Necrópolis: Lugo

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Alexander Weiss
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Necrópolis: Lugo

#1

Mensaje por Alexander Weiss » 13 Mar 2021, 18:03

Imagen NECRÓPOLIS: LUGO

Por Alexander Weiss
PRESENTACIÓN
Lugo es una ciudad gallega, capital de la comarca y provincia homónimas. Fundada hacia el año 25 a.C. por Paulo Fabio Máximo en época romana, es la ciudad más antigua de Galicia, construida en las proximidades de un castro y rodeada por el río Miño, con el nombre de Lucus Augusti. A lo largo de su historia ha pasado períodos de abandono y grandeza, siendo el escenario de pronunciamientos y guerras.
Y como ocurre en otras ciudades, la muerte ha dejado su marca en el inframundo de la ciudad. Una antigua Necrópolis estigia ha surgido en las Tierras de las Sombras de Lugo, y los muertos Sin Reposo vagan por las antiguas murallas y edificios fantasmales que el paso del tiempo ha levantado frente a las mareas del Olvido.
Aunque en el pasado aspiró a ocupar un lugar de importancia en el Reino Oscuro de Hierro, Lugo se ha convertido en una Ciudadela modesta, pero aún así no exenta de su propia importancia en la política fantasmal, convertida su Necrópolis en un refugio para quienes buscan un asidero ante las tormentas que azotan el inframundo.

HISTORIA FANTASMAL
El asentamiento urbano más antiguo de Galicia se levantó cerca de un castro galaico, junto al que en torno al 25 a.C. el general Cayo Antisto Veto instaló un campamento militar. Paulo Fabio Máximo, legado del emperador Octavio Augusto, fundó en el emplazamiento la ciudad de Lucus Augusti, licenciando a los veteranos de las legiones romanas y ofreciéndoles tierras de cultivo. La nueva ciudad se convirtió en un importante centro de comunicación, prosperando con la explotación de minas de oro y estaño.
No quedan testigos fantasmales de tan lejana época, y si es así, prefieren no hablar, pero en época romana surgió el principal rasgo de la identidad de Lugo, y que también se reflejó en el inframundo: su muralla.
No está claro si las murallas fueron construidas por los Sin Reposo romanos o de alguna forma los muertos galaicos ya habían construido una ciudadela en las Tierras de las Sombras, pero en cualquier caso, en algún momento indeterminado las murallas que rodeaban la ciudad en las Tierras de la Piel aparecieron en el inframundo, y los Sin Reposo locales las aprovecharon, como un bastión frente a las ocasionales tormentas y los ataques de Renegados y Espectros, que ya en esta época vagaban por los yermos en torno a la ciudad.
En la Pascua del año 460 la ciudad fue saqueada por los suevos, que asesinaron al gobernador romano y a varios nobles locales, convirtiéndose en una importante ciudad del reino suevo, donde se produjo la conversión del reino al cristianismo católico.
Es también en esta época cuando comienzan a surgir noticias fiables sobre los Sin Reposo de Lugo. En los antiguos registros de Estigia se conserva un pacto de vasallaje hacia Caronte de una figura conocida como “El Obispo”, el título asumido por el líder de los Sin Reposo de Lugo. En estos registros también se menciona que, protegidos tras sus murallas, sus habitantes fantasmales habían resistido los peores estragos del Gran Maelstrom que había devastado el inframundo tras la caída del Imperio Romano. No se menciona tanto una Necrópolis como una ciudadela o fortaleza levantada en el interior del recinto de las murallas, una comunidad fantasmal dirigida por el mencionado Obispo.
La conquista y ocupación musulmana de Lugo a principios del siglo VIII fue breve, y los invasores pronto fueron desplazados por el rey Alfonso I de Oviedo, que conquistó la ciudad sin resistencia y restauró la diócesis, encargando al obispo Odoario su repoblación. Hasta mediados del siglo IX Lugo fue la única ciudad de Galicia, aunque su protagonismo comenzó a decaer frente a Oviedo y Santiago de Compostela.
Entre los Sin Reposo, el Obispo siguió siendo la principal autoridad de la ciudadela fantasmal de Lugo, gobernando una comunidad heterogénea, entre la que se encontraban fantasmas romanos, suevos, galaicos y astures. El poderoso Obispo tenía la última palabra sobre quién era admitido en el interior del recinto de las murallas y quienes eran desterrados a los yermos que se encontraban más allá. Poco a poco comenzó a formarse una comunidad de Pescadores, fantasmas que creían en la existencia de una redención en las Tierras de las Sombras.
Durante la Edad Media, la ciudad de Lugo fue el escenario del enfrentamiento entre los obispos locales y la nobleza lucense, a la que se añadieron los burgueses y campesinos que aspiraban a convertirse en un municipio fuera de la autoridad eclesiástica. Estas luchas urbanas, que degeneraban en ocasionales estallidos de violencia contra el señorío de los obispos, y los elevados tributos, culminaron en el asesinato del obispo Lope de Salcedo en el año 1403 y las posteriores guerras irmandiñas.
Paralelamente, en las Tierras de las Sombras, la comunidad fantasmal se encontraba dividida. El Obispo y los Pescadores gobernaban la Ciudadela de Lugo, mientras que en el exterior de las murallas se formaban varios círculos de fantasmas de distinto signo, aunque pronto los leales a Estigia comenzaron a convertirse en los principales rivales del Obispo. Sin duda también contribuyó a que muchas de las víctimas de las revueltas urbanas terminaban recurriendo en el más allá a la autoridad de Estigia para evitar los abusos de los Pescadores.
Cuando finalmente Caronte emitió la Proclamación de la Razón y ordenó a los Pescadores que abandonaran Estigia, los fantasmas leales al Imperio Oscuro de Hierro vieron su oportunidad y se alzaron contra la autoridad del Obispo y sus seguidores, que se atrincheraron en la ciudadela tras las murallas de Lugo. Sin embargo, entre ellos se encontraba un traidor, el asesinado Lope de Salcedo, que negoció con Estigia la entrega de la ciudadela a cambio de ser reconocido su gobernante. Sin duda Lope de Salcedo se encontraba motivado por la ambición de gobernar en la muerte la ciudad que había gobernado en vida, pero había ocultado muy bien su descontento y parecía haberse sometido mansamente a la autoridad del Obispo. En cualquier caso, los fantasmas leales a Estigia consiguieron acceder a la ciudadela, y tras derrotar al Obispo y sus lugartenientes, proclamaron que la Ciudadela de Lugo se encontraba bajo la jurisdicción del Reino Oscuro de Hierro. Lope de Salcedo se convirtió en el nuevo gobernante fantasmal, aconsejado por tres representantes de los principales Gremios locales: Artesanos, Perdonadores y Soñadores.
Mientras tanto, en 1528 Lugo se convertía en capital de reino de Galicia, pero se trataba de un título nominal en una época en que el reino dependía cada vez más de la Corona de España, y en la que otras ciudades como Santiago de Compostela, A Coruña o Pontevedra cobraban más importancia. A principios del siglo XVII en la ciudad de Lugo habitaban unas 2.000 personas, menos de la mitad de época romana. No obstante, a pesar de su modesto tamaño, en los siglos siguientes la ciudad comenzó un nuevo período de expansión económica y cultural, construyéndose nuevos edificios, al mismo tiempo que en las tierras fantasmales aparecían otros nuevos.
En las Tierras de las Sombras, el Obispo Lope de Salcedo gobernó con mano firme, mostrándose como una autoridad eficaz, consiguiendo rechazar una oleada de Espectros que llegó siguiendo la tempestad del Tercer Maelstrom en el siglo XVII. Aunque su corte fantasmal tenía un aspecto eclesiástico, siempre mostró su lealtad a Estigia, aunque al mismo tiempo también se encontraba inquieto, considerando que gobernaba una ciudadela pequeña cuando quizás en Estigia podría aspirar a una posición más elevada. Aceptó la Ruptura de los Gremios decretada por Caronte, pero mantuvo a los consejeros de los Gremios, que simplemente se limitaron a hacer una declaración pública de su lealtad a Estigia.
A finales del siglo XVIII Lope de Salcedo recibió a un grupo de Legionarios Siniestros. El Señor Sonriente le ofrecía una posición a su servicio…a cambio del traslado de las murallas fantasmales de Lugo a Estigia, de la misma forma que en siglos pasados varios edificios antiguos habían pasado a formar parte de la capital del Reino Oscuro de Hierro. El antiguo Obispo, que ya ocupaba una posición en la Legión Siniestra, vio en la oferta la oportunidad que deseaba, y tras meditarlo con sus consejeros terminó aceptando.
Sin embargo, los fantasmas de Lugo no estaban de acuerdo con las ambiciones de su señor. La muralla los había protegido de la furia de Espectros y Maelstroms, y no estaban decididos a quedar indefensos para pagar el ascenso de Lope de Salcedo. Una alianza fantasmal se alzó contra él, que a pesar de todo, decidió proceder con el traslado. Confiaba en dejar atrás cuanto antes a sus revoltosos súbditos. Los artesanos de Estigia que habían comenzado a desmontar las murallas fueron acosados constantemente, pero el envío de varios Legionarios Siniestros permitió continuar lentamente con las obras.
El 9 de enero de 1809, en el marco de la Guerra de la Independencia, las tropas francesas al mando del mariscal Ney entraron en Lugo, quemando los edificios contiguos a las murallas para evitar que fueran escaladas. Entre los ataques de los guerrilleros y las discusiones entre los propios franceses, abandonaron la ciudad tras volar la puerta del puente romano.
En las Tierras de las Sombras, el traslado de las murallas fantasmales fue interrumpido. La destrucción de parte de la muralla pareció de alguna forma debilitar el conjunto. Como si aguardaran la señal, un enjambre de Espectros asaltó la ciudadela, sorprendiendo a los fantasmas allí reunidos. El obispo Lope de Salcedo fue devorado por los Roídos por la Sombra, y otros fantasmas lucenses también fueron destruidos. Los obreros que habían llegado de Estigia huyeron, y de esta manera el traslado de la muralla a Estigia quedó interrumpido.
Privados de la autoridad de Estigia, varios círculos fantasmales se refugiaron en las ruinas de la ciudadela tras la retirada de los Espectros. Un consejo de ciudadanos dirigió la reconstrucción, al mismo tiempo que unían fuerzas para resistir a las fuerzas del Olvido. Unas décadas después, varios Legionarios llegados de Estigia acudieron para restablecer la autoridad del Reino Oscuro de Hierro. Nadie volvió a hablar de trasladar las murallas.
Durante el siglo XIX Lugo se convirtió en capital de provincia y comenzó su modernización, derribando varios edificios medievales y parte de la muralla. En 1846 se produjo el alzamiento del coronel Miguel Solís. La ciudad fue asediada durante quince días y la junta revolucionaria ordenó el derribo de varios edificios, causando daños a las murallas. Sin embargo, los rebeldes fueron derrotados y ajusticiados. En las décadas siguientes la ciudad emprendió cierta expansión y modernización, aunque su crecimiento resultó moderado en comparación con las ciudades gallegas de la costa. La diputación lucense, debido a la desamortización, decidió reunir y proteger los bienes del patrimonio cultural de la provincia, esparcidos en diversas colecciones y propietarios, trayendo varias reliquias fantasmales en el proceso que fortalecieron la presencia de los Sin Reposo en la ciudad.
Lugo se convirtió en Necrópolis de Estigia en el año 1875. Fue elegido gobernador el Anacreonte de la Legión Siniestra, Manuel Pérez, un militar que había luchado contra los franceses. Sin embargo, debido al tamaño modesto de la Necrópolis, sólo la Legión Esquelética y la Legión de Hierro tenían un peso importante en su gobierno.
El gobierno de Manuel Pérez vio la reordenación de la Necrópolis. Con la ayuda de otros Anacreontes trasladó a Lugo el orden estigio. Abrió la ciudadela a fantasmas que anteriormente habían habitado los yermos, y dirigió varios ataques contra los Espectros. También consultó con varios arquitectos fantasmales, con la intención de reconstruir la fortaleza de las antiguas murallas romanas contra el Olvido. Hubo varios tímidos avances, pero parecía que el antiguo poder de la construcción había sido quebrantado durante el intento de trasladarlas a Estigia.
Lugo se convirtió en una de las pocas ciudades que se mantuvieron leales a la monarquía tras la victoria republicana en las elecciones municipales de 1931. Sin embargo, la Segunda República terminó en 1936 con la sublevación y guerra civil, y los rebeldes triunfaron rápidamente en la ciudad. Muchos republicanos fueron ejecutados por los sublevados. Durante el resto del conflicto, Lugo permaneció al margen, aunque no pudo evitar las penurias del estado de guerra.
El estallido del Cuarto y el Quinto Maelstrom durante el siglo XX afectó a los fantasmas de las Necrópolis. Aunque las murallas consiguieron resistir el empuje de la Tempestad y los Espectros, ya no ofrecían la protección de antaño. Frente a los enemigos espectrales, el gobernador Manuel Pérez cayó liderando a las Legiones estigias. A pesar de los daños y pérdidas, los Legionarios consiguieron evitar que los Espectros llegaran hasta el interior de las murallas, como había ocurrido en 1809.
En medio de los vientos de la Tempestad asumió el poder la representante de la Legión de Hierro, Doña Antonia Rego. Los Legionarios Siniestros, que habían resultado especialmente diezmados durante la defensa de la Necrópolis, la aceptaron con reticencia, considerando que sus esfuerzos no habían sido debidamente agradecidos.
En el año 1972 se promovió la demolición de numerosos edificios contiguos a la muralla, junto con varias obras de remodelación, que provocaron la aparición de nuevas Moradas en las Tierras de las Sombras. La declaración de la muralla como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2000 pareció de alguna forma revitalizarla. La gobernadora Antonia Rego aprovechó la ocasión para contratar a varios arquitectos estigios para reforzar las Moradas de la muralla. Hubo algunas discusiones sobre a quién estaban beneficiando las reformas de la gobernadora, pero tras los destrozos causados por el Sexto Maelstrom, su autoridad resultó fortalecida, con la llegada de nuevos refugiados.
Última edición por Alexander Weiss el 16 Mar 2021, 12:03, editado 1 vez en total.

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Re: Necrópolis: Lugo

#2

Mensaje por Alexander Weiss » 13 Mar 2021, 18:57

EDIFICIOS NOTABLES
Imagen LA MURALLA
La muralla romana de Lugo es la mejor conservada de la península ibérica, con un trazado de más de 2 km, con muros de una anchura de más de 4 m. La muralla mantiene una serie de torres defensivas. Sin embargo, si ya ofrece un aspecto imponente en las Tierras de la Piel, en las Tierras de las Sombras muestra un aspecto mucho más bullicioso.
En efecto, a lo largo de los siglos muchas casas y edificios fueron construidos junto a la protección de la muralla, y muchos fueron derribados con el paso del tiempo, y durante el siglo XX, para dejar la muralla exenta. Muchos de estos edificios reaparecieron en las Tierras de las Sombras.
De esta manera, en la Necrópolis, muchos fantasmas y Círculos habitan pegados a la muralla, que ofrece no sólo un aspecto más completo, sino también numerosos habitáculos que han sido construidos en los edificios fantasmales o sobre ellos. Aunque el núcleo de la muralla es similar al trazado de las Tierras de la Piel, su aspecto fantasmal consiste en una muralla de rodeada por casas erizadas de todo tipo de protecciones contra la Tempestad y las fuerzas del Olvido. Torreones y torres con estilos de diversas épocas se alzan sobre la muralla fantasmal.
Disfrutar de la protección de la muralla, aunque sea en el lado exterior es todo un regalo, al que acceden Sin Reposo poderosos e influyentes. El gobernante de la Necrópolis ha tenido tradicionalmente jurisdicción sobre las numerosas Moradas que han surgido en torno a la muralla, y recibe un tributo de sus habitantes a cambio de su protección. En tiempos muy antiguos la muralla poseía un valor de Morada muy elevado, pero debido a los daños sufridos a lo largo de la historia se ha visto reducido. Gracias a las reconstrucciones y mantenimiento llevado a cabo por los habitantes fantasmales, así como por la Memoriam recibida de las Tierras de la Piel, actualmente la muralla tiene un valor de Morada de 3.
Imagen LA CIUDADELA
La Ciudadela de la Necrópolis de Lugo se encuentra en los terrenos de la catedral, habiendo sido construido a partir de la fortaleza original construida en las Tierras de las Sombras por el Obispo y los Pescadores. Aunque la catedral de las Tierras de la Piel muestra un estilo románico, en las Tierras de las Sombras se ha construido un edificio fantasmal que tiene un aspecto más de fortaleza militar. En su construcción se utilizaron trozos de la muralla romana, pero también de otros edificios.
Desde la fundación de la Necrópolis, este edificio se ha convertido en la sede del gobernante. Antonia Rego no sólo ha fortalecido el exterior con la ayuda de los arquitectos que trajo de Estigia, sino que también ha convertido el interior en su Morada personal. Durante el siglo XX hizo traer en secreto uno de sus Grilletes a la catedral de Lugo, una serie de joyas que hoy se encuentran en el tesoro de la catedral, lo que también le permite acceso al edificio.
La Ciudadela también se ha convertido en el cuartel general de la Legión de Ébano, que se encarga de seguridad. Los representantes de las demás Legiones también tienen un espacio reservado, y un salón de consejo donde se discuten diversos temas. Lo cierto es que la mayoría de los representantes de las Legiones están conformes con mantener el orden establecido, aunque de vez en cuando afloran rivalidades y odios personales.
Imagen EL CONCELLO
Durante el siglo XVIII el alcalde José Montenegro de Seijas ordenó la construcción de una nueva casa consistorial, completándose en 1744, y recibiendo varias ampliaciones y reformas durante el siglo XIX.
En las Tierras de las Sombras, el obispo Lope de Salcedo, el primer gobernante de Estigia, ordenó la construcción de un palacio en la nueva casa consistorial, aprovechando la reutilización de materiales y otros edificios, y el traslado de reliquias y Grilletes. Aunque utilizaba la Ciudadela para resguardarse en caso de peligro (aunque eso no impidió su destrucción en 1809), el ayuntamiento de Lugo se convirtió en su Morada personal.
La Morada fue devastada por los Espectros en 1809, y muchas reliquias y Grilletes se perdieron. No obstante, el gobernante Manuel Pérez la eligió como sede de la Legión Siniestra, y actualmente continúa cumpliendo esa función. Los Legionarios Siniestros la han convertido en su arsenal, y es el edificio principal después de la Ciudadela. El actual Anacreonte Siniestro, Rafael de Vega, suele frecuentar la Morada, aunque no es su principal residencia.
Imagen PUENTE ROMANO
El puente romano de Lugo, o puente viejo es una construcción de unos 104 m de longitud y 4 m de ancho, que ha recibido sucesivas restauraciones, modificando definitivamente su aspecto en 1893. Además de mostrar un aspecto imponente en las Tierras de las Sombras, también es el lugar de acceso del principal Derrotero que lleva desde la Necrópolis de Lugo a Estigia. Varias embarcaciones y vehículos fantasmales atracan periódicamente en el puente, donde también se ha construido “La Estación,” una serie de edificios y almacenes, donde se comercia y se reciben viajeros de otros lugares del inframundo.
Imagen GRAN HOTEL
A lo largo de su historia, la ciudad de Lugo ha dispuesto de varios, además de las tumbas de las iglesias y la catedral. En la segunda mitad del siglo XVIII la población de Lugo comenzó a dispararse, y ante el reducido tamaño de los camposantos el concello decidió comprar unos terrenos en Magoi y construir un nuevo. En 1858 se inauguró el cementerio de Magoi, con numerosas tumbas de mármol. Durante la guerra civil, muchos republicanos fueron asesinados y ejecutados ante las tapias del cementerio. En 1948 el cementerio se quedó pequeño y muchas tumbas y monumentos funerarios fueron trasladados al nuevo cementerio de San Froilán.
En el solar del viejo cementerio se construyó el Gran Hotel, por iniciativa de varios empresarios, que comenzó a funcionar en 1979, y que recientemente ha comenzado a sufrir dificultades económicas.
Pero algunos de los Sin Reposo del viejo cementerio permanecieron, especialmente los que habían sido olvidados en las Tierras de la Piel. Un Círculo fantasmal ha asumido como propia la Morada que se encuentra en el lugar donde todavía se encuentran algunos de sus restos. La Legión de los Pobres tiene su sede en este lugar.
Imagen CEMENTERIO DE SAN FROILÁN
El cementerio de San Froilán se encuentra en las afueras de Lugo, cerca de la Ruta Jacobea. Fue abierto en 1948, en estilo racionalista. La mayoría de los fantasmas que no han sido admitidos en el interior de las murallas habitan entre sus tumbas. Entre ellos se encuentran muchos Sin Reposo que mantienen un apoyo tibio hacia la Jerarquía…o ninguno en absoluto. Se dice que Herejes y Renegados frecuentan el lugar, cada vez con más atrevimiento.
Imagen HOSPITAL LUCUS AUGUSTI
El hospital Lucus Augusti es el mayor hospital de la provincia de Lugo, un edificio moderno y funcional de seis pisos que fue proyectado en 1998 e inaugurado en el año 2010. La Legión Esquelética controla el recinto, donde siega a la mayoría de sus reclutas.

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Re: Necrópolis: Lugo

#3

Mensaje por Alexander Weiss » 14 Mar 2021, 12:41

Imagen LAS LEGIONES

LEGIÓN DEL DESTINO
Los Legionarios del Destino suelen actuar como mensajeros entre la Necrópolis de Lugo y Estigia. No disponen de una presencia destacable, pero de alguna forma siempre se encuentran ahí, cuando se los necesita, apareciendo de improviso con mensajes urgentes o dispuestos para hacer de guías a los recién llegados. La mayoría de los miembros de la Legión son extranjeros en la Necrópolis, aunque en ocasiones la marca de la Dama del Destino ha reclamado a algunos lucenses, especialmente en momentos importantes de la historia de la Necrópolis.

Louise Brûlon: A principios del siglo XIX, Louise era una actriz francesa que se encontraba en España con una compañía de teatro, amenizando las cortes de la nobleza y actuando también en varias ciudades. Cuando comenzó la Guerra de la Independencia, los actores franceses se vieron atacados por una multitud que los puso en fuga. Encontrándose sola, Louise terminó uniéndose al ejército del mariscal Ney en busca de protección.
Su camino la llevó a Galicia y a Lugo, pero mientras el ejército francés se retiraba de la ciudad, el escuadrón con el que viajaba fue atacado por unos guerrilleros gallegos, con tan mala fortuna, que una bala de mosquete alcanzó a Louise en la frente. Sus amantes en el ejército la lloraron, y la enterraron en el camino que llevaba a Lugo.
Fue segada poco después, y tras descubrirse la marca de la Dama, se integró en la Legión del Destino. Debido a su vida itinerante, disponía de varios Grilletes dispersos entre Francia y España, por lo que a menudo ha actuado como mensajera entre metrópolis y con el tiempo ha recorrido numerosos Derroteros. Desde hace décadas frecuenta regularmente la Necrópolis de Lugo, donde además ha recibido el título de Anacreonte del Destino. En principio se mantiene neutral en los asuntos políticos, actuando como una observadora impasible, pero desde hace tiempo ha cultivado una amistad con la gobernadora Antonia Rego.
Louise tenía casi treinta años cuando murió. Es una mujer pálida, de rasgos redondeados y un poco infantiles, con cabello ensortijado y castaño claro y ojos oscuros, completamente negros. En el centro de su frente destaca la marca sangrante de la herida que la mató, extendida como una estrella carmesí. Viste con largos vestidos grises que ondean a su alrededor, y dos alas de plumas negras ondean a su espalda. Lleva una guadaña de acero estigio para defenderse en sus viajes, y se dice que tiene numerosos contactos entre Heraldos y Soñadores.

LEGIÓN ESMERALDA
Las víctimas del azar no son especialmente numerosas en la Necrópolis de Lugo, y como en otros lugares del inframundo existe una gran diversidad dentro de la Legión. Hasta el siglo XX permanecían en gran parte dispersas, hasta que el Anacreonte Esmeralda, Don Nicanor Sánchez, un arquitecto compostelano, comenzó a organizar la Legión. Bajo su liderazgo, los Legionarios Esmeralda comenzaron a participar activamente en la política de la Necrópolis.
Don Nicanor desapareció durante el Quinto Maelstrom, y el liderazgo de la Legión fue asumido por su lugarteniente, Xoaquina Boelle, que ha mostrado una actitud más implacable. Aunque no son una de las Legiones más numerosas e influyentes, los Legionarios Esmeralda procuran mantener su poder en la Necrópolis.

Xoaquina Boelle: Xoaquina era una mujer campesina que vivía en una aldea cerca de Lugo a principios del siglo XX. Su hermana mayor, Xosefa, murió durante el parto, y Xoaquina, que era dos años más joven, se casó con su cuñado viudo, Manuel, simplemente para sacar adelante la casa y cuidar de sus dos sobrinos pequeños.
Llevaba una vida muy dura, y su carácter se agrió. Embarazada, un día fue a la feria llevando a un tozudo borrico que iba cargado de verduras y hortalizas. El animal se negaba a caminar, y Xoaquina desató toda su furia contra él, con tan mala suerte que el burro le asestó una coz en la cabeza, y murió como resultado.
Apareció en el inframundo llena de furia, y puede que hubiera sido arrastrada por el Olvido de no ser por su encuentro con Nicanor, el Anacreonte Esmeralda, que consiguió tranquilizarla y ganarse su confianza. Él la educó y enseñó a sobrevivir en las Tierras de las Sombras y un par de trucos clandestinos para que pudiera seguir ayudando a su familia desde el más allá.
Si Don Nicanor era el diplomático de la Legión Esmeralda, Xoaquina era su brazo armado. Pronto aprendió a canalizar su furia contra los Espectros y sombras, patrullando con otros Legionarios los límites de la Necrópolis. Tras la desaparición de Don Nicanor hubo algunas discusiones dentro de la Legión, pero todos terminaron acordando que era la mejor elección para sucederlo como Anacreonte.
Xoaquina es una Legionaria veterana, y una luchadora hábil, con una mente ágil y astuta. Domina varios Arcanoi que le permiten sembrar la destrucción entre los siervos del Olvido, aunque destaca en el dominio de Ultraje, habiendo adiestrado a varios Legionarios Esmeralda en su uso.
Xoaquina tenía unos veinte años cuando murió. Es una mujer bajita y de aspecto sereno, que parece inofensiva, vestida con un sencillo vestido negro. Su mirada gris y su cabello liso y negro no le proporcionan un aspecto agresivo, pero en un instante es capaz de convertirse en una arpía aullante con el cabello revoloteando a su alrededor.

LEGIÓN ESQUELÉTICA
Aunque la Legión Esquelética es bastante numerosa en la Necrópolis de Lugo, su número ha menguado en el último siglo, entre el declive demográfico y las mejoras sanitarias. Además, muchas personas que mueren de enfermedades lo hacen a una edad avanzada, por lo que estos Sin Reposo terminan cayendo en el ámbito de la Legión de Hierro.
En las últimas décadas, los Legionarios Esqueléticos de Lugo han centrado sus intereses en la comunidad médica de la ciudad. Algunos Sin Reposo los acusan de acelerar el deceso de varios enfermos, o de impedir que la ayuda llegue a tiempo. Sin embargo, el Anacreonte se ha apresurado a desechar esas acusaciones como difamaciones sin fundamento.

Alexandre Barreiro: Alexandre era hijo de unos farmacéuticos de Lugo, que quisieron que continuara con el negocio familiar. Fue a estudiar a Santiago de Compostela, donde pronto se acomodó en el ambiente estudiantil, dedicándose a los estudios lo mínimo y a disfrutar todo lo que podía de juergas y francachelas.
Contrajo una enfermedad venérea a la que en principio no dio importancia, en una época en la que el SIDA todavía era un rumor, y cuando se volvió demasiado grave, tuvo que regresar a Lugo, donde murió unos meses después de una complicación de neumonía.
Fue segado en las Tierras de las Sombras, y pronto se adaptó bien a la Legión Esquelética gracias a sus conocimientos médicos. El Anacreonte local, Baldomero Riaño, terminó ingresando en la inquisición del Ojo sin Párpado, y dejó su puesto en la Necrópolis de Lugo, nombrando a Alexandre como su sucesor.
Alexandre se ha desenvuelto bien en su posición como Anacreonte, organizando a los Legionarios para que vigilen los hospitales de Lugo. Entre los demás Anacreontes de la Necrópolis es el más joven, pero se lleva bastante bien con la gobernadora Antonia Rego. Sin embargo, otros Anacreontes lo subestiman, y a veces no lo tienen en cuenta en sus decisiones.
Alexandre tenía unos veinte años cuando murió. Es un joven escuálido y esquelético, con ojos oscuros y prominentes. Va elegantemente vestido con el traje negro de su funeral, y tiene el aspecto de todo un burócrata. Es una persona de conversación agradable y entretenida, y a menudo le gusta frecuentar los ambientes de fiestas y juerga nocturna. Su voz varía con frecuencia, mostrando diversos acentos, y algunos lo atribuyen al uso del Arcano Títeres.

LEGIÓN DE HIERRO
La Legión de Hierro ha ganado un creciente poder durante el siglo XX, a medida que la esperanza de vida aumentaba. La Necrópolis de Lugo está dirigida por una gobernadora de la Legión, que bajo su fachada de estabilidad y benevolencia muestra una actitud implacable. Los Legionarios de Hierro se concentran en la Ciudadela, controlando las mejores Moradas de la muralla, y ejerciendo su poder con un paternalismo no exento de cierta mano firme cuando hace falta.
Aunque el control de la Legión se mantiene estable, en las últimas décadas la oposición a la misma ha crecido. En principio los Anacreontes de otras Legiones mantienen buenas relaciones con la Legión de Hierro, pero existe un creciente descontento, tanto entre las filas de la Jerarquía, como entre las facciones de Renegados y Herejes. Este descontento podría terminar estallando de manera inesperada.

Antonia Rego: Antonia nació en una próspera familia de comerciantes de Lugo. Su madre murió cuando ella era joven, y tuvo que hacerse cargo de sus hermanos, ayudándoles a salir adelante y convirtiéndose en la mujer de casa. Su padre, Don Antonio Rego, no volvió a casarse, y cayó en una profunda depresión, lo que facilitó que Antonia tomara las riendas del negocio familiar. Una mujer trabajadora y habilidosa, gobernó a la familia de manera implacable, haciendo todo lo necesario para salir adelante.
Pero mientras sus hermanos se casaban uno tras otro, ella se quedó sola en casa, cuidando de su padre, cada vez más viejo y enfermo, y cuando murió, ella se quedó sola en la casa familiar. Tenía una buena fortuna, pero era una mujer mayor y de carácter adusto.
Y a medida que envejecía, sus hermanos y sobrinos comenzaron a acechar su herencia. En principio rechazó sus ofertas de ayuda, pero tras sufrir un infarto, quedó en gran parte impedida, y fue a parar a casa de uno de sus hermanos. Su cuñada procuró arrebatarle todo su mando y veló para que nadie inoportuno se aproximara a ella, utilizando su enfermedad como excusa. Tres meses después, Antonia moría en la cama, consumida y esquelética.
Apareció en las Tierras de las Sombras y pronto fue reclutada por la Legión de Hierro, utilizando con éxito sus dotes de mando. Desde las Tierras de las Sombras vigiló a su familia mortal. Su cuñada sufrió un inesperado accidente, pero a nadie se le habría ocurrido acusar a Antonia. También dispuso que sus Grilletes fueran debidamente asegurados, especialmente las joyas que había atesorado en vida. Cuando el gobernador de la Necrópolis desapareció durante un Maelstrom, Antonia y sus partidarios controlaban las posiciones claves de la Ciudadela, y simplemente era la mejor opción para gobernar en nombre de Estigia.
Nadie puede negar el éxito de Antonia. Ha sabido negociar con éxito con los enviados de la Jerarquía, y sus partidarios han crecido bajo su mano, ocupando las mejores posiciones y Moradas de la Necrópolis de Lugo. En cuanto a sus enemigos, se han encontrado con inesperados problemas o han terminado abandonando la Necrópolis en busca de mejores lugares en los que prosperar.
Ahora Doña Antonia se encuentra en una posición estable. Ve a los demás Anacreontes como sus “hermanos”, personas a la que guarda cierto cariño maternal, pero también es consciente de sus ambiciones, “defectos” que procura podar en cuanto aparecen. Quienes se atreven a desafiarla simplemente reciben una sonrisa enigmática antes de que comience a calcular cómo podrá someterlos…o aplastarlos.
Antonia tenía casi ochenta años cuando murió. Es una mujer alta, muy pálida, casi esquelética, que viste con un largo vestido negro. Su rostro alargado muestra dos ojos negros y grandes, de mirada fija e inquietante. Cuando pasea por la Necrópolis en compañía de sus servidores suele ir cubierta con un largo velo negro, pero en la comodidad de su Morada muestra la pose y el aspecto de una reina.

LEGIÓN PENITENTE
La Legión Penitente se encuentra dispersa por la Necrópolis de Lugo. Aunque se la considera desorganizada, cuando es necesario las víctimas de la locura acuden a la siniestra llamada de su Anacreonte. En principio parece que los Legionarios Penitentes se dedican a sus asuntos, pero vigilan y acechan en los márgenes de la Necrópolis, y muchas veces acuden al consejo de los Anacreontes con información inesperada sobre actividad espectral o la llegada de extraños.
En principio el Anacreonte Penitente es una figura solitaria y temida, pero que parece mostrarse leal al gobierno de Antonia Rego. En las últimas décadas también parece haber estrechado vínculos con el Anacreonte Esquelético, Alexandre Barreiro.

Eloi Touceiro: El padre de Eloi dejó embarazada a Ana poco antes del estallido de la guerra civil. Cuando comenzó el conflicto se marchó, prometiendo que se casarían cuando regresara. Sin embargo, nunca lo hizo. Murió en el frente de Madrid, y Ana tuvo que hacerse cargo sola de su hijo sin una pensión de viudedad, y confiando en la caridad de quienes la rodeaban.
Eloi se convirtió en un niño retraído, en gran parte asustado por los ocasionales amantes de su madre y lo que veía en casa. Con el tiempo llegaron otros hermanos, pero al ser de diferentes padres, nunca mostró mucho cariño hacia ellos.
Con el tiempo Eloi comenzó a mostrar una malsana tendencia a espiar a los mayores. Siempre en silencio, siempre discreto, procurando que no se fijaran en él. A medida que entraba en la adolescencia su fijación adquirió un carácter sexual, espiando a las chicas y mujeres que atraían su atención y comenzando a robar ropa interior. Cuando se marchó a trabajar como aprendiz a una carnicería de Lugo, continuó cultivando su afición.
Eloi continuó con su doble vida como carnicero retraído y como acechador pervertido, hasta que una noche fue descubierto robando ropa tendida y tuvo que huir, perseguido por un hombre vociferante con una escopeta y unos perros feroces, con tan mala fortuna que terminó cayendo por un barranco y muriendo.
Fue segado en las Tierras de las Sombras y reclutado como Legionario Penitente. Hubo alguna discusión si debería terminar en la Legión Esmeralda, pero sus segadores consideraron que Eloi había sido víctima de su propia locura. Durante un tiempo permaneció tímido y sumiso, y con el tiempo se convirtió en el representante de su Legión en Lugo. Consiguió unificar al resto de Penitentes mediante una mezcla de autoridad y terror, consiguiendo que trabajaran para él proporcionándole información. De alguna forma, en la muerte Eloi ha obtenido más seguridad de sí mismo y disfruta ejerciendo como líder…al mismo tiempo que utiliza su poder para continuar con sus actividades pervertidas. Ya no se conforma sólo con mirar, sino que en ocasiones también se manifiesta o manipula los deseos ocultos de otros para impulsarlos a cometer actos perversos.
Eloi tenía cerca de treinta años cuando murió. Es un hombre grande y corpulento, y ha utilizado Moliar para darse un aspecto más aterrador. A menudo viste con ropas harapientas y desgarradas, con espinas que asoman de su Corpus expuesto. Su rostro está cubierto por una máscara de acero estigio con dos agujeros toscos para los ojos y una línea para la boca. Dos luces verdes sin pupila constituyen su mirada. A menudo complementa su apariencia con un machete de carnicero, y se mueve envuelto en un aterrador silencio. Lo peor de todo es que algunos aseguran que no limita sus paseos al inframundo, sino que en ocasiones se ha manifestado en las Tierras de la Piel.

LEGIÓN DE LOS POBRES
Las víctimas del misterio han permanecido en el margen de la Necrópolis de Lugo. Siempre poco numerosas, no obstante en el último siglo han conseguido incrementar sus filas, especialmente a través de las disputas entre otras Legiones sobre el origen de sus reclutas. La Legión de los Pobres no sólo recoge a los muertos que ignoran la causa de sus muertes, sino que también es una solución de compromiso para quienes podrían encajar en varias Legiones.
Los Legionarios Pobres se encuentran estrechamente unidos. Por una u otra razón muchos han terminado en la periferia de la Necrópolis, pero por el mismo motivo han conseguido influenciar el terreno más allá de la muralla. No disponen de muchos aliados entre las demás Legiones, pero lo compensan con contactos entre otras facciones fantasmales, con las que suelen mantener tratos en secreto.

La Señora del Pozo: El pasado de la Señora es en gran parte una tabula rasa. Apenas recuerda nada de su pasado, y sus últimos momentos están cargados de violencia y oscuridad. Una persecución en el bosque de noche, golpes y dolor, ser arrojada a las profundidades de un pozo y agonizar en la oscuridad. Fue segada por unas criaturas oscuras y se tambaleó en las puertas de la Necrópolis de Lugo junto a otros fantasmas que permanecían al margen de la Jerarquía.
Con el tiempo tuvo suficientes seguidores entre los marginados de la Necrópolis como para ser reconocida como Anacreonte de los Pobres, simplemente porque era respetada y disponía de numerosos seguidores. Se codeó con otros Anacreontes y los fantasmas de la Jerarquía en la Ciudadela de Lugo, y aunque al principio se mostró como una mujer sumisa, sólo estaba aprendiendo. Ahora es una figura decidida y con una lengua ingeniosa y afilada, y otros Anacreontes a menudo se ponen en tensión cuando aparece en los salones de la Jerarquía.
Ha asumido el Gran Hotel como su sede personal, pues fue construido sobre el pozo donde se ahogó. Ha adoptado a otros fantasmas como sus “hijos” y en ocasiones celebran fiestas y procesiones juerguistas en torno a la muralla de Lugo. La Señora, como es llamada entre los Legionarios Pobres, ha hecho saber que cualquiera marcado por las injusticias de Estigia es bienvenido en sus filas. Se sabe que ha recibido a Renegados y Herejes, y siempre tiene algún encargo para los jóvenes Infantes, pero en momentos de crisis siempre ha apoyado el bando de la Jerarquía.
La Señora tenía unos cuarenta años cuando murió. Su cuerpo gotea agua hedionda constantemente, y su largo cabello oscuro a menudo oculta un rostro pálido y con ojos grandes y azules de mirada fija, que parecen marcados por la locura. Su ropa es un amasijo de retales diversos y flotantes recogidos de la Tempestad, y que se agitan a su alrededor dependiendo de sus cambios de humor.

LEGIÓN SILENCIOSA
Lugo tiene la triste estadística de ser la provincia con el índice de suicidios por habitante más elevado de España, y en las Tierras de las Sombras la situación se refleja en el poder de la Legión Silenciosa, las víctimas de la desesperación. Aunque no es una Legión muy numerosa, se encuentra estrechamente unida, tanto por el carisma de su Anacreonte como por el trabajo diligente de sus segadores, dispuestos a ayudar a los Infantes que recién aparecen en las Tierras de las Sombras.
Pocos Legionarios Silenciosos viven dentro de las murallas, pero se trata de una cuestión de elección. Prefieren patrullar los Derroteros y caminos de la Necrópolis, siendo admirados por fantasmas ajenos a la Jerarquía, pues suelen prestar su ayuda a otros al margen de su afiliación. Hay quienes dicen que el Anacreonte Silencioso sería mejor gobernador de la Necrópolis, pero de momento la Legión no ha mostrado especial ambición, aunque en caso de crisis podría decidir intervenir, siempre por el bien del conjunto de los Sin Reposo, por supuesto.

Francisco Xavier Martínez: Francisco Xavier era hijo de unos ricos ganaderos de Lugo, y tuvo la oportunidad de estudiar en la escuela especial de veterinaria. Era un joven dispuesto e idealista, y en la escuela veterinaria entró en contacto con los sindicalistas agrarios, comenzando a participar en política. Sus padres no veían con buenos ojos las ideas “radicales” de su hijo, pero lo apoyaban de todas formas.
El estallido de la guerra civil provocó que varios amigos de Francisco Xavier fueran asesinados, terminaran en la cárcel o huyeran. Sus padres le suplicaron que no arriesgara su vida y que aceptara el nuevo orden que estaba surgiendo, pero Francisco Xavier se negó y continuó actuando en la clandestinidad por sus ideales. Fue delatado, y dio con sus huesos en la cárcel.
Fue torturado para que diera nombres, y poco a poco Francisco Xavier se dio cuenta de que terminaría cediendo ante el dolor. Entonces, en un último arrebato de energía, se arrojó contra uno de sus interrogadores, le arrebató la pistola, y se pegó un tiro.
Reapareció en las Tierras de las Sombras, confuso y asustado, pero un Legionario Silencioso lo ayudó. Pronto colaboró con su mentor, buscando a las víctimas de la desesperación, que por desgracia fueron numerosas durante la guerra civil y los años que siguieron. Sin embargo, quienes fueron segados por la Legión Silenciosa durante esta época se convirtieron en camaradas de armas en la guerra contra el Olvido. Entre sus filas eligieron a Francisco Xavier como Anacreonte.
Desde entonces ha organizado la Legión Silenciosa, cuidando especialmente de las víctimas de la desesperación, pero al mismo tiempo también cuidando de los fantasmas que no pueden permitirse habitar bajo la protección de las murallas de la Necrópolis. Con la ayuda de la Legión Silenciosa, Francisco Xavier ha construido varios refugios en la Tempestad para quienes no disponen de hogar. Esta actitud filantrópica le ha ganado la amistad de la Anacreonte de los Pobres. También mantiene estrechos lazos con el Anacreonte Siniestro, con el que le unen lazos ideológicos comunes.
Francisco Xavier es un hombre joven, mediada la veintena, de cabello alborotado y negro, ojos oscuros, y una incipiente barba y bigote. Cuando habla, a veces le caen gotas de sangre de la boca, y bajo su gorra oculta el agujero de salida de la bala que lo mató- Viste de forma desarreglada y manchado de tierra. Parte de su piel muestra un aspecto chamuscado, un efecto secundario de su maestría en el Arcanos Habitar.

LEGIÓN SINIESTRA
A lo largo de los siglos Lugo ha sufrido varias invasiones y revueltas urbanas, sufriendo en las últimas décadas la represión de la guerra civil y la dictadura franquista, además de las víctimas de la violencia cotidiana. Aunque en el inframundo se han producido algunos roces entre los muertos de un bando u otro, el actual Anacreonte Siniestro es un hombre conciliador y carismático que ha procurado reducir los conflictos entre sus subordinados al mínimo.
La Legión Siniestra ocupa su lugar dentro y fuera de las murallas, haciendo frente a los adversarios del Olvido, y al mismo tiempo socorriendo a los muchos fantasmas que habitan en el exterior de la Ciudadela. Esta posición ha llevado a una alianza informal de los Legionarios Siniestros con la Legión Silenciosa y la Legión de los Pobres. Hay quienes dicen que con el tiempo esta alianza podría ser capaz de dar la vuelta al orden actual, dominado por la Legión de Hierro y sus seguidores, pero de momento los Legionarios Siniestros se muestran leales a Estigia y la Jerarquía.

Rafael de Vega: Rafael de Vega nació en Burgos a finales del siglo XIX. Era hijo de un médico, y como su padre, estudió la carrera de medicina en Valladolid. Al terminar, se fue a Madrid para hacer la tesis doctoral y fue allí donde obtuvo la plaza de director cirujano del hospital municipal de Lugo. Llegó a la ciudad en 1916, donde denunció la precaria situación del hospital y el derecho de los pobres a la asistencia médica. Realizó multitud de intervenciones quirúrgicas en condiciones adversas y asistiendo a muchos pacientes en situación de pobreza sin pedir nada a cambio.
Desde 1930, trabajó en un nuevo hospital con mayores posibilidades, y continuó con su asistencia filantrópica en su sanatorio privado, adquiriendo un gran prestigio. Se unió a la masonería, y republicano convencido, fue el primero en proclamar la llegada de la Segunda República en Lugo, en 1931, por lo que fue arrestado.
En los dos últimos años de la república el ambiente social se encontraba enrarecido, y tras el golpe militar de 1936 fue arrestado y pasó casi cien días encarcelado antes de que lo fusilaran en la tapia de un cementerio de Lugo. Tras el fusilamiento, su esposa e hijos fueron desposeídos de sus bienes y tuvieron que instalarse en Valladolid.
Rafael apareció en las Tierras de las Sombras, donde terminó reclutado por la Legión Siniestra. En la muerte, siguió desarrollando su propia labor filantrópica entre los Sin Reposo, ayudando a muchas víctimas de la guerra civil en la Necrópolis de Lugo. Dentro de la Legión Siniestra se convirtió en una especie de médico militar, colaborando con sus compañeros y ayudándoles en la guerra contra el Olvido durante los difíciles días del Quinto Maelstrom.
Cuando Manuel Pérez, el Anacreonte Siniestro, desapareció, Rafael había ganado bastante fama en la Legión Siniestra como para ocupar su lugar. En parte fue una solución de compromiso, pues Legionarios de diversos bandos consideraban que era una persona diplomática y neutral y con suficiente prestigio para ser aceptado por la Jerarquía.
Desde hace décadas el doctor Rafael de Vega administra con eficacia las filas de la Legión Siniestra. Las víctimas de la guerra han dejado paso a otro tipo de víctimas de violencia más cotidiana: víctimas de la violencia doméstica, víctimas de peleas callejeras, y otros. Todos ellos son reclutados y ayudados por la Legión Siniestra en sus primeros y difíciles días, y el buen doctor les proporciona personalmente ayuda física y psicológica.
El doctor Rafael de Vega tenía cerca de cincuenta años cuando fue asesinado. Es un hombre corpulento, de rostro redondeado y limpio, con pequeños ojos oscuros, cabello escaso en las sienes, y un bigote arreglado. Viste con un traje negro a rayas con corbata, agujereado en varios lugares por los disparos de su fusilamiento, y con el paso del tiempo ha adquirido una bata médica. A menudo utiliza diversos instrumentos quirúrgicos y de medición precisa para ayudarse en su labor.
Última edición por Alexander Weiss el 16 Mar 2021, 12:05, editado 1 vez en total.

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Re: Necrópolis: Lugo

#4

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Mar 2021, 22:10

Imagen LOS GREMIOS
La Necrópolis de Lugo ha atraído representantes de los Gremios desde su fundación, aunque obviamente, desde que fueron prohibidos por el edicto de Caronte han pasado a la clandestinidad y han tenido que actuar de manera más abierta. Los Artesanos siempre han sido habituales, atraídos por la muralla en las Tierras de las Sombras, siendo necesarios para su mantenimiento y reparación ocasional. Estos fantasmas suelen trabajar como obreros, capataces, e ingenieros y su pertenencia al Gremio suele ser cortésmente ignorando. De la misma forma, los Perdonadores también han mantenido su presencia en la Necrópolis, aunque son más habituales entre los Herejes.
Sin embargo, desde el siglo XX, la Necrópolis de Lugo se ha convertido en una fortaleza del Gremio de Monitores. Los miembros del Gremio controlan importantes Moradas y la Ciudadela. Por otra parte, la gobernadora Antonia Rego es en secreto una Maestra del Gremio, utilizando el apoyo de sus subordinados para mantenerse en el poder. Gran parte de la Legión de Hierro dispone de poderosos Monitores infiltrados, y en los últimos tiempos también han comenzado a reclutar miembros en la Legión Esquelética y la Legión Penitente.
Frente al poder de los Monitores se encuentra el Gremio de Trasgos. Los usuarios de Pandemónium estaban presentes en la Necrópolis ya en tiempos del Obispo Lope de Salcedo y los Pescadores, y se han mantenido hasta la actualidad. Desterrados en gran parte de la Ciudadela, sigilosamente se han organizado más allá de las murallas, tejiendo alianzas en secreto con la intención de debilitar a los Monitores y desplazarlos del poder. Si los Monitores controlan a gran parte de los Legionarios de Hierro, los Trasgos son numerosos en la Legión de los Pobres, dirigidos por la Señora del Pozo, y también disponen de fuerza en otras facciones, especialmente entre Herejes y Renegados. Poco a poco han crecido en número en influencia y constituyen una alternativa muy seria a la hora de gobernar la Necrópolis de Lugo.
Otros Gremios disponen de agentes y miembros permanentes en la Necrópolis de Lugo, aunque ninguno tiene tanto peso o influencia como los mencionados.

HEREJES
En Galicia el culto Hereje más numeroso es el de la Compañía Sagrada, mejor conocida como la Santa Compaña.
En Galicia se ha dado el nombre de Santa Compaña a un cortejo de fantasmas y difuntos que recorre los campos y se hace visible únicamente en determinadas épocas del año o a determinadas personas. Abundantes testimonios, tal vez miles, incluso en fecha tan reciente como la presente década aseguran haber presenciado el paso de una procesión de figuras envueltas en sudarios, de aspecto tétrico y cubiertas con capuchas, precedidas por un individuo pálido, que parece ser el dirigente, portando una cruz de madera. La fantasmal comitiva se mueve en el más absoluto silencio, despidiendo un fuerte olor a cera quemada. Se afirma que si se detiene ante una casa determinada esto podría significar la muerte de uno de sus habitantes. En ocasiones se han visto formando parte del desfile personas vivas, pero que de una u otra manera, morirán a los pocos días.
Según los lugareños, no todo el mundo tiene la facultad de ver a la Santa Compaña, y tal capacidad sólo la tendrían unos cuantos individuos especiales. Sin embargo, aún en nuestros días, es difícil encontrar pueblo o aldea gallegos donde no exista un testigo de estas insólitas apariciones.
En el Mundo Subterráneo la Santa Compaña o Compañía Sagrada es un antiquísimo Culto de Herejes que se encontraba presente en el Inframundo galaico desde época prerromana, y que posteriormente adoptaría tradiciones cristianas. Sin embargo, a finales del siglo IV las creencias del culto fueron prácticamente definidas, sobre todo gracias a la influencia de Prisciliano, un fantasma que en vida había sido ejecutado porque su doctrina se desviaba de la ortodoxia cristiana oficial. Antes de desaparecer, en algún momento poco antes del año 800, realizó una serie de profecías, afirmando que algún día volvería a reencarnarse en el mundo de los vivos para abrir las puertas del Inframundo y permitir que los muertos se alzaran.
Los fantasmas de la Compañía Sagrada creen en la reencarnación de las almas, formando pequeñas comunidades o cofradías, distribuidas por las Tierras de las Sombras, sobre todo en el noroeste de la península ibérica. La Necrópolis de Santiago de Compostela se encuentra bajo su control, así como otras ciudadelas menores e incluso han tomado el control de pueblos abandonados.
La principal tradición de la Compañía se basa en el reclutamiento de sus adeptos. Mediante ciertos rituales predicen el momento en que varios mortales atravesarán la Mortaja, y normalmente hacen acto de presencia en los días y noches previos a su fallecimiento, y en ocasiones su presencia ha sido avistada.
Otra de sus costumbres es la Encarnación comunitaria. Mediante otros rituales, los fantasma de la Compañía Sagrada son capaces de entrar en las Tierras de la Piel poseyendo conjuntamente a un mortal, que se convierte en el “guía” de los cofrades, sosteniendo una cruz mientras los fantasmas lo siguen en procesión. Normalmente realizan esta procesión cuando necesitan de alguna forma advertir a los vivos o proteger sus Moradas, sin embargo, este ritual tiene un gran riesgo para los mortales, muchos de los cuales acaban muriendo debido a la exposición prolongada a las energías del Inframundo.
Curiosamente, los propios mortales han encontrado formas de interferir en el ritual, bien consiguiendo pasar el testigo de la Encarnación a otros, o creando círculos o fórmulas populares de protección, que sorprendentemente surten efecto en los lugares sagrados.
Aunque en ocasiones han colaborado con otros Herejes, normalmente la Compañía Sagrada rara vez es vista fuera de las Tierras de las Sombras gallegas y no suelen permitir que otros fantasmas compartan sus Moradas. Cada Compañía Sagrada posee un fuerte sentimiento comunitario, compartiendo ritos religiosos, cuidando unos de otros, y suelen practicar y estudiar los Arcanos de Fantasma, Fatalismo, Materializar y Títeres. El símbolo del culto es un círculo con una cruz inscrita.
La Santa Compaña no suele frecuentar la Necrópolis de Lugo, pero sus Círculos frecuentan los Derroteros cercanos. Por lo general, los Legionarios de la Jerarquía suelen hacer la vista gorda con ellos mientras no interfieran en sus asuntos. Se dice que algunos Jerarcas de Lugo pertenecen en secreto a la Santa Compaña, que cuenta con numerosos simpatizantes entre los habitantes de la Necrópolis.

RENEGADOS
No se encuentran muchos Renegados en la Necrópolis de Lugo, o por lo menos no muchos fantasmas que se consideren Renegados. Lo cierto es que los Renegados lucenses no han tenido mucha opción, al ser desterrados de las mejores Moradas de la Necrópolis, ocupándose principalmente de sobrevivir sin llamar demasiado la atención de la Jerarquía, que parece haberse desentendido de ellos.
La gran mayoría de los Renegados habitan más allá de la muralla, desposeídos o abandonados por Estigia. Algunos han encontrado acomodo en la Legión de los Pobres, pero otros se niegan a saber nada de la Jerarquía, tratando de dedicarse a sus intereses en paz. No obstante, donde la Jerarquía no alcanza, otras facciones consiguen reclutas.
Hasta cierto punto, la situación de los “Renegados” de Lugo ha mejorado en los últimos tiempos. El olvido de la Jerarquía, que muchas veces se desentiende de los asuntos más allá de la muralla, les ha permitido actuar con más autonomía y acceder a las Moradas que se han desarrollado en la ciudad nueva. Sin embargo, a medida que los fantasmas adquieren poder y notoriedad, los Jerarcas comienzan a presionarles para que confirmen su lealtad a Estigia.

ESPECTROS
Una de las razones por las que los fantasmas de la Jerarquía se reafirman en el interior de la muralla que protege la Necrópolis de Lugo es la presencia de varios Nihils en los alrededores. Se dice que son los lugares donde se libraron antiguas batallas, aunque otros dicen que no es así, que los habitantes del Laberinto se dedican a roer como topos buscando salidas a la Tierra de las Sombras.
Entre los fantasmas lucenses se dice que las procesiones de la Santa Compaña no siempre son inofensivas. Bien debido a la persecución o las fuerzas del Olvido, algunos grupos Herejes se han corrompido…o quizás los Roídos por la Sombra se burlan de ellos adoptando sus métodos.
En cualquier caso, algunas procesiones fantasmales, especialmente en el último siglo XX, no están compuestas de fantasmas, sino por Espectros, y no siempre es sencillo distinguirlas. Estos “cofrades espectrales” caminan silenciosamente, acechando en los Nihils, y cuando tienen la ocasión se convierten en una feroz jauría que salta sobre sus presas, arrastrándolas al Olvido. Otras procesiones entonan cánticos que enardecen las Sombras e inducen la locura en sus víctimas, tanto en las Tierras de las Sombras como en las Tierras de la Piel, provocando suicidios y estallidos irracionales de violencia a su paso.

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Re: Necrópolis: Lugo

#5

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Mar 2021, 22:11

IDEAS PARA AVENTURAS
-El choque entre los Gremios de Monitores y Trasgos puede estallar en cualquier momento, arrastrando a otras facciones fantasmales y dirigiendo luchas por el poder. Antonia Ríos y la Señora del Pozo son las líderes de las principales facciones, y los personajes pueden verse atrapados en sus intrigas, o convertirse en el círculo decisivo que sostenga la clave de la victoria.
-La llegada de emisarios de Estigia se ve ensombrecida por una revuelta de Renegados. Si los personajes investigan descubrirán que la gobernadora ordenó despejar a los “indeseables” de las Legiones, provocando protestas. El filantrópico doctor Rafael de Vega es atacado y quizás rescatado por los personajes, que descubren que alguien quería convertirlo en un mártir para provocar más revueltas.
-Los Anacreontes Esquelético y Esmeralda están trazando planes propios para tomar el control de la Ciudadela. En un giro de acontecimientos los personajes podrían descubrir la conspiración o ser tanteados para su reclutamiento. El intento de golpe de estado podría provocar el estallido de la guerra entre Monitores y Trasgos, tratando de sacar provecho de la confusión.
-Los personajes se encuentran en un Derrotero con la Santa Compaña, que en principio sigue su camino sin molestarles. Sin embargo, un ataque de Espectros les lleva a unir fuerzas con los Herejes y a conocerlos mejor. Los personajes podrían unirse a la Compaña o de alguna forma obtener su alianza a largo plazo.

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Re: Necrópolis: Lugo

#6

Mensaje por Alexander Weiss » 16 Mar 2021, 12:15


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