[Estirpe de Oriente] Interpretar el Pò
Publicado: 04 Mar 2020, 23:25
Cómo interpretar al Pò, para jugadores de Wraith
Los jugadores de Wraith tienen un sentimiento familiar cuando conocen Estirpe de Oriente. No por casualidad: los Kuei-jin son almas que consiguieron regresar a su cuerpo, y como tales retienen algunas características fantasmales.
Una de ellas es tener un Pò consciente que puede hablarles. El Pò en los Wraith orientales es equivalente a la Sombra de los Wraith estigios, una parte oscura que les tienta y les habla. A pesar de ello, hay algunas diferencias que son fundamentales a la hora de interpretar el Pò de un vampiro (el Pò de un Wraith nunca se detalló, aunque hay un artículo no oficial en Los Archivos de la Noche).
El Pò de los Kuei-jin es más astuto, retorcido y manipulador que la Bestia de los Vástagos (y más comunicativo). Pero no llega al nivel de inteligencia y acoso psicológico de una Sombra.
En la creencia china, el Hun es el alma elevada y eterna, mientras el Pò tiene los instintos animales y es perecedero. El miedo a la muerte proviene de Pò, ya que mientras el Hun pasa a una nueva vida, el Pò perece con el cadáver (salvo que el individuo se convierta en Kuei-jin o Wraith).
Aquí es donde encontramos la clave de las diferencias. Mientras la Sombra a veces parece trabajar para la destrucción del Wraith, el Pò de los vampiros teme a la muerte y como alma animal encierra fuertes instintos de supervivencia. Así, el frenesí (de hambre, furia o terror) es una expresión del Pò.
Por eso, el Pò no es exactamente enemigo del Hun. Como parte de su afán por sobrevivir, el Demonio ofrece al vampiro poder, especialmente poder destructivo, en forma de Disciplinas Demoníacas y otras capacidades.
El Pò de los vampiros no es estúpido como el de los mortales. Pero vive en la inmediatez. Representa esa parte mezquina y egoísta que busca la satisfacción del momento, y no piensa demasiado en las consecuencias a largo plazo, pues no es capaz de la calma y la reflexión. No intenta perjudicar al vampiro, intenta convencerle de lo que es mejor, siempre de forma egoísta, pero, pura víscera, no piensa en todas las consecuencias y se enfurece cuando el Kuei-jin no sigue su consejo. Con el tiempo, aprende a buscar palabras suaves para engatusar a la mente consciente y que siga sus designios.
El Pò se aferra al Hun, e intentará imponerse a él y atarlo a sus designios, aunque cualquier vampiro sabio intenta que suceda al revés. Sabe que cuando el Hun no esté, el morirá. Por eso, aunque pretende ser su aliado, intentará torpedear el camino a la iluminación del vampiro. Teme que cuando el Kuei-jin alcance la Trascendencia, el Hun volverá al ciclo y le abandonará, y sabe que no puede sobrevivir mucho tiempo sin esta parte del alma, por lo que se agarra a ella como un novio celoso.
Los Arquetipos de Pò no representan como en Wraith una estrategia retorcida para llevar al personaje a su propia perdición, y torturarle por el camino. En vez de eso representan la personalidad del Demonio interior, casi siempre en forma de una compulsión por un comportamiento concreto. Para el jugador de Wraith creo que será fácil entenderlo como si fuera la pasión oscura más poderosa. El Pò buscará ante todo satisfacerla, y si ve la ocasión tiene derecho a intentar entrar en Naturaleza Sombra (para los que vienen de Wraith: catarsis).
Por esto, aunque en los libros diga lo contrario, no funciona usar arquetipos de Wraith en Estirpe de Oriente, o viceversa.
Otra consideración que puede pasar desapercibida es que el Pò, a pesar de ser llamado Demonio, no es una entidad alienígena que ha invadido al vampiro. Forma parte del mismo, y la personalidad que muestra éste no es el Hun, sino la conjunción de Hun y Pò. El Pò contiene los impulsos de supervivencia, los sentimientos más egoístas, las compulsiones reprimidas y los miedos y angustias.
Todo ello forma, nos guste o no, parte de uno mismo, y el jugador no debe esperar a la Naturaleza Sombra para interpretarlo.
Los jugadores de Wraith tienen un sentimiento familiar cuando conocen Estirpe de Oriente. No por casualidad: los Kuei-jin son almas que consiguieron regresar a su cuerpo, y como tales retienen algunas características fantasmales.
Una de ellas es tener un Pò consciente que puede hablarles. El Pò en los Wraith orientales es equivalente a la Sombra de los Wraith estigios, una parte oscura que les tienta y les habla. A pesar de ello, hay algunas diferencias que son fundamentales a la hora de interpretar el Pò de un vampiro (el Pò de un Wraith nunca se detalló, aunque hay un artículo no oficial en Los Archivos de la Noche).
El Pò de los Kuei-jin es más astuto, retorcido y manipulador que la Bestia de los Vástagos (y más comunicativo). Pero no llega al nivel de inteligencia y acoso psicológico de una Sombra.
En la creencia china, el Hun es el alma elevada y eterna, mientras el Pò tiene los instintos animales y es perecedero. El miedo a la muerte proviene de Pò, ya que mientras el Hun pasa a una nueva vida, el Pò perece con el cadáver (salvo que el individuo se convierta en Kuei-jin o Wraith).
Aquí es donde encontramos la clave de las diferencias. Mientras la Sombra a veces parece trabajar para la destrucción del Wraith, el Pò de los vampiros teme a la muerte y como alma animal encierra fuertes instintos de supervivencia. Así, el frenesí (de hambre, furia o terror) es una expresión del Pò.
Por eso, el Pò no es exactamente enemigo del Hun. Como parte de su afán por sobrevivir, el Demonio ofrece al vampiro poder, especialmente poder destructivo, en forma de Disciplinas Demoníacas y otras capacidades.
El Pò de los vampiros no es estúpido como el de los mortales. Pero vive en la inmediatez. Representa esa parte mezquina y egoísta que busca la satisfacción del momento, y no piensa demasiado en las consecuencias a largo plazo, pues no es capaz de la calma y la reflexión. No intenta perjudicar al vampiro, intenta convencerle de lo que es mejor, siempre de forma egoísta, pero, pura víscera, no piensa en todas las consecuencias y se enfurece cuando el Kuei-jin no sigue su consejo. Con el tiempo, aprende a buscar palabras suaves para engatusar a la mente consciente y que siga sus designios.
El Pò se aferra al Hun, e intentará imponerse a él y atarlo a sus designios, aunque cualquier vampiro sabio intenta que suceda al revés. Sabe que cuando el Hun no esté, el morirá. Por eso, aunque pretende ser su aliado, intentará torpedear el camino a la iluminación del vampiro. Teme que cuando el Kuei-jin alcance la Trascendencia, el Hun volverá al ciclo y le abandonará, y sabe que no puede sobrevivir mucho tiempo sin esta parte del alma, por lo que se agarra a ella como un novio celoso.
Los Arquetipos de Pò no representan como en Wraith una estrategia retorcida para llevar al personaje a su propia perdición, y torturarle por el camino. En vez de eso representan la personalidad del Demonio interior, casi siempre en forma de una compulsión por un comportamiento concreto. Para el jugador de Wraith creo que será fácil entenderlo como si fuera la pasión oscura más poderosa. El Pò buscará ante todo satisfacerla, y si ve la ocasión tiene derecho a intentar entrar en Naturaleza Sombra (para los que vienen de Wraith: catarsis).
Por esto, aunque en los libros diga lo contrario, no funciona usar arquetipos de Wraith en Estirpe de Oriente, o viceversa.
Otra consideración que puede pasar desapercibida es que el Pò, a pesar de ser llamado Demonio, no es una entidad alienígena que ha invadido al vampiro. Forma parte del mismo, y la personalidad que muestra éste no es el Hun, sino la conjunción de Hun y Pò. El Pò contiene los impulsos de supervivencia, los sentimientos más egoístas, las compulsiones reprimidas y los miedos y angustias.
Todo ello forma, nos guste o no, parte de uno mismo, y el jugador no debe esperar a la Naturaleza Sombra para interpretarlo.