Tercera noche (Pensión Esmeralda, 23:32)

Jadlow · #1

La escena se estaba cargando de una tensión innecesaria, Smaragd estaba intentando por todos los medios ver los viales de cerca a pesar de que se los había mostrado Miriam de forma rápida. Bruno no estaba seguro de las intenciones del Ventrue, pero algo le olía mal con la notable insistencia. "¿Acasó estaba dudando de nuestro trabajo? Había sido muy difícil lograr lo que conseguimos y lo hicimos bastante bien, el hizo su trabajo y nosotros el nuestro. Todo había salido bastante bien, pero ¿Porqué comenzó a dudar justo ahora?"

Cuando se acercó de forma brusca a Miriam que le iba a entregar el bolso a Serault entonces Mauro intervino, sabiendo que la única forma de que nadie salga herido era mostrarse firme, Smagard sintió el peso de la mano de Bruno en su hombro, también unas afiladas garras en las puntas de sus dedos.

Spoiler:

► Mostrar Spoiler

#2

Es curioso como una situación en apariencia tranquila puede empezar a descontrolarse con tanta facilidad. Estáis todos en el descansillo de las escaleras que conducen al tercer piso de la pensión. El más alejado de la acción es Serault, aún a varios metros; ha salido de su habitación atraído por vuestra conversación y viene por el pasillo gorgoteando satisfecho, con las manos extendidas hacia el bolso Espléndido, marravilloso, ahora hay que comprrobarrla; podéis ver sus ojos brillando. Después, al lado del núcleo de la acción, Eneko, espectador pasivo (al menos hasta ahora) e incrédulo. En el centro mismo del conflicto, Miriam, aferrando con ambas manos el bolso de cuero negro en el que tintinean rojos tres viales, el fruto de la noche. A su lado, Smaragd, cuyas protestas ya han escalado desde la quejas infantiles hasta un primer intento (infructuoso) de hacerse con el botín. Y por último está Bruno, que acaba de poner su mano con suavidad sobre el hombro del ventrue, a modo de advertencia pacífica. Aunque esta advertencia pacífica esté queratinizada y endurecida, como una garra.

Off:

► Mostrar Spoiler

#3

Serault se acerca a vosotros con los ojos fijos en el bolso y Miriam se lo tiende, mientras Smaragd, incialmente delante de Bruno, le coge del brazo que le ha puesto sobre el hombro y sin que el grangel pueda evitarlo, le hace una llave inmovilizándolo por detrás.

Spoiler:

► Mostrar Spoiler

Jadlow · #4

Bruno fue realmente sorprendido por la extraña velocidad con la que se movió el grandulón, se relajó y dijo: -Bien hecho Smaragd, yo que creía que no sabías hacer esas llaves y te quería mostrar. Quedé como tonto. Ja.- Hago una breve pausa y luego continúo -¿Me sueltas?

---

Smaragd mantiene la presa, mientras le pregunta a Bruno:

-¿A quien ivas tu a perforar con esas manitas? ¿te crees que puedes conmigo? Dame una maldita razon para no dejarte aqui seco como un guijarro. Tienes miedo de mi acaso... No sabes lo que es el miedo ahora cambia esas manitas. O por nuestro señor jesucristo que tardaras mucho tiempo en volver a ver otra noche.

Jadlow · #5

-¿Creés que no podía hacerlo antes? Ja, pude haberte atacado por la espalda y no lo hice. Tu eres el que se está comportando extraño desde que llegamos..- Bruno alzo la voz ante las últimas palabras, aunque de todas formas redujó el tamaño de sus garras -Y que te quede clara una cosa, somos compañeros. Si quieres que te ayudemos en algo pues nos lo pides. Yo por lo menos te ayudaría, no me interesa que harían los otros pero forcejear como querías hacer con Miriam es algo que no voy a permitir, seré un idiota pero cuido de mis compañeros por eso es que no te ataque por la espalda cuando tuve la oportunidad. Y aunque nos llevemos mal con la gangrel y me haya hechado de su auto sigue siendo mi compañera.- Bruno bajo la voz y en su rostro se notó decepción -Pensé que entendías eso. Ahora veo que no. Nadie te detiene en beber, ni siquiera me estoy resistiendo. No me importa si pierdo una lucha, pero no me quedó de brazos cruzados cuando veo una injusticia. Que eso te quedé claro.

fb@10205529787778894 · #6

Parece que tu no entiendes el concepto de que continuas en este mundo, por que cumplo las tradicciones. Claramente no te has comportando como un compañero, yo pedi que me dejarais la sangre. Vosotros no solo no lo hicisteis si no que ademas me amenazas, si para pedir un favor he de contar mis objetivos e intereses eso no es un favor. Ya veo que no confias en absoluto en mi ni tu ni ella, queria entregarle yo la sangre al señor serault por que es parte de un trato que tengo con el y me gusta hacer las entregas por mi mismo, ¿estas contento ahora? no, seguramente no. Aunque en una cosa tienes razon.

Spoiler:

► Mostrar Spoiler

Vuelve a amenazarme o a cruzarte en mi camino y el altercado que tuviste cuando fuiste a ver al informador sera un patio de recreo comparado con lo que te hare, ahora vamos ha terminar lo que vinimos ha hacer aqui tengo que llamar a un numero.

#7

- Rrepito por última vez que las suyas no me parrecen actitudes prrofesionales. Dejen de comporrtarse como chiquillos rrecién abrrazados y vengan todos de una vez - os dice Serault, de camino a su habitación.

Oniric404 · #8

Todo había pasado de repente. De estar todos reunidos, triunfantes tras semejante noche (aún con tan vil fin), a esto. No lo entiendo. ¿Por qué tiene que pasar esto?

Observo pasmado como empieza la discusión, reteniendo el impulso (¿primario?) de coger yo también la bolsa y lanzarla por la ventana para evitar que se peleen. Quizá debería haberlo hecho. La situación solo empeoraba y de momento... para Bruno. Cuando Smaragd le agarra y termina de hablar, reúno todo mi coraje antes de decirle con un tono más frío de lo que yo mismo espero:

-Smaragd, suéltale. Ya. Suéltale o... te juro que quemo la mansión otra vez-le miro a los ojos fijamente, intentando que entienda de qué hablo.

#9

Off:

► Mostrar Spoiler

Bruno se revuelve en el abrazo no deseado del ventrue sin conseguir zafarse; mientras, Smaragd hace caso omiso a las palabras de Serault y de Eneko y muerde al grangel. Veis como la fuerza se le va escapando poco a poco a Bruno, junto a la sangre, y por efecto del Beso deja de forcejear. Satisfecho, Smaragd empieza a liberar a Bruno, que cae al suelo sin fuerzas, apoyándose con ambos brazos en el suelo.

- Tu mismo, Eneko, ya está soltado, pero mentir es un pecado, en otra epoca agredir

- Suficiente. Doctor, venga aquí, por favor, traiga a Leonor y acompañe al señor Smaragd a mi habitación los que no le estuvierais mirando tardáis un momento en reconocer la voz de Serault. Ha perdido el acento casi por completo y está hablando de manera pausada y en un tono muy bajo. ¿Doctor? Sus palabras reverberan en los oídos de los presentes con una musicalidad especial, ajena. Extraña. Casi os obligan a hacerle caso. Casi. Y por primera vez en todas estas noches, no sonríe - Smaragd, vaya con el Doctor a mi habitación y espéreme allí.

De la habitación nº 33 sale un vástago alto y delgado, de piel oscura y rasgos ¿pakistaníes? ¿iraníes? pero ropa occidental empujando con suavidad a la dueña de la pensión sumida en uno de los trances inducidos que ya conocéis. Cuando Smaragd abre la boca para replicar, Serault le interrumpe.

- Su compañero está a punto de ser dominado por la Bestia y usted es el desencadenante: le quiero lo más lejos posible, a poder ser donde Materazzi no le escuche - no podéis ver la cara de Bruno, que sigue caído en el suelo, pero por la manera espasmódica con que su tronco se contorsiona todos tenéis la certeza de que Serault no miente: con un escalofrío en el cuerpo os dais cuenta de que el grangel está a punto de caer en Frenesí - Váyase ya, es la última vez que se lo digo; tome, Doctor, le sang royal- y Serault le da el bolso al tal "Doctor", que espera a que le sigas a la habitación, Smaragd por aquí, Leonor, sea tan amable de bajar el cuello hasta la cara del señor Materazzi. Borrel ó Alzola, rápido, el que quiera, baje a hablar con una de las dos huéspedes alemanas de la 21 -la más gordita aún no ha sido usada- y tráigala con cualquier excusa, su compañero va a necesitar algo más de alimento.

Aún al lado de Bruno y Leo, Serault os observa a todos, uno por uno, con su rostro ahora serio.

- A mi me da exactamente igual que se maten entre ustedes cuando ya no esté yo en la ciudad, pero mientras formen parte de mi equipo durante las dos noches que me quedan en este estercolero de ciudad, trabajarán como tal - Bruno ha mordido el cuello de doña Leo y está bebiendo con ansia - Quiero saber qué ha pasado en la discoteca. Y en la escalera. Nos espera una larga charla en mi despacho a todos. Hay sabbat en Barcelona y su tarea conmigo no ha acabado.

Offrol:

► Mostrar Spoiler

#10

- Eneko, ¿Podrías ir tu a traer a la chica germana? Iría yo, pero, no sé si les va a convencer mucho una persona que lleva la ropa que perdieron misteriosamente anoche.

off:

► Mostrar Spoiler