[Escenario] Bolivia Nocturno

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Alexander Weiss
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[Escenario] Bolivia Nocturno

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Mensaje por Alexander Weiss » 05 May 2021, 13:21

Imagen LOS VAMPIROS DE BOLIVIA

Por Alexander Weiss [email protected]

Nota del autor: El siguiente suplemento para Vampiro: la Mascarada está ambientado en torno al año 1999.

LA HIJA PREDILECTA DE BOLÍVAR
Bolivia (Bulibya Mamallaqta en quechua, Wuliwya Suyu en aimará, Tetã Bolivia en guaraní), situada en el centro occidental de Sudamérica, es un país multicultural y de paisaje diverso, surgido de la turbulencia de las guerras de comienzos del siglo XIX y heredero de los antiguos imperios inca y español. Sus habitantes son descendientes de los antiguos indígenas y conquistadores españoles que se han mezclado a lo largo de los siglos con emigrantes europeos y asiáticos, y que se han asentado desde el Altiplano hasta la llanura amazónica.
Bolivia ha estado habitada al menos desde el 12000 a.C. Diversos grupos indígenas se asentaron en el territorio, dando lugar a una serie de pequeños reinos que fueron en parte conquistados por los incas y posteriormente por los españoles. Tras la independencia del país se proclamó la República de Bolívar, en homenaje al revolucionario que dirigió la independencia de gran parte de las colonias españolas. Sin embargo, la independencia no trajo la paz, y el país se sumió en un estado crónico de revoluciones, guerras civiles e invasiones extranjeras que ha continuado hasta las últimas décadas, y que han generado conflictos y desigualdades internas que todavía producen inestabilidad política y breves estallidos de violencia de vez en cuando.
Por lo que se refiere al ámbito vampírico, Bolivia fue el escenario de luchas internas entre los vampiros indígenas siglos antes de la llegada de los europeos. Irónicamente estas rencillas concluyeron con la llegada de los invasores europeos del Sabbat, que se enfrentaron a los no muertos nativos en una serie de guerras intestinas que realmente nunca concluirían. Sin embargo, desde comienzos del siglo XIX una facción indígena se unió a la Camarilla, que expulsó a la Espada de Caín y convirtió el país en uno de sus bastiones en el continente sudamericano.
Sin embargo, las luchas no finalizaron. Por una parte los clanes vencedores comenzaron a intrigar y enfrentarse entre sí, a menudo aprovechando las frecuentes revoluciones entre el ganado como fachada para sus propias batallas. El Sabbat, que había conseguido mantener su hegemonía en los vecinos Chile y Perú también intentó extender su territorio a lo largo del tiempo, aunque siempre fueron rechazados por los poderosos antiguos de la Camarilla.
En la situación actual los Vástagos parecen haber moderado sus rencillas. El repentino retorno de los vampiros indígenas que han atacado las fortalezas del Sabbat en Sudamérica ha causado cierta tensión entre las facciones indígenas. Aunque nominalmente aliados con los vampiros nativos, muchos temen que aprovechen la expansión de sus congéneres independientes para romper lazos con la secta y crear sus propios dominios. Por el momento la situación no ha llegado a más, pero muchos consideran esta nueva amenaza una señal más de la llegada de las Noches Finales.

IDIOMAS
El español es el idioma oficial más hablado de Bolivia, conocido prácticamente por todos los habitantes del país. Los documentos legales y oficiales del Estado, incluyendo la Constitución Política, las principales instituciones privadas y públicas, los medios de comunicación y las actividades comerciales utilizan este idioma. No obstante, los funcionarios públicos deben hablar junto al español por lo menos una lengua indígena. En Bolivia existen alrededor de unos 40 grupos étnicos, pero las principales lenguas indígenas son el quechua (28 % de la población), el aimará (18%), el guaraní (1%) y otros menos extendidos como el moxeño.
Entre las lenguas introducidas por la emigración las más frecuentes son el inglés y el portugués.

LA CAMARILLA
La Camarilla es la secta más poderosa de Bolivia y por defecto controla casi todo el país, aunque ha sufrido varias dificultades en los últimos siglos para mantener su dominio. La secta no consiguió establecerse con fuerza hasta comienzos del siglo XIX, aprovechando las guerras por la independencia, cuando un grupo de varios vampiros indígenas, Abrazados durante la época colonial, y actuando en parte contra la voluntad de sus antiguos, establecieron contacto con varios antiguos de la Camarilla, especialmente con los Tremere, que buscaban crear un asentamiento fuerte en Sudamérica, hasta entonces un bastión tradicional del Sabbat.
El antiguo Xavier de Cinçao aceptó la oferta y tras reunir una alianza entre varios clanes consiguió derrotar a la Espada de Caín y expulsar su presencia del país. Sin embargo, una vez terminado el conflicto, los vampiros indígenas se encontraron con que la mayoría de los europeos se habían infiltrado en las principales instituciones y organismos de poder de Bolivia. Muchos que habían gobernado en las noches coloniales se vieron desterrados a las posiciones más bajas y comenzaron a lamentar su alianza.
Sin embargo los Tremere, conscientes de que el descontento indígena podría volverse contra ellos, y que los demás clanes habían descuidado su poder, reforzaron sus lazos con los indígenas y les ayudaron a adaptarse a los nuevos tiempos, no sólo en los aspectos de la sociedad moderna, sino también en las intrigas habituales dentro de la Camarilla. Los vampiros indígenas de la Camarilla aprendieron bien de sus maestros, y a lo largo de los siglos XIX y XX aprovecharon las guerras y revoluciones para recuperar el poder perdido…y los Brujos se han beneficiado enormemente, a menudo actuando como consejeros “neutrales.”
A grandes rasgos, la Estirpe boliviana se encuentra dividida entre dos grandes facciones:
-Los Indígenas: son la facción más numerosa, constituida especialmente por vampiros de los clanes Brujah, Gangrel y Nosferatu. En su gran mayoría han sido Abrazados entre los indígenas y mestizos, aunque también existen entre ellos algunos vampiros de origen europeo, que o bien comparten sus intereses o simplemente se guían por la pertenencia al linaje. Durante gran parte del siglo XIX permanecieron en las posiciones más bajas de la Estirpe, pero con el apoyo de los Tremere, han conseguido alcanzar el poder en varios dominios importantes.
Los Indígenas también constituyen la conexión entre la Camarilla y los vampiros nativos que prefieren mantenerse independientes. En algunas ocasiones algunos han terminado abandonando la secta, frustrados por su incapacidad para alcanzar el respeto que creen que merecen. Sin embargo, otros, sobre todo Abrazados en las noches modernas, prefieren la seguridad de la Torre de Marfil y evitan las viejas costumbres que sus antiguos siguen practicando.
-Los Criollos: Aunque minoritaria, la facción Criolla es muy influyente, formada por vampiros europeos, en su mayor parte llegados tras la independencia de Bolivia. La mayoría pertenecen a los clanes Toreador y Ventrue (aunque en cuestión de linaje es más diversa que la facción Indígena), y aunque durante el siglo XIX controlaron la mayoría de los dominios bolivianos, directa o indirectamente, con el paso de las décadas han ido perdiendo influencia a manos de los indígenas. Algunos todavía mantienen cierto racismo hacia los nativos, a los que consideran indignos de gobernar en las noches modernas, pero otros han alcanzado provechosos acuerdos con ellos.
Los Tremere constituyen a nivel individual el clan más poderoso de Bolivia, a menudo actuando como intermediarios y consejeros entre facciones, haciéndose imprescindibles para mantener el equilibrio de la Camarilla en el país. Muchos Vástagos creen que si no fuera por los Brujos la tensión entre facciones terminaría estallando y los dominios quedarían expuestos a los ataques extranjeros.

EL SABBAT
La Espada de Caín estuvo presente en Bolivia desde las noches coloniales, pero ni siquiera entonces consiguió imponer su hegemonía sobre todo el territorio. Varios antiguos indígenas consiguieron resistir durante siglos e incluso contraatacar, aunque las pérdidas fueron enormes para ambos bandos. Finalmente, con la llegada de la Camarilla en el siglo XIX los Cainitas se vieron obligados a retirarse, pero incluso entonces continuaron realizando incursiones periódicas en el territorio de sus enemigos desde los vecinos Chile y Perú.
Pero los ataques del Sabbat han sido respondidos de igual manera. Las revoluciones han sido respondidas con contrarrevoluciones, los atentados con atentados y en general la Camarilla se ha asegurado de que ninguna incursión del Sabbat quede sin respuesta. Desde la segunda mitad del siglo XX la mayoría de los asaltos de la Espada de Caín eran realizados por manadas de novatos especialmente locos o atrevidos o simplemente para tantear el terreno de cara a futuras estrategias. En todos los casos la respuesta resultó igualmente agresiva y la Camarilla boliviana incluso contraatacó realizando actos de sabotaje en el territorio de sus enemigos. Los Arzobispos del Sabbat aprendieron que era mejor no provocar demasiado a la Torre de Marfil si querían continuar con sus planes a largo plazo.
A pesar de las derrotas, los Cainitas siempre se las han ingeniado para mantener algunos espías en Bolivia. A raíz de los recientes ataques de los vampiros indígenas contra la Espada de Caín que se han sucedido por toda Sudamérica, estos espías han quedado aislados, pero irónicamente en una posición mejor que muchos Cainitas que han sido destruidos o se encuentran bajo asedio. Alguno de ellos incluso se ha planteado cambiar de secta a cambio de protección…
La mayoría de los espías del Sabbat enviados a Bolivia pertenecen a los clanes Brujah, Nosferatu y Gangrel, aunque a lo largo de los siglos también se han infiltrado Cainitas de otros clanes en algún momento u otro.

LOS “INCAS”
Al contrario que en otros países sudamericanos, donde muestran un perfil más clandestino y unificado, en Bolivia los vampiros indígenas mantienen ciertas divisiones, sobre todo debido a razones históricas.
Antes de la llegada de los europeos, los vampiros del actual territorio se encontraban divididos entre los que apoyaban la expansión del Imperio Inca, en su mayor parte Brujah y Tlacique, y los que habitaban entre aimarás, guaraníes y otros pueblos locales, principalmente Gangrel y Nosferatu. Esta división concluyó con la llegada de los conquistadores españoles a comienzos del siglo XVI, cuando los vampiros indígenas presentaron un frente unificado frente a los invasores, aunque no consiguieron detenerlos. Durante un tiempo se ocultaron en la profundidad de las selvas y el altiplano, recuperándose de sus heridas y esperando el momento de contraatacar.
Durante los siglos de la colonización se formó una facción “mestiza,” (un término despectivo dirigido por parte de los antiguos “incas”) formada principalmente por vampiros del clan Brujah que habían sido Abrazados entre nativos que habían adquirido costumbres europeas. Aunque eran pocos, cuando comenzaron las revoluciones que llevaron a la independencia de las colonias españolas, se dieron cuenta de que no podían derrotar solos al Sabbat, por lo que buscaron ayuda en el exterior y terminaron encontrándose con los Tremere, y a través de ellos con la Camarilla.
La alianza con los Vástagos europeos dividió de nuevo a los indígenas, entre quienes percibían el potencial del pacto y quienes preferían cobrarse su venganza contra los Cainitas en solitario. Finalmente terminaron imponiéndose los primeros, y de esta forma la Camarilla consiguió vencer al Sabbat en Bolivia.
Actualmente la mayoría de los “Incas,” como son llamados los vampiros indígenas (aunque este término puede resultar ofensivo para los vampiros de pueblos no quechuas como los aimarás y los guaraníes), han terminado aceptando de mejor o peor grado la alianza con la Camarilla, y algunos incluso han conseguido prosperar dentro de la secta. Unos pocos, antiguos especialmente xenófobos, se niegan a colaborar con los europeos bajo ningún concepto, aunque respetan la alianza manteniéndose al margen. En su lugar se dedican a colaborar con los vampiros indígenas de otros países, atacando las bases del Sabbat, debilitando su influencia y vengándose de objetivos que han sido marcados hace siglos. Pocos vampiros lo saben, pero Bolivia es una de las principales bases de los vampiros indígenas en Sudamérica, desde donde han coordinado a las facciones de Vástagos nativos por todo el continente.

LOS ANARQUISTAS
La escasa población Anarquista de Bolivia tiene sus orígenes en la facción de los Vástagos indígenas de la Camarilla. Durante el siglo XIX, con la llegada de Vástagos europeos acompañando a los inmigrantes, muchos se vieron desplazados de las posiciones de poder y de esta forma configuraron una población anarquista. En las décadas siguientes, a medida que varios antiguos indígenas recuperaban las posiciones perdidas, la población anarquista de Bolivia se redujo, aunque se vio incrementada por el Abrazo y la llegada de nuevos Vástagos con ideales revolucionarios extraídos del comunismo y el anarquismo.
Actualmente los Anarquistas bolivianos son un grupo muy heterogéneo, formado por indígenas y jóvenes revolucionarios, que a menudo no consiguen ponerse de acuerdo en su oposición a los antiguos. El subgrupo más organizado y estable se encuentra en el dominio de Santa Cruz, donde desde hace décadas se enfrentan al Príncipe local y sus partidarios.
En mayor o menor medida todo tipo de clanes han pasado por las filas de los Anarquistas bolivianos, pero la mayoría parecen proceder de los clanes Brujah y Gangrel.

PRINCIPALES DOMINIOS VAMPÍRICOS DE BOLIVIA
Beni (Trinidad): Antes de la llegada de los europeos el departamento de Beni era uno de los principales dominios de los vampiros indígenas. Sin embargo, la mayoría fueron diezmados por los Cainitas españoles, pero regresarían a comienzos del siglo XIX y con la ayuda de los Tremere, conseguirían apoderarse nuevamente del territorio. La población vampírica está constituida por un grupo de vampiros Gangrel de diferentes orígenes, que se unen de manera informal para proteger su dominio.
Chuquisaca (Sucre): La capital histórica de Bolivia, y una de sus poblaciones más antiguas, ha sufrido más cambios políticos en el ámbito vampírico que ningún otro del país: indígenas, el Sabbat, independientes, la Camarilla…actualmente la ciudad se encuentra bajo el gobierno de un Príncipe del clan Brujah de origen quechua, un hábil negociador y que ha sabido mantener el equilibrio entre los diferentes Vástagos que habitan en su territorio.
Cochabamba (Cochabamba): Uno de los dominios más importantes de Bolivia, también es uno en los que las tensiones entre facciones políticas se encuentran más presentes. La Primogenitura se encuentra dividida entre indígenas y criollos tras el misterioso asesinato del Príncipe. Aunque las acusaciones vuelan por todas partes, los primeros indicios señalan a orígenes más siniestros. En cualquier caso, los candidatos a ocupar el trono de Príncipe no están dispuestos a dejar pasar la oportunidad.
Oruro (Oruro): El departamento de Oruro ha sufrido periódicos ataques por parte del Sabbat a lo largo de los siglos, y fue el último dominio que cayó en manos de la Camarilla tras la independencia. Debido a su situación fronteriza, el único grupo permanente lo constituye una capilla del clan Tremere, dirigida por un antiguo Arconte de feroz reputación, y que ha respondido a todos los intentos de la Espada de Caín por infiltrarse en Bolivia, al mismo tiempo que ha enviado a sus propios espías a vigilar los movimientos de los Cainitas.
Pando (Cobija): El pequeño dominio de Pando ha sido campo de batalla durante siglos entre vampiros incas y amazónicos, entre el Sabbat y los indígenas, entre la Camarilla y el Sabbat, entre los vampiros europeos e indígenas de la Camarilla…los enfrentamientos más encarnizados tuvieron lugar a finales del siglo XIX durante la edad dorada del caucho. Sin embargo, una vez perdida su importancia económica el territorio fue progresivamente abandonado. Aunque la Camarilla reclama el dominio del Pando, en realidad constituye el refugio de un antiguo del clan Gangrel y su progenie, que rechazan cualquier intento de los Vástagos por asentarse en su territorio.
La Paz: La capital boliviana se encuentra gobernada actualmente por un Príncipe del clan Toreador de origen español, aunque el dominio ha pasado por muchas manos a lo largo de los siglos. Realmente los Príncipes, al margen de su facción política han tenido poca importancia frente a la considerable influencia del clan Tremere. Los Brujos, liderados por el Consejero Xavier de Cinçao, en general parecen dejar las intrigas políticas en manos del resto de los clanes, pero en cuanto se han producido crisis de importancia no han dudado en abandonar su neutralidad y dejar bien clara su posición, procurando que a nadie se le ocurra perjudicar sus intereses.
Como resultado, los antiguos de La Paz tienden a actuar de forma cuidadosa, procurando no molestar a los Tremere, lo que irónicamente ha convertido el dominio en uno de los más tranquilos de Bolivia, al menos en el ámbito vampírico. Hasta los Anarquistas prefieren negociar con sus enemigos y alcanzar acuerdos que provocar disturbios y alteraciones que terminen atrayendo la atención de los Brujos.
Potosí (Potosí): Durante el siglo XVII las minas de Potosí eran uno de los principales yacimientos de plata del Imperio Español, aunque su importancia fue decayendo con el agotamiento progresivo de los filones. A comienzos del siglo XIX su riqueza se había convertido en un recuerdo del pasado.
Sin embargo, las minas abandonadas se convirtieron en un lugar de interés para los vampiros del clan Nosferatu. Tras una lucha interna finalmente el vencedor se proclamó Príncipe del dominio y lo convirtió en una de las principales Madrigueras de su linaje de Sudamérica. Aunque han permitido la presencia de otros clanes en el dominio, las Ratas de Cloacas todavía siguen siendo hoy el linaje mayoritario.
Santa Cruz (Santa Cruz de la Sierra): El dominio más extenso de Bolivia se encuentra gobernado por un Príncipe del clan Ventrue, un antiguo que lidera la principal oposición al clan Tremere en Bolivia. Los Ventrue cruceños, apoyados por otros vampiros de origen europeo, constituyen la principal facción en el dominio, y su influencia a menudo se percibe en los roces autonomistas entre el departamento y la capital boliviana.
La oposición al Príncipe está representada por los vampiros indígenas, en su mayor parte marginados del poder, muchos de los cuales han conformado una población anarquista. Desde las sombras, son apoyados por los Tremere, que tratan de limitar la influencia de los Ventrue tanto como les resulte posible.
Tarija (Tarija): El pequeño departamento de Tarija está gobernado por un Príncipe del clan Brujah de origen quechua y su progenie. A menudo han tenido enfrentamientos con los Gangrel locales. Aunque en ocasiones los demás clanes han ayudado a una u otra de las partes, la mayoría han terminado desentendiéndose de un dominio que parece remontarse a la época anterior a la llegada de los europeos.

LOS CLANES
Assamitas- Aunque algún Asesino ha visitado ocasionalmente Bolivia en el cumplimiento de algún encargo o en alguna misión de espionaje o exploración, en conjunto el clan no resulta bienvenido en el país. Actualmente ningún miembro del clan se encuentra presente en los dominios bolivianos.
Brujah- Uno de los clanes más poderosos e influyentes de Bolivia, los Brujah se encuentran presentes en todas las facciones vampíricas, desde antiguos europeos hasta jóvenes indígenas. Sin embargo, la principal facción está formada por los Brujah quechuas, que remontan sus orígenes al antiguo Imperio Inca, donde Abrazaban entre la nobleza. Sus descendientes fueron los artífices de la alianza de los vampiros nativos de Bolivia con la Camarilla, y todavía hoy ocupan algunas posiciones importantes, como el Príncipe de Cochabamba. En muchos sentidos constituyen la “clase media” de los Vástagos bolivianos.
Los Brujah también constituyen el principal linaje entre los Anarquistas del país, tanto entre indígenas como revolucionarios. Estos Iconoclastas rechazan a sus antiguos, considerándolos traidores, por haber “vendido” su país a la Camarilla, y negándose a reconocer los logros de la alianza entre vampiros indígenas y europeos.
Gangrel- Los Gangrel son el linaje más antiguo del territorio de Bolivia, extendido sobre todo por el este del país, aunque actualmente los miembros del clan se encuentran en todos los dominios. La facción más antigua y numerosa está formada por los Gangrel de origen indígena, aunque con el paso de los siglos también han Abrazado chiquillos de origen mestizo y europeo. Algunos forman parte de la Camarilla, pero la mayoría prefieren dedicarse a recorrer las selvas, montañas y zonas rurales al margen de la política de la Estirpe. Sin embargo, unos pocos son más territoriales, y han creado dominios independientes. En general la mayoría adoptan una política bastante neutral en los asuntos de los Vástagos, y sólo intervienen cuando sus intereses se ven amenazados.
Giovanni- Los Nigromantes no son bienvenidos en Bolivia, y aunque han enviado algunos agentes y embajadores a lo largo de los siglos, los Tremere no guardan mucho aprecio por ellos, aunque raramente se han producido hostilidades, pero en general no se permite su presencia continuada. Sólo en el dominio de Santa Cruz, donde se encuentra una propiedad de la familia Pisanob, habitan tres vampiros del clan, que apoyan al Príncipe del dominio de forma discreta.
Lasombra- Algunos Guardianes llegaron con el Sabbat al territorio de Bolivia durante las noches de la conquista y se infiltraron en las encomiendas y misiones de los jesuitas. Su lucha contra los vampiros nativos fue feroz, disputando el control de las ricas minas del Potosí. Durante el siglo XIX un grupo de Lasombra intentó controlar la industria cauchera de Bolivia desde el vecino Perú, pero su plan fue neutralizado por la Camarilla. Muchas incursiones de la Espada de Caín en Bolivia tienen el sello de los Lasombra, pero actualmente ninguno se encuentra en el país.
Malkavian- No existen muchos Locos en Bolivia, aunque el clan ha extendido su presencia por varios dominios. De vez en cuando alguno ha destacado mediante algún bizarro plan utilizando como fachada algún tipo de revolución o golpe de estado. Algunos incluso han sido Príncipes durante breve tiempo, como el actual Primogénito Malkavian de La Paz, que terminó renunciando a su cargo tras siete años por motivos desconocidos, cediendo a favor del Príncipe actual. Como ocurre con los Locos de otros países, los Malkavian bolivianos son igual de incomprensibles.
Nosferatu- Los Nosferatu son otro clan numeroso en Bolivia, cuya presencia se remonta a las noches anteriores a los europeos. Los Nosferatu aimarás y quechuas se enfrentaron entre sí durante la época del Imperio Inca, pero terminaron uniéndose frente a los españoles. La llegada de las Ratas de Cloaca europeas con el Sabbat produjo una nueva guerra en el linaje, pero terminaron prevaleciendo los indígenas con la ayuda de la Camarilla. Actualmente la Madriguera de Potosí constituye el principal centro de los Nosferatu bolivianos.
En los últimos meses los demás clanes han observado una frenética agitación entre las Ratas de Cloaca, y de hecho algunas incluso parecen haber desaparecido. Los Vástagos que cuentan con la confianza de los Nosferatu han sabido que entre las filas del clan circula el rumor de que un Matusalén caníbal del clan ha despertado, y se están preparando para protegerse. Aunque al principio muchos creyeron que se trataba de habladurías paranoicas, los recientes sucesos en varias ciudades brasileñas y argentinas parecen indicar que puede haber cierta verdad…
Ravnos- A pesar del desprecio de los demás clanes, Bolivia ha constituido un objetivo frecuentado por los Ravnos durante siglos. En el siglo XIX un antiguo del clan descubrió que la sangre de los nativos que vivían a gran altura poseía un sabor especialmente concentrado y delicioso (Científicamente, al vivir a gran altura los indígenas habían desarrollado glóbulos rojos adicionales). Sin embargo, la sangre perdía gran parte de su sabor si era almacenada, por lo que era necesario tomarla directamente del recipiente vivo.
A partir de entonces y con la ayuda de varios Embusteros y la colaboración de Vástagos de otros clanes y también en otros países andinos, comenzó un tráfico clandestino de mercancía humana hacia otros lugares del mundo, popularizando la “sangre boliviana” como una delicia exclusiva, e incluso seleccionando ciertos recipientes y preparándolos para “ocasiones especiales.” No hace falta decir que este tráfico enfureció a los vampiros indígenas, aunque algunos cooperaron con los Ravnos a cambio de ciertos favores. La Semana de las Pesadillas y las represalias de la Estirpe boliviana acabaron con los Embusteros que se encontraban en el país y actualmente no queda ninguno.
Seguidores de Set- Algunas Serpientes llegaron en época colonial siguiendo la ruta del contrabando de diversos productos e incluso crearon un pequeño templo en la Audiencia de Charcas (actual Sucre). Durante un tiempo colaboraron con algunos vampiros indígenas contra el Sabbat, pero tras la independencia y la llegada de la Camarilla prefirieron ocultarse. Desde entonces han corrompido a algunos Vástagos indígenas, a quienes han ayudado a recuperar el poder, o han influenciado ámbitos como el cultivo de coca, o el tráfico de sangre boliviana en colaboración con los Ravnos. Actualmente prefieren no destacar demasiado, pues son conscientes de que el poder de los Tremere podría destruirles si terminan representando una amenaza para la Camarilla.
Toreador- El Clan Toreador mantiene una presencia respetable, aunque dispersa, en los dominios bolivianos. La mayoría pertenecen a la facción europea de la Camarilla, a menudo procedentes de otros países sudamericanos, pero desde el siglo XIX algunos incluso han Abrazado unos pocos chiquillos indígenas, atraídos por la cultura de los nativos. En cierta medida se han situado entre las facciones indígenas y europeas, pero su influencia es más reducida que la de otros linajes.
Tremere- El clan más poderoso de Bolivia, el poder de los Tremere se remonta a las alianzas entre el Consejero de Sudamérica y varias facciones de vampiros indígenas, que permitió a los Brujos no sólo asentarse en el país, sino permitir la llegada de la Camarilla, algo que procuran dejar bien claro a los demás clanes. Aunque muchos Vástagos de origen indígena no acaban de estar contentos con la situación actual, deben reconocer que su situación es mucho mejor que una guerra continuada contra el Sabbat, y además la colaboración con los Brujos les ha permitido ascender de posición dentro de la secta.
En gran medida los Tremere se han erigido en la muralla de la Camarilla de Bolivia. Permiten que los demás clanes gobiernen y se enfrenten por las instituciones de poder, pero al mismo tiempo los Príncipes bolivianos son muy conscientes que sin el apoyo de los Brujos no podrían gobernar sin la amenaza continuada del Sabbat, por lo que lanzan miradas inquietas hacia los Tremere, buscando una aprobación tácita a sus actos.
El Consejero Xavier de Cinçao está satisfecho con la situación que ha ayudado a construir, volviendo a su clan imprescindible para las diversas facciones de la Estirpe puede permitirse dejar las engorrosas cargas del gobierno en otras manos y dedicarse a sus verdaderos intereses: la investigación del legado místico de las culturas precolombinas (para lo que ha reclutado bastantes chiquillos entre los indígenas locales) y la lucha contra el Sabbat. Para ello no sólo cuenta con la alianza de los vampiros indígenas, sino también de otras facciones sobrenaturales, como feroces bestias cambiantes, místicos nativos e incluso espíritus locales.
La organización de los Tremere bolivianos es muy flexible y cada una de las diez capillas del país (una en cada uno de los nueve departamentos y otra adicional en La Paz, dirigida por el propio Consejero) se encuentra especializada en algún tipo de cometido concreto. Las principales facciones de los Brujos representadas en Bolivia son: la Orden Dorada de la Armonía, los Quaesitor y los Transicionalistas.
Tzimisce- La presencia de los Demonios en Bolivia se encuentra indisolublemente unida al Sabbat, pero tras la expulsión de la secta durante las noches de la independencia, y salvo la presencia de algún explorador o espía ocasional, actualmente no queda ningún Tzimisce en el país.
Ventrue- Desde su llegada durante el siglo XIX, los Ventrue se han convertido en el clan más influyente tras los Tremere, gracias a su influencia económica y política sobre el departamento de Santa Cruz. Prácticamente casi todos los Sangre Azules bolivianos son de raíces europeas, con una minoría mestiza, y son una facción conservadora que desconfía de los Vástagos indígenas.
El clan, dirigido por el Príncipe de Santa Cruz, se encuentra estrechamente unido, y a menudo colabora con los Sangre Azules de otros dominios, apoyándoles y promocionando su ascenso. El creciente poder de los Vástagos indígenas a lo largo del siglo XX ha despertado su alarma, y aunque alguna voz ha aconsejado reclutar chiquillos entre los pueblos nativos bolivianos, estos “radicales” han sido rápidamente acallados.

CAITIFF Y LÍNEAS DE SANGRE
Caitiff- Las guerras entre el Sabbat y los vampiros indígenas de Bolivia, dejaron numerosos huérfanos, aunque pocos han sobrevivido hasta las Noches Actuales. Algunos vampiros Sin Clan son adoptados por los Vástagos indígenas si pertenecen a su misma etnia, pero como suele ocurrir en la mayoría de los dominios de la Camarilla suelen ocupar las posiciones más bajas de la sociedad de la Estirpe.
Gárgolas- Para expulsar al Sabbat los Tremere trajeron a Bolivia varias bandadas de Gárgolas. Para evitar suspicacias de sus aliados de la Camarilla, y especialmente entre los clanes Gangrel y Nosferatu, los Brujos no han creado ninguna Gárgola artificial en el país, casi todas han sido convertidas mediante el Abrazo y cada una de las capillas Tremere dispone de al menos una Gárgola como parte de sus defensas. A lo largo de los siglos algún individuo solitario ha conseguido huir, buscando la libertad en las profundidades de las selvas y montañas, lo que en ocasiones ha provocado la aparición de extrañas leyendas urbanas sobre el avistamiento de extrañas criaturas.
Hijas de la Cacofonía- A comienzos del siglo XX un miembro de esta línea de sangre, una joven alemana, llegó a la ciudad de Santa Cruz. Desde entonces ha creado dos chiquillas, que se han establecido en La Paz y Cochabamba. Nadie está seguro de cuáles son sus intenciones, aunque se han mostrado muy amistosas con los Toreador bolivianos.
Tlacique- Los Tlacique, a menudo confundidos con los Gangrel, son bastante numerosos en Bolivia, habiendo llegado durante la época del Imperio Inca, y algunos antiguos todavía recuerdan las noches antes de la llegada de los europeos. Todos pertenecen a la facción de los Incas, y aunque han colaborado con la Camarilla, no se han unido a la secta, constituyendo la facción más conservadora de los vampiros indígenas. Aunque no rechazan a los Vástagos creen que los vampiros nativos poseen sus propias costumbres y tradiciones y por ello prefieren permanecer independientes. En los recientes ataques contra el Sabbat en Sudamérica a menudo han actuado como líderes.

EL INCONNU
Se cree que varios Matusalenes precolombinos encontraron refugio en Bolivia durante la conquista española, ocultándose en la selva y el Altiplano. El Consejero Xavier de Cinçao es consciente de que entre los vampiros indígenas existen algunos antiguos de gran poder, pero considera que mientras sus objetivos coincidan, no constituirán una amenaza.
En efecto, varios Matusalenes Gangrel y Nosferatu, llegados al territorio hace siglos, todavía permanecen en el país. Aunque sus propósitos son en gran parte inescrutables, por el momento parecen dispuestos a defender sus dominios y azuzar a sus descendientes contra el Sabbat.
Más inquietantes son los rumores sobre la antigua diosa de la muerte conocida como Gorgo. Durante mucho tiempo su leyenda ha sido un rumor temeroso entre los Nosferatu bolivianos, muchos de ellos descendientes suyos. Las recientes desapariciones de Ratas de Cloaca en varias ciudades de Brasil y Argentina parecen indicar que ha despertado, aunque por el momento no parece interesada en Bolivia.

LOS CAZADORES
Los bolivianos no han permanecido con los brazos cruzados ante las depredaciones de los Vástagos. La Inquisición dispone de un Cenáculo en La Paz, creado en la época de los jesuitas para defender a los colonos y nativos de los ataques de los “demonios de la selva.” Actualmente constituyen la principal organización de cazadores del país, con numerosos Condotieros, Hijos de Lázaro y miembros de la Orden de San Pedro.
Menos conocidas son las sociedades de cazadores indígenas. Desde tiempo antiquísimo, algunos hechiceros se han erigido en defensores de su pueblo, aunque la civilización occidental y el paso de los siglos se han cobrado su factura. Actualmente son muy pocos, pero se aseguran de que los no muertos permanezcan alejados de sus aldeas y poblados. Entre ellos se encuentran algunos inmortales, creados para proteger a sus pueblos y que tras largos siglos continúan con su cometido.
Y por último, en noches recientes, algunos mortales han comenzado a despertar, de forma inexplicable, percibiendo la presencia de lo sobrenatural a su alrededor, y adquiriendo extraños y terribles poderes que les permiten detectar y destruir a los monstruos. Estos “Imbuidos” todavía son muy pocos, pero tras las recientes visitas de un tal “Profesor Geo” han comenzado a organizarse. De momento han conseguido destruir a algunos vampiros y otras criaturas, pero por el momento sus éxitos han pasado desapercibidos entre los muchos peligros que acechan en el Mundo de Tinieblas.

LA SITUACIÓN POLÍTICA ACTUAL
Desde hace siglos los Tremere, y por extensión la Camarilla han sido la facción vampírica más poderosa de Bolivia. Sin embargo, a la sombra de los Brujos otros grupos han conseguido prosperar y desarrollar su poder, y no están satisfechas con que la situación permanezca igual.
Actualmente los Ventrue, dirigidos por el Príncipe de Santa Cruz, constituyen la oposición más visible a los Tremere, aunque lo que a primera vista parece competencia y rivalidad por los recursos del país, oculta objetivos políticos a largo plazo. Los Sangre Azules desearían provocar una guerra entre los Tremere y el Sabbat, debilitando lo suficiente a sus adversarios para que cuando el conflicto termine, situarse en una posición de hegemonía en Bolivia.
Durante siglos los Tremere han actuado como mediadores entre los diversos clanes y facciones de la Camarilla, apoyando a los Vástagos indígenas cuando les ha convenido, y situando a muchos en deuda con ellos, al haberles ayudado a alcanzar posiciones de poder, como los Príncipes de varios dominios. Aunque algunos indígenas preferirían encontrarse en una situación menos incómoda, algunos recuerdan las inciertas noches de las batallas con el Sabbat y son conscientes de que no habrían conseguido adaptarse a la sociedad moderna de no haber sido por su alianza con la Camarilla.
De la misma forma, algunos antiguos indígenas no se sienten nada cómodos con la situación actual. Se sienten frustrados por los cambios sufridos en el país desde la llegada de los europeos y ante su impotencia para dar marcha atrás. Los más amargados se aíslan del resto de la Estirpe en rincones olvidados, pero otros, ante los éxitos que han conseguido los vampiros indígenas en su ofensiva generalizada contra los dominios de la Espada de Caín, se sienten embriagados por la victoria y han comenzado a creer que tal vez cuando hayan destruido o expulsado a los Cainitas tal vez pueden conseguir lo mismo con la Camarilla…

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