[Narrativa] Guerra de Pieles: Letanía de Sangre

Moderador: Darkhuwin

Avatar de Usuario
Nemo
Mensajes: 358
Registrado: 01 Ene 2020, 22:44

[Narrativa] Guerra de Pieles: Letanía de Sangre

#1

Mensaje por Nemo » 15 Jun 2020, 11:41

United We Stand - Divided We Fall anunció el comienzo del Ritual y William sacudió los hombros tal y como iba escuchando cómo progresaba la música, era un gesto muy humano pero hay cosas que años de inmortalidad no borran por mucho que se quiera.

Miró una vez más a la gradería desde la sala VIP en la que había estado intercambiando impresiones con Yasmín, un vistazo fugaz tratando de recordar quién estaba y quién no, donde se sentaban los presentes y qué hacían algunos. Demasiadas variabñes y el espectáculo de luces y sonido no ayudaba, con aquella propaganda Sabbat enfocada a los más jóvenes pues los más antiguos y poderosos eran demasiado cínicos a aquellas alturas como para verse afectados.

Las agujas del reloj comenzaron a moverse para marcar la hora señalada y él, parte del mecanismo, tenía que hacer su trabajo. Hasta un reloj estropeado acertaba dos veces al día, se dijo a sí mismo. Deseó suerte a sus Hermanos y se alejó del cristal.

Antes de salir de la habitación cogió sus gafas y se las puso cuidadosamente, se sujetó al pomo de la puerta cuando sufrió el retroceso místico y esperó a que la sintonización terminara. Levantó la cabeza y miró hacia las cuatro esquinas de la habitación para después poner su atención en la pequeña lámpara que arrojaba luz a la estancia, se concentró en las sombras que proyectaban los pocos muebles presentes y empezó a entonar un cántico en latín; conforme las palabras eran pronunciadas, William hacía ademanes como el que recoge una red de pesca salvo que su botín no eran peces sino las propias sombras de la sala. Al cabo de unos minutos, una figura esquiva cerraba la puerta de la sala VIP y comenzaba a bajar las escaleras que iban hacia la gradería.

Avatar de Usuario
Darkhuwin
Narrador de Vampiro
Narrador de Vampiro
Mensajes: 1705
Registrado: 14 Jul 2019, 09:30
Mensajes miarroba: 270
Antigüedad: 28 de Diciembre de 2018

Re: [Narrativa] Guerra de Pieles: Letanía de Sangre

#2

Mensaje por Darkhuwin » 18 Jun 2020, 18:51

Imagen El frío golpeó la cara de Scarambough nada más abandonar el local de su sacerdotisa. No es que le afectara en lo más mínimo, pues su cuerpo no reaccionaba a la sensación, pero pudo notar como la escarcha se acumulaba rápidamente en sus pestañas. La ciudad lo saludó con impertinencia enviándole una ráfaga de viento que a punto estuvo de hacer volar su sombrero, obligándole a tener que sujetárselo con una de sus manos, mientras se escurría raudo entre sus recovecos arropado por todas aquellas sombras que lo acompañaban emborronando su figura.

Trataba de pensar en la gesta que estaba a punto de realizar, o más bien, en la nueva estupidez en la que se había embarcado sin demasiados remilgos y en las consecuencias que todo aquello podía traer. Pero cada vez que ponía a trabajar su mente en ello, una inmensa pereza lo invadía y terminaba por conducirle a otros razonamientos que le producían mayor interés.

Aquel Awkima de la Place de la Grande-Paix-de-Montrèal le había ofrecido el poder de soñar, algo que no muchos desearían, si supiesen lo que eso podría significar en realidad. Si William ya era capaz de meterse en líos por sí mismo fuera del mundo onírico, qué no sería capaz de complicar en los dominios de Morfeo. Pero sabía que ni Fontain, ni Smitey, ni Ivanova podían darle más de lo que ya le habían ofrecido para averiguar qué diantres hacía él en aquella maldita ciudad y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa por llegar al fondo del asunto.

Ahora, sólo estaban él, sus gafas de Clark Kent y el Hueso de Mentiras que manoseaba nerviosamente en su bolsillo. Había regalado ‘El Insulto a la Nación’ a su, en la humilde opinión de cualquiera, inepto ductus y había dejado su piedrasangre en el refugio esta vez, ya que prefería que nadie más supiera dónde se iba a meter.

Dirigía sus pasos directo hacia el Templo de los Eternos Suspiros, sin atajos pero sin dar ningún rodeo. Debía ser rápido si quería poder realizar lo que tenía entre manos, cualquier complicación imprevista podía hacer que el amanecer se le echase encima y teniendo en cuenta que apenas había previsto nada, aquella variable, guardaba todas las papeletas para aparecer en cualquier momento.

Las palabras de Erat Caecus resonaron en su cerebro: “Debes ser más previsor. Eres un espíritu con suerte, al menos en lo que respecta a tu persona; pero el destino no estará siempre de tu lado, recuérdalo. Nunca está siempre del mismo lado”. El destino era caprichoso, sin duda, si es que en realidad existía algo semejante a un destino. Si no creías en Dios, o al menos en el Dios cristiano de las escrituras y su plan perfecto, había muchas cosas a las que poder aferrarse en el camino de evitar la locura del terror cósmico ante el infinito. El Sabbat ofrecía muchos senderos para no dejarse arrastrar por la bestia; las sendas de iluminación y sus practicantes, la mayoría de ellos, antiguos o residentes oriundos de esta misteriosa urbe, comulgaban con sus ideales y los veneraban socialmente con prácticas y homilías pseudo-religiosas. Pero todo aquello no encajaba con el mago inglés. William era William y seguía el camino propio de William, significara lo que significara. Y para él valía con poder contar con un día más de existencia, vivo o no muerto, para caminar hacia adelante y seguir haciendo lo que quiera que hiciera William en el mundo – en cualquiera de los mundos -.

Pensó por un segundo en Jenna. Pero fue un pensamiento que le dolió, así que lo descartó rápidamente. Mas aquel hilo le llevó a Nelchael y por extensión a Jamie. Si había algo que había aprendido de sus experiencias pasadas era a no volver a confiar en la palabra de nadie y mucho menos en las apariencias. ¿Pues qué era la apariencia del mundo sino un Daemon, un demonio engañador que pretende embaucarnos con sus mentiras y atraernos a la perdición? Sólo podía confiar en sí mismo, en su instinto, en ese algo que lo arrastraba. Aquello le hacía sentirse reconfortado. Fuese el destino o su Moira, lo que le guiaba, había algo que lo necesitaba, lo usaba como canalización de sí mismo para expresar y mover algunos engranajes. Le gustaba pensar que ese algo era el mismo, o por lo menos, que él mismo, Scarambough, era un aspecto suyo, una de sus caras y no un mero títere movido por unos hilos deterministas.

Cuando quiso darse cuenta, había llegado a la antigua iglesia abandonada que una vieja valla ocultaba entre dos edificios de la calle Sherbrooke. La entrada de la Iglesia de los Desamparados, que albergaba la espectral Arboleda negra, hubiese sido una mala opción de acceso hacia el mausoleo, de no ser por el fetiche que el tremere se había fabricado para la ocasión. Si nadie reparaba en él, lo mejor era ir por el camino más obvio, por rapidez y por seguridad. Con certeza, Los bibliotecarios o la propia Carolina habrían dejado a alguien vigilando, pero sería un cainita conocido y en teoría predecible, prefería no tener que encontrarse a alguien como Elías la Ballena en los accesos de las alcantarillas, el nosferatu de los Desesperados podía ser un gran erudito y buen conversador a la hora de intercambiar conocimientos, pero en lo que respecta a sus dominios y la vigilacia, era algo que se tomaba muy en serio. William había escuchado historias sobre las costumbres del nodista que esperaba no tener que vivir en primera persona.

Así pues, se dispuso a descender por la escalinata que llegaba hasta una zona de pequeñas criptas. Pero allí estaba, el primer escollo. Carole Merleau. La cofrade de los Ángeles Perdidos, se habría quedado al cuidado de la entrada, aunque parecía distraída con la lectura de un viejo tomo y posiblemente no fuese a percatarse de su presencia…No obstante, el relojero se quedó pensando en cuál sería su próximo paso y cómo lo daría…
"El Espíritu libertario será el principio fundamental de la secta. Todos los Sabbat tienen derecho a esperar y reclamar libertad de sus líderes." Código de Milán. artículo XI.

Avatar de Usuario
Nemo
Mensajes: 358
Registrado: 01 Ene 2020, 22:44

Re: [Narrativa] Guerra de Pieles: Letanía de Sangre

#3

Mensaje por Nemo » 19 Jun 2020, 12:09

Las frías calles de Montreal le dieron la bienvenida nada más salir de Zarpas y Cullichos, un abrazo de hielo y humedad que le indicaba que no encontraría muchos vivos deambulandos, un recordatorio de lque él no era uno de ellos.
Como arterias negras y podridas, las calles le llevaban hacia el corazón muerto de Montreal, el Templo de los Suspiros Eternos. No había pulso en las carreteras y no lo debería haber en el Refugio Comunal del Sabbat, si bien William sabia que no era así; aquel lugar al que se dirigía no era algo inerte sino que tenía su propia cadencia, un simulacro de vida, de no-vida, que emitía pequeñas ondas místicas - a veces juraría que reales - que resonaban en las almas de los habitantes nocturnos de la ciudad.
Algo olía mal en Montreal, en sus calles, edificios y, sobretodo, vampiros, y aunque parecía que tenía su foco en Mont-Royal ya todo había sido tocado, contagiado, corrompido. Como un enorme grano de pus que crece. Y William, siendo como era, quería reventarlo aunque se manchara. Era su forma de ser, no podía ir contra ella, no se debe luchar contra el Destino porque es una batalla doblemente perdida: si existe, porque la propia naturaleza del Destino impide que se pueda cambiar y, si no existe, porque es una pérdida de tiempo. Ser pragmático en ambos casos es la solución.

Había estado tratando de recordar cada recodo, cripta, pasillo o entrada del Templo de los Suspiros Eternos para poder trazar un plan tanto para entrar como salir y el resultado había sido que un plan solo puede fallar si lo tienes. Lo que no existe no puede salir mal. Tampoco bien, claro.

Y allí estaba, en las escalinatas que daban al Templo, y en su puerta Carole Merleau. Hora de improvisar. Podría intentar, simplemente, confiar en que no le vería oculto bajo el Ritual de la Máscara de Sombras y gracias a sus fetiche; es más, es lo que haría, pero tenía algo más en mente que acababa de ocurrírsele. Buscarse una cómplice. William seguiría su camino hacia el interior, con discreción pero sin esconderse, y si Carole le veía pues le saludaría, y si le preguntaba que qué hacía allí, le diría la verdad: iba a coger alguna que otra página de la Letanía de Sangre. ¿Por qué no? Carole no le creería, pensaría que bromeaba y le dejaría pasar casi seguro: no estaba prohibida la entrada. Cuando echaran en falta lo robado, Carole tendría que admitir que dejó pasar a alguien que le dijo que iba a cometer el delito así que posiblemente no diría nada.

No era un plan, era todo lo contrario a un plan. Era lanzar una moneda al aire y esperar que cayera sobre el lado correcto. Salvo que no había lado correcto en aquel tipo de tiradas. Y que William hacía trampas, claro.

Avatar de Usuario
Darkhuwin
Narrador de Vampiro
Narrador de Vampiro
Mensajes: 1705
Registrado: 14 Jul 2019, 09:30
Mensajes miarroba: 270
Antigüedad: 28 de Diciembre de 2018

Re: [Narrativa] Guerra de Pieles: Letanía de Sangre

#4

Mensaje por Darkhuwin » 26 Jun 2020, 00:33

Los lamentos que moraban perennes en las criptas, grutas y catacumbas circundantes y que el señor Scarabough comenzó a escuchar más intensamente en el momento en que se adentró por sus corredores, parecieron tomar un cariz, si cabe, más inquietante que las otras veces en las que los había recorrido. Había dejado atrás a la vigía de Valez - al parecer con éxito y sin ningún percance - y comenzó a preguntarse, si no sería un efecto secundario de llevar puesto aquel instrumento arcano lo que le producía semejante sensación. Lo cierto, era que algo le oprimía la cabeza y perecía embotarle los sentidos. Como si aquello que habitaba tras los muros, no estuviera contento con su ardid, y pretendiera defenderse de él de algún modo.

Aquella necrópolis excavada bajo la urbe por un arquitecto toreador de la camarilla, estaba formada por altos y abovedados pasillos, adornados con bajorrelieves y estatuillas representando a criaturas sobrenaturales en escenas e historias concernientes al libro de Nod y otras leyendas relacionadas con el Sabbat que dejaban siempre impresionado al que las traspasaba. Era imposible no detener la mirada en las formas y rostros esculpidos, que atraían la atención de sus habitantes, incluso después de años de convivencia, por muy valientes, despistados o locos que fueran. Combinados con los susurros que se escurrían sibilantes por sus recovecos, subían y bajaban de intensidad, tornaban de risas o lascivos gemidos a llantos infantiles o desesperados ruegos, hacían del lugar, un refugio perfecto para los cainitas. Una cárcel de infinita insatisfacción, que procuraba las necesidades perfectas de los que defendían un mundo sin paz ni acomodo para los miembros en continua guerra de la Espada.

Mientras William recorría, distraído en estos pensamientos, los pasajes que lo llevaban hacia el mausoleo principal, mirando con cuidado de no cruzarse con nadie, de pronto, un abrupto sonido retumbó en todo el complejo. Aquel sonido no lo había escuchado nunca desde que llegar a la ciudad, de eso estaba seguro. Se detuvo un momento a escuchar, para intentar entender de qué se trataba. No parecía que hubiera sido cerca. Pero tampoco demasiado lejos. Por un momento pensó en La ballena. ‘Boom’, se escuchó de nuevo, lejano y apagado y seguidamente una especie de lamento. Pero este quejido, no era igual que los otros que normalmente se escuchaban. Parecía más real. Como si alguien estuviera encerrado en una cripta e intentase salir, pero no pudiese o supiese hablar para pedir auxilio. En aquel momento, William recordó la historia que había oído contar, probablemente a Lionel, el bibliotecario nosferatu, acerca del destino que sufrió Françoise Dumas, el arquitecto del Templo, encerrado para siempre en él, sin posibilidad de salir ni de alimentarse, la mayor parte del tiempo en letargo y sin lengua, porque se la había tragado hambriento de sangre y no había logrado nunca volver a regenerarla…

Una maravilla de lugar sin duda, el refugio comunal del Sabbat de Montreal. El inglés, tras convencerse de que aquel tenía que ser el origen del estruendo, decidió continuar viaje hacia su destino, poniendo rumbo a la entrada del mausoleo que no estaba ya lejos. Al traspasarla, volvió a sorprenderse de la visión que se abrió ante sus ojos. Lo cierto es que nunca lo había visto completamente vacío hasta ahora. La impresionante sala, medía unos veinticinco metros de altura, tenía cabida para unas quinientas almas, según calculó y su decoración, entre clásica y gótica, contaba a lo largo de sus muros, con numerosas e imponentes estatuas de ángeles, cainitas y demonios y estaba coronada por una majestuosa vitrina que mostraba una escena de la Gehena, justo encima de un trono de huesos, esculpido sobre un estrado. Tres de sus cuatro paredes albergaban dos niveles de criptas. Las superiores, eran accesibles mediante dos escaleras de caracol que formaban arriba una balconada que lo dominaba todo. Y detrás, el refugio de los Ángeles Perdidos y la Arzobispo. Por un momento se vio tentado de acercarse por allí. Si Carolina, Tobías e incluso Roland estaban en el Zarpas y cuchillos y Merleau, estaba en la entrada, ¿Qué le impediría echar un vistazo a los aposentos de la lideresa?

Pero él tenía una misión en mente. Un objetivo claro y un trato con un espíritu. Y lo primero era lo primero. Quizás no hubiera muchas otras oportunidades como aquella para poder sacar información interesante y potencialmente peligrosa sobre Valez o Tobías, sin embargo, ahora mismo, lo que buscaba no podría hallarlo allí y por desgracia, tampoco era la época en la que los libros de la piel se expusieran en el mausoleo a la vista de todos, así que, su única opción, si no estaba equivocado, era buscarlas en el Alexandrium. La ancestral biblioteca. El refugio de los Bibliotecarios y centro neurálgico de toda la sabiduría, historia y cultura de la secta en Norteamerica y posiblemente, uno de los principales de todo el mundo.
Por supuesto, el Relojero conocía la ubicación de la biblioteca, junto a la Capilla de Caín. Si la suerte continuaba sonriéndole, no hallaría ni un alma rezando en los altares aquella noche.

Continuó desde el Mausoleo por un pasaje abovedado hasta las puertas del pequeño templo. La antesala poseía tres entradas separadas, arquitrabadas, con sus correspondientes frisos ornamentados como el resto de la arquitectura circundante y sus tres firmes hojas de madera. Una vez dentro, la belleza del lugar le recordó la magnificencia que poseía. Junto a la pared, frente a la entrada por la que había accedido, una enorme escultura de un varón, parecida al David de Miguel Ángel, dominaba toda la sala con una fuerza y una expresión que quitaban el aliento. La reproducción en mármol de Caín, era quizás la más vívida de todas las estatuas presentes en el complejo que él hubiera visto y tenía la facultad de sobrecoger a los que la miraban de una forma casi mística. Pero aquello no era lo único que resaltaba allí. Una serie de altares, con sus propias estatuas más pequeñas y lienzos como encabezado, se repartían por las paredes de la capilla, dándole un aire eclesiástico y espiritual muy característico. Además, en la pared a su izquierda, unas enormes puertas de bronce flanqueaban la entrada que buscaba, las Puertas de la Eternidad, sus bajorrelieves formados por pequeñas figuras de hombres y mujeres desnudos que se subían unos sobre otros, guardaban todo lo que ahora mismo pretendía. Y sin embargo, no había cerrojo ni cerradura, ni siquiera un pomo o una aldaba y no había nadie allí a quién preguntar.

¿O sí?
"El Espíritu libertario será el principio fundamental de la secta. Todos los Sabbat tienen derecho a esperar y reclamar libertad de sus líderes." Código de Milán. artículo XI.

Avatar de Usuario
Nemo
Mensajes: 358
Registrado: 01 Ene 2020, 22:44

Re: [Narrativa] Guerra de Pieles: Letanía de Sangre

#5

Mensaje por Nemo » 30 Jun 2020, 17:22

William era un individuo preminentemente místico, eso lo darían por sentado la mayoría de los que le conocieran, pero que también era hombre de ciencia quizás sorprendienra a algunos; no es que fuera un matemático o biólogo, tampoco un físico o astrónomo, pero que que aplicaba métodos científicos, que creyera en las leyes físicas tanto como creía en la magia y que se acudiera a la ciencia sin reparos era un hecho.
Lo hacía porque la Magia, con todas sus leyes, rituales, causas y efectos y metodologia, no era sino una ciencia; sí, era Ciencia Oscura, por llamarla de alguna forma, un saber que rompías las reglas de la ciencia convencional y mundana, pero no dejaba de servirse de técnicas, conocimientos y leyes.
Como en todas las ciencias, se pueden hacer trampas, falsear datos, romper las reglas y, en definitiva, manipularla para conseguir efectos deseados. Con un coste, claro. Un pago que la mayor parte de las veces consistía en destrucción real o virtual.

En el Templo de los Suspiros Eternos, donde lo mundano y lo sobrenatural se daban la mano para crear una obra arquitectónica diseñada para asombrar a mentes inmortales, arrogantes, descreídas e inhumanas, Scarambough se sentía abrumado. El inglés no podía dejar de sentirse observado aunque sólo fuera por el edificio en sí. Sabía que había una técnica, una verdadera ciencia tras la construcción del Refugio Comunal – nadie podría negarlo – pero hay obras que escapan al control de su creador y el Templo parecía ser una de ellas; el lugar tenía vida propia, la impronta de sus moradores había quedado grabada en sus paredes y techos, el dolor de sus huéspedes forzosos empapaba cada rincón del lugar. Y algo más, había algo más. William lo notó la primera vez que visitó el lugar, cuando conoció en persona a Carolina y se ganó su ciudadanía a costa de una humillación por venir.

Era difícil no dejarse llevar por el ambiente y la historia, por la sangre y la locura del Templo de los Suspiros Eternos mas, por suerte, la mente vagabunda del Brujo era capaz de centrarse cuando se sentía en peligro. Alexandrium estaba ante él, las Puertas de la Eternidad le invitaban a pasar. ¿Por qué, entonces, tenía la casi certeza que debería darse la vuelta?¿Cobardía o instinto de supervivencia?

William iba a empujar la puerta cuando se detuvo antes de tocar los cuerpos tallados. Sonrió para sí y se encogió de hombros.

¿Por qué no?

Invocando los poderes de la sangre, obligando a la vitae a hacer de conducto entre él y el mundo espiritual, sintonizó su visión con la de los planos que existen superpuestos al mortal abriendo su tercer ojo para echar un vistazo a su alrededor. ¿Estaba solo?

Avatar de Usuario
Darkhuwin
Narrador de Vampiro
Narrador de Vampiro
Mensajes: 1705
Registrado: 14 Jul 2019, 09:30
Mensajes miarroba: 270
Antigüedad: 28 de Diciembre de 2018

Re: [Narrativa] Guerra de Pieles: Letanía de Sangre

#6

Mensaje por Darkhuwin » 04 Jul 2020, 10:27

-¿Papá?, ¿Papi eres tú? – Escuchó. La lengua no era la suya, pero él era capaz de interpretarla, parecía la voz de un infante y provenía de más allá de la puerta. A la vez que su concentración iba afinándose, comenzaba a ver el mundo sombrío, los matices de la realidad se tornaron en grises, los sonidos de los lamentos se incrementaron considerablemente. Podía oír quejumbrosos sollozos, respiraciones entrecortadas, algún cántico lúgubre recorriendo las paredes, incluso alguna macabra risa que hacía ecos en la distancia…todo se mezclaba con el silencio incólume de la Capilla, creando una visión doble que no terminaba de solaparse.

William trató de concentrarse en aquella primera voz. La primera pregunta que había escuchado con más nitidez y que con algo de suerte, podría ofrecerle algo de información sobre lo que estaba buscando.

“Aquí” – dijo sereno, intentando captar la atención de quienquiera que había tratado de contactar. – “Estoy aquí”.
Al cabo de unos segundos, media cabeza apareció asomándose a través de la gigantesca puerta broncínea. También era gris, bastante pálida. Aunque sólo podía ver los ojos y el pelo, desalineado y sucio que asomaban, el mago podía elucubrar que se trataba de una niña, de no más de diez años, si es que no había perdido su capacidad para apreciar aquellas cosas, de lo cual no estaba muy seguro.

-¿Eres mi papá? – volvió a preguntar la pequeña, asomando un poco más la cabeza hasta que pudieron vérsele la nariz y la boca y mirando a William inquisitiva.
"El Espíritu libertario será el principio fundamental de la secta. Todos los Sabbat tienen derecho a esperar y reclamar libertad de sus líderes." Código de Milán. artículo XI.

Avatar de Usuario
Nemo
Mensajes: 358
Registrado: 01 Ene 2020, 22:44

Re: [Narrativa] Guerra de Pieles: Letanía de Sangre

#7

Mensaje por Nemo » 07 Jul 2020, 12:18

Contemplar el mundo espiritual siempre era una experiencia sin importar cuántas veces lo hubiera hecho antes; aquello se debía principalmente a su naturaleza cambiante y a sus moradores, ya que los espíritus - dentro de la gran variedad que conformaban la población de los mismos - respondían a menudo a conceptos e idealizaciones de pensamientos, actos o emociones por lo que bastara con que el imaginario popular cambiara su percepción sobre algo para que el espíritu que lo representara mutara.

No obstante, William dudaba que los espíritus que poblaban el Templo pudieran cambiar salvo que aquella obra arquitectónica fuera derruida hasta los cimientos y se realizara un ritual purificador. Esperaba que aquello no fuera necesario nunca, el Templo era un símbolo demasiado poderoso para el Sabbat y perderlo sería un testigo de que la guerra se abocaba a su final y él estaría en el bando perdedor. Qué irónico, entonces, que estuviera allí para profanarla.

Cuando habituó sus sentidos a la nueva capa que se superponía, sin tapar, eso sí, a la realidad más mundana, empezó a detectar ecos que iban y venían, hasta que por fin pudo poner su foco en el que podría, de momento, ayudarle en su misión. Lo que vio le descolocó. No debería haber una niña allí. Era ... incómodo. Como el Sabbat, claro. Incómodo, monstruoso, aberrante, violento. Y lo único que se oponía a algo peor.

¿Tu papá? — repitió inconscientemente. — No, cariño, no soy tu papá. ¿Te has perdido?

Scarambough no sabía tratar con niños; hacía décadas que no trataba con ninguno, de hecho. La cara de Jaime sobrevoló su cabeza y le produjo un mal sabor de boca. Si lo que tenía delante era el fantasma de un niño aquello se iba a complicar.

Avatar de Usuario
Darkhuwin
Narrador de Vampiro
Narrador de Vampiro
Mensajes: 1705
Registrado: 14 Jul 2019, 09:30
Mensajes miarroba: 270
Antigüedad: 28 de Diciembre de 2018

Re: [Narrativa] Guerra de Pieles: Letanía de Sangre

#8

Mensaje por Darkhuwin » 07 Jul 2020, 23:34

-¿Y si no eres mi papá, por qué me estas llamando? - dijo ella asomando del todo la cabeza y parte del cuerpo. - Parecía una niña un poco escuálida, como si llevara un tiempo enferma o estuviera aquejada de algún mal endémico. Vestía un viejo traje de encaje de la época victoriana, con falda voluminosa y volantes, todo gris y mohíno. Sus ojos, sin embargo, parecían estar vivos y desprendían mucha luminosidad, moviéndose por todo lo que rodeaba el entorno. Se mostraba cautelosa, como si no se fiara de lo que pudiera estar pasando.

-Mi papá me trajo aquí hace mucho tiempo. Al hospital. Yo estaba enferma ¿sabes?. Tenía algo así como 'furia' o 'rabia'... - dijo pensativa, para luego añadir - Era una enfermedad que mi mamá decía que traían los extranjeros. Todos esos negros, indios y demás. A ella no le gustaban los extranjeros. Decía que eran sucios y deslenguados, eso si es que sabían hablar Inglés o Francés..., cof cof - Tosió la pequeña. Y al hacerlo se tapó la boca y miró al rededor asustada, para luego volver a reparar en William - ¿Tú no serás un médico, verdad?. No lo pareces - Aseveró mirándolo de arriba a abajo - Mejor que no lo seas. Esos doctores sin escrúpulos nos tratan como animales. Nos sacan la sangre y los humores y solo Dios sabe qué cosas harán con ellos. - dijo poniendo sus ojos en blanco, imitando, de forma exagerada, la actitud de una persona mayor. Luego se quedó mirando al relojero, quizás esperando algo...
"El Espíritu libertario será el principio fundamental de la secta. Todos los Sabbat tienen derecho a esperar y reclamar libertad de sus líderes." Código de Milán. artículo XI.

Avatar de Usuario
Nemo
Mensajes: 358
Registrado: 01 Ene 2020, 22:44

Re: [Narrativa] Guerra de Pieles: Letanía de Sangre

#9

Mensaje por Nemo » 08 Jul 2020, 10:58

Niños y sus preguntas tan simples como ciertas. ¿Por qué la llamaba? Pues tendría que pensarlo porque la verdad era que esperaba obtener ayuda de cualquier espíritu, de un muerto de un umbrol, para poder robar algo. Qué sucio sonaba ahora con una niña delante por muy muerta que estuviera.

Cólera — dijo William y ante la mirada de la niña añadió algo más. — Tenías cólera. Y la verdad es que no fueron los negros o los indios quienes la trajeron, sino los irlandeses.

El mago se encogió de hombros, no iba a discutir con el fantasma de una niña acerca del origen de la causa de su muerte. Era estúpido y él carecía del tacto suficiente para explicárselo sin contrariarla.

No soy un médico, no, pero podríamos decir que soy un Doctor. Los Doctores, en mayúsculas, buscamos qué está mal y lo curamos. Pequeña, tú no estás enferma - ya no - pero aún así puede que necesites que haga algo por ti. Dime, ¿quieres que te ayude?¿Hay alguien que te molesta o te asusta?

Avatar de Usuario
Darkhuwin
Narrador de Vampiro
Narrador de Vampiro
Mensajes: 1705
Registrado: 14 Jul 2019, 09:30
Mensajes miarroba: 270
Antigüedad: 28 de Diciembre de 2018

Re: [Narrativa] Guerra de Pieles: Letanía de Sangre

#10

Mensaje por Darkhuwin » 11 Jul 2020, 19:54

La niña, lo miró con el ceño fruncido y la cabeza ladeada por un corto lapso de tiempo, parecía extrañada con sus palabras:

-¿Ya no estoy enferma? - dijo parpadeando mucho - ¿Eso qué quiere decir? Toso, mira: cof cof. - tosió, para luego añadir - Además, si no lo estuviera, esos malditos médicos no estarían todo el rato atormentándome.

Entonces, puso el dedo en sus labios mirando para otro lado pensativa.

- Lo cierto es que no entiendo por qué siguen persiguiéndome. Ya realizaron todos sus macabros experimentos conmigo. - Luego lo miró. - ¿Tú querrías ayudarme? ¿Querrías venir conmigo y defenderme de esos malvados matasanos? - Su lindo rostro suplicante convertía su petición en algo difícil de rechazar, pero algo le decía al mago que aquello no iba a ser una tarea sencilla. Era meterse en otro lío más.
"El Espíritu libertario será el principio fundamental de la secta. Todos los Sabbat tienen derecho a esperar y reclamar libertad de sus líderes." Código de Milán. artículo XI.

Cerrado

Volver a “[MN]Zonas comunes”