El Ceres es un antiguo carguero de fabricación soviética que actualmente navega bajo bandera libanesa. Hace dos semanas salió de Karachi, en Pakistán, con dirección a Casablanca con un cargamento variado (pueden ver la declaración de carga en la copia de documentos que les hemos facilitado) de textiles y materiales de construcción principalmente. Cruzó el Canal de Suez cinco días después, y posteriormente hizo escala en puertos de Siria y Albania hasta ese momento con aparente normalidad.
Las anormalidades comenzaron en la segunda semana de su trayecto, entrando en el Mediterraneo occidental. Por alguna razón aún desconocida, la embarcación sufrió un retraso de hasta dos días, con una alteración importante de la ruta prevista. La compañía libanesa propietaria llegó a temer un secuestro o un ataque pirata, pero aparentemente el Ceres volvió a comunicarse con posteriorioridad asegurando que salvo un pequeño problema mecánico todo estaba correcto; no obstante, los siguientes días la comunicación fue de nuevo interrumpida, y el Ceres salió en varias ocasiones de las rutas marítimas habituales. Finalmente, la compañía propietaria puso un denuncia y comunicó los problemas a la aseguradora. Las condiciones climáticas adversas hicieron sospechar lo peor, y durante otros tres días nada se supo del Ceres. Hasta hace dos horas.
A las 16:18 del día de hoy, una patrullera de la Armada divisó al Ceres a 150 kilómetros de la costa española. Tras numerosos intentos no fueron capaces de establecer contacto con nadie a bordo, y la posibilidad de un abordaje se descartó por las condiciones climáticas desfavorables de la zona. Lo que nos lleva a nosotros y a esta reunión. Se le ha encomentado al Ala-2 de este Centro de Salvamento Marítimo que se desplaze a la última posición conocida del carguero, lo aborde, y haga lo posible para rescatar a la tripulación, como misión principal, y salvar al navío y a su carga, como secundaria.
Si se trata de un simple caso de fallo mecánico que de alguna manera también ha afectado a los sistemas de comunicación del navio, nuestra misión será la habitual en estos casos: desembarcar en el Ceres, ofrecer primeros auxilios a la tripulación en caso de necesitarlo, evaluar y, en caso de que fuera posible, repara los daños mecánicos. Las malas condiciones climáticas hace imposible la participación de remolcadores por el momento, así que si no son capaces de dotar al Ceres de potencia, será zarandeado por la tormenta y habrá peligro de hundimiento. En ese caso, habríamos de evacuar el navío.
Dado la especial peligrosidad de tanto el puerto de origen como los puertos de intermedios, la Jefatura Nacional de Policía ha determinado que seremos acompañados en esta misión por dos agentes, cada uno de los cuales pertenecen a unidades especializadas en los delitos que podrían estar relacionados con los problemas a bordo del Ceres: narcotráfico (Afganistán es el primer productor mundial de heroína), el agente Dámaso, e inmigración ilegal, la agente Rox. Por último, recordarles que en los últimos meses hemos recibido informes sobre ataques piratas en el Mediterraneo Sur, hombres armados que secuestran cargueros para pedir después rescate. Todas esas posibilidades están sobre la mesa. Esperemos, pues, por el bien de todos, que se trate de un simple fallo mecánico.