[Aventura] Justicia Ciega

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Alexander Weiss
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[Aventura] Justicia Ciega

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Mensaje por Alexander Weiss » 15 Jul 2019, 01:32

JUSTICIA CIEGA

Por Magus

“Justicia ciega” es una aventura pensada para Demonio: la Caída, para un grupo de 4-5 jugadores. Aunque ambientada en un seminario católico cerca de la ciudad de Boston, es perfectamente adaptable a cualquier otro escenario con algunos pequeños cambios de ubicación. Nada impide que lo sitúes en una Crónica de Los Ángeles, Madrid o Caracas.

El Narrador debería buscar vínculos con el escenario de la trama para que los personajes tengan motivos para involucrarse en los sucesos de la aventura: tal vez alguno de los personajes guarda algún tipo de relación con alguno de los demonios de la ciudad de Boston. Otra opción es que alguno de los personajes conserve algún recuerdo de Luzfel, el Lucero del Crepúsculo, y trate de entablar contacto con él.

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Fotografía de Becca Fitzgerald

LA HISTORIA DE LUZFEL

Cuando el Creador levantó por primera vez Su Mano y llevó la vida a la Creación, creó a sus Heraldos –seres de luz estelar y de nobleza, su prototipo perfecto del resto de los Elohim. Eran radiantes, perfectos, incorruptibles.

Y sin embargo, Cayeron.

Cuando concluía el Primer Día de la Creación y surgió la Primera Casa de la Hueste Celestial, una última luz apareció en el horizonte, el Lucero del Crepúsculo que cerraba el día para dejar paso a la noche. Era Luzfel, el menor y el último de los hermanos de la Primera Casa.

Luzfel cumplió el cometido que se le había encargado, marcando la transición de los días a las noches, mientras su hermano mayor, Luzbel, marcaba el comienzo de los días. En contraste con Luzbel, la faz de Luzfel era tenue y pálida, con los últimos tonos rojizos y parpadeantes del crepúsculo. Como era el menor en rango de la Primera Casa en cierto sentido los demás ángeles no le prestaban mucha atención, e incluso lo trataban con cierta actitud paternalista, si es que en aquellos tiempos anteriores al mismísimo tiempo podía considerarse así.

Luzfel contempló cómo los demás ángeles de la Primera Casa encendían las luces del firmamento y quedó maravillado. Ansiaba que le hubieran encargado un papel mayor en la Gran Obra de Dios y ese deseo terminaría provocando su caída.

Cuando los ángeles se dividieron entre aquellos que siguieron las palabras de Luzbel y quienes decidieron permanecer fieles a Dios, Luzfel pensó durante mucho tiempo antes de decidir unirse al bando de los rebeldes. Las palabras de su hermano mayor le hacían pensar en un mundo nuevo dirigido por los ángeles y en el que obtendría una posición más valiosa.

Cuando llegó el castigo de Dios sobre los ángeles rebeldes, Luzfel derramó lágrimas por haber sido apartado del lado del Señor. Sin embargo, seguía confiando en su hermano, y estuvo entre los primeros que acudieron a su lado en la Legión Carmesí.

Tal y como había querido, Luzfel consiguió ascender entre las filas de los Caídos. El Lucero del Crepúsculo se convirtió en un poderoso Duque de la Legión Carmesí y en un destacado Diablo. Encontró un placer inesperado protegiendo y enseñando a la raza de la humanidad. En cierta manera se sentía identificado con ellos debido a su situación antes de la Caída. Cuando Dios decretó que la humanidad debía someterse a la muerte, lo consideró un castigo injusto y en cuanto tuvo la oportunidad se dedicó a perseguir y acosar a los ángeles de la Séptima Casa, tratando de impedirles que se llevaran las almas humanas.

Cuando estalló la Era de las Atrocidades en principio Luzfel sintió regocijo, ya que podría cobrarse venganza de los ángeles que servían a lo que consideraba un Creador tiránico. Sin embargo, cuando los propios humanos se convirtieron en víctimas de la guerra y la depravación de los demonios quedó desolado. Tras el asedio de Sagun tomó en sus manos la decisión de dedicarse a castigar a los Demonios que atormentaban a la humanidad. Pronto reunió a una cuadrilla con otros Demonios que compartían su intención, la Inquisición Carmesí, que se dedicó a vagar por el mundo tratando de poner fin a los crímenes de sus pares. Fue una lucha terrible, y muchos Inquisidores fueron destruidos, pero Luzfel perseveró, convencido de que su propósito era justo.

Fue en gran parte debido a las peticiones desesperadas de la Inquisición Carmesí y sus testimonios de los horrores que algunos Demonios causaban, que finalmente Lucifer reunió a sus fieles y sometió a las Legiones, anunciando a continuación el inicio del Proyecto Babel, para elevar a la humanidad al potencial que se le había concedido. Luzfel se sintió reconfortado, sintiendo que su lucha había dado sus frutos. Durante un tiempo la humanidad parecía encaminarse hacia una era de perfección.

Pero el Proyecto Babel fue arruinado por la traición, y cuando aparecieron los terribles Nephilim, Luzfel tuvo que coger de nuevo su espada y volver a la batalla. Cuando terminó la guerra, desapareció. Nadie sabía a dónde había ido.

Luzfel reapareció para acudir en ayuda de sus hermanos, asediados por las fuerzas del Cielo. Sin embargo, estaba cansado y desanimado. Cuando el Abismo se abrió para arrojar en él a los ángeles rebeldes, simplemente se dejó caer.

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EL SEMINARIO MENOR

El Seminario Menor de Nuestra Señora de la Asunción se encuentra situado a 6 km de la ciudad de Boston, sobre una elevada colina que domina una gran extensión de paisaje natural. Se construyó a principios de la década de 1940, debido a las peticiones y creciente expansión de la población católica de Nueva Inglaterra. Con la ayuda de varias fundaciones y asociaciones estadounidenses y emigrantes irlandeses, italianos e hispanos, el arzobispado de Boston adquirió los terrenos y dio comienzo a las obras, que finalizaron en 1946. El edificio tiene una planta rectangular, con tres patios interiores y un pabellón deportivo exterior añadido posteriormente, además de dos capillas, cocinas y dormitorios.

Durante muchos años el Seminario Menor prosperó, ya que no sólo preparaba a las nuevas generaciones de sacerdotes de Nueva Inglaterra, sino también a los hijos de pudientes familias católicas que hacían generosas donaciones a cambio de una educación más disciplinada y de mayor calidad para sus hijos. Actualmente, debido a las crisis de fe, las vocaciones religiosas escasean más, y la mayoría de los alumnos que concluyen su formación a los 18 años no continúan la carrera sacerdotal, prefiriendo acceder a las universidades de Boston y Miskatonic. En estos momentos hay un total de 112 alumnos matriculados en todos los cursos, y sus edades abarcan entre los 12 y 18 años.

LA HISTORIA DE JOSEPH RANDALL

Joseph era el hijo menor de la familia Randall, unos empresarios del sector textil de Boston. Tenía dos hermanos mayores que él que habían estudiado anteriormente en el Seminario Menor de Nuestra Señora de la Asunción, y cuando cumplió los doce años sus padres lo matricularon en el colegio privado. Siguiendo la estela de sus dos hermanos, pronto se convirtió en un alumno ejemplar, destacando tanto en los estudios como en el equipo de atletismo.

Sin embargo, bajo esta brillante fachada Joseph ocultaba un intenso miedo. Miedo al fracaso y deseos de ganarse el reconocimiento de los demás. Su intención de ser el mejor se convirtió en una carrera obsesiva, y siempre que otros sacaban lo mejor de sí mismos, él se esforzaba al límite por superarse, y sacar más de sí. Cuando debido a la presión de los exámenes quedó segundo en un campeonato de atletismo local, nadie le dio importancia salvo el propio Joseph, que comenzó a entrenar con más esfuerzo. Sus profesores no percibieron su obsesión, simplemente veían en él a un chico que se esforzaba al máximo.

Finalmente la obsesión y la angustia reprimida de Joseph terminaron con él. Un día, durante unos entrenamientos, sufrió un infarto. Enseguida llamaron al hospital y a su familia, y llegó un momento en el que le dieron por muerto durante unos segundos. Sin embargo, se reanimó de forma milagrosa, algo que sus padres atribuyen sin ningún reparo a la intervención celestial, aparte del buen hacer de los médicos que le atendieron.

Y hubo intervención, pero por parte de otra fuerza que había pasado mucho tiempo alejada del Cielo. Desde las profundidades del Abismo el Diablo Luzfel, encerrado durante eras, había visto la oportunidad de regresar al mundo. La obsesión de Joseph por la perfección y el reconocimiento de los demás se convirtieron en un imán para él, percibiendo algo que le resultaba familiar, y tomó posesión de su cuerpo, que finalmente había acusado el esfuerzo y el estrés a los que había sido sometido durante años.

Tras su recuperación, Joseph regresó al Seminario de Nuestra Señora de la Asunción. Aunque todavía conservaba sus recuerdos mortales, ahora había una nueva voluntad que poco a poco comenzaba a adaptarse a un mundo completamente extraño. Además de un alumno ejemplar, pronto comenzó a convertirse en un líder entre los alumnos del centro. Después de charlar con uno de los profesores, el padre Jeremy, éste confesó varios abusos sexuales que había cometido en el centro y se entregó voluntariamente a la policía. Al mismo tiempo las donaciones se han incrementado de forma sorprendente, gracias a la mediación de varios alumnos –amigos de Joseph- que han convencido a sus padres de que es lo mejor para el centro.

Actualmente Joseph se encuentra en su último año en el Seminario, y es uno de los alumnos con historial más brillante de la institución desde que abrió sus puertas en 1940. Algunos de sus profesores han intentado convencerle de que se ordene sacerdote y varias universidades públicas y privadas han comenzado a interesarse en él. No cabe duda de que parece aguardarle un porvenir muy brillante.

Sin embargo, aunque Joseph se preocupa por su carrera, tiene otro lado oculto que también procura cultivar. Desde que se recuperó del repentino infarto ha comenzado a contactar con diversos individuos, algunos de ellos con un trasfondo sorprendente para relacionarse con un chico de su edad. Muy pocos saben que sus “amigos” son en realidad Inquisidores Carmesíes. El Duque Luzfel, el Lucero del Crepúsculo, está comenzando a reconstruir su ejército.

Apariencia: Joseph es un chico de unos dieciocho años, bastante delgado y atractivo, pero puro músculo. Su cabello es ensortijado y pelirrojo y sus ojos azules. Es una persona ordenada, formal y puntillosa, en ocasiones hasta el punto de la obsesión. Es un poco introvertido, pero cuando quiere expresarse tiene dotes de buen orador.

En su forma demoníaca, Luzfel es un Namaru de la faz de los Bel. Su piel resplandece con un tono aureorrojizo apagado, similar al de la luz del crepúsculo, y que resplandece de forma pulsante, según su estado de ánimo. Un par de estilizadas alas de ave de plumas rojas oscuras brotan a su espalda, junto con una larga melena, de diversos tonos rojizos y oscuros.

Tormento: 5

Forma Apocalíptica: Faz de los Celestiales

Saberes: Celestiales 4, Resplandor 3, Llama 3, Fundamento 2, Humanidad 3

POLÍTICA DEMONIACA DE BOSTON

Aunque en principio el dominio de Boston se encontraba en disputa entre varios poderosos demonios, a medida que se definían las facciones, el reparto de poder fue quedando más claro. A grandes rasgos la ciudad está gobernada por los Fáusticos, representados por el Tirano Lamarciel, que se mantiene en el poder gracias a una alianza con los Crípticos, liderados por Ylyesha, Señora de los Susurros Oscuros y una poderosa ritualista. Ylyesha es tanto aliada como consorte demoníaca de Lamarciel, permitiendo que los Crípticos utilicen los recursos académicos de Boston para sus propias investigaciones.

La alianza entre ambas facciones constituye el principal poder demoníaco de la ciudad. Aunque hay representantes de las demás facciones, son mucho menos poderosas y ni siquiera unidas podrían superar en poder a la alianza establecida.

Respecto a las Casas, en Boston todas están representadas, pero Diablos, Perversos, Corruptores y Malefactores son los más numerosos.

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COMENZANDO

Lo mejor es que los personajes residan habitualmente en la ciudad de Boston, o en dondequiera que desees situar tu Crónica. Para involucrarlos en la trama, tal vez quieras buscar algún tipo de relación con Luzfel. Es posible que alguno de los personajes haya conocido al Lucero del Crepúsculo, o incluso que formara parte de los Inquisidores Carmesíes en el pasado. Este dato podría irse filtrando paulatinamente en la Crónica, como un recuerdo paulatino del pasado del personaje. Para ellos sería necesario que el personaje disponga de algo de Legado o Eminencia.

ESCENA UNO: EL CAZADOR CAZADO

Los personajes se encuentran en la ciudad de Boston, dedicándose a sus intereses habituales, cuando uno de ellos tiene un sueño inusual. Se encuentra discutiendo con alguien próximo a él (un contacto o un aliado humano) y la discusión degenera en una pelea. El personaje pierde los estribos y asume su faz infernal, aterrorizando al humano, que se derrumba aterrorizado, cubriéndose el rostro con las manos. En ese momento, la sombra del personaje se agita, cobrando vida propia e irguiéndose muy por encima del demonio, mirándole con dos ojos encendidos como brasas. La sombra levanta una gigantesca espada y la descarga sobre el personaje que no puede hacer otra cosa que contemplar aterrorizado como la hoja encendida del arma desciende hacia él.

En ese momento despierta. (No estaría mal accionar la alarma de un despertador en ese momento). El personaje está asustado y bañado en sudor, pero aparte de eso no ha sufrido ningún daño. Sin embargo, tiene la intuición de que se trata de algo relacionado con su pasado, o quizás con su futuro próximo.

En los días siguientes, otro de los personajes recibe un aviso de uno de sus contactos demoníacos. Ylrathor, un Corruptor bastante conocido en Boston, debido a que regenta un club de variedades bajo la identidad de Jazmine, una famosa stripper, ha desaparecido. Y no parece tratarse de un caso único. En los días siguientes, uno de los demonios conocidos por el grupo de personajes –alguien que no sea importante para sus Trasfondos- también desaparece.

Pronto se hace evidente que alguien está persiguiendo a los Caídos de la ciudad, y los rumores comienzan a circular. Algunos demonios afirman que un Encadenado está presente en la ciudad de Boston, y está capturando a los Caídos uno tras otro para esclavizarlos a su servicio. Otros dicen que han aparecido varios humanos con poderes extraordinarios, Esclavos con un amo desconocido, que se dedican a perseguir y a destruir a los Caídos. A medida que la inquietud se extiende los rumores son cada vez más bizarros.

El Tirano de Boston, un Diablo de la facción de los Fáusticos llamado Lamarciel, gobierna la ciudad a través de la identidad de Patrick “Pat” Sullivan, descendiente de una de las familias mafiosas más importantes de la Costa Este, y que gracias a las actividades ilegales de sus antepasados ha conseguido consolidarse como un empresario de éxito en negocios más respetables. Su riqueza procede de las inversiones en varias empresas de tecnología militar.

Lamarciel convocará a los personajes a través de diferentes medios a su presencia. Se reunirá con ellos invitándoles a cenar en el jardín de su mansión en las afueras de Boston.

-Seré directo. Alguien nos está persiguiendo. Un enemigo implacable que nos caza uno tras otro y que se ha convertido en una amenaza para todos. Os he convocado para que seáis mi Ministerio de Caza. Os ordeno que encontréis a quien quiera que esté perturbando nuestra paz y que acabéis con él o lo traigáis a mi presencia.

Sus acciones no han pasado del todo desapercibidas. He reconocido su poder. Se trata de uno de la Primera Casa. También he sabido que recientemente varios demonios se han estado reuniendo en secreto en un colegio católico, el Seminario de Nuestra Señora de la Asunción. Deberíais comenzar…

En ese momento resuena un disparo y Lamarciel se derrumba con una mirada de sorpresa en sus ojos. Su cuerpo cae sin vida, mientras la sangre comienza a manar de un agujero al lado de su cabeza. El espíritu de Lamarciel surge como si fuera humo pero de repente un viento sobrenatural surgido de la nada lo atrapa y se lo lleva sin que se pueda hacer nada por él.

Los personajes pueden tratar de ponerse a cubierto o buscar a quien acaba de asesinar a Lamarciel ante sus ojos. Una tirada de Percepción + Consciencia revela que alguien acaba de utilizar algún tipo de poder demoniaco en las cercanías. Pronto comienzan a aparecer Esclavos y otros demonios de la Guardia del Tirano, que comienzan a buscar. Si los personajes actúan de modo sospechoso (como tratando de huir), bien podrían tener que responder a un interrogatorio.

Si los personajes son lo suficientemente avispados, puedes dejarles atisbar una figura que se pierde entre los árboles y que elude cualquier esfuerzo de atraparla.

Pronto se hace evidente que los personajes no son los culpables del asesinato de Lamarciel. Su consorte y aliada, Ylyesha, Señora de los Susurros Secretos, y líder Perversa de los Crípticos de Boston, enseguida acude para aclarar la situación. Ylyesha ocupa el cuerpo de una bibliófila coleccionista de libros raros que murió durante un robo en su casa. Es una mujer de unos cuarenta años, relativamente atractiva y con gran seguridad en sí misma.

Ylyesha se comporta de forma bastante conciliadora y amable con los personajes. Si alguno de ellos tiene algún tipo de notoriedad pasada o presente entre los Caídos, no dejará de elogiarle. Finalmente les dice a los personajes que ni ella ni sus aliados creen que hayan sido responsables en el ataque contra el Tirano de Boston, que de hecho si llamó a los personajes fue debido a que Fáusticos y Crípticos querían crear un grupo neutral que se encargara de la investigación.

La Señora de los Susurros Oscuros afirma que los misteriosos demonios que se reúnen en el Seminario de la Asunción son, cuando menos sospechosos de los ataques contra los demonios de Boston, y aconseja a los personajes que aunque descubran su inocencia, por lo menos aclaren los motivos de su presencia en la ciudad. Por lo que sabe, ninguno de ellos pertenecía a las facciones de Fáusticos y Crípticos, y sugiere que podría tratarse del intento de alguna otra facción por hacerse con el poder.

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ESCENA DOS: EL SEMINARIO

Los personajes pueden decidir la forma en que entrarán en el Seminario. Aunque se trata de una institución privada, es posible concertar en persona o por teléfono una visita, posiblemente alegando algún tipo de interés académico en la institución. Muchas personas de Boston envían a sus hijos al Seminario para que reciban una buena educación, no tanto porque quieran que sus hijos se ordenen sacerdotes o una instrucción católica, aunque los precios de matrícula no siempre están al alcance de todos.

Si optan por una coartada “legal” para acceder al Seminario, los personajes serán recibidos por el rector James Avalo, descendiente de españoles, quien se encargará de enseñarles las instalaciones del centro y responderá gustosamente a las preguntas de naturaleza mundana. No obstante, es un hombre bastante perspicaz, y si los personajes se muestran interesados por elementos ajenos al centro en principio no dirá nada, pero posiblemente recordará sus nombres y rostros.

En principio los personajes no percibirán nada fuera de lo normal en el centro, no existe nada sobrenatural a primera vista. Sin embargo, si a alguno de ellos se le ocurre utilizar su consciencia sobrenatural se dará cuenta de que alguien ha utilizado evocaciones sutiles recientemente. Si se les ocurre mirar entre los alumnos, existe un 30 % de posibilidades de que Joseph Randall esté presente. Interrumpir las clases para curiosear no es una opción, pero esperar a un cambio de clases u observar a los alumnos en el campo deportivo que hay frente al seminario o en la biblioteca, sí es posible, pidiendo permiso al rector.

Luzfel, gracias a los demás Inquisidores Carmesíes, conoce algunos fundamentos de la sociedad de los Caídos. Aunque en principio no está excesivamente interesado en los juegos de poder de sus compañeros, sabe que es probable que alguno de ellos intente contactar con él, bien para invitarle a una alianza potencial o incluso para pedirle que comparta su poder, por no hablar de los potenciales Inquisidores Carmesíes que deseen unirse a su grupo.

Si ve a los personajes, inmediatamente los observará para tratar de averiguar sus intenciones, y en cuanto descubra que son Caídos querrá conocerlos personalmente. Los personajes pueden sorprenderse cuando lo vean dirigirse a ellos y saludarles ante el rector, para aparentemente hacer una pregunta sobre horarios de exámenes.

Cuando los personajes salgan del centro, si Joseph los ha visto, uno de los alumnos, Andrew Asheim, se acercará a ellos con una breve nota. Es evidente que Andrew se trata de un Siervo, y en cuanto haya entregado el mensaje regresará de inmediato a sus clases.

La nota es una invitación cortés y formal escrita en enoquiano para reunirse con el Duque Luzfel, esa misma noche delante de las puertas del seminario.

Si acuden a la cita, los personajes se encontrarán de nuevo con Andrew, quien les dará la bienvenida y les guiará durante unos cientos de metros hacia un antiguo edificio cuadrado próximo al Seminario. Antiguamente era la residencia de los empleados del centro, pero debido a la escasez de alumnos de las últimas décadas, los empleados ocupan un ala del seminario, y la antigua residencia de los empleados ha sido cerrada y utilizada como almacén. Luzfel lo ha preparado para recibir a los personajes.

Dentro se encuentran tres alumnos con el uniforme del centro, y Joseph claramente destaca entre ellos. De entre las sombras surge un hombre negro de unos cuarenta años, vestido de policía y una mujer de unos treinta, con un vestido caro y elegante para la ocasión. Joseph se dirige hacia los personajes de forma conciliadora, dándoles la bienvenida.

-Me buscabais y aquí me tenéis. ¿Qué queréis de mí?

Si los personajes le preguntan sobre su identidad, dirá que se encuentran en el dominio del Duque Luzfel, el Lucero del Crepúsculo, y les ordena que se presenten. Si se niegan, Luzfel se encogerá de hombros y dará la entrevista por finalizada. Está dispuesto a comportarse educadamente con los personajes pero no a someterse a ellos.

Si el encuentro transcurre de forma tranquila y civilizada, Luzfel se muestra bastante conciliador. Les dice que el Seminario es su actual hogar, y que se encuentra demasiado ocupado para tratar con los demás Caídos, pero que mientras respeten su posición, serán bienvenidos. Durante la conversación, si surge la oportunidad, expondrá un breve resumen de sus ideales, la protección y la mejora de la humanidad, tal y como Lucifer quería. Los personajes Luciferinos bien podrían simpatizar con él, y quizás también los Reconciliadores. En cierta manera Luzfel es un Luciferino “amable”, aunque oficialmente no se considera parte de ninguna facción, por el momento.

Respecto al ataque contra el Tirano y las recientes desapariciones de Caídos, en principio se mostrará silencioso y finalmente dirá que él no es responsable –está diciendo la verdad. Aunque se opone al abuso brutal e indiscriminado de los inocentes, no ha actuado directamente contra los demás demonios de Boston. Sin embargo, está dispuesto a colaborar con los personajes si es necesario para capturar al responsable.

Si se le preguntan sobre sus intenciones a largo plazo, Luzfel dice que pretende reunir varios seguidores y continuar con la obra de Lucifer. Afirma que aunque se encuentre ausente –o no, si lo ocurrido en Los Ángeles es cierto- eso no es motivo para devolver el mundo a la Era de las Atrocidades. Los demonios que incumplan sus leyes deberían ser castigados.

Tal vez alguno de los personajes recuerde la existencia de la Inquisición Carmesí (utiliza Inteligencia + Legado), los demonios que castigaban a los criminales durante la Guerra de las Atrocidades, y según se dice, quienes impulsaron a Lucifer a imponer nuevamente el orden entre las Legiones. Con tres éxitos un personaje recordará al Duque Luzfel como el líder de la Inquisición.

Aunque en principio Luzfel está dispuesto a conversar con los personajes sin violencia por su parte, está preparado para responder a cualquier ataque. Aparte de su propio poder cuenta con la ayuda de dos Inquisidores Carmesíes: Ryan Morgan (Diablo de la Faz de las Llamas) y Mary Corticelli (Azote de la Faz del Despertar). Por otra parte Ryan ha dispuesto varias defensas mundanas en el edificio (a discreción del Narrador), aunque nada especialmente devastador.

Una vez terminada la conversación, Luzfel pedirá a sus personajes que le informen del avance de sus investigaciones y les entrega una dirección de correo electrónico además de preguntarles alguna forma de mantener algún tipo de contacto mundano.

ESCENA TRES: ATAQUES Y RESPUESTAS

Durante los días siguientes se seguirán produciendo varios ataques contra los Caídos de Boston. A continuación se ofrecen varios posibles escenarios, así como posibles indicios y posibilidades para que los personajes sigan la pista del asesino. Por otra parte, la noticia de la desaparición de Lamarciel, el Tirano de Boston, se extiende como la pólvora entre los demonios, y pronto comienzan a producirse conflictos entre ellos. Los Fáusticos en especial comienzan a competir entre ellos para ocupar rápidamente el puesto de su líder. Si entre los personajes se encuentra algún Fáustico bien podría verse arrastrado a esta lucha.

-Otro asesinato: Se produce un nuevo asesinato que en esta ocasión tiene una amplia repercusión entre los mortales. En esta ocasión se trata de Lia Goldberg, una niña superdotada de trece años que es asesinada por un francotirador en medio de una rueda de prensa después de obtener una licenciatura en matemáticas. Debido a su origen judío, el ataque es inmediatamente atribuido a algún grupo antisemita.

Los demonios de Boston saben que Lia, que había sido atropellada tres años antes, era el anfitrión de Morikasha, una Perversa. Sin embargo, este asesinato alcanza tal repercusión pública que la propia policía mundana pone un especial empeño en encontrar al asesino. A partir del informe de varios testigos se traza el perfil de un hombre varón, blanco, de unos cuarenta años, y completamente vestido de negro.

Si los personajes consiguen acceder a la investigación policial mediante algún medio –uno de ellos podría ser policía o disponer de contactos-, podrán acceder a algunos datos adicionales:

-el tiro fue realmente excepcional y limpio, matando a la víctima al instante. El asesino sin duda es un tirador de élite.

-la bala estaba grabada con inscripciones que se han deformado por el calor del disparo y la fuerza del impacto, pero los investigadores creen que se trataba del nombre de la víctima. (Si los personajes consiguen acceder a la bala mediante Percepción + Consciencia pueden determinar que la bala fue tratada con algún tipo de evocación demoníaca y con una tirada de Inteligencia + Ocultismo (dificultad 9) pueden determinar que seguramente la inscripción formaba parte de un ritual para incrementar el poder destructivo de la bala).

-la policía ha encontrado huellas del asesino en una azotea cercana, donde se ubicó para disparar. Sin embargo, no llegó a bajar. Posiblemente saltara a alguno de los tejados cercanos y continuara su huida desde allí tras el asesinato, pero ha sido imposible seguirle el rastro.

-Ayuda: Si recurren al resto de la comunidad demoníaca de Boston es posible que consigan nuevos retazos de información. Pueden obtener datos sobre el pasado de Luzfel o sobre la Inquisición Carmesí, que algunos demonios recuerdan con respeto, aunque también con cierto temor. Algunos afirman que sobre todo en los últimos tiempos de la Guerra de la Ira algunos Inquisidores se habían vuelto especialmente fanáticos en su celo, atacando a Caídos y humanos por “infracciones” tanto reales como supuestas. Si se extiende la noticia de que Luzfel y sus compañeros se encuentran en Boston, varios demonios comenzarán a acusarles de la oleada de asesinatos.

Ryan Morgan se presentará ante los Caídos de Boston como representante de Luzfel y presentándose como Fyroel de la Primera Casa, lugarteniente del Duque Carmesí, ofreciendo abiertamente su ayuda y cooperación a los personajes para capturar al asesino. Si lo aceptan, Fyroel les permitirá acceder a los archivos policiales mundanos sobre el caso, y confirmará las sospechas del destruido Tirano Lamarciel de que el asesino pertenece a la Primera Casa.

Si los personajes determinan que la bala que mató a Lia Goldberg estaba bajo los efectos del ritual o de una evocación, Fyroel añadirá que conoce el ritual. Lo creó él mismo con la ayuda de otro Diablo de la Inquisición Carmesí: Agramael.

Si buscan más información de Agramael, tanto Luzfel como Fyroel pueden contarles que fue uno de los principales Inquisidores Carmesíes, pero que tras la marcha de Luzfel poco después del fracaso del proyecto de Lucifer para elevar a la humanidad abandonó la Inquisición Carmesí para combatir el mal por su cuenta. Muchos creyeron que estaba enloquecido. Reapareció en las últimas etapas de la Guerra de la Ira, desatando toda su furia sobre los ángeles antes de ser derrotado y arrojado al Abismo.

-Objetivos: A medida que los personajes sigan profundizando en sus investigaciones, inevitablemente atraerán la atención de Agramael, que tratará de eliminarles.

-Bomba: Uno de los personajes recibirá un paquete en el correo. Sin embargo, un vecino demasiado curioso por su propio bien, lo abre y le estalla en las manos, muriendo en el acto. El rastro de los explosivos lleva a un callejón sin salida.

-Emboscada: Uno de los personajes, al salir de su refugio, es emboscado por Agramael. Sin embargo, de repente, es derribado en el suelo por Fyroel (lo que puede levantar cierta suspicacia sobre sus verdaderas intenciones). Fyroel se lleva gran parte del impacto de la bala, aunque consigue sobrevivir con el hombro herido.

Estos ataques deberían dejar algún tipo de indicio para los personajes, quizás alguna de las balas o incluso un breve atisbo de su adversario. Asimismo, la policía mundana también está trabajando en el caso, sobre todo ante la presión de la familia de Lia Goldberg. Pronto la policía comienza a atar cabos entre el asesinato de Lia y otras muertes aparentemente sin conexión, lo que lleva a pensar que se encuentran ante un asesino en serie. Finalmente la policía consigue la identidad del asesino: Steve Carmichael, un veterano de la Primera Guerra del Golfo, que tras una serie de incidentes violentos entró en prisión en Baltimore, donde intentó suicidarse en 1999. Poco después de su milagrosa recuperación entró en un seminario de estudios bíblicos y comenzó a ayudar a otros internos. Tras cumplir su pena en el año 2001 se marchó y no se ha vuelto a saber de él, hasta hace poco, cuando un hombre con su aspecto fue visto en el escenario de los crímenes que han afectado Boston en las últimas semanas.

En estos momentos los personajes deberían tener una idea aproximada del paradero de Agramael, bien a través de las pesquisas de la policía o de sus propias investigaciones. Sin embargo, Steve Carmichael ha abandonado su refugio en un discreto hostal. Entre varias armas de fuego, manuales de supervivencia y caza y textos teológicos también se encuentran las fotos de varias de sus víctimas. En un altar rodeado de velas se encuentra la foto de Joseph Randall.

Si a los personajes no se les ocurre que Joseph podría estar en peligro en esos momentos, recibirán una llamada de Fyroel, que les advierte de que el coche a nombre de Steve Carmichael ha sido encontrado cerca del Seminario de la Asunción.

ESCENA CUATRO: LUZ ENTRE LAS LLAMAS

Los personajes llegan a tiempo para encontrarse con una escena dantesca. El edificio del seminario está ardiendo por los cuatro costados. Los alumnos, profesores y empleados salen corriendo, mientras algunos intentan apagar las llamas. Tal vez alguno de los personajes desee ayudar en las tareas de rescate, pues todavía quedan varias personas atrapadas en el interior. Los bomberos ya han sido avisados. Si preguntan por Joseph Randall, uno de sus compañeros les dice que se quedó atrás en el pabellón de estudiantes.

Existe algo familiar entre las llamas, algo que produce una inquietante sensación de familiaridad entre los Diablos presentes en el grupo y que instila en aquéllos con puntuaciones elevadas de Legado la activación de recuerdos de la Guerra de la Ira. Con una tirada de Percepción + Consciencia o algún tipo de percepción sobrenatural, los personajes pueden descubrir que el origen de las llamas no es algo fortuito, sino que tiene una naturaleza claramente demoníaca.

Los personajes deberán correr a través de los pasillos del seminario. Si el rector les acompañó en una visita guiada no tendrán inconveniente en llegar hasta el pabellón de estudiantes. La temperatura es elevada, hay humo y el edificio corre peligro de derrumbarse, por lo que puede que quieras interponer algún tipo de obstáculo. Sin embargo, finalmente llegarán a su objetivo. El patio interior está vacío y en él se encuentra dos Diablos que ha adoptado sus faces demoníacas, situados frente a frente. En un lado se encuentra Luzfel, el Lucero del Crepúsculo, observando silencioso a su oponente con mirada calculadora. En el otro se encuentra Agramael, un Diablo de las Llamas, una figura de fuego rojo y oscuro, evidentemente corrompida por su Tormento y que sostiene un arco de fuego entre sus manos. Ambos discuten con voces celestiales en enoquiano.

-Fallaste a tu cometido, mi Señor Luzfel, y has sido juzgado indigno. Por ello te condeno de regreso al Abismo.

-¡Eres tú quien ha fallado, Agramael! ¡Dejaste que el odio y la desesperación te hayan cegado! ¡Has asesinado inocentes!

-¿No lo entiendes? Cuando convocaste a los Inquisidores de regreso supe lo que tenía que hacer para continuar nuestra misión. Eliminé a todos los que se interponían ante ti, ¡pero en lugar de ocupar tu lugar como líder has colaborado con ellos y me has convertido en el chivo expiatorio de tu propio error!

-Tu odio te ha cegado. Has terminado matando a todos tus hermanos sin motivo. La justicia debe templarse con misericordia o se convierte en tiranía.

Si los personajes interfieren, Agramael dispara una flecha de llamas contra Luzfel. El Lucero del Crepúsculo responde proyectando un escudo de luz rojiza. Agramael sabe que su lucha ha terminado pero no piensa rendirse sin antes llegarse a todos los Caídos que pueda por delante. Haz la lucha todo lo dramática que puedas.

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AGRAMAEL/STEVE CARMICHAEL

Agramael es un Nusku, un Diablo de las Llamas. Su caída fue provocada por la curiosidad, al ver a los humanos manejar el fuego y darle nuevas formas en las que podía ser creado y liberado. Se unió a la Legión Carmesí por solidaridad con la mayoría de su Casa y se convirtió en un soldado leal. Cuando Luzfel formó la Inquisición Carmesí, finalmente encontró un propósito justo. Luchó a su lado sin cuestionar sus decisiones, y se convirtió en uno de los Inquisidores más respetados. Sin embargo, cuando Luzfel abandonó la Inquisición Carmesí tras el fracaso del Proyecto Babel, algo se rompió en su interior, sintiéndose traicionado y que todo su esfuerzo no había servido para nada. Desató su furia contra demonios y humanos por igual, antes de ser aprisionado por los ángeles y arrojado al Abismo. Allí se dejó consumir por el odio ante lo que consideraba una injusticia durante eras antes de que las puertas de su prisión comenzaran a agrietarse. Agramael salió del Abismo, lleno de dudas y cuando tuvo que buscar un anfitrión para evitar verse arrastrado de regreso a su encierro, a alguien que también hubiera sido víctima de las injusticias.

Steve Carmichael procedía de una familia de militares. En 1988, cuando estalló la Primera Guerra del Golfo lo dio todo por su país, pero cuando volvió a su casa al terminar la guerra se encontró con que su novia le había dado la espalda y se había casado con otro. Enfurecido cayó en el alcoholismo. Comenzó a obsesionarse con la ingratitud de la sociedad, que mandaba a sus hijos al frente mientras otros se quedaban en casa aprovechándose de su esfuerzo bajo mentiras como “pacifismo” que sólo engendraban personas egoístas y tolerantes con el mal.

El resentimiento se apoderó de Steve, que pasó de trabajo en trabajo debido a un carácter violento que inevitablemente terminó con sus huesos en la cárcel. Su madre murió debido a la impresión de lo que había ocurrido. Y la culpabilidad le llevó a suicidarse en su celda. Era la oportunidad que Agramael esperaba.

Steve Carmichael se convirtió en un hombre nuevo, decidido a continuar con su labor de justicia. Durante un tiempo viajó por Nueva Inglaterra, enmendando varias injusticias y colaborando con varios grupos de vigilancia urbana. Sin embargo, cuando se tropezó con los Caídos, y especialmente con los Fáusticos, decidió que había llegado el momento de convertirse de nuevo en un Inquisidor Carmesí.

Cuando Luzfel comenzó a convocar a los supervivientes de la Inquisición Carmesí, Agramael lo consideró una señal y viajó a Boston. Sin embargo, consideró que era necesario “despejarle” el camino hacia el poder y comenzó a eliminar a varios demonios. En su fijación, no sólo atacó a los Fáusticos, sino a cualquier demonio que no simpatizara con los ideales de Luzfel –lo que prácticamente incluía a todos los que no habían formado parte de la Inquisición Carmesí en el pasado.

Finalmente Agramael fue a visitar a Luzfel, entrando sigilosamente en el Seminario Menor. Sin embargo, el encuentro con su antiguo líder no fue como esperaba. En lugar de agradecerle su esfuerzo Luzfel lo reconvino por todo lo que había hecho y le ordenó que se presentara ante los demonios de Boston para rendir cuentas. Agramael se sintió traicionado y en un acceso de rabia atacó a Luzfel.

Tormento: 8

Forma Apocalíptica: Faz de las Llamas

Saberes: Llama 4, Forja 3, Fundamento 3

CONSECUENCIAS Y EPÍLOGO

La intervención de los personajes debería decantar la lucha a favor de Luzfel. Si se ve a punto de ser derrotado, Agramael intentará escapar, pero los personajes deberían tener la oportunidad de alcanzarlo y destruir su amenaza, aunque es posible que quieras utilizarlo como enemigo recurrente en futuras historias. Otra opción si quieres continuar esta trama es que desde su regreso a la Tierra, Agramael haya creado su propia versión corrupta de la Inquisición Carmesí, a partir de demonios especialmente resentidos o llenos de odio hacia la humanidad o los demás Caídos, imbuidos por una especie de fanatismo ciego hacia la justicia.

Recompensa las ideas ingeniosas y la interpretación de los personajes a lo largo de la aventura. El Duque Luzfel se mostrará generoso con ellos como un futuro aliado. El arco de Agramael es una reliquia de poder moderado, pero inevitablemente se encuentra sutilmente corrupto por la furia de su dueño. Tal vez quieras utilizar los efectos de la reliquia corrupta como un nuevo elemento en futuras historias.

Como consecuencia de su duelo con Agramael, el Duque Luzfel cambia su perspectiva y decide participar más activamente en la política de los Caídos. Pronto se convierte en el líder de los Luciferinos locales, convirtiéndose en un factor importante en la política local. Ylyesha, la Señora de los Susurros Secretos bien podría pensar en transferir su alianza de los Fáusticos a los Luciferinos, y los personajes podrían convertirse en los artífices de esa alianza, encargándose de las negociaciones y evitando los intentos de sabotaje.

Por otra parte, la actuación de los personajes deshaciéndose de una amenaza para la sociedad demoníaca local les habrá hecho ganar puntos a los ojos de los demás Caídos y es muy posible que individuos o facciones comiencen a cortejar su favor. Con suficientes apoyos uno de ellos podría incluso pensar en ocupar el puesto vacante de Tirano, convirtiéndose en árbitro de la política de los demonios de la ciudad.

Si alguno de los personajes simpatiza con los ideales o la causa de Luzfel para llevar la justicia a los demonios y evitar los peores abusos sobre los humanos, bien podría reclutarlo como miembro de la Inquisición Carmesí. Con el paso del tiempo, más demonios continuarán acudiendo a su estandarte, y la Inquisición podría convertirse en un poder extendido a otras ciudades, o una facción diferenciada dentro de los Luciferinos.

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