- Lo sé, lo sé - dijo, respondiendo a ambas cuestiones-. Pero no creo que me dejen mucho espacio ni tiempo para hacer planes. Además... - se detuvo de improviso, porque había otras cosas que estaban influyendo en ella -... me está costando centrarme.
De nuevo se detuvo. No había tomado en cuenta las señales. No se había acordado de seguir lo que tan sabiamente le había indicado con respecto a la alimentación que debía llevar. Un poco cada noche. Un poco para evitar tener sed, para evitar esas ideas que estaban dentro de su mente, y que no sabía si eran suyas o eran producto de que no estaba bien alimentada. Le hubiera gustado echarle la culpa a algo, a eso que le había dicho que se llamaba la Bestia, pero para ella no era una entidad así que se culpó a si misma .
- He sido olvidadiza, negligente y estúpida y ahora he descubierto que detrás de cada cosa que planeo me oculto una sola intención, que no se no corresponde a la preocupación por el bienestar de mi familia putativa, se disfraza en ella.
Su tono voz había cambiado porque se sentía culpable y avergonzada pero por mucho que lo lamentase nada iba a cambiar si no le ponía remedio. Lo que sí que necesitaba era desahogarlo, hacerlo visible para quizá ser capaz de intentar discernir mejor su realidad, sus planes y sus elecciones.
- Llevo, desde que accedí a los datos de uno sin quitarme la imagen de su familia de la cabeza. Sé donde están. Más o menos he pensado cómo arrebatarle a los más vulnerables para que me hagan de seguro de vida - se detuvo otra vez- pero temo que sea una excusa para sacar lo peor de mí. Y cuanto más me presionan, cuanto más me acosan, más duros se muestran esa feroz parte de mí crece más, con sus intenciones ocultas dentro de las mías.
Emitió algo que parecía un largo suspiro, aliviada por haber soltado aquello. Esa había sido la verdadera intención de esa llamada: confesión, consuelo y el simple apoyo que le ofrecía el saber que Daniel estaba ahí. En ese momento, volvió a centrarse un poco más en su entorno. Hizo una rápida revisión de su entorno a través de los espejos y las ventanillas. Después, regresó a mirar la pantalla del portátil para saber por donde iba el móvil de su tío.
-Voy a tener que dejarte ya. Estoy segura que no tardarán mucho en llegar hasta mi posición.
E iba a escuchar todo lo que tuviese que decir antes de colgar, si es que tenía que decir algo.
(C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
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Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
- Haces bien en mantener a la Bestia a raya -dijo Daniel-. Es una guerra inmortal que debes aprender a sobrellevar con tu noche a noche.
Hizo una breve pausa, sabía que aquello era importante para ella.
- La información es poder. Cuando actuamos con dudas, o más sombras que luces, lo que conseguimos es lanzar la moneda del destino y encomendarnos a ella. Actúa para conseguir información, no para resolver el problema. Esto es aplicable a los dos temas, al inicial y al profundo.
Hizo una breve pausa, sabía que aquello era importante para ella.
- La información es poder. Cuando actuamos con dudas, o más sombras que luces, lo que conseguimos es lanzar la moneda del destino y encomendarnos a ella. Actúa para conseguir información, no para resolver el problema. Esto es aplicable a los dos temas, al inicial y al profundo.
Siempre hay múltiples caminos para llegar a un destino: algunos empedrados, algunos asfaltados, otros son caminos que atraviesan bosques y otros se sumergen bajo las montañas. Cualquiera que sea el camino, el mío siempre es el de la no espada.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
- Muchas gracias - respondió, con una voz distinta, cálida y serena. Casi pudo escucharse su sonrisa en sus palabras
Entrecerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, hasta que se topó con el duro e incómodo respaldo del viejo Ibiza. Mordió el guante para ayudarse a quitárselo, alargó la mano y acarició con la yema de los dedos la tosca y desagradable felpa que forraba el techo del Ibiza. Se sentía apoyada y apreciada e incluso se sintió mejor, más positiva y fuerte. Se tomó unos segundos para reflexionar sobre lo todo lo que le había dicho. Apreciaba muchísimo su opinión cuando se la daba, como también sus consejos y su perspectiva como vástago experimentado que era, como su creador y su guía.
Tengo que dejarte pero te mantendré informado.
Y si no tenía más que decirle, esa era su despedida antes de escuchar la de la otra parte y colgar. Después de hacerlo, iba a cambiar de nuevo la tarjeta para ver qué nuevos mensajes tenía, y si le habían enviado una prueba de vida como había pedido. También iba a comprobar la ubicación del móvil de su tío en el portátil ¿Se habría detenido? ¿A dónde iría? Solo una ubicación antes de hacer el mismo trámite en el móvil, algo mucho más sencillo para seguir que tener que tener el ordenador abierto.
Su idea inicial, dependiendo de la ubicación del móvil de su tío, era ni más ni menos que abandonar el Ibiza en pleno corazón de San Cristóbal, y buscar por allí otro vehículo del que poder apropiarse.
Entrecerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás, hasta que se topó con el duro e incómodo respaldo del viejo Ibiza. Mordió el guante para ayudarse a quitárselo, alargó la mano y acarició con la yema de los dedos la tosca y desagradable felpa que forraba el techo del Ibiza. Se sentía apoyada y apreciada e incluso se sintió mejor, más positiva y fuerte. Se tomó unos segundos para reflexionar sobre lo todo lo que le había dicho. Apreciaba muchísimo su opinión cuando se la daba, como también sus consejos y su perspectiva como vástago experimentado que era, como su creador y su guía.
Tengo que dejarte pero te mantendré informado.
Y si no tenía más que decirle, esa era su despedida antes de escuchar la de la otra parte y colgar. Después de hacerlo, iba a cambiar de nuevo la tarjeta para ver qué nuevos mensajes tenía, y si le habían enviado una prueba de vida como había pedido. También iba a comprobar la ubicación del móvil de su tío en el portátil ¿Se habría detenido? ¿A dónde iría? Solo una ubicación antes de hacer el mismo trámite en el móvil, algo mucho más sencillo para seguir que tener que tener el ordenador abierto.
Su idea inicial, dependiendo de la ubicación del móvil de su tío, era ni más ni menos que abandonar el Ibiza en pleno corazón de San Cristóbal, y buscar por allí otro vehículo del que poder apropiarse.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
- Me quedo aquí entonces hasta nuevo aviso -repuso Daniel-. Mantenme informado, por favor.
Cuando puso la nueva tarjeta ya había llegado la prueba de vida: un MMS con la imagen de Raúl amordazado, y su propio reloj, al día.
Cuando puso la nueva tarjeta ya había llegado la prueba de vida: un MMS con la imagen de Raúl amordazado, y su propio reloj, al día.
Siempre hay múltiples caminos para llegar a un destino: algunos empedrados, algunos asfaltados, otros son caminos que atraviesan bosques y otros se sumergen bajo las montañas. Cualquiera que sea el camino, el mío siempre es el de la no espada.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
Como el final de la conversación había sido un poco "así", se decidió a escribirle a Daniel por el chat secreto de Telegram para dejarlo un poco más tranquilo. Aunque el mensaje que acababa de recibir no es que fuese de lo más halagüeño pero al menos su tío estaba vivo. Intentó averiguar si había algún detalle en la fotografía que pudiera serle de ayuda, aunque, supuso que no habrían sido tan torpes, pero por si acaso...
Eva les escribió un nuevo mensaje:
Después, arrancó el vehículo para dirigirse al corazón de San Cristóbal. Era un barrio deprimido, por llamarlo de una manera cortés y eufemística, donde esperaba poder deshacerse del Ibiza en el lugar más conflictivo. Esperaba también hacerse por allí con algún nuevo vehículo de forma fácil. El coche más sencillo solía ser el León, algo que era de su preferencia pero también si había alguna moto de buena potencia a mano, con la que pudiera hacerse con facilidad, no le haría ascos.
Como de todas maneras estaba con la idea de que la seguían, dejó el coche en algún lugar desde el que pudiera ver si se aproximaban los motoristas haciendo su presencia invistible. Continuó monitorizando si el punto se movía, si seguía sin hacerlo y las horas correspondían a las del MMS, iba a empezar a barajar el acercarse hasta Aluche
Eva les escribió un nuevo mensaje:
¿Qué es lo que queréis?
Después, arrancó el vehículo para dirigirse al corazón de San Cristóbal. Era un barrio deprimido, por llamarlo de una manera cortés y eufemística, donde esperaba poder deshacerse del Ibiza en el lugar más conflictivo. Esperaba también hacerse por allí con algún nuevo vehículo de forma fácil. El coche más sencillo solía ser el León, algo que era de su preferencia pero también si había alguna moto de buena potencia a mano, con la que pudiera hacerse con facilidad, no le haría ascos.
Como de todas maneras estaba con la idea de que la seguían, dejó el coche en algún lugar desde el que pudiera ver si se aproximaban los motoristas haciendo su presencia invistible. Continuó monitorizando si el punto se movía, si seguía sin hacerlo y las horas correspondían a las del MMS, iba a empezar a barajar el acercarse hasta Aluche
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
La fotografía parecía bastante bien construida, pero en este caso no era la fotografía lo que aportaba información, era su contexto... Si a Raúl le acababan de hacer estaba ahora con su móvil y su móvil estaba en Aluche...
San Cristobal parecía bastante animado, había cerca de ella un grupo de gente sentados en un banco, con no muy buenas pintas... Pero no había nada parecido a los motoristas que Eva buscaba.Queremos hablar.
Siempre hay múltiples caminos para llegar a un destino: algunos empedrados, algunos asfaltados, otros son caminos que atraviesan bosques y otros se sumergen bajo las montañas. Cualquiera que sea el camino, el mío siempre es el de la no espada.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
No buscaba que los motoristas estuvieran por allí. Buscaba que pudieran haberla seguido y que pudieran aparecer en cualquier momento. La verdad es que le estaba dando un poco de cargo de conciencia el dejar el vehículo que había tomado prestado en una zona tan mala. Comenzó a pensar que no sería mala idea devolvérselo a su propietario dejándolo en el parking para minusválidos de cualquier otro lugar. Como ya estaría denunciado, cuando la grúa se lo llevase, su propietario podría recuperarlo sin cargos ni sanciones del depósito municipal.
El aviso del mensaje hizo que se olvidara momentáneamente de todo y acudiera a leerlo. En seguida se puso de mal humor, porque encima de todo lo que le habían hecho ¿se atrevían a intentar engañarla? ¡Venga ya, hombre! Empezó varias veces a escribir pero cada vez que lo hacía lo borraba. No se le ocurría nada amable que decirles.
Arrancó y atravesó las truculentas calles del animado barrio San Cristóbal. No era precisamente un lugar agradable. Dejó aparcado el Ibiza en la zona para minusválidos del centro de salud. Borró cualquier huella que pudiera haber en el vehículo y con la mochila a las espaldas se encaminó en busca de algo facilito como un seat León.
El aviso del mensaje hizo que se olvidara momentáneamente de todo y acudiera a leerlo. En seguida se puso de mal humor, porque encima de todo lo que le habían hecho ¿se atrevían a intentar engañarla? ¡Venga ya, hombre! Empezó varias veces a escribir pero cada vez que lo hacía lo borraba. No se le ocurría nada amable que decirles.
¿Sobre qué? Si solo queréis hablar, soltadlo. Es muy mayor. Y accederé a que nos reunamos. En un sitio público. Con gente.
Arrancó y atravesó las truculentas calles del animado barrio San Cristóbal. No era precisamente un lugar agradable. Dejó aparcado el Ibiza en la zona para minusválidos del centro de salud. Borró cualquier huella que pudiera haber en el vehículo y con la mochila a las espaldas se encaminó en busca de algo facilito como un seat León.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
El mensaje no tardó en llegar, fue prácticamente inmediato, como si estuviera esperando para entrar tras la salida del de Eva.
Cuando estaba ojeando los coches de la zona escuchó el sonido de una sirena de policía, un par de calles más allá.Lo soltaremos cuando vengas. Sitio público con gente, sin problema.
Siempre hay múltiples caminos para llegar a un destino: algunos empedrados, algunos asfaltados, otros son caminos que atraviesan bosques y otros se sumergen bajo las montañas. Cualquiera que sea el camino, el mío siempre es el de la no espada.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
Es que era ver los mensajes de esa gente y ponerse de un mal café. ¡Ah, café! No se había dado cuenta lo que echaba de menos un buen café hasta entonces. Era su fuente de energía favorita, y ,por que no decirlo, también de buen rollito. No había nada como un buen café... Oscuro, como vitae. Calentito, como sangre brotando de una arteria. Dulce como... Tuvo que agitar la cabeza para espantar la vívida imagen de un gran tazón humeante de sangre. ¡Ah! Seguía teniendo que satisfacer esa necesidad.
La sirena de la policía la ayudó a distraerse. ¿Era muy normal que estuvieran por un lugar tan conflictivo? No tenía ni idea. Lo más seguro es que hubiese una reyerta o algún altercado por el que se les hubiera dado aviso. No le preocupaba lo más mínimo porque era invisible. Bueno, para hacer honor a la verdad había que decir que lo suyo era más como esa escena de Drácula, la de Coppola del 92, en la que está en una forma bestial poniéndose las botas con Lucy y les pilla Mina. Y le suelta: "Te prohíbo que me veas". Claro que eso no funcionaba con las cámaras, pero como funcionaba con las personas y la policía no dejaban de ser personas, unos bastardos, los perros represores del sistema, pero gente con una mente a la que engañar, pues no le preocupaba.
Como pensó que podía ser molesto para sus planes de apropiación indebida de un vehículo. Decidió acercarse esas dos calles, con muchísima precaución, para echar un vistazo a qué podía haber pasado y así hacerse sus cábalas de si podría ser molestada o no. Tras ver qué sucedía iba a moverse algunas calles más lejos, en busca de su presa ideal: el seat León. Claro que si veía que la zona estaba muy agitada o había previsión de que pudieran moverse o recibir refuerzos, iba a valorar el tomar el transporte público.
Su póximo movimiento lo tenía claro: volver a repetir lo de Santa Eugenia. Ir a Usera u Orcasitas, que le parecían lo suficientemente cerca pero también lo bastante lejanos -y decrépitos- para ser uno de sus próximos destinos en busca de una auténtica gestoría de mierda. ¿Por qué una gestoría? Ni más ni menos porque introducirse en al Registro de la Propiedad o el Registro Civil le parecía bastante más complejo que la escasa seguridad de una gestoría cutre de barrio bajo. Una vez allía iba a usar los sistemas propios de los gestores -seres mágicos capaces de mil y una maravillas en cuestión de trámites- para ver si salía de dudas con los Ferrero Torres.
A ver qué decía el Registro Civil en cuanto a los Ferrero Torres: las partidas de nacimiento, defunción y matrimonio. De camino también echaría un vistazo a Emilio, ¡cómo olvidarse de ese cabronazo! Y luego, algunos sencillos trámites más para ver las posesiones a nombre de esta gentuza en el Registro de la Propiedad -y las de la alegre comunidad de los coleguitas de Cristo-, junto a ver si había suerte en el Registro Mercantil y podía ver cuáles eran las sociedades en las que aparecían como administradores (o las cuentas de los Coleguitas).
Tres registros que se evitaba de violentar a cambio de acceder a una gestoría. Parecía buen negocio a priori. Pero antes... a ver qué estaba pasando en la zona.
La sirena de la policía la ayudó a distraerse. ¿Era muy normal que estuvieran por un lugar tan conflictivo? No tenía ni idea. Lo más seguro es que hubiese una reyerta o algún altercado por el que se les hubiera dado aviso. No le preocupaba lo más mínimo porque era invisible. Bueno, para hacer honor a la verdad había que decir que lo suyo era más como esa escena de Drácula, la de Coppola del 92, en la que está en una forma bestial poniéndose las botas con Lucy y les pilla Mina. Y le suelta: "Te prohíbo que me veas". Claro que eso no funcionaba con las cámaras, pero como funcionaba con las personas y la policía no dejaban de ser personas, unos bastardos, los perros represores del sistema, pero gente con una mente a la que engañar, pues no le preocupaba.
Como pensó que podía ser molesto para sus planes de apropiación indebida de un vehículo. Decidió acercarse esas dos calles, con muchísima precaución, para echar un vistazo a qué podía haber pasado y así hacerse sus cábalas de si podría ser molestada o no. Tras ver qué sucedía iba a moverse algunas calles más lejos, en busca de su presa ideal: el seat León. Claro que si veía que la zona estaba muy agitada o había previsión de que pudieran moverse o recibir refuerzos, iba a valorar el tomar el transporte público.
Su póximo movimiento lo tenía claro: volver a repetir lo de Santa Eugenia. Ir a Usera u Orcasitas, que le parecían lo suficientemente cerca pero también lo bastante lejanos -y decrépitos- para ser uno de sus próximos destinos en busca de una auténtica gestoría de mierda. ¿Por qué una gestoría? Ni más ni menos porque introducirse en al Registro de la Propiedad o el Registro Civil le parecía bastante más complejo que la escasa seguridad de una gestoría cutre de barrio bajo. Una vez allía iba a usar los sistemas propios de los gestores -seres mágicos capaces de mil y una maravillas en cuestión de trámites- para ver si salía de dudas con los Ferrero Torres.
A ver qué decía el Registro Civil en cuanto a los Ferrero Torres: las partidas de nacimiento, defunción y matrimonio. De camino también echaría un vistazo a Emilio, ¡cómo olvidarse de ese cabronazo! Y luego, algunos sencillos trámites más para ver las posesiones a nombre de esta gentuza en el Registro de la Propiedad -y las de la alegre comunidad de los coleguitas de Cristo-, junto a ver si había suerte en el Registro Mercantil y podía ver cuáles eran las sociedades en las que aparecían como administradores (o las cuentas de los Coleguitas).
Tres registros que se evitaba de violentar a cambio de acceder a una gestoría. Parecía buen negocio a priori. Pero antes... a ver qué estaba pasando en la zona.
Re: (C) [Madrid ciudad] La noche después (Eva Espinosa)
No había ningún Seat León cerca, al menos en las inmediaciones. Podría gastar más tiempo y terminaría encontrándolo, pero llevaba como 20 minutos sin encontrar nada.
Los planes a largo plazo de Eva parecían bastante sensatos, pero había que realizarlos uno tras otro, poco a poco. ¿Podría acceder de nuevo a la gestoría? ¿Habrían detectado su intrusión de la otra vez?
De momento, la decisión era sencilla... ¿Tomar el metro o seguir buscando?
Los planes a largo plazo de Eva parecían bastante sensatos, pero había que realizarlos uno tras otro, poco a poco. ¿Podría acceder de nuevo a la gestoría? ¿Habrían detectado su intrusión de la otra vez?
De momento, la decisión era sencilla... ¿Tomar el metro o seguir buscando?
Siempre hay múltiples caminos para llegar a un destino: algunos empedrados, algunos asfaltados, otros son caminos que atraviesan bosques y otros se sumergen bajo las montañas. Cualquiera que sea el camino, el mío siempre es el de la no espada.