El artículo original, de Lee Kane, puede encontrarse Buddha Weekly: https://buddhaweekly.com/buddhism-vs-ho ... -monsters/
Lo traduzco de buena fe y lo comunicaré en un comentario.
Un par de advertencias: no deja de ser un artículo religioso, y además ha sido un poco difícil de traducir, tanto por el lenguaje coloquial como por mi desconocimiento de nombres de deidades y términos, por lo que no creo que la traducción esté libre de fallos. Aún así espero que os sirva.
Budismo contra Hollywood - ¿Son los demonios, vampiros, zombies y fantasmas hambrientos "budistas" más aterradores que los monstruos de Hollywood?
Afrontémoslo. Los monstruos de las películas de Hollywood son los bebés lloricas del mundo sobrenatural. ¿Hombres lobo? Bah, compara el tamaño de un demonio Oni. ¿Vampiros? Bueno, vale, el Budismo también los tiene, sólo que además practican la magia negra (N.d.T. ¿Tremere?). ¿Fantasmas? No querrás encontrarte a un Jikininki, pues éste te comerá el corazón. ¿El Sasquatch? ¿Éste no era bueno? Aún así, en los mitos himalayos está el Yeti, y no querrás cruzar los senderos nevados. ¿Wendigos? Bueno, son peligrosos caníbales, pero en los mitos budistas tenemos a una entera raza de caníbales, los Rakshasas, que devoran a humanos y dioses por igual. ¿Trasgos? No son nada comparados con los The' u Rang, trasgos que crean tormentas. Para un quién es quién de los monstruos del budismo,¡mira las siguientes secciones. ¡Que pases un divertido miedo!
En el pensamiento budista moderno, los demonios y los monstruos, (incluyendo a Mara, que un "tentador" parecido a Satanás) son manifestaciones de nuestras naturalezas oscuras, no necesariamente criaturas sobrenaturales. Bajo este prisma, Buda luchó contra Mara bajo el árbol Bodhi, pero era en su meditación, dentro de sus pensamientos, una batalla contra sus tentaciones y ansias. Muchos budistas practican la concentración en sus propias "batallas" contra ilusiones similares. Por otro lado, se dice que muchos demonios de las leyendas budistas representan los lados mas oscuros de la naturaleza.
(N.d.T. En Estirpe de Oriente por supuesto existen los vampiros y todo tipo de monstruos. Pero a su vez también existe el demonio interior y la batalla contra la propia naturaleza. Que es su marca personal de horror personal. Bien articulado, un Narrador puede hacer ver la lucha externa como una metáfora de la interna, y viceversa. Al final, si nos concentramos en el progreso Dhármico, es un juego donde la lucha principal es del vampiro consigo mismo, y toda la trama política es el fondo de esta batalla)
¡Ven con nosotros a explorar los monstruos y demonios del budismo! ¡No tengas miedo! Ármate con un par de mantras (Om Mani Padme Hum, o Om Tare Tuttare Ture Soha), y únete a nosotros en la oscuridad donde los espíritus sobrenaturales se alzan par asustarnos. ¡Y, antes de que intentes exorcizar a esos demonios, recuerda que todas las criaturas tienen Naturaleza Buda!
(N.d.T. Todas las criaturas tienen Naturaleza Buda. Es decir, en el interior de todos, incluso de los monstruos, está la divinidad, y, por tanto, hasta los demonios más malvados pueden redimirse. Ése es el fundamento de los Kuei-jin, y por qué el juego se ajusta a cómo se entienden los monstruos en Oriente)
Visión convencional: ejércitos de demonios y monstruos
Millones de budistas toman la visión convencional, que los ejércitos de demonios de Mara se alzaron para combatir a Buda bajo el árbol, no simbólicamente, sino en una lucha literal. ¿Hay alguna diferencia? En esencia, no. Una batalla contra demonios, sea interna o se manifieste externamente, equivale finalmente a lo mismo. Una bestia mental se puede decir que es más peligrosa que un monstruo de película.
Hay sitio para ambas visiones, ya que el Budismo, la doctrina de Shunyata y el Pratītyasamutpāda (N.d.T. conexión causa-efecto entre todas las cosas), dejan claro que todos los fenómenos están vacíos de existencia inherente: no sólo los demonios, sino incluso nosotros mismos. Se podría argumentar que los demonios son manifestaciones de nuestros egos, bien como sueños o pesadillas, bien como monstruos reales alimentados por nuestros miedos y ansias.
(N.d.T. Este mundo como ilusión es la base de muchos de los elementos de un juego en Asia: los Kuei-jin avanzan en el Dharma al romper estas ilusiones, los Dragones Asesinos se refieren a esto como el Maya. Pero también es fundamental para entender a los Akáshicos, incluso para una buena representación de la Umbra en Asia)
En las enseñanzas de Chod, H.E. Zasep Rinpoche explicó:
Chod es una práctica que no sólo nos ayuda a enfrentarnos a nuestros demonios, sino que incluso los alimenta en el espíritu (juego de palabras intencionado) de "comparación para todos los seres". Rinpoche explica que por esto practicamos canalización (N.d.T. no seguro de esto) en la tierra, la naturaleza, los bosques, la cercanía de los ríos y los lagos. Para una muestra en vídeo de Chod, ver: https://buddhaweekly.com/new-teaching-v ... -mongolia/Podrías tener la sensación escalofriantes de que hay fantasmas o demonios. Pero, la mayor parte del tiempo, estos son tus propias proyecciones... Tienes que experimentar que cualquier que sea el demonio, es tu propio demonio, por lo que podrás reconocer tus miedos y autoengaños.
Antes de que despreciemos a los zombies
Aunque podríamos despreciar a los zombies, fantasmas hambrientos y demonios como "construcciones psicológicas", celebremos la "espeluznante" festividad de Halloween considerando que en nuestra "realidad" dual convencional hay espacio para lo sobrenatural.
Los Demonios y monstruos tienen una función similar en el budismo que en otras sendas espirituales. Son manifestaciones de nuestros miedos, debilidades, fallos, ansias y nuestro propio karma malvado. O bien, la manifestaciones de esas mismas cosas en la naturaleza y el universo. Y, en el caso de los pretas o fantasmas hambrientos, tienen su propio reino, uno de los seis reinos en los podemos renacer. Por tanto, ¡cuidado! (aunque deberías estar tranquilo si no eres avaricioso o dependiente). De igual forma, los "seres infernales" o demonios tienen su propio reino pero, típico de estas bestias sin hogar, a menudo buscan nuestro mundo para sembrar el caos.
Las apariencias engañan
A veces los malos son los buenos. Grandes maestros como Padmasambhava convirtieron a muchos demonios al Dharma y les hicieron jurar servicio hacia practicantes del Dharma (N.d.T. Dharma en el mundo real es una palabra que hace referencia al buen comportamiento ético y religioso). Por ejemplo, Yamantaka es uno de los más poderosos y feroces de los Protectores, una forma Iluminada de Manjushri, pero toma una apariencia tan terrorífica que asusta incluso a Yama, el Señor de la Muerte. Algunas iracundas deidades budistas, son los buenos en realidad. ¿Cómo se puede saber? A menudo, parecen más feroces que los "malos", pero te darás cuenta de que portan los símbolos de las deidades Iluminadas, como un trono sobre un loto, un vajra en la mano, etc.
En el budismo, las apariencias engañan. Mara, el gran tentador que hace parecer a Satanás un "buen tipo", puede en realidad tentarnos con la belleza, como hizo cuando envió a sus hermosas hijas a tentar e Buda bajo e le árbol Bodhi. Una apariencia repugnante no es más sinónimo de "maldad" que la belleza de "bondad".
(Ante la duda, siempre puedes recitar un mantra. Un ser malvado retrocederá, ¡aunque puede que en realidad le estés ayudando!
El karma de los monstruos y los fantasmas hambrientos
Podrías pensar en los Pretas como fantasmas hambrientos: fantasmas demente enloquecidos por estar siempre hambrientos. O bien, podrías creer que son manifestaciones de nuestro avaricioso karma. En esta tradición, nuestra avaricia en esta vida, a costa de los demás, lleva a una vida fantasmal de locura y hambre eterna tras la muerte (N.d.T. ejem, ejem). Estos terroríficos "fantasmas hambrientos", o Pretas, surgieron de nuestra inseguridad y avaricia. En este sentido, son "reales" (recuerda que es Halloween, ¡démosles una oportunidad a los monstruos!).
Dejando a un lado el argumento de la substancialidad, hay millones de personas alrededor del mundo que creen en esas criaturas... y las temen. Pero dijimos que tendríamos un poco de diversión terrorífica con un puñado de monstruos budistas. Hay incontables formas de monstruos sobrenaturales, fantasmas y demonios en las leyendas budistas. Por ahora nos centraremos en los más populares y aterradores.
Monstruos multiculturales: zombies, fantasmas, vampiros... ¡están por todas partes
Algunas "clases" de monstruos son prácticamente universales entre las distintas culturas. De Europa a Asia e India, los zombies los vampiros y los fantasmas abundan. Los hombres-bestia, como los Hombres Lobo, son mitos bastante comunes (N.d.T.: los hombres tigre son más comunes en India y el Sudeste Asiático, mientras en la Sinosfera cualquier animal puede convertirse en cambiaformas). Los caníbales son probablemente el mayor miedo. Los vampiros cruzan todas as fronteras culturales.
¿Qué nos dice esto? ¿Que hay una sobrepoblación de zombies? ¿O puede más bien que todos temamos las mismas cosas? El consumo de carne o sangre son ciertamente miedos casi universales en lo que respecta a manifestaciones sobrenaturales.
¿Adversario sobrenatural?
La idea de un "adversario", llámese Mara o Satanás, ha arraigado en la "conciencia colectiva" de todos los pueblos. Así lo describía el psiquiatra Carl Jung (N.d.T. Vaya. Jung tuvo mucha influencia en los autores originales de vampiro. Le debemos la idea de Arquetipos de Naturaleza y Conducta, y también la noción de la Psique y la Sombra de Wraith, y por tanto también Hun y Pò de Estirpe de Oriente).
De manera interesante, los remedios para las amenazas sobrenaturales son igualmente universales hasta cierto punto, como el exorcismo, encontrado alrededor del mundo, y cuyas raíces están en el chamanismo. De igual forma, la sal y el hierro frío (o hierro meteórico) por ejemplo, son conocidos en todo el mundo como protección contra los "malos espíritus".
A menudo decimos que no hay un "Satanás" en el budismo. Aunque es verdad, Mara es su malvado igual, aunque generalmente es pensado como los demonios de nuestros apegos y adicciones. Pero, ¿es Satanás diferente en esto? LA misión del budismo es terminar con el sufrimiento y Samsara, y uno de los métodos es librarnos de nuestros apegos y adicciones, avaricia e ira. Los demonios no son más que las manifestaciones de las cosas que combatimos en vida.
Entonces, ¿hay o no un adversario? Sí, en un mundo dual y convencional hay adversarios y obstáculos. Tendemos a no encarnar a estos "enemigos" como seres separados y pensarlos como apegos y adicciones de nuestro ego a las que hemos dados forma. El Camino Óctuple del budismo es el remedio contra estos demonios.
Buscando la luz - la luz como consuelo o como arma
¿Qué harías si te encontraras cara a cara con un monstruo o fantasma de verdad? La manera más efectiva de combatir nuestros demonios es el Dharma y el Camino Óctuple, y el refugio en Buda, Dharma y Sangha. Aún así, si te encuentras cara a cara con un fantasma hambriento este Halloween, los mantras son tus amigos. Recitar sutras no sólo te protegerá, sino que encima ser'beneficioso para la desdichada entidad malvada. La luz de una imagen de Buda, que a sus ojos demoníacos aparecerá como una irresistible explosión de hermosa luz, no puede ser resistida por ningún demonio.
Muy bien, me dirás, ¿pero y si el espíritu malvado no es budista? En la mayoría de las culturas la sal repele a los espíritus malvados. Aparte de la sal, la luz es una protección universal contra el Mal. Sea el santuario del amanecer, cuando los fantasmas, vampiros y otras "criaturas de la noche" se retiran, o una casa o ciudad brillantemente iluminada- Los ciudadanos del Mal tienden a merodear por las sombras. Incluso durante el día, en muchas partes del mundo, las sombras de una caverna o la profunda oscuridad de un bosque son consideradas "Yin" y fantasmales.
En el budismo, la primera ofrenda de la práctica espiritual es luz: lámparas de aceite, velas o, en tiempos modernos, luces de neón.
Otro remedio casi universal son frase repetidas: en el budismo mantras o sutras, en otras tradiciones, plegarias repetidas o cánticos. Buscamos refugio en Buda, Dharma y Shangha, pero cuando tememos lo que acecha en la oscuridad, buscamos refugio en el solaz de la luz.
Las ofrendas de luz las Tres Joyas del budismo son un ritual diario para muchos. El poder de la luz es una constante universal que nos enlaza con nuestro pasado prehistórico cuando la oscuridad del bosque traía a los depredadores y los monstruos. Sería muy fácil visualizar a un Hombre Lobo en la oscuridad del bosque. La luz del fuego, y más tarde las lámparas y luces eléctricas, se convirtieron en barreras para el Mal tanto como para la oscuridad.
(N.d.T. En el Mundo de Tinieblas, como su nombre indica, esta luz capaz de expulsar al mal no está presente. O es muy escasa. La luz de la electricidad y la ciencia que menciona el artículo no alcanza a desterrar a los monstruos, sólo a ocultarlos tras la pantalla del mundo moderno. En nuestros juegos de este mundo pesimista los mortales no pueden exorcizar a los monstruos que les acechan con plegarias o luz. Quizás podrían si su espíritu no hubiera sido matado por la banalidad, la falta de fe, el materialismo y el consumismo.
No obstante, solemos jugar al otro lado de esa pantalla. En la noche, la oscuridad, y como esos monstruos a los que el artículo quiere repeler. Pero para nuestros monstruos a menudo hay luz, o la esperanza de luz. Es sólo que está muy lejana. La Golconda, la Transcendencia, las Cien Nubes o incluso la Ascensión, son las vías de escape de las Tinieblas. Una mínima esperanza de un rayo de luz, pero una esperanza al fin y al cabo. No obstante, los monstruos a menudo se desvían del camino y se quedan atrapados en la oscuridad por las intrigas políticas, las ambiciones y las ataduras a otros asuntos del mundo material. Un tema que no podría ser más budista)