Es lo que aprendí desde mi primera partida de Calabozos y dragones en mil novecientos noventa y cuatro. Incluso con un sistema cargado a las tiradas, mis narradores (que no se apelaban a sí mismos másters), aplicaban éxitos/fracasos automáticos con muchísima más frecuencia que la danza de los dados. Lo que sigue es una reflexión extra, porque está clarísimo que estamos de acuerdo.
No es el sistema, ni la ambientación ni el juego. Es un asunto de estilos y gustos, pero la inmersión puedes desvanecerse muy fácilmente.
"Un enorme dragón les contempla con curiosidad, el temor cruza por sus venas, justo al costado de su cola yace aquella gema que han buscado por años. Tirad un dado para saber si la atrapan".
Paso de sentirme frente a la majestuosidad de la criatura a una persona del siglo 21 sentada ante una mesa o el computador tomando un dado.
Es cosa de compararlo con la siguiente secuencia.
"Un enorme dragón les contempla con curiosidad, el temor cruza por sus venas, justo al costado de su cola yace aquella gema que han buscado por años. Hay grandes montículos de tesoro, forman una escalera de fortuna con algunos baches y hay grandes pilares que podrían impedir el movimiento de la bestia.
"Me dirijo directamente a la nariz del dragón y, con una sonrisa, me presento: 'soy Ladislav el bardo de la voz dulzona y he venido a presentaros una gran balada que he compuesto para vos' preparando mi laúd para acompañarme".
"Ubicándome detrás de Ladislav, ligeramente a su izquierda, asiento mientras él habla haciendo que la atención se centre en la puesta en escena.
"Mientras Ladislav y Yadira distraen al dragón, me deslizo sigilosamente aprovechando las columnas para avanzar lentamente hacia la gema. Al momento de empezar el canto y, coincidiendo con el chasquido del laúd, debería estar a distancia de lanzarle mi lazo para tirarla hacia mí"
Siendo yo el narrador, con este magnifico plan me limito a describir como el dragón se deja embelesar por unos instantes hasta que escucha el sonido del tirón de la cuerda. Las tiradas ahora serian para salir corriendo, el clímax no se ha interrumpido por los dados rodando. Ya tienen la gema, pero están perseguidos por un dragón enfurecido que ha sido engañado. De manera similar a la ridiculez de los enanos de El Hobbit al bañar en oro a Smaug. Similar, porque es bastante más ingenioso y verosímil esta elaborada distracción.
Por supuesto, alguien podría (legítimamente) preguntarse si toda esta puesta en escena podría ser elaborada por el grupo de personajes y no se trata (en realidad) de un momento de metajuego (plan de jugadores asumiendo más conocimiento que el grupo de personajes). A mí me parece de lo más verosímil aprovechar, como lo indica Guardiana, las competencias de cada personaje y adjudicar éxitos/fracasos automáticos.
En fin, es cosa de gustos, si alguien prefiere meter una serie de tiradas para resolver esta misma escena… está perfecto. Para mí sería más divertido imaginar y describir.
