[Recurso] La muerte y los Shabah

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Alexander Weiss
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[Recurso] La muerte y los Shabah

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Mensaje por Alexander Weiss » 13 Sep 2019, 12:11

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LA MUERTE Y LOS SHABAH

Por J. Edward Tremlett. Completado por Magus.

“Cuando los cielos se rasguen
las estrellas se apaguen
los mares hiervan
las tumbas se abran
entonces cada alma sabrá
qué ha recibido y qué se le ha quitado.”

-Corán 82: 1-5

Este artículo pretende ser un vistazo a la muerte en el Islam, cómo es percibida desde una perspectiva musulmana y cómo afecta a los Wraiths –llamados Shabah- que habitan en las Tierras de los Muertos musulmanas. También describe las prácticas y prohibiciones fúnebres de los musulmanes, el tiempo entre la muerte y el Día del Juicio (Al-Barzakh) y cómo podría reaccionar un fantasma musulmán ante la ausencia del Paraíso prometido o de la amenaza del fuego del Infierno. También presenta los efectos que los ritos funerarios musulmanes presentan para los Muertos Sin Reposo, así como para ciertos Trasfondos. El artículo se completa con un vistazo a la mayor organización de Herejes del Mundo Subterráneo que basa su ideología y creencias en el Islam.
Ten en cuenta que en este artículo se menciona que “muchos” musulmanes hacen o no hacen determinadas cosas de acuerdo con los preceptos del Islam. Esto no significa que “todos” los musulmanes las hagan, las acepten o las prohíban. El Islam es un mosaico religioso diverso: lo que un musulmán chiíta del reino de Irán hace en su tumba puede que no sea aceptable para un musulmán sunnita de Sudán, y viceversa. Siempre hay excepciones, variaciones e interpretaciones diversas, y se anima a los Narradores a añadir sus propios matices y hagan sus propias investigaciones sobre el tema. A los musulmanes educados o que habitan en países europeos de otras culturas podría incluso no preocuparles o no disponer de medios para realizar un funeral según sus ritos religiosos.
También es necesario señalar con respecto a lo que aparece en el suplemento “El Velo de la Noche” de Vampiro: Edad Oscura, hemos elegido utilizar el término “Shabah” (fantasma) en lugar de “Ruh” (espíritu), pues Ruh parece algo más parecido a un “espíritu sagrado” que a lo que suele ser un wraith. Sin embargo, es posible utilizar ambos: Los Shabah devotos podrían considerarse Ruh y referirse a sí mismos como tales.

PERSPECTIVA GENERAL SOBRE LOS FANTASMAS EN EL ISLAM
Desde una visión general los musulmanes, especialmente los conservadores, consideran que el concepto de la existencia de los fantasmas es una superstición que procede del tiempo de la ignorancia anterior a la llegada del Islam. No obstante el Islam introdujo en su religión la creencia en la existencia de los “djinn”, espíritus benignos y malignos, que influyen a los humanos y se encuentran en conexión constante con la naturaleza y las bestias. El profeta Mahoma consideraba que djinn y humanos eran razas separadas, y que el Islam podía ser una senda de salvación para ambas.
El término “djinn” es suficientemente ambiguo para describir un amplio abanico de criaturas sobrenaturales. Según El-Sayed El-Aswa, algunos musulmanes creen que algunos djinn tienen un componente humano que les permite manifestarse como lo que en occidente se considera el espíritu de una persona muerta. El término “ifrit” es muy similar al de fantasma, aunque se utiliza sobre todo para espíritus malignos que buscan venganza por su muerte violenta. Es raro que una persona que murió por una muerte natural y pacífica regrese como fantasma, y la presencia de fantasmas “benévolos” no es frecuente en el folklore musulmán.
La excepción a esta visión la constituyen los musulmanes sufíes, que sí creen en la reencarnación, así como en la existencia de fantasmas y otros espíritus.

RITOS FUNERARIOS
Cuando un musulmán muere, debe ser enterrado tan pronto como sea posible. Se considera mejor que sean los parientes quienes preparen el cadáver, y preferiblemente que sean del mismo sexo que el difunto. Los viudos y viudas pueden ocuparse del cuerpo de su cónyuge muerto, y a menudo cuentan con la colaboración de los hijos, sobre todo si el cónyuge superviviente es de avanzada edad.
Los ojos de los muertos se cierran, al igual que la boca. El cadáver se lava por lo menos tres veces, de derecha a izquierda, mientras se piensa en una oración fúnebre, y el cabello se lava con agua y jabón. Después el cadáver se envuelve en varias mortajas, que varían en función de la edad y el sexo, y en ocasiones, de la ocupación social del individuo en vida.
El imán que realiza los servicios funerarios debe estar de pie en dirección a La Meca. La posición en la que se sitúa el cadáver antes del entierro depende del sexo: el imán debe estar de pie junto a la cabeza del difunto si es un varón y junto a la cintura si es una mujer. Los que asisten al funeral deben estar de pie detrás del imán, o a su derecha si no hay espacio.
Después de realizar la oración fúnebre comunal, el difunto es colocado en una tumba con su cuerpo dirigido en dirección a La Meca. Las tumbas musulmanas tienden a ser sencillas y casi sin adornos, con un montículo de tierra sobre la tumba con un indicador de la identidad del difunto, o simplemente de la presencia de un cadáver. Tener una lápida decorada o algún tipo de ornamento permanente se considera una especie de idolatría.

SHABAH RESUCITADOS Y MUERTOS VIVIENTES
En algunos sentidos, los Shabah que resucitan lo tienen más fácil que de otras culturas como los wraiths occidentales. No suelen tener ataúdes que bloqueen su regreso al mundo y pueden desgarrar su mortaja y salir de sus tumbas con menos dificultades. Pero por otra parte, no tener ataúd –ni embalsamamiento- significa que deben regresar rápidamente o no quedará nada a lo que volver: un cadáver sin protección tiende a pudrirse naturalmente por completo en cinco-nueve semanas, quedando sólo los huesos.
Esto también significa que los espíritus que involuntariamente han sido arrojados a cuerpos muertos tras el estallido del Sexto Maelstrom han tenido dificultades a la hora de regresar a cadáveres frescos –algo que no es muy abundante en tierras musulmanas. Así que aunque cementerios enteros pueden llenarse de muertos vivientes en Occidente cuando un grupo de almas regresa, no son muchas las que encuentran semejantes refugios en tierras musulmanas, donde la mayoría de cementerios están llenos de polvo y huesos.
Esta situación ha provocado que los incidentes provocados por los muertos vivientes no sean muy numerosos en Oriente Medio y el Norte de África. Por otra parte, cualquier lugar donde se produzcan conflictos sangrientos con frecuencia –como en Sudán- constituyen una buena oportunidad para que los muertos caminen de nuevo…

LAS PROHIBICIONES DE LA TUMBA
Visitar una tumba se considera una buena acción en el Islam, pero el Profeta Mahoma también prohibió hacerlo demasiado a menudo, para evitar que los difuntos se convirtieran en un objeto de veneración excesiva. Muchos musulmanes visitan el cementerio un año después del funeral, pero evitan hacerlo con más frecuencia.
Está prohibido rezar a Alá desde una tumba tras un funeral: se considera que esta acción sitúa al difunto al mismo nivel que Dios, y por lo tanto es equivalente a un acto de idolatría. También está prohibido realizar bendiciones, homenajes, dar las gracias y pedir misericordia (Salat) desde el cementerio tras el funeral. Este tipo de actos deben hacerse en otros lugares, pues el Salat será recibido por el difunto sin importar desde donde se realice.
Mahoma prohibió hacer peregrinajes a las tumbas de los Awila (personas justas: “Amigos de Dios”), pues consideraba que cristianos y judíos se habían condenado al convertir las tumbas de sus profetas y santos en lugares de adoración y veneración. A pesar de esta prohibición no es raro que los musulmanes emprendan peregrinajes a las tumbas de sus santos, especialmente en la tradición sufí. Sin embargo, los musulmanes más conservadores rechazan este tipo de prácticas.
Algunos musulmanes creen que nunca debería construirse una mezquita sobre una tumba o en las proximidades de una. Sin embargo, otros las incorporan a sus mezquitas o construyen sus cementerios en las cercanías. No existe una actitud unificada. Por ejemplo, la mezquita de Medina fue reconstruida para incorporar la tumba de Mahoma.

LA MORTAJA, LA FE VERDADERA Y LA TUMBA
Las tumbas musulmanas tienden a tener una puntuación de Mortaja de entre 4-5 puntos, dependiendo de su antigüedad, mantenimiento y la frecuencia con que son visitadas. Puede asumirse que cuanto más antiguo, descuidado y “embrujado” sea un cementerio musulmán, más baja será la puntuación de Mortaja, como ocurre en los cementerios de otras culturas. Cementerios especialmente sagrados, como los que están cerca de una mezquita importante, o los que contienen tumbas de Awila, podrían tener una puntuación de Mortaja de 2-3, sin importar la frecuencia con que los visitan los vivos.
La otra cara de la moneda es que varios cementerios importantes de las tierras musulmanas también son lugares sagrados. Las tumbas de los Awila tienden a tener una Fe ambiental de 3-5, y podrían ser incluso superiores. Según El Velo de la Noche, la tumba de Mahoma tiene una puntuación de 8. Esta Fe puede convertirse en una incomodidad para los Shabah y puede ser utilizada por los cazadores y exorcistas que quieran expulsar a los espíritus de esos lugares.

AL-BARZAKH
Aunque lo que ocurre en la tumba tras la muerte es un concepto muy discutible y diverso para los no musulmanes, en el Islam, como en otras religiones, existe algo de certeza o teorías sobre lo que ocurre. Los musulmanes llaman a este período Al-Barzakh: el tiempo después de la muerte y antes de la resurrección.
El Al-Barzakh es un período muy similar para los fieles musulmanes y los kafir (infieles). El Ángel de la Muerte se sienta junto a la cabeza del difunto y habla a los creyentes del perdón de Alá y a los kafir de su ira.
Cuando se produce la muerte, el alma se separa del cuerpo. Para el creyente es un proceso fácil, acompañado por un olor de perfume celestial. Sin embargo, el infiel sale dolorosamente de su cuerpo acompañado con el olor a carne putrefacta. Al creyente se le abren las puertas del Cielo, el libro de su vida es colocado en un lugar elevado y después es devuelto a su cuerpo. Para el infiel las puertas del Cielo se le cierran, el libro de su vida es colocado en un lugar indigno y es arrojado con dolor de regreso a la tumba.
Después el difunto recupera sus facultades mentales. Puede sentir la presencia de personas justas cerca de su tumba si en su homenaje se ha sacrificado un camello y se ha repartido su carne. También puede sentir la presión de la tumba que lo rodea, y las pisadas de quienes han venido a visitarle acercándose y alejándose.
Entonces dos ángeles de rostro severo, de color negro y azul –Munkar y Nakir- acuden a la tumba para interrogar al difunto. El creyente no tiene miedo y responde con la verdad, pero el kafir está asustado y guarda silencio o reconoce su ignorancia. El creyente es recompensado por su fe. Un hombre agradable que huele a perfume acude para hablarle de sus acciones y se le muestra el infierno del que Alá le ha liberado y de su lugar en el Paraíso. A pesar de su deseo de ir allí, el hombre que le ha hablado de sus buenas acciones le pedirá que espere. Podrá ver todo lo que rodea su tumba hasta donde alcance la vista, todo lleno de prosperidad y luz. Y pasará todo el resto del tiempo hasta el Día del Juicio durmiendo, soñando con su lugar en el Paraíso y alabando las bendiciones de Alá.
Sin embargo, el kafir sufre una existencia condenada. Un hombre feo y andrajoso acudirá para hablarle de sus malas acciones. No sólo podrá ver el lugar que le aguarda en el Infierno, sino que además podrá ver a través de una pequeña grieta el Paraíso que le ha sido negado. La tumba se aprieta tanto a su alrededor que sus costillas crujen y se rompen. Entonces tras haber sido azotado hasta ser convertido en polvo con una cadena de hierro, pasa todo el tiempo hasta el Día del Juicio siendo torturado en función de los pecados cometidos en vida. A quienes no fueron diligentes en sus oraciones se les golpea eternamente la cabeza con una piedra, los adúlteros son eternamente asados en un horno, y así en función de los pecados. Las heridas del infiel se curarán para que pueda ser torturado una y otra vez, y no importa lo alto que grite porque los vivos no podrán escucharlo (sin embargo, los animales sí que pueden).
De acuerdo a los haddiths, el profeta Mahoma dijo que algunas cosas protegían de los castigos de la tumba. Cualquiera que muriera como mártir del Islam, o protegiera sus fronteras en vida, recibiría ese privilegio. También quedaría protegido cualquiera que recitara la Surah Tabarakah, muriese de una enfermedad del estómago o muriese en viernes –el día sagrado del Islam.
También merece la pena señalar que los cuerpos de los profetas y santos del Islam no son consumidos por la tumba. De hecho, siguen vivos en ellas y rezan.

EN AUSENCIA DEL AL-BARZAKH
No hace falta decir que nada de eso les ocurre a los Shabah. Sin embargo eso no significa que no lo experimenten.
Durante el extraño sueño fúnebre que los wraiths sufren en la Crisálida, antes de ser segados, pueden soñar que están sufriendo el Al-Barzakh. A menudo el sueño se interrumpe en un momento importante: las puertas del Cielo se cierran de golpe o se abren ante ellos; la presión de la tumba; el interrogatorio de los ángeles; quizás incluso durante el relato de sus buenas o malas acciones. Quizás el momento más cruel sea cuando un creyente deja de soñar cuando el hombre que representa sus buenas acciones le dice que espere al Día del Juicio para entrar en el Paraíso…y entonces el espíritu despierta en su Crisálida.
También resulta frecuente para los Shabah que fragmentos y momentos del Al-Barzakh aparezcan durante un Tormento: las Sombras ingeniosas pueden tener mucha inspiración. El Shabah podría abrir sus ojos y ver al Ángel de la Muerte sentado junto a él, en el escenario de su muerte, lo que puede llevar al Ruh a preguntarse si todo lo que ha sufrido en el Mundo Subterráneo ha sido una extraña ilusión. Entonces atraviesa el Al-Barzakh como es descrito en las escrituras, pero algo se tuerce: el wraith no puede responder a los ángeles, es obligado a tomar decisiones duras como parte de las pruebas del Tormento, o es condenado al destino de un kafir aunque haya vivido una vida justa. ¿Qué hacer? ¿Qué hacer? En algunos casos la angustia del wraith se eleva de tal manera, que es Consumido por su Sombra o la desesperación lo lleva a arrojarse al Olvido.

LOS BENEFICIOS DE LA TUMBA
Durante el estado del Al-Barzakh los muertos pueden beneficiarse de las acciones de los vivos o de las cosas que hicieron en vida. Los Shabah reciben beneficios de la gente que reza por ellos en cualquier momento, especialmente de las oraciones tras el funeral y de las oraciones de un hijo piadoso. Las oraciones en masa también son beneficiosas: se dice que si cien musulmanes rezan por la intercesión en beneficio de un difunto, Alá puede perdonarle sus pecados.
Los difuntos que realizaron obras caritativas que se prolongan tras su muerte o crearon conocimiento que fue beneficioso para otros, reciben beneficios por lo que dejaron atrás. Quienes protegieron las fronteras del Islam durante sus vidas también se benefician. También es posible obtener beneficios de la caridad realizada por el hijo del difunto en su nombre.

MEMORIAM Y LEGADO PARA LOS RUH
En términos de juego, la elevada intensidad de la oración y el recuerdo de los difuntos tienden a reflejarse en los Trasfondos de Memoriam y Legado.
La mayoría de los Shabah musulmanes tienen una Memoriam de entre 2 y 3. Quienes vivieron hasta una edad venerable podrían tener hasta 4. En determinados momentos, como durante un funeral o en el aniversario de la muerte, los Narradores pueden reducir la dificultad de la tirada de Memoriam. De esta forma el wraith puede aprovechar mejor esa intensa energía emocional en su beneficio en esas ocasiones.
Quienes realizaron obras caritativas o fueron conocidos por sus logros culturales, literarios, teológicos o científicos a menudo tienen Legados de 2-4. El efecto de las obras caritativas tiende a difuminarse con el tiempo, pero gracias a la naturaleza de la erudición musulmana –que tiende a respetar la autoridad y a recordar a los descubridores e inventores, es muy probable que sean recordados y citados para siempre.
Si el hijo de un wraith decide hacer una donación en nombre del difunto, puede ser la causa para una tirada única de Legado de 1-5, dependiendo del valor de la donación. No es raro que algunos Shabah sugieran a sus hijos en sueños que hagan caridad en su nombre (aunque los Narradores pueden querer controlar este tipo de acciones para evitar abusos, por razones obvias). Una interrelación frecuente contra los vivos también podría atraer atenciones indeseadas, como oficiales de Estigia o Espectros crueles que pretendan utilizar el interés del Shabah por sus parientes vivos.

MUERTE Y FACCIONES
Los musulmanes que se convierten en Shabah no se encuentran en ninguno de los lugares donde se supone que debían estar. El Mundo Subterráneo no es ni el Paraíso ni el Infierno, y se parece demasiado a algunas descripciones sobre las tumbas de los kafir, algo que incomoda a muchos y que a menudo constituye una fuente potencial de angustia y desesperación.
Los Shabah se encuentran en un mundo oscuro y sombrío donde invasores extranjeros –que insisten en que este más allá es todo lo que hay- han reinado durante siglos. Permiten que los musulmanes continúen con sus costumbres, pero dejan claro que cuando tienen que elegir entre seguir a Alá y obedecer las leyes de Estigia se espera que hagan lo segundo. Quienes se niegan pronto van a parar a las forjas de almas, para ser convertidos en objetos y como ejemplo para los demás. Por otra parte los Herejes y Renegados musulmanes no ven con buenos ojos a quienes colaboran con el “enemigo” y a menudo terminan esclavizándolos o convirtiéndolos en “carne de cañón” real o figurativamente.
Y no todos los peligros del Mundo Subterráneo provienen de las crueles leyes de los invasores. Fantasmas locos y furiosos acechan en rincones oscuros, o surgen de agujeros en la arena para devorar a los viajeros. Los desiertos del Mundo Subterráneo están llenos de terribles tormentas de arena con una mentalidad propia, y extraños y peligrosos djinn viven en la extraña Tempestad que ruge bajo las arenas. Y siempre está la posibilidad de que desde el sur el Reino de Marfil ataque las tierras musulmanas bajo el dominio de Estigia, y el Imperio de Jade y el Reino de Swar desde el este.
Y aunque los Shabah sobrevivan a todas estas amenazas, no pueden dejar de sentir que están sufriendo la peor clase de tortura imaginable.

LOS FIELES
Muchos wraiths musulmanes, a semejanza de judíos y cristianos creen que el Mundo Subterráneo es una especie de prueba: quizás sus almas eran indignas de recibir el Paraíso, pero tampoco tenían que recibir el Infierno, y este extraño mundo de fantasmas es la última oportunidad de un Dios misericordioso para salvarse ¿verdad? Esa esperanza mantiene a muchos Shabah cuerdos, y también es lo que hace que muchos espíritus musulmanes se mantengan fieles al Islam. Después de todo, si Mahoma fue enviado para la salvación de la humanidad y de los djinn ¿Por qué no puede haber esperanza para los fantasmas?
Durante la mayor parte de la historia reciente los invasores de Estigia han intentado suprimir la exhibición pública de religión entre sus vasallos. Los fieles tienen que recurrir a la Taquiyya –afirmar que no son musulmanes y realizar su adoración en secreto- o unirse a los rebeldes que se oponen a los invasores mediante la fuerza de las armas. Otros se convierten en lo que los Estigios llaman “Herejes” y tratan de llegar a las Costas Lejanas o Trascender en las Tierras de las Sombras, esperando alcanzar el Paraíso. Aunque la situación entre los Renegados no siempre es agradable, muchos Shabah encuentran una recepción más tolerante entre ellos.
Aunque los Renegados no han perjudicado mucho a la Jerarquía, sus continuados ataques han llevado a ciertas concesiones. Durante el siglo XX los Ruh musulmanes han vuelto a recuperar el derecho a rezar en público, y actualmente están intentando conseguir una dispensa especial para realizar el Hajj –el peregrinaje anual a La Meca. Se trata de un proceso lento, pero con la integración de los fieles Ruh en las filas de la Jerarquía, no es inconcebible. Entre las filas de los Gremios muchos Shabah han alcanzado aceptación. Antes de su disolución Heraldos, Soñadores y Perdonadores solían atraer a la mayoría de los wraiths musulmanes que se unían a las filas de Estigia. Actualmente su número es reducido, pero presente.
El mayor debate entre los fieles –aparte del papel que juegan las Tierras de las Sombras en los planes de Alá- es la cuestión de qué hacer con los vivos. Estigia ha emitido el Dictum Mortuum, que prohíbe la interacción con las Tierras de la Piel, y los castigos por romper esa ley son severos. Muchos fieles musulmanes creen que está mal que los muertos influyan sobre los vivos o interfieran en sus vidas. Pero otros muchos creen que a veces es necesario, pero debe hacerse con moderación y nunca con propósitos egoístas.

LOS INFIELES
Otros Shabah –asustados o enfurecidos por aquello en lo que se han convertido- deciden que han sido engañados en vida y rechazan el Islam. No es nada fácil hacerlo, pues se considera un acto vergonzoso. Pero hay demasiados individuos que son demasiado orgullosos, y en estos días son cada vez más atrevidos para anunciar en público que han dado la espalda a Alá. Algunos Herejes radicales guardan un especial odio hacia estos “apóstatas”.
Muchos de estos Infieles se convierten en reclutas de la Jerarquía, dispuestos a perseguir a los que se aferran a sus “supersticiones” y otros simplemente intentan convencerlos del “error” de aferrarse al Islam. Otros simplemente desean seguir sus propias reglas, tras toda una vida viviendo bajo las reglas de otros y se unen a los Renegados –o bien a grupos dedicados a expulsar a los Invasores, o simplemente dedicándose a viajar solos.
La mayoría de los Infieles no ven problema en interferir con las tierras de los vivos. Tienen dones -¿Por qué no utilizarlos? Para ellos la única cuestión es qué tipo de vida pueden construirse para sí mismos en las Tierras de las Sombras. Para algunos las respuestas son muy oscuras…

LOS TRANSFORMADOS
Algunos Shabah creen que se han convertido en djinn, por lo que abandonan cualquier pretensión de humanidad, a menudo Moliándose en extrañas formas. Algunos todavía conservan su fe en el Islam, pero otros también abandonan eso, considerándose dioses entre los hombres.

LOS CONDENADOS
Y finalmente hay Shabah que creen que se encuentran en el Infierno y que están condenados. Quizás cuanto menos se diga de estas pobres almas perdidas, mejor.
Por ahora…

HEREJES SHABAH: EL PALACIO DE AZAHAR
El surgimiento del Islam en Oriente Medio provocó varios tumultos en el Inframundo. Aunque los primeros espíritus musulmanes se unieron a los Pescadores y colaboraron con ellos en la búsqueda del Paraíso, a medida que su número se incrementaba comenzaron a producirse los primeros conflictos. El Islam se extendió en una creciente marea desde Oriente, provocando numerosas guerras de conquista a su paso. Muchos de los caídos en la guerra continuaban oponiéndose al Islam en el otro mundo. No contribuyó a la paz que muchos de los musulmanes negaran la autoridad de Estigia o de los Pescadores, creando su propia comunidad o Umma.
Los fantasmas del Islam se consideraban investidos de una misión sagrada. Estigia y los Reinos Oscuros debían someterse a los dictados de su fe, pues tal era la voluntad de Alá, que había ofrecido su mensaje a hombres y djinn. La presencia de la Jerarquía debía ser purgada de las antiguas religiones paganas. En cuanto a los Pescadores, consideraban que estaban equivocados, que el Paraíso de los creyentes no se encontraba en las Costas Lejanas, sino más allá de la Tempestad. Se rumoreó que estos Herejes de la Media Luna incluso habían comenzado a crear su propio Reino, el Palacio de Azahar, oculto en las profundidades de la Tempestad.
Las hostilidades se iniciaron en Oriente Medio, donde el Imperio de Estigia se alzaba sobre las antiguas civilizaciones de Israel, Asiria o Babilonia. Los espíritus del Palacio de Azahar atacaron varias ciudadelas en Damasco, Jerusalén o Alejandría, y se hicieron con algunas victorias, pero las legiones estigias contraatacaron y reaccionaron con rapidez, recuperando los territorios perdidos. Los Pescadores también sufrieron sus ataques y algunos pidieron la expulsión de los musulmanes de entre sus filas, aunque al final nunca llegó a efectuarse.
La guerra se extendió como la pólvora hasta las Tierras de las Sombras de Hispania. Los Herejes de la Media Luna se hicieron fuertes, atacando las fortalezas de los Pescadores. La reacción de estos últimos no se hizo esperar: con la aprobación de Caronte crearon sus propios caballeros imitando a los Equites de Estigia. Fueron los primeros Cruzados, aunque no recibirían este nombre hasta siglos más tarde. De hecho, gran parte del peso de la guerra contra los Herejes de la Media Luna cayó sobre los hombros de los Pescadores, que no contentos con reconquistar sus fortalezas atacaron las ciudadelas y Moradas de los wraiths musulmanes en otros lugares. Finalmente los wraiths musulmanes se vieron obligados a reconocer la autoridad de la Jerarquía, aunque una minoría Hereje sobrevivió, decidida a continuar la guerra contra los infieles hasta que ellos mismos o sus enemigos resultaran destruidos. Desde la época de las Cruzadas han realizado periódicos levantamientos, especialmente en los lugares de las Tierras de las Sombras influenciados por el mundo islámico real. También se dice que se aliaron con los Pescadores y los Gremios durante sus respectivas rebeliones, aunque resulta más probable que aprovecharan el estado de guerra y debilitamiento de la Jerarquía para realizar su propio movimiento. Durante el siglo XIX, a caballo de la Revolución Industrial y de la colonización europea de Asia y África, la Jerarquía consiguió asestar varios golpes decisivos a los Herejes de la Media Luna, destruyendo algunas de sus principales fortalezas y a algunos de sus caudillos más destacados, y reduciendo su presencia a una minoría similar al de otros movimientos Herejes.
Actualmente, aunque muchos fantasmas musulmanes pertenecen a la Jerarquía, otros en cambio continúan negándose a someterse a las órdenes del Imperio de Estigia y colaborar con los infieles y paganos. Se rumorea que en algún momento en torno al año 800, un grupo de fantasmas que habían sido creyentes en el Islam rompió sus relaciones con Estigia y crearon El Palacio de Azahar en algún lugar de la Tempestad, un refugio para los creyentes musulmanes que atravesaban la Mortaja. Otros fantasmas afirman que no existe un Reino Oscuro de Azahar, que es una simple leyenda creada por los Herejes musulmanes en un esfuerzo por otorgarse un poder e influencia del que carecen en las Tierras de las Sombras.
Lo que sí es innegable es que muchos de los Cultos Herejes que se extienden desde la India por el Este hasta Hispania por el Oeste tienen el Islam como pilar fundamental de sus creencias y políticas. Aunque todos estos “Herejes de la Media Luna”, como también se les conoce, se agrupan colectivamente bajo la denominación del Palacio de Azahar, no existe ninguna posición común y de hecho, muchos de estos cultos se encuentran enfrentados entre sí por establecer la hegemonía de sus posiciones.
Desde la desaparición de Caronte en 1945 y favorecidos por el proceso descolonizador, los Herejes de la Media Luna están creciendo en poder e influencia en las Tierras de las Sombras del mundo islámico, y la idea de un Reino Oscuro de Azahar ya no parece tan descabellada como en un principio. Sin embargo, no sólo se enfrentan al poder de la Jerarquía, sino también a otros cultos Herejes y bandas de Renegados que no están dispuestos a permitir su triunfo.
Los Herejes de la Media Luna suelen ocultar su rostro con máscaras inscritas con símbolos del Corán, que normalmente permanecen ocultos pero que resplandecen cuando su portador así lo desea. Suelen utilizar los Arcanos de Castigar, Habitar, Red Vital y Usura. Se rumorea que algunos Mnemoi encontraron refugio entre los Herejes de la Media Luna y que han compartido algunos de sus poderes con ellos. El símbolo de los Herejes es una Luna Creciente de Plata, a menudo inscrita en un círculo de caracteres islámicos.

FUENTES
* Al-Awayishah, Husayn, The Grave, Punishment and Blessings, International Islamic Publishing House, Riyadh, Saudi Arabia: 1998
* Al-Shoumar, Abdul-Aziz Saleh, Basic Lessons for Every Muslim, International Islamic Publishing House, Riyadh, Saudi Arabia: 1998
* Nanji, Azim A, ed, The Muslim Almanac, Gale Research Inc., New York, NY.:1996
* Wilkinson, Phillip, Illustrated Dictionary of Religions, Doring Kindersley Limited, Great Britain:1999

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