[Anaís] Reforzando la seguridad

Moderador: Baudelaire

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#81

Mensaje por Baudelaire » 01 Oct 2020, 23:18

Martino se acerca para reconfortarte, pero dada su ignorancia simplemente te da un par de palmaditas en tu adolorida espalda. Intentas contener la mueca, pero solamente consigues evitar dar un chillido.

Te quedarás con mi abuela, de paso conversaremos con el constructor. Supongo que la cabaña estará a nivel antes de fin de mes, Anaís.

Es una oferta irrechazable, porque… ¿en qué otro lugar te irías a quedar? ¿con el panadero? ¿con Jacinta? Quizás sería bueno mantenerse ligeramente distantes, para hacer pensar al enemigo que ha conseguido anular a la Rosa de pétalos violetas. Pero tampoco lo tiene tan claro, ¿cuánto demorará Jacinta en regresar con un físico? ¿y quién aceptará venir a atenderte?

Lo que sí tienes claro es que tienes una semana, según la predicción del horticultor, antes de poder volver a tu cabaña. Lo que te deja tranquila, es que el suelo sagrado la protegerá hasta entonces.

Deberías aceptar la oferta de Martino.

Es Doménica quien espera hacerte entrar en razón o, al menos, intentar que te decidas pronto. Tus heridas definitivamente persistirán sin la atención adecuada y ¿dónde más podrías ir?

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Leohan
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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#82

Mensaje por Leohan » 02 Oct 2020, 08:25

Creo que es una muy buena idea. Le agradezco, respondo a Martino. También tendré que agradecer a su abuela, a su debido tiempo. Sí, creo que ésto podría salirnos bien. La guarida anterior de la Rosa de Pétalos Violetas imagino que se puede dar por perdida, pero de seguro podrán encontrar un lugar nuevo. Yo por mi parte tendré que manejar las cosas para que cualquier mensaje confidencial que pueda llegar de Chipre o de Florencia no llegue a ésta casa… Pensándolo bien, todavía tengo que escribir la carta para Chipre, como había arreglado con Giancarlo.

Me pregunto si la abuela de Martino tendrá algún espacio donde pueda trabajar. Por lo menos debería llevarme suministros para escritura, algunos de los planos que ya he hecho y, por supuesto, mi bolsa de herramientas.

Manoseo mi llave de repuesto, que había colocado en mi cinturón, y miro a la puerta, con dolorosa anticipación. Tengo una nueva batalla en frente, quizás tan dura como la anterior, y es limpiar el desastre de harina y de masa pegajosa que ha quedado dentro de la casa, debido a las particulares condiciones en que los panaderos tuvieron que hacer su trabajo.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#83

Mensaje por Baudelaire » 02 Oct 2020, 17:50

Alessandro mira tu gesto y te invita a seguir a Martino. Doménica te hace un giño y Reinaldo toma la llave. Caminas con tranquilidad, intentando ordenar tus ideas. Se detienen para conversar con Amador el albañil y luego con Carlo el carpintero. Martino les hace saber tu predicamento y, mientras ellos se dirigen a ver a Coparino el constructor, ya han llegado a casa de su abuela.

Muy bien, Anaís. Aquí estamos, ella se llama Perséfone.

Toca la puerta y una mujer de edad similar la de tu madre se halla parada en el umbral tras abrir la puerta. Apenas alcanzas a presentarte, cuándo ya te saluda amablemente con la mano y mientras su nieto va explicándote te hace entrar. Asiente a los comentarios y sin decir palabra, te lleva a una habitación. Abre el armario y saca la ropa de cama que procede a acomodar sin aceptar cualquier ayuda ofrecida… todavía en un mutismo extremo.

Bueno, abuela. Debo ir a ver el huerto. Anaís es la cerrajera, quizás has oído de ella.

Martino te ha dejado en buenas manos y, para evitar retenerlo sabiendo que tiene trabajo pendiente, simplemente te despides. Esta Perséfone besa a su nieto y vuelve a observarte, todavía sin mover los labios.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#84

Mensaje por Leohan » 05 Oct 2020, 14:32

El lugar es amplio y parece cómodo. Tendré espacio para guardar mis cosas, a medida que vaya a buscarlas, y también dispone de una pequeña mesa sobre la cual podré leer o hacer mis planos.

Observo a la señora, que sigue callada. Se ha mostrado muy amable, sin decir palabras, pero me preocupa que quizás no confíe en mí.

Le aseguro que no necesitaré mucho, le digo, y le agradezco enormemente el favor que me está haciendo. Si puedo ayudarla con cualquier cosa en la casa, hágame saberlo.

Es posible que la señora se sienta obligada a aceptar mi venida, ya que su nieto ha hecho promesas en su nombre, pero odiaría que mi presencia no sea bienvenida.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#85

Mensaje por Baudelaire » 05 Oct 2020, 17:50

Perséfone sigue en silencio, pero se acerca y suavemente toma tu mano para invitarte a caminar a su lado. Se acerca a la puerta principal, poniendo tu mano sobre la cerradura mientras hace un crujido golpeando sus dientes… los pocos que le quedan.

Notas que el mecanismo parece trabado, le falta lubricación adecuada. Notas que en la mesa del comedor hay un frasco que contiene aceite de oliva. La anciana lo nota y rápidamente te lo acerca para que puedas rociar unas gotas.

Incluso sin tus herramientas, con un simple movimiento de muñeca asperjas el rocio en el lugar exacto. Perséfone toma la llave y sonríe al ver que gira con mucha facilidad. Te abraza y besa tu frente igual que con su nieto.

Apunta a una silla y te invita, con un gesto y todavía sin hablar, a sentarte. Ella va a buscar una olla con agua caliente y te sirve un buen tazón de agua de azafrán con un dulce distingo de miel recién recolectada. Regresa a la cocina y la ves abrir el horno, para sacar pan recién horneado. En una bandeja lo trae a la mesa junto con un trozo de queso de cabra, se nota que ella lo ha preparado todo.

Finalmente, se sienta frente a ti, en silencio… pero con una mirada de gratitud increíble que te provoca escalofríos.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#86

Mensaje por Leohan » 16 Oct 2020, 16:08

Le sonrío a la mujer ¿es que quizás sea muda? Es raro que la gente nazca sin voz pero con audición ¿Quizás su garganta estará demasiado seca y hablar le resulta doloroso? Resisto la tentación instintiva de revisar su cuello en busca de una cicatriz o algún otro tipo de signo de lastimadura, y comparto de buena gana la merienda.

Noto que todavía tengo manchas secas de la masa bendita pegada a mis manos, así que sutilmente comienzo a rasgarlas, para que así las migajas se mezclen en el plato con las del pan de Perséfone.

Le agradezco mucho, signora, le digo. Por la comida, pero especialmente por su hospitalidad al recibirme. Creo que iré a dormir ahora. He tenido un día largo, así que iré a descansar un momento. Luego deberé ir a buscar mis herramientas de trabajo.

Después de éso y una vez equipada debería ver si hay algo más con lo que podría asistir a la anciana.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#87

Mensaje por Baudelaire » 16 Oct 2020, 17:36

Perséfone agita la cabeza de lado a lado y saca el lado izquierdo de su lengua, el derecho parece estar cauterizado, algún accidente de infancia es tu primera hipótesis. Parece estar rechazando tu idea de buscar herramientas. Te toma de la mano y te lleva a la habitación, apuntando a la cama, mientras ella muestra todo lo demás, dejando muy claro el mensaje: tú descansarás y yo me ocuparé de lo demás.

De todos modos, además del problema de lubricación, efectivamente tu vista entrenada logra vislumbrar gran cantidad de muebles como armarios y cómodas que tienen problemas de cerrajería. Ya sea por uso, mal uso o desvencijamiento. Cajones desalineados, puertas mal cuadradas y un montón de cosas más que sin duda le harían más fácil la vida a la abuela de Martino. Simplemente deberás convencerla para que acepte tu ayuda.

La puerta del ropero de tres cuerpos parece desarmarse cuándo la abre para mostrarte más cobijas y almohadones. Se despide y cierra la puerta tras salir, aunque en realidad se demora bastante girando el pomo a un lado y al otro, levántandola y finalmente haciéndola encajar en el marco. Así y todo, puedes ver que hay una rendija arriba y otra abajo, además de las huellas de óxido en la cerradura.

Escuchas que la mujer está limpiando la mesa, muchos ruidos y la voz de Martino que resuena de pronto. Es un monólogo salpicado de silencios, sabes que él vendrá pronto a revisar como estás, así que debes ponerte la ropa de dormir pronto… nada deberá revelar las quemaduras en tu espalda.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#88

Mensaje por Leohan » 17 Oct 2020, 21:27

Parece que deberé ir mañana a buscar mis herramientas. Debo poder seguir trabajando, cierto, pero también hay un número de cosas que se podrían hacer aquí, si no por la calidad de vida de la signora Perséfone, por la mía propia. Y es lo mínimo a hacer a cambio de la gran hospitalidad que demuestra.

Pero ahora es tiempo de descansar, efectivamente.

En vez de ir hacia donde está la ropa de dormir, llevo a la misma junto a la puerta y me empiezo a cambiar allí. Siendo que no he recibido una llave para la habitación, mantenerme junto a la puerta es mi mejor manera de asegurarme de que nadie entre mientras me visto o desvisto.

En cuanto a las quemaduras, eventualmente deberé ver a un físico, cierto, pero hay nada que ganar en que Martino se preocupe o haga demasiadas preguntas al respecto.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#89

Mensaje por Baudelaire » 17 Oct 2020, 21:52

La voz de Martino sigue resonando solitaria, su abuela continúa haciendo orden, hasta que de pronto se detiene. Ya estás con la ropa de noche, cuándo dos pares de pasos se acercan. Otra vez la maniobra para abrir la puerta. Sabes que es Perséfone forcejeando y, tras un momento, aparece su cabeza apenas por el espacio que ha dejado. Verifica que estés presentable y termina de darle el paso a Martino. Ahora él es quien se queda en silencio hasta que ella se aleja.

Anaís, tengo tus herramientas. Te las pasaré por la ventana en un momento. Mi abuela me regañará si sabe que te he ayudado con éso, seguro te ha exigido que descanses. Pero tengo más que claro, según lo he notado, que estarás más calmada teniéndolas contigo.

Casi en un murmullo, apenas audible, como si Perséfone de pronto adquiere un oído portentoso… hace todo los posible para ocultarle esta noticia. Luego pasa a voz más clara y firme.

¿Todo bien, Anaís? Mi abuela me ha indicado que ya has comido algo y, por lo que veo, te ha proveído de ropa para dormir. Ella es una mujer maravillosa, a pesar de ser algo exigente. Siempre saca lo mejor de las personas.

Te guiña un ojo para que sigas el juego, mientras te hace un gesto para que vayas a entreabrir la ventana.

El aire fresco te hará bien, es muy importante mantener los ambientes ventilados. Lo que se queda encerrado termina por deteriorarse. Pero más tarde deberás cerrar, que por la noche caerá el frío.

Claramente es un pésimo actor, su puesta en escena es pésima… pero es lo mejor que tienes. Le agradeces y él se despide avisando que probablemente mañana vendrá el físico. Su abuela viene nuevamente a forcejear con la puerta, pero antes apunta a la ventana y con su mano te hace un gesto para indicar 15. Probablemente si pasas los 15 minutos vendrá ella misma a cerrarla, es lo que intuyes luego que ha cerrado. Escuchas a Martino despedirse y como Perséfone continúa con la limpieza.

Psst…

Oculto por el barullo en la cocina y el viento que sopla, apenas escuchas el llamado. Agachado bajo el umbral de la ventana, está él cumpliendo su palabra, te extiende un morral pequeño con lo fundamental. Más grande sería difícil de esconder. Apenas alcanzas a agradecer, cuándo Martino se aleja raudamente para evitar sospechas.

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Re: [Anaís] Reforzando la seguridad

#90

Mensaje por Leohan » 18 Oct 2020, 05:44

Le sonrío a Martino y hago un gesto de agradecimiento. Muy bien, pues. De momento haré caso a las demandas de la anciana y descansaré. Creo que lo tengo merecido, luego de semejante batalla. Dejo las herramientas debajo de la cama. Sin poder agacharse, debido a su edad, no hay chance de que la anciana muda pueda encontrarlas, a menos que tenga una astucia similar a la de cierta otra Perséfone, de Padua.

Luego de la visita del físico, si él confirmare mi buena salud, la señora no tendrá motivo para objetar mi trabajo… O quizás podría reparar las cosas a escondidas mientras ella tome sus siestas, y fingir ignorancia luego.

Tras cerrar la ventana, me recuesto boca arriba, en principio, lo cual sólo sirve para recordarme del dolor; por lo que giro a la izquierda, mirando hacia la puerta y pensando en lo ocurrido hoy.

Imaginando que me acompañaban otros Caballeros de Acre, no habría visto la necesidad de usar tácticas poco tradicionales. Me hubiera preparado para un ataque similar al que ya había recibido la última vez, confiada de que con el apoyo de una célula, tendriamos una ventaja aplastante.

Pero bastaría con observar a nuestro oponente para descubrir que no tendríamos chance. La pregunta sería si preferíamos huir o atrincherarnos. Independientemente, la casa habría sido perdida.

El estar forzada a cooperar con personas sin habilidad para pelear, pero con la valentía para hacerlo, me ví forzada a pensar en tácticas menos convencionales: las hogueras y el pan de agua bendita. Es gracioso. En cierto sentido se podría decir que derrotamos a nuestro enemigo usando el cuerpo de Cristo como arma.

¿Habrá dispuesto la providencia que estaría acompañada por un grupo con habilidades tan útiles? ¿O es mi propio mérito por haber entendido la mejor forma de usar los recursos a mi disposición? Independientemente, creo que si hay una lección a aprender aquí, es prepararse para cualquier batalla como estando en una posición de debilidad. Especialmente si desconozco la naturaleza exacta del enemigo.

Bueno, éso y a nunca más subestimar a la Rosa de los Pétalos Violetas.


Apoyo el rostro contra la almohada. A pesar de haber cerrado la ventana, he olvidado de las cortinas. Aunque la luz no es cegadora, exactamente, sigue siendo molesta.

…Está bien. Estoy lo suficientemente cansada para dormirme de todas formas.

Cerrado

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