[Racconto] Lachine Connection

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valafor
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Re: [Racconto] Lachine Connection

#21

Mensaje por valafor » 14 Nov 2021, 20:53

Como una locomotora fuera de control, L.J. se lanzó contra Duffy que, pese a aguardar el impacto con pose de mártir, mostraba un talante puramente desafiante. Esta actitud no pasó desapercibida para el Pander que, al no encontrarse ante una esperada reacción defensiva, titubeó unos segundos. No obstante, el cariz provocativo de las palabras que acto seguido pronunció el Lasombra encauzó pronto el ataque de ira del pandillero que, dejándose llevar por el palpitar de sus vísceras, acabó colisionando con bestialidad contra su objetivo.

Ambos cuerpos cayeron rodando por el suelo. Barro, agua y porquería no tardaron en cubrir a los dos vampiros mientras el uno atestaba golpes estremecedores y el otro los encajaba sin ofrecer mayor resistencia. El olor metálico de la vitae enarbolando cada uno de los puñetazos que L.J. descargaba contra el torso del Lasombra inundaba el ambiente y dotaba de mayor salvajismo a la escena.

La ira cegaba por completo los sentidos de L.J., que se esforzaba en procurar el máximo destrozo en el cuerpo de su hermano. Por ello, sus embotados oídos no fueron capaces de percibir un crepitar procedente de la ambulancia que había estacionada a pocos metros de allí. No obstante, Duffy, pese al aluvión de golpes, sí fue capaz de ver como un sanitario, desencajado ante aquel episodio de tremenda violencia, se disponía a utilizar la radio del vehículo.
Fotografía original del fotomontaje del avatar: https://rodrigoabd.com/

William "Bill" Duffy (Corso)
Ductus de Las Cinco Puntas

Re: [Racconto] Lachine Connection

#22

Mensaje por Corso » 24 Dic 2021, 08:39

Como un herrero enloquecido por el infernal calor de su fragua. Así martilleó L.J. el torso del lasombra, como si sus costillas conformasen un viejo y arañado yunque sobre el que desatar la huracanada ira de Dios. Mientras, este, sin ofrecer más resistencia que la de aguantar la tortura a la que se había dejado someter, no ofrecía defensa alguna. Ni un solo grito ahogado de dolor, ningún alarido o gesto displicente. El cuerpo de Duffy dando botes con cada descarga, como a quien le enchufan con un DEA. Sorprendentemente, el capullo contesta con el mismo feroz desafío en la mirada. El muy cabrón. Ni siquera con los primeros esputos de sangre tiñéndole la boca deja de radiografiar al pander, o quizá a su actitud, con la misma suficiencia; incluso con cierto desprecio. El muy hijo de la grandísima puta divirtiéndose con todo aquello entre carcajadas ahogadas. Al menos, lo que una inminente hemorragia interna le permite a uno estar de farra. Sonriéndole a la cara con un punto de placer, como esos tipos que se empalman cuando su «ama» les clava el tacón en la polla.

La escena salpica de brutalidad. Dos alimañas callejeras en plena tormenta dándose de lo lindo. No obstante, hay algo romántico en ello. Algo, diríamos, que puro. Sin artificios. El bíblico fratricidio entre Caín y Abel puesto a la orden del día, sobre toda la suciedad, y las colillas, y los condones usados que corren calle abajo arrastrados por la lluvia. Empapando la frustración de uno y las magulladuras del otro. Algo violentamente...poético. La sempiterna riña entre hermanos.

El falso martir va perdiendo fuerzas como un petrolero con un escape de combustible, pero aún es capaz de virar la mirada a un lado y al otro. No hay ni rastro de «Ella». El que sí les mira es el sanitario de la ambulancia. Así que, con mucha dificultad, el lasombra atrapa con la mirada la atención de L.J. hasta estar seguro de que la tiene. Y el hijo de perra se encoge de hombros con socarronería. Burlándose de él, de su religión, y de sus santos y de sus creencias. De la muerte, que Santa o no, parece que va a darle plantón al desquiciado tatuado. Luego señala al «Señor Corta Rollos», que con la radio en la mano, está pálido como una mortaja.

- ¿Tu putita viene en carroza? - le pregunta entredientes.

El latino le cruza la cara con un puñetazo en la mandíbula que le cruje los huesos. A Duffy se le afloja uno de los colmillos, que le queda bailando en la encia hasta que se suelta. La píldora esmaltada flota en un espumarajo de sangre dentro de la boca, pegándosele a la lengua como si chupase un cubito de hielo. L.J. se da cuenta de ello cuando se lo escupe, coloreándole de carmesí tres cuartos de la cara, nublándole la visión un par de segundos. El canino le resbala por el puente de la nariz, como un escalador de ochomiles precipitándose al vacío. El hedor de la sangre vampírica es fuerte, pero el del odio es aún más intenso.

Así que, el pander vuelve a armar una nueva bola de demolición, que descarga con una furia inconmensurable hacia el núcleo de la tierra mientras sigue parpadenado. Cuando los ojos se le despejan de la vitae del lasombra, ve que es el asfalto lo que se ha agrietado, lo que ha reventado, y no el cráneo del hijoputa pinche cabrón. De ese no parece haber rastro. Juego sucio, pero juego al fin y al cabo.

A esas alturas un par de cerdos con placa ya se encaminan hacia él con la mano apoyada en la funda de sus armas. A escasos cuatro metros.

- Las manos sobre la cabeza ¡ya!.

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valafor
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Re: [Racconto] Lachine Connection

#23

Mensaje por valafor » 28 Feb 2022, 15:35

Con el puño todavía hincado en el embarrado asfalto, L.J. miró sorprendido a un lado y a otro. Las gruesas venas que engarzaban su colorada y pelada cabeza palpitaban salvajemente, repletas de sangre e ira, mientras se contorsionaban a cada movimiento nervioso de su cuello. El indeseable acababa de desaparecer ante sus ojos y aquello, lejos de provocarle un total desconcierto, acrecentó todavía más su viscerabilidad.

- ¡Pendejo malnacido, dónde estás!

Ignorando las amenazas de los policías, el vampiro se incorporó con rapidez y, aguardando cualquier movimiento sospechoso que delatara a su enemigo, reculó un par de pasos. Sabía que su hermano era capaz de obrar trucos así y que, pese a que se hubiera esfumado por completo, era posible que se encontrara cerca, dispuesto a propinar a traición el siguiente golpe.

- ¡Joder, levanta las putas manos!

Las voces amenazantes de los policías seguían rebotando sin efecto en los tímpanos del Pander. Con la misma inocuidad, el agua gélida de aquella lluvia invernal seguía chorreando por su estampado y contorneado cuerpo sin provocar el más mínimo escalofrío en él. El sistema sensorial de L.J. estaba centrado única y exclusivamente en localizar a su contrincante. Todo lo demás era superfluo y carente de interés, supeditado por una ira que lo embotaba todo. Fue por ello que aquel disparo en la pierna lo pilló desprevenido.

El pie derecho del hispano cedió ante el impacto y el vampiro cayó de bruces sobre un charco de sangre y porquería. Al instante, los dos policías se lanzaron sobre él con la intención de inmovilizarlo, pero su instinto hizo que se zafara de ellos con rapidez. Mientras descargaba brutales golpes contra los temblorosos y cada vez más flácidos cuerpos de sus desafortunados captores, L.J. no podía evitar apartar de su mente la sonrisa burlona de su hermano que, con toda seguridad, lo estaría observando desde algún lugar no muy alejado de allí.
Fotografía original del fotomontaje del avatar: https://rodrigoabd.com/

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