trozos de papel quemado, intentando recomponer un puzzle infinito. Reconstruyendo una vida. En aquellos diagramas, fórmulas y líneas donde podías sentirla a ella. Para algunos una conjunción fútil de garabatos... pero para aquel que sabía mirar, cómo tú, con los ojos de la ciencia, auténtica poesía numérica.

Maldices una y otra vez, como cada mañana, tener aquel mural incompleto. Tener su obra inacabada. Un puño de venganza que se cierra y un nudo en la garganta. Y la T de Tyrell con su omnipresente emblema.

En ese momento, un pensamiento recorre tu cabeza, que solapa el resto. El distanciamiento forzado con Circe. Es un sentimiento de añoranza, pero reconoces que no es nacido en tus entrañas, sino suplantado en tu cabeza.
Imagen Su mirada era lujuriosa y pasional, con una mezcla de intensa coquetería. - ¿Novedades?... que yo sepa, los humanos seguimos empeñados en cargarnos el planeta, mientras los bolsillos de algunos se llenan de dinero sucio. Así que por lo que a mí respecta, no hay novedades. - Se alzó con un dedo aquellas clásicas gafas, como haciéndose el interesante. Su gesto parece serio. Cómo si su comentario fuera jocoso, pero le fuera pareciendo una afirmación grave mientras lo decía.

Se acerca a una fila de macetas y coge un diente de león. Lo arranca con sumo cuidado, aunque conociéndolo, tienes la certeza de que estará purgando la planta. Se acerca a ti, con la mirada clavada en ella. - Decía mi compatriota Protágoras que el hombre es la medida de todas las cosas. - Frunce el ceño - Que pensamiento tan ególatra. La vida en este planeta nunca nos ha pertenecido, Artis. Este mundo, cansado ya de vagar por los espacios ignotos, nos prestó su hogar, y se lo hemos pagado con miseria y desorden. Con un síndrome de Diógenes de dimensiones cósmicas... y por eso nos paga, con futilidad... - Sopla sobre el diente de león que desmembra todas sus cipselas inundando el habitáculo.

Se gira dispuesto a trabajar de nuevo. - ¿Crees que aún hay esperanza, Artís?... o ¿es demasiado tarde?.
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Ishani (Ilitia)
Cultista del éxtasis

Re: [AD] Escena: 01 - Alpha

#8

Mensaje por Ilitia » 24 Ago 2019, 10:48

https://www.youtube.com/watch?v=llXMsAbVkxg

El rezo de hoy era para la madre Durga, destructora de demonios, un suave mantra surgía de entre los labios de los presentes desde lo más profundo de su pecho.

Om dum durgayey namaha
Om dum durgayey namaha
Om dum durgayey namaha
Ooommmm Ooommmm

El tiempo y el espacio fluían hipnóticamente como una de esas antiguas lámparas de lava, la energía comenzaba a descender tras el intenso ejercicio de meditación. Una gota de sudor recorría la nuca de Ishani camino al largo recorrido de su espalda. La presencia de Govinda se hizo de notar en la mente de la maestra a pesar de sus felinos movimientos y discrección, Ishani sentía a su maestro como si estuviese pegado a ella. No le esperaba, pero agradecía su visita. Decidió terminar ya la sesión con las palabras sagradas.
OM shanti
OM shanti
Om shanti


Los clientes fueron saliendo poco a poco de la sala despidiéndose con agradecimientos a Ishani. Sus caras relajadas mostraban una satisfacción y una paz casi inalcanzables a través de una simple relajación. Poco a poco la sala quedó vacía, Govinda esperaba hundiendo sus grandes y negros pies en la arena de la sala, Ishani apagaba el incienso como si de un ritual se tratase.

Los ojos de Ishani se posaron sobre los de Govinda en una dulce y sensual mirada, una sonrisa se dibujó en la expresión de ambos. La maestra corrió hacia él en un arranque de pasión, se fundieron en un gran abrazo.


- ¿Cómo estás Govinda? Has tardado mucho en volver esta vez- le dijo mientras le acariciaba la incipiente barba. Se acercó a su pecho apoyando la cara y realizó una profunda inspiración y lo abrazó más fuerte. Ishani sentía la calidez del hogar cuando estaban juntos.

Zagreo (Artis Herran Walker) (PeteryPan)
Bailarín anti-tecnológico

Re: [AD] Escena: 01 - Alpha

#9

Mensaje por PeteryPan » 24 Ago 2019, 12:56

https://www.youtube.com/watch?v=_cmbQiC67dk - Dynamic Meditation

Zagreo seguía disfrutando del olor floral, pese a que había dejado de oler directamente y miraba con intensidad a su amigo y ocasional amante. Aunque esta vez no estaba allí para disfrutar de su compañía a un nivel carnal, sino más bien porque algo le decía que su amigo necesitaba hablar; igualmente, siguió pensando mientras escuchaba atentamente, si el encuentro acababa en la cama -o en cualquier otro lugar- no le importaba. La música lo relajaba y se sentía ajeno al gris y cruel mundo que los rodeaba. Esa sensación era una de las que más le gustaban de estar con Mathius, aquel mundo paralelo que construía a su alrededor sin darse cuenta.

Escuchó hasta el final a su amigo, reflexionando sobre sus palabras, mucho más serias de lo que lo tenía acostumbrado. Se acercó a él, para ver con más detalle en que había puesto la atención, pero una vez cerca se acuclilló y apoyó la espalda contra una de las paredes, inclinando la cabeza hacia atrás, siendo acariciado por algunas hojas colgantes. Cerró los ojos y expiró profundamente, midiendo las palabras.

- Creo -comenzó a decir con calma y voz grave- que el ser humano tiene miedo de su auténtica naturaleza salvaje y se miente rodeándose de lo que él mismo llama “cultura”, que no es más que un mundo alienante que hemos creado para considerarnos superiores a aquello que no es cultural, pues nos asusta por ser imprevisible y poseer profundidades insondables. La destrucción que hemos hecho de los bosques, de los océanos y del mismo aire es un reflejo de esta contradicción interna, volviéndonos ciegos a lo que realmente necesitamos. No necesitamos un regreso a las cavernas, pero sí un regreso al bosque.

Todo esto lo dijo con los ojos cerrados, como si una entidad hablara a través de él, y ni él mismo supo diferenciar si hablaba únicamente su pensamiento o si su daimon lo estaba manipulando. Pero no le importó, pues su corazón sentía que aquello era cierto. Abrió los ojos y se levantó, colocando su mano cariñosamente sobre el hombro de Mathius y mirando hacia la planta en la que estaba trabajando.

- ¿Esperanza? Sí creo que la haya. Tú mismo eres esperanza conservando este lugar. Pero te he de reconocer que cada vez cala más en mi un pensamiento radical y luchador, que me pide enfrentar esta contradicción humana y poner frente al espejo del resto semejante hipocresía. Y me asusta, amigo, porque es algo violento y salvaje lo que siento, y por eso sé que esto es lo que asusta a la mayoría de las personas que se refugian entre oficinas y hormigón, esta oscuridad animal que todos aprendemos a esconder…

Rick Probus (DarkOsca)
Cyberpredicador

Re: [AD] Escena: 01 - Alpha

#10

Mensaje por DarkOsca » 25 Ago 2019, 20:50

Las confesiones privadas no se emiten públicamente, pero sí suelen grabarse. Rick duda si desactivar la grabación, pero finalmente decide que no. El sistema de monetización sigue acumulando minutos. Apaga el sistema de hologramas, que suele acompañar sus peroratas. La habitación queda completamente oscura. Con otra orden enciende una luz blanca, que lo enfoca directamente desde encima.

-Carl, esto no se trata de ti o de mi, sino de la voluntad de Dios. Hay veces que no tenemos capacidad para entenderlo, pero debemos acatar sus designios.

-Si el problema está en tú soledad, esto no es del todo cierto, me tienes a mí. Puedo echarte una mano para conseguirte un buen tratamiento. Cuidados, servicios médicos, lo que necesites. Tengo contactos para ello.

-Si hay otro problema, cuéntamelo, confía en mi, esto no saldrá de tí, de mi y de Dios.


Cuando termina de pronunciar esta frase, desactiva la grabación y la monetización. Junta las manos, las apoya debajo de su barbilla y se dispone a ver si, lo que ha dicho, es suficiente para mantener con vida a un buen cliente.
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Última edición por DarkOsca el 26 Ago 2019, 20:40, editado 8 veces en total.

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