[Análisis] Nueva York Nocturno

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Dada la inminente salida de Coteries of New York para V5, que mejor momento para repasar la presencia de NY en el trasfondo de Mundo de Tinieblas, así que he comenzado a releerme el nocturno. Pero antes de sumergirme en él, los antecedentes. En los primeros libros de trasfondo NY es descrito como un territorio sin ley, la Gotham de Norteamérica, una ciudad dominada y desbordada por el Sabbat, desde la cual la Espada de Caín extiende sus zarcillos sombríos por toda la Costa Este. Y así ha sido durante la larga historia de Nueva York, hasta 1998.

En 1998 la ciudad es uno de los escenarios principales de la (horrible) saga de novelas de clan. Pues si al principio es la base desde la cual se lanza la ofensiva que conquista Atlanta y los estados del sur, al final acaba recibiendo una contraofensiva con todas las de ley y cayendo en manos de la Camarilla. La masacre es brutal, intervienen 3 justicares, muchos personajes protagonistas y cientos (si, cientos) de vástagos. Así que en 1999 la ciudad es el salvaje este, una tierra sin antiguos de la Camarilla donde cualquier podría reclamar un título de importancia.

Volviendo al nocturno, el libro forma parte de los tres nocturnos de tercera edición, junto a El Cairo y México (el otro nocturno Sabbat). Como tal, respira los temas que predominaban en esta edición, no tanto la lucha contra la Bestia, como la guerra de secas y la presencia de conspiraciones y antiguos ancestrales. Solo que aquí los antiguos ancestrales están muy muy bien ocultos. Es obra de Justino Achilli, responsables de desarrollar casi toda la 3a edición y un autor de peso en la editorial y también hereda casi todas las manías, virtudes y defectos del autor. Por último, el libro fue publicado la semana siguiente a los atentados de las Torres Gemelas, en 2001. Achilli incluyó un comentario inicial expresando su dolor y su intención de no banalizar los atentados incluyéndolo en el libro.

INTRODUCCIÓN: LARGAS CALLES, LARGAS NOCHES.

Abre con una chulísima portada con tres Nosferatu acechando a un Ventrue en el metro de la 57. Esta portada en sí misma, de Mike Danza, dice mucho más de lo que parece: dinero, túneles, secretos. Me ha gustado. A continuación llegan las 5 o 6 páginas de rigor explicando la estructura y los temas del libro, las fuentes de inspiración y las películas y bandas sonoras que nos recomienda Justino. Una de las cosas más importantes que destacan es que en 2001 Nueva York es la ciudad de las oportunidades, se está recuperando de una batalla campal de proporciones épicas, pero es coto de caza de 20 millones de habitantes abierto para nuevos jugadores. No hay Príncipes y Primogénitos apalancados en su puesto desde hace siglos, es el territorio en el que una coterie de recién llegados puede convertirse en los amos y señores de un nuevo dominio con facilidad, siempre que pueda defenderlo.

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CAPÍTULO UNO: LA CIUDAD QUE NUNCA DUERME

Este capítulo me ha encantado, es la historia Sabbat de Nueva York contada por un erudito de la Camarilla y los compases finales de la batalla narrados por Calebros, un personaje que siempre me ha interesado. El capítulo se narra en el típico estilo subjetivo de testimonios y entrevistas que es tan propio de Mascarada y que podéis leer en todo su esplendor en libros como El diario de la Jyhad de Beckett. Con el estilo barriobajero y vulgar con el que escribe Achilli a veces, casi te puedes imaginar a los macarras del Sabbat siendo interrogados o a los estereotipados mafiosi.

Antes del nuevo mundo
Aquí encontramos la presencia de Vampiros entre los indios iroqueses y las tribus que habitaban la zona. En cualquier caso, eran pocos y fueron barridos por los cainitas europeos, su legado pervive en algunas costumbres y tradiciones de los sacerdotes Tzimisce del continente. Durante los primeros tiempos Othayoni, una Tzimisce, llegó incluso a ostentar el título de Obispo.

La llegada de los europeos
Al principio Nueva Amsterdam era una colonia holandesa y el primer siglo vio frecuentes escaramuzas, trapicheos y batallas por el control de la ciudad entre holandeses e ingleses. De aquello aún quedan vestigios, el dinero viejo de la ciudad está y estuvo en manos de familias holandesas y unas cuantas estaban infiltradas por los Lasombra. Durante un buen tiempo Johannes Van Cortland, Lasombra, fue Obispo de la ciudad. Pero también estaba la Camarilla, que utilizó la ciudad para enviar a la progenie problemática de la que se pretendía deshacer, dando lugar a breves principados sin apoyo de la secta que fueron eliminados por la Espada. De todos ellos, Bernard Heyn, Toreador exiliado de Munster fue el que más tiempo aguantó antes de caer en el olvido.

Aún así, la figura más importante de los tres siglos de la ciudad, no fue ninguno de los vampiros mencionados, sino Ecaterina, la Sabia, que muchos conoceréis por Transilvania Nocturno, por Vampire the Masquerade Redemption o por el juego de cartas que anunciaron en Abril, Heritage. Ecaterina es una antigua con peso en el Viejo Mundo, una antitribu que busca venganza contra los Ventrue y Nueva York es su lienzo, su patio de recreo y el escenario de sus intrigas.

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Y así, entre conspiraciones entre el clan Lasombra y Ecaterina y los asesinatos de los estúpidos Camy que asomaban la cabeza, la situación evolucionó favorablemente para el Sabbat hasta la llegada del Cardenal Radu Bristi (otro clásico de Transilvania), un Tzimisce que se ve que la tenía guardada a Ecaterina, porque como diría Achilli, la jodió bien jodida, poniendo por encima de ella a un Arzobispo, Don Francisco Domingo de Polonia. Polonia vino con su propio séquito de templarios y obispos entre los que destacaban Turlev y Orozco, encargados de la seguridad y de mantenerse en buenas relaciones con Gorchist, el regente. Y el tercer peso pesado de la historia de la ciudad llegó tiempo después con un Tzimisce llamado Blaise Careme, que era Priscus y por tanto una autoridad informal en la secta pero con un poder enorme. Como Priscus, Careme contaba el apoyo de su clan y muchísimos antitribu.

Así que Nueva York se desarrolló como escenario de los tira y afloja del Priscus, el Arzobispo y la poderosa antigua que ejerce el título de Obispo (mucho más poderosa que el resto de Obispos mayormente Lasombra). La población de Nueva York crece sin cesar durante siglos, convertida en la puerta de Norte América y más de 200 vampiros del Sabbat tienen su hogar en uno de los cinco distritos (subciudades) que componen la ciudad. Pero la Camarilla había conseguido infiltrarse en la ciudad, los Tremere lograban sobrevivir cambiando sus capillas de un sitio a otro cada pocos años y distribuyéndose casi como si fueran células terroristas (o cucarachas) y tras el crack del 29, una oportunista Ventrue se estableció en Wall Street y consiguió atrincherarse en sus calles, convirtiéndose en la líder de una asediada Resistencia de la Camarilla. Tras la crisis, Michaela (la ventrue) resurgió multimillonaria y comenzó a abrazar indiscriminadamente para proteger un trozo de Manhattan del Sabbat.

La tercera guerra

Pero fue en el 58 cuando todo se vino abajo, Careme desapareció (otro Tzimisce desaparecido) y dejó tras de sí a un incompetente y estúpido chiquillo. Los antitribu, que Careme había sabido mantener satisfechos, tomaron conciencia de su importancia en la secta pese a ser minoría y estalló la tercera guerra civil Sabbat. El Sabbat se aniquiló a sí mismo, Ecaterina desapareció también, las manadas se arrojaban unas sobre otras en ataques a traición y orgías de sangre. La revuelta solo acabó con la concesión de los Lasombra de nombrar a los Caittif un clan por derecho propio, el clan Pander. Los lealistas se quedaron satisfechos creyendo que había consguido algo y los Lasombra aún más, por haber dividido a los antitribu en otra fracción más, con inútil gesto símbólico que les ganaba docenas de zelotes para la causa.
Joseph Pander

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Una guarida incestuosa Mientras tanto, los Giovanni habían conseguido hallarse en buenos términos con el Sabbat, manteniéndose siempre como 6 o menos en la ciudad y alejándose de los asuntos de los Lasombra. El terreno de los Giovanni Neoyorquinos fue la banca, la mafia y la banca otra vez. Siempre como mercenarios al mejor postor y cosechando almas como quien no quiere la cosa en unas de las ciudades más pobladas del planeta.

Aquí es dónde se ve más claramente la marca de Achilli, de todos es sabido que este clan se lo sacó prácticamente él de la manga y la predilección que siente por los mafiosos nigromantes. De hecho, creo recordar que la novela y el primer libro de clan los escribió él. Veréis como los Giovanni siempre caen de pie en Nueva York.

Mientras tanto, en Harlem y en Morningside, las drogas corren como el agua por sus calles y los cientos de miles de inmigrantes caribeños y africanos que llegan a Nueva York acaban en territorio Setita. Las serpientes infestan en la ciudad, pero no se meten en los asuntos del Sabbat y ni siquiera presentan un frente unido, fragmentadas en varios cultos que luchan entre sí. No obstante, estos independientes al mejor postor fueron los mejores aliados de la Camarilla cuando llegó la guerra.


Polonia eliminando a la competencia

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GOLPE DE ESTADO

Mil millones de dólares y cientos de vidas es lo que costó el asedio a la Camarilla. La Reina Anne de Londres movió sus hilos para devaluar la lira italiana, ejercitando el músculo económico del Clan Ventrue. Patricios de todo el mundo comenzaron a atacar las acciones de las empresas en manos de Lasombra y Tzimisce, décimas en la bolsa supusieron fortunas cambiando de manos. Jan Piterzoon fue elegido como arquitecto de la maniobra, mientras tres Justicares, la élite de la élite de la Camarilla se centraron en una sola ciudad. Pascek con la táctica, Lucinde eliminado los objetivos de élite de la Black Hand, Cock Robin purgando las alcantarillas. Theo Bell, arconte de Pascek con mucho prestigio, dirigió el grupo de asalto principal.

La maniobra de la lira sirvió para convencer a los Giovanni de elegir el bando correcto, pronto los italianos se encontraron metiendo coteries enteras de la Camarilla como contrabandista, por enormes sumas de dinero. Los Setitas traficaron con valiosísima sangre de antiguo que la Camarilla les proporcionó, sangre que los chupones del Sabbat compraron hasta agotar existencias y que luego los Tremere usaron para localizarles.

Comprar a los medios de comunicación, a los bomberos, a la policía, al departamento de justicia... El dinero salió a espuertas de las arcas de la Camarilla para que se apresaran a los ghouls Lasombra más importantes, para que no se apagaran los incendios, para que se detuvieron a los criminales a sueldo de la Espada. El toque final llegó cuando Fabrizio Ulfila (el Ventrue más importante de la Iglesia católica) puso unos cuantos nombres en la lista de la Sociedad de Leopoldo y el Arcanum.

Luego llegó la guerra. Durante 7 días la ciudad ardió, a duras penas pudieron contenerse las numerosas brechas de la Mascarada, Michaela cayó, la mayoría de Sabbat fueron exterminados, pero Polonia escapó con vida, junto a su élite de templarios. Las bajas de la Camarilla también se contaban por docenas y docenas, coteries enteras habían llegado de todas partes como mercenarios o idealistas, coteries y manadas fueron aniquiladas. Pero una de las partes más desconocidas de aquella guerra y más miserables fue la batalla por los túneles, la Camarilla los inundó de toneladas de ácido, los antitribu Nosferatu salían desesperados a la superficie, desfigurados y quemados, para ser rematados o arder. Los últimos antitribu acogieron la muerte con una sonrisa: "Todo vuestro", decían.

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Así que, llegando ya a la página 40 del libro, Calebros (Príncipe pro tempore) nos cuenta las circunstancias que llevaron a que él, un Nosferatu de confianza, asumiera el título de Príncipe sin intención de mantenerlo por mucho tiempo. Era en quien los antiguos que habían hecho inversiones millonarias confiaban para estabilizar la situación y para tragarse el marrón de limpiar los restos de la batalla. Calebros no es ambicioso, ni orgulloso, no quiere el título, pero sabe que la ciudad necesita orden, así que carga con el deber de nombrar azotes y alguaciles, de pagar las dedudas, de rematar al Sabbat.

Pero si ya es difícil tener que renegociar los territorios con Setitas y Giovanni que llevan más tiempo ahí que tu, satisfacer las presiones de los inversores de la Camarilla y la alta política y mantener a raya a las docenas de neonatos que han sobrevivido a la batalla y se creen con derecho a todo, además, hay algo en los túneles. Una criatura más antigua que los clanes, una bestia que ha acabado con muchos Nosferatu, el último secreto de Nueva York.

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QADIR AL-ASMAI
Qadir fue en vida un noble indio entre la aristocracia colonial victoriana, un hombre que creció con la visión de su pueblo revelándose caóticamente contras las apretadas filas de regulares ingleses y viendo como eran masacrados. Y aquello le asqueó, no porque fuera su pueblo, sino aquel derramamiento de sangre inútil no tenía sentido alguno. Encargado de mantener a raya y silenciar a quienes le causaban problemas a los vástagos, Qadir realizó su trabajo con tanta eficacia que acabó siendo abrazado y enviado a Europa a conocer las capitales del Viejo mundo. Pero habiéndose encargado durante largo tiempo del trabajo sucio, su humanidad se resquebrajaba y solo las palabras del Justicar Don Cerro le ayudaron a encontrarle algún sentido a su cometido.

En la batalla de Nueva York, Qadir fue uno de los grandes héroes de la Camarilla, luchando mano a mano con Theo Bell y acabando con manadas enteras del Sabbat. Desde entonces, ha hecho de Sheriff para el príncipe pro tempore Calebros y está preparado para asumir el puesto de príncipe, contando con el apoyo del arconte. Ha decidido que, de un modo u otro, tiene que dejar de ser el asesino de la Camarilla y salvar lo que queda de su humanidad a tiempo. Puede dejar el cargo cuando quiera. ¿O no?
https://whitewolf.fandom.com/wiki/Qadir_al-Asmai

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https://whitewolf.fandom.com/wiki/Hellene_Panhard

HELLENE PANHARD
Michaela, antigua Príncipe de Nueva York por la Camarilla (en realidad solo de Wall Street), recurrió a tácticas Sabbat para sobrevivir, abrazando masivamente a cualquiera que pudiera resultarle útil. Aquello condujo a una larguísima progenie que el Sabbat exterminó casi al completo, Hellene fue una de las pocas supervivientes. Además, había demostrado su utilidad en la batalla, introduciendo coteries, localizando a los Sabbat y proporcionando valiosos contactos entre los mortales. Y siendo como era descendiente de Michaela, la neonata creía que se le debía el principado. Panhard no era la favorita de nadie, ni contaba con un gran apoyo de los hacedores de príncipes, pero es una candidata de compromiso que se hizo con el título. Sin ser especialmente carismática, ni atractiva (lo cual es algo que le atormenta), sabe mantener a raya a los reductos del Sabbat y los Anarquistas.

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BOSS CALIHAN
Callihan es un oportunista, un carroñero que decide su bando según quien vaya ganando. Durante el periodo inmediatamente posterior a la batalla de Nueva York, este mafioso del siglo XIX intentó maniobrar para hacerse con el principado, no parece que lo consiguiera. Sin embargo es lo suficientemente astuto como para convertirse en Barón y los anarquistas llevan tiempo reclamando la independencia de Staten Island, el distrito más aislado y abandonado. Que no sea un ferviente seguidor de la causa no es un problema, la causa es un instrumento del que se sirve para acumular poder.

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"Cuando pienso en Nueva York, tengo una sensación muy diferente. Nueva York hace que hasta un rico se sienta insignificante. Nueva York es frío, reluciente, maligno. Los edificios dominan. Hay una especie de frenesí atómico en la actividad que se produce; cuanto más furioso el ritmo, más empequeñecido el espíritu. Un fermento constante, pero igual daría que se produjera en un tubo de ensayo. Nadie sabe de qué se trata. Nadie dirige la energía. Estupendo. Grotesco. Desconcertante. Un tremendo impulso reactivo, pero completamente falto de coordinación.

Cuando pienso en esa ciudad en la que nací y me crié, ese Manhattan que Whitman cantó, una rabia fría y ciega me lame las entrañas. ¡Nueva York!Las prisiones blancas, las aceras hormigueantes de gusanos, los parados haciendo cola para recibir comida gratuita, los fumaderos de opio construidos como palacios, los judíos, los leprosos, los malhechores y, sobre todo, el ennui, la monotonía de las caras, calles, piernas, casas, rascacielos, comidas, carteles, empleos, crímenes, amores... Toda una ciudad erigida sobre el vacío abismo de la nada. Sin sentido. Sin el menor sentido. ¡Y la calle 42!La cima del mundo, la llaman. ¿Dónde está el fondo, entonces? Puedes caminar con las manos tendidas y te pondrán cenizas en la gorra. Ricos y pobres, caminan con la cabeza echada hacia atrás y casi se les rompe el cuello de mirar hacia arriba, a sus prisiones blancas. Caminan como gansos ciegos y los reflectores cubren sus vacías caras con centellas de éxtasis."

Henry Miller. Trópico de cáncer.