Conocimientos del Sabbat

Vampiro La Mascarada

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Conocimientos del Sabbat

#1

Mensaje por Theazlin » 03 Ene 2020, 11:44

Este tema tiene como finalidad exponer conceptos básicos de la secta del Sabbat.
Si no tienes experiencia con esta secta más que apariciones puntuales como antagonistas en otras partidas, te recomiendo que leas con detenimiento esta sección; si, por el contrario, ya has jugado con personajes Sabbat que van más allá de los típicos Lealistas agresivos y sanguinarios, nunca está de más repasar algunos conceptos básicos antes de ponerse manos a la obra, ¿no?

Haré un esfuerzo por simplificarlo todo de tal manera que no represente una tarea agobiante leer este tema.

En cualquier caso listaré en este primer mensaje los posts posteriores para que pueda hacer las funciones de índice y así facilitar la navegación.

CONCEPTOS EXPLICADOS

- EL CÓDIGO DE MILÁN

- ESTRUCTURA
Arzobispo
Obispo
Templario
Ductus
Sacerdote

- RITAES
Ritos de Creación
Vaulderie
Danza del fuego
Monomancia

- FACCIONES
Lealistas
Mano Negra
Status Quo
Moderados
Ultraconservadores
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Re: Conocimientos del Sabbat

#2

Mensaje por Theazlin » 03 Ene 2020, 11:55

Imagen ESTATUTOS DEL CÓDIGO DE MILÁN

I. El Sabbat permanecerá unido en su apoyo al Regente de la Secta. En caso necesario, será elegido un nuevo Regente. El Regente respaldará la lucha contra la tiranía, garantizando la libertad de todos los Sabbat.

II. Todos los Sabbat servirán a sus líderes lo mejor que puedan mientras dichos líderes sirvan la voluntad del Regente.

III. Todos los Sabbat observarán fielmente todos los Auctoritas Ritae.

IV. Todos los Sabbat respetarán la palabra de honor prestada mutuamente.

V. Todos los Sabbat tratarán a sus pares con justicia y equidad, defendiendo la fuerza y unidad de la Secta. Si es necesario, proveerán a la necesidad de sus hermanos.

VI. Todos los Sabbat deben anteponer el bien de la Secta a sus propias necesidades, sea cual sea el coste.

VII. Aquellos que no honren este código serán considerados menos que iguales y por tanto indignos de recibir asistencia.

VIII. Como siempre ha sido, así siempre será. La Lex talionis representará el modelo de justicia inmortal por el que todo el Sabbat se regirá.

IX. Todos los Sabbat se protegerán unos a otros frente a los enemigos de la Secta. Los enemigos personales serán responsabilidad personal, a menos que pongan en peligro la seguridad de la Secta.

X. Todos los miembros de la Secta defenderán el territorio del Sabbat de todos los demás poderes.

XI. El espíritu de la libertad será el principio fundamental de la Secta. Todos los Sabbat tienen derecho a esperar y reclamar libertad de sus líderes.

XII. El Ritus de la Monomacia serán utilizados para zanjar las disputas entre los Sabbat.

XIII. Todos los Sabbat apoyarán a la Mano Negra.


ADENDA AL CÓDIGO

XIV. Todos los Sabbat tienen derecho a vigilar el comportamiento y actividades de sus camaradas para mantener la libertad y seguridad de la Secta.

XV. Todos los Sabbat tienen derecho a convocar un concilio de sus pares y líderes inmediatos.

XVI. Todos los Sabbat deberán actuar contra quienes usen en beneficio personal y en contra de los intereses de la Secta los poderes y la autoridad concedida por ésta. Se emprenderán acciones solo a través de métodos aceptados y aprobados por un quórum de Prisci.
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Re: Conocimientos del Sabbat

#3

Mensaje por Theazlin » 03 Ene 2020, 14:58

Imagen El Sabbat hace hincapié en la propiedad y el ritual, aunque a su modo especial. En una práctica similar a la de “otras” órdenes religiosas, ha adoptado una serie de títulos para indicar el lugar de cada soldado en el “ejército”. Estos títulos suelen ser honoríficos, aunque algunos vampiros vanidosos aseguran poseer distinciones mucho mayores que sus verdaderos logros. Aquí se presentan algunos de los títulos empleados, así como el modo de dirigirse a ellos. REGENTE - (Su muy distinguida excelencia)
CARDENAL o ALTO SEÑOR/A - (Su eminencia)
PRISCUS o GRAN MAESTRO/A - (Muy reverendo señor/a)
ARZOBISPO, ARCHIDIÁCONO o PADRE-MADRE SUPERIOR/A - (Su excelencia)
OBISPO, DIÁCONO o ALTO PADRE - (Su excelencia)
TEMPLARIO o SEÑOR - (Señor)
DUCTUS, SARGENTO o JEFE - (Ductus)
SACERDOTE, PADRE-MADRE o MAESTRO/A - (Reverendo señor/a)

Dada la crónica que se va a jugar, no explicaré cargos como Regente, Cardenal o Priscus.


Imagen Los arzobispos ofician los asuntos nocturnos de cada ciudad, a menudo como el vampiro más poderoso de la zona y al que se le respeta muchas veces no por el título sino por los éxitos logrados en el pasado para conseguirlo. Son nombrados por los cardenales de cada región y son responsables de todos los Cainitas bajo su mando, así como del mantenimiento de una ciudad en los mejores intereses del Sabbat.

La mayoría de los arzobispos apoya políticas de “no-revelación” similares a la Mascarada. Son menos estrictas, y la política hacia los humanos suele tender más hacia el desprecio que hacia el secretismo. Ese es el motivo por el que el índice de crímenes en estas ciudades se dispara. A menudo es mucho más fácil matar a un mortal que ha visto a un vampiro en acción que tratar de deshacer el problema. Dado el sentimiento general que casi todos estos Cainitas tienen hacia los humanos, la mayoría de los arzobispos acepta este acuerdo.

Como el título sugiere, el arzobispo es la máxima autoridad espiritual de una ciudad. La mayoría fue sacerdote de manada antes de lograr su posición y suelen tener un papel activo en muchos de los auctoritas ritae de sus ciudades, pudiendo participar también a la hora de determinar los ignoblis ritae locales o regionales.

Carolina Vaez es la Arzobispo de Montreal aunque la situación actual de inestabilidad política ha propiciado que dos pretendientes al cargo se hayan postulado: Ezekiel y Alfred Benezri.
Imagen Si una ciudad no tiene arzobispo, normalmente dispone de un consejo de entre tres y cinco obispos, dependiendo del tamaño de la misma. Igual que los arzobispos, este consejo es responsable del mantenimiento de la influencia del Sabbat en sus respectivas zonas, así como del crecimiento espiritual de sus subordinados.
Los obispos de la secta suelen proceder de los sacerdotes de manada, pero también pueden ser ducti. Como por lo general son más jóvenes y menos capaces que los arzobispos, es el Sabbat el que crea los consejos. De este modo, ningún obispo se ve obligado a operar en un puesto para el que no está capacitado.

Actualmente, al haber una Arzobispo en la ciudad, Montreal no tiene ningún Obispo asignado aunque, en caso de que cayese el cargo de Carolina Vaez sería necesario un consejo de Obispos temporal si la elección del nuevo Arzobispo se retrasara.
Imagen Los ductus o ducti, líderes de las manadas, se encargan de las operaciones de los Cainitas a su cargo. Como la mayoría de estos grupos está formada por entre tres y siete vampiros, el cargo recuerda al del líder de una banda o al de jefe de una pequeña tribu. El título de ducti es principalmente honorífico y otorga reconocimiento como el más capaz de un grupo. Sin embargo, al cargo también le acompaña cierta autoridad que los demás miembros de la manada respetan pues el ductus tiene mayor rango que el resto de los miembros de su manada, y aunque no siempre es el más viejo, sí tiene algo especial que le permite imponer su autoridad en caso de surgir diferencias. Los líderes sabios, por supuesto, escuchan lo que la manada tiene que decir, imponiendo su rango solo cuando es estrictamente necesario.

Los ducti confían en la presencia y en la fuerza de la personalidad para motivar a los miembros de sus manadas. Trabajan estrechamente con los sacerdotes para coordinar las acciones de la manada, aumentan la influencia de la misma y actúan como enlaces para los obispos y arzobispos.

Los ducti pueden convocar esbats, reuniones de la manada, de forma normalmente semanal. En estas congregaciones el sacerdote suele celebrar los ritae más importantes, tras lo que el líder valora los avances del grupo. También asigna a cada miembro unas obligaciones que concuerden con las necesidades generales del grupo.

La posición de ductus es, con algunas notables excepciones, la más alta a la que puede llegar un Sabbat nómada. Estos vampiros viajan de un lugar a otro, y la mayoría no están preparados para ostentar títulos como el de obispo o arzobispo. Estos Cainitas no sufren ninguna restricción explícita para llegar a priscus o a cardenal (o a regente...), pero muy pocos lo han logrado nunca.
Imagen Los sacerdotes son responsables del bienestar espiritual de las manadas. Es el segundo al mando tras el ductus, y oficia todos los ritae observados por el grupo, creando a menudo algunos específicos. De este modo se genera un fuerte vínculo de lealtad y se consigue un sentimiento de unidad: los miembros de la manada se convierten en personas únicas y valiosas con una tradición para demostrar su valía.

Todas las manadas disponen al menos de un sacerdote, aunque algunas extrañas o especialmente grandes pueden tener dos. En caso de que el ductus sea eliminado, el sacerdote se convierte en líder pro tem, hasta que uno nuevo pueda ser nombrado por el obispo, arzobispo o por la propia manada.

Los sacerdotes tienen una tremenda responsabilidad. Deben impedir que sus camaradas sucumban al infernalismo o que dejen a sus Bestias crecer de forma incontrolada. Lo normal es que hayan abandonado su Humanidad (adoptando una Senda de la Iluminación), y que animen a sus compañeros a
que sigan el mismo camino. Evidentemente, el sacerdote es tanto un consejero como un brujo.
Imagen También conocidos como paladines, estos vampiros son una fuerza de guardaespaldas de elite nombrados por un obispo o un líder superior. Aunque carecen de organización formal, ser nombrado templario es un gran honor para un Cainita. Convertirse en un símbolo de fuerza es un reconocimiento público de las propias habilidades combativas.
Los templarios sirven en diversos cometidos, siempre militares. Casi todos los arzobispos tienen en su séquito a unos cuantos para resolver los asuntos delicados que es mejor afrontar con un uso juicioso de la violencia, mientras que los Inquisidores suelen usarlos como músculo adicional en sus viajes.

Los templarios tienen prohibida la entrada en la Mano Negra, ya que se puede crear un indeseable conflicto de intereses. Algunos Cainitas se refieren a ellos como sabuesos de sangre y suelen estar al servicio de los líderes de la secta, aunque algunos puedan pertenecer a alguna manada en periodos de inactividad, o después de ser honrosamente liberados de sus deberes en periodos en los que sus superiores no necesiten combatientes.
Imagen La idiosincrasia concreta de Montreal y la gran influencia que durante décadas han tenido tanto los Pastores de Caín como los Bibliotecarios hace que la estructura sea, si cabe, aún más respetada. Ser Sacerdote es un símbolo de poder y prestigio como en pocas ciudades y el precario equilibrio que se mantiene en la isla tiene que ver, según muchos, en el respeto o el miedo que infunden aquellos que ostentan un cargo.
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Re: Conocimientos del Sabbat

#4

Mensaje por Theazlin » 03 Ene 2020, 23:10

Imagen
El Sabbat practica numerosos rituales y ceremonias, todos con la idea de aumentar la lealtad dentro de la secta y de unir a los vampiros dispares que la forman de cara a los enemigos.Estos rituales, conocidos como ritae, crean vínculos que ninguna otra sociedad de Cainitas puede esperar emular.
La organización mantiene un cuerpo de trece “altos rituales”, conocidos como Auctoritas ritae, y numerosas ceremonias menores, Ignoblis ritae, que varían de una manada a otra y de una ciudad a otra.
La secta suele celebrar los ritae durante los esbats y otros momentos importantes (como ciertas semanas o noches del año, en reuniones determinadas, etc.) y son parte vital de la existencia de cualquier manada.

Los ignoblis ritae pueden realizarse en cualquier momento, normalmente cuando el sacerdote de la manada lo considera más apropiado. Existen ritae de bienvenida, de despedida, de alimentación, de diablerie, etc. Básicamente, cualquier acontecimiento de importancia, ya sea personal o común, puede, estar asociado en una determinada manada a un ignoblis ritae.

El origen de estas ceremonias se ha perdido en las noches de la historia, aunque la mayoría de los Sabbat sospecha que fueron concebidos durante los tumultos de la Revuelta Anarquista. Perseguidos por los antiguos y sus chiquillos leales, los anarquistas necesitaban algún tipo de guía y protección espiritual. A lo largo de los siglos, estos ritae lograron importancia en la cultura del Sabbat; hoy en día se llevan a cabo muy pocas formalidades sin la celebración del al menos un rito propicio.

AUCTORITAS RITAE

Toda la secta practica los auctoritas ritae, tanto por tradición como por su significado para las creencias del grupo. Refuerzan los lazos de lealtad y fraternidad, proporcionando poder emocional mediante la familiaridad con las ceremonias y las magias que les acompañan. Se practican trece auctoritas ritae de los cuales expondré en este mensaje 8 por ser los más básicos:

ATADURA

El Sabbat cobra fuerza cada noche debido a su unidad mental y a su ambición. Todos sus miembros, desde el recluta superviviente más humilde hasta el propio regente, participan en la Atadura. La celebración y la familiaridad con este ritual ayuda a unir a los miembros de la secta de un modo similar a la Vaulderie. En esencia, la Atadura es un juramento formal de alianza en el que se refuerza la lealtad. Este acontecimiento también sirve para que todos recuerden el motivo de la existencia del propio Sabbat.
La ceremonia comienza con el recitado de la interpretación que la manada hace del credo de la organización (aunque no existe un código formal y escrito, la mayoría tiene la suficiente presencia mental como para componer un resumen de la doctrina. Puede ir desde una enumeración extensa y prosaica hasta una serie de gritos fervorosos clamando venganza).
El acontecimiento tiene lugar en la noche del Solsticio de Invierno. En las principales ciudades, las manadas nómadas de la región acuden al rito junto a los grupos establecidos. Si es posible, esta importante ceremonia es oficiada por un miembro de mayor rango que el de sacerdote, como un obispo o arzobispo. Lo ideal es que tenga lugar en una playa, la orilla de un río o una cascada. Si esto es imposible, bastará una fuente.
Las manadas especialmente desesperadas pueden emplear un simple cuadrado de tela blanca. El agua (o la tela) representa la naturaleza implacable de la secta (siempre encuentra un modo de rodear cualquier obstáculo, igual que el Sabbat dará alguna noche con la forma de superar a sus terribles progenitores).
El rito suele terminar con una Vaulderie y con el juramento de proteger los secretos del Sabbat hasta la Muerte Definitiva.

EL BAÑO DE SANGRE

Este rito se realiza cada vez que los líderes de la secta quieren reconocer la aspiración de un vampiro del Sabbat a un título, como el de obispo o cardenal. El Baño de Sangre formaliza la nueva posición en la secta. Como a la ceremonia deben asistir todos los futuros subordinados del nuevo líder, faltar sin un buen motivo es un grave insulto.
Comenzando por el sacerdote que oficia el rito, los líderes asistentes y los demás Sabbat se turnan para acercarse, arrodillarse y expresar su aprobación o su alianza, contribuyendo con un poco de sangre que se reúne en un gran recipiente. El recién nombrado alaba o aconseja a los vampiros presentes, haciendo hincapié en los beneficios que el Sabbat puede lograr si todos comparten su sabiduría. Después se baña en la sangre donada. Tras la ceremonia, los vampiros presentes beben la sangre del recipiente empleado (que a veces se consagra como una Vaulderie), simbolizando así que participan en todo lo que el nuevo líder puede ofrecer.

EL BANQUETE DE SANGRE

Ninguna reunión formal del Sabbat estaría completa sin un Banquete de Sangre; algunas ciudades llegan a celebrarlos hasta dos veces al año (además de los acontecimientos en los que se requieren). Sirve como sustento y como vehículo para expresar la lujuria de la existencia como depredadores definitivos. El Banquete de Sangre es una “comida” ritual en la que los recipientes capturados son colgados del techo, atados a esculturas o inmovilizados de cualquier otro modo para alimentación y disfrute de todos los presentes. El banquete en sí es tanto una reunión social como un rito estructurado, y muchos Sabbat realizan grandes entradas, vestidos con sus mejores galas.
En preparación de esta ceremonia, una manada o partida de caza especialmente preparada consigue humanos (o incluso algún vampiro renegado) la noche anterior. Cuando el grupo de caza hace la presentación formal del banquete ante los miembros de mayor rango presentes se producen gritos,
vítores y se desnudan los colmillos. El oficiante recibe a cada víctima y da las gracias al cazador besándole en la frente. Después entrega a los mortales a ayudantes escogidos para que los preparen, atándolos de pies y manos y colgándolos boca abajo a la altura de la cabeza. También pueden atarlos (o clavarlos) a cualquier objeto, impidiendo el movimiento.
La noche tras la preparación, ghouls y Sabbat de bajo rango acondicionan el lugar del banquete. Tras la llegada de todos los invitados (se considera un grave insulto retrasarse) el sacerdote, obispo o arzobispo que oficie el servicio realiza el rito, dedicando a los recipientes al Sabbat. Los Cainitas reunidos abren a las víctimas de un mordisco y se alimentan de la vitae fresca, a menudo lamiendo las heridas para que no se desperdicie nada (sin embargo, algunos Banquetes especialmente abundantes recuerdan a descontroladas orgías de sangre en las que la vitae salpica por todas partes).
Los estilos de alimentación varían bastante en estos acontecimientos. Muchos Lasombra y Toreador antitribu toman su vitae en copas de champaña, mientras que los Brujah y Malkavian antitribu prefieren beber directamente de la “botella”.
Normalmente hay una víctima por cada tres vampiros presentes. El sacerdote, obispo o arzobispo celebrante es el primero en beber, y puede elegir a su víctima.

RITOS DE CREACIÓN

Según los vampiros ajenos a la secta, todos los Sabbat son creados a toda velocidad: se seca a los reclutas, se les alimenta, se los golpea en la cabeza con una pala, se los entierra y se los deja para que se abran paso hasta la superficie en un frenesí famélico. No hay ni que decir que no siempre es así. Además, este método no es un Rito de Creación. La mayoría solo emplea el “método de la pala” en tiempos de Yihad. Consiste en reunir a un número de víctimas, Abrazarlas con la menor cantidad de vitae posible, golpearlas en la cabeza con una pala (para dejarlas inconscientes antes de que
entren en frenesí) y enterrarlas en una fosa común. Los nuevos Cainitas despiertan rápidamente y deben excavar para salir al exterior y saciar su sed, a menudo a costa de los vampiros menores enterrados con ellos. El método es simple, relativamente rápido y bastante eficaz para despojar a las víctimas de su Humanidad. En cualquier caso, estos vampiros no han recibido en realidad los Ritos de Creación. De hecho, para el Sabbat ni siquiera son vampiros todavía, por lo que la secta no tiene reservas en lanzar legiones de estos horrores enloquecidos contra sus enemigos.

Los propios Ritos de Creación son mucho más serios, y señalan el paso desde la no-existencia hasta la conversión en un Sabbat Auténtico. Solo éstos, aquéllos que han demostrado su temple en el combate o en la intriga y que han recibido los Ritos, pueden determinar a los nuevos reclutas de la secta.
Estos Ritos siempre tienen lugar en presencia de un sacerdote, y en esencia son sencillos; el sacerdote marca con un hierro al rojo la frente del iniciado mientras éste realiza un juramento de lealtad. Sin embargo, la ceremonia anterior varía enormemente, y queda completamente en manos de cada sire.
Algunos Panders y Brujah antitribu tienen ceremonias similares a las iniciaciones en las bandas, que consisten en apalear al candidato hasta que el sire decide que ya es suficiente. Las ceremonias Tzimisce son mucho más civilizadas y formales, y a menudo consisten en el recitado del linaje o en la alabanza del sire. Algunos vampiros no piden ceremonia alguna, decidiendo que ya tienen todas las pruebas que necesitan, mientras que otros exigen pruebas bizantinas o actos estrafalarios como la zoofilia, el secuestro, el asesinato, la mutilación o cualquier otra depravación.
Los Ritos sirven a diversos propósitos, tanto prácticos como simbólicos. Las llamas ayudan a reducir el miedo del nuevo Sabbat al fuego, mientras que la ceremonia enseña lo que se esperará de él. Inmediatamente después de los Ritos de Creación se celebra la Vaulderie, que vincula al Cainita a la
manada, su nueva familia inmortal.

DANZA DEL FUEGO

Para la mayoría de los vampiros, el fuego es algo que temer, respetar y evitar, pero no para los Sabbat. Aunque les aterroriza, no dudan en emplearlo contra sus enemigos. En cierto sentido, esta temeridad muestra hasta qué punto son fanáticos. Son capaces de tomar alegremente algo que significa su destrucción y lo emplean contra sus rivales, esperando arrastrar al infierno a todos los posibles. Para ser un verdadero Sabbat es necesario enfrentarse al Rótschreck y vencerlo. Además, el dominio del fuego envalentona a estos vampiros para emplearlo como arma.

Este rito no tiene momento o lugar determinado, y los sacerdotes pueden realizarlo cada vez que sea necesario aumentar la moral o unir a las tropas. Por lo general se celebra antes de las Partidas de Guerra, y varias manadas pueden unirse en una misma Danza. Se trata de una prueba de coraje. Como el Sabbat valora el libre albedrío, se permite a los miembros de la manada negarse a participar, aunque se corre el riesgo de sufrir el escarnio de los demás por cobardía.
Para realizar el rito el sacerdote enciende una gran hoguera en un lugar alejado de ojos mortales. Con el redoble de un tambor o con cánticos los participantes entran en un trance similar al frenesí, girando alrededor de las llamas, retorciéndose ante ellas e incluso postrándose frente al fuego. Cuando la ceremonia alcanza su cima, los vampiros cantan, gritan y se animan mutuamente para saltar a través de la pira, brincando una y otra vez hasta acabar exhaustos. La Danza del Fuego llega a su fin cuando el último vampiro presente salta y se derrumba por el cansancio.

MONOMANCIA

Es inevitable que entre vampiros tan testarudos y violentos como los del Sabbat se produzcan diferencias de opinión. Aun- que la vasta mayoría de estos conflictos se resuelve con todo el civismo y el razonamiento que un miembro de esta secta puede tener, algunos agravios son tan profundos que piden una solución más seria. Cuando dos (o más) Sabbat son incapaces de encontrar una solución, el rito de la Monomacia resuelve el asunto.

Para el no iniciado, la Monomacia no parece más que un duelo a muerte. Sin embargo, en realidad es mucho más. Sirve como el arma evolutiva definitiva: eliminando de sus filas a los incompetentes, la secta se hace más fuerte. Esta práctica es sacrosanta entre los vampiros del Sabbat, que reconocen que sin líderes fuertes su conflicto contra los Antediluvianos no significa nada. Además, el vencedor suele diabolizar al derrotado.

La Monomacia solo suelen practicarla los miembros con rango de las manadas. La mayoría de los jóvenes son demasiado violentos o acalorados como para reconocer la gravedad de un combate ritual a muerte, y recurrirían a él cada vez que un compañero tomara sangre de un recipiente que les fuera
simpático. Por tanto, este rito es dirigido por un sacerdote, al que se le presenta simultáneamente el caso y el reto al rival. Él deberá decidir si el agravio es digno o no de la Monomacia, y si presidirá o no el ritual.
Si el sacerdote considera justa la causa, el vampiro retado podrá rechazar el duelo. En teoría no tiene ningún efecto negativo, pero salvo que el retador sea de un nivel muy inferior, la negativa suele conllevar una gran pérdida de prestigio (y quizá un duelo no aprobado más tarde). Si los contrincantes de la Monomacia pertenecen a manadas diferentes puede ser necesario involucrar a un elemento neutral, como el sacerdote de otra manada, o incluso el obispo o arzobispo.
La práctica de la Monomacia varía mucho, ya que no existe un código formal sobre la elección de armas, lugares o incluso términos de la victoria. Estos duelos suelen librarse hasta la Muerte Definitiva en algún lugar realmente peligroso e inaccesible, como una fundición de hierro o la azotea de un
rascacielos. Que pueda o no usarse armas, Disciplinas u otros elementos suele ser decisión del retado. Tras la invocación del rito por parte del sacerdote, el combate comienza. El vencedor es el último vampiro que quede en pie, produciéndose después otros ritae y celebraciones. Como la Monomacia es un auctoritas ritae, se suelen emplear armas formales como espadas y dagas, mientras que las armas modernas, especialmente las de fuego, son consideradas groseras, torpes y vulgares.
Sin embargo, no todas las Monomacias son tan directas. Varias disputas Lasombra se han dirimido sobre tableros de ajedrez de tamaño natural con “piezas” vivas, y la rivalidad entre un Tzimisce y un Ventrue antitribu resultó en una competición de tiro al ghoul, hasta que uno de los dos se quedó sin ellos (ganó el Tzimisce).
Muchos sospechan que la regente logró su posición venciendo físicamente a su predecesor.

SERMONES DE CAÍN

Algunos miembros del Sabbat valoran su conocimiento de El Libro de Nod. Otros no saben nada al respecto o no les preocupa, y ven su papel dentro del Sabbat como el de guerreros eternos. Aquéllos que se toman muy en serio la historia de sus orígenes suelen reunirse para oír sermones sobre el pasado y para recodar quiénes y qué son. De este modo se refuerza su lealtad a la secta y a su ideología. Los miembros de las manadas se turnan para recitar El Libro de Nod, mientras los demás se sientan en un semicírculo sosteniendo velas encendidas y meditan sobre los pasajes. Estos sermones suelen ir seguidos por la Vaulderie, y entre los más intelectuales por un intenso debate. Se suele hablar sobre los textos leídos durante el rito casi hasta el amanecer.
La historia vampírica, especialmente las leyendas sobre Caín, consiste sobre todo en una tradición oral, ya que existen muy pocas reproducciones de El Libro de Nod. Pocas manadas del Sabbat se ponen de acuerdo sobre la palabras exactas de un pasaje determinado, y la secta está dividida al respecto: algunos creen que mientras se preserve el espíritu del libro la letra es irrelevante, mientras que otros opinan que para que todo el Sabbat tenga la misma referencia, es necesario decidirse sobre un texto único. Este cisma, por supuesto, provoca numerosas posiciones particulares al respecto, desde el apoyo violento a ambos extremos del espectro hasta una profunda ambigüedad.

LA VAULDERIE

Los vampiros del Sabbat se toman muy en serio la guerra nocturna, tanto que no toleran la disensión en sus filas. Desde el más bajo de los nuevos reclutas hasta el priscus más exaltado, la secta se asegura la lealtad mutua mediante un rito de sangre conocido como Vaulderie.
Es similar a un vínculo de sangre, aunque difiere bastante en su objetivo y función. Ningún Sabbat sucumbiría jamás voluntariamente a un vínculo, razonando que es el modo por el que los antiguos esclavizan a sus chiquillos. Prefieren jurarse mutuamente la Vaulderie, atándose a la manada más que a un vampiro en particular, y apoyando de este modo a la gran causa de la secta.
Aquéllos que ignoran los detalles más sutiles de la Vaulderie creen que consiste únicamente en reunir vitae en un recipiente para beberla después. En realidad se trata de algo más místico. Para comenzar el ritual, el sacerdote toma un elemento empleado exclusivamente en este rito y se corta la muñeca. Puede tratarse de un cuchillo pequeño, una cuchilla de plata o una lezna. Para dotar de mayor gravedad a la ceremonia, muchas manadas emplean instrumentos rituales elaborados llenos de grabados y figuras. Después el sacerdote vierte parte de su sangre en un recipiente y pasa el objeto cortante a todos los presentes, que se abren la carne y sangran en el cáliz. Después el recipiente se vuelve a pasar por todas las manos mientras el oficiante recita un encantamiento, consagrando el terrible sacramento mientras todos beben.
Las Vaulderies pueden celebrarse en cualquier momento (antes de los asaltos, durante las reuniones importantes, en la iniciación de los nuevos miembros y prácticamente siempre al concluir los esbats). Este rito puede ser la base de todos los ritae de la secta, y por tanto se le tiene una gran reverencia. El resultado es conocido como Vinculum, o lazo de sangre.
Esta atadura une mutuamente a todos los miembros de la manada, engendrando lealtad y aumentando la moral del grupo.
Las puntuaciones de Vinculum pueden variar cada vez que se emplea el rito. Sin la Vaulderie, es probable que el Sabbat se hubiera derrumbado bajo el dogma y bajo su propio peso, ya que el caos y la anarquía endémicos de la secta hubieran erosionado la escasa organización de no ser por la lealtad y la simpatía creadas de este modo. Los que se niegan a participar o los que se oponen a ella no son bien vistos. Aquéllos que no están dispuestos a someterse a la ceremonia al menos una vez al mes sufren, con suerte, el ostracismo de la manada, y pueden convertirse en el primer plato del próximo Banquete de Sangre, o ser destruidos directamente.

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Re: Conocimientos del Sabbat

#5

Mensaje por Theazlin » 04 Ene 2020, 15:37

Imagen El Sabbat no es un grupo monolítico, como ilustran su historia, su filosofía cosmopolita y su vocación por la libertad personal. Es hogar de numerosos grupos escindidos y facciones unidas a las filas de la organización para lograr sus propios fines (que suelen corresponderse), o para dirigir una división mayor. En este caos organizativo no es raro encontrar a estos vampiros en las propias manadas, aunque en modo alguno eso signifique que todos los miembros del Sabbat sean miembros de alguna de las facciones; la mayoría simplemente pertenece a la Espada de Caín. Sin embargo, estos grupos son muy numerosos, y algunos se han convertido en parte integral de la existencia de la propia organización.

Imagen Esta facción asegura ser el legado de los Sabbat “auténticos”, aquellos vampiros que se sacudieron el yugo de los antiguos para lograr la libertad. Los demás suelen considerar a los Lealistas anarquistas, sociópatas y niños malcriados que quieren beneficiarse de la Maldición de Caín sin aceptar las responsabilidades.
La filosofía Lealista es sencilla: cada vampiro es su propio amo. Todos los vampiros tienen libertad para hacer lo que deseen, ya sea destruir a los Antediluvianos u organizar una carnicería en un centro comercial. En la práctica, pocos actúan de este modo, ya que saben que las autoridades los acosarían y destruirían, a menudo por orden de otros vampiros que valoran su intimidad.

Evidentemente, los Lealistas carecen de organización, y se les considera una facción solo por tratarse de un conjunto de personas que apoya una ideología. La mayoría de los Sabbat no les tiene mucho respeto, ya que tienden a actuar contra sus dirigentes por puro placer (o porque es su obligación, como diría un Lealista). Por supuesto, esta oposición indiscriminada crea problemas, complica las misiones y genera conflictos innecesarios. Sin embargo, los Lealistas persisten en su actitud. Estos vampiros creen realmente en su causa. Ven a un antiguo estancado y decadente y se quejan de que la secta haya abandonado sus verdaderos ideales. Están convencidos de que la noche ya no pertenece al Sabbat, y creen que la secta es irrelevante visto el actual estado de las cosas. Las manadas son tan impotentes como los neonatos de la Camarilla o los anarquistas, y todo por culpa de la apatía y el antagonismo de los antiguos. Los Lealistas hacen lo que hacen porque es su deber, como hicieron los anarquistas y antitribu originales en las noches de la Revuelta Anarquista.

Aceptan a cualquiera en sus filas y no tienen códigos o rituales secretos para identificarse los unos a los otros. La secta no tiene jerarquía de responsabilidades, y está compuesta principalmente por jóvenes Sabbat (aunque muchos antiguos apoyaban su causa, poco a poco la fueron abandonado).

Es evidente que dentro del Sabbat los Lealistas no tienen mucho poder, pero su número no deja de crecer. Muchos antiguos cometen el error de despreciarlos, pero los Camitas más cautos ven el potencial (o la amenaza) que representan, y señalan a los Panders como un ejemplo reciente de lo que los jóvenes son capaces de lograr.
Imagen Como su nombre sugiere, para el Status Quo las cosas están bien como están. Están compuestos en su mayoría por importantes Lasombra, Tzimisce y miembros clave de la Mano Negra, aceptan la naturaleza de los vampiros y saben que el cambio es relativamente imposible. La Gran Yihad prosigue para bien o para mal, y sacudir los cimientos del Sabbat no sirve más que para distraerle de su objetivo final.

El Status Quo apoya el liderazgo de los Lasombra y la estabilidad interna que les permite presentar una fachada severa ante la Camarilla. El grupo señala los recientes éxitos de la organización como prueba de que las cosas van como deberían, y consideran innecesario cualquier cambio radical.

El Status Quo no quiere aumentar el autoritarismo general de la secta, y sus miembros no desean acumular todo el poder para ellos solos (aunque lo tengan en su mayor parte), pues eso fomenta la rebelión entre las masas. Al mismo tiempo, las exigencias cada vez más ilógicas de los Lealistas vociferantes o de los preocupados Moderados solo sirven para agitar y calentar al resto de la secta, por lo que es necesario llegar a compromisos.

Muchos líderes del Sabbat pertenecen a este grupo (es coherente), pero no son los locos tiranos ni los megalomaníacos. Suele tratarse de dirigentes que han demostrado su capacidad, que han logrado sus puesto mediante el mérito, que expresan sus órdenes como peticiones y que respetan los derechos de sus subordinados (o al menos que lo pretenden, sabiendo que así obtienen resultados).
Imagen Los Moderados se oponen a lo que consideran una rigidez cada vez mayor en la secta. Edictos como el Pacto de la Compra y el Código revisado de Milán limitan los derechos de todos los Sabbat en beneficio de unos pocos.
Aunque no son tan vehementes como los Lealistas, se oponen a la promulgación de “reglas y guías que no tienen cabida entre criaturas como los vampiros”. La facción se encuentra entre el dogma Lealista y el conservadurismo del Status Quo, reconociendo la necesidad del orden y la estructura, pero sin adherirse a códigos arbitrarios que no ofrecen beneficios que compensen su inconveniencia. Suelen oponerse a los asedios y cruzadas (aunque normalmente cumplan las órdenes), y no dudan a la hora de poner en cuestión a aquellos que gobiernan si sus actos parecen insensatos o temerarios.
Si todos los miembros de la secta tuvieran que decantarse, la mayoría caería apática en las filas de los Moderados: las cosas están bien, pero podrían ir mejor. Esta facción es de las más diversas de la secta, y contiene miembros de todos los clanes y líneas de sangre. Dispone de una cierta influencia política, pero las alianzas cambiantes de sus miembros qué a menudo desaparecen cuando encuentran algo más interesante que la diatriba política) mantienen a la facción como una potencia relativamente menor.
Imagen Evidentemente compuestos por los miembros más antiguos del Sabbat (la mayoría de los clanes Lasombra y Tzimisce), los Utraconservadores predican la centralización y el autoritarismo, esperando convertir al Sabbat en una fuerza militar contra los Antediluvianos y la Camarilla.
Aseguran que el tiempo de la libertad ha terminado. La Gehena espera a la vuelta de la esquina y ha llegado la hora de estabilizar a la secta para evitar su derrota total. Los Utraconservadores apoyan irónicamente la aceptación de los Panders, esperando poder contar con ellos en el Apocalipsis que se avecina.

Son partidarios de los líderes fuertes y de la Monomacia, la eliminación ritual de los débiles mediante el duelo. La Mano Negra parece inclinarse poco a poco hacia el apoyo a los Utraconservadores, pero mantiene un extraño silencio cuando se le pregunta al respecto.

Los jóvenes Cainitas ven a este grupo como a viejos bastardos acomodados que quieren emplear a la secta más para llevar a cabo sus venganzas personales que para impedir la llegada de la inminente Gehena. Otros los consideran chiflados milenaristas cuya senilidad les hace librar una guerra contra enemigos invisibles. Sin embargo, cuando se les enfrenta a argumentos opuestos, los Utraconservadores citan rápidamente El Libro de Nod, identificando a su alrededor los presagios y profecías que predicen el despertar de los Antediluvianos.
Las arenas del tiempo no siempre consiguen sepultar el dolor y llegar al olvido. A veces nuestra maldición es, precisamente, recordar.

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