Tristán: ¡Vamos, da la cara!
Desconocido: Ey, tío, no quería asustarte...
Tristán- con tono burlesco-: No estaba asustado... hasta ahora. Joder, menudo careto, ¿te atropelló un camión?
La persona que tenía delante no disumuló su molestia. Tampoco sus colmillos, inusualmente largos y algo retorcidos.
Desconocido: No pretendía hacerte más daño del estrictamente necesario, pero siento que eso no va a ser posible.
Tristán: Valiente mierda, yo también lo siento...
-----------------------------------------------------------
Dos minutos después, aquel desconocido yacía en el suelo. A su lado Tristán sujetaba un puñal empapado en sangre, sacó la lengua y la pasó por la oja y expresó después de escupir: "Puag, tan asquerosa como él. Ahora dime quién eres, sí, te hablo a ti". A unos metros de allí otro vástago contemplaba la escena, creía que su presencia había pasado inadvertida. Se equivocaba.
Desconocido 2: Vaya, veo que eres un tipo duro...
Tristán hizo un gesto de desprecio.
Desconocido 2: Guarda tu arma, yo no soy un simple Caitiff Nosferatu, a mí no podrás matarme e incluso si pudieras hacerlo, creeme, no querrías hacerlo.
Tristán: ¿A qué juegas?
Desconocido 2- sonriendo-: ¿Sabes quién me manda a buscarte?
Tristán: ¿Acaso crees que me importa?
Desconocido 2 - riendo-: Oh... claro que te importa, todo lo que concierne a Marc Socías es importante en esta ciudad. Te está esperando en el Chrysler de la esquina. Ve tranquilo, yo me ocupo de recoger tu basura.
-----------------------------------------------------------
Tristán se acercó al vehículo que ya esperaba con una puerta trasera abierta. Del interior una voz dulce y sibilina se dirigió hacia él.
Marc: Pasa, hombre, no te cortes.
Tristán entró y se sentó junto a aquella figura de rostro afable y buenas formas.
Tristán: Hola, buenas noches.
Marc- sonriendo-: Vaya, ya no pareces el mismo tipo que apuñalaba con saña a ese pobre vástago.
Tristán-devolviendo la sonrisa-: Seguro que nadie pensaría tampoco que tras esa mirada infantil y ese gesto dócil pueda haber alguien que haya disfrutado de esa escena tanto o más que yo. Es lo que tienen las apariencias, ¿verdad?
Marc- cambiando el gesto-: Suena a reproche o acusación...
Tristán: Me confundes con otro, con tu protegido, tal vez. Es muy aburrido estar continuamente juzgando a otros por sus supuestos defectos. Trato de disfrutar de las personas como un todo, ¿y qué si te ha gustado?
Marc: ¿Estás hablando de Jean-Luc?
Tristán- sin disimular su desagrado-: ¿De quién si no?
Marc: ¿Por qué ese desprecio?
Tristán: ¿Por qué no? Todo en él es despreciable: su actitud, su historia, sus formas... su puta cara. Pero lo que más me molesta son esos aires de superioridad moral: se cree mejor que nosotros y sólo es un cobarde que se niega a sí mismo todo cuanto es. Su vida ha sido muy fácil, no ha visto lo que nosotros, siempre ha mirado para otro lado...
Cita:
Dejo al narrador que termine esta conversación. Él conoce mejor la figura de Marc y sus posibles intenciones