[FU] Interludere

Imagen
Mago, La Ascensión

Moderador: Jebediah_Gogorah

Avatar de Usuario
Jebediah_Gogorah
Narrador de Mago
Narrador de Mago
Mensajes: 5962
Registrado: 14 Jul 2019, 11:50
Ubicación: Umbra Profunda
Mensajes miarroba: 9.932
Antigüedad: 30 de Octubre de 2016
Contactar:

[FU] Interludere

#1

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 06 Mar 2021, 19:59

{ https://www.youtube.com/watch?v=GrC_yuzO-Ss - Walking in my shoes by Depeche Mode }

"Historia magistra vitae est.
Historia vero testis temporum,
lux veritatis, vita memoriae,
magistra vital, nuntia vetustatis"

-Oratote, Marco Tulio Cicerón Imagen
El Spree se presentaba más bonito que nunca, cuando las tardes caían a plomo y el frenético inicio de la primavera se imponía a la cadencia final del invierno. Una ténue y fina línea negra recortaba al fondo, las aguas ocres y malvas del tranquilo río que acababa muriendo en el frío Báltico. El rostro misterioso y deslumbrado por el resplandor oscuro de las empedradas calles de Jonas Quandt aparecía como cada tarde, al salir de la oficina. Cómo un extraño y poderoso ritual, repetía casi cada paso desde su cubículo en la Fernsehturm hasta su pequeño apartamento en Kreuzberg.

Todo parecia ir según lo planeado en la meteórica carrera del prometedor agente de la Boca. No había nada que lo distrayera de su fin, salvo, en contadas ocasiones, los muslos tersos y los labios carnosos y adictivos de Ludmilla Schmidt. Pero a decir verdad, había dejado de lado por aquellas semanas sus ocasionales encuentros pasionales para centrarse en su único propósito: ser un agente de la Boca. Las promociones estaban más cerca que nunca y consciente de que cada día era una prueba, él se sentía orgulloso del camino recorrido. Se había preparado toda la vida para ello, para ser un gran propagandista. Cualquiera diría que lo llevara en la sangre.

Lo que no sabía Quandt, mucho antes de ser Sigma, es que los futuros agentes vivían constantemente en el alambre. Mucho más que cualquier Dedo callejero. Detrás de la Boca, no sólo estaba el Nuevo Orden Mundial, sino también el Sindicato, y aquellos significaba jugar con muchos ceros, seguramente más de los que él nunca pudiera llegar a contar. La Boca era un lugar ímpio y atroz, donde todos parecían tus enemigos, a la vez que tenías que tratarlos con la fraternidad de un amigo. La realidad, es que habían cien personas preparadas para darte una cuchillada en la espalda, y ninguna para darte una palmada. Por eso, fue tan rápida la caída, a aquel ascenso fulgurante.

Había aplicado con presteza el estudiado "Principio de la Transposición" sobre la figura de Aleksei Fedorov, el magnate ruso dueño de incontables oleoductos por toda la estepa rusa, consumado filóntropo y patrocinador del comunismo. Escoría soviética. Quandt no aguantaba aquella hipocresía de aquellas principales figuras del comunismo, que escondían una consumada fortuna, mientras mantenían vivo el espíritu bolchevique. Con la mano derecha levantaban el puño, y con la siniestra escondían el fajo de billetes.

Había sido extremadamente fácil cargar el rumor en la Interlink y de ahí que los traductores hicieran su trabajo, y se propagara como la pólvora por el estado comunista por todo tipo de medios escritos y multimedia diversa. Sus fuentes eran feacientes, así lo habían sido siempre y por eso creyó sin fisuras, el soplo de que Fedorov agonizaba víctima de los últimos estadios del cáncer, en la hermosa villa de Úglich, al norte de Moscú y a las orillas del Volga. Ese mismo día había aprobada la transacción masiva de acciones de Petrochum, que ante el rumor se desplomarían salvando aquella ingente cantidad de dinero a la Unión. Aquella misma tarde, otra que caía a plomo ante el frenético inicio de la primavera, acabaría brindando con su supervisor por su ascenso.

Pero aquel hijo de puta comunista, estaba vivo y coleando, y todos aquellos informes en cirílico que describían con todo lujo de detalles el deteriorado estado de salud del magnate, no eran sino un conjunto de falacias coladas por sus enemigos de dentro de la torre. El magnate reconocía haber pasado por un "-momento de angustia personal cuyo retiro espiritual le había ayudado a reflexionar, sobre su papel en el gran Estado Comunista y como aumentar su capacidad de inyección a su pueblo... ". No sabía quien era el traidor o comprador de sus fuentes, pero en cualquier caso, no había tiempo de lamerse las heridas. Allí no había tiempo para eso. Sólo se gana y se pierde. Él no había aplicado otro de los principios básicos... el "Principio de la Verosimilitud".

Por eso, cuando su supervisor entró en su cubículo, con aquel rostro desencajado, con aquella gráfica en rojo que parecía salirse fuera de la parte inferior de la hoja, y sin rastro de champagne... supo que su vida había cambiado para siempre.
"- ¡¡¡Fenomenales poderes cósmicos!!!... y un espacio chiquitín para vivir" (Genio - Aladdin)

ImagenImagen

Avatar de Usuario
Jebediah_Gogorah
Narrador de Mago
Narrador de Mago
Mensajes: 5962
Registrado: 14 Jul 2019, 11:50
Ubicación: Umbra Profunda
Mensajes miarroba: 9.932
Antigüedad: 30 de Octubre de 2016
Contactar:

Re: [FU] Interludere

#2

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 07 Mar 2021, 11:31

{ https://www.youtube.com/watch?v=iTKJ_itifQg - I feel you by Depeche Mode }

Baudric se miraba al espejo mientrás la sangre no dejaba de manar de su nariz, y el agua corría en espiral en el lavamanos. Su pueril rostro se tornaba en sombra con aquellos restos de golpes y moratones. Las gotas rojas salpicaban su camisilla blanca, pero miró orgulloso que su colección de soldados de plomo no había sido ultrajada. Le había costado un par de empujones y los posteriores golpes del abusón de Andreas, mientras su séquito de palmeros le alentaban. Era otro día en la escuela para el pequeño Baudric. Era otro día de introversión y de aprendizaje. No iba a pedir perdón por mostrar el interés en los estudios de los que otros carecían, y donde el resto demostraba un aburrimiento supino, Baudric veía con fascinación, los números y ecuaciones que el profesor Koller dibujaba en la pizarra con un éxtasis tan solo visible para los de su misma clase. La clase de persona que era capaz de ver en números el cómputo global de la realidad.

De nuevo, había sido golpeado en la hora de descanso, mientras en el comedor disponía en soledad de sus figuras de plomo, como si la última mesa solitaria se hubiera convertido en las llanuras de Torgau, y su ejército prusiano estuviera consiguiendo una pírrica victoria sobre el mayor ejército austriaco. Golpeado por nada, por nadie. Por uno de los iguales. Por ser diferente.

Pero no pasaba nada. Tan sólo era un decisión que tendía a repetirse.

Baudric se miraba al espejo mientrás la sangre no dejaba de manar de su nariz, y el agua corría en espiral en el lavamanos. Los nervios le habían jugado una mala pasada tras presentar su teoría bayesiana en la universidad de Heidelberg, y ahora no podía parar la hemorragia. Estaba seguro de su trabajo, y sabía que le daría los méritos necesarios para graduarse cum laude. Además, así lo había visualizado según sus cálculos, aquello le abriría las puertas de la capital, donde caería de pie y con recomendación en el Bureau para el progreso de la Política Internacional, donde sus ecuaciones podrían matizar decisiones importantes sobre acuerdos diplomáticos. Mezclaba dos de sus pasiones, por lo tanto, todo era ilusión desbordante.

Lo que no había previsto, es que la burocracia cada día lo alejaba más de aquel sueño, y donde él veía números otros veían letras. Donde veía decisiones otros veían formularios.

Pero no pasaba nada. Tan sólo era un decisión que tendía a repetirse.

Baudric se miraba al espejo mientrás la sangre no dejaba de manar de su nariz, y el agua corría en espiral en el lavamanos. Había pasado una década desde que había entrado en el BPPI y cada día era un extraño día de la marmota. Al menos aquel día parecía que algo podía cambiar. Alguien si parecía querer darle un uso correcto a sus formulaciones y teoremas, y ahora jugueteaba con una tarjeta pasada por secretaría con las iniciales "J.M." mientras presionaba su sangrante nariz con una toalla. No sabía quien era aquel extraño ni que quería, pero sus cálculos no le habían ayudado a predecir que su encuentro, cambiaría su vida para siempre.

Se miró al espejo y cerró el grifo. La herida había dejado de sangrar.
"- ¡¡¡Fenomenales poderes cósmicos!!!... y un espacio chiquitín para vivir" (Genio - Aladdin)

ImagenImagen

Avatar de Usuario
Jebediah_Gogorah
Narrador de Mago
Narrador de Mago
Mensajes: 5962
Registrado: 14 Jul 2019, 11:50
Ubicación: Umbra Profunda
Mensajes miarroba: 9.932
Antigüedad: 30 de Octubre de 2016
Contactar:

Re: [FU] Interludere

#3

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 08 Mar 2021, 16:18

{ https://www.youtube.com/watch?v=qU8UfYdKHvs - Stripped by Depeche Mode }

- Eh, Presdigitador... ¿nos haces otro de esos juegos de magia? - dijo Karl Frïngs , el joven cadete recién graduado y que empezaba con la ilusión galopante de quien empieza en la Polizei con la idea de luchar contra los malos. El engañoso espejismo de la justicia.

Günter sacó las cartas de poker del bolsillo de su gabán, dispuesto una vez más a una noche aburrida en comisaria. Las barajó con una destreza inusual, haciendo a veces, de manera sobrada, uso de una sola mano. Su rostro era joven y su mirada heterocroma, hipnotizante como la de un faquir. En la mesa descansaba, una taza humeante de café que pisaba un pequeño fajo de billetes. En pocos segundos, un lamento grupal de decepción se escuchaba sobre el corrillo, y la mano de Slovan recogía los billetes, con una sonrisa atada en su rostro. Dejaba descender ahora de la manga, el as que había escondido con sus prodigiosas manos.

Aquella prodigiosa mano que horas después temblaría. Se intentaba lavar las manos una y otra vez, pero el tacto rugoso de la tokarev, parecía no marcharse nunca de la palma de su mano. Era un hormigueo confuso que no le dejaba nunca, y que conectaba con sus neuronas, que impedían que el fresco recuerdo se borrara aunque fuera unos segundos. El momento, en bucle se representaba una y otra vez en su mente, atosigandolo de sobre manera... aparecía en el café, aparecía en el espejo, aparecía en sus párpados. Nada le consolaba, ni siquiera las caricias y la atención de la modosa Selene, siempre capaz de aguantar cualquier tormenta.

Cuando creyó ser incapaz de dormir nunca más, y abonarse al insomnio más galopante, apareció él, con su sombrero de medio lado, su rostro cerúleo y sombreado y su gabardina incolora. Sus facciones eran neutras y cuadriculadas, y su silueta parecía sacada de la portada de un libro de Auster. No dijo nada, pero Günter intuía que su vida iba a cambiar para siempre.
"- ¡¡¡Fenomenales poderes cósmicos!!!... y un espacio chiquitín para vivir" (Genio - Aladdin)

ImagenImagen

Editor completo

Volver a “FRÍA UCRONÍA”