[EC] Escena: 01 - El buen camino

Jaime Alberti Atienza (Baluar)
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Re: [EC] Escena: 01 - El buen camino

#21

Mensaje por Baluar » 20 Sep 2021, 19:21

Para Jaime todo seguía siendo un galimatías del que no conseguía desenredarse bien. Si era cierto lo que le estaba diciendo el hermano Elizalde, iba a convertirse en un perfecti y eso le permitía cambiar la creación, ser otro demiurgo más. No obstante, en su mente campesina eso chocaba como el agua de una riada contra un muro, imparable, pero totalmente irracional. Embestida tras embestida, la nueva realidad intentaba hacerse paso hacia su verdadero camino, derribando por completo todo aquello que el hombre había construido para intentar domeñarla, o directamente obviarla.

-Pe, pero... -dudó, intentó ordenar las palabras para darle una lógica. Lo poco que había leído de los sabios griegos, de los padres de la Iglesia, lógica, física, metafísica, comprehensión del universo a través de los números y de las palabras; la saturación que le provocaba su nueva situación le impedía articular una oración con coherencia gramatical-. Dice que somos como los ¿apóstoles? ¿Somos elegidos por Jesucristo para seguir su camino?¿Somos demiurgos capaces de alterar la materia del mundo?

De nuevo palabras, conceptos, conocimiento apenas comprendido y en algunos casos memorizados sin más, se agolpaba, de nuevo como el agua, pero esta vez anegando y cerrando, cada vez más, los ojos de un puente en medio de la crecida. Abrió muchísimo los ojos con cierto pudor y miedo.

-Pe, pero... -de nuevo el titubeo.- Si hay servidores del Señor, también los habrán del mismísimo demonio. ¿Esos son nuestros enemigos, verdad hermano Sancho?

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Re: [EC] Escena: 01 - El buen camino

#22

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 22 Sep 2021, 17:28

{ https://www.youtube.com/watch?v=QP73569coeo - La Stravaganza by Vivaldi }

- Y no solo servidores del mismisimo demonio, estimado Jaime... - musitó bajando la voz Sancho a la vez que tambien bajaba su cara hasta hacer un corrillo con el resto de rostros de tal extraña reunión - También están los que niegan a Dios y su omnipresencia, aquellos que escupen contra los elementos de la creación y que defienden una mal llamada razón. - Volvió a erguirse. - Esos son los peores, Jaime, pues cuentan con las artes libidinosas de engatusamiento de una cortesana y la intocable majestad de una diosa virgen. Y cuando quieres darte cuenta, han sembrado tu espiritu con dudas, emponzoñado tu fe con preguntas... y entonces, querido hermano, tu senda estará perdida para siempre.

La sobremesa se iba extendiendo, hasta que el rosado y naranja de la tarde empezaba a acompañar una fresca brisa que entraba sin ser invitada por la circular ventana del comedor. Los árboles apenas adoraban al cielo con lentos movimientos circulares, y los cuatro tertulianos parecían ajenos al mundanal ruido dentro de aquellos muros de piedra.

- Tal vez lo vieras, joven Zuñiga, pero nunca te dieras cuenta - Se dirigía ahora a Juan - O tal vez esperaba que lo descubrieras por ti mismo. Espero que seas más avispado con tus mañas con los artilugios que con los que tus sentidos, perciben - sonrió y dijo sin malicia - Acabo de mostraros una llama de fuego sobre la palma, y vos ni se ha inmutado. En cualquier caso, Jerónimo siempre fue especial hasta para eso. Prometo que nunca me hablo de vuecencia y por ende, no se que planes tenía para vos, pero si os puedo garantizar, que en esas piedras, y en la misión que te encomendó, están todas las respuestas que necesitas... Lara no daba puntada sin hilo.

Aymar jugueteaba con sus dedos con el prisma de tal extraño material que le había administrado el Prior Elizalde. Apenas quedaba restos ya de miga y leche en su cuenco, y aún alguna gota resbalaba por su ligeramente embarbado rostro. Poco a poco se había ido abstrayendo de la conversación, hasta sentirse ya en los lomos de Quebranto camino al Campo de Estrellas. Tenía una misión clara por delante... ¿por qué perder el tiempo? ¿que más necesitaban saber?. Un punto de partida y una meta. Poco más necesitaba para sentirse motivado. No obstante, la llama en la mano de Sancho, aunque no le sorprendió, pues había visto de aquellas artes en la Atalaya, infinidad de veces, le recordó la diferencia entre aquella misión que ahora le había sido encomendada y las otras que había realizado. Esta vez, era más lejos, más tiempo, y por primera vez iría acompañado por alguien más que por su corcel. ¿Le supondría aquello algún retraso en la entrega? ¿Había dispuesto Sancho Elizalde aquella escolta a sabiendas de la peligrosidad de su particular camino dentro de un camino?...

La mano de Elizalde se posó sobre el particular cilindro, casi nervioso por el hecho de que Garcés lo examinara con tanta extrañeza y dedicación. Su rostro se tornó casi en ira por unos instantes, lo que tardó en decir: - Es importante que no sea abierto. MUY imporante - rezongó y recalcó - sino tu misión habrá fracasado, y lamentablemente tendremos que cancelar los tratos con tu Alianza... - su rostro se había vuelto ya a la aconstumbrada afabilidad, de cachetes rojos por el vino, y ojos como rayuelas en el mar, de frente lisa sin arrugas, y sonrisa bonachona - Lo entiendes, ¿verdad?... ¿Más vino? - dijo cogiendo la jarra de barro y dispuesto a verter la sangre de cristo en sus humildes copas.
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Re: [EC] Escena: 01 - El buen camino

#23

Mensaje por Rugido_Ancestral » 26 Sep 2021, 01:59

Juan entorno un poco la cabeza mientras miraba al peregrino que se hacia llamar Jaime y le respondió: -Tal vez tu seas una de esas cosas, un demi... demonologo o lo que sea, a mi no me metas en ese grupo que ni se lo que es...

Se quedo pensando sin embargo en lo que decía el bueno de Sancho sobre los enemigos y también dijo algo confundido: -Pero Jerónimo, mientras me educaba solía decirme que Dios era el motor de todas las cosas, no me acuerdo que palabra rara usaba el, pero me dijo que para existir todas las cosas necesitan una misión y esa misión nos la da Dios. Que había muchas formas de ver e interpretar al Altísimo, aunque al final por medio de él y la sabiduría que nos brinda es como podemos transformar el mundo...- Se quedó pensativo un segundo -Aunque mientras hablabamos de ello yo estaba abriendo un cofre para él y no estaba prestando tanta atención. Jajaja- Su risa era confortable, parecía que el recuerdo aliviaba su herida.

-Con respecto a eso tal vez Sir Jerry, hizo más cosas frente a mi, pero a veces no presto mucha atención... Jajaja... Me gustan las cosas complejas que no es fácil descubrir como funciona que...- Hizo una pausa breve -Pero... Tú no usaste ese polvo que el usaba. Yo pensaba que en como usaba el polvo estaba el truco. Además esto era azul, no rojo.- Su tono era de confusión. -Es una forma más sutil creo, pero no la entiendo, antes creía saber como funcionaba.- Dijo mientras se rascaba la cabeza. Ahora la

-Yo si quiero un poco de vino, por favor...- Dijo sonriente -¿Me contaría alguna historia de Jerónimo? Hará bien al alma que compartamos recuerdos del hombre que fue nuestro amigo.

Jaime Alberti Atienza (Baluar)
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Re: [EC] Escena: 01 - El buen camino

#24

Mensaje por Baluar » 27 Sep 2021, 12:18

-Pero, qué es la Razón, sino el conocimiento que nos pone Dios? ¿No es esa razón la que nos acerca a Jesucristo? ¿Por qué renegar de él si es quien nos conduce a la salvación?

De nuevo, la formación moral e intelectual del joven Jaime le llevaban de vuelta a sus derroteros albigenses. No obstante, cayó en la cuenta de que era considerado un hereje por el cristianismo. Era el momento de guardar un poco las apariencias. No debía teorizar demasiado...

-Atenderé a sus palabras, hermano Sancho -continuó hablando.- Sí por favor, sírvame un poco más de vino. Pero solo un poco para refrescarme la garganta; lo rebajaré con agua.

Una vez hubo sido llenada la copa y rebajado el vino, dio un trago y miró en derredor, buscando a cada uno de sus compañeros.

-¿Cuáles serán las paradas que deberíamos de hacer, hermano Sancho? Creo que nos adentramos en territorio que nos es desconocido y deberíamos saber hacia dónde nos dirigimos en cada jornada. ¿Qué piensan ustedes, hermanos?

Juan Zuñiga (Rugido_Ancestral)
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Re: [EC] Escena: 01 - El buen camino

#25

Mensaje por Rugido_Ancestral » 27 Sep 2021, 16:30

El que era llamado Jaime sin dudas parecía que era un sujeto con el que podía divagar durante horas sobre cualquier tema, aunque la manera en como hablaba de Dios era extraña, se parecía mucho a lo que el pensaba. Sin embargo no dijo mucho más para dar lugar a Sancho a que atendiera a su compañero de velada.

-Yo he viajado mucho, pero nunca para esos lados, ni siquiera se por donde comenzar.- Hizo un esbozo de sonrisa antes de continuar -¿Tenemos algún mapa para guiarnos o simplemente debemos seguir un camino y que sea lo que Dios quiera? Dios bendice el camino de sus elegidos, por lo que si estamos destinados a tan noble misión estoy seguro que llegaremos a buen puerto, aunque es mejor que tomemos algunos recaudos.

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Re: [EC] Escena: 01 - El buen camino

#26

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 27 Sep 2021, 18:38

Sancho miraba a Juan Zuñiga con cierta incomprensión. Le fascinaba su puerilidad a la vez que se preguntaba que había visto su hermano Jerónimo en aquel chico para hacerlo su acompañante en aquella ignota senda. Estaba claro que algo se le escapaba y además, aun no había sido testigo de sus geniales artes con cualquier mecanismo que se preciara. - No tenemos demasiado tiempo para historietas, hijo - reprochó el anfitrión. - Pero, prometo que a la vuelta, pues confió en que cada uno de ustedes volverá sobre su senda, siendo otro. Alguien con unas nuevas capacidades que os hará más cercanos a Dios. Si eso pasa, tendremos tiempo de departir sobre nuestro amigo e incluso, como su sucesor, accederás a sus aposentos - Se abrió medianamente el pecho, dejando ver una llave colgada al mismo - y recoger todo aquello que necesites.

Miró luego a albigense y le dijo: - A veces, para pasar desapercibidos ante los enemigos de nuestro señor, no nos queda más remedio que usar sus artes del embuste y el engaño. Ayúdeme, Aymar - le dijo al que parecía más callado en la conversación, y que se levantó raudo a prestar ayuda. Ambos arrastraron un arcón de medianas dimensiones hasta el comedor. De él, Elizalde sacó unos trajes marrones, como si a la tierra seca le echaran agua, y luego varias calabazas agujereadas, que hacían la vez de contenedores de agua. - Pasaréis como peregrinos y haréis las mismas etapas que cualquier peregrino hace hasta la tumba de nuestro patrón apóstol. Esa será vuestra coartada, y no os moveréis de ella siquiera un ápice.

Cerró el arcón, dejando caer el peso de la tapa sobre sus avejentadas visagras. Luego dejó reposar su cuerpo sobre él. Levantó la mano hacia el ventanuco, mientras los rayos solares, casi eran perceptibles en un fulgor dorado sobre el malva y el rosa, y hacían de la sombra de sus dedos, enormes aguijones negros. - Al oeste, siempre al oeste.
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Re: [EC] Escena: 01 - El buen camino

#27

Mensaje por Rugido_Ancestral » 29 Sep 2021, 18:22

-Entendido, Sancho...- Fue lo que dijo, aunque lo que quería decir era si podía ver los aposentos de su mentor, algo que le llamaba poderosamente la atención, sin duda allí tendría toda clase de secretos que para su persona eran muy importantes, tal vez pertenencias personales que le permitieran conocer mejor a su maestro y seguramente otras que pudieran abrir su entendimiento a un nivel que aún no poseía. Allí tendría sin dudas mucho para aprender y deseaba conocerlo ahora. *1 La llave por un momento le recordo a su maestro, un pequeño destello de luz en una de sus puntas fue suficiente para que Juan viera reflejado a Sir Jerry, como le gustaba llamarlo a él, en ese pequeño elemento como si fuera que ese trozo de materia escondiera la esencia de lo que había sido Jerónimo.

-Si pasaremos como peregrinos, entonces ¿Como haré con estas joyas?- Pregunto inocentemente Manos inquietas, mientras jugaba un poco con ellas con sus diestros dedos. -Por algún motivo hasta que le saque la protección que las cubría, ni siquiera Jerónimo fue capaz de percibirlas, eso que el tenía ojo para las joyas y siempre las descubría por más que los escondites no estuvieran a la vista. Yo no se si seré capaz de replicar lo que la cubría, era una especie de piedra grande que las contenía antes, era como si la hubieran formado a partir de arcilla, pero era dura como cualquier roca. Y no parecía tener ningún lugar por donde abrirla. Y allí es donde mi astucia salió a brillar- Esbocé una pequeña sonrisa, antes de continuar, recordando la mirada orgullosa de su mentor. -Mi idea fue que el calor o la humedad podrían cambiar las propiedades del material, bendito Dios que me ilumino, puesto que cuando fui a la cocina y la deje que se calentara se volvió maleable y permitió sacar un cofre, bueno, la cerradura de ese cofre no era nada del otro mundo, en dos segundos quedo abierta y es cuando al ver las gemas los ojos de Jerónimo no pudieron disimular lo valiosas que eran.- Hizo una pequeña pausa -Tal vez usted podría obrar un milagro para hacer algún tipo de protección parecida, si tiene la forma de piedra diré que son mis pecados, con los que estoy cargando, que es necesario que los lleve hasta nuestro Santo Patrono Santiago para que sean redimidos.- ¿Era una mentira disfrazada de verdad o era una verdad disfrazada de mentira? Lo que si era cierto es que para Juan, tenían un gran peso, el del pecado de abandonar a su amigo, el de su futuro como alquimista si esperaba ser como su maestro o de lo que sea que había dicho Jaime en que se iban a convertir, tal vez y el sacrificio de su maestro valió la pena, pero para ello el debía llegar a su destino. Lo conseguiría.
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Re: [EC] Escena: 01 - El buen camino

#28

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 30 Sep 2021, 18:09

Ya era entrada la noche, y ni rastro de peregrino que perturbara tan socorrida tertulia. Había amenizado la mesa el anfitrión con algo más sustancioso que pan y leche. Un poco de cecina acompañaba dos bandejas grandes de nabos y zanahorias cocidas, humeantes y recién retiradas de la leña. Las sombras ya jugueteaban caprichosas, al crepitar de las llamas de la chimenea, cuya lumbre había sido azuzada por la destreza de Sancho con el atizador y las tenacillas, que movía los leños ardientes con gracia y soltura.

-Lamentablemente, no tengo esas capacidades, estimado Zuñiga. - decía mientras cocinaba aquellas viandas - No puedo convertir el barro el oro ni proteger tus piedras en carcasa única. Pero si puedo hacer algo con ellas. Me llevará toda la noche, pero deberás dejármelas y depositar tu confianza en mí. Mañana partiréis y necesitáis descansar. - Se giró con las tenazillas incandescentes en su punta, manteniéndolas a su lado como el que sostiene una escoba - Es, y será, un largo camino... ¿Confiarás en mí, Juan Zuñiga, discípulo de Jerónimo Mediávila?.
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Re: [EC] Escena: 01 - El buen camino

#29

Mensaje por Rugido_Ancestral » 02 Oct 2021, 01:10

Dudo por un instante, aunque no sabía bien que motivaba su duda, hace unas horas se las hubiera entregado sin siquiera rechistar, pero las palabras de Sancho habían cambiado algo en su interior, en su hebra de alma más profunda que había despertado un nuevo nivel de conocimiento, deseaba llegar a alcanzar a su maestro y tal vez algún día superar sus habilidades, y solo sería posible si podía cumplir con su tarea sin equivocarse ni una sola vez.

Luego de un suspiro profundo y largo, en el que parecía dejar salir un gran peso, con una sonrisa cansada le respondió: -Por supuesto que confiaré en ti, confiaría mi vida, puesto que Jerónimo hubiera hecho lo mismo. Mi vida en este momento tiene que ver con la misión que me encomendaron y se que no vas a negarle a tu amigo un reposo tranquilo, luego de que me observe desde el cielo cumplir con el destino que el me profeso. Si me indicas donde puedo dormir, seguramente caeré rendido apenas mi cuerpo toque el catre. Muchas gracias, Sancho, desde lo más profundo de mi corazón, gracias.

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Re: [EC] Escena: 01 - El buen camino

#30

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 02 Oct 2021, 15:12

{ https://www.youtube.com/watch?v=klPZIGQcrHA - Sarabandel by Haendel }

Por un momento Sancho, estuvo a punto de darle otro pesconazo al bueno de Zuñiga, ante tal confianza. De nuevo, creía Elizalde que el pobre era un incrédulo y demasiado bonachón para portar tal importante tesoro. Pero era tan inocente el muchacho, y destilaba tanta pureza y amor por su prójimo, que sólo pudo tornar la desazón en cariño, y tras pasarle el brazo por encima del hombre, y darle un cálido achuchón frente al agradecimiento, recogió su tesoro de tres gemas. La azul como el cielo que se presentaría ante ellos cada etapa del camino y azul como el mar infinito que divisarían al final del mismo. Verde como los campos en primaveral explosión por donde recorrerían su senda, y verde como la esperanza del buen hacer y de contar con la divina bendición de cristo, su señor. Y roja como la sangre que vertió Jerónimo como sacrificio hacía su discípulo.

La noche fue descansada y placentera para todos menos para Jaime. Habían gozado el navarro y el inventor de un buen sueño, con el resguardo intramuros que el calor y la paja proporcionaban. Sin embargo, el hijo de albi había pasado una de las peores noches de lo que podía recordar. Había tenido una pesadilla constante, que no se iba ni en cada despertar de la madrugada. Aunque se levantara sudoroso y excitado, con el corazón latiendo por abrirse paso sobre su esternón, siempre al caer de nuevo en los brazos de Morfeo, volvía a reenganchar el mal sueño, y más de una vez, sintió que a él mismo se le abrasaba la piel, y se sorprendía atuzandose los brazos y las piernas. Había visto a sus hermanos en el castillo de la colina siendo expulsados de su propiedad, escoltados como animales, vilipendiados y humillados. Desnudos, encadenados por aquellos hombres de traje metálico y escudo cuadrado, con aquella cruz imperiosa que se había apropiado de la fe. Las cosechas y las casas eran pasto de las llamas, y mientras descendían por el sendero, con los pies delcazos, la imagen era dantesca, sacada del propio infierno. Su destino, la pira, donde yacerían todos sus hermanos. Abrazados, entre ellos, amalgamados a su propia visión de la fe. Justo antes de despertar, y antes de que las llamas lo envuelva todo de púrpura y negro, ve dos ojos entre el fuego que se abren antes de perecer. Son los ojos de Liotard Arillac, que corta el hilo de plata que lo une con su discípulo Jaime. Un adiós parece reflejarse en se último pensamiento. Un adiós cruento y cruel a la par que injusto.

A la mañana siguiente, tocaba partir hacia el oeste, y había pertrechado Sancho los animales con viandas para una parte del camino. Le había entregado a Juan las gemas. No existía caja ni cofre que las cubrieran. Seguían en una bolsa de tela, como el que guarda unas pocas monedas. Pero le había jurado Elizalde, que las piedras se calentarían cuando un peligro estuviera cerca. Cuando su misión fuera amenazada por algo o por alguien, las gemas se calentarían y pondría en guardia a Zuñiga y a quien tuviera de menester avisar.

Abrazó a todos con comprometida familiaridad, y con su cara gris de tristeza, parecieron venir nubes negras de tormenta, que pronto descargaron con rabia sobre el patio del templo. Las pezuñas de los equinos pisaban los charcos con furia, y un último vistazo atrás permitió ver a los desconocidos la figura del extraño emisario en sus vidas, que le había focalizado en una misión común. Alzaba el brazo en la distancia, bajo aquel dintel que ahora si habían reconocido a leer, justo antes de partir.

"VIVERE SI QVERIS QVI MORTIS LEGE TENERIS, HVC SVPLICANDO VENI RENVENS FOMENTA VENENI, COR VICIIS MVNDA, PEREAS NE MORTE SECVNDA"

Hasta la vista, Sancho Elizalde. Adiós Orreaga, Roncesvallés, hogar de buenos samaritanos y maestros últimos. Final del camino de la soledad. Inicio de la senda conjunta. Donde empiezan las aventuras que se agarran al alma y te acompañan hasta tu lecho de muerte.
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