[Rafael y Donato] A través del Adriático

[Charles_Castle]

-¡Vaya, que Dios se apiade de nosotros!, que esta tormenta no aumente. No estoy acostumbrado a viajar en barco y ahora espero que no afecte mi estómago, con lo que he comido - digo manteniéndome sentado en la cama y sujetándome - Todo ésto es extraño, no había pasado una tormenta así en todo mi viaje. ¿Vos tenéis experiencia en el mar? - le pregunto a Donato tratando de mantener un rostro con más temple, pero todo resulta extraño para mí.

[bleyd_master]

-Poca cosa... nada de viajes largos o de manejar un navío; allá en mi juventud si que he abordado alguno, para ir de costa a costa, pero poca cosa más.

Hago una pausa mientras compruebo la estructura del barco.

-Tan sólo esperemos que el recio barco sea tal y no una cáscara de nuez que se vaya a pique en esta terrible tormenta.

Me acomodo en la cama tumbándome con cuidado.

-Creo que sería mejor para vos que os acostarais, pues corréis peligro de caer. Con un poco de suerte no llegareis a pasar de un leve mareo, aun así si os encontráis mal puedo ir a por una palangana, siempre es bueno prevenir. Personalmente no me gustaría ver el camarote empantanado.

Le comento con tono afable, pensando en su bienestar.

[Baudelaire]

El barco sigue cimbrándose y crujiendo suavemente, soportando el embate de las olas y la lluvia intensa. Se escuchan los golpes contra el casco y se nota que la estructura resistirá, a menos que el segundo diluvio universal esté en ciernes.

Incluso con una tripulación que elige mantenerse oculta, se nota que saben hacer su trabajo. El bamboleo se hace más suave, el timonel ha conseguido ir cortando el oleaje, por lo que ahora es casi una suave cuna meciéndose al ritmo de una abuela que la empuja con delicadeza.

De todos modos, los efectos sobre el físico se hacen notar, dado que está muy entrado en años. El cartógrafo sabe exactamente por dónde seguirá la ruta, por lo que cualquier desvío imprevisto sería detectado. Ya viene siendo hora de considerar algunas hipótesis sobre el extraño comportamiento de la tripulación. Tan pronto la tormenta comience a menguar, lo primero sería quizás verificar si la vajilla que han utilizado habrá sido ya lavada al revisar nuevamente en la cocina.

Igualmente, intentar escuchar en los camarotes cercanos que están cerrados. Hay muchas posibilidades y ya no habrá más detenciones hasta el arribo a Venecia. La conversación continúa hasta que la lluvia toma un ritmo pausado que muestra su estabilización, manifestando que quizás seguirá hasta el ocaso. Sin embargo, ya es posible desplazarse por el barco sin terminar en el piso.

[Charles_Castle]

Le indico a mi nuevo compañero de viaje que no es necesaria la palangana, como físico sé hasta dónde puedo manejar los mareos o éso creo.

-Vaya, parece que se va tranquilizando esto, gracias a Dios Santísimo. No estoy seguro de querer comer algo más pero sé que me dará hambre después pero podemos aprovechar y explorar un poco, quizás tenemos suerte para encontrar a alguien de la tripulación - digo incorporándome al ver que se va calmando la agitación del barco.

[bleyd_master]

-Estoy de acuerdo querido colega, además me gustaría conocer al capitán, que menos que agradecerle por la travesía que nos ha proporcionado.-

Me levanto con cuidado y me adelanto para abrir la puerta del camarote, le cedo el paso a mi compañero para que tome la iniciativa.

-Creo que seria buena idea revisar el puente y el timón, alguien tiene que estar a los mandos… sinceramente me cansa no poder ver a otras personas… es, extraño, sin embargo marchemos pues, tal vez podamos conseguir una pata de tocino bien curada, estaria divina con pan y tomate-

Sonrió a mi compañero, el ánimo ha mejorado al pensar en la comida y en que el barco parece mucho más estable que antes.

[Baudelaire]

Avanzan nuevamente a la cubierta, a pesar de lo húmedo que está el piso… se puede caminar sin resbalarse. Al acercarse nuevamente a la cocina, a pesar de que la predicción de Donato se incumple. Hay algo de lechuga y carne de salmón recién asada en una gran fuerte. Parece una ensalada fría, aderezada con algunas especias que pueden oler con facilidad: eneldo y albahaca.

Sin embargo, la nariz de Rafael es más quisquillosa, porque puede detectar algo más. Un aroma de otra carne, más chamuscada, que proviene del interior. La puerta de acceso, en esta ocasión, está entreabierta. Con gran curiosidad deciden empujarla suavemente. Nadie está dentro, todo parece limpio y ordenado, con una pulcritud extrema.

El único elemento que parece fuera de lugar es una gran olla alta con la tapa cubriendo solamente una parte de la abertura superior. Con delicadeza, la abren y observan al interior. Luce inmaculada, salvo por un brillo extraño a contraluz: un pequeño trozo de uña. Donato le ayuda a Rafael a subirse a la hornalla para poder inclinarse con más facilidad y alcanzarla. Su comprobación es horrible: es humana y, el aroma de la otra carne chamuscada, proviene de un pequeño trocito adosado a ella.

Alguien ha cocinado algo distinto a salmón y tiene cierto gusto por los dedos… pero menor por las uñas, por que ha dejado un poco. Finalmente, al volver al piso para mirarse el uno al otro, un escalofrío de pánico les recorre al imaginar una posible causa de la desaparición de otras personas que habrían viajado y de la tripulación: han sido comidos vivos. Bajo la hornalla, hay dos hojitas de eneldo y una de albahaca, por lo que inmediatamente agradecen a los cielos haber dejado la carne de salmón y lechuga. La contaminación de las especias hacia el resto de los alimentos, es la hipótesis más sólida hasta ahora.

¿Cómo comprobarla sin terminar igualmente en la olla?

La tensa situación se vuelve todavía más complicada, porque se escuchan pasos que vienen a la cocina desde la cubierta. Ni Donato ni Rafael están preparados para una confrontación física, ¿qué hacer para evitar que han estado husmeando aquí?

[Charles_Castle]

-Dios Santo, debemos salir rápido de aquí. - le digo como susurro a Donato en tono de urgencia, el nerviosismo empieza a hacerse presente. Miro rápidamente de un lado a otro si hay otra puerta por la cual ocultarse o un armario o una trampilla.

Ni tiempo para pedir ayuda a los ángeles ni a algún santo, es momento de moverse rápido.

[Baudelaire]

Hay varios armarios que, probablemente, contendrían utensilios de cocina. Hay otra puerta que debe llevar a una despensa, meterse allí sería encerrarse todavía más… porque, por supuesto, se trataría de un espacio todavía más pequeño. Es la conclusión rápida de Rafael mientras le susurra a Donato.

Este último logra vislumbra una fina linea que aparece en el piso junto a la hornalla, una trampilla que quizás lleve a una cava. Otro espacio enclaustrado para un potencial escondite. Imposible saber si podrían caber allí… sin dar una mirada al interior.

Lo cierto es que es necesario actuar ¡ya! o buscar alguna explicación para darla a quién fuere que estará por llegar.

[bleyd_master]

-Tal vez estamos siendo paranoicos… es una cocina… ocurren accidentes, tal vez tan solo el cocinero se corto un dedo… ¿Cómo si no este barco sigue a flote y en el rumbo correcto? Lo primero es prepararse para lo desagradable, no tengo ganas de ver más monstruos.


Agarro la tapa de la olla y abro la puerta de la despensa dejándola entreabierta para después colocarme al lado de la puerta pegado a la pared, esperando que la puerta me cubra bastante como para que sea lo que fuere que entrará por esa puerta… no conseguirá verme y desviará su atención a la despensa, para así poder retirarme sigilosamente. Si no funcionara, recurriría a la sorpresa con un grito desgarrador y un golpe de escudo directo a la cara.

Hago señas a mi compañero para que se prepare, desconozco si me acompañaría en un combate, pero esperaré que fuéremos lo bastante astutos y buenos como para salir indemnes de ésto… Lo que está claro es que en el barco, nos hallamos encerrados.

[Charles_Castle]

Pienso en las probabilidades de que aquéllo hubiera sido un accidente de cocina. Podría pasar y más con el movimiento del barco de la tarde, pero no estoy del todo seguro de aquella explicación y más por el extraño comportamiento de los tripulantes.

Veo que Donato abre la despensa y entiendo su plan, espero que baste con éso para escabullirse de ahí. Así que me pongo a lado de mi compañero de viaje y su arma improvisada y espero que se entretenga lo suficiente para dar oportunidad de salir de ahí, a lo que me pongo a pensar en algo que acaba de decir: "…¿más monstruos?'" No querría preguntar donde ha visto a los anteriores