(C) La extraña muerte de Esteban Espinosa

Prólogo de la partida, comprenda el año anterior a la celebración de "La Promesa".

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Livia
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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#11

Mensaje por Livia »

Aquello era el trabajo indicado para un portátil. Con la mochila al hombro se fue hacia los servicios femeninos. Pasó por delante del cartelito que lo indicaba y, simplemente, pasó de largo frente a los lavamanos y espejos para colocarse en el último de los cubículos desocupados. No era el sitio que más le agradase pero creyó que era necesario. Cerró la tapa para sentarse encima y sacó el portátil. Tenía una forma de romper esa clave wifi a través del Linux que tenía instalado.

Cerró el pestillo y por si acaso apoyó la espalda contra la pared y subió las piernas para que no se vieran por debajo de la puerta.

Era perder tiempo pero en cuanto tuviera la contraseña iba a ser coser y cantar. Solo necesitaba un poco de tiempo. Abrió la tapa del portátil, lo encendió y se puso manos a la obra de inmediato para conectarse a la red privada.

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Variable
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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#12

Mensaje por Variable »

Lanzaste la herramienta de reventar contraseñas por fuerza bruta. El problema es que, al hacerlo, ibas a tener que esperar una media de 10 minutos.

Se te acababa el tiempo, Eva.
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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#13

Mensaje por Livia »

En esos momentos solo había pensado en derribar una barrera que se le había puesto por delante, pero la cuestión, es que no tenía por qué arriesgarse tanto. Si alguien detectaba la intrusión, podía revisar tranquilamente las cámaras de seguridad para ver que una mujer joven con mochila trasteaba unos instantes en un puesto público antes de ir al servicio. Solo había que sumar dos y dos. No hacía falta ser Einstein para darse cuenta de ello.

Sin embargo, si salía tranquilamente, a ser posible con expresión de alivio, aceptaba la perdida de tiempo y se dejaba ver al salir, lo más probable es que el señor de la puerta de acceso pensase que había tenido una urgente necesidad fisiológica, y que se había querido ahorrar el precio de una consumición en cualquier bar cercano o pagar en un baño público, como el de Atocha.

Cerró el portátil, volvió a meterlo en la mochila y comenzó a pensar. Abrió el pestillo del cubículo y salió para dirigirse al lavamanos, dejando tras de sí el sonido de la cisterna vaciándose y volviéndose a llenar. ¿Qué podía hacer? No tenía mucho tiempo para consultar, ya fuese mañana o pasado. Tampoco quería hacerse tan frecuente de un sitio como para que la llegasen a reconocer. Mientras se enjabonaba las manos y presionaba el grifo para que saliera el agua comenzó a pensar en que el wifi llegaba a los alrededores. Quizás solo debía vigilar el perímetro de la biblioteca, intentar vislumbrar los medios de seguridad y ver hasta dónde llegaba la capacidad de la red privada.

Comenzó a pensar en cómo podría mantener una puerta abierta para acceder a la biblioteca siempre que quisiera. Quizá pudiera comenzar a programar algún troyano o algo de spyware específico. Comenzó a verle las aplicaciones al pensar en que tenía el email del asesor pijo. Y su teléfono....

Tenía todo el tiempo del mundo. Todo. No tenía por qué precipitarse. Así que simplemente, decidió secarse las manos con un papel y salir de allí con la mochila al hombro y una sonrisa de oreja a oreja con expresión de gran paz. Saludó al vigilante al salir e hizo lo que todo el mundo haría en pleno siglo XXI. Sacar el móvil e ir jugueteando con él. Evidentemente, entre pantallas de redes sociales lo que estaba era controlando hasta dónde llegaba el wifi privado y el de invitados.

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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#14

Mensaje por Variable »

Aunque por wifi podría seguir conectada, salir implicaba estar cerca de un perímetro gubernamental que seguramente tendría vigilancia física. No parecía algo muy recomendable.

Una opción interesante, pero mucho más lenta, podría ser acudir de nuevo a casa y encontrar un agujero para colarse (quizás con ayuda) dentro de la red interna.

O dejar un programa de eco dentro de la red para acceder desde casa.

Había bastantes posibilidades... ¿Cuál tomaría?
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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#15

Mensaje por Livia »

Los planes de Eva para esa noche eran sencillos. Conseguir algo de información extra sobre Ferrero, saber qué había aparecido en los sucesos sobre la muerte de su padre y por último, averiguar algo más sobre posibles incendios domésticos acaecidos tanto en Madrid como en la Comunidad. Eran los tres hilos que pensaba que podían llevarle a algún sitio. No recordaba que su padre hubiera mencionado jamás que tenía un asesor jurídico por lo que comenzó a pensar que podía ser alguien que, o bien le había hecho un encargo, era un intermediario en uno, o bien estaba en el foco de alguna de sus investigaciones.

Las últimas entradas del diario de investigación de Esteban correspondían a los que llamaban Los Otros. Por eso, no tuvo aún valor de darle un telefonazo al pijo para ver qué podía sonsacarle, aunque sus habilidades sociales no es que fueran muchas.

Por ello, y como no pensaba volver a casa aún, Eva decidió que un programa eco sería lo mejor. Por supuesto, iba a tomar todas las precauciones cibernéticas pertinentes para evitar ser detectada y localizada, en la medida de sus posibilidades, porque iba a usar el móvil para conectarse a internet y la red desde el coche.

Esa solo era la primera de las paradas, ahora que tenía un tiempo eterno pero limitadísimo en cuanto a horas de actividad.

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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#16

Mensaje por Variable »

Los planes de Eva para esa noche eran demasiados, y no iba a poder con ellos, ni mucho menos. ¿Cómo iba a conseguir información extra sobre Ferrero? ¿Qué tipo de información buscaba exactamente?

Detectar los incendios va a ser bastante más complicado. ¿Cómo podría distinguir los que pertenecían a los Otros de los incendios ordinarios? Cualquiera diría que alguien con una capacidad tan potente para destruir vampiros tendrían también la capacidad de ocultar su rastro.

El programa eco era cosa mayor. Ponerse a desarrollarlo allí mismo iba a ser muy, muy peligroso. Iban a ser un buen puñado de horas y probablemente haría mejor en hacer un scan, coger algunos datos estadísticos y luego trabajar cómodamente desde casa un par de noches, preparando un asalto final a la Biblioteca para realizar la implantación.
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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#17

Mensaje por Livia »

Había muchas cosas que deseaba saber de Ferrero. Principalmente, si era un pijo banal que pudiera aparecer en alguna noticia superficial o alguna mención pública a su apellido. Era solo algo extra a lo que ya sabía. Pero lo que más le importaba en esos instantes era saber cómo eran las noticias que habían aparecido de la muerte de su padre, si lo había hecho. Creía que podía sacar algo de aquello o quizás fuera solo una curiosidad morbosa en un intento de acercamiento a un trágico suceso.

Lo de los incendios iba a ser pura colección. Solo el intento de comenzar a crear una pared llena de las impresiones de los recortes de las noticias en busca de un patrón. Algo común que les delatara. Todos los investigadores llegaban a crear una pared así, o quizás había visto demasiadas películas. En su caso, adornarían las paredes de la habitación que no usaba, la habitación del dolor, donde dejaba a sus perras si molestaban y quería que estuvieran abajo. Era un buen lugar tanto para realizar un trazado en imágenes de la muerte de su padre como del otro misterio... Los Otros.

Eva decidió recabar los datos que pudiera y, luego, regresar. Iba programar en el porche como si no hubiera un puñetero mañana. Siempre era mejor tener una pequeña puerta para poder realizar todo tipo de consultas en la Biblioteca que tener que ajustarse a esos infernales horarios.

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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#18

Mensaje por Variable »

Lo cierto es que no había noticias del asesinato de su padre. ¿Se acordaba Eva de cómo había sido? ¿De los datos que ya conocía? ¿Podría recopilarlos y empezar a tirar del hilo desde ahí?

Con tiempo suficiente, podría crear una base de datos con todos los incendios registrados cometidos en Madrid, aunque algo le decía que, para hacer eso, quizás lo mejor era acudir a la base de datos de los bomberos.

Tenía muchos meses de trabajo por delante.
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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#19

Mensaje por Livia »

¿Qué sabía del asesinato de su padre? En ese momento, se detuvo, frunciendo el ceño. Falacias. Mentiruscos atados con piedras. Todo lo que le había contado la policía no le parecía más que una patraña con el ánimo de cerrar un caso cuanto antes para evitar que una zona turística fuera evitada por las hordas que cada semana se dejaban dinero en el barrio. Lo que sabía es que había un tal inspector Marín de la comisaría de Ronda de Toledo que la citó para explicarle lo que había sucedido con su padre: ni más ni menos que un robo con un fatal desenlace. Supuestamente, durante las últimas horas de la tarde un par de delincuentes comunes, ladrones de poca monta y toxicómanos reconocidos, habían entrado en la tienda con afán de hacerse con la recaudación del día. Supuestamente, y como si fueran los puñeteros ochenta, con el móvil de, ni más ni menos, conseguir dinero para calmar el mono. Pero ni eran los ochenta ni un jodido yonki o robaviejas entraría en una decrépita librería de viejo a robar.

Pero eso jamás se lo había tragado. Sobretodo porque hubiera salido más rentable entrar en el restaurante que estaba al lado. No, no colaba. Un robo con intimidación pero... ¿por qué había muerto su padre en el sótano? ¿Por qué estaba allí todo lleno de sangre? Aunque se hubiera resistido. ¿Por qué matarlo en el sótano y no junto a la misma caja registradora de la planta principal si había sido un supuesto forcejeo? Pero sobretodo, en esa caja como mucho hubieran sacado doscientos pavos. ¿Por qué matar a alguien por tan poco dinero? Bueno, podía ser que hubieran arrastrado al cadáver o al moribundo hasta el sótano pero... ¿por qué ser tan fríos para dejarlo todo perdido?

Sí, vale. Podía ser el mono. Podía ser algo tan imperioso como el hambre voraz que ella sentía. Pero, ¿por qué hacer que te busquen cuando puedes robar a unos guiris y sacarte más? No. Según le dijeron y le mostraron en la rueda eran un delicuente común marginal de Pitis, relacionado con la droga, y un yonki que parecía que habían recogido de los alrededores de Embajadores cuando intentaba encontrar un "taxi" que le llevara a la Cañada a pillar.

Según su teoría más simple, los maderos se habían quitado dos delincuentes comunes de encima, vulnerables y sin coartada, para quitarse un caso de encima. Lo mismo, por pereza, porque el apellido Espinosa tenía ciertas connotaciones aunque no fueran los primeros de ninguna lista, o porque tenían manía a dos delincuentes comunes, o porque había alguien de cierto poder por ahí...

Fuera como fuese, encontraría la forma de hacerles pagar.

Supuso que sería fácil encontrar una nota en los sucesos de la prensa común, o quizás como noticia destacada en alguna revista del distrito, o, incluso, de alguna mención en alguna revista periódica del sector del libro, al que pertenecían por pleno derecho y pago de sus correspondientes cuotas, desde hacía generaciones.

Eva decidió hacer un scan previo, con el ceño fruncido y regresar a casa para ponerse a programar el "eco". En cuanto estuviera listo iba a regresar a implementarlo. Un acceso a la Biblioteca Nacional nunca venía mal... Ya intentaría programar algún algoritmo de búsqueda para que filtrara por palabras claves. Curro, sí, pero tenía todo el tiempo del mundo...

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Re: La extraña muerte de Esteban Espinosa (C)

#20

Mensaje por Variable »

Mientras se marchaba bajo la atenta mirada del nada feliz bibliotecario que la había reprendido ya varias veces, Eva repasaba los hechos. Lo que sabía realmente.

Sabía que su padre había sido asesinado en la propia tienda, apuñalado 26 veces. Después, su cuerpo se había movido al sótano dejando un considerable reguero de sangre. Por lo poco que le dijeron, perdió tanta sangre que apenas le quedaba un 10% en todo su sistema cardiaco. Era muy muy poca sangre.

Llegó a Rocinante minutos más tarde, con un montón de posibilidades en su mente. Nuevas perspectivas propiciadas quizás por su nuevo status vampírico.
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Cerrado

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