La guarida de Sahil

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Kharthian
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#11

Mensaje por Kharthian » 30 Abr 2017, 22:41

- Val, Tristán es un cretino, pero... ¿peligroso? El único peligro que conlleva estar con gente como él son los líos en los que seguro te puede meter. Le da igual el tipo de fiesta que sea, sabe cómo pasarselo bien y me consta que lo conocen todos los camellos de este barrio. ¿Te digo lo que creo que pasó? Tu joven acompañante, el que no parece estar muy acostumbrado a beber, se pimpló un par de botellas de vino con mi acompañante. En algún momento de la noche Tristán sacó algún tipo de "su magia" y ambos se dieron una vuelta por Venus. Y si pasó algo más entre ellos, cosa que tampoco me extrañaría, no creo que Esteban quiera recordarla. Así que entre lo confuso de sus mentes si hubo esa noche algo sobrenatural, cosa que no tengo muy clara, no creo que podamos obtener ninguna información fiable sobre el asunto. No obstante, hablaré con Tristán, quizá él pueda recordar algún detalle que nos ayude a esclarecerlo. Si tienes razón, fuimos demasiado descuidado dejándolos solos en esa mansión.

Jean-Luc terminó su discurso con toda la serenidad que lo caracteriza, y añadió con cierto enfasis:

- ¿Sabes? Sahil es especialista en adentrarse en el rincón más intrincado del subconsciente humano, que no te engañe su aspecto, es realmente bueno. Si trajeras aquí a Esteban, podría preparar una sesión.


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Victoria_Rain
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#12

Mensaje por Victoria_Rain » 01 May 2017, 11:22

- Pufff....no me gusta que Sahil se meta en cabezas ajenas - contestó Val - pero tienes razón, quizás sea mejor idea que andar preguntando al sátiro de tu acompañante.

Sacó el móvil del bolsillo de su chaqueta, marcó un numero y se lo pegó a la oreja.

- Oye, tienes que venir- giró la cabeza hacia la ventana oscura - ¿por qué? ¿acaso tienes algo mejor que hacer esta noche? Sólo será un rato, las pajas con el hentai te las puedes hacer después. Voy a enviarte la ubicación. - cortó la conversación y mientras enviaba a su pupilo, añadió en voz alta - en 30 minutos lo tenemos aquí.

Por el camino áspero, a las estrellas.

Sebastian_Leroux
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#13

Mensaje por Sebastian_Leroux » 16 Sep 2017, 19:34

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Victoria_Rain
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#14

Mensaje por Victoria_Rain » 16 Sep 2017, 21:05

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Por el camino áspero, a las estrellas.

Sebastian_Leroux
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#15

Mensaje por Sebastian_Leroux » 16 Sep 2017, 21:42

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Sebastian_Leroux
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#16

Mensaje por Sebastian_Leroux » 16 Sep 2017, 22:45

Y hasta pronto 1/2

Cita:
- Otra vez.

La figura que había pronunciado esas palabras -pequeña, enjuta, pelo corto, pantalón militar, camiseta de asas, manos entrelazadas a la espalda- rodeaba con pasos cortos y silenciosos sobre un tatami blanco a una segunda, con un atuendo similar, pero de rodillas y con la cabeza gacha.

- Otra vez, Val... – en lo que dura un parpadeo la figura caminante recogió del suelo una vara de madera clara de más de metro de longitud, y en el mismo movimiento se la arrojó a su interlocutora, que la interceptó con dificultad en el último momento, más para evitar el impacto que con voluntad de empuñar el arma. Al levantar el rostro se hicieron evidentes unos ojos inyectado en sangre y enmarcados por un pelo desmadejado, desde el que resbalaban goterones de sudor de tonalidad carmesí hasta llegar a su boca, un agujero negro en el que brillaban una pareja de prominentes colmillos.

- Necesito... necesito... más. Apenas puedo... reprimirla.

- No. Con una tienes lo suficiente para seguir – desde el suelo, la mirada vidriosa de Val se fijó por un momento en la bolsa de transfusión, ahora vacía, que acababa de consumir y que le había parecido poco más que un sorbo tentador que un bocado saciante –en pie.

Apoyándose en el bastón para levantarse del suelo, la toreador encaró al fin a su interlocutora cara a cara: Val era más alta que ella, y eso sin poder estirarse totalmente a causa del dolor agudo que le producía la colección de costillas y vértebras rotas, nada en comparación a los pinchazos que le llegaban desde su mano izquierda, fracturada en decenas de lugares y donde los dedos se contraían en ángulos imposibles. A su vez, ambos dolores eran prácticamente borrados por la sensación de vacío que sentía en su estomago, una garra de hierro que apretaba su alma y amenazaba con volverla del revés.

- No puedo manejar el puto palo sólo con una mano... y no tengo sangre suficiente para curar la otra – intentó razonar la toreador, cambiando de estrategia a la desesperada.

- Improvisar es parte del ejercicio – le respondió Paula, concisa, desapareciendo al instante de su posición.

Val sabía lo que eso significaba. Dio dos pasos a un lado lo más rápidamente que pudo y sin pensar adoptó una posición defensiva con el arma, interceptando instintivamente dos golpes secos del bo de su sire, que restallaron con una sonoridad seca amplificada por las paredes del gimnasio, desierta a aquellas horas. Paula cargó el peso de su cuerpo en el segundo golpe, con lo que pudo aproximarse a Val lo suficiente para clavarle un rodillazo en el costado a su chiquilla, tras lo cual retrocedió a una distancia prudencial para escuchar con aparente desinterés una colorida colección de tacos trilingües.

- Tarragona, mediados de mayo, cuatro cincuenta y cinco, comarcal treinta y tres, kilómetro ciento veintidós, estás herida, aislada y sin posibilidad de contactar sin comprometer tu posición o la de tus compañeros – Paula había vuelto a caminar parsimoniosamente alrededor de Val, trazando con sus pasos una circunferencia casi perfecta, con sus brazos y el bo a su espalda, mientras soltaba la retahíla de datos con tranquilidad.

- Ehhh... Tarragona capital, calle Vic, número veintitrés, quinto... no, sexto be – le contestó apretando los dientes Val, intentando seguir el ejercicio para evitar un nuevo castigo - El piso está vacío. Hay una tabla suelta en una esquina del salón con el equipo habitual y un teléfono. En el congelador hay dos...

Val no pudo continuar su frase; antes incluso de que pudiera darse cuenta de que Paula había iniciado un movimiento, notó su nariz quebrarse, con el desagradable sabor de la madera rompiéndo su tabique nasal.

- Es casi verano, y con el cambio de hora amanece en apenas 40 minutos, no llegas a la ciudad, Val, mucho menos al piso franco, antes de que el sol te convierta en un montón de polvo.

- ¡Joder, ostias,...! - los nuevos insultos de Val, ahora proferidos con un tono marcadamente nasal, no pudieron ahogar el nuevo enunciado de su sire.

- Contesta mejor o muévete más rápido. L’Hospitalet, dos y media – volvió a la carga la sheriff - hay una ofensiva general, han roto los dos anillos defensivos, no puedes contactar con nadie por los métodos normales, el estado de alerta ya era de cinco la última vez que recibiste información fiable, las unidades operativas están probablemente comprometidas – enunció de nuevo Paula, mientras dirigía una colección de golpes que de nuevo llenaron el gimnasio con los rítmicos latigazos de las maderas golpeando – al fin recibes una llamada de Ana en la red protegida...

- No la cojo, joder – se anticipó Val, apretando los dientes por el dolor que le producía manejar el arma con la mano herida – en ese nivel de alerta no se realizan llamadas telefónicas... ni por redes abiertas... ni por cualquier otra – respiraba agitada, no porque necesitase el oxígeno, si no para poder tomar el aire suficiente que le permitiera seguir hablando, e insultando, entre golpe y golpe – Todo esto es una puta mierda, ¡no me abrazaste para esto! Mi puesto no está en la calle, está delante de una pantalla de...

El sonido seco del bo estallando en su boca le arrojó al suelo entarimado del gimnasio con tal brutalidad que el aire se escapó de sus pulmones y la dejó muda el tiempo suficiente para que su sire siguiera hablando.

- Ocho cincuenta de la tarde, diciembre, acabas de levantarte...

- Nunca vas a liberarme, ¿verdad? – Val terminó su pregunta escupiendo con rabia un par de dientes sanguinolentos – vas a seguir torturándome año tras año, usando la promesa vana de Presentarme como una jodida zanahoria atada a un palo...

- ...diciembre, acabas de...


- ...y todo porque no sabes estar sola, porque estás encerrada en esa estúpida promesa familiar...

- ...acabas de levantarte y recibes...

- ...porque eres una niñata egoísta, perdida en juegos de cámara que no entiende, una cría que no sabe estar sóla ni pensar por si misma.

El ruido del bo rompiéndose en dos mitades sobre la rodilla de Val subrayó la última frase de una manera que hizo que Paula callase al fin, componiendo una mueca de difícil interpretación. Después, un borrón de aire, seguido de toda la colección de sonidos que una vara de madera puede hacer al golpear a un cuerpo humano.

- ¿Qué crees que estás haciendo, chiquilla? – preguntó Paula tras la lluvia de golpes.

- Improvisar – le contestó Val, con un tono de voz extraña y destemplada que surgía tras la voluntad que ahora se apagaba para dejarle paso a Ella.

Un rugido agudo, un chillido animalesco del ser que había tomado el control de la retoño toreador resonó en las paredes de la sala con la misma intensidad, y una fiera negra se lanzó contra Paula a una velocidad que rivalizaba la suya propia. La sheriff pudo esquivar la dentellada a su cuello, pero no las uñas que se clavaron en su espalda y su hombro con una fuerza sobrenatural. Esta vez fue la nuca de Paula la que besó el suelo del gimnasio con un golpe violento y seco, sin dejarle apenas tiempo de reacción para la siguiente acometida. Pero si suficiente para que su mano buscara a tientas en el tatami, justo donde había caído...

-

Por un momento Val volvió a ser feliz. Volvió a ser Virginia. Era la madrugada de la noche de reyes, pero ella estaba despierta. Había desenvuelto el flamante 386 con todo el cuidado que sus manos de apenas doce años le había permitido, y tras conectarle los periféricos, empezó a trastear con avidez con el sistema operativo. Aquella noche, cuando la pantalla negra se iluminó y le devolvió una la línea de comandos en gris, le había parecido la cosa más bonita que había visto nunca. Aún tenía un par de horas antes que se levantasen sus padres y tuviera que volver a empaquetar todo, cuando escuchó el ruido en el dormitorio de sus padres. No cualquier ruido. No. No, aquello no estaba bien. Esa noche aún tardaría años en llegar, y ella ni siquiera había estado presente.

- ¿Papá? – preguntó en voz baja, tras recorrer con sus pies descalzaos el pasillo que le separaba del dormitorio principal de la vivienda, ominosamente cerrada. De nuevo, aquel ruido, seco, sordo, dentro del cuarto - ¿Papá?

Antes de que pudiera posar su pequeña mano en el manillar de la puerta, esta se abrió con violencia desde dentro. Val – volví a ser Val – cerró los ojos: no quería ver lo que sabía que había en ese dormitorio. Por ello sólo pudo sentir la estaca atravesando su pecho, y la voz de quién la empuñaba- Paula-, susurrando su nombre completo.

-

El dolor era tan intenso que se sentía irreal, casi ajeno, literario incluso. O tal vez era su consciencia, que quería protegerse escapando de la realidad, huyendo de nuevo a una ensoñación de aquel gimnasio apestoso en semioscuridad perpetua. Pero ya no era tiempo de soñar. Val notaba su camiseta pegajosa, y el sonido desagradable y viscoso de una herida cerrándose en su pecho. Paula –intuía que era Paula, porque aún era incapaz de enfocar la mirada- se secaba las manos con una toalla a cierta distancia mientras le decía algo que no conseguía entender.

- ...tu Presentación está fijada para el mes que viene. Desde hace tiempo ya, Val. En unas pocas semanas serás miembro de pleno derecho de la Estirpe. Y serás libre para buscar esa libertad de la que me hablas, sin que yo pueda protegerte. Tampoco de ti misma. O al menos serás libre de intentarlo. Hasta entonces...

Val sintó el peso amorfo de una nueva bolsa de sangre cayendo sobre su pecho, y el sonido de Paula recogiendo una vez más el bo del suelo.

- ...Otra vez.

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#17

Mensaje por Victoria_Rain » 16 Sep 2017, 23:14

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Sebastian_Leroux
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#18

Mensaje por Sebastian_Leroux » 16 Sep 2017, 23:15

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#19

Mensaje por Victoria_Rain » 16 Sep 2017, 23:18

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#20

Mensaje por Sebastian_Leroux » 16 Sep 2017, 23:27

Escrito originalmente por @Victoria_Rain
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Esto es culpa mía, porque está regu explicado, pero la idea es que la escena esté situada bastantes años antes de que los PJs conocieran a Val, probablemente sobre 2004. La "Presentación" a la que hace alusión Paula es el paso de retoño a neonato de Val, y eso tuvo que suceder por esas fechas aproximadamente. Pero sí, la idea era presentar a Paula como una maestra inaguantable (siendo generosos) por lo que es normal que Val huyera de ella entre sus neonazis en cuanto tuviera oportunidad Imagen

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