301a En un estrecho callejón del Barrio Gótico...

#1

- ... pero creo que está luchando contra el Sabbat y ha elegido el bando equivocado.

- ¿Qué ha elegido el bando equivocado? ¿Crees que Pere tiene algún tipo de vinculación con el Sabbat? - el ceño fruncido de Abril se contrae un poco más aún, al igual que la crispación que desprenden sus preguntas - Todos los ortodoxos sois iguales, veis traidores en cualquiera que no use los caminos oficiales de la Pirámide... ¿Sabes qué es lo que creo yo, Daren? Creo que como os quereis quitar de enmedio a Pere, y no os ha dado una excusa para ello aún, os habeis inventado esta historia ridícula de la Espada de Caín para poder cargaroslo en cualquier momento. Y tu no eres más que uno más dentro de la conspiración, o bien un tonto útil para los del peldaño superior de la Pirámide - Abril da un par de pasos atrás, casi como si estuviera tomando impulso para saltar sobre ti - te lo voy a preguntar por última vez, Daren. Dices que Pere estaba buscando a una maestra que murió hace años, y dices que se ha equivocado de bando en el conflicto contra el sabbat ¿Cómo sabes todo eso? ¿Qué sabes exactamente?

#2

Con los brazos cruzados, cerraba los puños con fuerza, le había dado bastante rabia que lo acusara precisamente a él de querer ser un artífice de la eliminación de Pere, se sentía culpable de no poder contar toda la verdad, pero pensaba también que si Abril le consideraba un simple lacayo más de la Pirámide servil, es que no estaba haciéndolo tan mal.

- Sí, señorita Nogués, le soy útil a esta Capilla, pero le aseguro que no gasto estupidez. Entre los tremere funcionan como un reloj suizo los postulados de Darwin sobre la selección natural, si encima de extranjero yo fuese estúpido, usted y yo no estaríamos teniendo esta conversación. Desconfíe de las máscaras que portan los miembros de la Capilla de Barcelona, ni los serviles son tan serviles...ni los que no lo son lo son menos.

El rostro de Daren permanecía serio y mostraba perfectamente que se sentía humillado por lo que había dicho. Pero explicó con paciencia lo que le había dicho antes, entendía perfectamente la frustración de ella.

- Pere está luchando contra el Sabbat y ha elegido el bando equivocado para luchar contra el Sabbat - cruzó los brazos en una postura defensiva pero mostrando determinación - yo jamás querría quitar de enmedio a un activo tan importante como él en la lucha contra la Espada de Caín, con todo lo "ortodoxo" que me consideras, puedes creerme o no. Pero efectivamente, has dado en el clavo, hay una conspiración en esta Capilla a favor del Sabbat y sólo conozco uno de los miembros que la firman. Y todos ellos están detrás de la desaparición de tu Sire.

Entonces avanzó los pasos que ella había retrocedido para ponerse frente a frente, muy de cerca y poder hablar en un tono más bajo. A estas alturas no le parecían seguras ni las paredes más estrechas.

- Te he estado buscando y me he arriesgado a levantar sospechas de gente muy peligrosa porque tu Sire me ha pedido ayuda - sacó del bolsillo de su chaquetón una pluma negra y se la extendió a Abril - la partida de ajedrez ha comenzado, las blancas se han movido y no puedo....no podemos realizar movimientos mal medidos, tú le conoces y sabes que no es ningún idiota...si él ha confiado en mí, tendrás por lo menos que colaborar conmigo. No te pediré confianza, yo tampoco confiaría en nadie en tu situación. Necesito saber quién está detrás de él, pero para ello tengo que saber por qué iba tras la pista del caso de Amelia. - la miró a los ojos algo triste y asustado. Hasta que no tuviera claro esos nombres, no podía elaborar una estrategia y contarle a ella la verdad.

#3

Abril ladeó su cabeza y compuso un rostro de incredulidad mientras encajaba la explicación del otro aprendiz. Más que atacarle, lo que Abril había estado a punto de hacer era girarse para dejar a Daren sólo en ese maloliente callejón. En la calle principal, jóvenes de su edad, al menos de la aparente, pasaban riendo y comentando despreocupación un resultado deportivo; apenas unos metros mal iluminados de la ciudad separaban dos mundos que estaban a millones de años luz.

- Te he estado buscando y me he arriesgado a levantar sospechas de gente muy peligrosa porque tu Sire me ha pedido ayuda - sacó del bolsillo de su chaquetón una pluma negra y se la extendió a Abril - la partida de ajedrez ha comenzado, las blancas se han movido y no puedo....no podemos realizar movimientos mal medidos, tú le conoces y sabes que no es ningún idiota...si él ha confiado en mí, tendrás por lo menos que colaborar conmigo. No te pediré confianza, yo tampoco confiaría en nadie en tu situación. Necesito saber quién está detrás de él, pero para ello tengo que saber por qué iba tras la pista del caso de Amelia. - la miró a los ojos algo triste y asustado. Hasta que no tuviera claro esos nombres, no podía elaborar una estrategia y contarle a ella la verdad.

La pluma resquebrajó la máscara de dureza de Abril, y en sus ojos la llama de determinación vaciló por un momento. Aun tardó unos segundos en recogerla en un gesto rápido, aún desconfiado de una posible reacción de Daren. Cuando al fin la tuvo en sus manos, la acarició, casi analíticamente, entre las yemas de sus dedos, como si pudiera reconocer su autenticidad con ese simple gesto.

- Haces bien en no pedir confianza, porque esta pluma no prueba tus palabras: puede ser tanto dada como tomada sin permiso- te confesó al fin, recomponiendo tu gesto duro - pero si pides colaboración, que esta sea mutua. Dices que Pere te pidió ayuda, y dices que estaba investigando a la Magíster traidora. Hasta donde yo se, Amalia no le interesó nunca lo más mínimo, así que empecemos por lo primero. Digamos que te creo. ¿Cómo te pidió esa ayuda? ¿Por qué a ti? ¿Cuando fue la última vez que le viste? ¿Cuales fueron sus palabras exactas? - volvió a interrogarte, aunque esta vez con un tono mucho más moderado, imitando tu gesto de precaución.

#4

El tremere, desconfiado, miró hacia la calle principal donde estaban los chicos. Calló durante unos segundos vigilándoles por si alguno de ellos dirigía la más leve mirada hacia ellos o si por algún casual había más atención por su parte de lo normal. Entonces se acercó a Abril y mejilla a mejilla le habló al oído, muy bajo, todo lo que su voz le permitía, bajando la mirada al suelo.

- Pere Llopis envió dos visiones a mi mente mientras dormía. Sé que fueron reales porque esa pluma estaba en mi mano cuando desperté. ¿por qué a mí y no a ti?, seguramente porque al ser su Chiquilla tendrías menos margen de movimiento para seguirle la pista porque estarías más vigilada que yo. En esas dos visiones me dejó pistas sobre la verdad sobre la Magister Amelia y desde entonces y con mucha cautela, ando intentando averiguar la verdad para encontrar a los culpables. Siguiendo los pasos de Amelia, le encontrarás a él.

<Y ahora cautela más que nunca, Egwu, entramos en arenas movedizas>pensó.

Volvió a mirar hacia la calle, callando un momento para vigilar que estuvieran realmente solos. Empezaba a sentirse incómodo.

- Tú le conoces perfectamente y yo te necesito para entender qué pretendía decirme. Te contaré los detalles, pero debes prometerme dos cosas. La primera, que bajo ningún concepto comentes a nadie, A NADIE lo que te he dicho y la segunda, que no me dirijas la palabra en público. Porque este asunto es muy serio. Hay espías Sabbat por todos sitios y cuanto más difícil se lo pongamos, más tiempo tendremos para averiguar quiénes son.

#5

- Pere Llopis envió dos visiones a mi mente mientras dormía. Sé que fueron reales porque esa pluma estaba en mi mano cuando desperté. ¿por qué a mí y no a ti?, seguramente porque al ser su Chiquilla tendrías menos margen de movimiento para seguirle la pista porque estarías más vigilada que yo. En esas dos visiones me dejó pistas sobre la verdad sobre la Magister Amelia y desde entonces y con mucha cautela, ando intentando averiguar la verdad para encontrar a los culpables. Siguiendo los pasos de Amelia, le encontrarás a él.

- ¿Más vigilada? - Abril parecía tan preocupada por posibles observadores indiscretos como tú y empezó a susurrar apenas las siguientes palabras, pagando casi su boca a tu oído, apoyando una de sus manos en la pared en la que estabas recostado; a ojos poco atentos podíais pasar por una pareja susurrandoos tiernas promesas de amor en vuestro callejón privado - ... tal vez fuera un problema de distancia: yo ni siquiera estaba en la ciudad hasta la noche de ayer, y Pere lo sabía. Sigues hablando sobre una verdad oculta relacionada con esa Amelia, y a mi me suena a maquinación de antiguo para conspirar contra Pere ¿Vas a contarme qué se veía en esas visiones? Porque yo no se más que lo que se dice en la Capilla de esa Magíster. Que traicionó al clan, desertando al sabbat con numerosos secretos de la capilla, y que fue eliminada unas semanas después en una operación que casi acaba en fracaso.... y en la que tú participaste.

- Tú le conoces perfectamente y yo te necesito para entender qué pretendía decirme. Te contaré los detalles, pero debes prometerme dos cosas. La primera, que bajo ningún concepto comentes a nadie, A NADIE lo que te he dicho y la segunda, que no me dirijas la palabra en público. Porque este asunto es muy serio. Hay espías Sabbat por todos sitios y cuanto más difícil se lo pongamos, más tiempo tendremos para averiguar quiénes son.

- Son precauciones lógicas, no serán un problema. Pero sigo si alguien intenta espiarnos en la ciudad te aseguro que estarán a sueldo de Virgilio o de los esbirros del Príncipe. En cualquier caso, soy toda oidos.

#6

Daren se sentía realmente incómodo con la cercanía física, no porque sintiera animadversión por su compañera ni mucho menos, sino porque a todas luces, para él, el mero roce con un cuerpo femenino le traía a la mente sensaciones que funcionaban exactamente igual que una droga. El dulce dolor. Ese contacto le recordaba y le hacía abstraerse por un momento al suave y frío tacto de su Eva albina, a las caricias que ambos se prodigaron. Y eso le producía una euforia muy parecida a la que siente cuando la vitae corre por su garganta, pero después, siempre que se lo permitía... aterrizaba en el presente con un golpe directo al suelo producido por la caída en picado a la realidad.Y no se podía permitir el descontrol emocional ahora.

Quería cerrar los ojos pero sabía que era mejor no hacerlo, a cambio observaba el brillo ígneo del pelo negro y corto de Abril.

- Sé que iba tras la pista de Amelia, porque en ambos sueños iba tras ella. En el primero...yo era él, es decir, es como si de alguna extraña forma acabase ocupando parte de su mente y sintiendo lo que él sentía. Vi la persecución a la Magister. Vi cómo ella acabó tendida en el suelo mientras tu Sire sentía lástima por ella. Vi cómo corriendo, recogió diversos objetos esparcidos alrededor de ella a toda prisa, mientras nos avisaban de que el Sabbat estaba ya allí y vi que entre ellos hubo algo que le llamó especialmente la atención. Un pergamino que contenía la receta para crear un anillo con una gema tallada - en este momento Daren paró de hablar y se centró en la reacción física de Abril mediante el leve roce para ver si percibía de alguna forma que ella sabía en qué consistía ese anillo. Tras esos leves segundos continuó.

- En el segundo sueño, Pere estaba en el piso de Amelia y éste estaba patas arriba. Una señora que vivía justo enfrente le entregó un sobre con las iniciales J.O...¿te suena el nombre de alguien con esas iniciales?

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#7

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#8

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#9

Si Laren era agua, Abril, sin embargo, era fuego. Si en la experiencia de Daren ya era dificil encontrar vástagos pasionales, en los límites de su propio clan una personalidad tan volcánica tenía un encaje extraño en los pasillos mohosos de las capillas, estuvieran estas en Londres o en Barcelona. ¿Buscaría él con tanto ahinco a Owen si este desapareciera alguna noche? Tal vez sí, aunque sólo fuera para no perder la oportunidad de que tantas preguntas quedaran sin respuesta.

Pero no era el momento de estas divagaciones. Volvió a enfocarse en el pelo negro de Abril y en el tono de su voz. Quería ver su reacción a cada una de sus frases. Aunque para ello tuviera que retorcer un poco la verdad.

- Sé que iba tras la pista de Amelia, porque en ambos sueños iba tras ella. En el primero...yo era él, es decir, es como si de alguna extraña forma acabase ocupando parte de su mente y sintiendo lo que él sentía. Vi la persecución a la Magister. Vi cómo ella acabó tendida en el suelo mientras tu Sire sentía lástima por ella. Vi cómo corriendo, recogió diversos objetos esparcidos alrededor de ella a toda prisa, mientras nos avisaban de que el Sabbat estaba ya allí y vi que entre ellos hubo algo que le llamó especialmente la atención. Un pergamino que contenía la receta para crear un anillo con una gema tallada.

Las facciones de Abril permanecías tensas y escrutadoras. Al estar tan próximos sólo podía verle uno de los lados de la cara, y sin embargo distinguía perfectamente la tensión analítica en su gesto contraido, y a la vez una cierta cara de sorpresa a medida que iba relatando la visión. Parecía que su reacción era genuinamente sincera pero Daren creyó atisbar un parpadeo de reconocimiento al mencionar el anillo.

-¿Y el segundo sueño? - le preguntó al aprendiz, después de unos segundos en silencio.

- En el segundo sueño, Pere estaba en el piso de Amelia y éste estaba patas arriba. Una señora que vivía justo enfrente le entregó un sobre con las iniciales J.O...¿te suena el nombre de alguien con esas iniciales?

- Jota O.... Jota O,... tengo que pensarlo, pero no creo. Mierda... - Amelia se separó al fin de Daren, y le dió un puntapié malhumorado a un botellín vacio, que reventó contra una de las paredes del callejón- ¿Recuerdas algún detalle de esa casa? ¿Una dirección, un barrio, viste el aspecto de la calle tal vez? Tengo que localizar esa casa esta misma noche... - te preguntó al fin, con un punto de desesperación en la voz.

#10

<Imprudente...impulsiva...ingenua> definió en su pensamiento a la tremere con aquellas tres "i" mientras la veía cabreada <pero ni un atisbo de imbecilidad. No obstante, tu Sire te conoce bien y me ha enmarronado a mí para que compense tu falta de prudencia>

- No, en el sueño no tuve indicaciones de la dirección - mintió parcialmente el albino recordando que sabía en qué barrio estaba en el momento de obtener aquella visión - pero...podríamos obtenerla, si me dijeras qué anillo creado con alquimia taumatúrgica, la especialidad de tu Sire, podría ser el que te he mencionado, entonces tendríamos un hilo por el que tirar para encontrarle. Conozco a bastantes proveedores de material de ocultismo y suelen guardar los datos de sus clientes - razonó él para convencerla. Si, le llevaría hasta Pere, pero en sus condiciones. - por eso te estoy pidiendo colaboración. Necesito lo que sabes.

<No vas a ir sola a ese piso, ni pienso permitir que sea esta noche. Necesitamos preparación, y un vástago más para poder reducir a esa cosa> pensó mientras recordaba el episodio vivido allí y se preguntaba si cuando volviera al Búnker encontraría a su compañero Bruno aún vivo y con el asunto de su Chiquillo mejor encauzado, porque no quería cometer la estupidez de volver allí y enfrentarse de nuevo a una mala bestia de la que apenas consiguió zafarse.

Pero tenía claro que Pere era una clave fundamental en todo esto.