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Mensaje
por Ra` » 28 Ene 2022, 00:18
[mention]vandalgogh[/mention]
A ver si podemos trabajar con esto, tú me dices (me queda pendiente para mañana el reparto de puntos en la ficha).
Nombre Jhon Lovecart
Edad: 28
Pelo negro, pelado a capa (tipikal de la época)
Estatura: 1'84 m
Peso 76 kg
Chaqueta de cuero con gorro. Unos Levis bastante usados, una camiseta del personaje de cómic "the punisher", cinturón de cuero, deportivas negras.
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Dejadme contaros desde el principio, no recuerdo nada de mí infancia, tengo algunos flashes sin sentido, moteles, mi madre (a ella si la recuerdo, pero como fotogramas sueltos en una película dañada), recuerdo sonrisas y un viejo columpio oxidado una tarde casi sin nubes, no sé ni dónde fue eso… recuerdo… recuerdo caras de pánico, gritos, llorar desconsolado y a unos lobos terribles, no se… no se qué pasó, como salí, que fue de mi madre, ¿Tenía padre?
Pues bien, a efectos reales nada de todo eso importa. Lo cierto es que fui un niño huérfano, sin nombre, sin apellidos, sin registro, criado en un orfanato de Boston, desde no se qué edad hasta los 13. A esa edad me escapé por primera vez, estuve 8 meses fuera, incluso encontré trabajo, en un desguace como aprendíz de mecánico o más bien algo parecido a un mecánico, Bob y Julie me daban de comer y además de pagarme algo me dejaban dormir allí, como una minifamilia, duró poco. La policía me devolvió a "mi hogar". A los 18 me adoptó Martín Scorsso, un viejo tranquilo, leído, que me hablaba de mundos de fantasi, después seres sobrenaturales, me obligaba a leer libros de filosofía oriental y me hacía partícipe en algunos experimentos y pruebas que realizaba en su mini taller/laboratorio que tenía en su garaje. Es curioso pero fue justo en esa época en la que comencé a sacar mejores notas en los estudios, obtuve el título de F.P. de electrónica, no es para presumir, pero lo cierto es que tuve una nota excelente. El viejo Martín me fascinaba mucho, le consideraba un loco paranoico -:hasta la noche de la llamada, pero ya llegaremos a eso-. Me di al tabaco, igual fume algo más que tabaco en alguna ocasión, me escapé incluso de mi tutor alguna vez, ahora pensándolo, me alegra que me hayan devuelto siempre (a la fuerza) a mi "punto de control", pero no me arrepiento de ninguna de las escapadas, todas trajeron consigo experiencia, aprendizaje e incluso algún amor.
Por fin los 21 años y, os sorprenderá, no me fui, a esas alturas el viejo Scorsso ya me tenía convencido de al menos algunas cosas y mi vida había cobrado interés, también me enganche a las recreativas y a reparar mi moto de cuarta mano. No tenía plan, pero estaba bien en ese momento y quería saber más. Además descubrí a Bruce Lee, me enganche a su libro, a sus películas, incluso me apunté a clases de Kung fu, asistí durante más de un año, no se me daba mal, pero tampoco iba a ganar nada con eso. Recuerdo que salí algunas noches a hacer el vándalo con un spray, era seguramente el peor artista callejero de la ciudad, pero me lo pasé genial pintando en lo más alto de la torre de oficinas del centro.
Y llegó la noche. La verdad es que empezaba a perder interés por todo, no por dudas sino por falta de evidencias reales, que yo pudiese ver, oír, tocar. Me acordaba además mucho de mi madre en aquella época ¿Qué sería de ella?, No seas ingenuo -me decía a mi mismo- murió la noche del ataque de los lobos, pero estábamos en una habitación, cómo llegaron ahí?. Y sucedió, esa voz, esa llamada, la noche del guía. Esa noche recibí la pieza que daba sentido al puzzle, que además me marcaba un camino, una causa y me satisfacía. Al día siguiente al contarle (con el tacto de alguien que cree que igual está para encerrar en el manicomio) la nueva dimensión de mi vida a Martín, fue evidente que él esperaba esto, su satisfacción, sus afirmaciones, sus preguntas e interés por estudiar mi nuevo estado… pudo poner poca luz más en este nuevo camino, falleció solo 8 días después, en su cama, agarrado a su amuleto de la suerte, una baratija preciosa, que no sirve para nada, esta es, la llevo del cuello (colgante tallado a mano, antiguo, con runas el borde plateado). Lo cierto es que es bonito. La conversación de despedida que tuve con él fue muy emotiva, casi no tengo dudas de que yo y su difunto cadáver hablamos de verdad, claro que esto era imposible, pero oía su voz en mi mente, en ese momento de shock, todo me pareció real.
Y, ¡adivina!, sí, 5 meses después lo vendí todo, desde entonces vivo en las calles, de vez en cuando un motel, de vez en cuando un hostal, de vez en cuando una casa abandonada o una vacacional. He encontrado libros en la biblioteca Nueva Orleans que "confirman" las locuras de Martín. He conocido, visto… bueno, en Luisana fueron 4 años muy jodidos, en el buen sentido sí esto es posible. Lo mejor fue conocer a R2, en realidad se llama Albert, pero es un flipado de la ciencia ficción (y un ingeniero de pm), vivimos juntos una parte importante del final de esa época y es sin duda la persona más afín a mí que he conocido nunca, somos como hermanos, hablamos casi a diario. Él vive actualmente en Boston, yo como ya imaginas tenía que continuar.
Avanzo, busco y se que me acerco, está tras la próxima sombra, no sé qué es pero sé que está ahí y sé que no debo permitirle acercarse más a nuestro mundo.
Fue una conversación ajena en una cafetería de Ohio lo que me trajo a Felton, una joven con marcado acento de pueblo le contaba a ¿Su novio?, Un chico, cosas increíbles que harían reír a cualquiera, este, de echo se lo tomó a broma, creo que decidió reírse mejor que pensar que su ¿Novia?, Amiga, estaba loca. El caso es que la chica se ruborizo y le siguió la corriente tímidamente y dejó el tema y es una pena porque lo que contaba si tenía sentido para mí, demasiadas coincidencias en su relato con todo aquello a cerca de lo que yo había estado leyendo y aún así, no me imagino que puede estar pasando en un pueblo pequeño, tranquilo y con encanto como este, en cierto modo recóndito y alejado de la oscuridad que conozco, esa que normalmente se concentra en las ciudades o pantanos del sur.
"Solo poseo lo que llevo en la mochila. No subestimes mis posesiones.*"
Mochila: *BlackBerry 850, navaja multiusos, hacha deportiva, M1911A1, Linterna, toalla pequeña, una muda (prácticamente igual que la ropa que llevo puesta).
Tengo acceso a una cuenta corriente a nombre de mi padrastro.
"Las abominaciones están ahí fuera, atentando contra la gente normal, los inconscientes, los puros, los agenos a la oscuridad, todos los que nacen, viven y mueren sin verse corrompidos por este mundo de tinieblas. Soy una mera herramienta del destino, elegida para proteger la inocencia de quiénes tienen la suerte de conservarla. Entiendo el sufrimiento que muchas de esas criaturas deben padecer en su extraña existencia, pero no puedo permitirles seguir en este mundo. Los Heraldos me han elegido para ello. Soy importante para la salvación, pero no dudaré en recibir una bala por cualquier inocente con tal de salvarle, cuantos menos se involucren en esta lucha que nos endemoniza, mejor."
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Naturaleza: Conspiranoico (hay que evitar el juicio final)
Conducta: Respetuoso.
Concepto: Cazador oportunista "un cadáver, un botín"
Virtud primaria: Misericordia
Credo: Martirio
Convicción inicial: 4
Trasfondos (5p)
Recursos 1
Armamento 2
Aliados: Ingeniero amante de fabricar artefactos y cachivaches útiles
Virtudes (3p)
Visión 1 y 2
Trastornos:
-
Senda del martirio
Habilidades:
Exige: extra de dados de fuerza o destreza… pero te produce daño.
Contempla: ver a la verdadera criatura tras su máscara.
Asola: Neblina que daña a todas las criaturas sobrenaturales tangibles o intangibles (fantasmas…). Precaución, provoca náuseas o malestar leve a los humanos que alcance.
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Gracias.
"There is no beast without cruelty"
Friedrich Nietzsche