301d Al final de la visita de Paula al Búnker...

#1

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- ... me sorprende que sopeses si quiera la opción de gastar tus recursos en ese sujeto Matterazi. Su cabeza está rota, y aunque dudo que el Abrazo le haya ayudado en su condición, su problema es anterior, y por tanto es posible que no sea reversible. Pero aunque lo fuera, creo que los que nunca habeis criado un retoño no valorais la cantidad inmensa de tiempo, esfuerzo y favores que supone sacarlo adelante, incluso un ejemplar sano y prometedor. Y las decepciones que a veces suponen los nuevos neonatos... En último lugar, Matterazi, pero no menos importante - y aquí Paula recuperó parte del tono neutro, casi aburrido, pero siempre con una amenaza subyacente con el que la habíais visto actuar frecuentemente en público cuando desempeñaba su rol de guardián de la ciudad - no tienes el derecho del Príncipe para abrazar. Conseguirlo cuesta infinidad de noches dedicadas a cumplir su voluntad, ganarte el prestigio político de figuras que puedan avalarte o llevar a cabo hechos extraordinarios de cara a la defensa del Principado. Y de momento sólo estás conspirando en un sótano mohoso junto con la sheriff... que no vacilará en ejecutaros a ti y a tu abrazado si os presentais públicamente... o sois presentados aun en contra de vuestra voluntad. Supongo que eres consciente de esto, Matterazi. Ese sujeto que teneis estacado es sólo una fuente de información, no un vástago como nosotros. Y te equivocarás fatalmente si piensas de otra forma.

Jadlow · #2

Bruno mantuvo la mirada algo baja, no por miedo o verguenza, estaba intentando analizar la situación en la que se encontraba asociando con la vida que había tenido. Para luego comentarle Paula: -Pues he escuchado hisotrias de compañeros excombatientes Paula, que cuentan como hombres instruidos en una situación de ataque o gran peligro se convertían en niños, no actuaban de forma razonada y eran completamente inutiles al punto de tener que nockearlos y encerrarlos para que no molestarán a los que si podían pelear. Tal vez sea algo recuperable, no lo se...

-¿Crees que podría hablar con Eneko sobre esto? El entendería y me apoyaría, el entiende de como funcionan las cabezas y... Supongo que con la maldición de su clan tiene experiencia en esto. Tal vez pueda ordenar sus pensamientos de forma en que descubramos quien es ese demonio al que se enfrentaba.- Suspiro profundamente. -Pero si es necesario lo eliminaré. Solo se que si fuese el hombre que era antes podría ser un buen candidato.

#3

- No te voy a decir como debes solucionar tu problema - te dice Paula, mirando de nuevo a la habitación en la que habeis dejado estacado al pobre desgraciado - al fin y al cabo te tengo por alguien resolutivo, Matterazi... - la mirada de la sheriff se vuelve a fijar en ti - pero no es la primera vez que te advierto, grangel, de que esta no es una ciudad fácil para los idealistas. Especialmente los de tu naturaleza debeis elegir bien vuestras batallas si quereis sobrevivir, eso es algo que te debió quedarte claro tras el incidente del Mare Nostrum. Si ese hombre no es un recurso útil, entonces es un estorbo.

- Respecto al malkavian... - Paula se queda un par de segundos callada, y te parece ver una sombra moviendose tras sus pupílas, como si tu comentario le hubiera dado una idea - tal vez no sea mala idea. Pero vas a tener que buscar a otro miembro del clan, Alzola hace semanas que no duerme en su refugio. Si le encuentras, eso sí, dile que quiero verle: hace esas mismas semanas que incumple con sus obligaciones con la Torre. Y ahora, si me disculpas...

-¿Conoces a alguno que sea de confianza? El único que yo conozco por desgracia es Eneko y me preocupa que no este respondiendo a sus responsabilidades. Tal vez debería buscarlo.

- No se puede salvar a todo el mundo todo el tiempo, Matterazi, pero no insistiré más - - Hay varios malkavian en Barcelona, pero la mayor parte de ellos son muy reclusivos, me temo: el primogénito es un buen ejemplo de ello, pero a la sire de Alzola también le ocurre. Por lo que sé, el hijo de Malkav más accesible habita un lugar en el que habeis estado hace poco, y es muy próximo a uno de vosotros: es ese extranjero, Sahil. Suerte con ello.

Paula da un par de zancadas ágiles hacia la salida trasera del Búnker, pero una tos educada del abogado, que parecía estar esperando educadamente a que la conversación con Bruno acabara, hace que la sheriff gire de nuevo la cabeza.

- Si tiene un momento adicional, sheriff, me gustaría comentarle algo en privado...

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YouTube · #4

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#5

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YouTube · #6

Escrito originalmente por @Sebastian_Leroux

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Es normal que no nos acordemos de cosas, al fin y al cabo toda la partida se ha enfriado con el parón, tranqui jebe

¿os vendría bien algo así como un resumen general para saber en el punto de la crónica en la que estais?

Sí os recuerdo también que todos teneis hilos de historia personal de los que tirar, y que hay acontencimiento ocurriendo entre bamabalinas al respecto de los mismos, y que si no atendeis evolucionaran diferente (mejor? peor?) que si los atendeis

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#7

Escrito originalmente por @Jebediah_Gogorah

Escrito originalmente por @Sebastian_Leroux
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Es normal que no nos acordemos de cosas, al fin y al cabo toda la partida se ha enfriado con el parón, tranqui jebe

¿os vendría bien algo así como un resumen general para saber en el punto de la crónica en la que estais?

Sí os recuerdo también que todos teneis hilos de historia personal de los que tirar, y que hay acontencimiento ocurriendo entre bamabalinas al respecto de los mismos, y que si no atendeis evolucionaran diferente (mejor? peor?) que si los atendeis

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+1 por lo del resumen. En el caso de mis hilos personales, creo que me llevan un tiempo que se privarian de la investigación, así que ahora mismo me encuentro un poco a la expectativa.

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Me pongo con ello, aunque no será inmediato.

A lo mejor os da alguna pista Daren, que en principio se dirige de nuevo hacia el bunker desde su escena particular (si no cambia de rumbo antes, claro)

#8

El albino agarró su chaquetón y se lo puso en el regazo, aún con el móvil en la mano y la conversación por whatsapp con Joanna abierta.

- Pare el coche aquí, por favor- dijo secamente, sacando la cartera del bolsillo del pantalón, mirando de reojo a la pantalla para pagarle al taxista el coste del breve viaje.

Al bajarse, esperó que el coche se alejara mientras volvía a mirar la pantalla del móvil. No le molestaba en absoluto que la hippie tuviera su propia vida sexual, pero le había parecido extraño que le mentase lo de aquel cuartel abandonado en la sierra. Ya tenía bastante con el hecho de que a la muchacha le gustaban las compañías peligrosas como Tristán, como para que ahora le diese por ir a lugares alejados, vete a saber con quién. Al menos ella estaba vinculada a aquel extraño Malkavian, pero se preguntaba si su influencia sería suficiente como para impedir que alguien se atreviese a hacerle algo. Pensó también en Xiscu, desde luego, Joanna no estaba siendo parentalmente un ejemplo con él.

<¿Y por qué me preocupo por ellos? Debería implicarme menos, sería mejor para ellos y para mí>pensó y suspiró. Cuando el coche desapareció de la vista, se puso su chaquetón negro, levantó las solapas y se adentró en las pocas calles que le separaban del Búnker, siempre por la parte más oscura de la calle e intentando no hacer ruido con sus pasos. Y con los sentidos alerta por si alguien le seguía.

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Cuando por fin llegó al Búnker empujó la puerta sin el mínimo esfuerzo de ser sigiloso, pero sin decir nada que advirtiese su presencia. Tras el pesado sonido divisó la nueva escena.

- ¿Dónde está la Sheriff? - preguntó a sus compañeros.

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#9

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YouTube · #10

Al marcharse Paula, todo la situación volvió a normalizarse, cómo el polvo que se asienta en los viejos libros tras un brusco cierre. El olor a sangre, y a tripas, inundaba el viejo pub, o al menos eso le parecía al ventrue. Perder el olor de su amada incrustado en su nariz, por el de aquel desagradable aroma, no le parecía sino una malsana metáfora de lo que se había convertido aquella misión.

-Pasos de equilibrista... - pensó. El ir a buscar la pasta al cajero para entregársela a Bruno, fue la excusa perfecta para salir y airearse un poco. - Bruno, voy a por tu dinero, enseguida vuelvo, mejor te quedas aquí cuidando el refugio - dijo el abogado cogiendo el abrigo sin siquiera esperar respuesta.

[ La cámara sigue desde el hombro el rimbombante caminar del ventrue, hasta la puerta del local, para al salir levantarse las solapas del abrigo. El tiempo avanza rápidamente al doble o triple de velocidad. Los pocos vehículos que pasan, lo hacen a gran velocidad, dejando sus pilotos traseros, una larga estela roja. La figura regresa y el tiempo se vuelve a normalizar. ]

Nada más llegar al local le ofreció el dinero a Bruno, y con una mueca de complicidad, le dio una palmada en el hombro. Sabía que para nadie era plato de buen gusto pedir dinero, por muy ínfima que fuera la cantidad. Luego se dirigió al perchero, y justo en el momento de colgar el abrigo apareció el albino Egwu...

- ¿Dónde está la Sheriff?

- La Sheriff se marchó hace un rato ya... - contestó con cierto deje. - ¿Donde andabas metido? ¿Has averiguado algo?. Si quieres nos sentamos los tres y Bruno y yo te hacemos un resumen... pero si quieres sacar tus propias conclusiones... adelante... - le dijo a Daren con cierta cara de pena, señalando el cuarto donde permanecía estacado su compatriota.