[Recurso] Celebrando la oscuridad

[Alexander Weiss]

DÍA 24: EL PRÍNCIPE

Blighted Art



Hiro Leor



Ry



Ogof



Claire C



Ziya



Andrea Payne

[Voivoda]

El Príncipe

Cuando comenzó sus viajes para profundizar en la historia de la Estirpe, le habían advertido varias veces de que Ludovic era un tanto excéntrico. Abrazado en algún momento del Gran Miedo, la época en la que los campesinos franceses se dedicaron a coleccionar las cabezas de nobles y clérigos en los tiempos turbulentos de la Revolución Francesa, siempre había tenido fama de ser un Vampiro ególatra, irascible y vanidoso. Sin embargo, desde que había pisado Québec, Ludovic le había agasajado con educación e incluso con abundancia de atenciones.

Pero no dejaba de ser un tanto peculiar que dentro de su dominio del Château Frontenac tuviera todo un larguísimo corredor dedicado a retratos de relevantes Vástagos, todos ellos Príncipes en algún momento del pasado en pequeñas ciudades secundarias de grandes países o en las principales de lugares más pequeños.

- John Corbusier, Príncipe de Brest y Señor de Bretaña; Ludwig Schloss, Príncipe de Dortmund; Elisabetta Guarnieri, Príncipe de Bari; Ibrahim Okonkwo, Príncipe de Ibadan; Jae-Won, Príncipe de Incheon... - Ludovic fue presentando a cada uno de los retratados, que miraban al pintor con medias sonrisas y nunca directamente de frente, al estilo de retratos antiguos. El Malkavian aderezaba de vez en cuando las descripciones con alguna anécdota de las ciudades o de sus gobiernos, pero siempre en pasado. Eso terminó por generar una duda al Nosferatu que grababa con su móvil lo que Ludovic le iba contando.

- Señor, ¿por qué habla en pasado de todos ellos?

Ludovic sonrió divertido por la pregunta.

- Oh, vaya, pensaba que usted ya lo sabía. Yo los maté a todos y cada uno de ellos.

[Alexander Weiss]

DÍA 25: RITUAL DE MAGIA DE SANGRE

-ॐ शान्ति: शान्ति:ॐ शान्ति: शान्ति:ॐ शान्ति: शान्ति:
El cántico sánscrito preciso. Las palabras precisas. La entonación precisa. La concentración precisa. Todo tal y como su maestro le había enseñado, hacía muchos años, cuando era un simple aprendiz de la Orden de Hermes.
-ॐ शान्ति: शान्ति:ॐ शान्ति: शान्ति:ॐ शान्ति: शान्ति:
Pero la magia cuesta. Voluntad, sufrimiento, siempre hay un precio que pagar, y un hechicero habilidoso sabe cómo pagar el precio preciso...o hacer que otros paguen.
-ॐ शान्ति: शान्ति:ॐ शान्ति: शान्ति:ॐ शान्ति: शान्ति:
Pero la Orden de Hermes no le proporcionaba el poder que necesitaba. Cuando su cábala cayó, no hubo ayudas, sólo desprecio y reconvenciones, evitar responsabilizarse de la derrota.
Así que Ishaab buscó el poder en otra parte, y terminó siendo expulsado por ello. Fue entonces cuando había encontrado el poder, en unos parientes renegados de la Orden de Hermes.
La Casa y Clan Tremere.
Aquellos magos habían pagado en sangre el precio de la inmortalidad, pero ahora disponían de mucho tiempo para dedicarse a su arte. Ishaab había dudado, pero tras pasar por los ritos dolorosos de iniciación, sentir cómo su alma se desgarraba, estaba satisfecho, o por lo menos quería sentirse satisfecho. Su cuerpo y su voluntad no eran tan flexibles a la hora de obrar magia, pero a cambio su camino era más seguro y firme, sin temer a la reacción de la Paradoja.
-ॐ शान्ति: शान्ति:ॐ शान्ति: शान्ति:ॐ शान्ति: शान्ति:
En otro tiempo habría ofrecido a los espíritus otro precio, quizás un servicio, pero con su nuevo cuerpo, Ishaab tenía que realizar una ofrenda de sangre. Se abrió las muñecas, y la sangre se derramó, pero antes de tocar el suelo se disipó en una nube carmesí, que dio forma a la entidad invocada.
Negociación precisa.

[Alexander Weiss]

DÍA 25: RITUAL DE MAGIA DE SANGRE

Hiro Leor



Ry



Taverneiro Lobo



Ogof



Nick



Claire C



Kelgrid



Outstarwalker

[Alexander Weiss]

DÍA 26: CEREMONIA POR LOS MUERTOS
Los empleados de la funeraria terminaron pronto. Estaba lloviendo cada vez con más fuerza, y al fin y al cabo, estaban enterrando a un "nadie." Un hombre que había muerto en la calle, ignorado por el mundo, sufriendo el hambre, el frío y el dolor de la soledad. El ayuntamiento pagaba los gastos fúnebres necesarios para un ataúd barato y una tumba sin nombre en un rincón del cementerio al que iban a parar los nadies, durante un breve tiempo antes de ser trasladados al osario.
Se apuraron y apresuraron, corriendo hacia el coche fúnebre que los esperaba, para llevarlos a un bar donde podrían tomar algo caliente antes de volver a casa. No echaron la vista atrás. El trabajo estaba hecho.
La lluvia siguió cayendo torrencialmente durante un tiempo, y a la oscuridad de las nubes se le sumó la oscuridad de la noche. De improviso, entre las sombras del cementerio surgió otra sombra, la figura de una loba delgada y oscura. Poco después se le sumó la figura de un enorme lobo gris, y después otro lobo más pequeño, de color negro.
Los tres lobos se dirigieron hacia el rincón de los nadies y aullaron al unísono. Mirada-alta-de-Gaia asumió su forma humana, la de una mujer de piel oscura, y depósito un ramo de flores especialmente elegidas para la ocasión, depositándolas sobre la tumba. Derramó un puñado de tierra del lugar de nacimiento de su compañero sobre la lápida sin nombre y lloró.
-Descansa en paz, hermano. Vuelve con Gaia. Nosotros no te olvidaremos.
La manada aulló al unísono, despidiendo a Caminante-de-la-Luna, un valeroso guerrero que había caído en la lucha contra el Wyrm.

[Alexander Weiss]

DÍA 26: CEREMONIA POR LOS MUERTOS

Hiro Leor



Ry



Sugardog



Ogof



Craig Oxbrow



Taverneiro lobo



Creepygirlcut



Nick

[Alexander Weiss]

DÍA 27: ESTÁS ATADO A MÍ

La pequeña aldea languidecía. Una misteriosa enfermedad se había abalanzado sobre ella, como una bestia hambrienta. Primero habían sido varios niños, pero poco a poco la enfermedad también comenzó a afectar a los adultos, especialmente a la juventud más hermosas. Muchachos y muchachas que todavía tenían mucho que vivir se consumían, pálidos como la muerte, durmiéndose poco a poco hasta agotar sus vidas, más hermosos con sus máscaras mortuorias de lo que habían sido en vida.
Greta observó el avance de la muerte preocupada. Ni los remedios de los médicos, ni las oraciones de los sacerdotes surtían efecto. Poco a poco supo de la raíz del mal, ella, la marginada, a la que tachaban de loca y hechicera. Recordó las historias que le contaba su abuela, leyó los viejos libros que guarda en secreto, y supo lo que debía hacer. Otros habrían huido, otros habrían pedido un precio, pero ella sólo pensaba en quienes había perdido y sus seres queridos.
Nunca había conocido varón, y eso le ahorraba buscar una virgen. Bebió una poción de hierbas para endulzar su sangre, y a la medianoche pronunció las palabras de la invocación y abrió todas las puertas y ventanas de su humilde hogar.
Y el hechizo funcionó. El monstruo escuchó la invitación, sintió el olor de la dulce sangre virginal y acudió, goloso y ansioso, encontrando la puerta abierta. Desconfió, pero la visión de la virgen vestida de blanco, ofrecida voluntariamente, desechó cualquier precaución.
Aquella sangre sabía a ambrosía. Bebió hasta hartarse, embriagándose de su sabor. Sin embargo, se contuvo y se dispuso a marcharse, pensando volver la noche siguiente, para disfrutar y paladear todo lo posible a aquella virgen que se consumiría bajo su corrupto toque.
Sin embargo, cuando iba a traspasar el umbral de la casa, escuchó las palabras de la muchacha, llamándolo de nuevo, insistente.
Y regresó, y de nuevo se hartó de sangre.
El primer canto del gallo le alertó de que había tardado demasiado. La virgen estaba completamente exangüe, desangrada en su lecho blanco. Se agitaba débilmente, intentando pedirle que no se marchara, pero el monstruo, asustado huyó.
Pero la luz del sol de la mañana lo atrapó, entrando por las ventanas y puertas abiertas, y dejando sólo cenizas.
Y Greta sonrió débilmente por última vez, con sus labios descoloridos, satisfecha por haber entregado su vida para salvar a la aldea, y se entregó al sueño eterno.

[Alexander Weiss]

DÍA 27: ESTÁS ATADO A MÍ

Hiro Leor



Julia Madrigal



Craig Oxbrow



Ogof



Mysteria



Taverneiro lobo

[Alexander Weiss]

DÍA 28: ¡MURCIÉLAGOS!

El desafío era entrar en la casa, quedarse cinco minutos y traer algo del interior. En principio, no parecía muy difícil. La mansión Hollander llevaba deshabitada desde hacía al menos cincuenta años, cuando su último dueño, el viejo Hollander, se había caído por las escaleras y lo habían encontrado con el cuello roto en el suelo, con su cuerpo con los comienzos de la putrefacción, la mandíbula desencajada en un grito impotente y los ojos desorbitados o mirando el techo.
O por lo menos eso era lo que se contaba, una historia transmitida de una generación de niños a otros, contada entre murmullos de excitación y miedo. Con el tiempo, por supuesto, la historia había crecido. Se decía que el viejo Hollander no había muerto en un accidente, sino que el diablo lo había arrojado por las escaleras, que su fantasma todavía habitaba la casa, que al Sr. Barkeley, el conductor del autobús se le había quedado el pelo blanco desde que había entrado de pequeño en la casa... Y mientras tanto, la mansión Hollander, a pesar de su vejez, se mantenía firme sobre sus cimientos, desafiando el tiempo, y su historia crecía como la maleza de su jardín. Y sus ventanas parecían ojos desconfiados hacia todos los que pasaban por delante.
Una noche de otoño, Stewie desafió a Timmy. Si quería unirse a la pandilla del barrio tenía que entrar en la mansión Hollander, quedarse cinco minutos y traer algo del interior.
Y Timmy había aceptado. No le había gustado abrirse paso entre la maleza sacudida por el viento. Le habían dicho que tenía que trepar por la ventana rota del primer piso que había perdido los postigos, y adentrarse en el oscuro interior.
Por supuesto, se había traído una linterna, y bajo el halo de luz blanca la oscuridad se echó a un lado para dejar paso a una serie de estancias cubiertas de polvo, telarañas, muebles rotos y desvencijados, nada que alarmara a Timmy.
Mientras contaba los cinco minutos en su móvil, paseó por las habitaciones, pensando en qué podría llevarse. Vio un vaso roto en el suelo, un libro podrido y acartonado por la humedad al que le habían crecido hongos, y sus pasos lo llevaron hasta el amplio salón principal.
La luz de su linterna iluminó la chimenea, y sobre la repisa del hogar vio una bola de cristal. Se acercó y comprobó que era una de esas bolas de adorno que cuando la agitas hacen caer copos de nieve sobre un paisaje. Extendió la mano, agarró la bola y la sacudió instintivamente. Sería un buen trofeo para poder unirse a la pandilla.
Y entonces un revoloteo agitado descendió por la chimenea, y una nube de murciélagos se extendió por el salón, como un remolino de alas oscuras, rodeando a Timmy. Normalmente no le tenía miedo a los murciélagos, pero aquellos bichos no parecían nada naturales, con su revoloteo coordinado, y sus agudos chillidos.
Y en medio de la nube apareció un rostro pálido y arrugado, con dos ojos negros sin pupila y una boca abismal que aulló:
-¡SUELTA ESO!
Timmy soltó la bola de cristal aterrorizado, se meó encima, y salió gritando y aullando. Saltó por la ventana y contagió su terror a sus compañeros, que se le unieron en un coro de gritos.

Malditos críos. El viejo Jebediah Hollander se inclinó para sostener con cuidado la bola de cristal y la devolvió a su lugar en la repisa. El recuerdo de la última Navidad que había pasado con su esposa lo reconfortó, y disipó la rabia que lo había alimentado hasta hacía un momento.

[Alexander Weiss]

DÍA 28: ¡MURCIÉLAGOS!

Ry



Hiro Leor



Blightedart



Sugardog



Taverneiro lobo



Ogof



Nick



Djizzus