Webvampiro

¿Qué tanto ha cambiado el mundo en 300 años? La ruta de la seda me ha traído hasta aquí de la misma manera que antaño. Es cierto que ahora hay menos velas y más humo de extraños cilindros verticales en los barcos. Sin embargo, la humanidad sigue dividida impidiendo la expresión terrenal de la voluntad divina.

Al escuchar la palabra francés me sobresalto.

¿Un nuevo imperio? Quizás sea la oportunidad de darle sentido a esta conquista. Ni idea de dónde vendrá este ejército y su joven general. Si respira podrá ser un blanco fácil para mis habilidades de espía. Si está muerto, supongo que habrá que buscar a quién lo trajo a la noche. Si se trata de otro tipo de criatura sobrenatural, supongo que el aprendizaje será magnífico y desafiante.

Me giro hacia la clemencia de Kagan, mostrando un dejo de confusión.

Por supuesto que la sangre de vuestras venas, maestra, corre por mis venas. Sin embargo, nunca me había puesto a pensar que teníais ancestría mongola. Hermosa novedad, quizás hay algún vínculo familiar, prima.

Sonrío listo para invocar a los espíritus, dejando salir de mis labios un canto gutural tengrii tradicional para dichos efectos. Espero un momento para ver si ocurre algo.

Mmm… parece que son de un tipo particular. Umbrales… ¿qué significará aquéllo? ¿qué solamente cruzan a través de vanos de puertas o ventanas?

Tu asombroso cántico no ha logrado contactar con ningún tipo de espíritu.

Clemencia de Kagan te mira con seriedad.

- No me llames prima, yo cabalgué junto al abuelo de tu abuelo. Gracias a mi sangre tienes el potencial para conseguir que los espíritus animales te presten su fuerza, cuando te hagas más fuerte y sabio podrás acceder a nuevas cotas de poder. Recuerda todo lo que te conté sobre los reinos umbrales; es posible que en tu periplo te encuentres con otros seres sobrenaturales, aprovecha para recabar información - hace una leve pausa - nos volveremos a ver cuando finalice tu misión.

Tu sire abandona la estancia sin despedirse.

- Bueno chico, es hora de que empiece tu entrenamiento - Aspar sonríe.

Durante tu estancia en la Primera Ciudad, Aspar y otras personas acostumbradas a las costumbres europeas y egipcias te van formando para que, pese a tus rasgos mongoles, puedas infiltrarte entre el nutrido grupo de Napoleón o seguirlo por el país de los faraones sin llamar demasiado la atención.

Prima u otra cosa, poco importa. Le demostraré lo que valgo.

Me giro hacia Aspar luego que ella se ha marchado y respondo su sonrisa.

Nací listo. Prácticamente salí por mi cuenta del vientre de mi madre, que murió antes que pudiese salir. Luego, salí del vientre de la Tierra, tras mi abrazo. Lo mismo, porque un gran templo se había construído sobre mi lugar de letargo.

Sigo aumentando mi expresión de complacencia abriendo más los labios y mostrando los dientes con jocosidad.

Ahora, este generalcillo francés… ¿está haciendo qué?

Termino la mueca y me planto firme, planeando convertirme en el mejor estudiante que jamás habrá pisado Enoch, se cantarán mis notables logros por generaciones.

En la Primera Ciudad el tiempo no parece avanzar, cada vez que miras el cielo ves la sempiterna tormenta azotando sin piedad los tenebrosos edificios por los que te mueves. El entrenamiento es duro, a penas te ofrecen reposo. Estudias francés, árabe y enoquiano, el manejo del mosquete y la bayoneta, interminables lecciones de historia, mitología, ciencias y política, clases de baile con el bueno de Aspar, y otras lecciones necesarias para sobrevivir en el Egipto de finales del siglo XVIII.

Cuando tus mentores consideran que estás preparado, Aspar habla contigo.

- Enhorabuena chico, ya estás listo para la misión - dice sonriente - como ya te dije, no sabemos con exactitud que pretende ese loco general, algunos dicen que intenta unir el mar Rojo con el Mediterráneo, otros aseguran que desea fundar su propio imperio, quién sabe. De momento sabemos que un brujah y un toreador, con dos de sus ghouls, forman parte de la expedición. También le acompaña un mago de la Orden de Hermes y se le ha visto con un consejero egipcio, creemos que puede ser un seguidor de Set; lleva cuidado con esas víboras. Napoleón ha vencido a los mamelucos muy cerca de las grandes pirámides, y ahora ha tomado El Cairo, el francés se ha instalado en el palacio de Murad Bey - hace una pequeña pausa - En las ciudades más importantes podrás contar con al menos un contacto de la Tal´mahe´Ra, usa las claves que ya conoces en enoquiano y quizás pueden proveerte de información o pertrechos. ¿ Alguna pregunta Ulagan?

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Disfruto siempre del entrenamiento, la voz de mi abuelo siempre resuena en mi interior invitándome a seguir… hasta completarlo.

Escucho atentamente el detalle del kamut con el cuál tendré contacto y la situación actual de Egipto tras la conquista bajo el ejército del tal Napoleón.

¿Este tal Bonaparte, viene solamente con armas o anda buscando algo más bajo las pirámides? Los rumores indican que ha traído gente de ciencia y de arte… ¿para qué? ¿para robarse la cultura local? Me agradaría mucho tener la misión secundaria de impedir tales hechos. Por supuesto, si la Tal'mahe'Ra está de acuerdo.

Miro directamente a Aspar enfatizando la última frase, luego prosigo.

¿Y a qué se dedican mis contactos del clan de los filósofos y de los creativos? ¿se infiltrarán entre científicos y artistas para complementar mi trabajo? Sobre el mago, supongo que tendré que estar preparado para sus sortilegios.

Alterar el mundo es un asunto complejo y riesgoso.

- Creo que me he expresado mal Ulagan, para esta misión no cuentas con un kamut. Los vástagos mencionados son de la Camarilla y no conocen nuestra organización. El Toreador es Gilles Ferrec, sus ghouls son dos jóvenes estudiosos, Villiers y Jollois. El Brujah es conocido simplemente como Tom, estuvo implicado en el derrocamiento de Luis XVI. El hermético se llama Nicolas, algunos de nuestros compañeros creen que es un viejo alquimista que se supone murió en el siglo XV. Del egipcio no sabemos nada.

Aspar toquetea los dos ropajes que tienes a tu disposición, uno a la moda francesa y el otro a la egipcia.

- No te entrometas en la expedición de los sabios franceses, estamos más interesados en un posible motivo oculto del general y sobre todo en la implicación de los Seguidores de Set en todo este asunto. ¿ Porqué romper el statu quo de relativa tranquilidad que le ofrecen los mamelucos?

Tu interlocutor se pierde en sus pensamientos un momento.

- El príncipe del Cairo es Mukhtar Bey, un poderoso Caitiff que domina desde el siglo XIV. La ciudad es libre, aunque lo más común es encontrar a vástagos de la Ashirra o independientes. Nuestra influencia es nula más al sur, cualquiera sabe que tipo de vástagos u otros seres podrás encontrar.

¡Vaya! Seré entonces mi propio kamut… jejejeje.

Escucho las aclaraciones y la información extra que se me aporta. Observo los ropajes y simplemente tomo el atuendo egipcio para ponérmelo.

Los mamelucos contraatacarán en algún momento, probablemente desde el norte o el nordeste. Igualmente, este Bonaparte probablemente quiera llamar la atención de su gobierno. Con esta campaña tan implacable y tan exitosa en tan corto tiempo comenzarán a hablar de él. Como sea, hacia el Cairo me dirigiré… solamente quiero tener claro si viajaré por el inframundo o deberé regresar a Alejandría e incorporarme a alguna caravana fluvial.

Aspar asiente al oír los comentarios de Ulagan.

- Nos es imposible enviarte directamente al Cairo. Tendrás que volver al refugio de Maibe y desde ahí ingeniártelas para llegar a tu destino. Te queda bien el atuendo, lleva cuidado con el sol - suelta una carcajada.

Tu mentor te acompaña hasta la sala por la que llegaste. El lugar está en penumbra, solo brillan algunas velas. Hay varias personas vestidas con túnicas, en sus partes corporales visibles muestran extraños símbolos dibujados con sangre; entonan una hipnótica letanía. Te vendan los ojos y te mantienen sumergido en el frío estanque. Al pasar un tiempo, no sabes cuanto, alguien te agarra y saca del agua. Al quitarte la venda ves a la nagaraja sonriente, mostrando su aserrada dentadura.

- Bienvenido al mundo de los vivos. La cosa se está poniendo caliente por aquí. Los ingleses están destrozando los barquitos de nuestros invasores - hace un gesto de explosión - Si quieres verlo, están en Abu Qir, los están destrozando. Imagen

Respondo a la sonrisa con una mueca de confusión.

¿Ingleses? Llevo bastante tiempo estudiando la cultura egipcia, mameluca y francesa… pero ahora resulta que hay un nuevo poder alzándose en el tablero. Supongo que tendré que aprender sobre la marcha. Gracias por la información…

Miro a Malbe nuevamente para darle un pequeño guiño cómplice y luego trato de buscar un mapa para orientarme. Localizado el lugar indicado, simplemente salgo del refugio y me dirijo a contemplar el espectáculo.

He tenido pocas oportunidades de ver navíos en combate, menos una armada completa…

Caminas hacia la costa, la batalla se desarrolla lejos, pero puedes ver inmensas columnas de humo y escuchar los últimos cañonazos. Frente a ti surca veloz las olas un navío de línea que se dirige a la bahía de Abu Qir.

- Ven, conozco un sitio desde el que podremos ver algo mejor - te dice Maibe que aparece tras de ti.

Camináis juntos hasta una alta torre semiderruida, subís una interminable escalera de caracol y os sentáis en la parte superior contemplando parte del espectáculo. Una flotilla inglesa está destrozando los barcos franceses, con tus sentidos aumentados puedes ver como los barcos de maderan se astillan en mil pedazos, las velas se consumen por el fuego y los hombres se lanzan a las cálidas aguas.

- Vamos a tener franceses para rato, sin barcos, no podrán volver a su patria y dudo que Francia pueda enviar otra flota para socorrerlos - dice la nagaraja - Descansemos y mañana te conseguiré un transporte fluvial para llegar al Cairo.

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[SOLO] Capítulo 1 - Llegada a la Tierra de los faraones

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