[Escenario] Edad Victoriana: Sudán

Requiem, Estirpe de Oriente, E. Victoriana, E. Romana, etc.
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Alexander Weiss
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[Escenario] Edad Victoriana: Sudán

#1

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Mar 2021, 14:20

Imagen EDAD VICTORIANA: SUDÁN

Por Magus
El comercio de esclavos era el que mantenía Jartum en movimiento. Cualquier aventurero sin un penique podía convertirse en un tratante con tal de que quisiera pedir dinero prestado a un interés que alcanzaba el 80 por 100. Con una expedición normal, un tal tratante navegaría hacia el sur desde Jartum, en diciembre, con doscientos a trescientos hombres armados, y en algún punto conveniente desembarcaría y formaría una alianza con un jefe indígena. Luego, los hombres de la tribu, junto con los negreros de Jartum, caerían de noche sobre alguna aldea vecina, quemando las chozas poco antes del amanecer y disparando hacia las llamas. Eran las mujeres lo que principalmente querían los negreros, y éstas eran aseguradas colocando una pesada vara ahorquillada, llamada ceba, sobre sus hombros. La cabeza quedaba sujeta con un travesaño, las manos eran atadas a la vara por una cadena pesada alrededor de sus cuellos. Todo lo que la aldea contenía sería arrebatado –ganado, marfil, grano, hasta el tosco aderezo, que era separado de los cadáveres de las víctimas- y luego toda la cabalgata retrocedería hasta el río para esperar el embarque para Jartum. Con el ganado robado, el tratante compraría marfil, y a veces, por marfil estaría dispuesto a redimir a una esclava. Algunas veces, también el traficante se volvería contra su aliado indígena y lo despojaría de la misma forma que a los otros: pero con más frecuencia estas alianzas eran mantenidas de año en año, preparando el jefe indígena una nueva provisión de esclavos y marfil mientras el traficante vendía la última partida en Jartum. Todo tratante tenía su propio territorio y por un acuerdo mutuo el país era dividido en todo el camino desde Jartum a Gondokoro y más allá.
En una buena temporada, un negrero en pequeña escala podía contar con obtener veinte mil libras de marfil, equivalentes a cuatro mil libras esterlinas en Jartum, más cuatrocientos o quinientos esclavos vendidos a un precio de cinco o seis libras esterlinas por cada uno: un total de dos mil quinientas esterlinas, quizá. Con este capital pagaba sus deudas, organizaba una nueva expedición y año tras año ensanchaba su negocio.

-Alan Moorehead, “El Nilo Blanco”

INTRODUCCIÓN
Sudán es el mayor país de África y también uno de los más inhóspitos. Un lugar en el que las lluvias son escasas y las hambrunas reinan. Las duras condiciones de vida llevan a la desesperación, el robo, el asesinato cruel, y en algunos casos, la locura.
Fue durante la Edad Victoriana cuando el hijo de un sencillo carpintero de barcos, que creció para convertirse en un carismático erudito musulmán llamado Mohammed Ahmad, se autoproclamó Mahdi, el último profeta del Islam. Llevó a Sudán a la rebelión contra los ocupantes egipcios y británicos y durante varios años inundó el país con fanatismo y derramamiento de sangre.
A lo largo de la historia de Sudán, el contacto con el exterior ha sido esporádico, y principalmente ha llegado a través de invasores del norte que ascendieron por el valle del Nilo para conseguir esclavos y marfil. Mercaderes de lugares tan alejados como China llegaron ya en el siglo VIII. A principios del siglo XIX gran parte del país estaba sin cartografiar y era desconocido para los europeos. Gran parte de los exploradores occidentales que lo atravesaron buscaban las fuentes del Nilo.
A lo largo del siglo XIX Gran Bretaña llevó a cabo varias guerras coloniales para extender su imperio. Una de las principales guerras de este período tuvo lugar en Sudán. Un general británico llamado Charles Gordon había sido enviado a la zona para evacuar a los ciudadanos británicos y egipcios frente al avance de los fanáticos musulmanes. Gordon era un devoto cristiano y no quería que los extremistas musulmanes conquistaran Sudán y también se sentía obligado hacia las personas que tenía que evacuar, por lo que se negó a huir para salvar su vida.
Después de su muerte en el asedio de Jartum a manos de las fuerzas del Mahdi, Sudán cayó en trece años de caos durante el gobierno de sus seguidores islámicos. La muerte de Gordon finalmente fue vengada tras una larga campaña militar dirigida por el general Herbert Horatio Kitchener, que avanzó a lo largo del valle del Nilo arrasando el país a su paso.
En lo que se refiere a los vampiros sudaneses, el país ha sido durante mucho tiempo un dominio de los Laibon, los vampiros del Reino de Ébano, disputado desde hace siglos con los Ashirra, los vampiros musulmanes, que han contactado con sus aliados de la Camarilla para imponer su control sobre el conjunto del país. Sin embargo, no es a los Vástagos occidentales a quienes más temen. Un antiguo poder, surgido de los desiertos de Sudán, ha reunido a numerosos no muertos en torno a su figura, y tras las fuerzas de los fanáticos seguidores del Mahdi se esconde una facción terrible, que ha aglutinado a los vampiros a su alrededor…y criaturas mucho peores. En medio de las batallas y el caos, los carroñeros no muertos prosperan, embriagándose con el derramamiento de sangre mientras todo se desmorona a su alrededor.

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Re: [Escenario] Edad Victoriana: Sudán

#2

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Mar 2021, 14:22

Imagen GEOGRAFÍA DE SUDÁN
Existen cuatro divisiones geográficas distintas en Sudán. El norte es una región desértica y las únicas zonas fértiles se encuentran a lo largo de las orillas del río Nilo que se dirige en la dirección norte del país hacia Egipto. Al este se encuentran extensas praderas que se extienden hacia Etiopía a través de las cuales el Nilo Azul desciende por profundas gargantas desde el lago Tana. La región del sur se extiende desde el sur de Jartum a través de los pantanos del Sudd hasta las espesas selvas ecuatoriales del Nilo Blanco. El oeste del país se encuentra al borde del desierto del Sahara con algo de hierba que crece en las mesetas y recibe algo de lluvia estacional. Las lluvias llegan de pronto y pueden causar repentinas inundaciones a través de los lechos secos de los ríos llamados Wadis.
Varias partes del país han sido conocidas con otros nombres a lo largo de la historia, pero los nombres de dos de ellas, Darfur y Kordofán, siguen siendo de uso habitual.
En el año 1899 los límites de Sudán fueron definidos al norte por el paralelo 22 de latitud norte, al sur por el enclave de Lado en la frontera del Congo y al este del Nilo por el paralelo 5 de latitud norte, al este por el Mar Rojo y Abisinia, y al oeste por la línea que discurre por el desierto libio establecida por el tratado anglo-francés de marzo de 1899. El área de Sudán ocupa aproximadamente 950.000 kilómetros cuadrados.
Durante los años de gobierno del Mahdi y el Califa, la frontera norte de Sudán con Egipto estaba en Wadi Halfa y se encontraba muy vigilada. Los nativos sudaneses se concentraban principalmente en el sur del país y no guardaban muchas simpatías por los Derviches mahdistas, muchos de ellos relacionados con el comercio de esclavos. Muchos nativos sudaneses dieron la bienvenida al regreso de egipcios y británicos y se aliaron con ellos para acabar con el opresivo gobierno de los Derviches.
Para propósitos administrativos en 1899 Sudán fue dividido en doce provincias. Existían dos clasificaciones, con ocho de ellas consideradas de Primera Clase y las otras cuatro de Segunda Clase.

PROVINCIAS DE PRIMERA CLASE
Bahr al-Ghazâl: Su capital es Wâw y sus principales ciudades son Mashra’ ar-Rîk, Dêm Zubêr, Shak Shak, Tông, Awrumbîk (Rumbek) y Shâmbî.
Berber: La capital es Ad-Dâmar y las principales ciudades son Rubâtâb, Berber Town, Berber District y Shendî.
Dongola: La capital es Marawi y las principales ciudades son New Dongola, Khandak, Dabbah y Kûrtî.
Fashoda: (también Alto Nilo o Kodok). La capital es Kodok y las principales ciudades son Rank, Tawfikiyah y Sobat.
Kasala: La capital es Kasala y las principales ciudades son Kadaref y Kallabat.
Kordofán: La capital es Al-Ubayyad (Al-Obeid) y las principales ciudades son Bara, Khurshi, Nahum, Tayyarah, Tandik y Dillin.
Jartum: La capital es Jartum y las principales ciudades son Omdurman y Wad Ramlah.
Sennaar: La capital es Sengah y las principales ciudades son Ruseres, Lindar, Dar Funj y Abu Na’amah.

PROVINCIAS DE SEGUNDA CLASE
Halfah: La capital es Halfah y las principales ciudades son Koshah y Vulgo.
Mongalla: (creada el 1 de enero de 1906). La capital es Mongalla.
Provincia del Mar Rojo: La capital es Port Sudan y las principales ciudades son Sawakin y Tokar.
Provincia del Nilo Azul: La capital es Wad Madani y las principales ciudades son Abu Dulek, Kamlin, Rugu’a, Masallamiyah y Managil.
Provincia del Nilo Blanco: La capital es Duwem y las principales ciudades son Katenah, Kawah y Gadid.

NUBIA
El origen de la palabra Nubia sigue siendo objeto de debate, aunque se cree que procede del antiguo egipcio “nub”, que significa oro. En la antigüedad, Nubia era una fuente de oro, marfil y esclavos para Egipto.
Desde la época de los faraones, Nubia también fue una zona minera de esmeraldas. Las minas se encontraban situadas en lo que hoy son las desérticas regiones orientales de Sudán. En el año 1822 Mohammed Alí, el gobernante de Egipto, tras el regreso del ejército de Napoleón a Francia, contrató a Frédéric Cailliaud, un geólogo francés, para que buscase minas de esmeraldas. Cailliaud informó de la localización de muchas canteras de esmeraldas de época faraónica y de un lugar llamado la Montaña Esmeralda. Mientras viajaba por Nubia también realizó muchos dibujos de las antiguas ruinas que encontraba. Estos dibujos, que publicó a su regreso a Francia, proporcionaron a los europeos un primer vistazo de la antigua Meroë.
Los acantilados de arenisca a lo largo del Nilo en Nubia se encuentran tan cerca del río, que muchos templos antiguos fueron esculpidos directamente en la roca.
Philae, que se encontraba por encima de la primera catarata al sur de Asuán, fue una de las principales ciudades del antiguo reino de Nubia. Existen evidencias de que los antiguos nubios realizaban sacrificios humanos en sus templos entre el 250 y el 550 d.C.
Los Blemitas eran una tribu nubia nómada que se resistió al avance del ejército romano cuando avanzó hacia el sur de Egipto. Durante la Edad Media en Europa surgieron bestiarios y leyendas que afirmaban que los blemitas eran hombres sin cabeza con sus rasgos faciales situados en el pecho.
Durante el siglo XX se realizaron varias excavaciones en el norte de Sudán, que revelaron que la zona era mucho más fértil en la época del Antiguo Egipto. La tierra desde Atbara hasta las colinas etíopes estaba llena de bosques y especies animales que hoy sólo se encuentran en la región ecuatorial.
Durante el invierno de 1895-96 el gobierno egipcio autorizó excavaciones en las ruinas de Philae bajo la dirección del capitán H.G. Lyons de los Ingenieros Reales y Herr Ludwig Borchardt, un destacado arquitecto y arqueólogo alemán.
La mayoría de la investigación y documentación a finales del siglo XIX reflejan las actitudes raciales del período. Existía una tendencia motivada por los prejuicios a negar que cualquiera de los grandes monumentos, tumbas y templos de Nubia hubiera sido construido por un pueblo negro. Las teorías populares de la época establecían que los antiguos egipcios los habían construido y que con el paso del tiempo los pueblos negros los habían ocupado. Actualmente se reconoce que hubo un intercambio cultural entre Egipto y Nubia, que adoptó la arquitectura de sus vecinos.

KUSH
En el siglo VIII a.C. el reino de Kush abarcaba el territorio entre la segunda y la cuarta catarata del Nilo, una zona que posteriormente sería conocida como Alta Nubia. Los egipcios se refirieron a Kush en distintas épocas como Miu e Irem. Se estima que el período de mayor esplendor fue entre el 1650 – 1600 a.C. cuando fue construida la ciudad real de Kerma, con una población de más de 2.000 personas.
Una de las principales ciudades de Kush era Napata, que se encontraba cerca de la cuarta catarata. Napata alcanzó su esplendor durante la XXV dinastía egipcia, en el período entre 780-663 a.C. Fue durante este período que el rey Piye de Kush dirigió su ejército para invadir Egipto. Kush consiguió ocupar Egipto durante casi cuarenta años hasta que los kushitas fueron expulsados durante el reinado del rey Taharqa, aliado con los asirios.
Situada cerca de la cuarta catarata del Nilo se encuentra Jebel Barkal. Es una montaña achatada de unos trescientos metros sobre el desierto. Fue excavada por arqueólogos ingleses de Cambridge en 1821. A los pies de la montaña se encuentra el cementerio real de los monarcas de Kush, y las excavaciones indican que fue utilizado hasta finales del siglo IV a.C.

MEROË
Meroë surgió al menos hacia el 750 a.C. y pronto se convirtió en la capital secundaria del reino de Kush frente a Napata, donde se concentraba el sacerdocio nubio. Después de que Napata fuera saqueada por los egipcios hacia el 593 a.C. la capital del reino nubio fue trasladada a Meroë, que comenzó a crecer en importancia. La rivalidad entre la aristocracia de ambas ciudades no se solucionaría hasta el reinado de Ergamenes, que saqueó Napata hacia 270 a.C. A partir de entonces, Meroë alcanzaría la supremacía en el reino.
El reino de Meroë sobreviviría al enfrentamiento con los romanos y las tribus nómadas, pero finalmente la ciudad sería saqueada en la guerra con el reino etíope de Axum hacia el año 350. La destrucción de la ciudad supuso el hundimiento del reino, del que en siglos posteriores surgirían tres estados: Nobatia, Makuria y Alodia.
Frédéric Caillaud visitó las ruinas de Meroë hacia 1815-1817 y publicó la información en Europa en 1827. El egiptólogo prusiano Karl Richard Lepsius afirmó que la palabra Meroë significaba “rocas o piedras blancas” y gracias a sus dibujos y descripciones se conocen muchos templos y edificios que ya no existen en la actualidad. Giuseppe Ferlini destruyó varias pirámides en Meroë hasta encontrar el tesoro del rey Amanishaketo.
Tras el avance del ejército anglo-egipcio del general Kitchener, el destacado egiptólogo Wallis Budge realizó excavaciones entre 1898-1899 utilizando los mapas de Lepsius, aunque sólo pudo realizar un análisis superficial del lugar debido a la escasez de mano de obra.

KORDOFÁN
Éste es el nombre del territorio central de Sudán, limitado por Darfur al oeste, el Nilo al este, el desierto al norte y las densas selvas ecuatoriales al sur. El territorio tiene aproximadamente cinco veces el tamaño de Gran Bretaña, y la mayor parte consiste en llanuras, salvo al sudeste, donde se alzan las Montañas Nuba. Esta provincia es la mayor productora agrícola del país, y está habitada por una mezcla de feroces pastores nómadas mezclados con los árabes llamados Baggara y los pueblos agricultores del norte de Kordofán llamados Kababish y que crían camellos.
Al sur de la provincia se encuentran muchas tribus negras que descienden principalmente de los Dinka y los Nuba. Durante siglos han sido presas de los esclavistas árabes y sus aliados. Las tribus del sur de Kordofán cultivan cereales, algodón, tabaco y cacahuetes.
En la década de 1880 Kordofán fue el territorio donde el Mahdi reclutó inicialmente a sus seguidores y formó su ejército de Derviches.

DARFUR
El reino de Darfur (en árabe, la Tierra de los Fur) existió aproximadamente durante tres siglos entre 1586 hasta 1916 como un estado gobernado por un sultán. Situado en el extremo oeste de Sudán, abarca aproximadamente 190.000 kilómetros cuadrados. El norte de Darfur es seco y desértico, pero en la frontera con Libia y en el centro es montañoso, con montañas que ascienden hasta casi 3.000 m sobre el nivel del mar.
El terreno de Darfur es bastante arenoso y en los años de sequía gran parte de la región es propensa a agrietarse y quedar yerma en los años siguientes. Estos períodos incrementan los problemas de hambruna en la zona.
Los oficiales y soldados británicos que se enfrentaron al ejército del Mahdi destacaron que los guerreros de Darfur preferían usar armas y armadura medievales. En algunos casos iban al campo de batalla con armaduras y yelmos pulidos de la época de las cruzadas. Eran hábiles con espadas y lanzas, y algunos entraban en batalla con espada y escudo.
Tras la campaña militar de Kitchener para reconquistar Sudán, el sultán Alí Dinar recibió el control de Darfur a cambio de un tributo anual al gobernador general británico en Jartum. Sin embargo, tras rebelarse contra los británicos durante la Primera Guerra Mundial, murió en batalla, y Darfur se convirtió en una provincia de Sudán.

OMDURMAN
Antes de la aparición del Mahdi esta ciudad era una pequeña comunidad comercial situada en la ribera occidental del Nilo en la confluencia del Nilo Blanco y el Nilo Azul. Antes de la invasión y ocupación de los egipcios en 1821 era mucho más grande que Jartum.
Omdurman disponía de un gran mercado para el comercio de camellos, caballos, vacas y mercancías. Poco después de le llegada de los egipcios, comerciantes griegos y sirios comenzaron a llegar y a vender productos europeos de lujo. Durante el reino del Mahdi y el Califa sucesor muchos de los comerciantes profesaron su adherencia a la religión musulmana y continuaron dirigiendo sus negocios, aunque muchas mercancías como el tabaco, el alcohol y el maquillaje fueron prohibidas. Fumar era ilegal y se castigaba con la flagelación pública.
La ciudad tenía reputación de ser sucia y disponía de un alcantarillado abierto en las calles, y los cadáveres de los animales se dejaban pudrir en el lugar en el que caían. Frecuentes tormentas de arena recubrían la ciudad con una capa de polvo y las casas sufrían incendios frecuentes que arrasaban barrios enteros.
Las estructuras de adobe eran frecuentes pero otras estaban cubiertas con troncos y hojas de palmeras. La prisión conocida como Umm Hagar (La Casa de Piedra) era un edificio de una planta sin ventanas, al que todos los prisioneros eran conducidos de noche. Si había demasiados prisioneros, los guardias los empujaban y apremiaban con palos y antorchas. Por la noche los prisioneros se peleaban por encontrar un sitio y los muertos eran retirados a la mañana. Los carceleros al cargo de Umm Hagar no proporcionaban alimento a los prisioneros y quienes carecían de familia o amigos que les trajeran comida se morían de hambre o tenían que robar a sus compañeros.
El único edificio que tenía más de un piso de altura era el harén del califa. Tras la muerte del Mahdi se construyó una tumba en su honor para alojar su cuerpo. Este edificio era el más alto de Sudán. Fue destruido por los británicos en 1898 y el cuerpo del Mahdi desenterrado y arrojado al Nilo sin ceremonia.

SUAKIN
El puerto de Suakin se encuentra situado en el Mar Rojo, aproximadamente a treinta kilómetros al norte del actual Port Sudan. Existe una leyenda que afirma que en la isla de Suakin fue el refugio de varios seres o espíritus malignos, pero que finalmente el rey Salomón llegó al lugar y los aprisionó en algún lugar oculto bajo la tierra.
A lo largo de la historia de Sudán, y especialmente en el siglo XIX, fue el principal puerto comercial de la zona con otros países, exportando principalmente esclavos y marfil a Yemen. También era uno de los principales puntos de partida para los peregrinos musulmanes que se dirigían a la Meca a través del Mar Rojo.
En 1896 cuando las fuerzas británicas llegaron a Suakin descubrieron que la mayoría de los edificios se encontraban construidos en una pequeña isla yerma conectada con el continente por un paso estrecho. Desde lejos muchos tenían un aspecto imponente, con cinco pisos de altura y elevadas torres de condensación que proporcionaban agua fresca a la ciudad.
Al llegar a las estrechas calles los británicos se encontraron con que gran parte de la ciudad había sido abandonada. Las estructuras más grandes habían sido construidas utilizando coral del Mar Rojo, pero a su lado se encontraban pequeñas chozas de adobe. De los años previos quedaban los restos de los intentos de industrialización del puerto, con pilas de vías de ferrocarril y locomotoras oxidadas, apiladas en una elevada muralla defensiva de kilómetro y medio de longitud, casi dos metros de espesor y cinco metros de altura. A lo largo de la muralla había posiciones para disparar. Las tribus del desierto en este lugar de Sudán era notorias por atacar las ciudades y la mayoría de ellas, sino todas, habían construido defensas para protegerse.
Durante los años de gobierno del Mahdi y sus sucesores el comercio con el mundo exterior se redujo a casi nada. En 1896 los últimos comerciantes de Suakin eran poco más que contrabandistas de mercancías ilegales que intercambiaban drogas y alcohol con los árabes y yemeníes que seguían comprando esclavos.
Los soldados británicos que fueron asignados a la defensa de Suakin pronto descubrieron su insalubridad. El calor del verano podía alcanzar más de 40º y los brotes de enfermedades tropicales eran muy frecuentes.
La importancia portuaria de Suakin decayó por completo cuando en 1906 se creó Port Sudan, que pasó a absorber la mayor parte del tráfico marítimo del país.

EL SUDD
Existe una extensa región húmeda y pantanosa que se extiende a lo largo del Nilo Blanco en una zona situada aproximadamente entre Jartum y la frontera sur de Sudán. La zona cubierta por los pantanos varía anualmente y un año especialmente húmedo puede cubrir 50.000 km cuadrados. Se trata de una zona donde la navegación es especialmente difícil debido a los canales y lagunas constantemente cambiantes, zonas recubiertas de espesos juncos y papiros que crecen más de tres metros. La vegetación puede impedir el paso de la mayoría de los barcos, y de hecho durante varios siglos constituyó una barrera natural que mantuvo aislada el África subsahariana.
Los habitantes dinka, nuer y shilluk utilizan el Sudd y las zonas cercanas como pastos para su ganado, así como para la agricultura.
Cuando los canales no están obstruidos se puede viajar mil kilómetros entre Jartum y Gondokoro en aproximadamente cuarenta días.

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Re: [Escenario] Edad Victoriana: Sudán

#3

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Mar 2021, 14:23

Imagen JARTUM, CAPITAL ADMINISTRATIVA DE SUDÁN
El famoso explorador y cazador británico Samuel Baker y su esposa viajaron por África central en la década de 1860 y describieron Jartum de la forma siguiente: “El lugar más miserable, sucio e insalubre que se pueda imaginar.” Se cree que su nombre procede del árabe al-Khartum, que significa “La trompa del elefante,” una referencia a la forma de la isla sobre la que se asienta la ciudad.
Hacia 1883 Jartum tenía una población de más de 50.000 habitantes, la mitad de ellos esclavos, que vivían en chozas de madera endurecida al fuego o en edificios de adobe. La ciudad estaba rodeada por el desierto y las calles estaban sucias y llenas de cadáveres podridos de animales muertos arrastrados por el Nilo.
Al haber sido construida en la confluencia del Nilo Blanco y el Nilo Azul, varias partes de la ciudad tendían a inundarse estacionalmente. Las calles eran alcantarillas abiertas y la única agua potable era extraída con norias de los dos ríos. Durante la estación de inundación del Nilo, de julio a septiembre, el riesgo de enfermar por beber el agua se elevaba. La ciudad gozaba de un clima tolerable durante buena parte del año, aunque resultaba bastante desagradable durante la época de las crecidas del Nilo. En la estación lluviosa, las perforaciones ubicadas entre la orilla del río y el área posterior quedaban anegadas. Toda la zona se convertía en un hervidero de malaria en el que zumbaban millones de mosquitos y croaban las ranas. El vínculo entre mosquitos y malaria entonces era desconocido y sólo en 1878 la malaria se llevó a la tumba a diecisiete sacerdotes y monjas de la misión católica.
Debido a la gran cantidad de casas precarias, Jartum también se encontraba a merced de las haboob, violentas tormentas de polvo amarillo y partículas de arcilla en suspensión que se elevaban a cientos de metros por los aires y azotaban la localidad con la fuerza de un ciclón. En esas ocasiones los tejados se desintegraban en pocos segundos y numerosas casas y chozas acababan por los suelos. En 1839 una haboob destruyó miles de casas y provocó el hundimiento de once barcos en el Nilo Blanco.
Las márgenes del Nilo estaban llenas de espesura y era fácil encontrarse con animales salvajes como leones, rinocerontes e hipopótamos. Los cocodrilos eran una amenaza constante para los cargadores de agua y las mujeres que iban a lavar al río. Un cocodrilo enorme conocido como “el Jeque,” era objeto de veneración, y a pesar del número de personas que se había comido se consideraba un crimen darle caza.
En cuanto a los enemigos terrestres, los ríos protegían la ciudad por la parte norte y una abrupta elevación de terraplenes discurría desde el Fuerte Burri en el Nilo Azul hasta el Nilo Blanco en el oeste. Debido a la variación de más de cuatro metros del nivel de las aguas entre la estación seca y la estación lluviosa, estos terraplenes creaban un vacío crítico en la zona oeste. La muralla que se extendía a lo largo de seis kilómetros, había sido levantada bajo el supuesto de que estaría al cuidado de una amplia fuerza. A mediados de 1883, sin embargo, la guarnición sólo contaba con 2.000 hombres.
A orillas del Nilo Azul la actividad no cesaba y las sagiyyas –norias de madera- crujían según iban extrayendo el agua del río, que vertían en canales de irrigación para regar los jardines y huertos que se extendían por la ribera. Cada cien metros funcionaba una de estas norias, aunque en algunos casos habían sido sustituidas por bombas de vapor cuyos resoplos y traqueteos se escuchaban a lo largo del río. En los caminos que separaban un jardín de otro, no cesaba la procesión de esclavos y porteadores cargando con elegancia sobre sus cabezas vasijas llenas de agua.
Los soldados egipcios que ocuparon Sudán impusieron brutalmente su dominio con flagelaciones diarias y públicas en los barrios de la ciudad y nada ocurría sin que las autoridades adecuadas fueran sobornadas.
El acceso a los embarcaderos se hacía a pie desde algunos terraplenes. Navíos de todos los tipos posibles fondeaban para hacer escala. Aparte de la dhahabiyya (barcaza) del gobernador general, había botes de pesca, embarcaciones consulares, barcos a vela nativos o nuggars, vapores del gobierno egipcio y embarcaciones comerciales armadas en las que ondeaban más de una docena de banderas de distintos países. De vez en cuando el gobernador de la provincia de Berber aparecía en su nave con aspecto de galera movida a remos por doce esclavos negros de sobresaliente musculatura.
El palacio del hikimdar (gobernador) o saraya era el edificio más imponente de la ribera. Era una construcción en forma de U hecha de ladrillos rojos que en la parte que daba al río tenía dos pisos y además contaba con dos alas formadas por dos alturas. El piso inferior estaba ocupado por los funcionarios del gobierno, mientras la planta de arriba albergaba a los oficiales. La puerta principal del palacio estaba formada por un arco en el lado oeste que miraba a la Muderiyya, la sede civil de la ciudad de Jartum.
Un poco más allá de la Muderiyya estaba ubicado el consulado Austro-Húngaro, el más importante entre las misiones diplomáticas extranjeras presentes en Jartum, una gran mansión que exhibía sobre su puerta el escudo con las dos águilas del imperio. El cónsul, un hombre de sesenta años llamado Martin Ludwig Hansall, era la principal figura de la ciudad y uno de sus residentes más antiguos. Había llegado como miembro de la misión católica en 1853 y ejerció como profesor en la escuela de la misión y secretario del obispo de Jartum. Designado como cónsul de Austria-Hungría y protección de la misión católica en 1862 era un ferviente devoto, aunque su religiosidad no le impidió conservar un harén de al menos siete chicas nativas.
Junto al consulado Austro-Húngaro se hallaban las oficinas de telégrafo y correos. A continuación estaba la misión católica, establecida en 1848 por los jesuitas austriacos. Rodeada por una muralla y con accesos restringidos, cubría una zona famosa por sus jardines cuidados en los que había plátanos, higos, jazmines y mimosas. El recinto también contaba con una biblioteca, un claustro, el colegio de la misión y sobre todo la iglesia. Después de los católicos, otras iglesias cristianas también comenzaron a establecer misiones en otros lugares de Sudán.
El mercado, en la plaza Muderiyya, siempre era un torbellino de ruidos y movimientos –un espectáculo que jamás era aburrido. Los funcionarios del gobierno egipcio tocados con su fez rojo pasaban montados en enormes burros blancos de Nubia, casi del tamaño de una mula. Los funcionarios coptos y los contables, los turcos, los circasianos, los albaneses y los armenios paseaban por la plaza. También era frecuente ver a árabes de Shanabla o Shukriyya mirando con desprecio a la multitud desde la altura de sus camellos, al mismo tiempo que esparcían el hedor a arena y cuero que los acompañaba. Largas filas de esclavos negros, completamente desnudos a excepción de un taparrabos, subían desde el Nilo acarreando agua a duras penas en odres semejantes a grandes gusanos hinchados. Había mujeres de todas las formas y tamaños –las esbeltas dinka de alargadas piernas y las doncellas shilluk, las oscuras mujeres nubias, las nubas de Kordofán con sus cabellos arreglados en fantásticas formas, ataviadas con cauri y oro. También merodeaban por allí miembros de las tribus danagla y jaalin del valle del Nilo, vestidos con vistosas jallabiyyas y largos turbantes blancos, junto a toda una ralea de cazadores de esclavos a sueldo, marineros del Nilo, sirvientes, vendedores ambulantes y mercaderes de todo tipo.
El pueblo original shilluk que había dado lugar a Jartum se encontraba inmediatamente detrás de esta zona, junto al río. Separado de la orilla del Nilo por un vasto espacio abierto interrumpido por perforaciones (de las que se extraía arena y tierra para elaborar ladrillos), consistía en un laberinto de chozas con tejados de paja y paredes de barro agrupadas en torno a dos souqs (zocos) cubiertos y a una mezquita con minarete en forma de cono. Allí también se encontraban los sectores más pobres de la localidad y los burdeles. Existían productos europeos de lujo en el bazar para quien se los pudiera permitir.
El primer puente construido en el Nilo entre Jartum y Omdurman no estuvo operativo hasta 1910. Hasta entonces el río se cruzaba en barca.

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Re: [Escenario] Edad Victoriana: Sudán

#4

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Mar 2021, 14:27

Imagen LOS PUEBLOS DE SUDÁN
El nombre de Sudán deriva del árabe Bilad Assudan, que significa “Tierra de los Negros,” que comenzó a extenderse a partir del siglo XVI, con la ocupación musulmana de gran parte del país, siendo conocido anteriormente como Nubia. La mayor parte de la población sudanesa es negra, junto con descendientes de la unión entre negros y árabes. A finales del siglo XIX la mayor parte de la población árabe, concentrada en las regiones del norte, era mestiza en mayor o menor grado y sólo se consideraba árabe por nacimiento y afiliaciones tribales.
Las regiones ecuatoriales del sur de Sudán se encuentran en su mayor parte habitadas por grupos tribales negros. Muchos europeos que se encontraron en el siglo XIX con las tribus del sur destacaron que los hombres de esos pueblos eran muy altos, y muchos medían más de dos metros de altura.
En las regiones de la frontera etíope al oeste a través de Kordofán y Darfur, los pueblos de ascendencia árabe son principalmente pastores nómadas o se encuentran asentados en pequeñas comunidades agrícolas. No viven cerca del Nilo, con el que podrían irrigar sus tierras, sino que dependen del capricho de las lluvias estacionales. En un año seco, estos pueblos pasan hambre o atacan a sus vecinos y las tribus con los mejores guerreros sobreviven. La historia tribal consiste en siglos de guerra de supervivencia, lo que ha convertido a los sudaneses en algunos de los guerreros más feroces del mundo.
Las tribus Baggara de Darfur y Kordofán constituyen el grueso de los seguidores del Mahdi, que expulsan a los egipcios y británicos de Sudán. Para estos grupos tribales la rebelión fue una jihad sagrada contra los ocupantes de su país anunciada por su autoproclamado Mahdi (el redentor cuyo regreso es profetizado por los musulmanes). Siendo consciente de que no todos sus seguidores tenían motivaciones religiosas, el Mahdi también eximió a las tribus Baggara de pagar tributos.
Cuando el Mahdi instaló su capital en Omdurman, las tribus Baggara de todo el país acudieron a su estandarte negro. Gran parte de Sudán quedó desocupado y las granjas se quedaron sin mano de obra que las trabajara. Comenzaron años de hambrunas y plagas, y grandes extensiones del país se convirtieron en yermos.

LAS TRIBUS DEL NORTE
Las tribus nativas del norte de Sudán están asentadas principalmente en la estrecha franja de terreno fértil en la ribera del Nilo al norte de Jartum. Estos pueblos viven de la agricultura, cultivando y cosechando, y utilizando el Nilo para el transporte y la pesca.
A lo largo de la historia del país esta zona representaba la frontera entre Sudán y Egipto, con fronteras que cambiaban continuamente con guerras de conquista y venganza. En 1821 el jerife Mohammed Alí de Egipto ordenó a sus tropas que invadieran Sudán, donde sus rifles y adiestramiento militar les permitieron imponerse sobre los nativos sudaneses. Su objetivo era incrementar las arcas de Egipto saqueando el oro y marfil de Sudán y beneficiándose del comercio de esclavos. Egipto instaló rápidamente varios fuertes a lo largo del Nilo en la región norte. Los sudaneses llamaron “turcos” a los invasores y pronto aprendieron a coexistir con ellos. En muchos casos los nativos fueron reclutados por los egipcios a cambio de alimento, trabajo y protección.
Tras la ocupación los sudaneses del norte continuaron cultivando y viajando por el Nilo en sus toscas chalupas, con el mismo diseño que las barcas de la época de los faraones. Los lugares desérticos del norte se encontraban en gran parte despoblados, con la excepción de ocasionales caravanas de mercaderes. A través de las rutas comerciales conocidas se encontraban varios oasis, y en ocasiones se formaban pozos y estanques tras las escasas estaciones lluviosas.
La mayor parte del comercio de esclavos de Sudán se producía en los pequeños puertos de la costa del Mar Rojo. Muchos esclavos eran enviados a Yemen para ser vendidos en el mundo árabe, mientras que otros eran cargados en las oscuras bodegas de los dhows árabes y enviados al gran mercado de esclavos de Zanzíbar. Muy pocos esclavos del este de África eran enviados a América, ya que muchos de ellos morían durante la larga travesía necesaria para rodear el Cabo de Buena Esperanza y llegar al Nuevo Mundo.
El ejército del Jerife de Egipto estableció Jartum en 1821 como un puesto militar en la confluencia entre el Nilo Azul y el Nilo Blanco. Pronto incrementó su tamaño para acomodar a los mercaderes y comerciantes de esclavos. La población era una mezcla de nacionalidades, aunque la mayoría de sus habitantes eran sudaneses.
En la batalla de Ferket, el 7 de junio de 1896, casi el 75 % de los Derviches pertenecían a la tribu Baggara, y el resto procedía de las tribus Jaalin y Jehadia. Estos pueblos de la región de Nubia eran feroces e independientes, especialmente los de las islas del Nilo. Los europeos quedaron sorprendidos al ver a las mujeres sudanesas ahogando a sus hijos en el Nilo para evitar que fueran capturados como esclavos.
Baggara: Los feroces jinetes baggara habitaban en las áridas llanuras y estepas de Kordofán y Darfur, y formaron la columna vertebral del ejército derviche del Mahdi. De entre ellos surgirían los principales apoyos del Mahdi y su sucesor, el califa Abdallahi.
Los baggara no son realmente una tribu, sino que son un grupo descendiente de los beduinos árabes que se desplazaban por el Sahara durante la Edad Media y se mezclaron con los africanos. De cultura y lengua árabe vivían en chozas de paja, y en lugar de camellos, pastoreaban ganado y criaban caballos. Cazaban elefantes y jirafas no por necesidad, sino por una cuestión de honor, y aunque contaban con mosquetes, preferían cazar a caballo con una larga lanza de 3 m con una hoja en punta llamada shalagai. Rendían culto a la valentía y preferían morir antes que ser llamados cobardes.
Sus vidas corrían paralelas al ciclo de traslado de sus rebaños de cebúes en busca de agua y pastos. Durante la estación invernal seca, permanecían en las orillas de los ríos estacionales como el Bahr al-Arab o el Bahr al-Ghazal, en el límite meridional de su territorio. En cambio, durante las lluvias de verano, cuando los suelos se convertían en barro y las moscas acosaban al ganado, se dirigían al norte. Sus campamentos consistían en un grupo de chozas en forma de cuenco construidas con los elementos del lugar.
Entre los baggara existían santones o feki cuyo cometido era escribir hechizos con versículos del Corán para proteger a los guerreros de las armas de sus enemigos, preparar pociones, curar males tanto físicos como espirituales, exorcizar a los jinn o malos espíritus y declarar las condiciones propicias para las incursiones y cacerías.
Beja: Una antigua tribu situada entre la costa del Mar Rojo y el río Atbara, existen registros que testifican su conflicto con los romanos, que los llamaron blemios o blemitas, mientras se adentraban en Nubia desde Egipto. Aunque los Beja eran pastores y campesinos, sus guerreros eran famosos por luchar contra cualquiera que se adentrara en sus tierras, ya que se trataba de un pueblo hosco y muy xenófobo. Las mujeres e incluso los niños beja consideraban normal luchar junto con los hombres. Cuando el Islam se extendió por el este de África, los Beja lo adoptaron de inmediato, aunque de forma nominal. Raramente rezaban y cumplían los preceptos islámicos.
Acostumbrados a vagar en pequeños grupos nómadas, aunque reconocían la propiedad de los territorios que recorrían, los beja se mostraban muy desconfiados ante los extraños, incluso otras ramas de su misma tribu, aunque lo cierto es que su sociedad no era más que un reflejo de su duro entorno. Los guerreros beja consideraban una deshonra cortarse el cabello, por lo que lo dejaban crecer en grandes greñas abrillantadas con grasa animal. Su principal sustento era la crianza de camellos, especialmente los apreciados bishari, la mejor raza camélida de África.
Dongolawi: Los Dongolawi eran los nativos de la provincia de Dongola, descendientes de las antiguas tribus nubias de los reinos cristianos que surgieron tras la caída de Meroë. Progresivamente se mezclaron con los árabes y en la época de la revuelta del Madhi existen dos ramas diferenciadas: los Barabras, mayoritariamente nubios y los “árabes”, con un linaje eminentemente musulmán. Su territorio se extiende alrededor de Debbeh y la antigua Dongola, reducida a una pequeña población, y sus tierras se extienden hasta Omdurman. Hablan su propio dialecto nubio y muy pocos conocen el árabe.
Durante la Edad Media fueron el pueblo dominante en el valle medio del Nilo, hasta que fueron derrotados y conquistados por los sultanes Funj de Sennar. Con el debilitamiento de los Funj los Dongolawi incrementaron nuevamente su poder, y con la alianza de los mamelucos expulsados de Egipto fueron capaces de expulsar a los gobernantes Funj. Este evento terminaría provocando la invasión de Sudán por parte de Egipto en 1821.
Funj (Funj): Esta misteriosa tribu vivía a lo largo del Nilo Azul entre los siglos XVI y XIX. No se mezclaron con los árabes ni eran musulmanes y tenían su propio lenguaje. Su capital se encontraba en Sennar y constantemente luchaban contra los árabes por el control de la zona. Algunos registros sobre sus orígenes parecen indicar que emigraron al norte desde la región del Sudd a principios del siglo XVI tras una larga guerra con las tribus Shilluk. El pueblo Funj fue asimilado por la población árabe de Sudán a principios del siglo XIX. Eran una tribu rica y se atribuía su riqueza a las minas de oro de Fazughli cerca del territorio etíope. El rey/sultán de los Funj, que había adoptado nominalmente el Islam, nunca aparecía en público sin una tela colorida cubriendo su rostro. Sólo sus esposas podían verle el rostro. El rey Funj tenía autoridad absoluta y cuando pronunciaba una sentencia de muerte sobre alguien era inmediatamente apaleado hasta la muerte con garrotes.
Hadendowa: Se cree que el nombre de la tribu significa “Clan del León” o “Los hijos del León.” Los hadendowa eran un subgrupo tribal de los beja, y se encontraban situados alrededor de la ciudad de Adaraja en la ribera norte del río Atbara que fluye por Etiopía hasta desembocar en el Nilo. De esta tribu procedía el líder Derviche Osman Digna. Los feroces guerreros Hadendowa fueron los únicos nativos que consiguieron atravesar las filas cerradas de las formaciones británicas durante las guerras por el dominio de Sudán. La tribu fue la inspiración del poema “Fuzzy Wuzzy” de Rudyard Kipling y los egipcios temían a los Hadendowa por su tendencia a mutilar a sus enemigos. Se cree que su empeño por luchar contra egipcios y británicos bajo el liderazgo de Osman Digna no se debía tanto al fervor religioso sino a la necesidad económica. Sus tierras tribales se encontraban en las rutas de las caravanas de esclavos, y con el final de la esclavitud, los Hadendowa perdieron la mayor parte de sus medios de vida. Si los egipcios hubieran sustituido el comercio de esclavos por otras industrias en la región, los Hadendowa habrían tenido menos motivos para luchar contra ellos. El hecho de que resultaran perjudicados por la corrupción de los funcionarios egipcios también debió pesar a la hora de tomar la decisión de rebelarse.
Jaalin: Esta tribu del norte de Sudán se encontraba situada en las cercanías de la población de Metemmah, desde Jartum a Abu Hamad. Remontan su linaje a Abbas, tío del profeta Mahoma. Durante varios siglos fueron vasallos de los sultanes Funj de Sennar, pero actuaban de forma bastante independiente. En el momento de la invasión egipcia de 1820 eran la tribu árabe más poderosa del valle del Nilo. Al principio se sometieron a los invasores, pero en 1822 se rebelaron y masacraron a la guarnición egipcia de Shendi bajo el liderazgo de Mek Nimir, matando a Ismail, hijo del Jerife de Egipto. La revuelta fue aplastada y la tribu mantuvo un bajo perfil durante la ocupación
Durante el avance de las tropas del Mahdi en 1884, la tribu se unió a la rebelión islámica, dificultando la comunicación del general Charles Gordon con Egipto. Cuando recibieron noticia de que el ejército del general Kitchener se estaba acercando tras la batalla de Ferket en 1896, la tribu se rebeló y dejó de prestar su apoyo al movimiento Derviche. En represalia el califa Abdellahi envió a sus hombres a matar a tantos Jaalin como fuera posible y evitar que ayudaran a británicos y egipcios. El 1 de julio de 1897 un ejército de 10.000 guerreros baggara llegaba a Metemmah y la saqueaba tras una enconada resistencia masacrando a miles de hombres, mujeres y niños. Esta matanza provocó la deserción en masa de la tribu, que se unió sin condiciones al bando anglo-egipcio, y debilitó enormemente el apoyo al califa entre el resto de sudaneses.
Los Jaalin son fácilmente reconocibles por sus cicatrices faciales, habitualmente en forma de T o de H. Son un símbolo tribal y de belleza, siendo más frecuentes entre las mujeres que entre los hombres.
Shaigiya: Se trata de una tribu situada en la unión del Nilo Blanco y el Nilo Azul, por lo que constituían la tribu dominante en la zona de Jartum. La tribu era nómada, pero disponía de comunidades agrícolas en la ribera del Nilo. También eran un pueblo guerrero y disponían de un ejército de 10.000 guerreros y una caballería de 2.000 camellos. Entrenaban brutalmente a sus jóvenes y eran capaces de lanzar lanzas y jabalinas a lomos de caballos y camellos son sorprendente precisión.
Sus orígenes son desconocidos, pero alrededor de 1690 la tribu se separó del sultanato Funj, derrocando a su gobernador Abdelab, pero se vieron obligados a emigrar hacia el norte durante las décadas siguientes, realizando ataques contra otros pueblos, especialmente los Jaalin. La tribu quedó bajo el gobierno de dos Macs, que dominaban grandes extensiones de Nubia. Se resistieron a la invasión egipcia en 1820, pero fueron derrotados y expulsados al sur tras la batalla de Korti. El Mac Jaweesh y la mayoría de su pueblo trataron de aliarse con los Jaalin, pero fueron rechazados, por lo que acudieron a los egipcios y se aliaron con ellos para aplastar la revuelta Jaalin en 1822. Por sus servicios obtuvieron tierras entre Shendi y Jartum.
Cuando estalló la revuelta del Mahdi en 1884 todavía seguían aliados con los egipcios, pero finalmente tuvieron que someterse a los Derviches. Como varios Shaigiya continuaban al servicio de egipcios y británicos, la tribu fue condenada. Cuando los británicos invadieron Sudán en 1896 la tribu había quedado reducida a unos pocos cientos de familias.

LAS TRIBUS DEL SUR

Azande: También conocidos despectivamente como los Niam Niam, se extendieron en el sur de Sudán y en el Congo durante el siglo XVI. Eran una tribu agrícola y no criaban animales. Su religión era una forma de animismo y gran parte de la autoridad legal de la tribu estaba controlada por un oráculo.
Los Azande creían que cada persona tenía poderes mágicos que podían actuar al margen de los deseos del individuo. De esta forma podían afectar sin pretenderlo a un vecino o viajero. Todo lo malo que ocurría se atribuía a la magia, incluyendo si alguien se caía y hacía daño o moría de una enfermedad. El oráculo de la aldea utilizaba su magia para determinar quién era el responsable y el castigo que debía recibir, lo que proporcionaba un enorme poder, y era peligroso oponerse a él. Era posible –aunque en la práctica era una situación realmente excepcional- ser condenado a muerte si alguien era culpado de que un vecino hubiera sido muerto por el ataque de un animal salvaje.
Otro elemento inusual de la cultura Azande era su antigua tradición de matrimonio homosexual. Los guerreros solteros tomaban a un chico-esposo, normalmente de entre 12 y 20 años. Los guerreros adquirían el derecho a casarse con los chicos a cambio de lanzas u otros productos, como si se tratara de mujeres. Convivían con ellos durante años, y cuando alcanzaban la madurez les ayudaban a integrarse en la comunidad de los guerreros, tomando a su vez nuevos chicos-esposos. Fue una de las primeras prácticas que los misioneros europeos trataron de eliminar.
Bari: Situados en la zona de Gondokoro, cerca de la frontera de Uganda, los Bari eran un pueblo de campesinos y pastores que fueron expulsados del sur por la migración de las tribus Luo en el siglo XVII, asentándose en Sudán.
Los Bari sufrían las periódicas incursiones de los esclavistas y traficantes de marfil, pero desde 1840, y a raíz de las presiones británicas pudieron comerciar sin intimidación, pero este período pacífico terminó en 1854, cuando un comerciante otomano disparó contra una multitud en Gondokoro. Los Bari contraatacaron, causando numerosas pérdidas entre los comerciantes extranjeros, que fueron obligados a retirarse. La tribu adoptó una política defensiva y menos amistosa, sobre todo después de que los comerciantes recurrieran a métodos violentos. Algunos mercaderes incluso construyeron fuertes cerca de Gondokoro donde almacenaban marfil y esclavos. Según los diarios de los misioneros europeos hacia 1865 en Gondokoro podían encontrarse en cualquier momento unos 3.000 esclavos esperando el momento de ser transportados por el Nilo a los mercados de Jartum. Cuando el comercio de esclavos fue prohibido, las tierras de los Bari ya se encontraban devastadas. Durante la expedición de Samuel Baker para acabar con la esclavitud, esta tribu le atacó utilizando flechas envenenadas con bulbos y raíces de ciertas plantas. Este veneno causaba parálisis y ceguera si era arrojado contra los ojos de una persona.
Es habitual entre los Bari celebrar ceremonias de iniciación. A los chicos y chicas se les quitan los incisivos inferiores. Las mujeres también suelen tatuarse habitualmente en la zona del vientre, el costado, la espalda y la cara, con símbolos en forma de flechas o flores.
Dinka: La mayor tribu del sur de Sudán se encontraba extendida por los pantanos de Bahr-al-Ghazal hasta Kordofán y la zona del Alto Nilo. Tradicionalmente eran un pueblo de pastores que también se dedicaban a la agricultura. Históricamente carecían de estructura política y actuaban mediante clanes vecinos que se unían mediante matrimonios.
Al contrario que otras tribus sudanesas, los Dinka no eran animistas. Su sistema religioso incluía un supremo dios creado llamado Nhialic presente en todo y que controla el destino de todo. Bajo él se encontraba un dios del cielo, la lluvia y la fertilidad llamado Deng, y muchos varones recibían su nombre como signo de buena fortuna. En el panteón Dinka, también se encontraba la diosa Abuk, madre de Deng, y patrona de la agricultura y las mujeres, representada como una serpiente.
Además de su sistema de dioses, los Dinka también reverenciaban a sus ancestros, divididos entre los Yieth (espíritus de clan) y los Jak (espíritus independientes). Los Yieth protegían a los miembros de la tribu y los Jak vagaban libres y podían ser destructivos.
Los Dinka también reverenciaban los elementos del paisaje y los animales. Una práctica tradicional es que los hombres de la tribu establecieran un “parentesco espiritual” con esos objetos y prometieran no dañarlos. A los jóvenes Dinka también se les daba un “buey personal” para que lo cuidaran. Debían atenderlo y asegurarse de que estuviera bien alimentado y sano. El aspecto del buey era un reflejo de la personalidad de sus dueños. A largo plazo era una forma sutil de comprobar la responsabilidad, habilidad y compasión de los jóvenes.
El título de jefe tribal es hereditario entre los Dinka, y se lo consideraba descendiente de los dioses. Antiguas historias transmitidas oralmente reforzaban la herencia divina del jefe. En tiempos de sequía y hambruna hay historias en las que los jefes sacrifican a sus propios hijos para salvar a sus tribus.
Los jóvenes Dinka eran controlados mediante la creencia de que los ancianos podían maldecirlos. Reconocían la existencia de magia maligna y el mal de ojo llamado “Peeth” y “Wal,” que se consideraban ajenas a los Dinka.
Existe una costumbre de los Dinka que provoca muchas muertes por hambre en años difíciles. Existe una aversión cultural a almacenar comida más allá de la necesidad inmediata de la familia. Acumular comida o riquezas se considera entre los Dinka una actitud miserable y egoísta, por lo que los Dinka tienden a comerciar con la comida sobrante o sólo cultivan lo que necesitan.
Los Dinka mantuvieron contacto con los mercaderes árabes durante muchos años antes de que los europeos comenzaran su exploración del continente africano. Cuando los árabes comenzaron a capturar a los Dinka para venderlos como esclavos las tribus se volvieron hostiles hacia todos los extranjeros “pálidos.” Los jefes Dinka que vivían en los límites de las tierras ocupadas por los árabes consiguieron establecer algunas relaciones diplomáticas. Aunque no eran alianzas sólidas, vivían como vecinos amistosos.
Las tribus Dinka se resistieron a los esclavistas aunque eran superados por las armas de fuego. Cuando las fuerzas del Mahdi conquistaron Sudán los Dinka consideraron a los fanáticos musulmanes mucho más peligrosos que los esclavistas, y se enfrentaron a ellos.
Cuando británicos y egipcios derrotaron a los seguidores del Mahdi y formaron el Condominio Anglo-egipcio de Sudán la modernización de los Dinka fue detenida. Los británicos fomentaron una política para permitir que los “nobles salvajes” se desarrollaran por sí mismos. No hubo planes para construir escuelas u hospitales en el sur de Sudán y cualquier esfuerzo en ese sentido quedó en manos de los misioneros.
Korongo: Situados en el norte de las Montañas Nuba, los Korongo eran un pueblo de hábiles cazadores, y normalmente no estaban interesados en la guerra. Cuando estallaban conflictos con otras tribus vecinas, lo resolvían con duelos personales en los que el vencedor era el primero en derramar la sangre de su oponente. Para luchar utilizaban largos garrotes y escudos de piel de animal. Las mujeres eran alfareras muy hábiles, mientras que los hombres se metían en problemas continuamente robando ganado. Una de sus costumbres era robar ganado a sus vecinos árabes para formar un rebaño que los hiciera elegibles para el matrimonio.
Los brujos Korongo eran conocidos como Kunjur. Si había una sequía los campesinos llevaban a un brujo a una tumba excavada en la tierra y lo enterraban. Su sacrificio supuestamente provocaba el fin de la sequía.
Lotuka: Los Lotuka son un pueblo agricultor con su propio lenguaje. Las chicas solteras de la tribu llevaban sólo un cinturón de cuentas que cubría su zona púbica y una bandolera de piel de cabra que cubría su busto. Las leyes tribales prohibían a los hombres tocar las zonas cubiertas de las jóvenes solteras y tenían que pagar grandes multas aunque el roce fuera accidental. Las mujeres casadas llevaban faldas de piel de cabra.
Como otras muchas tribus de Sudán, tanto hombres como mujeres lucían cicatrices ceremoniales con significados específicos para cada grupo de edad, clan y el número de enemigos muertos. La mayoría de los hombres Lotuka llevan una cicatriz con forma de estrella en su mejilla.
Dentro de la tribu los Kobu son los magos tribales que predicen las lluvias y el comienzo de la estación de cultivo. Practican sus rituales en secreto pero se dice que utilizan piedras maphanga para proteger al resto de la tribu. Si alguien excepto el Kobu ve una de estas piedras (normalmente guardadas en recipientes ceremoniales) quedará ciego. Los Kobu también sacrificaban cabras negras, mezclaban cerveza con el contenido de sus intestinos y hacían una mezcla para restaurar el poder de las piedras maphanga. El otro deber de los Kobu era anunciar el mejor día para comenzar la estación de caza en diciembre o enero.
El dios de los Lotuka se llama Ajok. Según la leyenda una mujer Lotuka le pidió al dios que devolviera la vida a su hijo muerto, pero el marido no estaba de acuerdo y mató al hijo resucitado. Esto enfureció a Ajok y declaró que ningún Lotuka volvería a resucitar y los miembros de la tribu morirían para siempre.
Masakin: Situados en las Montañas Nuba del centro de Sudán este pueblo está dividido en dos grupos: los Masakin Qisar (Masakin bajos) y los Masakin Tiwal (Masakin altos). Normalmente no utilizan ropa y son muy desconfiados hacia los extranjeros.
Los jefes locales requieren que los extranjeros se presenten ante ellos a su llegada y les asignan uno de sus guerreros para que les acompañen, actúen como intérpretes y vigilen sus acciones. Los guerreros informan al jefe cuando los extranjeros abandonan la zona.
Los Masakin son guerreros y una de sus costumbres es que cuando los niños cumplen cinco o seis años son enviados a vivir a una aldea vecina. Afirman que de esta forma refuerzan los lazos familiares, pero también es una forma de intercambiar rehenes para mantener buenas relaciones. Aguardan a que los niños cumplan esta edad para asegurarse de que superan las enfermedades infantiles y reducir las acusaciones de asesinato.
Nuba/Nubios: Con el nombre de nubios se conocen más de veinte tribus y grupos étnicos muy antiguos con marcadas diferencias lingüísticas e incluso modos de vida dispares situados en las montañas de Nuba en Kordofán, un lugar bastante apartado, en el que se han refugiado pueblos muy diversos a lo largo de los siglos, marcando los límites entre el desierto y las tierras inundadas por el Nilo. Se llaman a sí mismos “el pueblo de las colinas” y sus poblados son permanentes, consistiendo en una serie de chozas familiares y el holua o casa común de los hombres solteros.
Entre los nubios se encuentran granjeros, pero también pastores. Una de sus características más destacadas es su pasión por la competición atlética, especialmente la lucha sin armas. Los jóvenes más fuertes de una comunidad compiten con los de otras aldeas para mejorar su posición social y la de su aldea. En algunas aldeas también hay competiciones con garrotes y lanzas. Su pasión por la excelencia física también se manifiesta a menudo en la vanidad de los jóvenes, que a menudo pasan horas pintando sus cuerpos con dibujos y decoraciones muy complejos, que reflejan su creencia en la importancia de la fuerza y la belleza.
Entre las tribus nubias hay cristianos, musulmanes y animistas. Los religiosos tienen gran influencia en el gobierno de la tribu, y a menudo, al margen de su religión, asumen un papel sobre el control de las lluvias, el mantenimiento de la paz y las ceremonias para asegurar buenas cosechas. Muchos también son guardianes de santuarios donde guardan objetos sagrados como “piedras de lluvia” y también practican exorcismos.
Núer: Estas tribus se encuentran en el sur de Sudán a lo largo de la frontera con Etiopía. Vivían en la proximidad de las tribus Dinka y a lo largo de los siglos habían atacado a sus vecinos para robarles el ganado. La posición de un hombre Núer en la tribu se mide por el número de reses que posee. Sin un rebaño grande un joven es incapaz de casarse o conseguir una posición importante. El ganado es tan importante en la vida de los Núer, que bautizan al ganado y comparten su nombre con sus animales favoritos.
Los Núer se mostraron muy hostiles hacia los esclavistas árabes y lucharon ferozmente contra ellos. Cuando los esclavistas llegaron con armas de fuego, el equilibrio de poder se volvió a su favor y a mediados del siglo XIX muchos Núer eran capturados y enviados a los mercados de esclavos de Oriente Medio.
Los europeos que entraron en contacto con los Núer se sorprendieron por su carencia de pudor. No utilizaban ropa, salvo algunas mujeres que utilizaban faldas de cuero.
En 1906 el explorador A. Henry Savage Landor viajó por Abisinia y entró en contacto con los Núer. En un artículo de la revista National Geographic afirmó que los Núer recubrían sus cuerpos con cenizas blancas o grises y se peinaban el pelo con arcilla roja. Los hombres se marcaban con cicatrices para mostrar el número de “amores” que habían tenido. Antes del matrimonio se mostraban muy tolerantes con la sexualidad, pero el adulterio se encontraba severamente castigado.
Su sistema de creencias no incluía un más allá, pero creían que los espíritus de sus ancestros podían actuar en su beneficio. Para honrar a estos espíritus e invocarlos a veces sacrificaban ganado que había pertenecido a los difuntos.
Los Núer carecen de lo que podría considerarse un dios, pero se refieren a un creador llamado Kwoth. Ese término es intercambiable con ancestro, padre y amigo, así que el creador normalmente acompaña la adoración a los ancestros.
No existe un liderazgo central pero cuando se necesitan solucionar diferencias entre individuos o tribus un grupo llamado los Jefes de Piel de Leopardo ofrecen su sabiduría y establece juicios formales. Normalmente los castigos consisten en un pago de ganado que reduce la riqueza y posición del culpable. Normalmente la posibilidad del castigo es suficiente para que la mayoría de las disputas sean solucionadas entre ambas partes sin recurrir a estos jueces.
Shilluk/Cholo: Estos pueblos están situados en torno a Fashoda, que fue rebautizada como Kodok después de que británicos y franceses casi terminaran declarándose la guerra por la posesión de esta zona infestada por la malaria. La ciudad de Fashoda consistía en un grupo de edificios de adobe en el Nilo Blanco habitados por los sacerdotes-reyes de los Shilluk.
Habitualmente los Shilluk son muy altos y no visten con nada más que un collar de cuentas. Se dedican a cuidar ganado, que constituye la base de sus intercambios. Un hombre Shilluk puede comprar una esposa a cambio de seis u ocho vacas. Estas transacciones son complejos acuerdos entre tribus con “garantías” si la esposa no resulta satisfactoria.
Hacia 1906 los misioneros europeos comenzaron a buscar conversos en la zona, tratando de convencer a los Shilluk de que comenzaran a vestir ropa y enseñarles a cultivar los campos.
La salud de la tribu se considera relacionada con la salud y aspecto de su Reth (rey). Si el Reth enferma o queda desfigurado por una enfermedad o batalla, será sacrificado y se elegirá un nuevo Reth. La causa para la sustitución de un Reth puede ser algo tan sencillo como la ruptura de un diente.
Gran parte de la sociedad Shilluk gira en torno a la cría de ganado. La riqueza de un hombre y de la tribu se mide por el número de cabezas de ganado que posee. Los jóvenes buscan esposa viajando acompañados de una vaca para mostrar lo bien que pueden cuidar de un animal.

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Re: [Escenario] Edad Victoriana: Sudán

#5

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Mar 2021, 14:27

NOMBRES DE SUDÁN
Aunque dentro de cada tribu de Sudán existen nombres tradicionales, es imposible recopilarlos todos en este artículo. Lo que sigue es una selección de nombres habituales en el siglo XIX.

Nombres tribales de las tribus árabes del norte de Sudán (varones)
Debido al predominio del Islam en el norte del país, la mayoría de los nombres de sus habitantes son musulmanes, aunque algunos apodos y títulos tienen un origen tribal sudanés.
Abd al-Azim
Abd al-Rahman Wad Nejumi
Abdul Rahman
Abdul Shakour
Abdullah Wad Ibrahim
Abu Anga
Afifi Wad Ahmad
Ahmad Sharif
Ahmad Wad Ali
Al Qurashi
Alí al-Bishtili
Ali bin Mohammed Helu
Atman Fakri
Babikr Ahmad
El Messellimiya
Hamed Ibn Hussein
Hassan Wad Saud en Nur
Ibrahim al-Khalil
Ibrahim Sabir
Ibrahim Wad Adlan
Idris Hamuda
Ishak el Abd
Ismail
Mahmud Ahmad
Mohammed al-Khayr
Mohammed esh-Sherif bin Hamid
Mohammed Farag
Mohammed Nur al Barudi
Mohammed Sharif
Mohammed Wad el Taka
Musa Hamuda
Musa Wad Helu
Nubar
Osman ad-Din
Sayed Abdel Kader
Sayed Mohammed Ibn Khaled
Sayid Abdullah
Sulayman Naiman wad Gamar
Tahir el Majzub
Tewfik
Wad Kabbashi
Wad Nejumi
Yagud wad Torshayn
Zeki Belal

Nombres tribales de las tribus árabes del norte de Sudán (mujeres)
Es difícil crear un listado de nombres de mujeres sudanesas, ya que muy pocos nombres aparecen en los registros históricos. Sin embargo, por lo general y al igual que ocurre con los varones, los nombres musulmanes pueden servir.
Adila
Aisha
Desta
Farida
Fatma
Hassanieh
Hasseena
Maryam
Samia
Zenoba

Nombres tribales de las tribus negras del sur de Sudán
Abu
Adau
Ageer
Aliem
Allor
Anga
Arob
Biong
Chol
Deng
Dengdit
Gai
Garang
Kiir
Koko
Kongor
Kulang
Kwol
Luol
Madut
Manute
Nhial
Nyuot
Pedak
Shatta
Thiik
Tongyiik
Wal
Wek

Muchas de las tribus del sur no tienen apellido. En su lugar se utiliza un sistema patronímico cuando un individuo intenta identificar su linaje: “Kwol, hijo de Arob, hijo de Biong, hijo de Allor.”
También existen ocasiones en las que una persona llega a una edad en la que adopta otro nombre. En la tribu Dinka existe la costumbre de que un joven adopta el nombre de su “buey personal” que decora con campanillas y trozos de cuero. El adolescente pasea orgulloso por la aldea mostrando su buey y demuestra su gracia para llamar la atención de las chicas.
Otros nombres pueden ser utilizados, como los apodos que describen una habilidad, rasgo o suceso, como Poderoso Cazador, Cara Chata, Cabeza Grande o Culo Estrecho.
Algunas tribus Dinka hacen que el padre renuncie a su nombre tras el nacimiento de su hijo. Si el hijo es llamado Adau, desde entonces el padre será conocido simplemente como el Padre de Adau.
En las tribus Nuer es tradición que los hijos pequeños sean conocidos como Neeya (hija de) o Gat (hijo de) seguido por el nombre del padre. Un nombre adulto masculino y frecuente entre los Nuer es Nhial.
Dentro de cada grupo tribal existen más variaciones a la hora de elegir nombres. Durante el siglo XIX ya ha habido suficientes intercambios entre tribus, así que no resulta inusual que en una tribu aparezcan nombres que en teoría son utilizados por otras.

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Re: [Escenario] Edad Victoriana: Sudán

#6

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Mar 2021, 14:29

Imagen GOBERNANTES DE SUDÁN
1825-1826 Osman Bey
1826 Maho Bey
1826-1839 Khurshid Pâshâ
1839-1844 Ahmad Pâshâ Abu Udn
1844-1846 Pâshâ Al-Minikli
1846-1850 Khalid Pâshâ
1850-1851 ‘Abd al-Latif Pâshâ
1851-1852 Rustam Pâshâ
1852-1853 Isma’il Pâshâ Abu Gebel
1853-1854 Salim Pâshâ
1854-1855 ‘Ali Pâshâ Sirri
1855-1857 ‘Ali Pâshâ Sharkas
1857-1859 Arakil Bey
1859-1862 Hassan Bey Salamah
1862-1863 Muhammad Bey Rasikh
1863-1865 Musa Pâshâ Hamdi
1865-1866 Ja’far Pâshâ Sadik
1866-1871 Ja’far Pâshâ Mazhar
1871-1873 Mumtaz Pâshâ
1873-1877 Isma ‘il Pâshâ Ayub
1877-1879 Gordon Pâshâ
1879-1882 Ra ‘uf Pâshâ
1882-1883 ‘Abd al-Kadar Pâshâ
1883-1884 ‘Ala ad-Din Pâshâ
1884-1885 Gordon Pâshâ
1885 Mahdi Mohammed Ahmad
1885-1898 Califa Abdallahi ibn Muhammad
1898-1899 Kitchener Pâshâ
1899-1916 Wingate Pâshâ

CRONOLOGÍA E HISTORIA DE SUDÁN
Hacia 2300 a.C.: Primeras menciones históricas de Nubia, conocida como Kush durante la época faraónica. Desde Asuán, justo por encima de la primera catarata del Nilo y el límite de Egipto en la época, los egipcios importan oro, incienso, ébano, marfil y animales exóticos de África. El comercio incrementa la riqueza y estabilidad de ambos países. Durante la dinastía VI de Egipto, Nubia se encuentra dividida en una serie de pequeños reinos.
2050 – 1950 a.C.: Bajo el reinado del faraón Mentuhotep II de la dinastía XII, Egipto comienza la conquista de Kush. Bajo el reinado de su sucesor Sesostris I la conquista se da por concluida y los egipcios llegan hasta la tercera catarata del Nilo.
1780 – 1580 a.C.: Aprovechando la invasión de los hicsos en Egipto, los nubios se rebelan, destruyendo los fuertes egipcios y liberan su país. En la ciudad de Kerma, al sur de la tercera catarata del Nilo, surge una poderosa dinastía local.
1570 – 1345 a.C.: Durante la dinastía XVIII los faraones de Egipto realizan incursiones en el territorio de Kush y vuelven a conquistarlo. El Imperio Egipcio alcanza su mayor expansión durante el reinado del faraón Tutmosis III, cuando los egipcios alcanzan la cuarta catarata del Nilo.
Hacia 1460 a.C.: Durante el reinado de Tutmosis III los egipcios fundan la ciudad de Napata como centro administrativo.
Hacia 1170 a.C.: Durante el reinado de Ramsés III los egipcios pierden el control sobre Kush tras sucesivas conspiraciones y rebeliones. Los kushitas sitúan su capital en Napata y su reino se desarrolla de forma autónoma, aunque habiendo absorbido gran parte de la cultura y tradiciones egipcias.
Hacia 950 a.C.: Durante el reinado de Sheshonk I, un faraón de origen libio, numerosos sacerdotes egipcios se exilian a Kush, donde sus sucesores fundan un reino teocrático con capital en Napata.
Siglo VIII a.C.: Un príncipe de origen abisinio crea una nueva dinastía en Kush.
751 – 663 a.C.: Los abisinios atraviesan Kush (donde han creado una dinastía), invaden Egipto y ocupan la capital Tebas, creando la dinastía XXV formada por los faraones Pyankhi, Shabaka, Shabatak, Taharka y Tanutamón. Los asirios llegan hasta Tebas en el 671, pero son rechazados por los faraones nubios. Una nueva invasión asiria en el año 663 a.C. consigue conquistar Egipto y acabar con la dinastía.
Hacia 750 a.C.: Fundación de Meroë.
593 a.C.: El faraón Psamético II saquea la ciudad de Napata. La capital del reino de Kush es trasladada a Meroë.
552 a.C.: El rey Cambises de Persia dirige su ejército hacia Kush tras conquistar Egipto. Mientras avanza hacia Napata y Meroë a lo largo del desierto muchos de sus soldados mueren y los supervivientes tienen que retirarse a Egipto.
Hacia 450 a.C.: El historiador Herodoto escribe sobre Nubia en su “Historia.” Afirma que durante este período Egipto disponía de numerosas fortalezas en el Alto Nilo (Sudán) para proteger sus intereses y rutas comerciales. Según los cálculos de Herodoto, en estas fortalezas vivía un total de 240.000 egipcios. La única ciudad del Alto Nilo que menciona es Meroë, en la que dice que la adoración a Zeus y Dionisos se encontraba muy extendida. En la ciudad también se encontraba un oráculo dedicado a Zeus que tomaba decisiones militares.
270 a.C.: El rey Ergamenes de Meroë conquista la ciudad de Napata, acabando con sus rivales entre la aristocracia de la ciudad
220 a.C.: Durante el reinado de Arnekhamani se construye el templo de al-Musawwarat as-sufra. El reino de Meroë ocupa la Baja Nubia.
30 a.C.: Egipto se convierte en provincia romana, junto con sus posesiones en Nubia. Durante la ocupación romana, Nubia se convierte en la frontera meridional del Imperio Romano. Se producen incursiones ocasionales de las tribus nubias del sur.
29 a.C.: 29 a.C.- El prefecto romano de Egipto, Cayo Cornelio Galo, recibe enviados del rey Amanikhabale de Meroe.
24 a.C.: El general romano Publio Petronio saquea las ciudades de Napata y Meroë, tras rechazar las incursiones nubias en Egipto, sin embargo no consigue consolidar su dominio sobre Nubia.
20 a.C.: La reina Candaces o Amaniremas de Meroë firma la paz con César Augusto. Se establece la frontera entre Egipto y Nubia, que queda libre de tributo a cambio de no atacar el territorio romano.
60 d.C.: El emperador Nerón organiza expediciones militares en la región del Alto Nilo.
197: El general romano Pescennio Niger pide al rey de los blemios de Tebas que le ayude en la guerra contra el emperador Septimio Severo.
Hacia 200: Comienzan a entrar en el valle del Nilo pueblos tribales del sur, que cambian radicalmente la cultura de Nubia. Se dejan de construir pirámides y surgen entierros en túmulos.
250: El emperador Decio derrota con gran esfuerzo una invasión de los blemios.
253: Los blemios atacan de nuevo el Bajo Egipto, siendo nuevamente derrotados.
273: El prefecto romano Firmo y la reina Zenobia de Palmira se rebelan contra el emperador romano con la alianza de los blemios, que ocupan Tebas.
280: El ejército blemio es derrotado y expulsado de Egipto.
298: El emperador Diocleciano intenta pacificar Nubia convirtiendo el reino de Meroë en foederati del Imperio. Se intensifican los vínculos comerciales con Nubia, creándose incluso unidades militares romanas con mercenarios nubios. Un general romano llega hasta la zona del actual Jartum, luchando con las tribus blemias. Sin embargo, hacia el año 298 los romanos abandonan la zona fronteriza con Nubia, retirándose hasta Philae y aceptando pagar un tributo en oro anual a las tribus.
Hacia 300: El reino de Meroë entra en guerra con el reino de Axum, en Abisinia (Aethiopia en griego).
350: El reino de Meroë es invadido y destruido por el rey Ezana de Axum. Nubia queda dividida en los siglos siguientes entre varios reinos como Nobatia, Makuria y Alodia.
Hacia 400: Comienza la construcción de Pajoras (Faras), que se convierte en capital del reino de Nobatia. Durante la misma época se construye la fortaleza de Dongola, que se convertirá en la capital del reino de Makuria.
451: Ante la devastación e inestabilidad del sur de Egipto, el emperador Marciano de Constantinopla debe firmar un tratado desfavorable con el rey de Nobatia.
524: El Imperio bizantino proporciona ayuda al reino de Axum en la invasión de Yemen con mercenarios de las tribus nubias de Blemios y Nobatae.
535: El emperador Justiniano de Bizancio ordena el cierre del templo de Isis en Philae, donde se construye la primera iglesia cristiana de Nubia. Los bizantinos fomentan la expansión del cristianismo para asegurar la frontera con Nubia. Sin embargo, la cristianización no es completamente pacífica. Varios templos “paganos” son profanados y destruidos.
Hacia 540: Durante el reinado del rey Silko de Nobatia, las tribus blemias son rechazadas hacia los territorios del este.
543 – 545: El misionero bizantino Julián predica en Nubia, extendiendo el cristianismo. Nobatia se convierte al cristianismo monofisita de Alejandría.
Hacia 550: Se crea un reino en torno a la ciudad de Soba, origen de Alodia, cerca de la actual Jartum.
567: El rey de Makuria se convierte al cristianismo bizantino de Constantinopla.
580: El rey de Alodia se convierte al cristianismo monofisita tras escuchar la prédica del monje Longinos, obispo de Nobatia.
590: Primeros registros sobre el reino de Makuria (Maqurrah o Mukurrah en las fuentes árabes). Algunos historiadores lo consideran parte de Nobatia.
641: Egipto es conquistado por los musulmanes. Los tres reinos nubios quedan aislados del resto del mundo, extendiéndose el cristianismo monofisita y la cultura copta.
651: El gobernador musulmán de Egipto emprende una campaña militar hacia el sur, que llega hasta Dongola. Los ejércitos musulmanes se encuentran con una gran resistencia y poca riqueza. Se firma un tratado de paz entre los árabes y el rey Qalidurut de Makuria, que debe pagar tributo, y que se mantiene durante los siglos siguientes. Se establecen mercaderes árabes que terminan controlando la economía local.
652: Tras los ataques musulmanes de Egipto, en las décadas siguientes los reinos de Nobatia y Makuria se unen en un solo reino, con capital en Dongola, aunque no es seguro si la unión se produce mediante vínculos matrimoniales entre las dos monarquías o por medio de la conquista. En dos batallas consiguen derrotar a los árabes, firmando un tratado de paz llamado baqt, en el que ambas partes aceptan intercambiar un tributo anual, los nubios en esclavos y los egipcios en grano y productos manufacturados.
Hacia 690: Durante el reinado del rey Zacarías de Makuria-Nobatia se reconstruye la catedral de Dongola, destruida por los musulmanes décadas antes.
719: La Iglesia de Makuria transfiere su lealtad de la Iglesia ortodoxa bizantina a la Iglesia copta egipcia.
725: El rey Ciríaco I de Makuria interviene militarmente en Egipto en apoyo del Patriarca copto de Alejandría, que ha sido encarcelado. Finalmente egipcios y nubios llegan a un acuerdo y el Patriarca es liberado.
750 – 900.: Los mercaderes chinos viajan regularmente al puerto de Suakin. Intercambian seda y cerámica a cambio de marfil, aletas de tiburón y otros productos exóticos. Los chinos establecen enclaves comerciales en muchos lugares costeros de África oriental. El reino de Makuria vive su edad dorada durante cuatro siglos.
822 – 836: Estalla una guerra intermitente entre Egipto y Makuria.
831: Los árabes de Egipto se extienden hacia el este del Nilo para extraer oro de las montañas de Nubia. La tribu Beja realiza incursiones contra los musulmanes, hasta que finalmente acuerdan un tratado con Egipto. El tratado es renovado en el año 856, tras el estallido de nuevos enfrentamientos.
836: Viaje del príncipe Jorge de Makuria (futuro Jorge I) a Bagdad para negociar el pago del tributo anual de su país con el califa Mutasim y la firma de la paz entre árabes y nubios.
849: El sultán de Egipto inicia una expedición de castigo contra la tribu Beja en represalia por sus incursiones.
Hacia 900: Surge un nuevo reino cristiano al sur de Nubia, Dotawo, con su capital en Daw (actual Djabel-Adda), aunque algunos historiadores lo consideran una colonia o estado vasallo de Makuria. Otros consideran que Makuria en realidad es una federación de trece reinos.
956: Estalla una nueva guerra entre Egipto y Makuria. Los nubios aprovechan la convulsa situación política de los egipcios para atacar Asuán y durante un tiempo controlan el territorio del Alto Egipto.
969: El reino de Alodia es anexionado por Makuria.
975: Tras conquistar Egipto, los fatimíes envían a Ibn Sulaym al-Aswani al rey Jorge II de Makuria, para renovar el tratado baqt e invitándole a convertirse al Islam.
1169: Durante el declive de la dinastía fatimí en Egipto el rey Jorge IV de Makuria intenta apoderarse de la Baja Nubia.
1171: Los nubios invaden Egipto, en apoyo de sus aliados fatimíes, que han perdido el gobierno del país a manos del sultán Saladino y los ayyubíes.
1173: El general ayyubí Shams al-Dawba, al servicio de su hermano, el sultán Saladino, ataca los reinos cristianos de Nubia, ocupando el territorio de la antigua Nobatia. Las relaciones entre musulmanes y cristianos empeoran.
1174: Aprovechando la invasión egipcia, el reino de Alodia recupera su independencia.
Hacia 1200: La Iglesia y la administración del reino de Makuria abandonan progresivamente los idiomas griego y copto a favor del antiguo nubio. Durante toda esta época toda la literatura del reino es traducida al nubio. También se fortalecen las relaciones con Alodia mediante matrimonios entre las dos dinastías gobernantes.
-El reino de Makuria comienza su declive, debido tanto al enfrentamiento político con Egipto, como a los ataques de las tribus de beduinos del desierto. Las ciudades son amuralladas, se construyen nuevas fortalezas. El tratado del baqt es ignorado.
1267: Los mamelucos ocupan el puerto de Suakin, en el Mar Rojo.
1272: El rey David I de Makuria intenta ocupar el puerto egipcio de Aydhah, en el Mar Rojo. Es derrotado por el sultán mameluco Baybars.
1274: Los mamelucos de Egipto conquistan el reino de Makuria y ocupan la capital, Dongola, derrocando al rey David I y situando a su primo Shekanda en el trono. La población del reino es obligada a pagar elevados tributos o a la conversión forzosa al Islam. Varios territorios del reino se rebelan contra el dominio mameluco, separándose en el proceso.
1275: Los mamelucos intentan invadir el reino de Alodia, pero son rechazados por el rey Ador.
1286: Shamamun, otro miembro de la familia real de Makuria, derroca al rey Shekanda y ocupa el trono, expulsando a los mamelucos.
1290: Como resultado de un tratado comercial entre Génova y los mamelucos de Egipto, algunos mercaderes genoveses se instalan en Dongola.
1312: Los mamelucos de Egipto invaden nuevamente Makuria.
1315: La llegada de nómadas del desierto desde el oeste provoca la pérdida de las regiones de Kordofán y Darfur por parte del reino de Makuria, que queda muy debilitado.
1316: Los mamelucos egipcios consiguen sentar en el trono de Makuria a un rey títere que se convierte al Islam con el nombre de Saif al-Din Abdalá Barshambu.
1317: La catedral de Dongola, capital de Makuria, es convertida en una mezquita. Estalla una guerra civil en el país entre cristianos y musulmanes.
1323: El rey Kerembes ocupa el trono de Makuria, expulsando a los títeres mamelucos. Es el último rey nubio nativo. En este mismo año los mamelucos lo derrocan.
Hacia 1350: El gobierno mameluco sobre Makuria continúa durante un tiempo. El reino se desintegra lentamente, con varias zonas gobernadas por jefes independientes. La antigua capital de Dongola permanece habitada hasta el siglo XIX, cuando la población emigra 80 km al norte y refunda la ciudad.
1365: Los mamelucos saquean Dongola. Los reyes nativos de Makuria huyen a Dotawo, que se convierte en el último foco de resistencia. Durante la dominación de Egipto el idioma árabe y la religión musulmana se extienden progresivamente en Nubia.
1397: Tras una sucesión de reyes débiles y títeres de los mamelucos egipcios, el reino de Makuria desaparece y es anexionado por Egipto. En la zona surgen una serie de pequeños reinos a menudo enfrentados entre sí.
Hacia 1400: Presionadas por los Shilluk, varias tribus Funj del Nilo Azul se unen mediante una dinastía árabe y emigran hacia el norte.
1480: Abdalá Jamma conquista el reino de Alodia y consigue unificar temporalmente Nubia, creando brevemente el “Imperio de Abdalá.” Algunos historiadores creen que este gobernante no llegó a existir y que se trata simplemente de un cambio de poder en el reino de Alodia.
1484: El rey Joel de Dotawo es el último rey cristiano conocido de Nubia. Aunque el cristianismo no desaparece del país, comienza un declive paulatino a medida que los gobernantes musulmanes extienden el Islam entre sus vasallos.
1504: Los Funj derrotan a Abdalá y conquistan su breve imperio. Los nubios son expulsados hacia el norte con la creación del reino Funj. Durante esta época el nombre de Nubia es sustituido progresivamente por Bilad es-Sudan o “Tierra de los negros.”
1517: Los turcos otomanos invaden Sudán desde el puerto de Massawa (Port Sudan) en el Mar Rojo. El objetivo de la expedición es establecer bases permanentes para explotar el comercio de marfil y esclavos. Se crean varias fortalezas turcas para consolidar las posiciones conquistadas, aunque su consolidación es nominal y a menudo vinculada a puestos comerciales, ejerciendo poca autoridad en el interior. El dominio turco llega de forma efectiva hasta la tercera catarata del Nilo.
1523: Amara Dungas, rey de los Funj, se convierte nominalmente al Islam y crea el sultanato de Sennar, “el sultanato azul”, debido a su situación en el Nilo Azul, o también el “sultanato negro”, ya que no está gobernado por árabes y que se convierte en el principal poder en el territorio de Sudán, compitiendo con el reino de Etiopía y el Imperio Otomano por la influencia en la zona.
Hacia 1550: Supuesta migración de Nyikang, el primer rey shilluk, con sus seguidores, asentándose en Bahr el-Ghazal.
1596: El árabe Suleimán Solón ocupa el reino caravanero de Dar-Fur, reemplaza a la dinastía Tunsan e islamiza a la población. Sus descendientes continúan extendiendo las fronteras del reino en el siglo XVII.
1606 – 1612: Tras encabezar una revuelta contra los sultanes de Sennar, Ajib el Grande se apodera del sultanato. El sultán Adlán I consigue derrotar a Ajib, pero se ve obligado a cederle la provincia de Dongola, que se convierte en una región autónoma.
1616: Comienza el período de los grandes reyes de Sennar con el reinado de Rabat I. Los sultanes Funj establecen relaciones comerciales con otros países musulmanes, reconstruyendo Sennar y convirtiéndola en una gran ciudad cosmopolita, enviando caravanas para atraer a los comerciantes extranjeros. Sin embargo, el contacto con el exterior comienza a perjudicar la cultura Funj, como la sucesión dinástica matrilineal del sultán y la aristocracia o la reducción del poder del sultán sobre el comercio exterior.
1618 – 1619: Estalla la guerra entre el sultanato de Sennar y el reino de Etiopía por el territorio de Fazughli, rico en oro. La invasión etíope es rechazada.
1630: Los Shilluk se alían con el sultanato de Darfur y el reino de Takali contra el sultanato de Sennar. El sultán Rubat I de Sennar consigue someter al rey de Takali y vence en la guerra. Takali se convierte en un vasallo de Sennar.
1635: Abd-al-Karim une a varios grupos tribales y se escinde del sultanato de Darfur, creando el reino de Wadai.
1642: El sultán Badi II de Sennar crea un ejército de soldados esclavos para fortalecer su autoridad y romper su dependencia de sus nobles vasallos. Esta estrategia provoca el descontento de la aristocracia guerrera de los Funj.
1682: Durante el reinado del sultán Ahmad Bakr se produce una consolidación del Islam en Darfur. El sultán trae maestros musulmanes extranjeros, construye mezquitas y emite varias leyes que favorecen la implantación de la religión sobre sus vasallos.
1684: Una sequía arrasa las cosechas de los shilluk, que durante los años siguientes saquean las poblaciones ribereñas del Nilo.
Hacia 1690: La tribu Shaiqiya se rebela y separa del sultanato de Sennar.
1690: El rey Tugo de los Shilluk establece la capital de su reino en Fashoda.
1698: El científico francés Charles Jacques Poncet viaja por el Nilo Azul y atraviesa Sennar, dirigiéndose hacia Etiopía.
Hacia 1700: Los estados de Sudán sufren un declive político y económico. Se debilita la autoridad de los gobernantes y los incursores nómadas invaden los territorios estables. La presencia de piratas en el Mar Rojo resiente el comercio internacional.
1719: Los nobles Funj se rebelan contra el sultán de Sennar y sitúan a uno de los suyos en el trono. La sucesión matrilineal del sultanato de Sennar es abandonada.
1722: A la muerte del sultán Bukr de Darfur, estalla una guerra civil entre sus descendientes. La guerra continúa hasta 1786, debilitando el sultanato en el proceso.
1744: El sultanato de Sennar es atacado por los abisinios.
Hacia 1750: Estalla la guerra entre los sultanatos de Sennar y Darfur por la región de Kordofán, situada entre ambos reinos. Los Musabba’at, una rama derrotada y exiliada de la familia de los sultanes de Darfur, se asienta en Kordofán.
1762: El sultán Badi III de Sennar es derrocado por un golpe de estado encabezado por Abu Likayik de Hamaj, que sitúa al sultán Nasir como títere, y gobierna como regente hasta 1769. Comienza un conflicto por el poder entre los sultanes de Sennar y la dinastía de regentes de la región de Hamaj.
Hacia 1770: En 1768 James Bruce, un comerciante y erudito escocés, viajó por el norte de África y llegó a la ciudad de Gondar en el extremo norte del lago Tana a finales de 1770. Entonces siguió el curso del río desde el lago Tana para determinar si desembocaba en el Nilo. Cuando llegó a la localización donde actualmente se encuentra Jartum, sus notas indican que allí se encontraba una pequeña población llamada Halfaya, al sur de la ciudad actual. Aunque se enfrentó a muchas dificultades mientras seguía el curso del Nilo Azul, finalmente llegó a Asuán a finales de noviembre de 1772. Bruce finalmente regresó a Londres en 1774. Sus diarios son uno de los documentos más antiguos sobre los pueblos y el país de Sudán. Gran parte de lo que escribió no fue creído hasta mediados del siglo XIX, cuando otros exploradores tuvieron la oportunidad de visitar los mismos lugares y confirmar sus anotaciones.
1776: Muerte del regente Abu Likayik de Hamaj. Estalla la guerra entre sus sucesores y los partidarios de los sultanes de Sennar.
1785: El sultán de Darfur se extiende hacia el este, conquistando territorios del sultanato de Sennar.
1787: El regente Rajab wad Mohammed de Hamaj es derrotado en la batalla de Taras por el sultán Adlan II de Sennar, aunque a su muerte los regentes de Hamaj consiguen recuperar su influencia en el sultanato.
1790: El sultán Abderramán el Justo de Darfur traslada su capital a Al Fashir. Se producen disturbios en el sultanato debido al enfrentamiento entre los esclavos domésticos del sultán con la aristocracia tradicional de los Fur.
1798: El sultán Badi VI es depuesto por el regente de Hamaj, Idris wad Abu Likayik.
1799: El sultán Abderramán de Darfur escribe a Napoleón Bonaparte para felicitarle por su victoria sobre los mamelucos de Egipto. Napoleón le hace petición de 2.000 esclavos.
Hacia 1800: Desde finales del siglo XVIII, en un intento de fortalecer su poder frente a los regentes, los sultanes de Sennar establecen lazos con el Imperio Otomano, poniendo los cimientos de la futura conquista egipcia.
1805: El sultán Badi VII ocupa el trono de Sennar y consigue acabar con la influencia de los regentes de Hamaj.
1811: Tras preparar un golpe de estado el 1 de marzo, en el que son asesinados la mayoría de los beys mamelucos de Egipto, Mohammed Alí toma el control del país. Los mamelucos supervivientes huyen a Sudán, donde se refugian en Dongola, creando un estado esclavista con el apoyo de la población local, separándose del sultanato de Sennar.
1821: El sultán Badi VII de Sennar informa al Jerife Mohammed Alí de Egipto que no puede expulsar a los mamelucos, que han establecido su propio estado en Dongola. Esta respuesta es utilizada como excusa por el Jerife de Egipto, que envía un ejército a Sudán dirigido por su hijo Ismail. Tras derrotar a los pueblos sudaneses y el sultanato de Sennar, el gobierno egipcio se anexiona las provincias de Dongola, Kordofán y Sennar. A cambio de su sometimiento, al sultán Badi VII se le permite continuar gobernando como vasallo de Egipto. Sin embargo, los sudaneses eran tan feroces que fue imposible establecer un gobierno formal, así que los burócratas del jerife se limitaron a recoger tributos como una forma de impuestos. El jerife esperaba que tomando el control del comercio de marfil y esclavos de la zona sería capaz de mejorar la economía egipcia. Durante la campaña egipcia en Sudán murieron casi 50.000 sudaneses. También generó durante mucho tiempo una mentalidad de odio absoluto y rechazo a todo lo relacionado con los turcos y los egipcios.
-El rey Omar II de Takali, vasallo de Sennar, consigue rechazar los ataques de Egipto. Alcanza un acuerdo por el que mantiene su autonomía a cambio de transferir su tributo anual a los egipcios.
1822: Estalla una revuelta en Sudán, dirigida por Mek Nimir, líder de la tribu Jaalin. Los sudaneses masacran la guarnición egipcia de Shenin, entre la que se encuentra Ismail, hijo del Jerife de Egipto. La rebelión es aplastada por los egipcios ese mismo año.
1823: Jartum se convierte en principal centro administrativo del gobierno egipcio en Sudán.
-Fredéric Caillaud visita las ruinas de Meroë.
1830: Giuseppe Ferlini saquea las ruinas de Meroë, destruyendo varias pirámides.
1838: Aprovechando las disputas dinásticas de Wadai, el sultán de Darfur sitúa a Mohammed Sharif en el trono. Sin embargo, el nuevo sultán de Wadai no acepta la tutela de Darfur y ejerce su propia autoridad, emprendiendo una serie de campañas militares para extender su territorio.
1839-1842: El almirante Salim Qabudan de Egipto obtiene varias victorias sobre las tribus sudanesas, remontando el Nilo Blanco y llegando a la moderna Juba.
1843: El Jerife Mohammed Alí de Egipto cede su monopolio sobre el comercio de esclavos en Sudán y comienza a vender licencias a comerciantes privados.
1851: Presionado por las potencias europeas, el gobierno de Egipto abre el territorio de Sudán a los comerciantes y misioneros extranjeros. Los comerciantes a menudo recurren a la fuerza para apoderarse de marfil y otras materias primas.
1854: Termina la participación del gobierno de Egipto en el comercio de esclavos, que queda en manos privadas.
Hacia 1860: La ciudad de Jartum se ha convertido en el principal centro del comercio de marfil y esclavos de Sudán. Egipto dispone de más de 15.000 soldados en el país para mantener el orden y recoger tributos. A veces los soldados egipcios atacan las aldeas sudanesas para recoger tributo en forma de alimentos y ganado.
Hacia 1865: Tras el final de la Guerra de Secesión de Estados Unidos, muchos veteranos estadounidenses acuden a Sudán en busca de fortuna y aventura. Muchos ocupan puestos como navegantes en el Nilo, mecánicos e ingenieros y otros trabajan para el ejército egipcio como oficiales e instructores.
-El reino shilluk es sometido y anexionado a Sudán.
Hacia 1870: En las provincias de Bahr-el-Ghazal, Darfur y Kordofán se encuentran aproximadamente 5.000 mercaderes de marfil y esclavos. Cada uno de ellos dispone de sus propias fuerzas de seguridad y utiliza técnicas brutales o la diplomacia y el soborno con los líderes tribales para procurarse esclavos. El más infame esclavista de Sudán fue Al-Zubayr Rahma Mansur. Nacido en la tribu Jaalin en el norte de Sudán, Al-Zubayr comenzó su negocio en 1856 y hacia 1873 había conseguido establecer una red de treinta fuertes comerciales llamados “zeribas” en los que miles de hombres trabajaban para él. En 1873 el Jerife de Egipto concedió a Al-Zubayr el título de Pachá y el gobierno de la provincia de Bahr-al-Ghazal. El general británico Charles Gordon consiguió que Al-Zubayr fuera llamado a El Cairo en 1878, donde fue arrestado y no se le permitió regresar a Sudán. A continuación los soldados de Gordon atacaron a los esclavistas para detener el tráfico de esclavos e incluso ejecutaron al hijo de Al-Zubayr, que había ocupado el puesto de su padre en su ausencia.
1870: Samuel Baker recibe el encargo del Jerife de Egipto para dirigir una fuerza de tropas egipcias a Sudán para acabar con el comercio de esclavos. Como muchos de los esclavistas eran egipcios, se considera que el Jerife tomó esta decisión en un intento de ganarse el favor de sus aliados europeos. Egipto se encontraba endeudado con varios países europeos y de esta forma el Jerife esperaba que una parte de sus deudas le fueran condonadas, pero esta maniobra fue bloqueada por Francia y Rusia.
1873: Se completa la construcción de una línea de telégrafo entre Jartum y El Cairo.
1874: Conquista egipcia de Darfur y el sur de Sudán. El esclavista al-Zubayr Rahma Mansur es nombrado gobernador de la provincia de Bahr al Ghazal por los egipcios y derrota al sultán Ibrahim, que muere durante la conquista. Su sucesor Hassan Allah y el resto de la familia real de Darfur son capturados y trasladados a El Cairo.
1877: El coronel Charles Gordon es nombrado gobernador general de Sudán. Su primer acto es suprimir las revueltas en las provincias de Darfur y Bahr-al-Ghazal y anexionarlas en nombre del Jerife de Egipto. Darfur nunca había reconocido la autoridad de los egipcios y los tributos tenían que ser recogidos por expediciones armadas.
-El 4 de agosto Gran Bretaña y Egipto firman un acuerdo que prohíbe el comercio de esclavos, que terminó formalmente a finales de 1884 y en las provincias anexionadas de Sudán a finales de 1889.
1878: Las fuerzas del coronel Gordon en Sudán comienzan a detener caravanas de esclavos, bajo la autoridad de Egipto, hasta 63 en un año. Uno de los oficiales militares al servicio de Gordon era un italiano llamado Romolo Gessi, que era veterano de la Guerra de Crimea. Gordon envió a Gessi con una gran fuerza militar a bordo del barco Bordein a la provincia de Bahr-al-Ghazal. Su misión era aplastar una insurrección dirigida por Suleimán, hijo del esclavista Al-Zubayr Rahma Mansur. El joven Suleimán y sus jeques aliados fueron ejecutados y más de 10.000 esclavos fueron liberados. Gordon dirigió personalmente una nueva fuerza para acabar con las bolsas aisladas de resistencia.
1880: Romolo Gessi regresa a El Cairo desde la provincia de Bahr-el-Ghazal. En el viaje de regreso su barco queda bloqueado durante tres meses en el Sudd. La mayor parte de los 400 hombres que viajan a bordo mueren de hambre y los supervivientes recurren al canibalismo para sobrevivir mientras esperan ser rescatados.
-Charles Gordon presenta su renuncia como gobernador general de Sudán. Sus sucesores no continúan su política, permitiendo el tráfico clandestino de esclavos e imponiendo tributos de forma arbitraria.
1881: El 12 de agosto las autoridades egipcias envían a 120 soldados y 6 oficiales a bordo del vapor Ismailia para arrestar al problemático Mohammed Ahmad, autoproclamado Mahdi, y sus seguidores. Se dirigen hacia la isla de Abba, donde el Mahdi se ha instalado desde hace años después de considerar a su maestro sufí de ser demasiado liberal por haber permitido música y baile en la fiesta de circuncisión de su hijo. Los harapientos fundamentalistas del Mahdi consiguen derrotar a los soldados egipcios con palos, piedras y lanzas. Unos pocos egipcios consiguen escapar a través de aguas infestadas de cocodrilos de regreso al vapor Ismailia.
-Un grupo mayor de soldados egipcios es enviado para detener al Mahdi, pero los derviches musulmanes los emboscan y consiguen matarlos a casi todos. Con cada batalla, las fuerzas del Mahdi también se apoderan de rifles y munición. Cuando un tercer grupo de soldados egipcios es enviado, algunos espías también son capturados y brutalmente ejecutados cortándoles brazos y piernas, para mostrar a los soldados egipcios que los seguidores del Mahdi no se encontraban bajo la protección de Alá. Sin embargo, la demostración tiene el efecto contrario, pues los espías del Mahdi mueren con valentía y desafío frente a sus verdugos. La moral es tan baja, que cuando este tercer grupo se enfrenta a las fuerzas del Mahdi, los soldados egipcios se asustan y casi son masacrados en su totalidad.
-Mohammed se hace conocer públicamente como el Mahdi, declarándose “El salvador esperado” y comienza a predicar y atraer seguidores por todo Sudán. En la religión musulmana el Mahdi anuncia el Yaum al-Qiyamah (Día de la Resurrección). Esta figura no es aceptada de la misma manera por todos los musulmanes, y ha sido causa de cismas, desacuerdos doctrinales y en ocasiones violencia religiosa.
1882: Ante muchos sudaneses el Mahdi comienza a parecer invencible y tribus enteras comienzan a unirse a él. Su poder militar se incrementa con la incorporación de los feroces guerreros Baggara de la tribu Abdullahi. Durante esta época esta tribu se encuentra en Jebel Gedir en las montañas nubias de la provincia de Kordofán, y las operaciones militares del gobierno egipcio se hacen cada vez más difíciles. El Mahdi nombra cuatro califas (sucesores) para que le ayuden en la administración y a organizar a sus seguidores en una fuerza coherente.
-Cuando resulta evidente que los derviches del Mahdi se están apoderando de Sudán, los ciudadanos de Jartum y las grandes poblaciones comienzan a acumular armas. En los bazares un rifle Remington se cambia por dos jóvenes esclavas.
-Las fuerzas consolidadas del Mahdi se dirigen hacia la ciudad de El Obeid, un centro de comercio y administración egipcio. Los defensores consiguen rechazar a los atacantes matando a más de 10.000 de ellos. Entonces el Mahdi ordena que la ciudad sea rodeada para rendir a sus habitantes de hambre. El asedio dura varios meses y finalmente El Obeid es tomada.
1884: Después de una breve estancia en Gran Bretaña, el coronel Gordon es enviado de regreso a Sudán para evacuar a todos los europeos y acabar con el comercio de esclavos. El coronel se establece en Jartum, desde donde dirige a las fuerzas del Jerife de Egipto contra el ejército del Mahdi, con la intención de contener a los fanáticos hasta que la evacuación sea completada. Los soldados al mando de Gordon son ineficaces y la moral es baja. La principal unidad de caballería estaba formada por los Bashi-Bazouks, conocidos por su ferocidad en batalla. La mayoría eran mercenarios de los Balcanes y tenían una siniestra reputación por su crueldad con sus enemigos. Gordon también disponía de una unidad montada de 100 coraceros que llevaban una mezcla de cota de malla y anillas e iban armados con lanzas y espadas a dos manos.
-Cerca del final de año el ejército del Mahdi conquista Omdurman y comienza a asediar Jartum, interrumpiendo el comercio en el Nilo. Los atacantes pretendían asediar la ciudad hasta rendirla por hambre, como habían hecho con El Obeid. Algunos habitantes de Jartum huyen para unirse al enemigo, proporcionando al Mahdi información sobre las condiciones de la ciudad.
1885: A Omdurman llegan noticias de que los británicos han enviado una misión de rescate por el Nilo para salvar a Gordon. El 26 de enero el ejército derviche asalta las murallas de Jartum y conquista la ciudad. Los hambrientos defensores no consiguen resistir el asalto masivo. Gordon es lanceado hasta la muerte en las escaleras de la mansión del gobernador general enfrentándose a los árabes que han tomado la ciudad. Su cadáver es decapitado y la cabeza es llevada al Mahdi en Omdurman, que la muestra a los prisioneros europeos. Dos días después la misión de rescate llega a Jartum. Tras comprobar que la ciudad ha caído, los británicos dan la vuelta y abortan la misión.
-Durante este año, varios asentamientos egipcios y europeos son atacados y muchos europeos son tomados prisioneros y enviados a Omdurman, donde son torturados. Algunos consiguen escapar, pero otros permanecen cautivos hasta que Egipto y Gran Bretaña consiguen pacificar el país.
-El 22 de junio Mohammed, conocido simplemente como el Mahdi, muere en Omdurman y es sucedido por su segundo al mando, Abdallahi ibn Mohammed en 1891, tras una guerra civil de cinco años entre los líderes derviches. Existen informes confusos sobre la causa de la muerte del Mahdi, atribuida al tifus o la viruela. Un gran monumento funerario se construye en Omdurman en la casa del Mahdi. Quienes atraviesan el desierto pueden ver la cúpula de plata a 3 días de camino. Pronto se convierte en un lugar de peregrinaje para los musulmanes, que llegan de lugares tan lejanos como Samarcanda y Asia Central.
-Con el crecimiento del ejército derviche de Omdurman, las patrullas atacan los asentamientos cercanos en busca de alimento, matando cruelmente a quienes se les oponen y esclavizando a los supervivientes. No existe mucho sentido en estas tácticas, pues al destruir las comunidades cercanas, al año siguiente hay menos alimentos y recursos.
-Durante este año surgen rumores de la presencia de un extraño viajero europeo que recorre Sudán. Finalmente se descubre que se trata de Oliver Pain, un periodista francés al servicio de varios periódicos radicales, que trata de establecer un pacto entre las fuerzas del Mahdi y Francia. Es llevado ante el califa, que lo rechaza diciendo que no tiene necesidad de realizar tratos con una nación de infieles. Pain es encarcelado con los demás prisioneros europeos en Omdurman y finalmente muere debido a una enfermedad desconocida y devastadora.
-Una gran sequía destruye la mayor parte de la cosecha de 1885 en Sudán. Para empeorar la situación el período de cosecha coincide con la llegada de una gran plaga de langostas. Los campesinos se ven obligados a alimentarse de langostas y muchos viajeros mueren en las rutas comerciales a medida que los pozos se secan y las caravanas se quedan sin agua. Los supervivientes describen que durante este año las calles de Omdurman estaban llenas de cadáveres. Algunos afirman haber visto cadáveres devorados por ratas que se agitaban en su interior. Uno de los cautivos europeos del califa en Omdurman cuenta que vio a tres mujeres comiéndose un pequeño burro vivo y otra mujer fue llevada ante el califa por haberse comido a su propio bebé. Los niños e individuos solos corren el peligro de ser secuestrados y devorados por pequeños grupos de hambrientos caníbales.
1889: El 9 de marzo el rey Juan IV de Abisinia dirige un ejército de 150.000 soldados abisinios a Sudán para atacar al califa Abdellahi de Omdurman. El fanático ejército derviche, utilizando las armas modernas arrebatadas a egipcios y británicos consigue derrotar a los abisinios. Sin embargo, está batalla redujo la capacidad del califa para atacar los pueblos vecinos y con toda probabilidad, impidió que Egipto fuera invadido con éxito por el ejército Derviche.
-Los Derviches invaden Egipto, dirigidos por el general Abd ar Rahman an Nujumi. Son derrotados por el ejército egipcio en Tushkah y rechazados. La expansión de los Derviches hacia el sur es detenida por los belgas y hacia Eritrea por los italianos.
1890: Aunque el gobierno egipcio es consciente de la creciente amenaza de los Derviches de Sudán, parte de su inoperancia se debe a la gran deuda financiera de Egipto y a las grandes inversiones en obras públicas dirigidas por Sir William Garstin. Garstin era Subsecretario de Estado de Obras Públicas de Egipto y estaba diseñando y supervisando la construcción de sistemas de control de inundaciones, presas (incluyendo la de de Asuán), además de encargarse de la supervisión de un sistema de irrigación cerca de El Cairo. El Sirdar del ejército egipcio, el general Herbert Kitchener, preparó varios planes para atacar Sudán, pero el Jerife nunca le proporcionó los fondos necesarios. No fue hasta finales de la década que el Jerife aceptó sus proposiciones para acabar con la amenaza sudanesa.
-En el año 1890 también se produce una severa hambruna. Distritos enteros entre Omdurman y Berber quedan completamente despoblados. En Kordofán y el norte las tribus nómadas se ven obligadas a comerse sus camellos. En las riberas del Nilo las tribus agrícolas deben comerse la siembra del año siguiente, así que la hambruna les afecta durante varios años. En su libro “The River War,” Winston Churchill afirma que en el este de Sudán, cerca de la frontera abisinia, casi un 90 % de la población murió debido a la hambruna. Parte de la causa de esta situación se debe a que el Mahdi y su califa sucesor insistieron en transferir poblaciones enteras a Omdurman para trabajar en su capital. Grandes extensiones de tierra quedan sin mano de obra que las trabaje y cultive. En muchos casos la cosecha se pudre sin ser recogida en los campos.
1891: Tras varios años de enfrentamientos, el califa Abdellahi de Omdurman consigue derrotar a sus opositores y extender su autoridad sobre Sudán. Sólo el puerto de Suakin en el Mar Rojo y Wadi Halfa en la frontera norte permanecen en manos de egipcios y británicos.
1892: Herbert Kitchener es nombrado sirdar (comandante) del ejército egipcio, comenzando los preparativos para recuperar Sudán. A medida que los intereses coloniales de Francia y Bélgica se dirigen hacia los territorios del Nilo, Gran Bretaña teme que otros países aprovechen la inestabilidad de Sudán para extender sus colonias en el país.
1895: Wad el Bishara, uno de los más destacados emires del califa, recibe el mando de la provincia de Dongola.
1896: Egipto y Gran Bretaña se preocupan cada vez más ante la creciente amenaza del ejército musulmán de Sudán y la posibilidad de que el movimiento del Mahdi se extienda a Oriente Medio. Los políticos británicos también se preocupan ante la posibilidad de que otros pueblos africanos y asiáticos tomen ejemplo de los sudaneses. Finalmente los dos países deciden invadir y ocupar Sudán, preparando un ejército dirigido por el general Kitchener.
-Los italianos son expulsados de Abisinia tras un alzamiento de los nativos. Una crisis política internacional estalla cuando se descubre que Rusia y Francia han proporcionado en secreto armas a los abisinios.
-El 29 de marzo el ejército británico es alcanzado por el Dr. Arthur Conan Doyle y su amigo Mr. Corbett. Durante esta época el escritor Conan Doyle es un corresponsal de la Westminster Gazette. Doyle no permanece mucho tiempo con el ejército y regresa a Inglaterra a finales de abril.
-El 7 de junio se libra la primera batalla en Ferket entre británicos, egipcios y sudaneses y 1.000 Derviches son capturados o heridos y 500 más son capturados. El ejército anglo-egipcio sufre 20 muertos y heridos.
-Durante la marcha del ejército de Kitchener hacia Dongola, la infantería terrestre fue apoyada por cuatro barcos de guerra que viajaban por el Nilo (Tamai, El Teb, Abu klea y Metemmeh) y tres barcos de suministros (Kaibar, Dal y Akasheh). Hubo grandes dificultades para que atravesaran la segunda catarata y más de quinientos hombres tuvieron que transportar los barcos por tierra.
-En diciembre, Francia intenta debilitar al gobierno egipcio reclamando sus deudas. Esta reclamación podría haber interferido en la intervención británica en Sudán y quizás haber permitido que Francia se hiciera con una colonia en el este de África. El cónsul-general británico en Egipto, Evelyn Baring, posteriormente Conde de Cromer, manipuló ingeniosamente la situación diplomática bloqueando los pagos a Francia y neutralizando su influencia.
1898: El 8 de abril británicos y egipcios derrotan a un gran ejército Derviche en la batalla de Atbara. La mayoría de los sudaneses eran de la tribu Hadendowa. Cuando se encontraban a un kilómetro y medio del ejército derviche, los británicos vieron una extraña columna de fuego moviéndose entre Mutrus y Nakheila, un fenómeno sin explicación aparente.
-El 2 de septiembre tiene lugar la mayor batalla de la guerra de Sudán al norte de Omdurman. Fue la última batalla en la historia militar británica en la que utilizaron cargas de caballería para romper las líneas enemigas. El joven Winston Churchill participó entre los lanceros del regimiento 21 en esta batalla, y su unidad de 320 hombres embistió a una fuerza de 2.500 Derviches. Al final del día habían muerto 9.700 Derviches, 13.000 habían sido heridos y más de 5.000 capturados. El ejército anglo-egipcio sufrió 77 muertos y 340 heridos, principalmente debido a las balas perdidas de ametralladoras y cañones de los barcos de guerra. La estrategia militar británica consiguió mantener las bajas al mínimo, pero sus escuadrones casi fueron superados en varias ocasiones por masivas oleadas humanas lanzadas por los Derviches, armados con lanzas, cimitarras y algunos mosquetes y rifles arrebatados a los europeos. Las fuerzas británicas utilizaban balas de punta hueca “dum-dum” para causar el máximo de daño. Este tipo de munición era permitido en guerra hasta el 29 de julio de 1899, cuando la Convención de la Haya prohibió el uso militar de cualquier tipo de bala expansiva. El califa Abdellahi, con su guarda personal y varios seguidores leales, consiguió huir del campo de batalla a Omdurman, desde donde se dirigió a El Obeid en Kordofán.
-El 19 de septiembre dos barcos de guerra, el Sheik y el Hafir, con tropas dirigidas por el general Hunter, desembarcaron en Omdurman remontando el Nilo Azul. Su misión era perseguir a los Derviches supervivientes y obligarles a rendirse o matarlos. El día 22 se encontraron con un ejército de 2.000 sudaneses dirigidos por Osman Digna. Los jeques y emires negociaron una rendición incondicional ante el general Hunter y a cambio recibieron un salvoconducto si regresaban pacíficamente a sus aldeas. Los Derviches abandonaron sus armas y regresaron a sus hogares.
-El 22 de octubre el coronel Lewis acompañó a una pequeña unidad de 460 hombres a través del centro de Ghezira con la autoridad del Jerife de Egipto para nombrar jeques como representante de las autoridades egipcias. El coronel iba acompañado por personal no militar.
1899: En la madrugada del 25 de noviembre un ejército de 2.300 hombres dirigidos por Sir Reginald Wingate se dirigió hacia Shirkela. Era una pequeña ciudad de Kordofán donde el califa y sus últimos seguidores habían preparado su resistencia final. Los británicos atacaron al amanecer. Tras una breve pero feroz batalla con unos 5.000 Derviches, el ejército anglo-egipcio aceptó su rendición.
El califa, la mayoría de sus guardas personales y sus emires leales murieron antes de ser capturados. Como en la mayoría de las batallas en las que participó, Osman Digna consiguió escapar de nuevo. Finalmente Digna sería capturado en la región de Tokar el 19 de enero de 1900. Fue enviado a Egipto, donde permaneció hasta su muerte en 1926. Durante la Marcha de Shirkela los británicos vieron que los supervivientes de Kordofán estaban tan hambrientos, que si un camello moría y era abandonado, grupos de nativos salían de sus chozas para devorar el animal, a veces antes de que estuviera muerto.
-Durante el gobierno del Madhi y su sucesor la economía de Sudán fue destruida, y la población había sido reducida aproximadamente a la mitad debido al hambre, la enfermedad, la esclavitud y la guerra. Ninguna de las facciones tradicionales del país quedó intacta. Muchas tribus se dividieron debido a su lealtad hacia el Madhi.
1900 – 1901: Durante los meses de invierno, el cónsul-general británico de Egipto, Evelyn Baring, viaja por Sudán y realiza recomendaciones a las autoridades. De vuelta a Gran Bretaña, Sudán es ignorado por la prensa y la atención pública y política se dirige hacia las Guerras Bóers en Sudáfrica.
1902: El 8 de noviembre se inaugura el Gordon Memorial College, una combinación de escuela empresarial y universidad para maestros y jueces. La institución recibió muchas donaciones y en 1904, Mr. Henry S. Wellcome donó un laboratorio biológico y químico completo. Pronto se abrió una escuela primaria y una escuela militar para fomentar la educación de los jóvenes sudaneses.
-El sultán Ali Dinar de Darfur, heredero de la dinastía expulsada por los egipcios en 1874, reclama su reino a los británicos, que aceptan devolverle su soberanía a cambio del pago de un tributo anual al Jerife de Egipto.
1906: Apertura de Port Sudan, que se convierte en el principal puerto de Sudán en detrimento de Suakin.
1909: Los franceses invaden el sultanato de Wadai, instalando un sultán títere. La resistencia continúa hasta 1912, en que el territorio es incorporado a la colonia francesa de Chad, separándolo de Sudán.
1914: Estalla la Primera Guerra Mundial. El sultán Ali Dinar de Darfur apoya al Imperio Otomano y declara la guerra a Gran Bretaña y los países Aliados.
1916: Los británicos derrotan al ejército de Darfur, y el sultán Ali Dinar muere en batalla. El sultanato de Darfur es anexionado a Sudán.
1921: Alí Abd al Latif, un musulmán de la tribu Dinka y antiguo oficial del ejército, funda la Sociedad de las Tribus Unidas para buscar la independencia de Sudán. Tres años después este movimiento nacionalista da lugar a la Liga de la Bandera Blanca que pretende crear un gobierno compartido por líderes tribales y religiosos.
1922: Gran Bretaña renuncia a su protectorado sobre Egipto. El destino de Sudán queda pendiente de discusión. Los nacionalistas egipcios pretenden anexionarse Sudán.
1924: Sir Lee Snack, gobernador británico de Sudán, es asesinado en El Cairo. Gran Bretaña ordena a Egipto retirar todos sus soldados, funcionarios y civiles de Sudán, que son sustituidos por sudaneses.
1925: Mientras viaja por el noroeste de Etiopía, el coronel R. E. Cheesman descubre que el Nilo Azul no está completamente cartografiado. Decide hacerlo y durante los siguientes ocho años se dedica a viajar alrededor del lago Tana y por el Nilo Azul. Fue el primer europeo en circunnavegar el lago Tana. A su regreso a Europa, su manuscrito fue robado antes de poder ser publicado.

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Alexander Weiss
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Re: [Escenario] Edad Victoriana: Sudán

#7

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Mar 2021, 14:31

Imagen EL MAHDISMO
De 1821 a 1883 el ejército egipcio ocupó Sudán siguiendo las órdenes de su gobierno. El éxito de los gobernadores generales de Sudán se basaba sobre todo en la cantidad de tributos anuales que eran capaces de recaudar.
Durante el siglo XIX la esclavitud todavía era el negocio más lucrativo de Sudán. Egipto había invadido y ocupado el país para conseguir todos los beneficios posibles de la venta de los pueblos tribales negros. El país fue arruinado durante la ocupación egipcia. Las propiedades eran confiscadas, las mujeres eran violadas, vejadas y tomadas como posesiones personales y quienes hablaban o actuaban contra la opresión eran azotados o ejecutados.
En la segunda mitad del siglo XIX Egipto comenzó a recibir presiones internacionales para que detuviera el comercio de esclavos, especialmente tras la Proclamación de Emancipación de los Estados Unidos en 1865. En respuesta a esta presión, el Jerife de Egipto nombró a Charles Gordon, un destacado oficial militar británico, gobernador general de Sudán. Gordon viajó por el país organizando la defensa de los fuertes, creando almacenes de suministros a lo largo de las rutas de las caravanas y negociando directamente con los líderes tribales para solucionar las disputas.
Las acciones directas de Gordon para acabar con el comercio de esclavos provocaron muchas dificultades económicas a las tribus árabes de Sudán, que dependían de ese negocio para subsistir. No hubo medidas para ayudar a esos pueblos para que se adaptaran a los nuevos tiempos. Algunos recurrieron al comercio de marfil o de goma arábiga para ganarse la vida pero algunos esclavistas intentaron continuar con su comercio, actuando de forma más cautelosa y cruel.
En esta época, Sudán se encontraba en una situación de descontento, y en el país se gestaba una revuelta que sólo esperaba un líder que canalizara los sentimientos de conflicto de los sudaneses. Mohammed Ahmad era considerado el hombre más santo de Sudán. Era un musulmán devoto y muy ortodoxo, un místico y estudiante de las enseñanzas sufíes. Sus seguidores afirmaban que mostraba todas las señales del redentor que llegaría en los tiempos finales. Tenía la nariz distintiva, un hueco entre sus dientes y un aspecto que aparecía en las profecías del Mahdi. Además, la familia de Mohammed Ahmad afirmaba que descendía del profeta Mahoma.
En 1881 Mohammed Ahmad proclamó que era el Mahdi enviado para preparar la segunda llegada del profeta Isa, conocido por los cristianos como Jesús. Los egipcios declararon que el “Mahdi” era un hereje peligroso y enviaron a sus soldados a arrestarlo. Los seguidores de Mohammed expulsaron a los soldados egipcios con piedras, palos y unas pocas lanzas. Tras este incidente, el Mahdi declaró una jihad contra los “turcos,” declarándolos infieles y ordenando a todos los sudaneses que dejaran de pagar tributos. Además, Ahmad también declaró que todos los “turcos” debían morir por ofender al Islam. En la práctica declaró la guerra a todos los egipcios y extranjeros presentes en Sudán. Mohammed Ahmad declaró que la jihad le había sido inspirada directamente por Alá. El Mahdi y sus Ansar (seguidores) viajaron a la provincia de Kordofán para reclutar más seguidores entre las tribus Baggara.
En 1882 el gobierno egipcio se dio cuenta de que se encontraba ante un grave problema con el Movimiento Derviche y comenzó a buscar una solución. Apelaron al gobierno británico, pero el Primer Ministro Gladstone y su gobierno eran reticentes a intervenir en un conflicto en Sudán, aunque cada vez estaba más claro de que el Movimiento Derviche comenzaba a convertirse en una seria amenaza para los países vecinos.
En 1883 el Mahdi dirigió a sus seguidores Derviches y se enfrentó y derrotó a un importante ejército egipcio matando a casi 4.000 soldados. Tras esta victoria atacaron la ciudad egipcia de El Obeid. Los defensores rechazaron el ataque inicial, pero la ciudad fue rodeada y asediada durante casi cuatro meses hasta que cayó. Con cada victoria, las fuerzas del Mahdi se apoderaban de rifles y munición y se volvían más peligrosas.
A finales de 1883 el ejército Derviche tenía más de 40.000 soldados y derrotó a un ejército egipcio de 8.000 hombres dirigido por el coronel William Hicks del ejército británico. Tras estas victorias en el oeste de Sudán, Osman Digna reconoció el poder del Mahdi y decidió apoyarle. Digna también había tenido problemas con los británicos, que le habían obligado a abandonar el comercio de esclavos.
El Mahdi envió las cartas que le presentó Digna a los líderes de las feroces tribus Hadendowa. Inmediatamente se unieron a la causa del Mahdi para luchar contra los ocupantes egipcios y británicos. Los Hadendowa tenían un aspecto muy distintivo, combinando manteca en su peinado, que dejaban de punta y les daba una apariencia “peluda.” En un poema de Rudyard Kipling titulado “Fuzzy Wuzzy” se los menciona. Los oficiales británicos respetaban a los feroces Hadendowa, que habían sido capaces de atravesar una formación defensiva de su ejército años antes.
A finales de diciembre de 1883 el gobierno británico ordenó a los egipcios que abandonaran Sudán y se retiró de todas sus fortalezas militares y evacuó al personal civil. Hubo mucha presión sobre el gobierno de Gladstone para que enviara al general Gordon de vuelta a Sudán y solucionara el problema. Aunque reticente a aceptarlo, Gladstone finalmente cedió y ordenó a Gordon que fuera a Jartum y se dedicara a supervisar la evacuación de egipcios y europeos. Gordon llegó en febrero de 1884 y consiguió evacuar a 2.500 personas a Egipto antes de que las fuerzas del Mahdi pusieran sitio a la ciudad.
Jartum quedó aislada del resto del mundo, salvo por las notas que el general Gordon consiguió enviar clandestinamente a Egipto. Gran Bretaña no quería meterse en una costosa campaña militar en un país africano del que podía esperar pocas ganancias y muchas pérdidas en dinero y vidas. A medida que avanzaba 1884, la presión pública se incrementó para que se enviara una misión de rescate para salvar a Gordon, que se encontraba atrapado en Jartum. Pasaron meses de debates en el parlamento británico y la prensa. Una complicación adicional es que Gordon se negaba a huir de Jartum, y además urgía al gobierno británico a acabar con el movimiento del Mahdi antes de que se extendiera más allá de las fronteras de Sudán y provocase una revuelta musulmana en Egipto y otros países cercanos.
En agosto de 1884, el gobierno Gladstone cedió a la presión y ordenó el envío de una misión de rescate, dirigida por el general Garnet Wolseley con una fuerza mixta de soldados británicos y egipcios, con un contingente de cuatrocientos expertos marineros canadienses para llevar a cabo el difícil viaje por el Nilo. Wolseley comenzó a dirigirse hacia el sur del Nilo a principios de octubre de 1884. Su ejército se encontró con la oposición y el hostigamiento de los seguidores del Mahdi que trataban de detener el avance de los británicos.
A mediados de noviembre Gordon envió un mensaje desde Jartum en el que afirmaba que no sería capaz de resistir más allá de enero de 1885. La guarnición de la ciudad era mantenida bajo control mediante recompensas y castigos severos. Quienes quebrantaban la ley eran ejecutados y quienes mostraban una debida lealtad eran recompensados con medallas y promociones.
Cuando la expedición de rescate se encontraba a tan sólo dos días de viaje de Jartum, el ejército Derviche de más de 50.000 soldados asaltó la ciudad el 26 de enero de 1885, sufriendo graves pérdidas, pero derrotando a los defensores. Gordon se enfrentó a los fanáticos musulmanes mientras entraban en el patio de la mansión de los gobernadores generales, donde lo lancearon hasta la muerte, y después le cortaron la cabeza y la enviaron como un trofeo a su líder.
La expedición de rescate se retiró después de que un barco de guerra se acercara a Jartum lo suficiente para confirmar que la ciudad había caído ante los seguidores del Mahdi. La bandera había sido retirada de la mansión del gobernador general y la tripulación pudo ver a los Derviches dentro de la ciudad. Esta victoria significó que los fanáticos musulmanes habían conquistado Sudán. Para evitar más pérdidas, la expedición de rescate regresó a Wadi Halfa y se declaró terminada la misión. El gobierno egipcio y el cónsul general británico, Evelyn Baring, Conde de Cromer, aceptaron que intentar recuperar Sudán en medio de la revuelta Derviche era inútil.
Hubo muchas críticas por las demoras del gobierno Gladstone en aprobar la misión de rescate, y muchos británicos lo consideraban la principal razón de la muerte de Gordon. La derrota del Partido Liberal de Gladstone en las elecciones de junio de 1885 en parte fue atribuida al escándalo provocado por el fracaso de la misión.
Con la conquista de Jartum por las fuerzas del Mahdi, su poder se consolidó mediante una asamblea teocrática, dirigida por fundamentalistas musulmanes, sin mayor educación que haber memorizado el Corán. Esto llevó a la implantación de las leyes de la Sharia y a la opresión de cualquier libertad que los pueblos de Sudán hubieran tenido bajo la ocupación egipcia.
Los Jehadia negros, que habían sido las tropas irregulares del gobierno egipcio en Sudán, fueron adoptados como ejército regular por el Mahdi. La mayoría de los miembros de esta unidad tenían algo de adiestramiento con armas de fuego y formación militar. Todos los miembros de esta unidad procedían de las tribus del sur de Sudán y eran individuos imponentes que medían más de dos metros.
Para controlar a sus seguidores y asegurarse de que los jefes tribales no conspiraran contra él, el Mahdi insistió en que todos ellos debían presentarse ante él cinco veces al día para acompañarle en la tradicional oración musulmana.
Los Hadendowa bajo el liderazgo de Osman Digna obtuvieron aplastantes victorias con la derrota de Baker Pachá en Tokar y el asedio de Jartum, que había culminado con la muerte del general Gordon. Las fuerzas Hadendowa también participaron en la batalla de Tamai en 1884, en la que perdieron, pero causaron graves pérdidas a los británicos y les llevaron a abandonar varios fuertes.
En 1888 Osman Digna llevó a cabo varios ataques contra las fuerzas británicas que habían establecido una serie de posiciones defensivas alrededor del puerto sudanés de Suakin, en la costa del Mar Rojo. La defensa británica fue dirigida por el general Francis Grenfell y durante la lucha Digna resultó herido. Tras su derrota, Digna regresó junto a los Derviches en Omdurman.
Tras la muerte del Mahdi, y tras una lucha sucesoria con otros califas, el Califa Abdullahi asumió el control de Sudán, limitando el uso de armas de fuego a sus guardias personales y a los soldados fronterizos como la tribu Taaisha de Darfur donde había nacido. Todos sus demás seguidores estaban armados con espadas, lanzas y arcos.
Durante los siguientes años se fueron filtrando noticias al mundo exterior sobre las atrocidades cometidas por las fuerzas del Califa de Sudán. Se llevaron a cabo pequeñas operaciones clandestinas de rescate para liberar a los europeos cautivos y algunas tuvieron éxito. El padre Joseph Ohrwalder consiguió regresar a Egipto en 1891 y el antiguo gobernador de Darfur, Rudolph von Slatin escapó de Omdurman y llegó a Egipto en marzo de 1895, tras haber pasado once años de cautividad.

EL SERVICIO DE ESPIONAJE DEL EJÉRCITO EGIPCIO
Cuando el gobierno egipcio y sus consejeros británicos reconocieron que los Derviches representaban una amenaza militar, la necesidad de información sobre Sudán se convirtió en una urgencia. El coronel Reginald Wingate fue nombrado jefe del Servicio de Espionaje del Ejército Egipcio, y bajo su dirección se convirtió en una organización extraordinariamente eficiente.
Poco después de la caída de Jartum, y durante los diez años siguientes, se desplegó una red de espías y agentes secretos en Sudán. Su misión era conseguir tanta información como fuera posible sobre todo el país, y elaborar mapas con la ubicación de fuertes y zonas de patrulla y vigilancia del enemigo. Muchos de los agentes entraban de forma regular en las principales ciudades Derviches como Omdurman, Dongola y cualquier lugar que fuera accesible a comerciantes y mercaderes.
Wingate se dio cuenta de que el pueblo de Sudán no era un bloque monolítico de seguidores devotos del Mahdi y el Califa. Sabía que sus agentes podrían conseguir con facilidad información que sería muy útil a largo plazo para defenderse de un ataque Derviche o si era necesario, para que Egipto y Gran Bretaña invadieran Sudán.
Los espías se disfrazaban como mercaderes, guerreros tribales o mujeres. Omdurman, al ser la capital de los Derviches, resultó el lugar más fácil al que acceder. Como había tantas personas reunidas en un mismo lugar, había una necesidad continuada de alimentos y otros suministros que llegaban a los mercados de Omdurman para ser vendidos en el bazar. También había un tráfico regular de embarcaciones y caravanas por el Nilo que muchos espías utilizaron en su beneficio. La mayor amenaza se encontraba entre las tribus nómadas del desierto, que se ganaban la vida atacando a las caravanas débiles y las patrullas Derviches, que imponían un “impuesto” a los mercaderes, quedándose con una parte de sus productos.
Gran parte de la información sobre Sudán llegó de Charles Neufeld, que se convirtió en un cautivo del Califa en 1887. Estaba viajando por el norte de Sudán como mercader para comprar marfil y goma arábiga a las tribus locales. Para obtener permiso para viajar por Sudán hizo un trato con el comandante de la Fuerza Fronteriza, el general Sir Frederick Stephenson. Neufeld obtuvo los permisos que necesitaba a cambió de contactar con un líder tribal amistoso y revelarle dónde se ocultaba un depósito de rifles y munición. El general Stephenson trataba de organizar una revuelta tribal contra el Califa proporcionando armas y apoyo a las tribus que no seguían al Mahdi.
Entre la información más valiosa que obtuvieron los espías anglo-egipcios se encontraba la distribución y número de los soldados Derviches en Sudán. En su libro “La guerra del río,” Sir Winston Churchill proporciona gran parte de la información conocida sobre los Derviches en 1896.

LA CAMPAÑA DE KITCHENER
La campaña para recuperar Sudán comenzó el 7 de junio de 1896 en Ferket. Los británicos atacaron una población bien defendida en manos de los Derviches que terminó en un brutal enfrentamiento casa por casa. Durante el ataque inicial una unidad de sudaneses negros al mando del Mayor Lewis fue la primera en atravesar las murallas y desbordar a los defensores.
El plan de Kitchener consistía en avanzar lentamente hacia el sur siguiendo el curso del Nilo hasta Jartum. Para reducir el coste de trasladar los suministros, ordenó que los prisioneros Derviches fueran puestos a trabajar construyendo un ferrocarril.
Durante su avance, una flota de barcos de guerra armados se adelantó para destruir los fuertes Derviches construidos en las riberas del Nilo. El más nuevo de los barcos estaba equipado con luces nocturnas para evitar ataques por sorpresa. Los Derviches nunca habían visto luces eléctricas y se asustaron la primera vez que se encontraron con ellas.

LA BATALLA DE OMDURMAN
El 2 de septiembre de 1898 el ejército de británicos y egipcios tomó posiciones en la ribera occidental del Nilo en las cercanías de Omdurman y a las 6 de la madrugada apareció el ejército Derviche, que contaba con 52.000 soldados, a aproximadamente 3 km. Fue un día muy largo con cargas masivas de los Derviches que desbordaron algunas posiciones egipcias y británicas. Los disparos de los barcos de guerra situados en el río contuvieron muchas cargas y consiguieron tiempo suficiente para restablecer formaciones y posiciones. En una carga, el hermano del Califa Abdellahi y sus hombres se dirigieron en una embestida suicida hacia los británicos y murieron hasta el último hombre. La acción más destacada del día fue la carga del 21 regimiento de Lanceros en la que 320 soldados británicos se enfrentaron a 2.000 Derviches.
A mediodía los guerreros Derviches dieron la batalla por perdida y trazaron una línea al sudoeste para cubrir la retirada del Califa y sus emires supervivientes. A las 2.30 de la tarde los supervivientes del ejército Derviche habían emprendido la retirada en desorden.
Los jeques de Omdurman acudieron a recibir a las tropas británicas y egipcias con una bandera de tregua y ofrecieron una rendición sin condiciones. A medida que los británicos ocupaban la ciudad, colocaron ametralladoras Maxim en las intersecciones de las calles.
La Batalla de Omdurman fue una victoria completa para el general Kitchener, que sólo tuvo 77 bajas y 529 heridos en su ejército. En contraste, las pérdidas de los Derviches fueron considerables. En el campo de batalla se contabilizaron 10.800 enemigos muertos y otros 350 en Omdurman. El número de heridos se estima en 16.000.
El 4 de septiembre el general Kitchener y sus oficiales, junto con representantes de las diversas unidades de su Egipto, cruzaron el Nilo y entraron ceremonialmente en Jartum, realizando un homenaje a Charles Gordon en la mansión donde había sido asesinado. Kitchener ordenó que la reconstrucción de la ciudad comenzara de inmediato.

EL INCIDENTE DE FASHODA
El 7 de septiembre de 1898 el general Kitchener recibió un telegrama en el que se le informaba de que un ejército francés había ocupado Fashoda en el sur de Sudán, pues Francia también pretendía aprovechar el conflicto para incrementar sus posesiones coloniales. Kitchener se dirigió rápidamente a Fashoda, pero decidió dejar el problema en manos de la diplomacia.
La noticia del encuentro entre los dos ejércitos fue enviada a París y Londres, inflamando el orgullo imperial de ambos países. El clamor popular llevó a acusaciones de expansionismo y agresión. La crisis continuó en septiembre y octubre y Gran Bretaña y Francia comenzaron a movilizar sus flotas y realizar preparativos para la guerra.
Debido a la superioridad naval británica, el ministro francés de exteriores, Théophile Delcasse decidió que no merecía la pena iniciar una guerra colonial con los británicos, ya que además consideraba que era preferible favorecer las relaciones con Gran Bretaña en caso de un posible conflicto con Alemania. Por lo tanto el ministro buscó una resolución pacífica a la crisis, comenzando a cuestionar los beneficios de una guerra en un rincón apartado de África.
Finalmente el gobierno francés ordenó la retirada de Fashoda el 3 de noviembre. Fashoda fue rebautizada Kodok en un intento de borrar el incidente del registro histórico.

EL FIN DE LA CAMPAÑA DE SUDÁN
El Mayor Reginald Wingate dirigió un ejército que finalmente encontró el 24 de noviembre de 1899 a los supervivientes del ejército del Califa Abdellahi en Umm Diwaykarat. Los Derviches habían preparado su última resistencia en esta localización de las Montañas Nuba con aproximadamente 10.000 guerreros. Wingate se acercó por la noche con 8.000 soldados y lanzó un ataque por dos lados utilizando sus ametralladoras. Cuando el Califa se dio cuenta de que estaba perdido, llamó a sus emires y a sus guardaespaldas, y tranquilamente se sentó, esperando a ser alcanzado por las balas.
El ejército de Wingate sufrió 3 muertos y 23 heridos. Los Derviches sufrieron 1.000 muertos y heridos y 3.000 de ellos fueron capturados. Los demás huyeron a sus hogares. Osman Digna consiguió escapar del campo de batalla, pero finalmente sería capturado el 19 de enero de 1900.

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Alexander Weiss
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Re: [Escenario] Edad Victoriana: Sudán

#8

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Mar 2021, 14:37

INDIVIDUOS DESTACADOS
Imagen MOHAMMED AHMAD, EL MAHDI
El Mahdi nació el 10 de noviembre de 1845, hijo del carpintero de una pequeña isla del Nilo cerca de Dongola situada entre la tercera y la cuarta catarata. Su familia afirmaba que su linaje se remontaba al mismísimo profeta Mahoma. Unos pocos años después de su nacimiento, la familia se trasladó a la isla de Abba al sur de Jartum, donde se reparaban barcos. Fue allí donde el joven Mohammed Ahmad se educó en medio de personas muy diversas: mercaderes de marfil, esclavistas y oficiales del gobierno egipcio. Fue educado en un ambiente muy religioso, y desde que era pequeño fue enviado a estudiar con eruditos musulmanes. A los 9 años podía recitar todo el Corán de memoria.
Durante esta época los agentes del gobierno de Egipto, que en Sudán se dedicaban a recaudar impuestos y tributos, eran considerados invasores y opresores. Los sudaneses los llamaban colectivamente “turcos.”
En 1861, con 16 años, Mohammed Ahmad se convirtió en un Derviche y un estudiante del sufismo y el misticismo islámico. Tras pasar por diferentes sectas musulmanas, Ahmad entró en la Summaniya Tarika, liderada por el jeque Mohammed Sherif wad Nur al-Dayim, que era considerado un hombre santo en Jartum. Cuando el hijo del jeque fue circuncidado, Mohammed Ahmad protestó afirmando que el canto y el baile de la celebración no formaban parte de una práctica ortodoxa del Islam. El jeque lo expulsó de la Tarika por su rebeldía, y Ahmad quedó al margen del orden islámico y quedó desilusionado por su experiencia en lo que considerada una secta estricta del Islam.
Se vistió humildemente con una jibba blanca cubierta con paños de muchos colores. En su cabeza lucía la taqiyah de la Mecca, envuelta en un sencillo turbante de algodón blanco. Adoptó la vida de un Derviche errante con un cuenco para mendigar y un bastón.
No existen registros sobre sus viajes, pero parece seguro que se dirigió al este a Abisinia y visitó Kordofán en el oeste. Por el camino predicó una doctrina en la que llamaba a la expulsión de los turcos e infieles que habitaban en Sudán. Animó a sus oyentes a romper sus ataduras y unírsele en un camino al cielo que llamaba simplemente “El Camino.”
Tras viajar durante un tiempo, Mohammed Ahmad regresó al hogar de su familia en la isla de Abba y excavó una cueva en la ribera fangosa que convirtió en su casa. Pronto adquirió reputación como hombre santo y comenzó a atraer seguidores, que recibieron el nombre de Ansar (seguidores). Uno de los primeros fue Abdullahi wad Torshay, que posteriormente se convertiría en el sucesor del Mahdi y adoptaría el titulo de Califa con el nombre de Adbullahi ibn Mohammed.
Mohammed Ahmad comenzó a recibir donaciones, con las que construyó una mezquita en Abba. Cuando se sintió en una posición fuerte proclamó una jihad contra los “turcos” (ocupantes egipcios y extranjeros) ordenando a todos los musulmanes que dejaran de pagar impuestos y mataran a cualquier infiel que pudieran encontrar. Así comenzó el movimiento Mahdista que llevaría a la expulsión de las fuerzas ocupantes de Sudán, la muerte del general Charles Gordon y casi quince años de gobierno fundamentalista islámico que provocaría la devastación del país mediante la guerra, la crueldad, la negligencia, hambrunas y enfermedades.
Mohammed Ahmad murió el 22 de junio de 1885, supuestamente de tifus o alguna enfermedad similar. También se sospecha que pudo haber sido envenenado por alguien de su entorno, quizás una esclava despechada por la muerte de su familia. Su legado todavía sobrevive en la actualidad bajo la forma de una rama fanática del Islam conocida como Mahdismo.
Imagen CHARLES GORDON, “EL CHINO”
Charles Gordon nació en Woolwich, Londres, en 1833 y entró en la academia militar con quince años. Como cadete destacó por su carácter explosivo e intimidatorio, mostrándose intolerante con las contrariedades e injusticias. En 1854 participó en la Guerra de Crimea, donde combatió con distinción y fue elogiado por su valentía en combate. Durante esta época también comenzó varias relaciones homosexuales, una inclinación que mantendría a lo largo de su vida, a pesar de sus creencias religiosas.
Comenzó a ser conocido cuando era un joven oficial británico en China durante la Guerra del opio. En 1862 un maestro chino llamado Hsiu Chuan, bajo la influencia de un misionero baptista estadounidense, se convirtió al cristianismo. Poco después comenzó a tener visiones de que Dios le hablaba directamente para que convirtiera a los chinos al cristianismo. Otros chinos comenzaron a unírsele y comenzó a llamarse Hijo de Dios. Su grupo progresivamente adquirió tintes políticos y pronto formaron un ejército. Gordon dirigió a las fuerzas que aplastaron la revuelta religiosa conocida como “Taiping” y cuando sus propios soldados le amenazaron con amotinarse porque no les permitía saquear, disparó a dos de ellos para que sirvieran como ejemplo. Cuando su ejército saqueó la ciudad de Soochow, después de haber dado su palabra a sus defensores de que no sufrirían daño, Gordon se puso tan furioso que se retiró durante dos meses del mando. Fue nombrado mariscal de campo por el emperador chino y teniente coronel a su regreso a Gran Bretaña, donde recibió el apodo de “el chino Gordon.”
Las historias de las hazañas de Gordon en la Guerra de Crimea y en China fascinaron al público británico y pronto se convirtió en el militar más famoso de su época. Rechazaba las recompensas y la gloria y despreciaba a los oficiales que cortejaban el favor de los políticos. Su imagen era la de un soldado aguerrido con un puro aferrado entre los dientes y una espada en la mano dirigiendo a sus tropas a través de las murallas de un castillo chino. Durante este período en Londres sufrió una conversión personal al cristianismo evangélico, aunque personalmente se consideraba al margen de la religión establecida, convencido de que nadie podía mediar entre el hombre y Dios. Respetaba profundamente todas las religiones, incluyendo el Islam, y prefería creer en la aceptación voluntaria de la religión antes que la imposición forzosa.
En el año 1873 el Jerife Ismail de Egipto contrató a Gordon con la intención de que tomara el control de Sudán y acabara con la corrupción y la esclavitud, ante la presión internacional para que acabara con el comercio de esclavos. Sin embargo, frustrado por la desobediencia de los funcionarios egipcios, presentó su renuncia en 1876, aunque el Jerife se negó a aceptarla. Gordon aceptó permanecer en su puesto sólo si era nombrado gobernador general de todo Sudán.
En 1877 Gordon fue enviado como gobernador general a Jartum y ordenó la construcción de muchos fuertes a lo largo del Nilo. Estos fuertes se convirtieron en el hogar de muchos soldados egipcios a las órdenes de Gordon. Se casaron con mujeres nativas, aprendieron las costumbres locales e incluso se unían a las festividades de los nativos. También discutió con varios diplomáticos británicos para que condonaran la deuda externa de Egipto, y tomaran en consideración las necesidades de la población de Sudán, pues creía sinceramente que los sudaneses debían ser liberados del mal gobierno para poder vivir de forma honesta y honorable sin opresión ninguna.
Gordon no creía que resultara eficaz gobernar desde una localización central y a lo largo de 1878 se dedicó a viajar por todo el país en camello y barco. Cuando estaba a punto de estallar una revuelta en Darfur, se dirigió personalmente con un intérprete para negociar una solución.
El Jerife Ismail había llamado a Gordon a El Cairo para que formara parte de una comisión para solucionar los problemas financieros de Egipto, pero en 1879 lo destituyó de su posición, negándose a mantenerlo en su puesto a pesar de las presiones de Gran Bretaña y Francia para que tomara acciones más decisivas contra el tráfico de esclavos. El Jerife fue depuesto y sustituido por su hijo Tewfik, que gobernó Egipto bajo la dirección del virrey Evelyn Baring. Tras el cambio de gobierno Gordon regresó a Jartum y se dedicó a acabar con el comercio de esclavos y aplastar revueltas.
A finales de 1879 Gordon viajó a Abisinia en una misión de paz. La misión fracasó y Gordon terminó en prisión. Finalmente fue liberado y enviado a Massawa en Etiopía, donde decidió regresar a Gran Bretaña tras presentar su dimisión al nuevo Jerife Tewfiq, al que calificó públicamente de “pequeño embustero y reptil.”
En 1883 en Gran Bretaña estaba claro que Sudán era un caso perdido y no merecía la pena invertir vidas y recursos para derrotar al ejército Derviche. Sin embargo, era necesario un plan para evacuar con seguridad a los soldados y burócratas egipcios y extranjeros así como sus familias a Egipto. El gobierno del Primer Ministro William Gladstone pidió a Gordon que volviera a Jartum para supervisar la evacuación del país, y llegó en febrero de 1884, siendo nombrado de nuevo gobernador general de Sudán. Sin embargo, en marzo el Mahdi comenzó a dirigirse hacia Jartum para asediar la ciudad, pero ante la necesidad de continuar la evacuación, Gordon decidió quedarse en lugar de huir y dirigió la preparación de las defensas.
El asedio Derviche de Jartum comenzó el 18 de marzo de 1884 y el gobierno británico decidió abandonar Sudán a su suerte. Durante los siguientes meses la opinión pública presionó al gobierno de Gladstone para que enviara una misión de rescate a Jartum y salvara a Gordon. Muchos militares y políticos sabían que Gordon todavía tenía la posibilidad de escapar utilizando uno de los vapores que recorrían regularmente el Nilo, pero el general se negó a marcharse mientras sus soldados permanecieran.
Finalmente en agosto de 1884 se aprobó la misión de rescate, dirigida por Garnet Wolseley, pero cuando se terminó la organización y las tropas estuvieron preparadas habían pasado varios meses. La misión de rescate comenzó su viaje por el Nilo hacia Jartum en noviembre y llegó el 20 de enero de 1885, donde se le unieron barcos de guerra como escolta. Sin embargo, el Mahdi sabía que la misión de rescate se acercaba y el 26 de enero ordenó un asalto total contra las murallas de Jartum. La ciudad fue conquistada en cuestión de horas, a pesar de las graves pérdidas. Gordon fue asesinado en el patio de la mansión del gobernador general y su cabeza decapitada y presentada al Mahdi.
Imagen CORONEL REGINALD WINGATE
Nacido en 1845, el primer destino de Wingate tras graduarse en una academia militar fue una unidad de artillería en 1880. En 1883 aceptó un puesto en el ejército egipcio y pasó un tiempo en El Cairo como ayuda de campo para Sir Evelyn Word. Cuando comenzó la campaña de Kitchener contra los Derviches, Wingate fue asignado alespionaje egipcio, del que se convirtió en director en 1889.
El coronel Wingate hablaba árabe con fluidez y pronto desarrolló una red de espías e informadores en Sudán. Se dedicó a investigar la ubicación de las tropas Derviches pero también preparó planes para ayudar a varios cautivos europeos a escapar de Omdurman.
Durante la campaña de Kitchener para acabar con los Derviches, Wingate participó en varias batallas. Tras la batalla de Omdurman, donde las fuerzas del califa Abdellahi fueron derrotadas, dirigió personalmente la misión para perseguirlo a Kondorfan. La última batalla tuvo lugar el 24 de noviembre de 1899. El califa y la mayoría de sus emires leales murieron y el resto de los supervivientes se rindieron.
En diciembre de 1899 Wingate fue nombrado gobernador general de Sudán y Sirdar (comandante en jefe) del ejército egipcio. Permaneció en este puesto hasta 1917, cuando fue nombrado Alto Comisionado Británico de Egipto, pero fue destituido en 1919, tras un desacuerdo con el gobierno británico sobre el nacionalismo egipcio. Posteriormente se convirtió en un exitoso hombre de negocios y murió en 1953, con noventa y dos años.
Imagen OSMAN DIGNA
Nació a mediados de 1830, hijo de un mercader kurdo y de una mujer de la tribu Hadendowa cerca de Suakin en el este de Sudán. Su nombre completo era Uthman ben Abu Bakú Digna, que la prensa europea convertiría en Osman Digna.
La familia de Osman era rica y había vivido en el este de Sudán durante casi tres siglos. Con sus hermanos y primos se dedicó a comerciar con algodón, plumas de avestruz y esclavos. Sus clientes eran los árabes del Mar Rojo y su negocio era próspero.
En 1877 los británicos comenzaron a cerrar los mercados de esclavos, confiscando uno de sus barcos y varias casas de su familia. Expulsado del comercio de esclavos, trabajó en varios negocios y terminó viajando a Berber buscando una forma de ganarse la vida.
Se desconoce cómo Osman terminó contactando con el Mahdi, pero uno de sus hermanos supuestamente fue uno de sus primeros conversos. Sin embargo, no fue hasta 1883 que Osman Digna se reunió con el Mahdi y sus fuerzas en El Obeid. El Mahdi le dio el título de emir y le cedió las provincias orientales de Sudán para que gobernara en su nombre y las rebelara contra los ocupantes egipcios.
Osman no era el único que había sufrido con el fin del comercio de esclavos, y muchos líderes de la tribu Hadendowa estaban dispuestos a rebelarse y se unieron a él. Los guerreros Hadendowa eran valientes pero carecían de armas de fuego modernas. En la primera batalla que Osman dirigió contra el fuerte de Sinkat perdió muchos hombres y recibió tres heridas, por lo que rechazó volver a combatir en primera línea. Este fracaso impidió que las tribus de la costa se unieran a él por el momento. Sin embargo, ese mismo año Osman obtuvo varias victorias en Sinkat, Tokar y El Teb, y a finales de año contaba con casi 11.000 guerreros bajo sus órdenes.
Durante los años siguientes Osman Digna participó en muchas batallas de Sudán, gozando de la confianza del Mahdi y el califa Abdellahi. En la batalla de Omdurman fue uno de los pocos que escaparon, así como en la batalla final de 1899. Posteriormente fue capturado oculto en una cueva con un sirviente y fue identificado por sus cicatrices tribales y el brazo que había perdido en la batalla de Suakin. Fue enviado a Egipto, donde permaneció encarcelado durante ocho años. Aunque fue liberado en 1924 para llevar a cabo la peregrinación a la Meca, no se le permitió regresar a Sudán, y murió en Egipto en 1926.
Curiosamente, a ojos de los hadendowa de la época Osman Digna no era valiente, encantador ni honorable y la razón de su influencia personal en la tribu se desconoce. Cuando murió, T.R.H. Owen escribió: “Ningún nativo [de Sudán] lo recuerda con afecto y unos pocos expresan alguna admiración.”
Imagen ABDALLAHI IBN MOHAMMED, EL CALIFA
Abdallahi wad Torshayn nació en Darfur en la tribu Baggara en 1845. Su padre Torshayn o “Toro feo” era un feki o santón de la tribu taisha de los baggara. Desde que era pequeño Abdallahi fue educado para ser un religioso, aunque parece que no era un buen estudiante y jamás aprendió a leer el Corán, lo que no le impidió ocupar la posición de su padre cuando envejeció. En 1873 durante la batalla de Shakka contra un comerciante de esclavos, Abdellahi fue capturado y condenado a muerte con otros nativos baggara, pero su condición de feki lo salvó. Oyó hablar del Mahdi y se unió a sus seguidores en 1880. Al año siguiente fue nombrado Califa y lugarteniente de confianza del Mahdi.
Participó en varias batallas y en la conquista de Jartum y a la muerte del Mahdi en 1885 se convirtió en el líder del ejército Derviche. Aunque disponía de recursos limitados, se dio cuenta de que tenía que defender sus conquistas de egipcios y británicos y dispersó su ejército por las principales rutas comerciales. También redujo la población de Omdurman ante las dificultades para alimentarla. Sin embargo, durante estos años no permaneció en paz. Su ejército Derviche invadió Abisinia en 1887, siendo rechazado, y en 1889 rechazó a su vez una invasión abisinia en la que murió el emperador Juan IV.
Con el paso del tiempo las medidas rigoristas del Califa se fueron suavizando. Liberó a algunos cautivos europeos a cambio de que le ayudaran a construir un arsenal en Omdurman. Uno de sus principales objetivos era crear una industria de armas de fuego y minas para hacer frente a una invasión británica.
Cuando finalmente el general Kitchener invadió Sudán en 1896, y tras sufrir varias derrotas, el califa reunió sus fuerzas en Omdurman para un enfrentamiento final con los invasores egipcios y británicos. Tras ser derrotado el 2 de septiembre de 1898, el califa y sus leales emires consiguieron huir a Kordofán. El 24 de noviembre de 1899, un ejército egipcio, dirigido por el coronel Wingate, localizó al califa y sus seguidores cerca de Umm Diwaikarat en Kordofán. La batalla terminó con la muerte del califa y la mayoría de sus seguidores, completándose la reconquista de Sudán.
Imagen RUDOLF VON SLATIN
Nació en Austria en 1857, y era un mal estudiante que fue expulsado de la escuela con 16 años. Ante la falta de oportunidades en Europa, aceptó una posición como tendero en una librería de El Cairo. Sin embargo, pronto dejó su trabajo para buscar fortuna en Jartum. Sudán era un lugar fascinante para un adolescente y decidió viajar por el país y visitar una misión católica en las Montañas Nuba en Kordofán. Al regresar a Jartum ofreció sus servicios a Charles Gordon, pero finalmente decidió regresar a Austria para realizar su servicio militar antes de recibir una contestación de Gordon, que se encontraba al sur del país.
Finalmente Gordon aceptó la oferta del joven y en enero de 1879 regresó a Jartum, donde Gordon lo nombró Inspector Financiero, para que corrigiera el injusto sistema fiscal de Sudán. El primer problema que encontró Slatin era la forma de cobrar impuestos al comercio, pues era incapaz de encontrar un sistema para controlar las transacciones. Finalmente renunció a su posición y Gordon lo nombró Mudir (gobernador) de Dara, una región al sudoeste de Darfur. Cuando llegó a este puesto, el principal líder local era un sobrino del Mahdi.
En 1881 el gobernador de Darfur fue destituido y Slatin ocupó su lugar. De repente, un joven de 23 años se encontró al mando de una provincia sudanesa que ocupaba dos veces la extensión de Inglaterra. Por desgracia para Slatin, en esta zona el Mahdi se dedicaba a reclutar seguidores y a principios de 1883 se encontró aislado, rodeado de rebeldes y todas las líneas de telégrafo a Jartum fueron cortadas. Sin suministros ni refuerzos, comenzó a enviar mensajes clandestinos alertando de la situación.
A finales de octubre de 1883, Slatin y un ejército de 8.500 hombres marcharon contra los Derviches y participó personalmente en varios enfrentamientos. Tras una semana de continuas batallas sólo le quedaban 900 hombres y 200 estaban heridos, incluyendo a Slatin, que había perdido un dedo de un balazo, tenía otra bala incrustada en la pierna y una herida de lanza en la rodilla.
Su increíble resistencia fue un alivio moral para sus hombres, pero unos pocos días después Slatin se dio cuenta de que sus hombres tenían reticencias porque era cristiano, así que anunció ante ellos que se convertía al Islam y tomaba el nombre de Abdel Kader. Las batallas contra los seguidores del Mahdi continuaron y sus mensajes eran interceptados. Comenzó a utilizar otros métodos, como hacer pequeños cortes en los costados de los burros y enviar mensajes bajo su piel.
Finalmente Slatin se encontró con sólo 500 hombres y a 600 km de Jartum, reconociendo que no había forma de vencer la oposición local, así que se reunió con varios jefes nativos para negociar. Envió una carta al Mahdi, en la que le pedía que enviara un gobernador sustituto y tratara bien a los habitantes de Darfur a cambio del cese de operaciones militares contra los Derviches y su autoridad.
Slatin fue llamado a Kordofán al campamento del Mahdi. Fue recibido por el califa, y pronto descubrió que era un hombre vanidoso y necio, pero también muy cruel. El Mahdi decidió mantener a Slatin a su lado para vigilarlo y como resultado, pasó los siguientes once años en cautiverio, viajando con los Derviches a Omdurman y presenciando muchos eventos importantes que tuvieron lugar durante las revueltas de Sudán.
Slatin consiguió escapar mediante un plan preparado por el coronel Reginald Wingate. Tras un peligroso viaje de tres semanas a través del desierto del norte de Sudán, Slatin llegó a Aswan en Egipto en marzo de 1895.
El Jerife de Egipto ofreció a Slatin la posición de Pachá y aceptó la posición de oficial de campo en la campaña de Kitchener para recuperar Sudán. Al final de la guerra fue ascendido al rango de brigadier-general en el ejército británico e inspector general de Sudán, y tuvo un importante papel en la reconstrucción del país. Convertido en barón del Imperio Austro-Húngaro renunció a su posición en el gobierno anglo-egipcio con el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914. Se convirtió en presidente de la Cruz Roja austriaca y desempeñó labores humanitarias durante la guerra. Murió en 1932.
Imagen WILLIAM HICKS
William Hicks fue nombrado por el gobernador general Charles Gordon pachá de Kordofán. Era un veterano del ejército británico y había servido como coronel en la India. Cuando aceptó el puesto en Sudán fue ascendido en el escalafón militar.
Durante esta época Egipto y Gran Bretaña trataban de acabar con el comercio de esclavos en Sudán. En la provincia de Kordofán el Mahdi comenzaba a reclutar seguidores y pronto formó un gran ejército. Las autoridades egipcias no se dieron cuenta de la gravedad del problema y lo consideraron una mera revuelta tribal.
Hicks convenció a sus superiores de que necesitaba más soldados y el 9 de septiembre de 1883 una expedición de 10.000 hombres se dirigió a enfrentarse con el ejército del Mahdi. El encuentro tuvo lugar el 5 de noviembre. Según el testimonio de los escasos supervivientes, la batalla fue larga y feroz y el coronel Hicks fue uno de los últimos hombres en caer, tras haber agotado sus balas y luchar hasta la muerte con su espada. Según los registros, de 10.000 soldados sólo 300 consiguieron escapar.
Imagen TEWFIK PACHÁ, JERIFE DE EGIPTO (1879 – 1892)
Nacido en 1852 e hijo del Jerife Ismail, consiguió permanecer apartado de las intrigas familiares de Egipto encargándose de dirigir una granja y haciendo amistades con sus vecinos.
Durante el gobierno de su padre Ismail, los egipcios protestaron por la ocupación de su país por Gran Bretaña y Francia, debido a que la deuda egipcia con las potencias extranjeras estaba provocando una crisis económica y política. Ismail se vio obligado a abdicar y su hijo mayor Tewfik se convirtió en el Jerife en 1879. Tewfik carecía de educación universitaria y asumió el gobierno de un país en bancarrota, un ejército descontento y que planeaba derrocarle y una burocracia llena de corrupción e incompetencia.
Como títere de los inversores europeos, Tewfik recibió muy poco apoyo de los egipcios. Poco después de ser nombrado Jerife el sentimiento contra los extranjeros en Egipto era alarmante. Cuando uno de los generales egipcios más antieuropeos fue nombrado Ministro de la Guerra, envió soldados al puerto de Alejandría y comenzó a construir fortificaciones para rechazar a los barcos británicos y franceses.
La flota británica fondeó en el puerto de Alejandría en julio de 1882 y comenzó a bombardear las fortificaciones egipcias. El ejército egipcio se rebeló contra el Jerife y fue obligado a huir y pedir la protección de Gran Bretaña, que desembarcó tropas y asumió el control de Egipto. Como Francia no participó en la operación militar, en la práctica renunció a cualquier influencia política sobre el país.
La inestabilidad política de Egipto tardó años en resolverse e impidió que Gran Bretaña pudiera ocuparse del poder del Mahdi y sus seguidores en Sudán.
Los testimonios oficiales sobre el Jerife Tewfik son bastante halagadores, indicando que se trataba de un hombre amable que ponía el interés de Egipto por encima del suyo propio. Apreciaba los buenos consejos, pero siempre mostraba su aprobación o desaprobación. Sin embargo, sus opositores lo consideraban un gobernante pusilánime y débil. Murió en 1892 con 39 años.
Imagen ABBAS PACHÁ, JERIFE DE EGIPTO (1892 – 1914)
Abbas asumió la posición de Jerife de Egipto con 18 años, tras la muerte de su padre Tewfik. En aquel momento se encontraba estudiando en la universidad de Viena. De inmediato mostró que no estaba conforme con la influencia británica sobre Egipto. Existen incluso algunas evidencias que indican que en secreto respaldaba al movimiento nacionalista egipcio que estaba intentaba expulsar a los británicos de su país.
Finalmente reconoció que la influencia británica era estabilizadora y beneficiosa, debido en gran parte a la actividad diplomática del cónsul general británico Sir Evelyn Baring. Sin embargo, fue finalmente depuesto por los británicos en las vísperas de la Primera Guerra Mundial debido a sus simpatías hacia los turcos otomanos.
Imagen GENERAL HERBERT HORATIO KITCHENER
Kitchener fue uno de los generales británicos más destacados de finales del siglo XIX y sirvió no sólo en el norte de África, sino también durante las Guerras Bóers en Sudáfrica y como Secretario de Estado del Ministerio de Guerra durante los preparativos para la Primera Guerra Mundial. Era conocido por su atención al más mínimo detalle con cualquier subordinado militar y era muy reticente a delegar su autoridad.
En los años precedentes a su campaña militar para recuperar Sudán del Califa Abdellahi, Kitchener sirvió como gobernador de Port Suakin en el Mar Rojo. En esa localización emprendió varias acciones militares contra Osman Digna, emir del Mahdi.
Nacido en Irlanda, e hijo mayor de un oficial militar, Kitchener no asistió a la escuela, sino a la Academia Militar Real de Woolwich. Sus compañeros de clase lo consideraban sin igual, y a lo largo de su carrera militar fue considerado gélido y de alguna forma introvertido hacia quienes le servían.
Kitchener pasó tiempo en Palestina estudiando arqueología y aprendiendo árabe, como Charles Gordon había hecho cuando era joven. En 1882, cuando Sir Evelyn Word reclutaba oficiales para adiestrar el ejército de Egipto, Kitchener se sintió atraído ante la perspectiva de recibir una promoción instantánea a mayor y fue situado como segundo al mando en la caballería egipcia.
Tras recibir noticias de que la expedición del mayor Hicks en Sudán había terminado en desastre, Kitchener y 1.000 soldados fueron enviados a la frontera entre Egipto y Sudán para vigilar las rutas de comunicación. Permaneció en la región de Aswan entre abril y junio de 1884, organizando la defensa de las tribus locales.
Desde julio a septiembre de 1884 Kitchener actuó entre Aswan y Dongola en el norte de Sudán, sobornando a las tribus locales para que cooperaran y coordinando a un grupo de mensajeros que llevaban mensajes entre él y Gordon. Durante esta época en Sudán Kitchener mostró una perspicacia que faltó en muchos de sus compañeros. Informó que el ejército regular egipcio no era adversario para los fanáticos y feroces Derviches, pero sus advertencias no fueron apreciadas.
En septiembre de 1884 cuando Lord Wolseley llegó a Egipto en una misión de rescate, Kitchener se unió a su ejército, recibiendo además la dirección del Servicio de Inteligencia y la administración militar de Dongola. Cuando quedó claro que la misión de rescate había fracasado y que Jartum había caído, Sudán fue abandonado y Kitchener regresó a Londres para estudiar derecho otomano.
Kitchener recibió un nuevo destino en una comisión en Zanzíbar, y poco después fue nombrado gobernador general del este de Sudán y del litoral del Mar Rojo. Por desgracia en este momento, la mayor parte de la zona se encontraba en manos de Osman Digna y los guerreros Hadendowa.
En enero de 1888, mientras se encontraba en una patrulla, Kitchener recibió un balazo en la mandíbula en medio de una escaramuza con los Derviches. Fue enviado a Inglaterra a recuperarse de su herida, pero en 1891 ya estaba de vuelta en El Cairo y participando en las decisiones del gobierno egipcio.
Sir Francis Grenfell renunció a su posición de Sirdar el ejército de Egipto en abril de 1892 y Kitchener fue recomendado como sustituto por Sir Evelyn Baring. Sir Baring reconocía que Kitchener no era muy popular pero era un individuo muy eficiente y meticuloso.
Bajo la dirección de Kitchener el ejército de Egipto recibió un buen adiestramiento. Se formaron varias unidades sudanesas a partir de las feroces tribus nativas del sur que habían huido de los Derviches. También se unieron varios desertores del ejército del Mahdi.
En marzo de 1896, egipcios y británicos invadieron Sudán para acabar con el gobierno de los Derviches, derrocar al Califa y restaurar el control sobre Sudán. La campaña culminó el 2 de septiembre de 1898 con la última gran carga de caballería del Imperio Británico en Omdurman. Inmediatamente después Kitchener reconstruyó Jartum como capital de Sudán y gobernó como gobernador general hasta diciembre de 1899.
Tras su marcha de Sudán, Kitchener participó en las Guerras Bóers, y después como Comandante en Jefe en la India, donde permaneció hasta 1909. Regresó a Egipto en 1911 como Procónsul hasta 1914, con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Aceptó el cargo de Secretario de Estado de Guerra y su carrera terminó durante una misión a Rusia, mientras se encontraba a bordo del HMS Hampshire, que chocó con una mina alemana y se hundió con todos sus pasajeros el 5 de junio de 1916.

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Alexander Weiss
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Re: [Escenario] Edad Victoriana: Sudán

#9

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Mar 2021, 14:41

HISTORIA
Se desconoce la llegada de los primeros no muertos al territorio de Sudán, aunque desde hace milenios se convirtió en refugio y exilio para los perdedores de la Yihad en los países vecinos, especialmente Egipto y Etiopía. El primer registro histórico proviene de fuentes egipcias, que describen la tierra de Kush, más arriba de la primera catarata del Nilo, como una zona “miserable”. Hacia el 3.000 a.C. caravanas egipcias llevaban trigo a Kush y volvían a Asuán con marfil, incienso, cuero y cornalina. La región también era apreciada por su oro y esclavos, así que periódicamente se realizaban expediciones militares en la tierra de Kush.
Los vampiros egipcios y especialmente los Seguidores de Set no eran muy diferentes a los gobernantes mortales, y veían en Kush una fuente de recursos que explotar. Se enfrentaron a las bestias cambiantes que dominaban la zona, especialmente a los feroces hombres león, pero también a los antiguos vampiros africanos, principalmente de los clanes Gangrel y Nosferatu, que se habían instalado en la zona. Las Serpientes sólo conseguían imponerse de forma temporal, por lo que los más antiguos terminaron dando la espalda a Kush, enviando a los neonatos o perdedores de las intrigas de Egipto a la zona.
Con el paso de los siglos, y en su aislamiento, los Setitas de Kush consiguieron ser aceptados en la sociedad de los Laibon africanos, y de hecho consiguieron crear varios reinos autóctonos, como el de Meroë, que someterían Egipto en sus períodos de mayor debilidad. Paradójicamente, los reinos dominados por las Serpientes de Arena terminaron actuando de escudo frente a las ambiciones de sus compañeros egipcios. Sus principales competidores fueron un linaje de Ravnos, que expulsados de Egipto durante la invasión de los hicsos, habían encontrado refugio entre la aristocracia nubia de Napata y Meroë.
Pero no fueron Setitas y Ravnos los únicos vampiros que llegaron de Egipto. En algún momento perdido en la historia oral, un anciano conocido como el Señor de las Langostas, llegó a Sudán acompañado de un ejército de corruptos vampiros y demonios e instauró un reinado de terror. Una alianza formada por los Laibon, pero a la que también se unieron bestias cambiantes y hechiceros, acabó con los esbirros del Señor de las Langostas tras encarnizadas batallas, pero el anciano sin nombre desapareció en la noche.
La desaparición del Señor de las Langostas coincidió con la expansión del cristianismo en Sudán en el siglo VI. El antiguo reino de Meroë fue invadido y deshecho por el reino etíope de Aksum. Se formaron tres nuevos reinos: Nobatia, Makuria y Alodia, en los cuales el cristianismo era la religión oficial, dependiendo del Patriarca copto de Alejandría. Nobatia, en el norte, tenía su capital en Faras, Makuria tenía su capital en Dunqulah (Dongola) y Alodia, en el corazón de la antigua Meroë, tenía su capital en Sawba (Soba). En los tres reinos el gobierno estaba en manos de aristocracias guerreras que utilizaban títulos griegos imitando a los gobiernos bizantinos.
Una alianza formada por tres vampiros de los clanes Gangrel, Toreador y Seguidores de Set pasó a gobernar los reinos nubios, manteniendo ciertas relaciones y alianza con los Cainitas bizantinos, pero aparte de procurar tranquilidad y estabilidad en los reinos nubios, mantenían una gran autonomía en sus asuntos internos. En contraste, los antiguos faraones y Príncipes Ravnos kushitas entraron en una paulatina decadencia, retirándose a las antiguas cámaras funerarias y pirámides, mientras que sus descendientes quedaban desposeídos de sus lazos con la aristocracia nubia, y muchos pasaron a ser mercaderes y comerciantes por las rutas caravaneras y del Mar Rojo.
La paz entre los dominios de los Cainitas nubios se mantuvo de forma relativa durante los siglos siguientes, pero cuando Egipto quedó desligado del Imperio Bizantino con la conquista árabe del siglo VII, los Príncipes nubios aprovecharon para alejarse de la influencia de Constantinopla y comenzaron a enfrentarse entre sí para alcanzar el predominio sobre el conjunto de Nubia. Los Seguidores de Set, aliados con sus congéneres de Egipto, parecían llevar las de ganar, pero Adlam, Príncipe Gangrel de Makuria, trazó una alianza con los Laibon de Etiopía, dirigidos por un antiguo del clan Nosferatu, y consiguió imponerse sobre gran parte de la región de Nubia, derrocando a varios Príncipes Setitas y de otros clanes y convirtiéndose en el principal poder no muerto de la zona.
A pesar de que el “Príncipe de Nubia” consiguió rechazar la presión de los árabes, no pudo impedir la expansión del Islam hacia el sur, y la llegada de la secta de los Ashirra. En principio hubo buenas relaciones entre los vampiros musulmanes y los Laibon, pero a medida que el número de conversos al Islam se incrementaba, y sobre todo, se extendía el comercio de esclavos, las relaciones entre ambas facciones se enfriaron y hacia finales del siglo XII degeneraron en enfrentamientos.
El Príncipe Adlam de Nubia se enfrentó al Sultán Ashirra Ibrahim ben Mohammed, del clan Assamita. El equilibrio entre ambas partes se prolongó durante cerca de tres siglos, hasta que el apoyo de los Seguidores de Set decantó la balanza del lado de los Ashirra a finales del siglo XV. El nuevo sultanato de Sennar, gobernado por Ibrahim, se convirtió en el principal poder de la zona. El Príncipe Adlam huyó hacia el sur, hacia los pantanos del Sudd, donde los Laibon conservaban su hegemonía.
El gobierno de los Ashirra no fue pacífico, interrumpido por varios ataques y revueltas. El sultán Ibrahim prosperó con el tráfico de esclavos, pero habiéndose endeudado con los Seguidores de Set que habían propiciado su ascenso, se convirtió en un mero títere de las Serpientes, que irónicamente también se convirtieron en los principales estabilizadores de la zona, actuando como intermediarios entre Ashirra y Laibon. Este precario equilibrio se mantendría durante siglos, con ocasionales estallidos de violencia. En el siglo XVIII, ante el intento de Ibrahim de buscar apoyos entre los Ashirra de Egipto para desligarse de la influencia Setita, fue derrocado y sustituido por su chiquillo Khurshid, que rompió lazos con los vampiros egipcios.
Pero los Ashirra de El Cairo no estaban dispuestos a rendirse tan fácilmente, y aprovechando las necesidades económicas de Egipto, impulsaron en 1820 la conquista del Sudán. Tras los conquistadores Ismail Pacha y Mohammed Bey llegaron varios guerreros Ashirra que derrocaron al sultán Khursid del poder y situaron a Yaffar, del clan Toreador, como nuevo sultán.
El dominio egipcio sobre Sudán provocó divisiones entre los Ashirra partidarios y contrarios al nuevo sultán, que se enfrentaron entre sí. Frente al sultán Yaffar, apoyado por los Ashirra más moderados, surgió la figura de Mohammed ben Baggara, un converso Abrazado entre los Gangrel, y que no sólo contaba con el apoyo de muchos Ashirra sudaneses, sino también de los Laibon.
El sultán Yaffar contactó con los Ashirra egipcios, pero también con los Vástagos de la Camarilla, que acudieron en su apoyo, sosteniendo el gobierno centralizado en Jartum, frente a las crecientes revueltas del sur. La guerra entre los dos sultanes estalló con toda su virulencia hacia 1877, con el nombramiento del general Charles Gordon como gobernador de Sudán. Las diferentes facciones vampíricas se enfrentaron entre sí con toda su crudeza, y hacia 1885 ambos sultanes habían sido destruidos, surgiendo una serie de señores vampíricos que cambiaban de lealtades siguiendo únicamente sus propios intereses.
Este estado de anarquía se prolongó durante varios años, hasta que se descubrió que el Señor de las Langostas había reaparecido y había enfrentado a los diversos linajes de Sudán entre sí. Una alianza de Ashirra, Laibon y la Camarilla consiguió restablecer algo de estabilidad sobre Sudán, luchando contra los rebeldes y los esbirros del Señor de las Langostas. Sin embargo, con la campaña de 1899, que devolvió algo de estabilidad a la zona, el Señor de las Langostas había vuelto a desaparecer en la noche, dejando un país azotado por los efectos de la guerra, el hambre y la destrucción.

FACCIONES VAMPÍRICAS
Imagen LOS ASHIRRA
La mayor facción política de los vampiros sudaneses, es también la más dividida. Por una parte se encuentran los Moderados, partidarios de un Islam moderno y de mantener los lazos con Egipto, y por otra los Rigoristas, vampiros sudaneses que optan por una visión más conservadora del Islam y prefieren una política más independiente de las facciones exteriores, especialmente las sectas “extranjeras” como la Camarilla o el Sabbat.
El conflicto entre Moderados y Rigoristas constituye el principal motivo de intrigas en los dominios de Sudán en los últimos siglos. Por lo general los Moderados se han mantenido en el poder, pero las revueltas a menudo han servido a los Rigoristas para imponer sus puntos de vista.
La mayoría de los Ashirra sudaneses pertenecen a los clanes Assamita, Gangrel, Nosferatu y Ravnos, aunque también existe una minoría influyente constituida por vampiros del clan Toreador, que controlan gran parte del comercio de la zona, especialmente el tráfico de esclavos.

Yaffar ben Badhr, Sultán de Jartum
Yaffar nació en el siglo XVIII en el puerto de Adén, hijo de un próspero jeque árabe y una esclava nubia. Creció en los cuidados del harén de su padre, y cuando tuvo suficiente edad se puso a trabajar en el comercio trayendo oro y esclavos desde Sudán para llenar las arcas de su familia.
El Abrazo de Yaffar se produjo por puro pragmatismo. Su sire era un antiguo Toreador yemení, que tras perder un chiquillo en Sudán le dio su sangre a Yaffar para que se encargara de sustituirlo y proteger sus intereses en la zona.
Sin embargo, Yaffar no deseaba el Abrazo. Debido a su nuevo estado, no pudo contraer matrimonio con la esposa que amaba, y pronto cortó lazos con su sire. Tras rebelarse contra él fue expulsado de Adén, y terminó en Alejandría, donde fue bien recibido entre los Toreador de la zona.
Los sultanes Ashirra de El Cairo se encontraban preocupados por la ruptura de relaciones con Sudán y la pérdida de recursos en la zona. Necesitaban un agente dispuesto, y pronto Yaffar consiguió que le nombraran líder de una coalición de vampiros musulmanes dirigida a derrocar al corrupto sultán Khurshid de Sudán. Las intrigas de Yaffar y sus aliados, así como el poder militar que les acompañaba, les permitieron alcanzar una victoria completa y en 1821 Yaffar fue proclamado sultán de los dominios sudaneses.
Yaffar demostró ser un gobernante capaz, apoyándose en la administración egipcia y atrayéndose a varios vampiros sudaneses mediante una juiciosa mezcla de sobornos y diplomacia, consolidándose de esta manera su poder. Sin embargo, no todos sus súbditos aceptaron la llegada de un “extranjero” y el surgimiento del sultán Mohammed, del clan Gangrel, hacia 1844, tras haber conseguido varios apoyos entre los vampiros sudaneses, se convirtió en todo un desafío a su dominio
Desde hace décadas Yaffar y Mohammed juegan una compleja danza de intrigas, utilizando a las diversas tribus de Sudán en sus manipulaciones para derrotar a su rival. Cuando parecía que Mohammed iba a ganar, consiguiendo que varios vampiros esclavistas, entre ellos el sire de Yaffar, le dieran su apoyo, el sultán Toreador reaccionó mediante una alianza con la Camarilla y atacando el comercio de esclavos, la principal base de poder de su rival.
El estallido de revueltas entre las tribus sudanesas que dependían del tráfico de esclavos ha llevado la guerra a un nuevo nivel. Yaffar es consciente del avance de la modernidad y está seguro de que con el apoyo de los británicos conseguirá imponerse como sultán de Sudán sin discusión alguna en cuanto haya acabado con su rival y sus partidarios. Su intención es arrastrar a Gran Bretaña o quizás alguna otra potencia europea al conflicto colonial en la zona, alentando revueltas y ataques contra los intereses extranjeros, pero aunque se resiste a darse cuenta de ello, el conflicto se está desbordando cada vez más fuera de su control, y podría terminar convertido en una víctima del mismo.
Yaffar tenía unos veinte años cuando fue Abrazado. Su ascendencia árabe y nubia es evidente en sus rasgos. Viste como un apuesto jeque musulmán de rasgos suaves, con barba y bigote pulcramente afeitados, y siempre va rodeado de un séquito de guardaespaldas ghouls.
Clan: Toreador
Generación: 8ª
Disciplinas: Auspex 4, Celeridad 4, Dominación 3, Fortaleza 2, Potencia 2, Presencia 4
Humanidad: 5

Mohammed ben Baggara, sultán de Kordofán
Mohammed nació en la tribu de los Baggara en algún momento a finales del siglo XVII. Desde que era joven aprendió las artes de la guerra, y acompañó a varios guerreros de su tribu en varias campañas para capturar esclavos entre las tribus vecinas.
Sin embargo, una de las incursiones salió mal. Cuando se dirigían a uno de los poblados de la tribu Dinka fueron emboscados y pocos esclavistas consiguieron huir con vida. Mohammed se ocultó en los montes cercanos, dispuesto a sobrevivir, y fue allí donde se encontró con su sire, quien jugó con él para poner a prueba su valía y finalmente lo Abrazó.
Su sire pretendía utilizarlo para frenar las incursiones de los Baggara, pero Mohammed demostró ser un chiquillo muy díscolo. Cuando regresó con su antigua tribu, reclutó a varios guerreros y los envió a cazar a su sire durante el día. Tras inmovilizarlo con varias lanzas, Mohammed reclamó su sangre y su alma.
Durante las décadas siguientes se convirtió en uno de los principales señores de la tribu Baggara, utilizando tácticas especialmente crueles contra sus adversarios. Sin embargo, hacia 1749 se convirtió al Islam y moderó sus ataques, mostrándose sorprendentemente conciliador con sus antiguos enemigos. Por esta época también se asentó en la región de Kordofán, y se convirtió en uno de los lugartenientes del sultán Khurshid, a quien había ayudado a hacerse con el poder.
Cuando Khurshid fue derrocado por los Ashirra egipcios hacia 1820, Mohammed era el más indicado para sucederle. Aunque tuvo que luchar durante varias décadas con otros rivales, finalmente reunió suficientes apoyos para oponerse al usurpador, el sultan Yaffar de Jartum.
Mohammed y sus aliados han fomentado las revueltas de las tribus sudanesas leales al Mahdi, especialmente las que dependían del tráfico de esclavos. Aunque procuran limitar sus ataques contra los extranjeros blancos, creen que si Sudán se convierte en un lugar demasiado inestable y difícil de mantener, las potencias europeas se mantendrán al margen.
Mohammed era un guerrero Baggara de cerca de treinta años cuando fue Abrazado. Todavía luce varios símbolos tribales, pero desde que apoyó el alzamiento del Mahdi ha adoptado el atuendo de un derviche. Siempre va armado con un hermoso alfanje familiar, especialmente afilado. Procura cubrirse el rostro para ocultar sus dientes afilados y sus ojos oscuros y opacos de depredador. Su cuerpo está recubierto con un pelaje leonado que forma varias manchas irregulares.
Clan: Gangrel
Generación: 8ª (originalmente 9ª)
Disciplinas: Animalismo 3, Celeridad 2, Fortaleza 4, Ofuscación 1, Protean 4, Presencia 4, Serpentis 2
Humanidad: 4

LA CAMARILLA
Aliada con los Ashirra egipcios, la Camarilla europea tiene poco interés por Sudán, que se antoja un lugar salvaje y poco productivo para la política de la secta. Sin embargo, el hecho de que ayudar a sus aliados pueda proporcionarles futuros favores es suficiente para que algunos Vástagos hayan acudido a la zona. Los vampiros europeos que se encuentran en Sudán por lo general son neonatos que buscan dominios y recursos lejos del control de sus antiguos, o que pretenden utilizar el país como una plataforma en la que ascender en espera de mejores oportunidades. Casi todos ellos se encuentran infiltrados en la administración egipcia y británica, aunque la llamada de la aventura ha llevado a algunos de ellos a seguir las rutas caravaneras y visitar los exóticos y extraños dominios del sur.

Joseph Forster, Consejero del Sultán
Joseph era un soldado británico que sirvió durante la campaña de Afganistán a mediados del siglo XIX y en las guerras coloniales de la India. Durante una de sus campañas ayudó a evacuar una misión cristiana, resultando gravemente herido en el proceso. Mientras se encontraba en el hospital militar fue visitado por una vampira del clan Ventrue que se había salvado de la destrucción gracias a la intervención del valeroso soldado y decidió recompensarlo con el Abrazo.
Acompañó a su sire de regreso a Londres, donde fue presentado a la Estirpe local. Sin embargo, se encontraba fuera de lugar entre la pompa y circunstancia de la sociedad victoriana, y cuando supo que los británicos habían establecido acuerdos militares con los gobernantes de Egipto, viajó a ese país dispuesto a ofrecer sus servicios a los vampiros locales.
Visitó Alejandría y El Cairo, aconsejando a varios sultanes no muertos las mejores medidas para modernizar sus dominios y adaptarse a los cambios de la sociedad mundana, y cuando el sultán de Jartum requirió sus servicios, acudió a su lado, convirtiéndose en uno de sus consejeros de confianza.
A pesar de que los aliados más tradicionalistas del sultán le desprecian, también son conscientes de la utilidad de Joseph Forster, y siendo el principal enlace diplomático con la Camarilla están dispuestos a aceptarle…o dejarlo caer en manos de sus enemigos para procurarse un mayor apoyo de la secta.
Joseph tenía poco más de veinte años cuando fue Abrazado. Es un apuesto oficial británico rubio y con ojos azules, que viste con el uniforme militar de Egipto y que muestra un entusiasmo contagioso con quienes comparten su ánimo por la aventura y el honor militar.
Clan: Ventrue
Generación: 10ª
Disciplinas: Dominación 2, Fortaleza 4, Presencia 2, Protean 1
Humanidad: 7
Nota: Joseph sólo puede alimentarse de militares.

LOS LAIBON
Sudán constituye una de las fronteras del Reino de Ébano, y los antiguos vampiros africanos afirman haber sido los primeros habitantes no muertos del país antes de la llegada de los egipcios milenios antes de Cristo. Sin embargo, salvo relatos orales, no parece que los Laibon se organizaran hasta la formación de los primeros reinos nubios. Estallaron conflictos con los conquistadores Setitas que llegaban de Egipto primero, y posteriormente con los Ashirra, con los que se alcanzó una inestable paz.
El Islam constituye una frontera difusa entre los Laibon y los Ashirra. En su mayoría los Laibon profesan las creencias animistas de las tribus sudanesas, pero algunos siguen las enseñanzas del cristianismo y del Islam, aunque desechan la política de los Ashirra decantándose por sus sociedades tradicionales.
Los Laibon se encuentran extendidos por todo el territorio sudanés, pero se concentran especialmente en la región del Sudd y las tribus negras. No todos rechazan el esclavismo, pero sí la gran mayoría, resistiéndose contra los esclavistas árabes y los vampiros infiltrados entre ellas.
En la situación actual, los Laibon se encuentran divididos. Mientras algunos apoyan la presencia de egipcios y británicos para detener el tráfico de esclavos, otros se resienten ante la presencia de los extranjeros, por lo que en su conjunto no han actuado decisivamente por el momento, aunque algunos sí han actuado de forma individual a favor de uno o de otro bando.
Los principales legados (clanes) presentes en Sudán son Gangrel (Akunanse), Lasombra (Xi Dundu), Nosferatu (Guruhi), Ravnos (Kinyonyi), Seguidores de Set y Toreador (Ishtarri).
Imagen LOS VAMPIROS DE SUDÁN Bamú, Magaji del Sudd
En vida Bamú fue un hombre sabio y justo. Vivía en una aldea Dinka, dedicándose al pastoreo, y ocasionalmente cazaba cuando era necesario traer más comida para su familia. Su existencia era feliz y tranquila en compañía de su esposa e hijos.
Sin embargo, un corrupto espíritu con forma de hiena comenzó a acosar su aldea. El perro de Bamú fue el primero en desaparecer, y posteriormente también desaparecieron otros animales y niños. El hechicero de la aldea reunió a los afectados y los guió para hacer frente a la bestia. Consiguieron derrotarla, pero Bamú resultó herido por su mordisco infeccioso y comenzó a languidecer hasta morir.
Sin embargo, el hechicero de la tribu no permitió que eso ocurriera. Habló con un antiguo ancestro y le habló de la hazaña y sacrificio del pastor, y el ancestro lo tomó como su hijo y lo educó en su compañía.
Eso fue hace mucho tiempo y desde entonces Bamú se ha convertido en una voz respetada entre los Laibon, convirtiéndose en el Magaji de la región del Sudd, la autoridad ante la que se inclinan los vampiros africanos. Cuando ha sido necesario ha mostrado su fuerza a los Ashirra y ha acabado con varios atrevidos esclavistas a lo largo de los siglos.
Actualmente Bamú se encuentra intranquilo. Los espíritus de los ancestros le han hablado del despertar de un antiguo mal, y por el momento ha ordenado a los Laibon que permanezcan al margen del conflicto que divide a los Ashirra, aunque con la revuelta de las tribus y sus enfrentamientos no resulta nada fácil. Junto con varios de sus compañeros se dedica a recorrer Sudán, esperando encontrar a la bestia que atormenta sus sueños.
Bamú es un imponente guerrero Dinka. Cuando se presenta ante otros, viste con varias pieles de leopardo, siempre acompañado de su lanza y un machete. También dispone de varios amuletos protectores que son el símbolo de su cargo y que provocarán la mala suerte en quienquiera que los robe. Aunque muestra un aspecto sereno y atractivo, cuando entra en frenesí su rostro adopta la forma de una bestia inhumana.
Clan: Guruhi (Nosferatu del Reino de Ébano)
Generación: 8ª
Disciplinas: Abombwe 3, Animalismo 4, Celeridad 3, Fortaleza 4, Ofuscación 3, Potencia 5, Presencia 3
Humanidad: 7

ASSAMITAS
Los Assamitas se consideran los justos gobernantes de Sudán. Se convirtieron en la punta de lanza de los Ashirra cuando se extendieron hacia Sudán, y afirman ser los responsables de los primeros dominios islámicos en la zona. Los pactos de los antiguos sultanes Assamitas con los Seguidores de Set terminaron provocando la desaprobación de los líderes de Alamut, que apoyaron el derrocamiento del último sultán.
Como otras facciones autóctonas de Sudán, los Asesinos también se encuentran divididos en el conflicto entre los Ashirra partidarios y opositores del Madhi. Los enviados de Alamut, en su mayor parte con relaciones con los vampiros egipcios, apoyan al sultán Yaffar, y a regañadientes aceptan la alianza con la Camarilla, considerándola un trato temporal. Sin embargo, los Asesinos sudaneses, muchos de ellos relacionados con los antiguos sultanes no muertos, se resienten de los intereses extranjeros, y no están dispuestos a romper sus lazos con los Setitas.
De esta forma los Assamitas sudaneses son considerados heréticos por los Asesinos de Alamut. Muchos de ellos tienen trasfondos tribales y a menudo prefieren desarrollar Animalismo antes que las artes de la Ofuscación.

Malai, Cazadora de Serpientes
Malai nació y vivió cerca de la ciudad de El Cairo. Fue robada de su hogar con su hermana gemela por los cultistas de Set, que la entregaron a una hechicera vampira para que la utilizara en sus artes oscuras. Iba a ser sacrificada en un ritual pero fue rescatada in extremis por los Assamitas, pues la niña era la descendiente mortal de uno de los hijos de Haqim presentes en la ciudad. Su hermana Sarai no tuvo tanta suerte.
Malai se unió a los Assamitas, abriéndose paso entre las filas de los hechiceros de Alamut. Cuando estuvo preparada recibió el Abrazo y se convirtió en una despiadada enemiga de los Setitas, frustrando varios de sus planes en Oriente Medio y persiguiéndolos allí donde se encontraban.
Cuando los Assamitas recibieron noticias de que los sultanes de Sudán se encontraban corrompidos por la influencia de los Setitas, Malai fue enviada y descubrió que las Serpientes no sólo eran aceptadas en los dominios, sino que además contaban con gran influencia en la corte del sultán Khurshid, que estaba Vinculado por Sangre a las Serpientes de Arena. Regresó a El Cairo y los antiguos del clan decidieron acabar con sus hermanos corruptos.
Malai acompañó a los Ashirra que conquistaron los dominios de Sudán a principios del siglo XIX. Aunque hubiera preferido que uno de sus compañeros de clan ocupara la posición de sultán, por ahora se mantiene leal al sultán Yaffar, aunque no aprueba sus alianzas con los occidentales, pero las considera preferibles a la alianza del sultán Mohammed con los Setitas.
Sin embargo, mientras perseguía a las Serpientes de Arena, Malai se ha encontrado con otro mal más insidioso en las profundidades de Sudán. Parece que en las profundidades del desierto sobreviven algunos nidos infernalistas de Baali desde hace siglos. Ha enviado mensajeros a Alamut pidiendo consejo, ya que sus investigaciones parecen indicar la presencia de un anciano Diablo oculto en las profundidades de Sudán…
Malai tenía unos veinte años cuando fue Abrazada. Su cuerpo está lleno de cicatrices rituales que le causaron los Setitas y su cabeza está rapada a cero. Su mirada es dura y está cargada de odio, y a menudo son los ojos lo único que puede verse en medio de los mantos y túnicas en los que se envuelve. Suele llevar consigo diversos talismanes y componentes para sus hechizos.
Clan: Hechicera Assamita
Generación: 9ª
Disciplinas: Animalismo 3, Auspex 4, Celeridad 2, Extinción 4, Hechicería Assamita 5, Ofuscación 4
Sendas de hechicería: Vientos del Cazador 5, Susurros Celestiales 4, Encanto de las Llamas 4, Movimiento Mental 3, Control Atmosférico 2
Senda de la Sangre: 7

BAALI
Sudán es uno de los pocos lugares del mundo donde los Baali conservan cierta presencia importante y en la Edad Victoriana se manifiestan una vez más, extendiendo sus tentáculos de corrupción para alcanzar sus propósitos. La secta de los Avatares del Enjambre es fuerte aquí, habiendo sido responsable de muchos de los brotes epidémicos y hambrunas que han azotado y azotan el país a lo largo del tiempo.
Debido a que son aborrecidos por todos los clanes y facciones, los Baali deben actuar con mucho sigilo. La mayoría se aposentan en lugares “malditos” o vagan en la oscuridad de refugios subterráneos, saliendo sólo para alimentarse u obtener sacrificios para sus señores demoníacos. Antiguas pirámides y catacumbas, ruinas olvidadas, cavernas naturales, ríos subterráneos. A lo largo de los siglos han sabido encontrar muchos escondrijos desde los que actuar sin ser vistos.
Todos los Baali de Sudán se inclinan ante el Señor de las Langostas, el más poderoso de su linaje en el país, que les habla en sueños y periódicamente los impulsa a actuar, bien corrompiendo a los demás vampiros o mortales o plantando las semillas para sus planes a largo plazo. La Edad Victoriana es uno de los momentos de actividad del Señor de las Langostas. Sus agentes revolotean entre las tribus, susurran secretos a los seguidores del Mahdi y siembran devastación y hambre a su paso con un propósito desconocido, que a largo plazo bien podría dar fruto en la antesala de las Noches Finales.

El Señor de las Langostas
El Señor de las Langostas no recuerda su vida ni su nombre antes de recibir la llamada del Enjambre. Sólo recuerda hambre y desolación, que se han convertido en sus herramientas. Apareció en algún momento de la época faraónica y desde entonces ha recorrido el valle del Nilo, avanzando progresivamente hacia el sur. La última vez que entró en letargo fue cuando los musulmanes conquistaron el país en el siglo XVI, y despertó nuevamente cuando los egipcios conquistaron Sudán derramando de nuevo sangre sobre la tierra.
Desde hace décadas el Señor de las Langostas se dedica a reunir a sus seguidores, habiendo creado una pequeña progenie. Su intención es crear un reinado de terror que dure el tiempo suficiente como para conseguir sacrificios para sus siniestros señores. Durante milenios ha alternado períodos de letargo con actividad en los que ha desatado hambrunas y guerras sobre Sudán, regando el país con sangre y cosechando almas, al mismo tiempo que incrementa su propio poder.
Aunque dispone de varios refugios, cuando se encuentra activo, como en la Edad Victoriana, suele instalarse en un antiguo pozo de corrupción situado en las profundidades de unas cuevas de las Montañas Nuba. Utilizando su poder oculta su localización, procurando mantener apartados a posibles espías de sus enemigos.
El movimiento del Mahdi le ha resultado muy útil para sus propósitos, al igual que tantos otros peones a lo largo de los siglos. Ha decidido ayudar al autoproclamado profeta a alcanzar el poder, y quizás bendecirlo con el poder de su sangre llegado el momento…
Como otros Avatares del Enjambre, el Señor de las Langostas se dedica a fomentar el crecimiento de alimañas, en su caso, extensos enjambres de langostas y saltamontes que periódicamente acaban con las cosechas de los habitantes de Sudán y Egipto. Su cuerpo es un nido desde el que periódicamente libera a sus “hijos.”
El Señor de las Langostas es un individuo pequeño y negro, completamente escuálido hasta el extremo. De cerca sus rasgos inhumanos son evidentes. Sus ojos son enormes y desproporcionados, como los de un insecto, y su mandíbula puede abrirse mostrando una serie de colmillos y una trompa de insecto con la que puede beber mucha más sangre de lo normal. El resto de su cuerpo muestra partes quitinosas similares a los de un insecto y saltamontes en diverso estado de formación caminan sobre su piel. En el interior de su abdomen, dentro de una esmeralda pulida se encuentra la esencia de su señor demoníaco. La verdadera intención del Señor de las Langostas es mantenerlo dormido con sus periódicos sacrificios y robarle su poder.
Clan: Baali (Avatares del Enjambre)
5ª Generación
Disciplinas: Animalismo 7, Auspex 6, Daimonion 8, Celeridad 5, Fortaleza 5, Ofuscación 8, Potencia 5, Presencia 5, Protean 6
Senda del Enjambre: 9
Notas: Mediante su poder, el Señor de las Langostas puede convocar monstruosos insectos demoníacos, controlar enjambres de insectos y “bendecirlos” de forma que pueden devorar carne humana. También puede convertir su cuerpo en un enjambre o en un monstruoso insecto demoníaco.

SEGUIDORES DE SET
A nivel individual, los Setitas son el clan más poderoso e influyente de Sudán. Llegaron como conquistadores en época faraónica, enfrentándose a los vampiros autóctonos y contribuyendo a crear los primeros dominios estables. Aunque su control estuvo lejos de ser absoluto, consiguieron adaptarse y terminaron siendo aceptados.
Las Serpientes de Arena construyeron varios templos a lo largo del Nilo, pero con el paso del tiempo fueron destruidos por los sucesivos conquistadores. Los Seguidores de Set sufrieron especialmente con la llegada de los Ashirra, pero encontraron refugio entre los Laibon y hacia el siglo XIV habían conseguido infiltrarse en el entorno del sultán Ibrahim, tras ayudarle a alcanzar el poder.
Aunque entre los Ashirra los Setitas tuvieron que actuar con cuidado, con el paso del tiempo su influencia se incrementó y finalmente su presencia se convirtió en un hecho aceptado, ya que a pesar de su reputación, habían contribuido a la prosperidad del sultanato. Cuando el débil sultán Ashirra intentó invertir la situación, ya era demasiado tarde y fue fácilmente reemplazado por uno de sus chiquillos, que demostró ser especialmente dócil a las instrucciones de las Serpientes.
La invasión egipcia llevó a las Serpientes a canalizar el descontento producido por la ocupación, y los Setitas, especialmente la facción de los Guerreros, han sido los principales artífices que han provocado las revueltas de las tribus sudanesas, apoyando el alzamiento del Mahdi.
En contraste, los Setitas Laibon han disfrutado de una existencia relativamente más tranquila. Habiendo sido aceptados en la sociedad de los vampiros africanos, pueden practicar sus ritos y relacionarse con otros legados sin problemas. Sin embargo, la intolerancia de los Guerreros constituye un problema, y muchas Serpientes se preocupan ante las posibles consecuencias de una victoria de sus compañeros más fanáticos si llegan a dominar el país.

Nub, Suma Sacerdotisa de Meroë
La antigua Nub fue una de las últimas princesas del reino de Meroë. Como último recurso su padre la entregó a un sacerdote de Set para que la pusiera a salvo, en medio de las guerras que llevaron a la caída del reino. Sola, habiendo perdido familia y amigos, encontró en la religión del dios oscuro el consuelo que necesitaba.
Terminó ascendiendo entre las filas del culto de Set, y uno de sus antepasados, que había sido faraón en Egipto y recibido la inmortalidad, compartió su sangre con ella y la convirtió en su reina. Juntos gobernaron los mezquinos reinos que habían surgido tras la caída de Meroë, enfrentándose a otros no muertos descarriados que rechazaban la adoración del Dios Oscuro.
Con el paso del tiempo los adoradores de Set también se dividieron, entre quienes seguían las enseñanzas de los sacerdotes egipcios y quienes habían adoptado a los dioses de África como avatares de Set. Nub consiguió situarse entre ellos, como diplomática y figura de compromiso. Bajo su influencia, los Setitas consiguieron actuar con una sola voz, al margen de las facciones.
Ayudó a los Setitas a infiltrarse entre los Ashirra, y a su vez ayudó a Ashirra y Laibon a solucionar sus diferencias. Cuando su sire entró en letargo a finales del siglo XV ella se convirtió en Suma Sacerdotisa de Nubia, supervisando los diversos templos de las Serpientes de Arena.
La conquista egipcia del siglo XIX destruyó varios templos y cultos Setitas e hizo tambalear su dominio, y los Setitas Guerreros cuestionaron su autoridad, considerando que su política era demasiado débil, por lo que desobedeciendo su guía terminaron levantando a los fanáticos mortales en una turba para derrocar a los ocupantes egipcios. En respuesta, Nub ha prestado su apoyo a los Setitas Laibon, y tras consultar con ellos ha llegado a la conclusión de que alguien ha provocado el cisma de su clan. Consultando a los oráculos de su Dios Oscuro ha obtenido un nombre que la ha llenado de intranquilidad y que consideraba una leyenda: el Señor de las Langostas.
Nub sabe que es necesario unir a las diversas facciones y crear una nueva alianza que destierre de nuevo la amenaza de los Baali. El tiempo es vital, y aunque cuenta con el apoyo de los Setitas Laibon los Setitas Guerreros de su clan por ahora han rechazado su liderazgo. Nub considera prestar su apoyo a los Ashirra que siguen al sultán Yaffar, y quizás a la Camarilla. El Señor de las Langostas es demasiado peligroso para dejarlo actuar sin nada que lo detenga.
Nub es una antigua princesa nubia, Abrazada con cerca de veinte años. Es una joven hermosa, de piel oscura y enormes ojos que emanan autoridad. Suele vestir con sus antiguos atuendos principescos, aunque con el paso del tiempo ha adoptado otros de la realeza de las tribus de Sudán. Se desenvuelve con confianza y autoridad, pero siempre prefiere que los demás crean que han tomado sus propias decisiones.
Generación: 6ª
Disciplinas: Akhu 4, Auspex 4, Dominación 4, Fortaleza 3, Serpentis 6, Ofuscación 5, Presencia 6
Sendas de Akhu: La Mano Divina 4, Permanencia de Set 4, Aliento de Set 3, Senda de Anubis 3,
Senda de Sutekh: 7

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Alexander Weiss
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Re: [Escenario] Edad Victoriana: Sudán

#10

Mensaje por Alexander Weiss » 03 Mar 2021, 14:44

Imagen OTRAS FACCIONES SOBRENATURALES

RAZAS CAMBIANTES
Aunque los Lupinos se encuentran en gran parte ausentes de Sudán, salvo ocasionales viajeros de los Caminantes Silenciosos y los Roehuesos, otras criaturas cambiantes reclaman el país como su territorio. Algunas tribus y aldeas son juiciosamente evitadas por los no muertos, que saben que adentrarse en ellas o tocar a uno de sus habitantes es tentar a la suerte.
El grupo más temido está formado por los Simba, los hombres león, que son los reyes de las bestias cambiantes de Sudán, tanto por aceptación como por su propio poder. Desde tiempos antiguos mezclaron su sangre con los nubios, e incluso fueron reverenciados como reyes y dioses en Kush y Meroë. Durante la Edad Victoriana las feroces tribus Beja y Hadendowa constituyen su mayor reserva de Parientes humanos, aunque algunos han entroncado con los feroces guerreros Baggara del norte. El tráfico de esclavos también ha dispersado la sangre del león por otras tribus. Los Felinos sudaneses de los Simba son muy numerosos, y tienen gran influencia en la política de los hombres león.
Los Simba se muestran especialmente belicosos hacia los no muertos, habiéndose enfrentado con los Seguidores de Set en varias ocasiones. Cuando estalla la revuelta del Mahdi varios guerreros Simba lo apoyan, con la intención de expulsar la corruptora influencia de los egipcios y europeos y apartar a la humanidad de los lugares en los que habitan, dejándolos en manos de los leones y otras bestias salvajes.
Además de los Simba, otras tribus de hombres felino disponen de presencia en Sudán. Algunos Bagheera u hombres leopardo vagan por el país, a menudo tratando de imponer algo de serenidad entre los feroces hombres león, aunque en ocasiones también actuando como justicieros solitarios entre las tribus mortales. La región del Sudd es uno de sus principales santuarios y los Azande sus Parientes favoritos.
Desde la época faraónica, los enigmáticos Bubasti también han recorrido las fronteras de Sudán, a menudo en busca de secretos esotéricos. Con la conquista egipcia del país han llegado algunos, atraídos por los rumores sobre antiguos tesoros de época faraónica que habrían terminado ocultos en las catacumbas de Kush, Napata y Meroë o habrían pasado a formar parte de los tesoros de las tribus sudanesas. Otros investigan la siniestra leyenda del Señor de las Langostas, al que combatieron siglos atrás y expulsaron de Egipto, ante la posibilidad de que haya regresado.
Los principales adversarios de los hombres felino son los Ajaba, los hombres hiena. Enfrentados desde tiempo antiquísimo con los Simba, a menudo se han aliado con los vampiros, tanto para protegerse mutuamente como para insultar a sus enemigos. El hecho de que muchos hombres león se hayan aliado con el Mahdi es suficiente razón para que las hienas apoyen a sus adversarios.
Los hombres araña Ananasi tienen cierta influencia entre las tribus del norte de Sudán y los nómadas del desierto y por lo general han preferido ocuparse de sus propios asuntos, al margen del resto de las bestias cambiantes del país. La conquista egipcia del país constituye todo un revulsivo para muchos de ellos, cultivando cuidadosamente el fanatismo de los mortales a través de varios cultos dirigidos por “santones” y figuras religiosas y arrojándolo contra sus enemigos. Muchos hombres araña acuden en ayuda del Madhi, considerándolo un peón muy útil para expulsar a los intrusos egipcios y británicos de Sudán. Unos pocos perciben que otras influencias se encuentran detrás de los Derviches y terminan abandonándolo, pero otros pretenden guiar la corriente imparable del fanatismo islámico y terminan cayendo en la trampa corruptora del Señor de las Langostas.
El valle del Nilo también ha sido refugio para varios Mokolé, los hombres cocodrilo que fueron adorados como dioses desde época faraónica, y que lucharon contra los Seguidores de Set. Sin embargo, su mejor época ya ha pasado, y la mayoría prefieren aislarse del mundo exterior en sus territorios cada vez más reducidos, principalmente en los rincones perdidos del Sudd, donde se encuentra una de las Nidadas más importantes de África.
Por último existen rumores sobre un siniestro culto dedicado a la serpiente que podría haber existido desde hace milenios. Algunas leyendas cambiantes recuerdan la existencia de las Nagah, los hombres serpiente, pero creen que fueron exterminadas y desaparecieron hace mucho tiempo, cuando luchaban contra el dios oscuro Set y sus servidores.
De todas formas la tierra de Sudán es el hogar de muchos ofidios peligrosos, especialmente la temida mamba negra, cuya letalidad natural la convierte en un peligro…sin necesidad de adoptar otra forma más peligrosa. Desde hace milenios los hombres serpiente están acostumbrados a actuar con sigilo desde la ignorancia de su presencia.
Un grupo de Ratkin nómadas se encuentra infiltrado entre las tribus Baggara. A lo largo del tiempo han aprovechado el comercio de las caravanas y el tráfico de esclavos y nunca se han detenido demasiado tiempo en un mismo lugar. La ferocidad de los hombres león y otras tribus Bastet los ha mantenido apartados de los asuntos de las bestias cambiantes de Sudán, pero en la compleja situación de la Edad Victoriana, muchos ven oportunidades para instalarse de forma más permanente.

MAGOS
África es el hogar de numerosas Artes independientes, hechiceros y chamanes. La presencia como facciones de las Tradiciones y la Tecnocracia es superficial, aunque las Tradiciones de Ahl-i-Batin, y Eutánatos se encuentran bien representadas. En las fronteras de Abisinia se encuentran los Hijos de Menelik, un subgrupo del Coro Celestial, que en ocasiones ha reclutado miembros entre la minoría cristiana sudanesa, aunque en Sudán la Tradición también ha reclutado adeptos entre los sufíes musulmanes, algunos de ellos partidarios del Madhi, que pretenden instalar un paradigma islámico sobre el país. Cuentasueños y Verbena también cuentan con algo de representación individual en Sudán, pero su conexión con las Tradiciones es tenue en el mejor de los casos. La mayoría de los grupos místicos procuran evitarse la mayor parte del tiempo, aunque la reciente reaparición del culto del Señor de las Langostas y varios Nefandos asociados a él bajo la forma de un culto de místicos infernalistas, les ha llevado a unir fuerzas frente a la amenaza común. Salvo estas excepciones, la mayoría de los practicantes de la magia de Sudán prefieren dedicarse a sus asuntos a nivel local, sin involucrarse en las conspiraciones a gran escala de la Guerra de la Ascensión.
La conquista egipcia también es el comienzo de la influencia a gran escala de la Tecnocracia en el país. Desde Egipto un grupo aliado de los Tecnócratas, los Mokteshaf Al Tour (“Cosechadores de la Luz”), se encuentra desde hace siglos a la sombra del gobierno otomano y no permanece ajeno a los acontecimientos en Sudán, considerando su conquista como una oportunidad para extender su base de poder. Los eventos políticos son observados desde Londres por agentes de la Orden de la Razón, y los más aventureros se lanzan a la tierra de nadie de Nubia para conquistarla en nombre del paradigma mundano o simplemente por la sed de conocimientos y aventuras. De todas formas, incluso tras la ocupación británica de finales del siglo XIX, la presencia tecnocrática sigue siendo muy débil en Sudán.

WRAITHS
Sudán se encuentra dentro de las fronteras del Reino Oscuro de Marfil, y la Reina de Marfil tiene dominio sobre los Sin Reposo del país. Sin embargo, gran parte de las Tierras de los Muertos se encuentran azotadas por una manifestación local de la Tempestad, conocida como el Enjambre, y que consiste en una gran nube devoradora de insectos que actúa como un Maelstrom a pequeña escala. Fuera de la Selva de los Fantasmas los Derroteros son muy inseguros. En esta zona inestable algunos cultos Herejes de inspiración islámica han encontrado refugio en el corazón de la tempestad, pero la mayoría terminan convirtiéndose en presa del Olvido, dando lugar a hordas de Espectros fanáticos, que absorben ansiosos el odio surgido de la religión, fomentándolo cuando pueden. Más de un culto dedicado a los ancestros también ha sido corrompido por fantasmas especialmente corruptos, que reclaman sangre y matanza.
Parte de las fronteras fantasmales de Amenti, el Reino Oscuro de Arena, llegan hasta aquí, y algunas antiguas tumbas y santuarios de época faraónica todavía albergan reliquias y fantasmas que guardan lealtad hacia Osiris y sus seguidores, disfrutando de su protección.

CHANGELINGS
El Ensueño de Sudán se encuentra en gran parte gobernado por los Oba, los señores feéricos del linaje Eshu. Sus descendientes, más pequeños y menos poderosos, a menudo viajan por las rutas de las caravanas o se asientan en los oasis de los rincones del desierto, haciendo realidad los sueños de las Mil y una Noches en compañía de espíritus y quimeras inspirados por las leyendas mortales sobre efrit, djinn y otras entidades similares, o los Blemios, un feroz linaje de ogros carnívoros sin cabeza y con el rostro en el pecho. Los espíritus elementales del fuego, el viento y la arena también son numerosos, así como los que pueden adoptar forma de animales. Los rincones más apartados de Sudán todavía no han sido devastados por la Banalidad, y en ellos se encuentran criaturas que jamás han sentido la necesidad de adoptar carne humana para protegerse de los estragos de la Banalidad. En los pantanos más profundos y los oasis más apartados la frontera entre los mundos sigue siendo muy difusa, y toda una trampa para los viajeros.
En el siglo XIX la situación comienza a alterarse con la llegada de viajeros europeos y sobre todo por la terrible devastación generada por las guerras de conquista. Muchos seres feéricos optan por huir a las profundidades del Ensueño o cortan por completo sus lazos con el mundo mortal. Los escasos supervivientes deben adaptarse y terminan siguiendo la senda del Changeling.

MOMIAS
Desde época faraónica los Seguidores de Horus han visitado los territorios de la antigua Nubia en su lucha contra los esbirros de Set, pero a medida que las fronteras de Egipto se reducían, la mayoría decidieron regresar a Egipto o buscar otros lugares en los que asentarse. Cuando la dinastía XXV de origen nubio, gobernó Egipto, algunos invasores nubios fueron reclutados entre los seguidores de Horus o iniciados en el culto de Isis, y otros terminaron dándole la espalda, actuando con independencia.
Con el paso del tiempo algunas Momias han regresado a los antiguos territorios de Kush y Meroë en busca de respuestas de sus vidas pasadas o para recuperar reliquias o artefactos olvidados. Algunas de ellas incluso han vivido vidas enteras entre las tribus locales, ayudándoles a protegerse de la influencia de las Serpientes y de otras facciones sobrenaturales peligrosas, convirtiéndose en protectores de los mortales. Otras tribus incluso adoran a Isis y Osiris bajo los nombres de los dioses locales.
Se dice que una de las Momias Oscuras ha sido vista recientemente en Sudán, aunque nadie ha podido confirmar este rumor. Parece que ese Inmortal Oscuro tiene sus propios planes, pero se desconocen cuáles pueden ser sus intenciones.

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