[Aventura] Ajenjo

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Alexander Weiss
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[Aventura] Ajenjo

#1

Mensaje por Alexander Weiss » 15 Jul 2019, 01:34

AJENJO


Por Magus

Y tocó la trompeta el tercer ángel, y se precipitó del cielo una grande estrella, ardiendo como una antorcha: cayó en la tercera parte de los ríos y en los manantiales de las aguas. El nombre de la estrella es Ajenjo, y convirtióse la tercera parte de las aguas en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas porque se habían vuelto amargas.

-Apocalipsis de San Juan

INTRODUCCIÓN

Ajenjo es una Crónica para Narradores y jugadores de Demonio: la Caída, pensada no tanto como una aventura introductoria, sino para un grupo con cierta experiencia y ya consolidado, que tenga algún tipo de motivación para haber formado una cuadrilla. Aunque la Casa de los personajes jugadores no es demasiado importante, sí lo es su Facción, y ninguno de ellos debería pertenecer a la Facción de los Voraces por las propias necesidades de la aventura.

Asimismo, aunque el Narrador puede dejar cierta libertad a los jugadores a la hora de diseñar sus personajes, debería introducir elementos del Trasfondo en sus personalidades demoníacas. El papel de los Cazadores de Estrellas y el Proyecto Ajenjo en la Guerra de la Ira fue demasiado importante en la existencia de los Caídos que formaron parte como para que haya permanecido ignorado. El Narrador debería sentirse libre de tomar en sus manos el perfil demoníaco de los Caídos, y aún permitiendo la intervención y aportación de los jugadores, en esencia su participación en el Proyecto Ajenjo debería ser un hecho, de la misma forma que su rebelión contra Dios.

TRASFONDO

Durante la Creación del mundo, diversos ángeles de las siete Casas dieron forma a sus diferentes aspectos. Entre estos ángeles se encontraba Therubiel, el Rastro de Dios, un poderoso ángel de la Primera Casa, que participó en la formación de las estrellas. Sin embargo, el trabajo de Therubiel y de varios de sus compañeros concluyó demasiado pronto para su gusto, teniendo que dejar espacio para sus compañeros de otras Casas. Therubiel viajó por el universo, supervisando los procesos físicos y atómicos que darían lugar a nuevas estrellas, conociendo a otros ángeles y anhelando más. A medida que las demás Casas creaban nuevas formas y elementos, Therubiel quería participar, pero la voluntad de Dios retenía su deseo.

Fue este anhelo lo que motivaría su Caída. Cuando Lucifer y los Caídos tomaron partido por la humanidad, Therubiel se unió a ellos, no tanto por amor a los humanos, como por la posibilidad de crear nuevas maravillas y dar lugar a nuevas formas.

A Therubiel le siguió su amante Cymrael, de la Cuarta Casa, Ángel de las Órbitas y Designios. Cymrael, aunque compartía algunas de las ideas de la Rebelión, creía que fracasaría si era la voluntad de Dios. No obstante, el afecto que sentía por Therubiel, y la curiosidad ante lo que prometía ser un nuevo orden se impusieron a su habitual prudencia. Muchos de los Caídos se sorprendieron de encontrar a Cymrael entre sus filas, pero el hecho era innegable.

Y entonces se produjo la Caída y Therubiel y Cymrael se encontraron en el bando de los rebeldes. Aunque se sentían desolados por el rechazo de Dios, asumieron la decisión que habían tomado. La humanidad no les importaba tanto como las nuevas maravillas que podían crear, por lo que de forma natural acudieron al estandarte de la Legión de Plata, dirigida por el Archiduque Asmodeo.

Therubiel, con la ayuda de Cymrael creó a los Cazadores de Estrellas, una orden infernal dedicada al estudio del firmamento, buscando nuevas formas de aprovechar el movimiento de los cuerpos celestes en beneficio de los Caídos. Esta orden estaba formada sobre todo por demonios de la Primera y la Cuarta Casas, pero con el tiempo reclutó a miembros de todas las Casas. Estos Caídos crearon una fortaleza-santuario en lo que fue conocido como Thuringwêtir, la Bóveda de las Estrellas, que era a la vez castillo y observatorio astronómico. A medida que la Guerra de la Ira se recrudecía, los pacíficos Cazadores de Estrellas comenzaron a desviar sus métodos hacia la búsqueda de nuevas formas de imponerse sobre las Huestes Celestiales.

Poco tiempo después del comienzo de la Era de las Atrocidades, Cymrael, siempre lógico y previsor, llegó a la conclusión de que era muy posible que los Caídos terminaran perdiendo la Guerra de la Ira, pues se enfrentaban nada menos que a la propia voluntad del Creador del universo que habitaban. En su preocupación decidió que era necesario preparar un plan último de contingencia: si las Huestes Celestiales terminaban imponiéndose su victoria sería vacía y lo único que habrían conseguido sería un mundo yermo y sin vida, como en los comienzos de la Creación. Cymrael compartió sus preocupaciones con Therubiel, y aunque en principio no compartía sus ideas tampoco se opuso a él. De este modo Cymrael comenzó a preparar el último gesto de desafío de los Caídos frente al Cielo si alguna vez eran derrotados.

Cymrael acudió a Naruzim, Duque de las Estrellas Fugaces, un Caído de la Séptima Casa. Tiempo atrás antes de la Caída Naruzim y otros Verdugos, siguiendo el plan de Dios, habían eliminado órdenes enteros de organismos que se consideraban habían terminado su papel en la Creación. Esas destrucciones masivas eran obras maestras de coordinación y provocaban extinciones en masa. Una de esas extinciones había sido provocada desviando un enorme meteorito de su órbita, una acción que había requerido la cooperación masiva de los Ángeles de la Séptima Casa. Cymrael quería saber si era posible repetir una hazaña semejante y habló de sus temores secretos y planes con Naruzim.

El Duque de las Estrellas Fugaces recibió de muy buen grado los planes de Cymrael. No tanto porque compartiera su temor por la derrota de los Caídos, sino porque la idea de realizar un último acto de desafío que conmocionara nuevamente la Creación le atraía. Juntos los dos Caídos comenzaron a reclutar un grupo selecto de Caídos de diversas Casas para reunir el poder y los recursos necesarios para llevar a cabo sus planes llegado el momento: arrancar un cuerpo celeste y estrellarlo contra la Tierra, destruyendo todo lo que se encontraba sobre su superficie. Por supuesto, no se trataría de una tarea fácil, pues el poder de los Demonios había sido drásticamente reducido tras la Caída, muchos de ellos todavía confiaban en alcanzar la victoria bajo las órdenes de Lucifer y los enormes recursos que requería el plan precisaban de largo tiempo y paciencia. Cymrael comenzó discretamente a reunir seguidores entre los Cazadores de Estrellas. Aunque Therubiel sospechaba de las intenciones de su amante, no dijo nada y no se opuso activamente.

El fracaso del Proyecto de Babel y los renovados ataques de las Huestes Celestiales, llevaron a muchos Caídos a compartir los planes de Cymrael. A medida que una fortaleza infernal tras otra caía, los Cazadores de Estrellas reclutaban más seguidores y acumulaban más poder. Finalmente, cuando la derrota de los Caídos parecía inevitable, Cymrael y Naruzim se presentaron ante Therubiel y le pidieron que colaborara con ellos. Therubiel titubeó, pero finalmente aceptó y se unió al plan.

Los Cazadores de Estrellas se reunieron para celebrar un último ritual que requería un gran poder. Tiempo atrás habían seleccionado una estrella llamada Ajenjo, procedente de un sistema triple conocido como Constelación del Dragón. El poder del ritual desviaría la estrella de su órbita y la dirigía hacia la Tierra. No necesariamente de inmediato, pero sí de forma inevitable, ocultándola de los ojos de los ángeles hasta que fuera demasiado tarde. Mientras un grupo de guardianes escogidos impedía que las fuerzas angelicales interfirieran, los Cazadores de Estrellas ejecutaron el ritual.

No está claro lo que ocurrió, pero el poder desatado surtió efecto en cierto modo. Los recuerdos de los Caídos que participaron en el ritual son confusos. Algunos dicen que Therubiel dudó o incluso trató de detener el ritual en el último momento, y que Cymrael y Naruzim trataron de detenerla. En cualquier caso, los Caídos presentes utilizaron todas sus reservas de poder y cayeron exhaustos. Poco tiempo después los ejércitos angelicales invadieron la Bóveda de las Estrellas y capturaron a los demonios presentes, que no opusieron resistencia y se dejaron conducir mansamente hacia su Juicio y Castigo. A medida que los Caídos entraban en el Abismo, más de un ángel sintió un escalofrío ante la sonrisa de Naruzim.

El ritual había funcionado…

EL PRESENTE

…aunque surtió efecto mucho más tarde de lo que sus creadores habían sospechado. Tal vez debido a la propia naturaleza del ritual o quizás a la interferencia de Therubiel, la estrella Ajenjo no se manifestó en el Mundo de Tinieblas hasta el mes de julio de 1999, y desde entonces ha seguido acercándose a la órbita de la Tierra.

Al mismo tiempo, quizás por casualidad o por algo más, las puertas del Abismo se agrietaron, y los Caídos comenzaron a regresar a un mundo del que habían sido expulsados mucho tiempo atrás. De los Cazadores de Estrellas Cymrael fue el primero en huir de su prisión, y tomó la personalidad de Albert Filkenstein, un envejecido astrónomo que había perecido debido a un infarto producido por los achaques de la edad.

La naturaleza de Filkenstein, un superviviente del Holocausto, asombró a Cymrael. Sus recuerdos sobre las atrocidades provocadas por los nazis lo atormentaron, pero la chispa de esperanza del viejo astrónomo, junto con los actos de bondad y perseverancia de sus compañeros de prisión y su firme determinación de supervivencia, terminaron convenciendo al Caído, que a pesar de sus fallos y limitaciones, la humanidad merecía salvarse.

Y entonces contempló horrorizado la presencia de Ajenjo en los cielos.

La naturaleza del ritual la había ocultado de los ojos mortales por el momento, pero no tardaría en aparecer, justo antes del impacto, destruyendo la vida en la Tierra. Conmocionado por el resultado de su obra, Cymrael decidió reunir a otros de los Caídos y tratar de enmendar lo que había hecho.

LOS CAZADORES DE ESTRELLAS

Aunque todavía son muy pocos, Cymrael ha conseguido reunir a una docena de Caídos de diversas Casas para que le ayuden a detener a Ajenjo. Las facciones de Crípticos y Reconciliadores están presentes, aunque por lo general están dispuestos a aceptar en sus filas a todos los Caídos dispuestos a evitar el fin del mundo, independientemente de cuáles sean sus objetivos a posteriori. Sin embargo, Cymrael se muestra especialmente vigilante con quienes no parecen demasiado altruistas.

Con la ayuda de otros dos Perversos y de varios contactos en la facción de los Crípticos, Cymrael está buscando reliquias, documentación y artefactos que puedan ayudarle en su proyecto: desviar Ajenjo de la órbita de la Tierra. De momento ha conseguido acceder a varias reliquias e información esotérica para crear un ritual que permita salvar la Tierra de la amenaza que se cierne sobre ella.

La base de los Cazadores de Estrellas se encuentra cerca de Cabo Cañaveral, en Florida, bajo la fachada de un observatorio astronómico que los Caídos están modificando para convertirlo en un proyector que les permita utilizar su poder contra Ajenjo. De momento el proyector no está finalizado, y por ello Cymrael está reclutando toda la ayuda que puede a su disposición. De momento cree que no necesita el apoyo de las grandes figuras de otras Facciones, pero si la situación se volviera especialmente desesperada, es posible que acude a los líderes Crípticos y Reconciliadores, y quizás con más reticencia a los Luciferinos y Faústicos, pues aunque sus fines sean más egoístas no es muy probable que permitan que el mundo que desean gobernar sea destruido.

Aparte de la búsqueda generalizada de poder y recursos para desviar Ajenjo de su órbita, los Cazadores de Estrellas se dedican actualmente a los siguientes proyectos:

-Encontrar a otros Cazadores de Estrellas. Cymrael conserva los nombres de varios de sus compañeros y los está buscando activamente para tratar de convencerlos de que se unan a su proyecto. Con este fin ha preparado varios Cristales de Memoria, que podrían ser utilizados para despertar los recuerdos de los Caídos que participaron en el proyecto.

-La Bóveda de las Estrellas. Aunque la antigua base de los Cazadores de Estrellas fue destruida por los ángeles, Cymrael cree que es posible que en sus ruinas se encuentren algunos fragmentos o reliquias que permitan determinar la naturaleza del antiguo ritual y quizás algún medio para contrarrestarlo. A partir de los sus cálculos ha determinado que la localización de la Bóveda de las Estrellas se encuentra en algún lugar bajo las aguas del Golfo de México, y está preparando una expedición.

LAS ESTRELLAS FUGACES

Sin embargo, algo que Cymrael teme, y con razón, es que los Caídos que participaron en el proyecto Ajenjo traten de acelerar la destrucción del mundo, y la aparición de la facción de los Voraces proporciona un mayor peso a sus temores. De momento no ha bajado la guardia ante la posibilidad de que algún Cazador de Estrellas o algún otro demonio traten de interferir en sus planes.

Naruzim, el Duque de las Estrellas Fugaces, también fue de los primeros Caídos en regresar de su prisión del Abismo. Siempre presuroso, se sintió atraído por Jean Ducayne, un joven alpinista suizo que fue alcanzado por un rayo y se despeñó por un barranco. En principio se sintió frustrado porque el mundo no había resultado destruido en su ausencia, tal y como esperaba, pero se sintió lleno de regocijo al comprobar que había llegado justo a tiempo de contemplar el resultado final de su obra.

A Naruzim le habría gustado acelerar el impacto de Ajenjo, pero no podía hacer nada más excepto aguardar, por lo que entretanto decidió unirse a la facción de los Voraces. Sin embargo, tiempo después descubrió la existencia de los Cazadores de Estrellas, y lleno de curiosidad, descubrió que Cymrael estaba tratando de detener el efecto del ritual. Desde entonces ha conseguido reunir a otros cinco Caídos bajo su mando, que se hacen llamar las Estrellas Fugaces. De momento no considera que deba atacar directamente a los Cazadores de Estrellas, sino que prefiere adelantárseles mediante el robo de reliquias y artefactos e información que puedan resultarles valiosas. Llegado el caso podría recurrir a la desinformación y si considera que si el Proyecto Ajenjo amenaza con ser destruido podría incluso llegar a la desesperación de un ataque directo contra Cymrael y los Cazadores de Estrellas.

ARTEFACTOS E INFORMACIÓN

Los siguientes artefactos pueden resultar útiles para los Cazadores de Estrellas en su proyecto de detener el impacto de Ajenjo. Siéntete libre de añadir tus propias creaciones o eliminar las que no consideres necesarias:

-El Mapa de Cymrael: Como parte de su trabajo con los Cazadores de Estrellas, Cymrael creó un mapa estelar detallando órbitas, trayectos e información diversa sobre los cuerpos celestes. Este mapa resultó muy útil para determinar el curso que seguiría la estrella Ajenjo en su camino hacia la Tierra. Se trata de un mapa elaborado de sihr y diamantes, que está enrollado dentro de un cilindro de obsidiana. El mapa se extiende o se pliega a voluntad de su portador y puede utilizarse como un telescopio. Mediante concentración y el gasto de Fe un Caído que contemple el mapa puede contemplar prácticamente cualquier rincón de la galaxia. Actualmente se encuentra en los sótanos de un museo arqueológico de Irak. Sus descubridores creen que es de origen caldeo.

-El Anzuelo de Estrellas: Es un poderoso artefacto elaborado con hierro meteórico por un habilidoso herrero de la Tercera Casa. Permite a su usuario utilizar Saber del Fundamento 5, y de alguna forma está armonizado con la esencia de Ajenjo. Además puede ser utilizado para almacenar el efecto de un Saber de hasta nivel 3 en su interior y liberarlo posteriormente. Sólo se puede almacenar un efecto de esta manera en un momento dado.

-El Mosaico de las Estrellas: Un juego de baldosas de obsidiana y cerámica de color blanco y negro. Unidas forman un círculo dividido por cuatro ejes de diez metros que puede ser utilizado para realizar rituales con -2 a la dificultad, -3 si es un ritual relacionado con los cuerpos celestes. Además, la Fe de todos los participantes en un ritual realizado con el Mosaico sólo puede ser modificada por el Ankida, y no puede ser robada ni alterada. El Mosaico fue utilizado para adornar una ermita cristiana ortodoxa del siglo XII que se encuentra cerca de Belgrado.

-Las Profecías de la Estrella Roja: Un hecho que intranquiliza a Cymrael es que la llegada de Ajenjo aparece anunciada en el Apocalipsis de San Juan, lo cual parece indicar que algún mortal obtuvo conocimiento de los Caídos. Investigando los orígenes del Apocalipsis, Cymrael ha descubierto la existencia de un oscuro erudito que por la misma época escribió un libro titulado “Las Profecías de la Estrella Roja”. El contenido del libro es una incógnita, pero tal vez podría estar relacionada con Ajenjo. El libro quedó en manos de una familia de demonólogos sirios llamados D´habi, asentados en Damasco, que desaparecieron con la llegada del Islam. Actualmente una copia del libro se encuentra en manos de un anticuario de El Cairo y otra en una biblioteca cerca de Orleáns, entre las posesiones de un vampiro.

LA CRÓNICA DE AJENJO

Ajenjo es una Crónica de Demonio: la Caída que puede alternarse con historias independientes o aventuras que vayan complementando la trama principal: salvar el mundo del Apocalipsis provocado por el impacto de una estrella.

Introducción: El Narrador debería tener en cuenta el tipo de personajes que van a participar en la Crónica y buscar formas de hacer que sus conceptos y trasfondo encajen, más allá de que todos hayan sido Cazadores de Estrellas y participaran en el Proyecto Ajenjo. Procura conciliar ideas en lugar de tratar de de unir personajes ya formados. Sobre todo busca coincidencias de Trasfondo. Tal vez todos regresaran juntos al mundo y se apoderaran de los cuerpos de las víctimas de una misma catástrofe. Tal vez Cymrael, que conoce los nombres de otros Caídos, los convocara a este mundo, pero resulta un proceso demasiado dirigista y deberías utilizarlo sólo como último recurso. Podrías iniciar una serie de aventuras independientes para cada personaje, que aparte de proporcionarles algo de experiencia e información concluya con su encuentro con los demás personajes jugadores.

Capítulo Uno: Revelación: Finalmente, y en cuanto considere que son de suficiente confianza, Cymrael o uno de sus agentes se presentará a los personajes y mediante un Cristal de Memoria (un artefacto que conserva los recuerdo comunes del Proyecto Ajenjo) les hablará de sus orígenes comunes y de la necesidad de detener a Ajenjo antes de que destruya el mundo. También es la oportunidad para interpretar alguna escena del pasado demoníaco de los personajes y profundizar en su trasfondo Caído.

Capítulo Dos: Semillas Dispersas: Otra posibilidad es que bajo la dirección de Cymrael, o quizás incluso siguiendo sus propios recuerdos, los personajes comiencen por buscar a otros Cazadores de Estrellas y traten de reclutarlos para que les ayuden en su causa. También es la oportunidad para presentar a algún antagonista de los Cazadores de Estrellas: tal vez descubran que alguno de los Caídos que conocieron antes de su exilio al Abismo se ha convertido en un Encadenado o tal vez descubran la existencia del grupo de las Estrellas Fugaces. Estos primeros encuentros con sus adversarios también deberían servir para que los jugadores sean conscientes de la importancia de su cometido.

Capítulo Tres: Cazando Estrellas: Este capítulo debería configurar el grueso de la Crónica y debería llevar a los personajes a buscar reliquias e información necesarias por todo el mundo. No te limites a los objetos mencionados previamente, desarrolla tus propias ideas o incluso utiliza objetos de otros suplementos, que tal vez tengan una importancia para los Cazadores de Estrellas desconocida por los demás Caídos. Aparte de las aventuras de “caza del tesoro” deberías aprovechar la oportunidad para presentar nuevos aliados y antagonistas, así como situaciones que pongan a prueba las virtudes de los personajes. Las Estrellas Fugaces deberían competir con los personajes en sus esfuerzos, tal vez tratando de adelantarse a ellos, o incluso sembrar desinformación, llevarlos a emboscadas o enfrentarlos a otros peligros. Sin embargo, en el enfrentamiento los personajes también deberían tener la oportunidad de obtener indicios sobre la naturaleza de los enemigos, y quizás, si son cautelosos y astutos, tener la posibilidad de contraatacar.

Capítulo Cuatro: El Corazón de Ajenjo: A medida que la Crónica avanza y quizás a partir de los indicios recogidos (o tal vez ante la inesperada aparición de un Cazador de Estrellas con recuerdos especialmente intensos), los personajes descubrirán el gran secreto del Proyecto Ajenjo: la estrella elegida no fue elegida al azar, sino que fue seleccionada porque Therubiel había participado en su creación, y debido a su armonía con ella facilitaba el desvío de su órbita y su atracción hacia la Tierra. En cierto sentido, Therubiel es Ajenjo, o al menos una parte esencial de ella, y su existencia la atrae de forma irresistible. Tal vez si Therubiel desapareciera su sacrificio permitiría que la estrella se desviara…o tal vez, una vez realizado el ritual, sea demasiado tarde para ello. Como recursos Narrativos pueden plantearse diversas posibilidades: tal vez Therubiel se niegue a ser sacrificada o Cymrael se niegue a acabar con su antigua amante. Tal vez, aunque el efecto del ritual que convocó Ajenjo ya no puede ser detenido, Therubiel pueda ser utilizada como foco para realizar otro ritual para desviar la estrella o destruirla para que deje de ser una amenaza. También es el momento para un giro dramático en el que Naruzim (u otro antagonista si los personajes han sido suficientemente hábiles para eliminarlo) haga acto de aparición, secuestrando a Therubiel para evitar que sea sacrificada o para utilizarla con el propósito de acelerar el Apocalipsis. La batalla final tendría que ser lo suficientemente dramática y tal vez la propia Therubiel decida poner fin a su existencia para tratar de acabar con Ajenjo.

Epílogo: Juicio: Las actividades de los personajes a lo largo de la Crónica deberían encontrar su justificación al final y deberías utilizar este momento para atar los cabos sueltos y tal vez interpretar algunas escenas retrospectivas que revelen la naturaleza última del Proyecto Ajenjo. Independientemente del éxito o el fracaso de los personajes se plantean dos posibles finales:

-Éxito: Los personajes consiguen desviar o detener la Estrella Roja de su órbita dirigida a la Tierra, aunque debería ser con gran coste por su parte. El fin del mundo ha sido conjurado…por el momento. Sin embargo la existencia de los Caídos está llena de suficientes peligros como para que la victoria no haya sido definitiva. Sin embargo y por el momento los jugadores se habrán ganado un merecido descanso, si quieres comenzar otra Crónica en el futuro.

-Fracaso: Los personajes no consiguen detener a la Estrella Roja, con lo cual podrías utilizar la situación como una oportunidad para enlazar la Crónica con algunas de las historias para Demonio: la Caída presentadas en el suplemento del Día del Juicio. Tal vez incluso los personajes descubran que en realidad el Proyecto Ajenjo sólo fue una de las herramientas de Dios para iniciar el Juicio Final de sus criaturas. O incluso que el ritual falló en su momento y que la Estrella Roja es el resultado de otras fuerzas y poderes en juego.

Estos dos posibles finales pueden tener diversas variables que enlacen con los diversos finales menores de los elementos de tu Crónica y tal vez para contar toda la historia de Ajenjo de principio a fin.

PERSONAJES PRINCIPALES

CYMRAEL

Gran parte de la concepción y desarrollo de Ajenjo fue una idea de Cymrael, en sus orígenes un ángel de la Cuarta Casa, y actualmente un Caído Neberu de la Faz Ninsun.

El papel original de Cymrael consistió en registrar el movimiento de los cuerpos celestes y predecir sus giros geométricos y elipses, para que otros ángeles pudieran obrar en consecuencia. Era el Ángel de las Órbitas y Designios Celestiales, una criatura fría y lógica que guardaba su pasión para Therubiel. Si Therubiel no hubiera seguido a Lucifer y los rebeldes, es muy posible que Cymrael se hubiera mantenido en las filas de la Hueste Celestial. De hecho, cuando se rebeló, consideraba que tal acto estaba abocado al fracaso, pero a pesar de ello podía constituir una oportunidad para desarrollar nuevos planes en la Creación.

El castigo de Dios no sorprendió a Cymrael, aunque sí su intensidad, y una vez ejecutado, consideraba que no le debía nada al Creador y podía seguir su propio camino al lado de Therubiel. Aunque se unió al estandarte de la Legión de Plata, no destacó en la misma, prefiriendo dedicarse a sus investigaciones personales, bajo la supervisión de Therubiel. Cymrael desarrolló un sistema para medir el tiempo a partir de las órbitas de los cuerpos celestes, que indirectamente fue adoptado por los mortales. No fue hasta mucho tiempo después, con el inicio de la Era de las Atrocidades, que Cymrael comenzó a poner los fundamentos del Proyecto Ajenjo.

Finalmente, cuando entró en el Abismo, lo hizo desilusionado porque todos sus planes se hubieran quedado suspendidos, pero con el magro consuelo de que por lo menos había negado la victoria a las Huestes Celestiales poniendo en marcha la destrucción de la Creación.

La impaciencia lo consumió en el Abismo, y permaneció en los límites de su prisión, esperando alguna señal de que Ajenjo hubiera destruido la Tierra, pero esa señal no llegó y la desesperación comenzó a hacer mella en su espíritu, pensando que quizás algo en su plan habría fallado. Cuando aparecieron las primeras brechas en el Abismo, con una gran precipitación Cymrael fue uno de los primeros Caídos en lanzarse a través de ellas, esperando poder descubrir lo que había ocurrido, pero primero necesitaba un cuerpo adecuado…

Albert Filkenstein era un importante matemático y astrónomo de Nueva York, muy conocido en su ámbito de investigación. Había nacido en 1929 en Danzig, en una familia de profesores judíos, y conoció la miseria de los campos de concentración diez años después cuando él y su familia fueron detenidos por los nazis. De su familia sólo él sobrevivió y en cuanto tuvo la oportunidad emigró a Nueva York, donde con gran esfuerzo y la ayuda de varios amigos consiguió un puesto en la universidad, y ganaba dinero extra publicando artículos en varias publicaciones sobre matemáticas y astronomía.

Con el paso de los años consiguió una regular fortuna, se casó y tuvo dos hijos, enviudó en 1998 y finalmente un año después un infarto le permitió pasar a mejor vida, momento que Cymrael aprovechó para apoderarse de su cuerpo.

Las experiencias del profesor Filkenstein, su naturaleza compasiva y su ánimo, atravesaron el tormento de Cymrael y le devolvieron la cordura. Recordó los tiempos anteriores a la Caída y comprendió el error de la misma. Si sólo pudiera rectificar…y entonces la visión de la Estrella Roja en los cielos del Mundo de Tinieblas le proporcionó un nuevo propósito.

Aunque le gustaría Reconciliarse con Dios, ahora Cymrael considera que su salvación es secundaria frente a la salvación del mundo, y por eso se ha unido a los Crípticos ya que considera que los recursos y conocimiento de esta facción le resultarán más útiles para detener Ajenjo. Debido a sus planes personales no dispone de tanto poder político como podría, pero de todas formas constituye un miembro respetado y conocido de los Crípticos, y muchos se irritarían si alguien intentara destruirle, simplemente porque constituye una valiosa fuente de conocimiento demoníaco. Su principal preocupación es el pensamiento de que tal vez la rebelión de los Caídos se encontrara dentro de los planes de Dios y si eso fuera así, tal vez Ajenjo se haya convertido en una herramienta de los designios divinos para juzgar la Creación y ponerle fin. Sin embargo, independientemente de que sus temores sean ciertos o no, Cymrael está dispuesto a continuar en su intento de salvar el mundo.

Desde su regreso a la Tierra, Cymrael ha ido reconstruyendo la facción de los Cazadores de Estrellas, tanto con los Caídos que formaron parte de la facción original, como con nuevos reclutas que proceden principalmente de las facciones de Crípticos y Reconciliadores. Su mayor logro ha sido reencontrar a su amada Therubiel, así como varios artefactos e información que fueron utilizados en el Proyecto Ajenjo.

THERUBIEL

Therubiel brillaba con fuerza entre los ángeles de la Primera Casa. Dio luz a las estelas de los cuerpos celestes, y por eso fue conocida como el Rastro de Dios. Suyo fue el honor de encender la última de las estrellas de la Creación antes del comienzo del Tiempo.

Therubiel recorrió gozosa la Creación y para sorpresa de sus compañeros se sintió atraída por el estoico y frío Cymrael, el Ángel de las Órbitas. A pesar de sus diferencias se complementaban perfectamente. Sin embargo, Therubiel no podía permanecer extática, y no podía dejar de recorrer los límites de la Creación, deleitándose con las nuevas formas que surgían constantemente. El potencial desaprovechado de la humanidad constituía una gran frustración para ella, y cuando Lucifer declaró la rebelión, ella se encontraba entre los miembros de la Primera Casa que acudieron a su llamada.

El castigo de Dios enfrió el amor de Therubiel por la humanidad. Convertida en una Namaru de la Faz Bel se unió a los Caídos de la Legión de Plata buscando desentrañar los misterios y el potencial de la humanidad y la Creación. Compartió los conocimientos y las investigaciones de Cymrael, y transmitió algunos a los mortales, que desarrollaron sistemas matemáticos y calendarios astronómicos. Sin embargo, a medida que transcurría el tiempo su frustración por la debilidad de la humanidad aumentaba y con el comienzo de la Era de las Atrocidades cortó los contactos con los humanos.

Sin embargo, cuando Cymrael acudió a ella con el Proyecto Ajenjo no estaba dispuesta a participar en una posible destrucción de la Creación. Sólo sus crecientes temores por el fracaso progresivo de la rebelión la llevo finalmente a aceptar desesperadamente los planes de Cymrael y participó en un ritual que desviaría una estrella de su órbita y la arrojaría contra la Tierra.

Como Therubiel había participado en la creación de Ajenjo, ésa fue la estrella elegida para provocar la destrucción del mundo. Los Cazadores de Estrellas se reunieron y Therubiel fue el Ankida del ritual, que tras unos intensos preparativos, fue llevado a cabo.

Sin embargo, en el momento crucial, Therubiel dudó y contuvo el poder que debía ser liberado para desviar Ajenjo de su órbita. Naruzim trató de obligarla a seguir adelante y Cymrael se enfrentó a él para que no hiciera daño a su amante. El poder desatado confundió las mentes de todos los presentes, y cuando todo terminó, Therubiel no estaba segura de si el ritual se había llevado a cabo o no con éxito, pero todos los indicios parecían indicar que sí.

Al terminar el ritual, Therubiel se entregó mansamente a los ángeles de la Hueste Celestial, que la juzgaron con el resto de los Caídos y la arrojaron al Abismo. En su prisión se convirtió en una criatura fría, procurando evitar a sus compañeros condenados y enfrentándose a ellos cuando interrumpían su atormentado aislamiento.

Cuando aparecieron brechas en las paredes del Abismo, Therubiel no se encontraba entre la primera oleada de los Caídos que regresaron a la Tierra. Permaneció durante un tiempo más, hasta que finalmente creyó oír una voz que la llamaba y la curiosidad la llevó más allá.

Apareció en Gaza, donde varias escolares palestinas huían aterrorizadas bajo un bombardeo israelí. Aicha era una de las infortunadas que perecieron bajo las explosiones y Therubiel se introdujo en su cuerpo, pero el terror de la niña y su breve vida constituyeron una barrera demasiado difícil y el espíritu de la Diablesa quedó atrapado por los recuerdos humanos. Por otra parte su llegada no había pasado inadvertida y un Caído llamado Baal-Zebuth trató de devorar su alma.

Afortunadamente, Cymrael había preparado varios rituales de advertencia para conocer de antemano el regreso de Therubiel, y rápidamente acudió a la ciudad de Gaza, donde rescató a Aicha y le reveló su verdadera condición.

Desde entonces Therubiel vive con Cymrael en Nueva York. La Diablesa se ha unido a la facción de los Reconciliadores, quienes la han ayudado en su nuevo estado. Aunque los recuerdos humanos de Therubiel todavía son fuertes, ya ha recordado lo suficiente para saber que debe ayudar a Cymrael a detener a Ajenjo, y aún más importante, cree que también debe salvarle a él mismo, pues se siente culpable por haberle arrastrado en su Caída.

Lo que Therubiel ni ninguno de los Cazadores de Estrellas recuerdan, aunque sólo es cuestión de tiempo, es que su presencia es una pieza clave para el ritual que convocó a Ajenjo y por lo tanto es imprescindible para cualquier otro ritual que trate de eliminar su amenaza. Tal vez su muerte destruya la estrella…o tal vez acabe con la única esperanza de poder detenerla.

NARUZIM

Aunque la mayoría de los Ángeles de la Séptima Casa eran seres melancólicos y reservados, Naruzim era un Segador rápido y dinámico, un comportamiento que molestaba a muchos de sus compañeros. Realizaba su trabajo de traer la muerte de forma rápida e imprevista, utilizando los fenómenos naturales en su obra. Su mayor contribución , en lo que constituyó uno de los mayores trabajos de los ángeles de la Séptima Casa, fue la extinción masiva de los dinosaurios, provocada por el impacto de un enorme meteorito que desviaron de su órbita. Para Naruzim aquél había sido un momento glorioso, y ansiaba repetirlo.

Cuando Lucifer abanderó la rebelión de los Caídos, Naruzim se encontraba entre ellos, precisamente por su carácter precipitado, pues se había cansado de arrebatar vidas siguiendo patrones que no siempre comprendía. El castigo de Dios representó para él toda una injusticia, y resentido y convertido en un Halaku de la Faz Namtar, culpó a la humanidad de lo que había ocurrido, por lo que acudió a la llamada del Archiduque Abadón bajo el estandarte de la Legión de Ébano.

Acaudilló varios ejércitos contra las fuerzas del cielo y su valor le llevó a recibir el título de Duque de las Estrellas Fugaces y cuando comenzó la Era de las Atrocidades disfrutó con el potencial de castigar a la raza humana. La visita de Cymrael, el Ángel de las Órbitas constituyó toda una sorpresa para él y cuando le expuso su intención de crear un plan de seguridad para destruir la Creación en caso de que los Caídos fueran derrotados, aceptó colaborar de muy buena gana, no tanto porque Naruzim se sintiera atemorizado por la derrota ante la Hueste Celestial, sino porque la posibilidad de convertirse en el autor de la extinción de tantas especies le resultaba extremadamente atractiva.

El Duque de las Estrellas Fugaces colaboró con sus recursos y conocimientos en el Proyecto Ajenjo, y aunque Cymrael fue en gran parte responsable de su diseño, fue Naruzim quien le dio forma, proporcionando la base y los componentes necesarios para realizar el ritual, aunque se hizo necesario contar con la colaboración de Therubiel para completarlo, ya que el Rastro de Dios poseía la clave mística para desviar una estrella de su curso en los cielos.

Pero Therubiel dudó, y de no haber sido porque Cymrael se interpuso en su camino, Naruzim la habría forzado a completar el ritual tal y como estaba previsto, lo que habría ocasionado el fin del mundo en cuestión de meses. De todas formas, Naruzim entró en el Abismo con el convencimiento de que había tenido éxito, y la tardanza en la destrucción de la Creación lo atormentó con furia y desesperación por lo que consideraba el fracaso de sus planes.

Cuando se abrieron las brechas en el Abismo fue el primero en arrojarse por ellas en un relámpago de rabia, dispuesto a destruir la Creación con sus propias manos si era necesario. Se arrojó en el primer cuerpo que encontró de su agrado, un joven alpinista suizo llamado Jean Ducayne, que había sido alcanzado por un rayo mientras escalaba los Alpes y se despeñó por un barranco. Su cadáver nunca fue encontrado.

La ira y la frustración de Naruzim se apoderaron por completo de los recuerdos de su recipiente humano y los desgajaron con facilidad, pero pronto la ira fue sustituida con regocijo cuando contempló por primera vez la Estrella Roja en los cielos. El ritual había tenido éxito, después de todo, aunque en lugar de meses habían pasado eones.

Actualmente Naruzim es un monstruoso demonio de la facción de los Voraces. Mientras aguarda el momento en que Ajenjo destruya el mundo se dedica a colaborar con sus compañeros y ha reunido un grupo de compañeros a su alrededor. Los Encadenados le parecen un grupo de fracasados, que se aferran a un mundo ruinoso y que ya no merece la pena ni gobernar. Desde su punto de vista es mejor poner punto y final a una Creación cuya razón de ser terminó hace mucho tiempo. Al descubrir a los Cazadores de Estrellas el temor a que eviten el fin del mundo se ha apoderado de él, y está dispuesto a frustrar sus planes.

OTROS PERSONAJES

A continuación se exponen otros personajes, que puedes utilizar como trasfondo de tu Crónica, o como ideas de personaje para tus jugadores.

Londaor, la Flecha de Hielo (Boris Romanovich): Este Azote de la Faz de los Vientos no desempeñó un papel especialmente relevante a lo largo de la Guerra de la Ira, y fue reclutado en los Cazadores de Estrellas simplemente como mensajero y vigilante ocasional. Londaor siempre prefirió dedicarse a disfrutar de sus poderes y de los elementos que dominaba. Cuando regresó, lo hizo en el cuerpo de Boris Romanovich, un atleta olímpico ruso, que debido a la necesidad había emigrado a los Estados Unidos y que había muerto al ser tiroteado por unos mafiosos de su país a los que se negó a pagar.

Krissonoriak, el Herrero del Cielo (Saburo Ohba): Este Malefactor de la Faz de la Forja fue el Herrero de los Cazadores de Estrellas, diseñando y creando varios de los artefactos que utilizó el grupo. Cuando regresó del Abismo el año pasado, se encarnó en el cuerpo de un empresario japonés de la industria de los videojuegos, que murió en un accidente de tráfico. Tras adaptarse a su nuevo estado se unió a los Crípticos, y fue entre ellos como conoció la presencia de Cymrael. Recientemente ha tomado la decisión de unirse a los Cazadores de Estrellas.

Issalum, la Dama de la Fortuna Resplandeciente (Jennifer Dalton): Issalum, una Corruptora de la Faz de la Añoranza, se unió a los Cazadores de Estrellas por amor a Naruzim, pero una vez el ritual fue completado, al igual que Therubiel se arrepintió de lo que había hecho y se rindió a la Hueste Celestial. Tras su huida del Abismo tomó el cuerpo de una esforzada oficinista que se había suicidado tras el fracaso de su matrimonio y la pérdida de la custodia de sus hijos. Recientemente Cymrael la reclutó para los Cazadores de Estrellas, y aunque todavía no confía del todo en él, está dispuesta a detener el Proyecto Ajenjo.

Aumiel, Duquesa del Plumaje Arco Iris (Sophie Nodier): Aumiel, una Devoradora de la Faz de la Bestia, siempre se sintió atraída por la humanidad, y desde la Caída intentó que sus criaturas imitaran a los humanos en la medida de sus posibilidades, soñando quizás con crear otra especie igual de fascinante. Debido a los dones de Aumiel diversas clases de aves pueden imitar el lenguaje humano. Nunca se unió a los Cazadores de Estrellas, pero desde su regreso, en el cuerpo de Sophie Nodier, una actriz de televisión y aficionada a las aves exóticas que murió debido a una leucemia, se ha interesado por sus intenciones de salvar el mundo.

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