Inocencia es una crónica policíaca sobre la responsabilidad, la hipocresía y la inocencia. En ésta los personajes son vampiros al servicio de la corrupta corte vampírica de la ciudad y del Príncipe Jackson. Elevados al estatus de Vehme, vigilantes, los sabuesos deben decidir sobre la culpa o no de aquellos que han infringido sus leyes y hacerlas cumplir. Inocencia es una crónica noir, en la que no hay héroes, ni victoria posible y en la que los personajes deberán encontrar sus propias respuestas a nuevos dilemas morales.
Chicago vive momentos convulsos a principios de 2020, hace unos meses el Clan Lasombra apareció en la ciudad iniciando una serie de tensas negociaciones para ser aceptados en la Camarilla. Tras entregar la cabeza de uno de sus antiguos, la corte votó su aceptación por un estrechísimo margen, en el que el único voto legal de los Caitiff fue decisivo, para humillación de los perdedores. Peor aún, Jason Newberry ha desaparecido, dejando fragmentados y descontrolados a los Malkavian, que respiran aliviados al no tener que rendirle cuentas al psicópata que los dirigía.
Alrededor de Chicago la situación parece desmoronarse a un ritmo vertiginoso, la Inquisición ha limpiado Montreal a sangre y fuego, acabando con el Sabbat. Todavía llegan cainitas a la ciudad del viento, huyendo de las llamas y el fervor de los cazadores. Al norte, cruzando cientos de kilómetros infestados de licántropos, se extienden los caminos feéricos que parecen albergar alguna clase de extraño culto o criatura bajo los campos de maíz. Y en Milwaukee, una ciudad insignificante, los vampiros viven bajo el puño de hierro de un nuevo Príncipe, que mantiene un control absoluto sobre la ciudad, pero que ha conseguido mantener a raya la doble amenaza de la Inquisición y los garou.
Al sur de Chicago se extiende un territorio miserable plagado de anarquistas, en Gary la chusma acabó con Modius y ahora amenaza con extender su podrida revolución. Y más allá, se encuentra la América profunda y rural, donde los anarquistas se arrastran entre iglesias y callejones y se dice que los Seguidores de Set gobiernan incontestablemente. Parece cuestión de tiempo que la sagrada sociedad de San Leopoldo deje caer su espada sobre las calles de Chicago. Bienvenidos al Midwest.
