[Libro] Khan: los hombres tigre

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Alexander Weiss
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[Libro] Khan: los hombres tigre

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Mensaje por Alexander Weiss » 16 Jul 2019, 15:39

LIBRO DE TRIBU KHAN: LOS HOMBRES TIGRE

Recopilado del Libro de Raza Cambiante: Bastet, de Hengeyokai y la Guía de las Razas Cambiantes y ampliado por Magus

Imagen

CALIAH

LA TORRE DE LA LUNA

La luna, Ojo Brillante de la Noche, se alzó para mirar por encima del mundo. Su mirada se detuvo sobre los hombres de las ciudades y los tigres de la selva, cuyas glorias contempló. Pues los hombres levantaron torres tan enormes que si subían a lo más alto y estiraban la mano, podían pellizcarle la mejilla a la luna y los tigres reinaron en la jungla de forma tal que todo al alcance de su vista descansaba en la armonía.

Entonces apareció Asura, que surgió del hervor de las profundidades de la tierra y tomó la forma de una Gran Serpiente que se enroscaba entre las estrellas y las devoraba. Se agazapó bajo el cielo de la noche y observó la luna, más luminosa que cualquier estrella. Se fijó en su belleza, que le causó un inmenso dolor. Deseó devorarla, para que ya no pudiera castigarle más.

Así la serpiente se alzó en los cielos cada noche. Al anochecer se acercaba a la luna, que miró detrás de sí y vio las fauces de la oscuridad. Cuando Asura, que era la serpiente, se aproximó más a la luna, su oscuridad invadió la Tierra. Los hombres de las ciudades miraron desde las torres para ver la gloria de la luna, pero en vez de eso comenzaron a adorar al nuevo señor de los cielos nocturnos. Algunos humanos se aferraron a la rectitud, pero Asura escupió veneno sobre ellos y murieron tras contraer la peste. De este modo los hombres de las ciudades abandonaron a la luna y comenzaron a alabar las penumbras.

Los tigres, cuando supieron esto, no trataron de castigar a las personas malditas de las ciudades, ni ofrecieron ayuda a los bienhechores a los que Asura había condenado. En vez de eso le dieron la espalda a la sociedad humana y se dirigieron indignados hacia las profundidades de la jungla. Los hombres caminaron por las afueras de de las junglas que colindaban con sus ciudades y como no vieron tigres por allí dijeron:

-Asura ha hecho esto; Asura nos ha librado del miedo y de aquéllos que nos acechaban.

Así comenzaron a construir la más alta de las torres, con la que demostrarían su devoción por Asura y a la que se subirían para atrapar la luna en una red con el fin de que Asura la devorase.

Entonces Durga, con su aspecto de Seline que era la luna, vio las traiciones de quienes había cuidado. Vio cómo los hombres se abandonaban a la maldad y los tigres eludían sus deberes y, durante todo el tiempo sintió el aliento glacial de la serpiente Asura. Y como ni hombres ni tigres le habían guardado lealtad, extendió su mano para coger a uno de cada y arrebatarles aquellas partes que aún podía poner a su servicio. En sus manos mezcló al tigre y al humano, una mezcla a la que añadió arena, agua y luz de luna, para que la naturaleza de tigre y la naturaleza de hombre de Khan pudieran ser puestas en la tierra, derretidas con tanta facilidad como el agua y brillar con la luz de la luna. Así fue creado el primero de los Khan.

Colocó al Khan en la gran ciudad del hombre, al pie de la torre que estaban construyendo para Asura. Khan (pues no conocía otro nombre) escaló la torre, pues la luz de luna de su interior así se lo decía. Ya en lo más alto se levantó y contempló las fauces de la serpiente que estaba a punto de devorar a su madre. Entonces agarró la red con la que los hombres pensaban atrapar a la luna y la arrojó sobre el reptil. Cuando Asura quedó inmovilizada, Khan se estiró, y de un zarpazo partió a la bestia en dos.

Lo que ocurrió es que Asura, como serpiente que era, se dividió en dos demonios, los cuales acorralaron a Khan. Pero éste no se preocupó en absoluto; los golpeó de nuevo y se convirtieron en cuatro. Los atacó otra vez y se transformaron en ocho, que huyeron de él y buscaron refugio en el mundo.

Seline, la que era Durga, habló a Khan. Le agradeció que la salvara pero le reprendió por liberar los demonios en el mundo. Por eso le encargó que montase guardia contra las maldades que la prole de Asura pudiera originar y le aconsejó que controlase su propia fuerza a fin de que no crease más enemigos. Lo que es más importante, le recomendó que tuviera cuidado de su propia naturaleza por miedo a que su tigre y su hombre perdieran el equilibrio e intentaran asesinarse el uno al otro.

Entonces la torre se desmoronó y Khan se apresuró a marcharse a la jungla para buscar a su raza de tigres. Les transmitió las enseñanzas de Seline y tomó una compañera. Así fue cómo nacieron los Khan, así fue cómo se les encomendó su misión y así fue cómo salvaron a la luna de su destrucción.

EL REY QUE OLVIDÓ

Una vez existió un gran rey, un rajá entre los hombres, que tenía la corte más espléndida que se haya visto jamás. Era muy querido y su pueblo le aclamaba como si fuera un poderoso héroe, pues circulaban rumores de que había matado a muchos rakshasa antes de subir al trono. Por las noches celebraba banquetes con manjares que hubieran complacido a los dioses y cazaba a las bestias de la jungla con el mismo vigor que los tigres.

Un día los soldados del rey consiguieron capturar una tigresa grande y salvaje, que llevaba años devorando a los súbditos del rey. Con orgullo llevaron a la bestia atada con cadenas ante el rey. En un principio, el rey se sintió complacido al ver este tributo, pero después vio que las lágrimas asomaban en los ojos de la tigresa.

-¿Qué es esto? –dijo frunciendo el ceño- ¿Una bestia tan terriblemente salvaje que ha matado a más de cien hombres muestra cobardía? ¿Lloras por temor a tu vida? Esperaba otra cosa de la poderosa tigresa.

La tigresa le miró compungida con sus ojos de jade, y ante la sorpresa de toda la corte, habló:

-Lloro por ti, oh, mi rey, porque una vez gobernaste a todos los tigres de la jungla y ahora te has olvidado de ti mismo; eso provocará la muerte de tu propia especie.

Los visires se quedaron boquiabiertos. La reina se desmayó y el hijo del rey se adelantó sin levantar la lanza. La tigresa continuó hablando:

-¿No lo recuerdas? ¿No recuerdas haber matado a los rakshasa de dientes de jade con tus garras? ¿No recuerdas cómo observabas a los humanos y la curiosidad que sentías? ¿No recuerdas haber caminado como los hombres por la jungla, llevando pieles de ciervo blanco, una calavera de los rakshasa y collares de jade, y haber sido proclamado héroe? ¿Has olvidado el amor de tus compañeros y de tus cachorros? –le cayó una lágrima y continuó hablando-. Tus cachorros están muertos, mi rey…fueron asesinados para convertirse en los manjares que llenan tu mesa. Y mucho me temo que tus compañeros seremos los siguientes.

En ese momento el hijo del rey se adelantó, profiriendo un grito, y clavó su lanza en el corazón de la tigresa. Ella se tendió y murió sin emitir un solo sonido de dolor. El rey se puso en pie, y de repente, su cabeza era como la de un tigre, y su cuerpo estaba lleno del poder de los Reyes Brillantes. Con un gemido de rabia, amargura y reminiscencia se abalanzó sobre su propio hijo y le abrió la cabeza con las garras.

Cogió la lanza de un guardia y empaló a tres hombres con ella. Después salió rugiendo de la sala y corrió a toda velocidad por el palacio, asesinando a todos los humanos que encontraba. Finalmente saltó la muralla y desapareció en la jungla, donde se tendió y lloró.

Los días y las noches pasaban y el rey tigre seguía llorando. Finalmente, oyó una voz que le decía:

-Poderoso entre todos los Khan, las lágrimas no sirven de nada. Aunque llenaras con ellas un segundo Río Amarillo, el Cielo no cambiaría su curso.”

El rey levantó la cabeza y vio ante él al General Tigre, el maestro de armas de los Ministros del Cielo. El General cruzó los brazos y movió la cabeza.

-Había esperado que no hicieras esto, pero supongo que no se puede evitar sentir curiosidad. Ahora que un tigre ha preferido a la humanidad en vez de a su propia especie, la humanidad matará a todos los tigres. Sólo es una cuestión de tiempo.

-¿No hay nada que pueda hacer para arreglarlo? –lloró el rey- ¿No puedo desmenuzar y quemar mi propia carne hasta que el Cielo se aplaque? ¿No puedo descender al Infierno y llevar el sufrimiento de mi pueblo en mi propia cabeza?

El General Tigre suspiró:

-La maldición ha comenzado y no puede retroceder. Pero como yo tampoco deseo ver perecer a los tigres, haremos lo siguiente: te sellaré en una piedra preciosa y te esconderé en algún lugar; si alguno de los tuyos te encuentra en los años venideros te podrá despertar para que los salves. Pero si empiezan a luchar entre ellos jamás te encontrarán.

-No me importa –dijo el rey-. Haré cualquier cosa para salvar a mi querido pueblo, y si no puedo utilizar ahora mis poderes para salvarlo, lo haré en el futuro.

Y por eso los Khan continúan buscando al mayor de sus guerreros, para que les pueda enseñar sus poderosos dones y les conduzca a la victoria. Pero aunque el General Tigre lo escondió a medias, los tigres han terminado luchando entre ellos, así que puede que jamás encuentren sus poderes.

DESCRIPCIÓN

“Soy luz y oscuridad, el rey del sol y el cazador de las sombras. Mis garras sostienen la tierra, mi lengua saborea el cielo. Soy fuerte y robusto, compasivo y bondadoso. Soy tigre y mi palabra es pura.” Con este juramento un Tekhmet se incorpora a las filas de los Reyes Brillantes, los Khan, una orgullosa raza cuyo pedigrí se remonta al principio de los tiempos.

Poder desatado. Eso es lo que define a los Khan. No son sutiles, ni diplomáticos, ni pacientes, y son famosos –o infames- por sus temperamentos explosivos. Pero su fuerza es la de las montañas, y su furia no conoce límites. Debido a esto, están acostumbrados a ser adorados como dioses. Los Khan son los más fuertes de los Bastet, y lo saben. Pero también saben algo más: que ellos son sus campeones. Los Khan pueden ser cabrones insufribles, llenos de arrogancia y Rabia, pero no hay nadie mejor para tener a tu lado cuando el mundo se desmorona a tu alrededor. Son firmes, de confianza, ingeniosos y resistentes y sus fallos se deben a que confían demasiado en ellos mismos. Siempre hablan claro y actúan pensando en combatir, sin ser grandes estrategas. Todo lo que un Khan hace, lo hace a toda velocidad (luchar, amar, cazar, estudiar o hasta observar). Ponen toda su ilusión y energía en aquello que emprenden y su cuerpo, adopte la forma que adopte, rebosa vitalidad.

Los Simba se pueden considerar la Nobleza de los Bastet, pero los hombres tigre son más merecedores del título, evocando el respeto que los leones exigen. Desde las nevadas montañas de Asia hasta las pobladas ciudades de la India, los hombres tigre han dado caza a los descendientes de Asura y defienden sus menguantes filas.

Los Khan no aspiran simplemente al papel de campeones de Gaia –también son Sus protectores. Mientras que los Garou se aventuran lejos para combatir al temible Asura, los Khan se aseguran de que siempre quedará algo que merezca la pena salvar. Independientemente de que sus enemigos sean creaciones del Wyrm o simplemente Perdiciones, y si sus protegidos son sus Parientes felinos o las masas de la humanidad, importa poco; los Khan sólo viven para proteger, custodiar y fortificar.

De todas las tribus felinas de los Bastet, sólo los Khan mantienen una presencia considerable en las Cortes de la Bestia del Lejano Oriente. Los hombres felino son demasiado gregarios o solitarios como para adaptarse bien a la vida compartida de las cortes, y hasta los Bagheera evitan a los hengeyokai para guardarse sus secretos. Sin embargo, los hombres tigre siempre han sabido que la Madre Esmeralda les dio un deber sagrado, y la mayoría preferirían cortarse una pata que eludir sus responsabilidades. Siempre leales con la Madre, los Khan matan despiadadamente a los humanos que traspasan sus límites y destruyen sin piedad a cualquier criatura del Ciempiés Destructor que se cruza en su camino.

Los Khan consideran que tienen un deber doble con la Madre Esmeralda: son los responsables de luchar en su nombre y de recopilar los secretos del Adversario. Los Khan se mueven con sumo cuidado, extraen los conocimientos ocultos entre los engaños y enredos del Ciempiés y después se aseguran, de la forma más expeditiva posible, que esos secretos permanezcan sólo en posesión de los Khan. Se dice que los Khan vinieron para combatir a los demonios, algo que muchos de ellos se toman al pie de la letra. Los vampiros, los Asura y los fomori conocen pocos enemigos más temibles que un tigre.

Los Khan aprendieron sabia magia e incluso artes marciales en las elevadas montañas del Tíbet, Siberia y China; muchos de los tigres de las montañas pueden conversar con profundidad sobre filosofía taoísta y budista. Para los cambiaformas que sean tan apasionados como los Khan, el concepto de alcanzar la armonía mediante la inactividad les resulta muy atractiva, aunque para ellos funciona mejor en la teoría que en la práctica.

La tecnología es un milagro que los Khan se esfuerzan por comprender y de hecho, algunos se convierten en muy buenos programadores o en operadores de electrónica avanzada. Sin embargo, actualmente la mayoría de los hombres tigre prefieren llevar una existencia mas bien arcaica y se decantan por vestimentas, armas y una actitud más tradicionales y de épocas más idealizadas.

Sin embargo, los hijos y las hijas de Tigre se encuentran en una época oscura: no hace mucho gobernaban entre la nobleza humana; ahora sólo quedan unos pocos dispersos por las junglas, devastados por sus guerras internas que casi los llevaron a la extinción, pero también se han ganado demasiados enemigos que no deberían serlo. Su poder divino y su profunda sabiduría son respetados, especialmente en las Cortes de la Bestia, su principal refugio, pero los Hengeyokai temen que con la llegada de la Sexta Edad también llegará la muerte del último de los hombres tigre.

Los Khan están orgullosos de quiénes son y qué son. Aunque sus nobles linajes se hayan reducido, siguen siendo criaturas majestuosas. Estudian las artes del combate cuerpo a cuerpo y aprenden la sabiduría de los más sabios. Un Khan sólo será realmente un Khan si dedica cada segundo de sus horas de vigilia a buscar la perfección; no existe nada más que sea apropiado para estos emperadores entre las bestias.

A los Khan les encanta la compañía; a pesar de que ninguno puede soportar la presencia de otro miembro de su especie durante un tiempo prolongado, a veces les agrada sentirse acompañados. Además, ¿quién rechazaría la amistad de un tigre?

HISTORIA

En el pasado la tribu del tigre deambulaba por las cortes de los emperadores y las cuevas de los eremitas. Recorrieron las sendas de las montañas con los monjes budistas y junto a jóvenes campesinas y persiguieron a los fantasmas de las ruinas de los templos. La mayoría decidió quedarse en la poderosa forma felina, aunque hablaban la lengua de los sabios. El poder de los elementos ardía en sus zarpas y lo utilizaron para luchar contra los Reyes Yama y sus esbirros, especialmente Ravana en la India. Las batallas de la Segunda Edad diezmaron sus filas, pero eso no les impidió imponer el Impergium con gran entrega.

Cuando estalló la Guerra de la Rabia, los Khan consiguieron mantener a raya a los hombres lobo. En la India asumieron el liderazgo de las demás tribus Bastet: Bagheera, Simba y Swara, y gracias a esta unión consiguieron sobrevivir, al mismo tiempo que alcanzaban acuerdos con los reyes de los Garou, los Colmillos Plateados. Aunque los Khan se convirtieron en los Reyes Brillantes, la lealtad de los demás Bastet era nominal en tiempos de paz, y sólo las guerras podían sacarlos de aislamiento para que apoyaran el gobierno de los hombres tigre. Por su parte, los Khan estaban satisfechos con gobernar sus territorios y en dejar en paz a los demás felinos, sin inmiscuirse en sus problemas.

Con el tiempo las ciudades crecieron y en todas ellas se escondían secretos demasiado jugosos como para ignorarlos. El tiempo les mostró las maravillas que la humanidad podía ofrecer y los Khan dejaron la selva, se adentraron en las ciudades y quedaron atrapados por su propia curiosidad. Las glorias de la India, China, el Tíbet y Corea sacaron a los tigres de sus escondrijos y les asombraron. Los Reyes Brillantes no tardaron en ponerse a estudiar filosofía, en aprender wu shu, en proteger a los magos y en arrodillarse ante los monjes.

No todos estaban de acuerdo. Una facción se opuso a la expansión de las ciudades y estalló la guerra fratricida y dos grandes líderes, Maru y Dikleh se enfrentaron. Aquella guerra diezmó todavía más las filas de los Khan, hasta que finalmente alcanzaron la paz. Los tigres del oeste abrazaron la civilización, mientras que los tigres del este se unieron a las Cortes de la Bestia y siguieron su propio camino, al margen de la jerarquía que estaban construyendo sus hermanos.

Con la llegada de nuevos hombres lobo a la India y de las civilizaciones de occidente, los Khan fortalecieron su jerarquía con el apoyo de otros Bastet, y a mediados del siglo X uno de ellos consiguió suficientes apoyos como para convertirse en Maharajá (“Gran Rey”). Aunque el poder de este poderoso Khan ascendió y decreció con el paso de los siglos, se convirtió en la principal autoridad entre los Bastet y otros cambiaformas de la India.

Por supuesto, no todos los Khan atendían la palabra del Maharajá, especialmente a medida que se inmiscuía demasiado en la política humana, pero los descontentos a menudo se limitaban a buscar la libertad uniéndose a las Cortes de la Bestia. Las guerras sucesorias por la posición de Maharajá con frecuencia diezmaban las filas de los hombres tigre.

En el siglo XIII el poder del Maharajá (o sultán, como era llamado por los cambiaformas occidentales) fue desafiado. Acompañando a las hordas de los invasores mongoles llegó una facción de Khan procedente de las estepas de Mongolia y Siberia. En lo que fue conocida como la guerra de Tág los tigres mongoles e indios solucionaron sus diferencias con garra y colmillo, y en sus batallas no sólo arrastraron a los Khan, sino también a otros Bastet y cambiaformas. Durante varias décadas los Khan fueron una tribu rota.

Sin embargo, de sus cenizas el dominio del Maharajá renació y se extendió, hasta reconstruir su pasada gloria, refrescando su estancamiento con la llegada de nuevos invasores que llevaron a la India a una nueva edad de oro. Los Maharajás tigres se rodearon de un riguroso protocolo para solucionar las disputas y acallar los descontentos que despertaba su autoridad. Durante un tiempo prosperaron, y los Reyes Brillantes elevaron su gloria en el Reino Medio.

Aunque los occidentales habían llegado como gotas de lluvia a lo largo de los siglos, desde el siglo XVI su presencia se incrementó hasta convertirse en un temporal. Cuando los británicos comenzaron a extender su poder en la India, los Khan los observaron con curiosidad e hicieron lo mismo que habían hecho en los siglos previos, mezclando su sangre con los más fuertes.

De la sangre de los Khan y los británicos nació en el siglo XIX Lord Clouster, un Khan inglés que no sólo había heredado la gloria de los hombres tigre, sino todo la arrogancia de los británicos, que se consideraban con la “misión sagrada” de llevar su civilización a todos los lugares del mundo. Compensaba su juventud e inexperiencia con una gran astucia y numerosos recursos y contactos entre las autoridades británicas.

Pero Lord Clouster era un hombre cruel, y utilizó sus contactos humanos para abrirse paso con sangre entre los Khan, ignorando cualquier concesión al protocolo o al honor. Para deshacerse de sus adversarios era capaz de organizar cacerías de tigres o arrojar a un siddhu por la boca de un cañón. Y con el tiempo demostró que no sólo la ambición guiaba sus objetivos, sino que su corazón era un nido de cobras; empujó a su propio kuasha bajo las ruedas de un tren, hizo que su esposa se arrojara a un fuego suttee fingiendo estar muerto y después acabó con sus hijos al descubrir que no tenían el Roce Cambiante.

Con el tiempo Lord Clouster consiguió crear una poderosa facción entre los Khan que apoyaban el dominio británico, pero también reclutó mercenarios entre otros cambiaformas. Cuando se sintió lo bastante fuerte declaró la guerra al Maharajá Jampal. En las batallas que siguieron murieron treinta hombres tigre e incontables miembros de la Parentela, pero finalmente Clouster fue derrotado y ejecutado mediante un doloroso suplicio con agujas de plata.

Cuando terminó la Purga de Clouster, las tensiones entre Khan indios y británicos se habían intensificado como para asustar a la tribu y durante las décadas siguientes la enemistad entre ambas facciones se intensificó. Ambas negaban la autoridad de sus rivales, prefiriendo jugar mediante la influencia en la sociedad humana, y durante un tiempo pareció que los británicos llevaban la ventaja. Sin embargo, a medida que aumentaba la presión de la sociedad india por alcanzar la independencia, los Khan ingleses comenzaron a preocuparse, temiendo que su poder se les escapara de las manos y quedaran a merced de los Khan indios.

Ajenos a estas rivalidades, los Khan de las Cortes de la Bestia continuaban dedicándose a luchar contra los esbirros del Ciempiés y a proteger a la Madre Esmeralda, aislándose en el proceso de sus compañeros occidentales. Aunque nominalmente se mostraban neutrales, la mayoría decantaban sus simpatías hacia el Maharajá de la India.

Cuando la India se independizó en 1947 estalló el último episodio de la larga enemistad entre Khan indios e ingleses: la guerra de Nagda-Rackbur. Aprovechando la escisión entre la India y Pakistán, Lord Rackbur, un Khan inglés, se proclamó Maharajá, declarando depuesto al Maharajá Amir Nagda, un Khan indio musulmán, que recién había llegado al poder. En los años siguientes el Maharajá Amir Nagda y Lord Rackbur lucharon en todos los frentes. Ambos utilizaron asesinos para acabar con su rival y sus partidarios. También contaban con oscuros aliados entre sus filas (vampiros, dakat y bhuta, mercenarios humanos e individuos aún peores) y no dudaron en emplear la magia negra y espíritus malignos para destruir a sus rivales. Impulsado por la inercia de la Rabia el Maharajá Nagda traicionó a su tribu y se aprovechó de un secreto de los hombres tigre: el Sueño del Sol. Durante un eclipse sus asesinos desenvainaron sus armas y se dispersaron por toda Asia, matando a un centenar de Khan y a muchos miembros de la Parentela. Sin embargo, semejante acto provocó la ira de los Bagheera, los hombres pantera, que unieron sus fuerzas contra él. Fue una sangrienta batalla en plena estación del monzón, pero Nagda y sus lacayos perecieron en ella.

Cuando terminó la guerra, a finales de la década de 1950, el reino de los Maharajás había sido disuelto tras más de mil años de historia, y en la India, que en el pasado había sido la principal fortaleza de la tribu, quedaban menos de veinte Khan, que se dispersaron por todo el mundo para sobrevivir, quedando sólo un puñado. De esta forma en Asia los Khan de las Cortes de la Bestia se convirtieron en mayoría, aunque ni siquiera ellos llegaban al centenar.

HISTORIA RECIENTE

Los Khan se encuentran en momentos difíciles en los últimos años. La guerra Nagda-Rackbur ha devastado a la tribu, y a pesar de los mejores esfuerzos de los tigres, no han sido capaces de recuperar su población desde entonces. Esto se debe en parte a las grandes pérdidas sufridas por sus Parientes felinos, debido tanto al furtivismo como a la creciente y severa destrucción de su hábitat, que los han erradicado de muchos lugares y en otros los han situado al borde de la extinción. Sin embargo, el verdadero problema es mucho más profundo que eso. Parece obvio para los observadores ajenos que los Khan son un pueblo agonizante, cuyo tiempo en el mundo ha pasado. Los hombres tigre no quieren admitirlo –de hecho ni siquiera lo mencionan- pero en sus corazones saben que es verdad. Algunos luchan contra el destino, pero otros han asumido una visión más filosófica del problema –si están destinados a desaparecer del mundo, que así sea. Pero no se irán tranquilamente, y no lo harán solos. Morirán con sus garras clavadas en la garganta de Asura y que Gaia ayude a cualquiera que se interponga en su camino.

No todos los Khan están dispuestos a dejar que su tribu desaparezca del mundo. Uno en particular, conocido como Rugido-del-Cielo, ha emprendido una peligrosa Búsqueda Umbral con la esperanza de encontrar una forma de salvar a su Parentela. Aunque Rugido-del-Cielo es un Khan, y por lo tanto propenso a trabajar solo siempre que es posible, lo que se juega es tan importante que estaría dispuesto a colaborar con otros si le demuestran que pueden ayudarle de alguna forma tangible.

LA MALDICIÓN DEL SUEÑO DEL SOL

Entre los secretos que ocultan los Khan se encuentra una antigua maldición que afecta a toda la tribu. No está muy claro cuál es su origen, aunque varios la remontan a la época del primer Maharajá, un poderoso hombre tigre cuyo nombre se ha olvidado, pero cuya trágica historia se cuenta en la caliah “El rey que olvidó.”

Hay quienes dicen que para poder convertirse en los Reyes Brillantes este primer Maharajá realizó un pacto con el Sol. Pero a cambio de poder ser coronado como rey entre las bestias, su tribu quedaría ligada al astro rey: cuando el sol duerma los tigres también deberán dormir. Esto no quiere decir que los tigres caigan irremediablemente dormidos cuando el sol se pone, pero cuando se producen eclipses de sol los Khan no pueden resistirse al sueño. Duermen durante un día entero desde que comienza el eclipse y después despiertan hambrientos, lo que puede llevarlos a un frenesí sanguinario, por lo que suelen tomar precauciones antes de entregarse al sueño. Como demostró la guerra Nagda-Rackbur, estas precauciones no fueron suficientes, y el Maharajá Nagda aprovechó el Sueño sin Sol para diezmar a sus enemigos entre la tribu.

Según cuenta “El rey que olvidó”, el Primer Maharajá terminó arrepintiéndose de lo que había hecho, pero también se dice que todavía se encuentra en algún lugar, custodiando el secreto que salvará a su pueblo en su momento más oscuro.

Por otra parte, la maldición del Sueño sin Sol no termina ahí. Hay quienes dicen que la Luna (o Durga, como es conocida por los Khan indios) no vio con buenos ojos el pacto del Primer Maharajá, y como había elegido reinar entre los hombres, lo maldijo con hambre por la carne de los niños. Cuando la sangre de un niño se derrama en su presencia, los Khan deben resistirse para evitar devorarlos. Algunos no obstante, ceden a sus oscuros instintos, lo que quizás haya contribuido a fomentar la reputación de los tigres como devoradores de carne humana.

ESTEREOTIPOS

Jason Caminante-de-la-Sombra de los Khan aprovecha la oportunidad para decir:

Bastet: En el fondo ningún rey es tan poderoso, ningún sacerdote tan sagrado y ninguna virgen tan pura como para que su sangre no se congele ante el rostro de los felinos. Somos los que luchan contra los dragones, los hijos del amanecer, el crepúsculo y la noche. Miradnos y temblad. Ante nosotros no valéis nada.

Bagheera:Nadie es tan sabio, inteligente y honrado como nuestros primos fingen ser. Debe haber algún truco y me gustaría saber cuál es.

Simba: Unas garras y una corona sangrientas son vuestro legado, falsos reyes. Si os afeitarais la melena podríais ver la verdad. Los felinos no aceptan reyes y mucho menos a vosotros.

Swara: Veloces como el viento y el doble de difíciles de matar.

Colmillos Plateados: Reclamáis el derecho a gobernar, pero demasiados de vosotros no conseguís cumplir las expectativas de vuestras grandilocuentes promesas.

Contemplaestrellas: Sabios a su manera, pero han sacrificado el Lobo y perdido de vista a la Madre Esmeralda para conseguir su sabiduría. Ahora el Adversario parece haberles hecho recapacitar; quizás no sea demasiado tarde para ellos.

Hakken: ¿Cómo puede ser que los cachorros del Lobo se hayan alejado tanto de la llama de la unidad? Su confianza en las tradiciones de los monos ha enrarecido su sangre; no queda nada del Lobo en ellos.

Kitsune: Fingen humildad delante de ti, después intentan realizar tus tareas cuando te das la vuelta. No es ningún secreto que tienen ambición; la cuestión es saber hasta dónde son capaces de llegar para saciarla.

Kumo: Su aliento es tan fétido que resulta difícil discutir con ellos.

Nagah: He oído que puede que no estén muertas, ¿pero sabes qué? Eso no es un secreto. Un secreto de verdad sería encontrar a una y salir vivo.

Nezumi: Estas ratas comunes se dispersan como sus parientes cuando nos acercamos. Sin embargo, la Rata siempre ha sido más sabia cuando ha intentado seguir con su camino; por eso deberíamos tener cuidado con la inteligencia de sus hijos.

Same-Bito: Su nobleza es brusca y no se adapta bien a su cuerpo. Sin embargo, con la Sexta Edad en los talones, los soldados tiburón no tendrán la necesidad de ser atractivos en las noches venideras.

Tengu: No conocéis el verdadero valor de un secreto, y no paráis de abrir el pico. Por eso escucho a los pájaros en lugar de hablar con ellos.

Zhong Lung: Hace tiempo aprendieron que la senda del guerrero no es la suya; sin embargo, valoramos que su fuerza esté de nuestro lado. ¡Hermano Dragón, ven y afila tus garras en los huesos de nuestros enemigos!

Pueblos del Crepúsculo: El sentido de la responsabilidad de los cambiaformas del oeste es disperso y sólo está a medio formar. Por desgracia nuestros primos los felinos del oeste no son la excepción. ¿Cómo puede alguien confiar en estos niños a los que les encanta reñir?

Cita:Dispárame. Acuchíllame. Acéchame. Caza a mi especie por su carne y ódiame por mis garras. Todavía sigo siendo un Khan, el señor de los tigres, y todavía puedo hundir mis garras en tu cráneo ensangrentado y estremecer a los cielos con mis rugidos.

ORGANIZACIÓN

En tiempos antiguos, los Khan gobernaban como los reyes de los hombres, y el Khan más anciano gobernaba a los más jóvenes, así como a su Parentela humana y tigre. Normalmente este monarca era un Bon Bhat de Rango Seis con un cuadro de consejeros (Khan y Parientes) y un pequeño ejército de espíritus, tigres y humanos para reforzar su voluntad. A lo largo de los siglos los monarcas Khan incorporaron a su Parentela a las sucesivas oleadas de invasores, con mejor o peor fortuna, pero este sistema de más de mil años, con sus períodos de esplendor y decadencia, comenzó a tambalearse de forma inevitable en el siglo XIX con la ocupación británica de la India. Los Khan nacidos entre los ingleses se enfrentaron a los indios y el reino terminó desmoronándose con la guerra Nagda-Rackbur, cuando el último Maharajá traicionó a su pueblo y casi aniquiló a los Khan.

Actualmente los Khan carecen de organización, recluyéndose en sus territorios y protegiendo a su Parentela lo mejor que pueden. Los Bagheera los ayudan en este objetivo, aunque nunca abiertamente; los Khan no querrían ni oír hablar de ello si los esfuerzos de los Bagheera fueran demasiado obvios. Pero los lazos entre ambas tribus son fuertes, y no es probable que esta situación cambie en un futuro próximo. En teoría el Maharajá Khan gobernaba a los Tigres del Crepúsculo y a los Tigres de las Cortes de la Bestia, que se reunían cordialmente para compartir conocimientos. Sin embargo, tras la traición y caída del último Maharajá, los Tigres del Reino Medio dieron la espalda al resto de la tribu y desde entonces viven aislados con sus tradiciones en la seguridad de sus Cortes. Estos Tigres del Amanecer se muestran ariscos con los Bastet de otras tribus y prefieren la compañía de otros cambiaformas Hengeyokai antes que aliarse con otros hombres felino.

Los Khan suelen ser solitarios y jamás viajan en compañía de otros de su raza. La única ocasión en la que dos hombres tigre pasan mucho tiempo juntos es cuando uno de ellos es un cachorro que recibe la instrucción de otro más veterano. Cuando sólo quedan unos cien de los tuyos en todo el mundo (incluyendo a los Tigres del Amanecer y del Crepúsculo) resulta estúpido agruparse, pues un grupo afortunado de enemigos podría destruir gran parte de la tribu de un solo golpe.

En las Cortes de la Bestia, los Khan suelen ocupar la posición de protectores o generales, utilizando toda su información para crear estrategias novedosas que podrían calentar el corazón de Sun Tzu. Son criaturas de Guerra Elevada, vigor intenso y gran virtud, pero no les importa atacar a sus enemigos aprovechando sus puntos débiles. Para ser honestos, quedan demasiado pocos para aferrarse tozudamente a la amabilidad con el adversario, y cada nuevo tigre que muere por las trampas o las balas de los cazadores furtivos provoca que su Rabia aumente…

RASGOS

La mayoría de los Khan suelen ser enormes, con unos hombros muy anchos y fornidos en cualquiera de sus formas, alcanzando hasta 150 kg en forma humana y 400 kg en forma felina. Aunque los machos de todas las razas son sensiblemente más grandes que las hembras, ambos sexos pueden resultar impresionantes. Cuando asumen la forma Chatro hacen que los tigres normales parezcan enanos, y sólo son comparables en tamaño con los mayores Gurahl o Mokolé. En todas sus formas los Khan exudan una sensación de gracia y majestad con la que los demás Bastet sólo pueden soñar; incluso los Simba no pueden compararse a ellos, y si las dos tribus interactuaran frecuentemente, el orgullo provocaría conflictos que terminarían aniquilándolas a ambas.

A pesar de que por lo general los Khan tienen un genio muy arisco y violento, algunos disfrutan con todo tipo de compañía (y son lo bastante poderosos como para que reciban el debido respeto). A lo largo de los siglos se han reproducido con pueblos a los que han respetado por su valentía y ferocidad, incorporando a los sucesivos invasores de la India, y especialmente a los británicos en el siglo XIX.

Actualmente, la mayoría de los Khan son británicos, chinos e indios. Por lo que se refiere a los tigres, históricamente se han apareado con todo tipo de subespecies, aunque los tigres indios o de Bengala son los más comunes.

RAZAS

En el pasado las rivalidades entre Khan de distintas etnias fueron en gran parte responsables de las guerras intestinas de la tribu, y las últimas generaciones se muestran más flexibles en su selección de compañeros.

Homínidos: Los Khan Homínidos son los más numerosos, pero suelen ser muy selectivos a la hora de reproducirse. Consideran que su sangre es sagrada y que no debe compartirse con cualquiera. Antiguamente sólo se apareaban con las castas superiores de la India, y los caballeros y nobles más selectos de China, Corea y otros países, pero esa actitud desapareció con la caída de la aristocracia en varios de los países asiáticos durante el siglo XX, y sobre todo con la corrupción y caída del sultanato Khan tras la independencia de la India.

Ahora los Khan muestran una actitud más flexible, y al mismo tiempo resulta muy difícil seleccionar lo mejor y más digno entre millones de almas humanas, especialmente si se tiene en cuenta que el deber es lo primero.

Gnosis inicial: 2

Dones iniciales: Garras como Cuchillas, la Dulce Sonrisa del Cazador (Como el Don de Homínido: Persuasión)

Metis: Debido a la dificultad de encontrar compañeros “dignos,” algunos Khan buscan consuelo y pareja entre ellos mismos, lo que en ocasiones provoca como resultado el nacimiento de Metis. Estos hombres tigre, deformados por la ardiente pureza de su linaje, permanecen apartados de la sociedad humana, creciendo bajo la protección de sus padres o bajo la tutela de las Cortes de la Bestia, donde aprenden rápidamente la responsabilidad de su tribu. Para un Metis de los Khan, no existe más vida que la de su deber, aunque algunos al crecer al margen de la sociedad, se vuelven especialmente crueles y huraños.

Gnosis inicial: 4

Dones iniciales: Crear Elemento, Sentir Naturaleza Primaria (Como el Don de Metis: Sentir al Wyrm pero detecta una fuerte afinidad hacia el Kaos, la Tejedora o el Wyrm)

Felinos: Las diversas subespecies de tigre han experimentado una profunda debacle hasta el punto de que algunas se han extinguido, y su disminución continúa rápidamente. La caída del sultanato Khan a mediados del siglo XX también acabó con la protección que recibían muchos tigres de la Parentela, pero desde entonces varios Khan han iniciado programas de reproducción para preservar su linaje felino. Actualmente la mayoría de los cachorros Felinos nacen y crecen en cautividad, y suelen estar preparados para sobrevivir durante su vida adulta…aunque no siempre para la rigurosa existencia de un Khan.

Gnosis inicial: 6

Dones iniciales: Brincar (Como el Don: Salto del Canguro), Sentidos incrementados

Rabia inicial: 5

Fuerza de Voluntad inicial: 2

Dones de Tribu: Favor del Rinoceronte, Garras como Cuchillas, Machacar al Ciempiés, Piel de Jade, Pies de Gato, Sentir la Verdad

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Alexander Weiss
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Re: Libro de tribu Khan: los hombres tigre

#2

Mensaje por Alexander Weiss » 16 Jul 2019, 15:43

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PRYIO

Como los Khan no comparten la conexión de los Garou con la luna, carecen de Auspicios. Sin embargo, como el resto de los Bastet tienen Pryios, que sirven para el mismo propósito general pero tienen una influencia más sutil sobre la personalidad del Khan. El Pryio es un indicador sutil de la verdadera personalidad de un Khan y determina cómo los hombres tigre se enfrentan a la vida y a los desafíos que se encuentran por el camino. Aunque a menudo es determinado por el momento del día en el que el Khan sufre su Primer Cambio, el Pryio puede variar si el Khan sufre un cambio enorme en su vida por cualquier razón.

La función más importante del Pryio en términos de juego está vinculada a su influencia sobre la Fuerza de Voluntad del Khan. Un Khan recupera Fuerza de Voluntad siempre que haga algo especialmente armonizado con su Pryio, de la misma forma que un Garou recupera Fuerza de Voluntad cuando realiza las funciones de su Auspicio excepcionalmente bien.

Día: Todos los tigres llevan el sol en sus pieles, pero los Khan que lo llevan en sus corazones son los más nobles de su tribu, a menudo honrando al Sol y eligiendo a los espíritus de las aves como sus Jamak. Tristemente, también son los más raros, ya que son los que más a menudo corren riesgos y se sacrifican por proteger a los demás. En Asia, la mayoría de los Khan Diurnos terminan uniéndose a las Cortes de la Bestia y siguen el Camino de la Virtud Esmeralda. Recuperan Fuerza de Voluntad cuando se enfrentan de forma directa a los desafíos y ganan mediante su coraje o su buena naturaleza.

Crepúsculo: Los arquetípicos tigres solitarios suelen seguir este Pryio, cazando solos y siguiendo sus propios instintos. Sin embargo, los Khan Crepusculares no suelen ser especialmente agresivos, sino mas bien curiosos y vigilantes, y a menudo bastante viajeros. Los extraños que atraviesen el territorio de un Khan Crepuscular pueden viajar tranquilos a menos que dañen la tierra o de alguna forma ofendan al hombre tigre. Normalmente estos intrusos desaparecen y no vuelve a saberse de ellos. Los Khan del Crepúsculo son insaciablemente curiosos y recuperan Fuerza de Voluntad resolviendo misterios o enigmas, aprendiendo conocimientos nuevos o resolviendo desafíos, o creando obras de arte.

Noche: Habitualmente los hombres tigre son asociados con el honor y la nobleza, pero los Khan Nocturnos son individuos mucho más pragmáticos. Consideran que actúan mejor solos, o haciendo que los demás sigan sus planes, voluntariamente o por la fuerza. Normalmente suelen elaborar planes muy elaborados y suelen convertirse en buenos estrategas, actuando directamente cuando deben hacerlo, ya sea como parte de sus planes o inspirando a sus subordinados. Cuando actúan solos, raramente se les ve y normalmente no dejan rastro, haciendo desaparecer a sus enemigos, o dejando macabros trofeos de advertencia si resulta útil. Muchos Khan con fama de devoradores de hombres a menudo han surgido de las filas de este Pryio. Recuperan Fuerza de Voluntad cuando protegen su territorio, protegen secretos o causan dolor a otros.

DISTRIBUCIÓN Y PARENTELA

Los Khan, como su Parentela tigre, antaño se encontraban por toda Asia, así como en las islas de Malasia e Indonesia. En el pasado disfrutaban de la mejor Parentela, la más valiente, noble y hermosa de los territorios que habitaban. En algunos casos engendraron nobles linajes por toda Asia y camadas de cachorros saludables de tigre, pero desde el siglo XIX muchas de las familias humanas y felinas de los Khan han sucumbido a los ataques de los furtivos, los vampiros y otros enemigos. Con los horribles odios y la catastrófica situación de su Parentela felina, los Khan no Hengeyokai han quedado reducidos en los últimos años a la India y Nepal. Sólo los Khan Hengeyokai viajan por el resto de Asia, especialmente China y Tíbet, e incluso ellos prefieren permanecer cerca de su Parentela tigre.

Los Khan no Hengeyokai tienden a ser muy a menudo de descendencia británica o india, pero actualmente los Khan no son especialmente quisquillosos sobre cuestiones de etnicidad –mientras su pareja potencial sea fuerte y poderosa y dedicada a la protección de sus compañeros, eso es todo lo que importa. Por desgracia en el pasado algunos Khan han permitido que sus afiliaciones raciales humanas influyeran en su juicio, lo que terminó provocando los horribles enfrentamientos del pasado siglo. Los Khan modernos son un poco más prácticos en su elección de compañeros, eligiendo parejas que sitúen la batalla contra Asura por encima de mezquindades nacionalistas.

Las tradiciones de la tribu destacan el valor del honor y la obediencia, aunque no siempre las cumplan. La traición del Maharajá Nagda se vio agravada por la corrupción que lazó sobre sus seguidores. Aunque de naturaleza solitaria, los Khan establecen protectorados donde protegen a una familia determinada de humanos o tigres o un territorio contra la corrupción. El hecho de que su “protección” en ocasiones suponga asesinar a ciertas personas no quita méritos al propósito de la tribu. Los Khan fueron creados para luchar contra los demonios. Quienes busquen cobijo en la corrupción deben morir.

FORMAS

Los Khan, como los demás Bastet, tienen cinco formas, que difieren ligeramente de sus contrapartidas Garou.

-Homínido: Incluso en su forma humana, los Khan son regios e imponentes. La mayoría son altos y de espalda ancha, gigantes entre los hombres. Suelen ser muy atractivos, atléticos e impresionantes.

-Sokto (Casi Hombre): La forma Sokto de los Khan es alta y ágil, de afilados pómulos, bigotes rudimentarios, largos colmillos y ojos rasgados. El tono del pelo corporal se vuelve dorado, pero con el paso de los años la longitud del pelo de esta forma aumenta y adopta un tono atigrado; las uñas de sus dedos son más parecidas a garras retráctiles. No hace falta decir que la forma Sokto intimida por su exotismo.

-Crinos (Medio Felino): Aunque no son tan poderosos como los guerreros elegidos de Gaia, los Khan adquieren poderosas habilidades de guerra con su forma de medio tigre. Los Crinos miden casi tres metros, a veces incluso más, pero a pesar de su volumen, poseen una sorprendente gracilidad. Un Khan en forma Crinos provoca un Delirio menor a los testigos humanos que contemplen su forma, pues no era su forma habitual a la hora de realizar el Impergium.

-Chatro (Felino de Guerra):
Esta enorme bestia prehistórica similar a los felinos dientes de sable es una visión terrible de presenciar. La forma de Chatro es simplemente una máquina de matar con pelaje de tigre, que posee casi el doble del tamaño de un tigre normal, con un lomo cuatro veces más fuerte y el sello característico de los dientes de sable de sus ancestros. Los testigos mortales sufren el Delirio total cuando contemplan a un Khan en forma de Chatro, pues los recuerdos de los feroces felinos de dientes de sable que devoraban a la humanidad en tiempos ancestrales se agolpan en sus memorias.

-Felino: Aunque no es tan grande como la forma de Chatro, la capacidad guerrera de esta forma tampoco es despreciable. Algunos Khan están orgullosos de adoptarla para atraer a los cazadores furtivos y demostrarles que son mucho más temibles que sus parientes felinos. En esta forma los tigres adoptan la forma de cualquier subespecie actual de tigre.

ESTADÍSTICAS DE FORMA KHAN

Sokto Crinos Chatro Felino

Fuerza +2 +3 +4 +3

Destreza +1 +2 +2 +2

Resistencia +2 +3 +3 +2

Manipulación -1 -3 -3 -3

Apariencia -1 0

DONES DE KHAN

La naturaleza belicosa de los hombres tigre está equilibrada por su disciplina cultural. Los Dones de la tribu se basan tanto en la violencia como en la serenidad, por lo que su fuerza se ve amortiguada por sus refinadas habilidades. Estos feroces felinos, tradicionales sirvientes de Rahjah el Hacedor, pueden invocar devastadores poderes contra los Asura y los de su calaña.

Favor del Rinoceronte (Nivel Uno): Cuando invoca al espíritu del rinoceronte, al Khan le crece un cuerno temporal. Aunque esta protuberancia es un poco antiestética, le permite arremeter contra su oponente y provocarle un daño considerable. Este Don lo enseña un espíritu de Rinoceronte o de Búfalo.

Sistema: El Khan tira Gnosis para desarrollar un cuerno de hueso en su cabeza. La calcificación dura una escena y le permite cornear a los contrincantes con Fuerza +2 (daño agravado, dificultad 7). No obstante, el cráneo de los tigres no está hecho para embestir; fallar este tipo de ataques causa un daño de Fuerza normal sobre el propio Khan.

Garras como Cuchillas (Nivel Uno): Pasando sus garras sobre piedra, acero u otra superficie dura, el hombre tigre las afila hasta que están afiladas como cuchillas. Un espíritu gato u oso enseña este Don.

Sistema:El jugador debe gastar un punto de Rabia y el Khan emplea un turno completo afilando sus garras. Todos los ataques de garra infligen dos dados adicionales de daño y tienen un –1 a la dificultad durante el resto de la escena.

Machacar al Ciempiés (Nivel Uno): Conocido como Machacar a Asura entre los Khan no Hengeyokai, este Don es utilizado por los Khan cuando luchan contra la venenosa corrupción de Asura. Al invocar la pureza del Cielo, los Khan pueden hacer que sus manos y zarpas sean casi insensibles al dolor, por lo que pueden golpear a enemigos espinosos o ácidos sin ningún miedo. Este Don lo enseña un espíritu Elefante.

Sistema: El jugador gasta un punto de Gnosis y hace una tirada de Resistencia + Medicina (dificultad 6). Por cada éxito, los efectos del Don duran un turno. Cuando se activa el Don, el Khan recibe cinco dados adicionales de absorción para el daño en sus manos o garras. Este Don se suele utilizar para golpear a adversarios a los que resulta dañino tocar, aunque también tiene usos prácticos fuera del combate (como por ejemplo, coger un objeto de un horno encendido).

Piel de Jade (Nivel Uno): Con un esfuerzo de voluntad, el Khan puede darle a su piel la dureza del jade. Se dice que el mismo espíritu de esta piedra enseñó el Don a Yu Kwan, un guerrero al servicio del alquimista Ko Hung.

Sistema: El tigre gasta un punto de Fuerza de Voluntad y tira Gnosis a dificultad 7. El jugador suma dos dados a sus tiradas de absorción de daño por el resto de la escena.

Pies de Gato (Nivel Uno): El hombre tigre adquiere la agilidad de un felino, haciéndolo inmune a caídas inferiores a 30 metros (100 pies). También tiene un equilibrio perfecto incluso en las superficies más resbaladizas, y las dificultades de todas las acciones de combate que impliquen cargar y forcejear se reducen en dos. Los espíritus felinos enseñan este Don.

Sistema:Esta habilidad se vuelve innata para quienes aprenden el Don.

Sentir la Verdad (Nivel Uno): El Khan adquiere la capacidad de discernir la verdad fácilmente. Un Gaflino de Halcón enseña este Don.

Sistema:El jugador tira Inteligencia + Empatía (la dificultad es igual a la Manipulación + Subterfugio del objetivo). Este Don revela sólo cuáles de las palabras que se han dicho son ciertas y cuáles son falsas. No revela la verdad oculta tras una mentira a menos que quien esté hablando la pronuncie. Si quien habla no está seguro de si sus palabras son verdad o mentira, el Don no las identifica ni como ciertas, ni como falsas.

Caminar sobre Papel de Arroz (Nivel Dos): Si concentra su energía interior, el Khan puede caminar sobre una superficie delgada o débil sin romperla, sin importar en qué forma esté o cuánto pese. Un hombre tigre Crinos de 400 kilos no pesa más que una tira de papel, siempre que permanezca concentrado. En cuanto desvía su atención hacia otra cosa, recupera todo su peso de golpe. Un espíritu de Grillo enseña este Don.

Sistema: El jugador tira Gnosis para activar el Don. Hecho esto, el Khan debe reducir a la mitad y de inmediato la velocidad a la que camina cuando anda sobre la superficie que pretende atravesar, y no debe detenerse. Cualquier distracción obliga al tigre a tirar Fuerza de Voluntad a fin de recuperar la concentración; cuanto más grave sea la interrupción, mayor será la dificultad. El tigre no puede cargar con el peso de otro ser vivo, aunque sí puede transportar una cantidad considerable de bagaje inanimado.

Corazón de Furia (Nivel Dos): El Khan se endurece contra la ira, suprimiendo su Rabia y creando un muro mental que contenga la marea de justa furia que amenaza con ahogarlo. Sin embargo, la ira siempre vuelve y es mejor que el Garou esté listo para pagar su deuda. Un espíritu jabalí enseña este Don.

Sistema: El jugador tira Fuerza de Voluntad (dificultad igual a la Rabia permanente del personaje). Cada dos éxitos añaden +1 a la dificultad del Frenesí del personaje durante la escena. Cuando la escena termine, las heridas y desaires pasados se apresuran a volver para acechar al hombre tigre, llenando de nuevo su corazón y su alma. Deberá gastar un punto de Fuerza de Voluntad o hacer inmediatamente una tirada de Frenesí a la dificultad habitual.

Don del Grillo (Nivel Dos): Aunque los Khan son poderosos guerreros, su principal obligación es la de recopilar secretos. Este Don es otro truco que han diseñado para ayudarles en esa tarea, que les permite oír cosas a través de las paredes y calles, como si estuvieran junto al lugar de donde proceden. Este Don lo enseña un espíritu Grillo y los Khan veneran a su maestro con el nombre del Don.

Sistema: El Khan designa un punto cualquiera en 225 metros y el jugador realiza una tirada de Gnosis, con una dificultad igual a la Celosía local. Si tiene éxito, el Khan podrá escuchar a escondidas desde ese lugar durante un turno por éxito. El Khan debe tener una idea muy buena de dónde se encuentra su objetivo; si no puede verlo desde su posición actual, deberá conocer el lugar. Será razonable decir “La tienda de fideos donde he comido”; sin embargo, “Edificio Mituchi, oficina del piso 14” no lo será si el Khan jamás ha estado en el piso 14 de ese edificio concreto.

Pulso de la Presa (Nivel Dos): Si el hombre tigre sabe algo sobre su presa (incluso un mote, sus iniciales, o una descripción básica) puede buscarla tan rápido como pueda viajar. Este infalible sentido de la orientación funciona en cualquier lugar y es tan útil para rastrear espíritus a través de la Umbra Profunda como ejecutivos de Pentex por Shangai. Un espíritu tigre o gato enseña este Don.

Sistema:No se requiere una tirada a menos que el objetivo esté ocultándose activamente, en cuyo caso el jugador tiraría Percepción + Enigmas contra una dificultad que sería la suma de la Astucia + Sigilo del objetivo. Si el objetivo es un espíritu, la dificultad es la Gnosis de éste.

Rugido del Depredador (Nivel dos): El Khan deja escapar un rugido salvaje que aterroriza a los oponentes y los acobarda hasta la sumisión. Un espíritu tigre enseña este Don.

Sistema:El jugador tira Carisma + Intimidación (dificultad igual a la Fuerza de Voluntad +3 del oponente). Cada éxito resta un dado de las reservas de dados de un oponente durante los tres próximosturnos. Se tarda un turno completo en invocar este Don.

Encanto del Hacedor (Nivel Tres): El Khan puede remodelar materia que una vez estuvo viva (aunque no no-muerta) y convertirla en otra cosa al instante. Los árboles podrían convertirse en refugios, la cornamenta de un ciervo en lanzas, las pieles de los animales en armaduras y las flores en dulces perfumes. El objeto tendrá cierto parecido con aquél a partir del cual fue creado (por ejemplo, la lanza antes mencionada estará hecha de cuerno, no de madera). Una Araña de Urdimbre enseña este Don.

Sistema:El jugador tira Manipulación + Artesanía contra una dificultad definida por el alcance y la complejidad de la transformación (convertir una rama rota de un árbol en una lanza tendría una dificultad 5, un árbol caído en una canoa sería 8) y gasta un punto de Gnosis. La transformación persiste durante una escena por éxito. Gastar un punto adicional de Gnosis permite a un arma creada así infligir daño agravado durante el resto de la escena en la que fue creada.

Garras del Enfurecido Espíritu Tigre (Nivel Tres): Este Don es uno de los mayores secretos de guerra de los Khan, y permite que el hombre tigre recubra sus garras con una chisporroteante energía espiritual. Con este poder podrá atacar a sus enemigos en el mundo espiritual sin tener que cruzar de lado, siempre y cuando pueda verlos. Ningún espíritu enseñará este Don a ningún Khan si no se lo ordena un Ministro del Cielo; la mayoría de los hombres tigre tiene que aprender este secreto de otros de su raza, con mucho cuidado…y mucho dolor.

Sistema: El Khan se concentra en lo que quiere y gasta un punto de Gnosis. En el siguiente turno, sus garras o brazos empezarán a arder sin llama con una luz pálida y chispeante. La luz pasará del azul al verde, después al amarillo, al rojo, después adoptará un matiz rosado y finalmente desaparecerá. En conjunto, el Khan dispone de seis turnos para utilizar este Don antes de que sus efectos terminen.

Perdición de Asura (Nivel Tres): Invocando a los poderes de Rahjah, un Khan puede ordenar que se marche a una criatura de la estirpe del Destructor. Por supuesto, los espíritus poderosos o ligados a un fetiche no pueden ser expulsados fácilmente: hacerlo puede requerir grandes rituales o incluso un sacrificio. Las pequeñas Perdiciones o elementales independientes, por otra parte, pueden ser expulsadas sin esfuerzo. Recurrir a Rahjah tiene un precio: cada vez que el hombre gato utiliza este Don, su pelaje se vuelve más blanco y su comportamiento más inflexible e implacable. Los Garou o Bastet con Sentir a la Tejedora pueden detectar la esencia de ésta hasta que el personaje Khan consigue purgarla de alguna forma. Cuantos más espíritus expulse, más profunda será la mancha.

Sistema: Se tira Manipulación + Enigmas y se gasta un punto de Fuerza de Voluntad para expulsar al espíritu (la dificultad es la Rabia o la Gnosis del espíritu, lo que sea mayor). Cada éxito resta 10 al poder del espíritu. Expulsar a un espíritu de poder 30 requiere al menos tres éxitos. Eliminar a un espíritu poderoso puede exigir una o dos tiradas extendidas. Un espíritu atado a un fetiche, por su parte, supone una dificultad de 6 + el nivel del fetiche (máximo de 10). Sacrificar un poco de sangre a Rahjah puede aumentar la eficacia del Don: por cada Nivel de Salud “gastado” de esta forma, el Khan resta -1 a la dificultad. El espíritu no tiene por qué estar inactivo, y puede atacar al Bastet hasta que se detenga o el espíritu desaparezca. Que Gaia ayude al hombre tigre que fracase en su tirada: el estigma de Asura le llena por completo, obligándole a una tirada de Rabia a dificultad 6 para no entrar en Frenesí. La purificación no es imposible, pero librarse de esta mancha suele exigir una búsqueda sin renombre.

Castigo de la Luna (Nivel Cuatro): Luna manda a sus hijos a enseñar este poderoso pero doloroso Don a aquellos guerreros que se ganan su favor. Cuando es invocado, transforma las garras del hombre tigre en plata.

Sistema:El jugador tira Gnosis (dificultad 7) para activar este Don. Las garras de plata infligen daño agravado a todos los objetivos y, naturalmente, ni los Garou ni la mayoría de los Fera pueden absorberlo. El Khan sufre una abrasadora agonía mientras se manifiestan estas garras de plata. Cada turno gana un punto de Rabia automáticamente y la dificultad de todas las acciones que no sean de combate aumenta en uno por la distracción. En cada turno en el que sus puntos de Rabia excedan su Fuerza de Voluntad, deberá hacer una tirada de Frenesí. El Don dura una escena, a menos que el Khan gaste un turno para acabarlo antes de forma voluntaria.

Devorar a los Impuros (Nivel Cuatro): El Garou puede drenar poder de una Perdición para alimentar su propia resolución. Un espíritu tigre enseña este Don.

Sistema:El jugador hace una tirada enfrentada de Gnosis contra la Perdición. Si el jugador tiene éxito, el espíritu pierde un punto de Esencia por cada éxito durante el resto de la escena, que es purificada por este poder. Por cada dos puntos drenados, el Garou gana un punto temporal de Fuerza de Voluntad. Pierde cualquier punto que exceda su máximo al final de la escena.

Rugido del Dragón (Nivel Cuatro): El Khan ruge con el estruendo de un trueno para vomitar una bola de fuego sobre sus enemigos. Esta fogosa exhalación continúa llameando o bien hasta que se consume por completo o bien hasta que los rivales quedan reducidos a cenizas.

Sistema: Para activar el Don se necesita un punto de Gnosis. La bola de fuego disparada equivale a un Nivel de Salud por cada punto de la Gnosis actual (no permanente) del Khan. Una tirada exitosa de Destreza + Pelea dirige la bola hacia donde el tigre desee. Cualquiera que se encuentre a una distancia no superior a 3 metros sufre quemaduras a menos que haga una tirada de Destreza + Esquivar (dificultad 8). Si el objetivo ya ha actuado este turno, el Rugido del Dragón inflige todo el daño posible. Al turno siguiente quema provocando la mitad de ese daño y haciendo arder todas las cosas inflamables a su alcance. Al tercer turno, el fuego del Don quema provocando un Nivel de Salud adicional y después se apaga. Las llamas que surjan como efecto de este Don queman como el fuego normal.

Golpe de los Mil Truenos (Nivel Cinco): Cuando un tigre furioso da una palmada e invoca a Rahjah o a alguna de sus manifestaciones (Shiva, Pan, Gu, etc.), origina una onda expansiva que puede derribar edificios o afectar a espíritus impuros. El Rey de los Gatos, en su aspecto más regio, enseña este Don a los Khan dignos de él.

Sistema: El jugador gasta dos puntos de Gnosis y tira Fuerza de Voluntad (dificultad 7). Cada éxito causa tres puntos de daño de Poder contra Asura u otras Perdiciones, sin importar a qué lado de la Celosía se encuentren. La onda también afecta a los edificios que se encuentren en un radio de 60 metros. La gravedad del daño depende de los éxitos del Khan; con uno se rompen las ventanas, con dos se resquebrajan las fachadas, con tres la madera se parte, con cuatro el cemento se desmenuza y cinco doblan el metal. Esta onda sólo dura unos segundos pero se puede sentir a más de un kilómetro de distancia.

Llamamiento a la Batalla (Nivel Cinco): La voluntad del hombre tigre que posee este Don es firme como una roca. También puede compartir esta fuerza terrorífica con otros, liderándolos a través de las puertas de Malfeas sin un momento de miedo o vacilación. Un espíritu tigre o el avatar de un Incarna enseña este Don.

Sistema: El jugador gasta un punto de Fuerza de Voluntad y tira Carisma + Liderazgo (dificultad 8). Cada éxito concede a todos los aliados Garou en un radio de 30 metros (100 pies) y a sus compañeros de manada en cualquier sitio en un radio de 160 kilómetros (100 millas) un punto adicional de Fuerza de Voluntad. Los puntos adicionales duran el resto de la escena y pueden aumentar la Fuerza de Voluntad de un aliado por encima de su máximo (e incluso por encima de 10). Este Don sólo puede usarse una vez por escena.

Martillo del Trueno Celeste (Nivel Cinco): Al canalizar el poder del Cielo, el Khan asesta unos golpes que pueden destrozar paredes o astillar árboles. La fuerza del golpe es comparable a la de un gigantesco ariete y destruye todo aquello que se encuentra en su camino. Este Don lo enseña el General Tigre de los Ministros del Cielo.

Sistema: El jugador debe gastar tres puntos de Rabia y dos de Gnosis y hacer una tirada de Fuerza + Impulso Primario. El siguiente del golpe cubrirá aproximadamente un radio de 1.5 metros (la dificultad para golpear a su objetivo se reducirá en -3) y añadirá a su reserva de daños un número de dados igual al de su reserva permanente de Rabia y Gnosis. Cualquier otro Don que afecte a sus golpes con las Garras (como el de Garras del Enfurecido Tigre o Garras Resplandecientes) ayudan también a este golpe.

Después de utilizar este Don, el Khan debe pedir permiso al General Tigre para volver a utilizarlo en un combate posterior. Aunque no suele denegar esta petición, puede llevar cierto tiempo conseguir audiencia.

TRASFONDOS

Los Khan que pertenecen a las Cortes de la Bestia pueden adquirir cualquier Trasfondo (a diferencia de los Khan que no pertenecen a las Cortes de la Bestia, estos Hengeyokai han recibido la gran bendición de estar en contacto con las Cortes de los Ancestros y pueden adquirir el Trasfondo: Ancestros (Vida Pasada)), incluidos los Trasfondos específicos de otros Bastet. Sólo pueden adquirir Tótem si forman parte de un sentai montaña.

ALIADOS

Debido a su naturaleza solitaria, los Khan no suelen disponer de muchos Aliados o prefieren voluntariamente no tenerlos. Traspasar el aislamiento de un hombre tigre y conseguir cierto grado de confianza resulta en muchos casos una tarea titánica. No obstante, los Khan respetan el valor y la nobleza, y en ocasiones establecen amistad con quienes han conseguido vencerlos en un duelo justo. De todas formas, quienes aspiran a ser aceptados en la compañía de un hombre tigre necesitarán mucha paciencia.

ANCESTROS

Los Khan que pertenecen a las Cortes de la Bestia se encuentran en contacto con las Cortes de los Ancestros, y en su aislamiento a menudo suelen confiar en ellos, pasan largas veladas de meditación para ponerse en contacto con ellos o emprendiendo búsquedas espirituales para consultar a sus antepasados. Aunque no es demasiado frecuente, los hombres tigre que lo poseen procuran desarrollarlo.

BARATIJA

Los Khan consideran descortés pedir los servicios de los espíritus y son demasiado orgullosos para confiar en Fetiches y otros objetos; por eso recurren a otros para que hagan los rituales necesarios para crear su equipo. Normalmente los objetos especiales suelen estar más extendidos entre los Khan de la Corte de la Bestia, mientras que otros son reliquias atesoradas a lo largo de generaciones, a menudo con un fuerte valor personal.

MARTILLO DEL JUICIO

Nivel 5, Gnosis 8

Una reliquia atesorada por los Khan, esta poderosa arma duplica la Fuerza de cualquiera que la esgrime. Además cada golpe exitoso con el arma permite al usuario gastar un punto de Gnosis para crear un efecto exactamente igual al Don de Nivel 2 de los Señores de la Sombra: Palmada de Trueno. El Martillo del Juicio es bastante pesado, y no puede ser levantado hasta que se activa. Incluso entonces, no puede ser esgrimido adecuadamente por nadie con una Fuerza inferior a 5.

CONTACTOS

Si bien los Khan prefieren mantener su privacidad, en muchas ocasiones se encuentran sorprendentemente bien informados de lo que ocurre a su alrededor, la mejor forma que proteger sus territorios. Más frecuentes que los Aliados, para un Khan los Contactos son una herramienta práctica y su relación suele ser meramente profesional.

JAMAK

En su aislamiento muchos Khan terminan recurriendo al mundo espiritual en busca de compañía, y de hecho algunos hombres tigre evitan cualquier otro tipo de compañeros fuera del mundo espiritual. Los espíritus del Tigre son los más apreciados, pero suelen adoptar muchas formas y aspectos diferentes, como Rahjah (El Rey de los Gatos), el General Tigre o Bya-akko (Tigre Blanco). En su alianza con Helios muchos también eligen como compañeros a espíritus de aves majestuosas como Águila, Halcón o Grulla, pero los de carácter más ascético prefieren la compañía de Cuervo.

Al contrario que otros Bastet, los Khan no desprecian a los espíritus de sus presas, mostrándose respetuosos con ellos, especialmente con los que muestran virtudes de coraje y valentía. Los espíritus de Elefante y Rinoceronte son muy apreciados, así como los de Búfalo y Jabalí.

Sin embargo, el carácter orgulloso de los Khan hace que normalmente no suelan recurrir a la ayuda espiritual, aunque siempre se muestran muy correctos y respetuosos con los espíritus, y nunca los llaman a la ligera.

Los Jamak no aparecen porque sí cada vez que los necesitan sus aliados, sino que tienen un carácter más personal e individualizado y acuden cuando ellos lo deciden, no en respuesta a una convocatoria formalizada, sino a su relación con sus protegidos. Pueden enseñar Dones, aparecer para ofrecer guía o auxilio o enviar animales mundanos a ayudar. Habrá ocasiones en las que simplemente no intervengan, lo que puede sugerir que estén enfadados o algún tipo de volubilidad. Cada Jamak posee una personalidad diferenciada, y se adquiere como un Trasfondo; cada espíritu tiene un Coste de Trasfondo determinado, que también indica su capacidad de proporcionar ayuda. Cuanto mayor sea el poder del espíritu, mayores serán sus peticiones y los dones y favores que ofrece. Los espíritus que pueden servir como Tótem para las manadas Garou, normalmente imponen una Prohibición similar.

Los Jamak pueden ser convocados mediante la interacción en la Umbra o mediante el Lazo de la Promesa del Jamak (Rito Místico de Nivel 1) que debilita la Celosía el tiempo suficiente para que el Swara y el espíritu establezcan su alianza o amistad.

A efectos de mecánica de juego, los Jamak pueden adquirirse como Trasfondo en la creación del personaje o durante la Crónica.

KUASHA (MENTOR)

Como todas las tribus Bastet, los Khan sólo pueden tomar el Trasfondo de Kuasha en su Primer Año, sin embargo para esta tribu este período sólo dura seis meses; los hombres tigre se ponen nerviosos en presencia de otros compañeros de su tribu y no tardan en buscar su propio espacio donde sea. A veces vuelven a ellos en busca de más sabiduría, pero lo más frecuente es que no vuelvan a verlos. En cualquier caso tras el primer año los puntos de Trasfondo de Kuasha se convierten en puntos de Aliados o pueden gastarse en otros Trasfondos nuevos.

PARENTELA

La Parentela ha adquirido mayor importancia entre los Khan desde la caída del último Maharajá, y muy especialmente la Parentela felina, que en muchos casos se encuentra amenazada o al borde de la extinción. Sin embargo, los Khan no suelen aproximarse a sus Parientes de forma fluida; prefieren mantenerse como distantes protectores, manteniendo una estricta vigilancia y acudir a ellos sólo cuando es necesario. Muchos temen que su presencia pueda exponerlos a sus enemigos.

PURA RAZA

En el pasado la Pura Raza era el Trasfondo más valorado entre los Khan, especialmente entre los que aspiraban a convertirse en rajás o Maharajás, e incluso los Khan que se unían a las Cortes de la Bestia valoraban su importancia. Desde la caída del último Maharajá la sangre de la tribu se ha diluido algo, pero todavía sigue siendo un Trasfondo extendido y valorado entre los hombres tigre, especialmente entre los más tradicionalistas y los que no pertenecen a las Cortes de la Bestia.

RECURSOS

Durante mucho tiempo los Khan se reprodujeron con la aristocracia de muchos países y en el pasado los que participaban en la sociedad humana a menudo disponían de grandes riquezas que podían utilizar para destacar su poder. Otros preferían llevar vidas ascéticas, renunciando a las grandes comodidades. Con la caída de los Khan, son muchos los que han perdido las vidas de lujo que llevaron sus ancestros, pero todavía quedan algunos millonarios y terratenientes entre las filas de la tribu.

REINO CUBIL

En los viejos tiempos los Khan más poderosos, especialmente rajás y Maharajás, gobernaron vastos territorios de cientos de kilómetros que a menudo repartían entre sus seguidores en una relación de vasallaje. Como señores, ofrecían una parte de sus tierras a cambio de lealtad y respaldo. Casi todos aquellos gigantescos Reinos Cubil han desaparecido hoy en día. En la actualidad el mundo ofrece mucho menos a los tigres que en el pasado. Los dominios actuales suelen ser mucho más modestos, y a menudo proceden de conquistas personales, aunque algunos individuos especialmente ambiciosos aspiran a restaurar los reinos del pasado.

Un Khan recién creado no puede adquirir un Reino Cubil; ha de aprender el Rito de Solicitud y ganarse el derecho a construir uno propio. El jugador puede reservar puntos de Trasfondo para adquirir un Reino Cubil más adelante, pero un Khan de rango uno o dos no puede comenzar la Crónica poseyendo un Reino Cubil.

RITOS

De la misma forma que ocurre con otros elementos espirituales, los Khan no suelen celebrar tantos Ritos como otros Bastet. Suelen aprender ritos personales o de purificación y exorcismo, pero normalmente dejan las artes espirituales a quienes se encuentran mejor preparados. En parte se debe a su dificultad para entrar en la Umbra; consideran que cuando reciben la visita de un espíritu no deberían comerciar burdamente sus servicios, y por otra el orgullo los lleva a volverse autosuficientes; por eso permiten que otros Bastet o Razas Cambiantes se encarguen de los rituales necesarios, y sólo en las situaciones más graves admitirán que necesitan ayuda espiritual.

Ritos Kuasha

Estos ritos están relacionados con el aprendizaje de los Khan y su capacidad para guardar y transmitir secretos, a menudo marcando su crecimiento.

-Hablar por el nombre (Nivel 1): Este rito se realiza a lo largo del Primer Año y el Khan cambia el nombre con el que nació por otro nuevo, que se convierte en parte del hombre guepardo. Por tradición los Khan marcan al aprendiz con un tatuaje ceremonial.

-Rito de Reconocimiento (Nivel 2): Este importante rito es utilizado por los Khan una vez reúnen el Renombre necesario para ser aceptados en un nuevo rango, interpretando esta ceremonia ante los espíritus, sus semejantes o todos ellos.

-Grado de Kuasha (Nivel 3): Este ritual de seis o más horas transmite todas las ceremonias, consejos, secretos y preparación que un Khan necesita para convertirse en maestro de un cachorro.

SECRETOS

La honorable tribu de los hombres tigres prefiere los secretos de las grandes ciudades, los monasterios remotos y las bulliciosas metrópolis. Según las leyendas Khan, fue la vida en las urbes lo que los sacó de las profundidades de las junglas, convirtiéndolos en los Reyes Brillantes y abriéndolos a la influencia de la humanidad.

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Alexander Weiss
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Re: Libro de tribu Khan: los hombres tigre

#3

Mensaje por Alexander Weiss » 16 Jul 2019, 15:46

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EJEMPLOS DE PERSONAJE

Los Khan son herederos de un linaje orgulloso, saben que son los Reyes Brillantes y están dispuestos a demostrar que son dignos de su legado. Son criaturas directas, feroces e inteligentes. Aunque consideran que son merecedores de respeto, también saben que deben actuar para ganárselo y conseguirlo.

Sin embargo, con un legado de tanto prestigio y una actitud de superioridad, los jóvenes hombres tigre tienen mucho que demostrar, quizás más que el resto de las tribus Bastet. A pesar de su juventud, considerar que un cachorro Khan es vulnerable es una mala idea. Completamente. Los siguientes ejemplos de personaje son Khan que hace poco que han atravesado su Primer Cambio y se encuentran sorprendidos y a la vez inquietos por el mundo que se ha abierto ante ellos. Todos tienen la necesidad de demostrar lo que valen, pero si lo consiguen dependerá de los personajes y del papel que desempeñen en la Crónica. Pásalo bien y trátalos del mismo modo. Ninguno de estos personajes asume bien la falta de respeto.

LA PRINCESA CORPORATIVA

Cita:Mi sangre está llena de grandes héroes y terribles villanos. Yo no soy ellos. Labraré mi propio camino con gloria y honor y haré que la estrella de mi pueblo vuelva a brillar.

Preludio: Creciste en una noble familia de la India que tras la independencia había tenido que exiliarse debido al odio que despertaba su colaboracionismo con los británicos. Sin embargo, no se habían ido con las manos vacías. Creciste rodeada de lujos y las historias de tus ancestros, fuiste a prestigiosos colegios privados y finalmente comenzaste a sentirte inquieta, con extraños sueños en la que varios tigres te observaban fijamente mientras dormías.

Tu abuela sabía lo que hacer. Contactó con uno de sus conocidos, y poco después de tu Primer Cambio te presentó a tu Bon Bhat. Resultó que pertenecías a un prestigioso linaje de los Khan, uno que había participado activamente en la política de los hombres tigre. Tu abuelo había muerto durante la guerra Nagda-Rackbur y tu abuela había reunido a sus hijos y se había exiliado.

Tras un año de aprendizaje de las tradiciones de los Khan, sabías lo que hacer. Fuiste a la universidad y te graduaste con honores. Tu familia te ayudó a encubrir los ocasionales problemas que tu naturaleza de tigre te ocasionaba, pero finalmente conseguiste adaptarte a tu naturaleza.

Cuando terminaste tus estudios, sabías lo que hacer. Te convertiste en una exitosa empresaria y has comenzado a invertir en la India, planeando restaurar la influencia de tu familia y de los Khan a largo plazo. Quién sabe, quizás con el tiempo puedas convertirte en una nueva Maharajá.

Concepto: Eres una Khan de prestigioso linaje, y has sido educada para dar lo mejor de ti. Tus antepasados lucharon entre ellos y contra los invasores extranjeros. Ahora es tu turno de continuar su legado en un mundo de guerreros corporativos y diplomáticos. Has aprendido a manipular y enfrentar a tus enemigos, aprovechar sus puntos débiles y cuando llegue el momento, sorprenderlos con garra y colmillo.

Consejos de Interpretación: Eres una mujer de éxito, que se presenta con resultados y eficacia. Aunque prefieres utilizar las palabras en el campo de batalla, adaptándote al estilo de tus adversarios, también sabes cómo imponerte y mostrar por qué eres merecedora de tu legado ancestral. Puedes adoptar una máscara de ingenuidad o descaro según te convenga y de repente mostrar una fría personalidad y la serenidad de una guerrera.

Equipo: Traje ejecutivo y ropa profesional, móvil de última generación, un audi de lujo.

Raza: Homínida

Pryio: Día

Concepto: Princesa Corporativa

Atributos Físicos: Fuerza 2, Destreza 3, Resistencia2

Atributos Sociales: Carisma 3, Manipulación (Extraer Información) 4, Apariencia 3

Atributos Mentales: Percepción 2, Inteligencia 3, Astucia 3

Talentos: Alerta 2, Atletismo 1, Empatía 2, Expresión 2, Intimidación 2, Pelea 1, Subterfugio 3

Técnicas: Conducir 1, Etiqueta 2, Interpretación 1, Liderazgo 3

Conocimientos: Informática 2, Leyes 3, Lingüística 2, Política 2

Trasfondos: Parentela 3, Pura Raza 3, Recursos 4

Dones: Obtener Atención, la Dulce Sonrisa del Cazador, Sentir la Verdad

Renombre: Ferocidad 2, Honor 1, Astucia

Rabia 5, Gnosis 2, Fuerza de Voluntad 5

LA BAILARINA EXTRAÑA

Cita:¡Bailo como el viento! ¡Me muevo como el agua! ¡Brillo con la luna!

Preludio:
Naciste entre los tigres, en una reserva natural de Tailandia. Cuando alcanzaste la madurez te sentiste cada vez más inquieta, sintiéndote atraída por los humanos, no para alimentarte de ellos, sino porque había algo en ellos que picaba tu curiosidad. De noche soñabas con ellos y sentías que te gustaría poder caminar sobre dos piernas.

Finalmente llegó tu Primer Cambio, y despertaste desnuda en la jungla. Por suerte para ti, tu Bon Bhat vigilaba la reserva desde hacía tiempo, protegiendo a los tigres de su Parentela. Te enseñó lo que sabía sobre tigres y hombres y finalmente te llevó a conocer la ciudad de los humanos.

Lo que más te sorprendió fue la música. Eran unos sonidos que no comprendías, pero que de alguna forma tocaban sentimientos que desconocías en tu interior. Quedaste fascinada al ver cómo los humanos bailaban y querías unirte a ellos, bailar con ellos y cantar canciones.

Mientras completabas tu adiestramiento como Khan, también estudiaste las costumbres de los humanos. Al principio te consideraban una chica rara, pero algunos se hicieron amigos tuyos y te enseñaron a bailar como querías. Tu agilidad y tu pasión sorprendieron a muchos…y también atrajeron a muchos. Los más atrevidos pronto aprendieron que no debían superar tus límites.

Ahora vives explorando el mundo de los humanos, pero en cuanto dispones de tiempo libre acudes a las fiestas, discotecas de moda y disfrutas de la música. Al mismo tiempo también has aprendido a cazar en la jungla urbana, atenta a las criaturas del Ciempiés. Te has unido a un sentai de otras Razas Cambiantes, y a menudo actúas como su exploradora.

Concepto: Eres una tigresa que ha salido de la jungla para aprender de los humanos y conocerlos. Hasta el momento has aprendido muchas cosas, buenas y malas. Aunque desprecias la debilidad de quienes se dejan tentar por los esbirros del Ciempiés sabes apreciar la pasión y capacidad de inventiva de los humanos.

Consejos de Interpretación: Como Felina, no eres muy habladora. Algunos pueden interpretarlo como timidez, pero prefieres expresarte mediante gestos y miradas. Te encanta observar a las personas y aprender de ellas, incorporando lo que ves –moda, música, palabras, movimientos- en tu propia personalidad. Te gusta disfrutar de la vida, pero siempre estás preparada para cumplir tu deber.

Equipo: Ropa de moda, práctica para moverte, algunos objetos personales que han llamado tu atención (pulseras, abalorios, etc.).

Raza: Felina

Pryio: Crepúsculo

Concepto: Bailarina Extraña

Atributos Físicos: Fuerza 2, Destreza 3, Resistencia 3

Atributos Sociales: Carisma 3, Manipulación 3, Apariencia (Misteriosa) 4

Atributos Mentales: Percepción 2, Inteligencia 2, Astucia 2

Talentos: Alerta 1, Atletismo 3, Esquivar 3, Impulso Primario 2, Pelea 1

Técnicas: Interpretación 2, Sigilo 2, Supervivencia 3, Trato con Animales 2

Conocimientos: Enigmas 1, Investigación 1, Lingüística 1, Medicina 1, Ocultismo 2, Rituales 2

Trasfondos: Aliados 1, Baratija 2, Pura Raza 2, Ritos 1, Tótem 1

Dones: Pies de Gato, Brincar, Garras como Cuchillas, Sentidos Incrementados

Renombre: Ferocidad 2, Sabiduría 1

Rabia 5, Gnosis 6, Fuerza de Voluntad: 4

EL DEVORADOR DE HOMBRES

Cita: <Rugido homicida, seguido de sonidos de descuartizamiento>

Preludio: En el pasado eras lo más bajo de lo más bajo. Los demás percibían tu naturaleza extraña y te zarandeaban por toda la guarida y te arrancaban de las ubres de vuestra madre. Tus hermanos y hermanas correteaban mientras tú cojeabas tras ellos. Tu pata deforme te suponía un impedimento, un engorro, te convertía en un endeble a los ojos de tus compañeros de camada y te privaba de un sitio entre ellos. Te daban de lado y pensaban que morirías. Algunos ya pensaban en darse un festín con tu cadáver.

No fue así.

Tu madre te observaba por las noches, mientras los demás dormían. Vio cómo dabas caza a los escarabajos y lombrices que sustituían a la leche. Vio cómo aprendías a correr con tres patas. Vio cómo crecía tu ira al mismo tiempo que tu cuerpo.

La noche en que te convertiste en un hombre te vio matar y devorar a tus hermanos y hermanas, antes de explicarte lo que eras en realidad. Un tigre, no. Algo más. Como ella. Como tu padre, que se había marchado hacía mucho tiempo. Más que un tigre. Más que un hombre.

Tu madre murió de repente, todavía muy joven. Se suponía que su piel calentaría el suelo del hogar del cazador que la había matado. En su lugar, el pellejo del asesino cubrió la tierra para engordar a los escarabajos que antes habían sido tu sustento. Convertiste su muerte en una agonía. Te gustó. Además, había demasiados. Demasiados hombres, demasiados cazadores, demasiadas máquinas que derribaban los árboles y ahuyentaban a las presas. Ya que no podías alimentarte de los animales, tendrías que comerte a los hombres responsables de su desaparición. Y eso es lo que hiciste.

Por supuesto, terminaron viniendo a por ti. Otros hombres. Otros felinos. Los mataste a todos. Los hombres sabían mejor que las bestias. Más sabrosos. Más jugosos. Con el tiempo llegaron otros hombres y otros tigres para parlamentar contigo. Querían que pusieras fin a tu cruzada, que te abstuvieras de provocar mayores conflictos. Hasta el momento te has negado, pero las ideas que te enseñaron se te han quedado clavadas en la cabeza, igual que una espina en la pata. En alguna parte de la noche hay hombres de vientre tan hinchado como podrido el corazón. Cobardes que se alimentan de carne muerta recubierta de pieles de plástico. Enclenques. Gusanos.

Comida.

Hmmm…

Concepto: Eres el cazador definitivo, desfigurado de nacimiento, pero curtido por una existencia difícil. Te importan un comino las formalidades de la sociedad; el bosque es tu hogar. No obstante tu curiosidad aumenta, así como tu apetito por presas grandes. Si se te presentara la oportunidad, estarías dispuesto a acechar a esas presas en un territorio de caza nuevo y mejor. El alimento escasea en el bosque ¿Para qué vas a morirte de hambre cuando hay tantos lugares donde cazar?

Consejos de Interpretación: Habla con tanta claridad como sinceridad, si es que te dignas a decir algo. Acecha con cautela, prepara la emboscada a la espera de tu presa. No tengas piedad…nadie te ha enseñado lo que significa. Recuerda el lugar que ocupas en la cumbre de la cadena alimenticia. Recuerda la ley de la selva.

Observaciones: A menos que alguien te enseñe los distintos idiomas humanos, sólo tendrás algunas nociones de bengalí y del lenguaje de los felinos. Te resultará difícil aprender habilidades humanas, pero vas a tener que adaptarte.

Desfiguración Metis: Extremidades Dobladas: Una de tus patas se encuentra deforme y desencajada o casi inutilizada de alguna forma. Reduce la velocidad a la que corres y la distancia a la que saltas si el miembro es una pierna o añade +2 a las dificultades de la Destreza manual si se trata de un brazo. Dependiendo de la forma que adaptes, el brazo puede convertirse en una pata, así que haz los cambios oportunos.

Equipo: Ninguno

Raza: Metis

Pryio: Noche

Concepto: Devorador de Hombres

Atributos Físicos: Fuerza (Poderoso) 4, Destreza 3, Resistencia 3

Atributos Sociales: Carisma 1, Manipulación (Fiero) 4, Apariencia 1

Atributos Mentales: Percepción 3, Inteligencia 2, Astucia 3

Talentos: Alerta 3, Atletismo (Saltos) 4, Impulso Primario (Silvestre) 4, Intimidación (Rugidos) 4, Pelea (Garras) 4

Técnicas: Sigilo (Acechar) 4, Supervivencia 3, Trato con Animales 3

Conocimientos: Enigmas 3, Investigación 1, Ocultismo 1

Trasfondos: Parentela 3, Pura Raza 3

Dones: Orgullo del Explorador, Sentir Naturaleza Primaria, Piel de Jade

Renombre: Ferocidad 3

Rabia 7, Gnosis 4, Fuerza de Voluntad 3

KHAN DESTACADOS


Los Khan están orgullosos de su legado, y disponen de numerosos ancestros y héroes que constituyen un ejemplo e inspiración, no sólo dentro de la tribu, sino también entre otros Bastet. Entre sus filas también existen algunos villanos de infame reputación, pero también ocupan un lugar destacado como ejemplos de lo bajo que pueden caer los tiranos o quienes se dejan llevar por la arrogancia. Los siguientes hombres tigres son famosos actualmente entre su tribu y otros Bastet, tanto por sus hazañas como por los rumores extendidos recientemente en los concilios de los hombres felino.

TIGRE TORANAGA

De pequeño Isao Toranaga vio como los dedos de su padre desaparecían uno tras otro, víctimas de los errores cometidos al servicio de los Hiaku Gumi, un clan yakuza de Tokio. Cuando el último desliz hubo rebasado la tolerancia del oyabun, éste ordenó ejecutar a los padres de Isao. También el niño habría muerto si Mikso, una “amiga de la familia,” no hubiese irrumpido por la puerta en forma de tigresa para reducir a trizas a los sicarios antes de escabullirse con Isao al amparo de la noche. Se convirtió en la madre del niño y amplió el año acostumbrado de aprendizaje entre los hombres felino a diez años de tutela. Durante todo ese tiempo, Mikso le enseñó muchas formas de artes marciales y lo presentó a una banda yakuza rival, los Oni Miza Gumi. Cuando hubo superado su Primer Cambio, lo condujo a la presencia del señor Khan de la zona. Isao, claro está, juró vengar la muerte de sus padres cuando hubo alcanzado la madurez; más aún, juró destruir todo el clan Hiaku Gumi él solo. Actualmente todavía le queda trabajo por hacer, pero parte con ventaja.

La destrucción de toda una familia yakuza no es tarea fácil; se necesitan unas cuantas habilidades bien repartidas, algún que otro retazo de información puntual, sobornos y amenazas y las inevitables campañas de terror. Con susurros en las sombras y garras en la noche, Isao Toranaga, convertido ya en un guerrero impresionante, ha sumido en el pánico a los Hiaku y a sus aliados sin revelar su identidad. Muestra dos rostros: el de enemigo silencioso y el de Tigre, un hábil ejecutor con un talento inusitado para el pachinko. Al trabajar desde dentro, recoge con cuentagotas secretos familiares de todos los Bastet de Tokio. Con el tiempo esas goteras se convertirán en grietas; cuando el agua se filtre por todas esas rendijas, los muros de los Hiaku se derrumbarán. El enemigo silencioso ensancha esas debilidades a fuerza de sutiles patadas y puñetazos. El dique no tardará en verse desbordado y la fuerza de la corriente se llevará a los Hiaku para siempre.

La poderosa constitución de Tigre Toranaga hace honor a su mote. Camina agazapado, absorbiendo todos los detalles de su alrededor. Un tigre tatuado entre sus hombros con tintas de vivos colores baila al son de sus músculos. Los rasgos de Isao son tan brutales como los demoledores puñetazos y patadas que les propina a sus enemigos. Al contrario que tantos otros yakuza, a Tigre no le gustan las gafas de sol; el fulgor de sus ojos provoca no pocos comentarios, pero una gélida mirada y una demostración de fuerza suelen bastar para acallarlos. Aunque se viste con caros trajes confeccionados a medida, parece que lo único que le importa a Toranaga son los rumores, las apuestas y la guerra.

LING CHU

Ling Chu es un policía de Hong Kong dotado de unos reflejos increíbles, una resistencia sin fin y una brújula inexorable que lo conduce sin equivocación al lugar donde más problemas pueda causar. Cuentan de él que es el único responsable del desmantelamiento de tres Tríadas y de la desarticulación de un círculo de espías comunistas dentro del gobierno de la provincia. Pese a su afiliación oficial a la policía de Hong Kong, en realidad Ling trabaja para la INTERPOL. Actúa en forma de Homínido para no delatar su coartada y por los bajos fondos de China circulan rumores sobre el legendario temperamento de Chu. Se sabe que ha matado al menos a veinte personas en el cumplimiento del deber, y también se cuentan historias más siniestras que afirman que su poderoso kung fu es capaz de convertirlo en tigre.

Pese a su impresionante reputación, Chu es un tipo de lo más amigable, quizás algo modesto; sus ocasionales arrebatos y su fanfarronería contrastan de tal manera con su talante habitual que son pocos los amigos que saben cómo sobrellevarlo. Pese a su físico agraciado, las chapuzas sentimentales de Chu con las mujeres constituyen un ritual casi semanal. De no ser por sus impresionantes cualidades para la lucha y por su carácter aterrador, este apodado “superpoli” sería el hazmerreír de la comisaría. Tal y como están las cosas, su nombre se pronuncia en voz baja y se pasan por alto sus prontos; nadie sabe cuándo el policía campechano podría convertirse en una bomba de relojería. A juicio de los superiores de Chu, será mejor que esa bomba esté de parte de la ley en vez de su contra.

El kung fu de Ling Chu sí que es poderoso. Ha colaborado con Tigre Toranaga con anterioridad, y ambos Khan mantienen una amistad con reservas, siempre y cuando cada uno permanezca en su respectivo islote. En el territorio chino, la costa de los Estados Unidos y otras islas del Pacífico, los dos hombres tigre han partido un montón de caras y sus nombres protagonizan varias aventuras épicas. Nadie sabe dónde aparecerán a continuación.

AHMADOU

Durante décadas el Tirano Diente Negro y su manada la Tormenta Eterna sembraron el terror y la crueldad entre las criaturas sobrenaturales de África, hasta su reciente caída y derrota. Ahmadou es uno de los pocos supervivientes de la Tormenta Eterna, pero tiene otra distinción excepcional –es un Khan, el único miembro de la Tormenta Eterna que no era un hombre león. También se dice que Ahmadou es el único miembro de la manada que no fue reclutado por la visiones de Diente Negro, sino que rescató al Khan de ser devorado por un cocodrilo cuando era un cachorro, y que el joven tigre lo siguió desde entonces.

Los que se han enfrentado con él dicen que Ahmadou es el mejor luchador de la Tormenta Eterna, incluso más poderoso en combate físico que el mismísimo Diente Negro. El hombre tigre es temido y respetado por su tremendo registro de victorias. Se sabe que sobrevivió a la batalla final en la que murió Diente Negro y ahora vaga por África sin un propósito conocido.

Muchos temen que Ahmadou busque venganza por la muerte de Diente Negro, o que intente reconstruir su poder. Quienes conocen a Ahmadou –principalmente sus enemigos, porque no tiene amigos- rechazan esos rumores. Consideran que Ahmadou es un valiente cuyas garras buscan primero la garganta del Wyrm y después a cualquier enemigo digno de vencer. En su búsqueda eterna en la lucha contra el Wyrm, Ahmadou ha terminado trascendiendo los objetivos de Diente negro. Aunque llora la muerte del Tirano Simba que fue como un padre para él, no ha caído presa de la corrupción de Diente Negro, ni tampoco quiere continuar su legado, ni encontrar a sus asesinos para vengarse.

Al principio el Ahadi, la principal alianza de cambiaformas africanos que surgió tras la caída de Diente Negro, pensó que sería necesario matar al Khan junto con los demás miembros de la Tormenta Eterna. Pero desde el fracaso de su primer ataque, muchos creen que perseguir a Ahmadou para traerlo ante la justicia sería una misión estúpida. De hecho, muchos cambiaformas creen que no ha cometido ningún crimen, y que deberían dejarlo en paz. Pero otros muchos en el Ahadi no están de acuerdo.

Durante el ataque contra la fortaleza de Diente Negro, tres Mokolé intentaron matar al Khan, para abrir un camino en la retaguardia de la fortaleza. Cuando Kiva, una Bagheera, llegó a la escena, vio la sangre y destrucción del combate y pensó que los Mokolé habían tenido éxito, sólo para que el joven hombre tigre la emboscara y atacara. Ahmadou casi la mató allí mismo e iba a acabar con ella cuando Kisasi la Hiena apareció. Sin duda el Khan habría acabado con las dos de no ser por la muerte de Diente Negro. Después de que el último rugido de agonía del Tirano Simba hiciera temblar el suelo, el fuego de la Rabia abandonó a Ahmadou y despareció en la selva.

Ahora se ha convertido en un fantasma, atacando un Foso de Corrupción aquí, emboscando a un poderoso cambiaformas allá y volviendo a desaparecer tan repentinamente como ha aparecido, sin quedarse ni esperar una recompensa por sus esfuerzos. Muchos todavía lo consideran un cómplice del genocida Diente Negro –y muchos Mokolé quieren venganza por los tres de los suyos que mató en la noche del ataque contra la fortaleza del tirano.

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Alexander Weiss
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Re: Libro de tribu Khan: los hombres tigre

#4

Mensaje por Alexander Weiss » 16 Jul 2019, 15:47

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SOBRE LOS TIGRES

-El tigre (Panthera Tigris) es la mayor especie de felino que existe en la actualidad, y una de las cuatro especies existentes en la actualidad de la familia Panthera (junto con el león, el leopardo y el jaguar). El origen de su nombre posiblemente derive del persa tigra que significa afilado y del avestaní tighri que significa flecha, quizás una referencia a la velocidad con la que atacan a sus presas.

- En el pasado los tigres se extendían por toda Asia, desde Turquía a la costa oriental de Rusia, el sudeste asiático y varias islas de Indonesia. En tiempos prehistóricos también se encontraban en las islas de Borneo y las Filipinas. Durante los últimos cien años han perdido el 93 % de su territorio histórico, habiendo sido exterminados en muchos lugares. Las seis subespecies existentes se encuentran amenazadas. La población global actual se estima en unos 4.000 ejemplares, frente a los 100.000 de principios del siglo XX. De ellos, más de la mitad se encuentran en el subcontinente indio.

-Los fósiles más antiguos de tigre aparecieron hace unos 1.8 millones de años en la isla de Java, y las primeras especies aparecieron en el Pleistoceno temprano, extendiéndose por el resto de Asia durante el resto del período. Algunos fósiles podrían indicar que una población de tigres alcanzó Alaska durante la última glaciación hace unos 100.000 años. Los fósiles también indican que las subespecies de las islas muestran un tamaño más reducido que las del continente.

-Existen 10 subespecies reconocidas de tigre. El tigre trinil se extinguió en tiempos prehistóricos, y todas las restantes sobrevivieron hasta mediados del siglo XX. Actualmente tres de ellas se consideran extinguidas. Las diferencias genéticas entre subespecies son bajas.

-Las subespecies modernas son: El tigre de Bengala (Panthera t. tigris), también conocido como tigre indio o tigre real, es la subespecie más común; el tigre indochino (Panthera t. corbetti); el tigre malayo (Panthera t. jacksoni); el tigre siberiano (Panthera t. altaica); el tigre chino (Panthera t. amoyensis) es la subespecie más amenazada, con unos 70 ejemplares en cautividad; el tigre de Sumatra (Panthera t. sumatrae), es la subespecie más pequeña.

-Las subespecies extintas son: El tigre de Bali (Panthera t. balica), que se extinguió a mediados del siglo XX, y tenía algunas manchas además de rayas; el tigre del Caspio (Panthera t. virgata), extinguido en la década de 1970; el tigre de Java (Panthera t. sondaica), también extinguido a mediados de la década de 1970.

-Los tigres se encuentran entre los animales más icónicos y populares del mundo, enormes felinos con patas y lomos poderosos, cabezas grandes y colas largas. El pelaje es denso y espeso, y aunque su color puede variar en tonalidad, suele mostrar tonos anaranjados o marrones con la zona ventral blanca y distintivas rayas negras. Su función es principalmente de camuflaje entre la espesura, aunque entre otras especies de felinos las motas y rosetas suelen ser elementos de pelo de camuflaje más frecuentes. Las rayas del tigre no sólo cubren el pelaje, sino también la piel. El pelo es especialmente largo alrededor del rostro y el cuello, y dispone de bigotes especialmente largos, sobre todo entre los machos. Las pupilas son circulares con iris amarillos y las orejas son redondeadas rematando en un mechón de pelo blanco rodeado de negro, jugando un papel importante en la comunicación en la especie.

-El cráneo del tigre es similar al del león, aunque normalmente no tan hundido ni ancho. Su hocico y fosas nasales suelen ser más estrechos. La principal diferencia se encuentra en la mandíbula, con dientes más robustos y largos, los colmillos más largos de los felinos actuales (hasta 9 cm).

-Los tigres viven muchos años. El récord en cautividad lo tiene un individuo que vivió hasta los 26 años. La estimación en estado salvaje es menos fiable, aunque al carecer de enemigos naturales salvo la intervención humana pueden vivir entre 15-20 años, puede que incluso más en algunos casos.

-El tamaño entre los tigres es el más variable entre todas las especies de felinos. El tigre de Bengala y el tigre siberiano son las subespecies mayores y el tigre de Sumatra la más pequeña. Un macho adulto de las subespecies mayores puede pesar de media desde 90 a 300 kg y medir desde 250 a 390 cm de largo. Las hembras pesan de 65 a 147 kg de media y miden entre 200 y 275 cm de largo. En ambos sexos la cola representa entre 60 y 110 cm de la longitud total. El récord de tamaño registrado en la especie lo tiene un tigre de Bengala abatido en 1967 que llegó a pesar 389 kg.

-Entre los tigres de Bengala existe una pequeña población de tigres blancos, que se estima que aparecen en 1 de cada 10.000 nacimientos. No se trata de albinismo, pues los tigres blancos tienen ojos azules y mantienen sus rayas negras, sino de un gen recesivo. Son mucho más frecuentes en cautividad, donde se ha fomentado la aparición de los tigres blancos mediante la crianza selectiva, lo que ha provocado la aparición de defectos derivados de la endogamia.

-Otra variación de tonalidad surgida entre los tigres de Bengala son los tigres dorados, de pelaje más espeso y de color más anaranjado, y con las rayas de tonalidad mucho más débil. Otras variaciones obtenidas en cautividad son tigres completamente blancos, sin rayas, e individuos parcialmente melánicos. Nunca se ha confirmado la existencia de un tigre negro auténtico, salvo quizás un ejemplar abatido en China en 1846. También existen avistamientos sin confirmar de tigres azules, con un pelaje gris azulado con rayas negras.

-Los tigres pueden ocupar una gran variedad de hábitats, pero normalmente requieren suficiente espesura, agua y abundancia de presas. Prefieren la vegetación densa, entre la que se pueden camuflar con más facilidad, y donde un depredador solitario no se encuentra en desventaja. Los tigres de Bengala en particular viven en muchos tipos de bosque, incluyendo bosques húmedos de hoja perenne, bosques pantanosos de manglares, bosques de hoja caduca, y bosques de arbustos espinosos. En diversos lugares de sus territorios habitan o han habitado zonas de pradera y sabana, así como bosques de taiga y zonas rocosas.

-Al contrario que muchos felinos, los tigres son buenos nadadores, y a menudo se bañan en estanques, lagos y ríos para mantenerse frescos. En ocasiones han cruzado ríos de 7 km de ancho y nadado hasta 29 km en un mismo día. Son capaces de arrastrar sus presas en el agua o capturarlas allí.

-Los tigres adultos por lo general son solitarios. Establecen territorios muy amplios por los que vagan de forma intermitente. Por lo general acotan una zona que convierten en su hogar preferente, especialmente si están criando cachorros. Varios individuos pueden compartir una misma zona de caza, siendo conscientes de la presencia de otros congéneres. El tamaño de los territorios depende de la abundancia de presas, y en el caso de los machos, del acceso a las hembras. Los territorios de los machos pueden abarcar de 60 a 100 km cuadrados, mientras que las hembras suelen reclamar zonas más pequeñas, en torno a los 20 km cuadrados. El territorio de un macho suele solaparse con el de una o varias hembras, lo que le proporciona potenciales compañeras de apareamiento.

-Para marcar su territorio los tigres utilizan su orina y las secreciones de sus glándulas anales, así como marcar árboles u otros elementos de su territorio con sus garras. Estas marcas proporcionan información a otros individuos sobre la identidad del tigre, su sexo y su situación de apareamiento. La hembras en celo a menudo destacan su estado marcando su territorio con más frecuencia e incrementando sus rugidos.

-Aunque la mayor parte del tiempo prefieren evitarse unos a otros, los tigres muestran en ocasiones relaciones más complejas. A veces comparten sus presas, incluso con individuos con los que no guardan ningún parentesco. Los machos permiten que las hembras y los cachorros se alimenten de sus presas antes de haberse saciado, comportándose amigablemente y sin excesiva competitividad. En ocasiones los machos participan en la crianza de los cachorros, pero es extremadamente raro.

-Por lo general los machos son más intolerantes con otros machos en sus territorios que las hembras con otras hembras. Las disputas territoriales suelen resolverse mediante actos de intimidación en lugar de recurrir a la agresión directa. Cuando la dominación jerárquica ha sido establecida, un macho puede aceptar a otros machos subordinados en su territorio, mientras no se acerquen demasiado a su cubil. Las disputas más agresivas suelen producirse entre dos machos ante una hembra en celo y muy raramente terminan con la muerte de uno de los machos.

-Cuando realizan una advertencia, los tigres muestran sus dientes, elevan sus orejas y sus pupilas se alargan. En situaciones agresivas también rugen, pero también existen rugidos de apareamiento o cuando matan. Cuando están tensos emiten un quejido y en una situación de tranquilidad pueden ronronear. Otros sonidos de comunicación incluyen gruñidos, ladridos, maullidos y siseos.

-En la naturaleza los tigres prefieren alimentarse de animales de tamaño medio y grande, prefiriendo los ungulados en torno a los 90 kg. Habitualmente tienen escasos efectos en las poblaciones de animales de la zona. En la India los tigres se alimentan de ciervos, jabalíes y bóvidos salvajes y domésticos, que constituyen la mayor parte de su dieta. Sin embargo, en ocasiones también atacan y devoran a otros depredadores como perros, leopardos, osos y cocodrilos. En Siberia ciervos y jabalíes constituyen el 80 % de la dieta del tigre. En Sumatra se alimentan de ciervos, jabalíes, tapires y orangutanes. Como muchos depredadores no desdeñan una dieta oportunista, y ocasionalmente incluyen presas más pequeñas como monos, roedores, pájaros, liebres, puercoespines y peces. Los tigres no suelen atacar a los elefantes y rinocerontes adultos, aunque se han registrado algunos ataques. Cuando se encuentran animales domésticos, en ocasiones los convierten en sus presas. Aunque casi exclusivamente carnívoros, en ocasiones los tigres incluyen en su dieta frutos. Un tigre adulto puede pasar hasta dos semanas sin comer, y devorar de golpe hasta 34 kg de carne. En cautividad los tigres adultos son alimentados con entre 3 y 6 kg de carne al día.

-Habitualmente se cree que los tigres son cazadores principalmente nocturnos, pero en lugares donde los humanos están ausentes, pueden cazar de día. Por lo general cazan solos y acechan a sus presas utilizando su tamaño y fuerza para desequilibrarlas. Para cazar con éxito normalmente el tigre tiene que saltar sobre su presa, derribarla y apresar su garganta u hocico con los dientes. A pesar de su tamaño los tigres pueden alcanzar velocidades de 50 – 65 km/h en distancias cortas, en consecuencia, deben acercarse bastante a su presa antes de que los detecte. En ocasiones dan saltos horizontales de hasta 10 metros. Normalmente un tigre sólo consigue una presa con éxito en 2 de cada 20 intentos.

-Cuando cazan animales grandes, los tigres prefieren morder la garganta y utilizar sus zarpas delanteras para aferrarse a la presa y a menudo tratan de derribarla. El tigre permanece aferrado al cuello hasta que la presa muere estrangulada. Aunque pueden matar adultos sanos, los tigres prefieren seleccionar a las crías o individuos enfermos de las especies grandes. En la India se han registrado tigres que imitan el bramido de los sambar para atraerlos. Aunque más raramente, a veces los tigres matan a sus víctimas a zarpazos, con bastante fuerza para romper el cráneo del ganado doméstico. Después de matar a sus presas, a veces los tigres las arrastran con sus dientes para ocultarlas en la vegetación.

-Normalmente los tigres prefieren comer presas que han cazado ellos mismos, pero en períodos de escasez pueden comer carroña o robar las presas de otros depredadores. Aunque habitualmente los depredadores se evitan, si hay una presa de por medio las agresiones son comunes y los conflictos pueden volverse violentos. Los tigres pueden matar a competidores como leopardos, doles, hienas rayadas, lobos, osos, pitones y cocodrilos y alimentarse de ellos. Los ataques contra depredadores pequeños como tejones, linces y zorros no son tanto conflictos competitivos como actividades depredadoras. En los conflictos contra los tigres, cocodrilos, osos y grandes manadas de doles pueden ganar los enfrentamientos con los tigres y en ocasiones matarlos.

-Los apareamientos pueden producirse en cualquier momento del año, pero son más frecuentes entre noviembre y abril. Las hembras sólo son receptivas entre tres y seis días. Las cópulas son frecuentes y ruidosas durante este período. La gestación dura entre 93 y 112 días, con una medida de 105 días. La camada consiste normalmente entre dos y tres cachorros, en ocasiones uno o hasta seis. Los cachorros están ciegos e indefensos al nacer y las hembras los crían solas, ocultándolos en lugares apartados. Por lo general los machos no participan en la crianza y algunos pueden matar a los cachorros para que las hembras vuelvan a ser receptivas, ya que las tigresas pueden volver a dar a luz en cinco meses si han perdido la camada previa. La tasa de mortalidad de los cachorros es de un 50 % en los primeros dos años. Aparte de los humanos y otros tigres o depredadores ocasionales, la causa habitual de la mortalidad de los cachorros son el hambre, el frío y los accidentes.

-Entre una camada surge un cachorro dominante, normalmente un macho, más activo que sus hermanos y que toma el mando en sus juegos, abandonando a su madre y adquiriendo la independencia más pronto. Los cachorros abren los ojos entre los seis y catorce días. A las ocho semanas se aventuran fuera del cubil con su madre, aunque no la acompañan en sus cacerías hasta que son mayores. Normalmente son amamantados entre tres y seis meses. Cuando son destetados, comienzan a acompañar a su madre para aprender a cazar. Se convierten en cazadores capaces en torno a los 11 meses y se independizan en torno a los 18 meses, pero no se separan por completo de su madre hasta los 2 años o dos años y medio. Las hembras alcanzan la madurez sexual a los tres o cuatro años, mientras que los machos lo hacen a los cuatro o cinco años.

-El tigre es una especie amenazada. La caza furtiva para obtener su piel y partes de su cuerpo y la destrucción de su hábitat han reducido drásticamente sus poblaciones en la naturaleza. A principios del siglo XX se estimaba que existían más de 100.000 tigres salvajes y actualmente se cree que quedan unos 4.000, en un lento proceso de recuperación.

-La India es el país con la mayor población mundial de tigres salvajes. Desde 1973, con el inicio del Proyecto Tigre, se establecieron más de 25 reservas para los tigres, prohibiendo la interferencia humana. Este proyecto triplicó la población de tigres indios de 1.200 en 1973 a 3.500 en 1990, pero el censo de 2007 indicó que el número había vuelto a descender a 1.400 debido al furtivismo. En torno a 2014 se estima una población de 2.200 tigres salvajes en la India.

-En la década de 1940 el tigre siberiano se encontraba al borde de la extinción, pues sólo quedaban 40 ejemplares en estado salvaje en Rusia. Como resultado, el gobierno de la Unión Soviética inició controles contra la caza furtiva y creó varias zonas protegidas (zapovedniks) En torno a 2015 la población de tigres siberianos se ha incrementado en torno a los 480 – 540 ejemplares, aunque con problemas de diversidad genética.

-Tras haber rechazado los esfuerzos de los movimientos ecologistas occidentales, China cambió su postura a comienzos de la década de 1980, prohibiendo el comercio de órganos de tigre y reduciendo el uso de sus huesos en la medicina tradicional. El comercio tibetano de pieles de tigre para indumentarias tradicionales también era una importante amenaza para la especie, por lo que en 2004 se inició una campaña que ha producido un cambio de actitud en el Tíbet.

-El tigre ha sido uno de los cinco grandes trofeos de caza de Asia. La caza del tigre tomó lugar a gran escala en los siglos XIX y XX, siendo reconocida y admirada como deporte por los británicos en la India colonial, así como los maharajás y los aristócratas indios. Un maharajá o un cazador inglés podían reclamar haber matado a más de cien tigres a lo largo de toda su carrera de caza. Normalmente los cazadores perseguían a los tigres a pie; otros los emboscaban utilizando una cabra o un búfalo como cebo; otros cazadores seguían a sus presas a lomos de elefante.

-Habitualmente los tigres que no han tenido contacto previo con los humanos prefieren evitar interactuar con ellos. Sin embargo, los tigres causan más muertes humanas mediante sus ataques que cualquier otro mamífero salvaje. En ocasiones los ataques son provocados, cuando los tigres se defienden al ser heridos mientras son cazados. También se producen ataques accidentales, como cuando un humano sorprende a un tigre o sin saberlo se interpone entre una madre y sus cachorros. Sin embargo, en ocasiones los tigres terminan considerando a los humanos como sus presas. Estos ataques son más habituales donde la expansión humana ha reducido las presas salvajes y los asentamientos humanos se han construido en el territorio de los tigres.

-La mayoría de los tigres devoradores de hombres son ejemplares viejos o heridos, que son incapaces de cazar presas salvajes. La Tigresa de Champawat mató a 430 personas en la India y Nepal antes de ser abatida en 1907. Los ataques pueden producirse de día, y normalmente consisten en emboscadas por sorpresa, cuando los humanos bajan la guardia. Los tigres devoradores de hombres siguen siendo un problema en la actualidad, y algunos lugares de la India y Bangladesh, como Kumaon, Garhwal y los Sundarbans tienen una reputación bastante siniestra debido a los periódicos ataques de tigres.

-Los tigres han sido exhibidos en espectáculos desde los tiempos de la Antigua Roma, y a menudo han sido provocados para luchar contra los humanos y otras bestias salvajes. Desde el siglo XVII los tigres se convirtieron en una moda entre la nobleza europea, que los exhibía como símbolos de poder. Desde el siglo XVIII se convirtieron en una presencia habitual de zoológicos y circos.

-Actualmente en China existen más de 4.000 tigres en cautividad. En Estados Unidos había censados 2.884 tigres cautivos en 2011. Normalmente en cautividad se estima que más del 50 % de los tigres son el producto de la mezcla de distintas subespecies o de apareamientos selectivos (para producir tigres blancos, cuya cría ha sido muy criticada por los problemas de endogamia que produce en la especie). De hecho, cuando el tigre siberiano estaba a punto de extinguirse y se comenzó a censar a los individuos de los zoos, se descubrió que muchos de ellos eran realmente híbridos de tigres siberianos y tigres indios, en mayor o menor proporción.

-En la mitología y la cultura de China el tigre es uno de los doce animales del Zodíaco chino. A menudo se lo representa en el arte chino como símbolo de la tierra y un rival del dragón –los dos representan la materia y el espíritu. El arte marcial Hung Ga está basado en los movimientos del tigre y la grulla. En la China Imperial un tigre era la representación de la guerra y a menudo era el símbolo del mayor general del ejército, mientras el emperador y la emperatriz eran representados por un dragón y un fénix. El tigre blanco es uno de los cuatro símbolos de las constelaciones chinas, representando la dirección del oeste y la estación del otoño.

-En el budismo el tigre es una de las “tres criaturas sin sentimientos,” simbolizando la furia, el mono la avaricia y el ciervo el mal de amores. Los pueblos siberianos consideraban al tigre un semidios y a menudo se referían a él como “Abuelo” o “Anciano”. Los manchúes consideran al tigre siberiano como un rey. En el hinduismo el dios Shiva se viste y se sienta en una piel de tigre y la diosa Durga monta a la tigresa (o leona) Damon en batalla. Según el Mahabharata, la saga épica del hinduismo, el tigre es más feroz y cruel que el león. En el sur de la India el dios Ayyappan está asociado con el tigre.

-El hombre tigre sustituye al hombre lobo como principal zoántropo en el folklore de Asia; en la India los hombres tigre eran malvados hechiceros caníbales, mientras que en Indonesia y Malasia adoptaron una actitud más benigna.

-El tigre ha sido un símbolo muy utilizado en la heráldica. Aparece ya en el sello Pashupati del valle del Indio, también fue el emblema de la dinastía Chola, que lo acuñaron en sus monedas. Es el animal nacional de la India, Bangladesh, Malasia y Corea del Sur.

IDEAS PARA HISTORIAS

Crónicas de Khan: Actualmente los hombres tigre son individuos solitarios, tras las desastrosas guerras que casi acabaron con la tribu. Aunque resulta difícil que se asocien es posible que algunos Khan emprendan búsquedas conjuntas, como la misión de Rugido-del-Cielo, que pretende devolver la prosperidad a los hombres tigre y podría estar dispuesto a colaborar con otros. Quizás la búsqueda consiste en encontrar un rito que incremente las posibilidades de que surjan cambiaformas en la descendencia, levantar protecciones espirituales alrededor de los territorios de los tigres para que los humanos nunca corten los árboles o utilicen la tierra, o puede incluso que traten de restaurar el antiguo reino de los Khan…lo que podría provocar la oposición de otros hombres tigre o incluso consecuencias más siniestras.

Crónicas de Bastet: En los territorios históricos de los Khan no existen actualmente otras tribus Bastet en una presencia importante, salvo los Bagheera, que han actuado discretamente para ayudar a los hombres tigre, lo cual podría ser una buena base para la cooperación entre ambas tribus. Unos pocos Simba también se aferran a la reducida población de leones indios, aunque los contactos entre leones y tigres siempre han sido muy tensos. Quizás en otros lugares del mundo donde los Khan han buscado refugio tal vez mantengan una cooperación más fluida con otras tribus de hombres felino.

Crónicas de Razas Cambiantes: El principal espacio para la interrelación de los Khan con otras Razas Cambiantes se encuentra en las Cortes de la Bestia. Los Khan que siguen el Camino de la Virtud de la Madre Esmeralda tienen una larga tradición relacionándose con otros pueblos cambiantes, formando parte de sus sentai. En Occidente las relaciones con los Garou y otras Razas Cambiantes han sido más excepcionales y no exentas de peligro, pero una Crónica de un hombre tigre extranjero en una tierra extraña podría tener potencial.

BIBLIOGRAFÍA

-Brakefield, T. (1993). Big Cats: Kingdom of Might. Voyageur Press. ISBN 0-89658-329-5.

-Newman, Patrick(2012). Tracking the Weretiger: Supernatural Man-Eaters of India, China and Southeast Asia. McFarland. pp. 96–102. ISBN 978-0-7864-7218-5.

-Sankhala, Kailash(1997). Indian Tiger. Roli Books Pvt Limited, India. ISBN 978-81-7437-088-4.

-Sunquist, M. and Sunquist F. 2002. Wild cats of the world. University of Chicago Press, Chicago. 462 pp. ISBN 0-226-77999-8

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Última edición por Alexander Weiss el 16 Jul 2019, 15:50, editado 1 vez en total.

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Re: Libro de tribu Khan: los hombres tigre

#5

Mensaje por Alexander Weiss » 16 Jul 2019, 15:49

Campesinos indonesios matan a un tigre de una rara subespecie creyendo que era un cambiaformas.

Los campesinos de una lejana aldea de Indonesia tenían miedo de que un cambiaformas se estuviera ocultando en su comunidad y mataron y destriparon a un tigre de Sumatra porque creían que ocultaba poderes sobrenaturales.

https://es.theepochtimes.com/aldeanos-i ... 69186.html

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Re: Libro de tribu Khan: los hombres tigre

#6

Mensaje por Voivoda » 29 Nov 2020, 21:13

Khan de Kevin Lytle

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Re: [Libro] Khan: los hombres tigre

#7

Mensaje por Voivoda » 23 Dic 2021, 15:52

Ilustración de Krasgar
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Re: [Libro] Khan: los hombres tigre

#8

Mensaje por Voivoda » 02 Feb 2022, 08:37

Empezamos el Año del Tigre
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Re: [Libro] Khan: los hombres tigre

#9

Mensaje por Ébano » 02 Feb 2022, 10:14

Pues bailemos! :dance: :dance:
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Re: [Libro] Khan: los hombres tigre

#10

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Ago 2022, 21:33

Imagen Andrew Cramer de los Khan, de Kevin Lytle.

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