601a En el desierto de Tabernas...

Moderador: Sebastian_Leroux

Sebastian_Leroux
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#21

Mensaje por Sebastian_Leroux » 22 Jul 2018, 17:23

La camarera de la voz infantil se quedó helada cuando empezaste a medio ladrar y gruñir. Aunque estabas atenta en los animales, dabas por seguro que varias cabezas del local se habían girado hacia ti. Sin embargo, los dos galgos respondieron con un par de ladridos secos ("Proteger...familia...desconocidos") en referencia al abuelo, y aunque uno de ellos siguió vigilando con mirada desconfiada, el otro te empezó a lamer la mano, amistoso. Ambos parecían animales sanos y felices.
- Es... es un ansiolítico fuerte, o una mierda similar... - te dijo la camarera, al ver que mirabas la pastilla, casi como disculpándose - les deja algo dormidos, pero es mejor eso que entren en un período de agitación por la demencia: tiemblan, lloran.... lo pasan fatal... a mi abuela le dabamos algo similar...
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No estabas acostumbrada a tratar con enfermos ni personas mayores, así que de forma muy insegura volviste a ofrecerle la pastilla al anciano, casi introduciéndosela en la boca mientras la chica le susurraba alguna palabra suave al oído. Un trago de un pequeño vaso de cristal con agua parece que culminó con éxito vuestra estrategia.
- Venga, señor Tomás - aunque no eras la mejor descifrando gestos en la gente en este caso no te hizo falta para entender el suspiro de alivio de la camarera y su mirada de agradecimiento - en un ratito se sentará mejor, ya verá... y ahora viene su hijo a...
- LA PUTA DE BABILONIA ESTÁ MONTADA EN UN DRAGÓN DE SIETE CABEZAS QUE SE DEVORAN LAS UNAS A LAS OTRAS CON UN ODIO ETERNO Y LA CERTEZA DE QUE NUNCA PODRÁN SEPARARSE - el anciano había dado un salto hacia ti con una fuerza que no parecía posible hasta hace un momento, y con sus ojos grises clavados en los tuyos te escupía las palabras con un aliento fétido y denso - PERO ES LA RAMERA QUE LO CABALGA, QUIEN DECIDE QUIEN VIVE Y QUIEN MUERE y vendrá en la séptima noche del séptimo año del séptimo milenio... y ni los demonios que no ven la luz del día estarán a salvo... e irá sus casas y refugios a tomar a cada primogénito ... a ungirse con su sangre... desconfiad, desconfiad, desconfiad... - con el mismo ímpetu con el que había saltado de su silla el hombre se desplomó de nuevo sobre ella, vacio de fuerzas, y con un hilo de baba colgando de la comisura de unos labios que seguían moviéndose, pero ahora era imposible saber que decían. Los perros, que habían ladrado asustados en un primer momento, empezaron a lamerle ahora a el sus manos, en un intento animal de reconfortarle.
- Ah... lo siento - se disculpó de nuevo la chica, con la cara blanca - a veces hace esas cosas, aunque habitualmente se le entiende menos... creo que fue pastor evangélico de joven, o testigo de jehová o algo así, y se sabe pasajes religiosos de memoria, jejeje ¿menudo susto, no? - remató la frase, como para convencerse a ella misma de que no había sido para tanto.
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Al girar la segunda esquina del local, ya con el vaso por la mitad, viste a Mariajo y Alejo conversando, la primera mirando su móvil, el segundo acabandose el pitillo. Aunque intentaste escuchar de que estaban hablando, en seguida empezaron a caminar hacia tí, en principio de manera casual y despreocupada.
- ... yo creo que sí que nos devuelven la fianza, tía, no pueden ser tan siesos - iba diciendo Alejo, al que se le fue de forma no muy disimulada la mirada al contenido de tu vaso - ¿todavía vas así, Clara? Mira que hasta que no te la acabes no te decimos las buenas nuevas...
- No seas gilipollas, Alejo - le reprendió suave la mujer - Además tenemos buenas y malas noticias. Las buenas son que mi abuela dice que sí se acuerda de la Ermita de los Desamparados y de su imagen, la Virgen esa que venció a un dragón; incluso dice que me llevó de cría, aunque yo no me acuerdo - Mariajo se encongió de hombros, aparentemente sincera - Y además no puede estar muy lejos, porque se iba en burro o caminando, y el pueblo de mi abuela está aquí al lado.
- Ves tía, te lo dije, ¡buenas noticias! - Alejo se puso a tu lado y te pasó la mano por encima del hombro, cordial. Demasiado cordial.
- La mala noticia - siguió la mujer - es que no he sido capaz de entender sus indicaciones para llegar. Mi abuela tiene la cabeza bastante bien, vive sola y es autónoma aún y tal, pero no se aclara mucho por el teléfono, y tampoco entiende de las carreteras que hay por la zona, ella siempre ha ido a pie a todos lados por caminitos de tierra. Así que tendríamos que acercarnos para hablar con ella, y a ver si con un mapa de la zona delante nos sabe decir algo más claro. Yo creo que sí, pero... tampoco te lo puedo asegurar, siendo totalmente sincera, Clara. Es lo más que te podría ofrecer.
- ¡Claro que sí, tía - Alejo te dió un par de palmaditas amistosas en el hombro - todos nosotros teníamos un hostal reservado en Albox para pasar la noche, pero podemos ir los tres al pueblo de la yaya de Mariajo a pasar la noche, que se tarda media hora...
- ... ahora de noche, casi una hora; y sí, la casa del pueblo es grande y le sobran dormitorios, podríamos dormir allí los tres, mi abuela encantada... - le corrigió Mariajo, aparentemente resignada a un plan que le causaba menos entusiasmo que a su amigo.
- ...pues eso, en 40 minutos nos plantamos allí, la abuela nos da un buen papeo, nos enteramos de donde está esa iglesia tuya de los fantasmas, y ya dormimos ahí y todo ¡planazo! Pero antes te terminas la copa, ¿eh? ¿Que me dices?
Mariajo y Alejo te miraron, esperando tu decisión.
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#22

Mensaje por IvyReaper » 23 Jul 2018, 11:05

Desconfianza es lo que la humana le transmitia. No se acababa de creer que esta mujer haya molestado a su octogenaria abuela a altas horas de la noche para ayudar a una desconocida a cambio de nada. Y mucho menos que dicha abuela les vaya a dar cena y alojamiento a 2 desconocidos así por las buenas. Por otra parte el comportamiento de Alejo empezaba a irritarla y no tenía claro cuanto tiempo iba a poder contenerse.

Por una parte, confiar en la tal Mariajo, pese a que fuese una trampa, podría llevarla o bien a quienes estaba buscando o bien podía ser una completa perdida de tiempo, además de que por mucho que dicha abuela se ofreciera a mostrarles el camino, las nueve de la mañana no era una buena hora para Miriam. Por otra parte, si realmente lo que le había dicho Mariajo, en referente a que estaba cerca, cerraba un poco el círculo, por lo que quizá podría confiar en sus sentidos para encontrarla por si sola. Miriam tuvo dudas, hasta que Alejo le tocó el hombro. Ese gesto facilitó la elección.

Miriam se acercó a Alejo para que le diera fuego y encendió su cigarrillo. Dió un par de caladas profundas, que la relajaron un poco pese a que su cuerpo no absorviera nada del cigarro. Dejó el cubata en una de las superfícies exteriores de bar (un mesa, repisa, etc...) y dijo.

- Está bien, iremos a visitar a tu querida abuela. Pero antes, Alejo, ¿me ayudas a mirar las presiones de las ruedas de atrás de mi coche? No sé como funciona ese trasto y van muy flojas. - Intentó seducir a Alejo con esa petición.

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Sebastian_Leroux
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#23

Mensaje por Sebastian_Leroux » 23 Jul 2018, 23:46

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Alejo se olvidó de la copa a medio consumir, de Mariajo y probablemente de su propio nombre.
- ¡Claro que sí! Con problemas de presión en los neumáticos podríamos sufrir un accidente en medio de la noche y nadia quiere eso, ¿verdad? - contestó en seguida, totalmente embelesado - Mariajo, dile a los chicos que vayan saliendo a la comarcal y en cuanto acabemos os seguimos hasta la casa esa - siguió, pero sin mirar a su compañera (que, sin embargo, pudiste ver como sonreía y negaba con la cabeza burlona ante la actitud borregil de su compañero.
Avanzasteis los dos hacía tú coche, que estaba algo apartado del establecimiento mientras Alejo recitaba la necesidad de mantener a punto los distintos dispositivos críticos del coche si se viajaba solo y bla bla bla.... A la vez, caminaba (de forma nada casual, estabas segura) a tu lado, rozándote ligerísimamente el brazo con el suyo.
Con tu plan de escape en la cabeza, aceleraste el paso para intentar acabar con esto antes de que aparecieran Mariajo y el resto con sus motos. Afortunadamente debían tenerlas aparcadas en el otro lado del establecimiento, por lo que el propio bar te servía de parapeto. Aún así, calculabas que no ibas a tener más que unos minutos, antes de que los moteros salieran del local y giraran por la comarcal en vuestra dirección. Iba a estar muy justo, y aunque te diera tiempo un coche dejando una estela de polvo no era imposible de rastrear o perseguir...
Las buenas noticias es que Alejo parecía totalmente confiado. Cuando alcanzasteis el vehículo, empezó a piropearlo y a recitar características técnicas como si fuera un vendedor de coches usados. Incluso la manera de "acariciar" la carrocería te parecía por alguna razón asquerosa. Y además, estaba perdiendo el tiempo. Finalmente pudiste convencerle y se dirigió hacia el maletero ufano, esperando a que lo abrieras, casi totalemente confiado y en tus manos... Casi.

Girando la llave en la cerradura del mismo, dedicaste una última mirada hacia atrás, para ver si ya habían aparecido los moteros. Todavía no. Con su mecanismo automático, el inmenso maletero empezó a levantarse y tomaste una decisión.

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#24

Mensaje por IvyReaper » 24 Jul 2018, 11:42

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Miriam se alimenta de Alejo aliviando dos cosas por el camino, su sed y que el mendrugo de Alejo se callara al fin. Sin darle muchas vueltas, la gangrel metió a Alejo en el maletero de un empujón, se subió al coche y se fue a toda prisa campo a través hasta un lugar relativamente apartado*. Paró el coche y comprobó el estado de su nueva cantimplora. Le quitó toda la ropa, la puso debajo de uno de los asientos no sin antes registrar las pertenencias de Alejo. Después buscó algo con lo que atarlo de pies y manos, además de amordazarlo. Quizá un rollo de cinta americana, los cables de las pinzas de la batería o algo de utilidad que hubiera en el maletero. Una vez todo listo, buscó en internet con su teléfono acerca de "la puta de babilonia", romerías en ermitas cerca de Albox y caminos de peregrinaje.

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Sebastian_Leroux
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#25

Mensaje por Sebastian_Leroux » 24 Jul 2018, 23:28

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- Pero qué demonios...
Fueron las últimas palabras de Alejo. Con una suavidad de depredador de la que Ariadne hubiera estado orgullosa le giraste la cabeza y le clavaste los colmillos en un mismo movimiento, elegante y continuado, casi como si de una coreografía de baile se tratase, y sin que él pudiera hacer nada para evitarlo. Apretaste la mandíbula contra su cuello un poco más de lo necesario para que lo que sintiera el capullo fuera más dolor que placer, y lamentaste no poder deleitarte un poco más en las sensación de la sangre caliente bajandote por la garganta. Con todo lo insignificante y ridículo que era aquel tipo, su sangre joven era un manjar que te hizo estremecerte y te erizó los pelos de la nuca. Pero tenías que darte prisa, no era momento de recrearte en los gozos de la Caza.
-
Quince minutos después giraste la llave en el contacto y saliste del coche, quedándote quieta y simplemente escuchando. Habías aparcado detrás de un grupo de colinitas, una especie de formación caprichosa que protegía el 4x4 de miradas curiosas, al menos desde un lado. La lechuza ululó en tu vertical, decenas de metros sobre tu cabeza, pero intentaste ignorarla, concretrando tu oído en sonidos de motor. Nada. Perfecto.
Cuando abriste el maletero cogiste del pelo al capullo ese sin mayor contemplación, totalmente ido y le sacaste de un empujón a la arena que te rodeaba. Cinco minutos después estaba desnudo y maniatado con el cable de la batería y su propia camiseta, salvo un pedazo que te sirvió de mordaza. Su corazón latía lento, pero latía. Tardaste poco en revisar su cartera (no sabías la clave de su smartphone; aún así viste media docena de llamadas perdidas en el último cuarto de hora): tarjetas de compra electrónica, de un taller de Zaragaza y una tarjeta de empleado de una empresa de software de la misma ciudad... El tío te había dicho que era de Madrid, así que en eso te había mentido. Su DNI te confirmó que al menos en su nombre de pila si había sido sincero. También encontraste la tarjeta de un club de moteros, en este caso de Valencia: las Furias de la Carretera. El logo (una garra atravesando el asfaltato) te sonaba de haberlo visto en forma de parche en alguna de las prendas de los otros miebros del grupo.
Cogiste tu móvil para ver si podías localizar con mayor precisión la dichosa ermita con las nuevos datos. "La puta de babilonia" era un concepto bíblico, del Libro del Apocalipsis ("Entonces vino uno de los siete Ángeles que llevaban las siete copas y me habló: «Ven, que te voy a mostrar el juicio de la célebre Ramera, que se sienta sobre grandes aguas, con ella fornicaron los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se embriagaron con el vino de su prostitución" https://es.wikipedia.org/wiki/Ramera_de_Babilonia ), y en seguida encontraste millones de referencias. Al tratarse de una representación del mal en la doctrina católica, evidentemente no era objeto oficial de veneración en ninguna ermita o iglesia, ni en las inmediaciones ni en ningún lugar del mundo. Te mordiste el labio intentando encontrar alguna forma de búsqueda que te diera más datos...
Cita:
Hazme una tirada de Inteligencia+Informática, dif 8. Cuando resuelvas la actual situación, veremos si te bajo la dificultad en la tirada de rastreo si te transformas en loba o qué. Paso a paso
... probablemente fue la abstracción del momento, con tu intelecto fijo en los detalles de la pantalla del pequeño aparato lo que hizo que tu instinto tomara el control. Ariadne te decía a menudo que el depredador no piensa, siente. Sea lo que fuere, el caso es que ahora fuiste consciente por primera vez del olor. Un olor rancio, como de comida mortal pasada. Era sutil, pero venía del puto humano. Sin embargo, estabas segura de que el tío no olía así, ni en el bar ni después cuando te habías alimentado de el. Otra pieza del puzzle se encajó en tu cabeza cuando te diste cuentas de que las últimas palabras de Alejo ("Pero qué demonios...") no tenían mucho sentido, ya que le habías mordido por la espalda sin que te viera, incluso las había empezando a pronunciar antes de tu ataque, de eso estabas segura ¿Qué estaba ocurriendo aquí?

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#26

Mensaje por IvyReaper » 25 Jul 2018, 09:40

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Tirada de Informática + Inteligencia:
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"Hijos de puta...malditos hijos de puta... ¿Quién coño me ha visto?" Miriam sintió una punzada en su muerto corazón, como si la hubieran estacado. Sabía de sobras que la lechuza la estaba vigilando, pero que hubiera alguien sobre el terreno, tan cerca, observandola... Le ponía los pelos de punta. Lo más grave del asunto es que no se había dado ni cuenta, sus sentidos le había fallado y eso es imperdonable. Empezó a sentir un fuego en su interior que rápidamente se calmó cuando Miriam le dió un puñetado al lateral del coche. La carrocería del coche hizo espacio para que su puño se acomodara sobre esta. Entonces recordó otra vez las palabras de Alejo y pensó. "El soplapollas este lo ha visto, y si..."

Miriam bajó la mordaza de Alejo, se hizo un corte en la muñeca con sus uñas y le dió un punto de sangre a Alejo, unica y exclusivamente para despertarlo e interrogarlo. La gangrel nunca lo había hecho, pero sabía que era una costumbre entre los suyos. Mientras lo hacía olía extrañada el olor de aparentemente provenía de Alejo "¿Pero que coño?¿A que huele?"

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#27

Mensaje por Sebastian_Leroux » 25 Jul 2018, 11:05

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Siguiendo el rastro del olor llegaste hasta Alejo, tirado al lado del coche, desnudo e inconsciente. Echaste un último vistazo a tu teléfono móvil y de no ser por el problema más acuciante que tenías entre manos, te habrías alegrado mucho al comprobar que tu última estrategia había dado sus frutos: se te había ocurrido buscar el nombre de la ermita en catálogos de bibliotecas de libros antiguos digitalizados. Y al parecer la iglesia no, pero la talla de la virgen aparecía en un par de libros del SXVIII españoles, devocionarios sobre apariciones marianas. Tal vez revisando esos pasajes pudieras obtener alguna ayuda geográfica. Pero para eso necesitarías algo más de tiempo...
Tras guardarte el móvil en el bolsillo te agachaste sobre el cuerpo de Alejo, aún olfateando casi involuntariamente. El hedor, rancio pero sutil, venía claramente de él mismo, y no de los alrededores, que aún así observaste con desconfianza. Revisaste rápidamente su cuerpo, esperando ver algún tipo de podredumbre súbita, pero en un primer vistazo no pudiste apreciar nada especial, así que tomaste una decisión: en menos de 15 segundos la sangre fluía cálida desde la muñeca de la gangrel de nuevo al cuerpo del mortal. Era la primera vez que lo hacías, así que no sabías cuanto tardaría en hacer efecto. Casi instintivamente intentaste localizar un poco más el origen del olor, que no venía uniformemente de todo el cuerpo...
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... si no de su brazo izquierdo. Arrastraste a Alejo como un muñeco roto, con su barbilla ensangrentada, aún inconsciente, hasta uno de los faros delanteros del vehículo y examinaste con cuidado la superficie de su antebrazo empleando el haz de la luz. Había unos restos marronáceos diminutos, similares a la tierra, pero de naturaleza claramente orgánica, pegados al pelo del brazo de Alejo. Y ellos eran la fuente del hedor. Alejo seguía sin responder, así que tras abofetearle para ver si reaccionaba (¿funcionaba en las películas, no?), te alejaste un poco de su cuerpo intentando comprobar si encontrabas más fuentes del olor.
No tuviste que andar mucho. Al pasar por la puerta abierta del coche, volviste a captar esa sutil vaharada rancia, ácida y amarga a la vez. Pero ahora venía del interior del vehículo. No llegaste a precouparte porque en seguida lo viste claro. Dos minutos después estabas examinando bajo la potente luz del mismo faro la pernera izquierda del pantalón vaquero del mortal, que habías escondido debajo de uno de los asientos, para encontrar exactamente el mismo resto orgánico putrefacto y arenoso.
Mientras reflexionabas sobre si las patadas en el pecho tendrían un efecto reanimador superior al de la bofetadas (Alejo seguía inmóvil sobre el suelo) la vibración del teléfono móvil del motero sobre el salpicadero del coche te hizo volverte hacia él: quien fuera, seguía insistiendo. En la pantalla del smartphone, las siglas M.A. brillaban como el contacto de la agenda que estaba realizando la llamada.
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#28

Mensaje por IvyReaper » 25 Jul 2018, 12:39

El hedor proviniente de Alejo empezó a mosquear a Miriam, bien por el olor en sí, bien porque no entendía que demonios estaba ocurriendo. Miriam trató de utilizar su conocimientos de medicina para ver si lograba identificar los restos marronacios de su brazo. También echó un vistazo en su pierna izquierda, ya que había parte del olor en la pernera izquierda.

Para colmo, necesitaba que se despertara el imbécil para que le dijera que demonios había visto antes perder el conocimiento. - Maldita sea... ¡despierta imbécil! - Le gritó la gangrel a la cara sin que este reaccionara por ahora. Respiró calmadamente, miró a las estrellas y se calmó. "Que diantres hago en este maldito desierto aun..." Miriam activó el mechero del coche, hasta que este tuviera un color cercano al infierno, posteriormente recuperó su teléfono del bolsillo y continuó su pequeña investigación en los escritos acerca de las tallas que encontró antes. Algo que pudiera darle, una dirección a seguir.

En ese momento Miriam notó el teléfono de Alejo vibrar, con un zumbido incesante, haciendo retumbar todo el salpicadero. La gangrel observó el teléfono y vio que la llamada provenía de M.A. "¿Será Mariajo? Ahora lo averiguaremos..." y respondió a la llamada.

- ¿Si? - Preguntó con un tono tranquilo y condescendiente.

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#29

Mensaje por Sebastian_Leroux » 25 Jul 2018, 22:47

A la luz del mechero empezaste a hacer scroll en la pantalla del teléfono para intentar localizar algún detalle útil en tu búsqueda. La edad de los manuscritos, combinada con la calidad de las imagenes digitalizadas y la pequeña pantalla no te ayudaban demasiado, al igual que el lenguaje religioso empleado en los textos. Al parecer, la Virgen de los Desamparados fue una figura mariana que despertó bastante devoción en el siglo XVIII en la región, con romerías multitudinarias y fervor popular en la zona de Albox. Se le perdió la pista durante el siglo XIX, algunos autores sospechan que la iglesia tal vez fue saqueada durante la Guerra de la Independencia. Las descripciones de la época encajan bastante en las que tú tienes, una figura femenina, la Virgen Católica, triunfante pisando un dragón o algún tipo de reptil, como representación del Mal, flaqueado por dos ángeles (la Voluntad Divina) sobre una luna (símbolo de la noche, de la feminidad y/o de la propia virgen).
Alejo empezó a toser y retorcerse, aun inconsciente y en el suelo, cerca del faro izquierdo del vehículo. Esperabas que eso fuera señal de una recuperación pronta, y no de que el capullo se estaba muriendo.
Al parecer la imagen tenía cierto interés académico porque pertenía a una subdoctrina católica minoritaria, la del Apocalipsis Mariano, según la cual la figura de la Virgen tenía cierto protagonismo en el fin de los tiempos, tanto como anunciadora del mismo (las aparaciones a fieles como la de Fátima tenían cierto encaje en esta teoría teológica) como protagonista batallando directamente contra los agentes del Mal, de ahí la representación del dragón en la figura.
La última mención que pudiste encontrar de la imagen estaba en una crónicas católicas de los años 50. Era un documento propagandístico en el que alumnas y ex-alumnas de una orden religiosa glosaban la importancia de la Virgen en las vidas de su familia. En él, una chica contaba la historia de su madre, vecina de Álbox, que "queriendo quedarse embarazada hizo la promesa de cumplir la tradición de la romería noctura de la Virgen de la Bicha, o Virgen de los Desamparados de Albox, una bella demostración de Fe Católica de las devotas de la zona en la que se ascendía descalza por la noche al santuario de la Virgen desde el cercano pueblo de El Sierro Alto. Cuando se llegaba al santuario, y tras enseñar a los monjes del recinto los pies sangrantes como prueba de devoción, se permitía a la peregrina acceder a la capilla para pedirle a la Majestuosa Imagen Mariana la intercersión que se deseara, que de seguro se iba a cumplir".
Alejo volvió a a moverse e incluso murmuró algo con los ojos cerrados. Bien, parecía que la sangre estaba haciendo su efecto.
Cambiaste en seguida a la aplicación de mapas del móvil y no te llevó mucho tiempo encontrar el Sierro Alto. Estaba al suroeste de tu actual posición, en la ladera de la pequeña cordillera de colinas que dividía el desierto en dos. Aun pensativa, descolgaste el teléfono de Alejo, que acababa de ponerse a vibrar en el salpicadero del coche.
- ¿Sí?
- ... ¿Clara? - efectivamente era Mariajo quien después de unos segundos de silencio te contestó al otro lado de la linea - ¿Por qué tienes el teléfono de Alejo? ¿No ibas a esperarnos para que te ayudaramos a encontrar esa ermita? - Mariajo también sonaba tranquila, tal vez demasiado incluso.
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#30

Mensaje por IvyReaper » 26 Jul 2018, 09:57

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Al ver la ubicación en el mapa de Sierro Alto, lo cotejó con su vista hacia los pequeños puntos de luz que se veían a lo lejos. Lo pequeños pueblos que aun tenían algo de vida a estas horas de la noche. Mientras escuchaba la tranquila voz de Mariajo al teléfono, rescató el paquete de cigarrillos de las pertenencias de Alejo. Cogió uno, se lo puso en la boca y utlizó el encendedor de Alejo, Un Zippo al más puro estilo americano, completamente de metal con un acabado cromado que hacía que variara de color segun la luz que recibiera. Dejó el paquete nuevamente a la vista, dentro del coche y cogió el encendedor del coche, el cual estaba completamente incandescente, al rojo vivo.

- Querida, ahora es el momento de ser completamente sincera. ¿Quienes sois y cuales son vuestras intenciones? ¿Acaso sois alguna especie de traficantes de droga o por el estilo?¿Unos simples ladrones? o mejor aun ¿Un grupito de desgraciados que secuestran a gente indefensa para hacerles vete tu a saber que? ¿Violaciones, torturas, robo de organos? - Mientras lo decía se acercó a Alejo, se agachó y le miró mientras yacía aun inconsciente. - Si quieres volver a ver de nuevo a tu amigo, sano y salvo, vas a tener que ser completamente sincera conmigo. - Hizo una pequeña pausa para dar una profunda calada y expulsar el humo hacia la cara de Alejo. - De lo contrario, si no me gusta tu respuesta, quizá me divierta un poco con tu amigo. - En ese momento Miriam presiona el encendedor del coche en el estómago de Alejo, esperando que este, recupere la consciencia y emita algún tipo de gemido. - ¿Y bien? ¿A quién has llamado por teléfono? Y no me digas que a tu abuela porque eso no se lo cree nadie.

Miriam advirtió algo durante esta situación. Notó como sus mejillas estaban siendo apretujadas por... una sonrisa. La gangrel se estaba divirtiendo, estaba disfrutando con esto. Cuando era mortal, no llegó a creer que fuera capaz de hacer estas cosas. No sabría decir si era a causa de la vitae de Ariadne que se había vuelto así, o que simplemente su transición al vampirismo había liberado a su verdadero ser. Fuera lo que fuere estaba segura de que, en ese mismo instante, sentía cierto placer.

Mientras esperaba a que Mariajo le contestara, volvió a clavar el encendedor en el vientre de Alejo a la vez que daba otra profunda calada al cigarrillo.

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