[EC] Escena 02 - El puente de la Rabia

Aymar Garcés (Yaris)
Boina Roja

Re: [EC] Escena 02 - El puente de la Rabia

#11

Mensaje por Yaris » 26 Oct 2021, 17:46

Aymar fue el último en entrar. Se aseguró que los caballos estuvieran bien amarrados y abrigados del viento del norte. Lo primero que le impactó fue el olor, que ràpidamente le hizo mirar los quesos en la barra y pensó en dar buena cuenta de alguno de ellos.

Dejó a Juan hablar y escuchó a Jaime, asintiendo cuando se preocupaba por sus monturas. Más tarde, de todas maneras, con el hambre aplacado y el cansancio sacudido, se encargaría él mismo del cuidado de su montura. Lo hacía cada noche, y lo seguiría haciendo hasta el día en el que el Señor apartara a alguno de los dos del camino.

Soy de Valtierra. Una minúscula aldea a medio camino entre Pamplona y Zaragoza. - Contestó a Jaime, imitando su tono de voz bajo - Pero cuando era apenas un zagal mi maestro me llevó a Pamplona. Allí pasé la mayor parte de mi tiempo. Allí y en los caminos. bajó la mirada al decir eso último. Quería confiar en sus compañeros, pero no sabía cuánto debía contar. Con ese pensamiento se sobresaltó e inmediatamente se llevó las manos a la cabeza, para después suspirar con alivio. Notaba en falta su boina, y recordó rápido que la tenía bien guardada.
Se le hacía extraño viajar sin ella. Parecía desnudo.

Miró entonces a Juan, curioso por saber su procedencia. Lamentó para sí no haber estado más atento la otra noche, pues ante su dolorosa historia no estuvo todo lo presente que debía.

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Jebediah_Gogorah
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Re: [EC] Escena 02 - El puente de la Rabia

#12

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 29 Oct 2021, 12:03

{ https://www.youtube.com/watch?v=5ywnt9nB5Ls& - Ibelin from Kingdom of Heavens OST }

Había servido el mesero dos hogazas de un decente pan, y unas bandejas de queso de más dudosa calidad. Regado todo ello con caldos de la zona, fuertes de aroma y sabor y un tanto peleones al estómago. Las viandas habían sido dispuestas previo pago acordado con el dueño, que se vanagloriaba de aplicar el descuento del peregrino, pero que era mas un timo que otra cosa, porque por otro lado, se habían dado cuenta los nuevos visitantes, que aplicaba por el contrario, el aumento del extranjero, y lo comido, por lo servido.

Más reticencias tuvo con el tema del hospedaje, pues no parecía hombre confiado y además argumentaba tener la posada, tambien de su propiedad, llena. Juan había atisbado que era más un tema de confianza que de dineros o de tener la posada llena, por eso, él y sus acompañantes creyeron que pasada la tarde y volviendo a preguntar, viendo que eran viajeros de bien y reclamando hospitalidad, el mesero, de nombre Iñigo y de apellido Anchorena, aceptaría la estancia de los mismos.

Habían pasado la tarde a gusto, conociéndose más entre ellos, y generando ese vínculo necesario para tan glorioso viaje entre desconocidos que eran de apenas dos días, y que ahora compartían una misión en común. Y entre jarras de vino y chuscos de pan, y entre dimes y diretes, la tarde empezaba a caer, con el sol naranja y sus reflejos del río proyectando alargadas sombras de los comensales contra la pared este de la taberna. Entonces, cuando el astro rey empezaba a morir en el horizonte, y todo el mundo, o casi todos, pensaban en recoger, un ruido acalló todos los rumores, incluidos los resultantes del vociferio y de las risotadas provocadas por los vapores turbios del alcohol. Una campana. El badajo de una campana, como el del collar de un gran animal, y a continuación unas campanillas que silbaban a lo que a todas luces parecía el vaivén de un caminar. Era un sonido extraño, pero que al parecer, salvo los miembros de la secreta comitiva, todos identificaron.

Maldita sea... - alarmó el mesero, saliendo del tronco cortado que hacía las veces de barra, y precipitándose a cerrar las contraventanas de madera de la taberna. Tenía su camisa totalmente lamparada en sudor, como el que le corría por la frente y le apelmazaba su pelo - Endemoniados herejes hijos de una perra... ¡Los agotes!
"- ¡¡¡Fenomenales poderes cósmicos!!!... y un espacio chiquitín para vivir" (Genio - Aladdin)

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Jaime Alberti Atienza (Baluar)
Monje inciado

Re: [EC] Escena 02 - El puente de la Rabia

#13

Mensaje por Baluar » 29 Oct 2021, 12:43

Jaime asintió al escuchar las palabras de Aymar. Ahora entendía el por qué de su conocimiento sobre la ciudad pamplonica. Si había vivido allí tendría un conocimiento más profundo que el que contasen libros escritos a cientos de jornadas de allí.

-Somos meros peregrinos que buscan dónde pasar la noche, hermano Íñigo -advirtió al mesonero en una de sus negativas-. Con el alba abandonaremos su establecimiento.

Continuó la charla con sus compañeros. Por ahora tenía que medir las palabras, más por prudencia y para proteger a sus compañeros que por miedo físico. Aunque su último sueño le había dejado el estómago vacío, con un pellizco que no era de hambre ni de amor. Era similar a la tristeza que sintió al abandonar su hogar, pero multiplicado por mil. Cuando vio su momento, aprovechó para participar de la conversación.

-Yo viajo para pedir al Apóstol que mis faltas sean perdonadas. Abandoné a mi familia, a mi maestro y busco el perdón con mi penitencia. Gracias a nuestro Señor, Jesucristo, el bueno de Sancho Atienza nos juntó a todos. Así, al menos, podremos compartir penas y alegrías, ¿verdad?

Dejó esa pregunta en el aire para ahogar una lágrima. Desvió por un momento la mirada hacia el fuego del hogar y en él descubrió a su familia, a su buen señor Lyotard, siendo devorados por las fauces del inferno abierto por el rey francés. Solo le cabía la esperanza que el monarca aragonés tuviese el seso acertado y no actuase como agente del mismísimo Diablo...

Aymar Garcés (Yaris)
Boina Roja

Re: [EC] Escena 02 - El puente de la Rabia

#14

Mensaje por Yaris » 01 Nov 2021, 11:26

Con las viandas servidas, Aymar no pudo obviar que, de los quesos servidos, ni por asomo había rastro de los que tan buena impresión le habían dado a su entrada a la taberna. Añejo era un adjetivo demasiado benevolente, y aunque se guardó sus comentarios para sí mismo, no disimuló un ápice en retirar las capas verdosas que florecían cual jardín en la superficie del queso.

Se esforzó en escuchar a Jaime con atención. Percibió el pozo de emociones tras las palabras que le regalaba, y tuvo la sensatez de no interrumpir el momento de evidente dolor de su compañero.

Cuando Jaime volvió la mirada a la mesa, Aymar le sonrió con genuina compasión – Espero que el viaje nos traiga más alegrías que penas, pues presiento, que no andamos cortos de éstas últimas. – Aprovechó para mirar de soslayo a Juan, recordando las palabras de hacía dos noches.

Para aligerar el ambiente, a la vez que evitar malentendidos, Aymar aprovechó para aclarar. – No soy muy ducho en historia, pues más capones me gané de mis maestros que buenos conocimientos, pero algo queda de la propia tierra. – Esta vez sonrió recordando mientras les contó sus trastadas de joven, su incapacidad de mantenerse concentrado sacaba de quicio a maestros y tutores, y contó su peregrinaje por multitud de oficios hasta dar con su verdadera pasión: los caballos.

No sabía si era el vino, la compañía o la mezcla de ambas, pero durante el caer de la tarde se fue relajando y sintiéndose a gusto con sus nuevos compañeros de viaje. Acostumbrado a viajar solo con su montura, a mantenerse en un segundo plano y ser tan solo una herramienta solitaria en multitud de caminos, el estar en un grupo con un objetivo común lo reconfortaba.

Escuchó entonces las campanas advirtiendo de la llegada de los agotes, infelices y desgraciados condenados a avisar de su paso, marcados en rojo como perros, advenimiento de enfermedades e infortunios. Se quedó observando mientras el posadero cerraba ventanales, haciendo contacto con uno de ellos sin poder evitar una mirada de profunda lástima.

Juan Zuñiga (Rugido_Ancestral)
Curioso Autodidacta

Re: [EC] Escena 02 - El puente de la Rabia

#15

Mensaje por Rugido_Ancestral » 02 Nov 2021, 14:16

Juan luego de sentarse una vez hubo solicitado la comida en la mesa que sus compañeros se habían decidido para tomar su comida del día, un ligero tamborileo de dedos comenzó a hacerse presente sin ser demasiado consciente de lo mismo, era un pequeño tic que le era muy difícil de controlar, cuando estaba quieto y sobre todo sin pensar sus manos parecían tomar vida propia, de manera muy similar a como se comportaban cuando estaba trabajando.

Sonrío de manera amable al escuchar a Aymar y le respondió: -Pues yo solía viajar con un amigo hasta hace poco, eramos como la uña y la carne, pero Dios en su infinita sabiduría decidió separar nuestros caminos. El resto de la historia la conocen en parte.- Haciendo una mención muy por encima a los sucesos que ellos ya conocían sobre lo que había pasado. -Aprendí el arte de la herrería desde muy pequeño y soy bastante ingenioso, disfruto mucho de dar forma a las cosas y de buscar soluciones a problemas de la gente.- Prefería hablar de sus cualidad antes que de su historia puesto que esta era un poco tormentosa y no le agradaba la idea de que haya personas que podrían escuchar algo que les trajera problemas. -Espero que sean más alegrías que penas las que ponga el señor en nuestro camino, aunque tenemos que completar nuestra penitencia queridos compañeros, así el señor podrá bendecir nuestros caminos.

En alguna ocasión Juan hasta había pasado alguna noche con los agotes en medio de sus viajes en compañía de estos sujetos sin saber que lo eran hasta que su maestro le explico porque usaban esa especie de cascabel para anunciar su paso. La curiosidad sobre el motivo del actuar de todos los presentes sin dudas comenzó a brotar en Juan. *1

Contrario a todo lo que dicta la razón, las buenas costumbres o simplemente lo que harían sus compañeros Juan comenzó a sentirse invadido por una curiosidad imperiosa, una que casi le ordenaba que debía saber porque trataban a los agotes de esa manera y se acerco a la ventana a observar el comportamiento de esta gente, que esperaba que no fuera los demonios leprosos que todos decían que eran.
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Jaime Alberti Atienza (Baluar)
Monje inciado

Re: [EC] Escena 02 - El puente de la Rabia

#16

Mensaje por Baluar » 03 Nov 2021, 11:42

Conforme sus compañeros fueron hablando de sus ocupaciones, Jaime fue recolocando sus recuerdos para darle cierta coherencia. Cuando encontró su momento, habló:

-Yo me dediqué a las labores del campo hasta que me acogió mi buen amo al servicio de Dios Jesucristo. Se hacer algunos trabajos, pequeños, con la madera, arreglar alguna herramienta en la fragua o herrar alguna bestia... Con el tiempo abandoné gran parte de esos quehaceres y me entregué al estudio de las cuatro reglas y los números, como preparación para seguir el camino de Jesucristo, Nuestro Señor.

Siguió escuchando y compartiendo impresiones de sus compañeros cuando aquellas voces del posadero los sacó a todos de su atmósfera.

Agotes -pensó-, ¿de qué me suena ese nombre?

En su cabeza quedó esa duda resonando junto a los murmullos que se despertaban tra]s los avisos de las campanas y del posadero...
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Re: [EC] Escena 02 - El puente de la Rabia

#17

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 05 Nov 2021, 17:19

{ https://www.youtube.com/watch?v=r4vFnFHf8Us - Orbis Factor by Kirie }

Jaime parecía ser el único de la compaña que desconocía quien era aquel hombre y porque los lugareños menos envalentonados se apresuraban en cerrar sus aposentos a cal y canto. Si lo hubiese sabido, tal vez hubiera empatizado con él, pues como su propia fraternidad, eran perseguidos y endemoniados por distintos pensares a los que el catolicismo obligaba a profesar. Sólo a los musulmanes y a los judíos se les atribuía ciertos derechos pero siempre estaban condicionados a otros tantos deberes, y la conversión siempre quedaba como puerta abierta, con todas las etiquetas y motes que quisieran inventarse.

El extraño en cuestión daba para asustarse, pues era alto y algo encorvado, con hombros como vigas. Cejijunto y blanquecino y con un pelo alborotado y cobrizo que caía sobre su frente. Pómulos salientes y orejas mutiladas. De andares torpes y tirando de la bestia, que bramía con furía ante el arreón de la enorme anilla de su hocico, del que le pululaban espumarajos blancos como el de la mar rompiente. Parecía osado y se había pertrechado con un garrote que arrastraba con el otro brazo hasta rozar con la piedra. Sin duda, osado, atrevido y decidido a su cometido, que no parecía otro que pasar al buey por el pilón y sacarle tan mala enfermedad. Y que no hubiera cristiano que intentara evitarlo o daría cuenta de él a base de garrotazos.

Los pocos que no se encerraron en su hogar, escupieron a su paso o le tiraron verdura podrida que ni los guarros comían, pero sólo cuando Indalecio, que así comentó el tabernero que se llamaba el herrero, se interpuso en su camino, pareció cesar la marcha.

- Santo Cristo, ese diablo lo va a matar... - exclamó Anchorena desde la discreción que le proporcionaba la contraventana a medio cerrar, narrando la escena para los que no se habían asomado, como si de un juglar se tratase.
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Jaime Alberti Atienza (Baluar)
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Re: [EC] Escena 02 - El puente de la Rabia

#18

Mensaje por Baluar » 05 Nov 2021, 19:29

Todavía sin entender bien qué estaba ocurriendo, Jaime se apresuró a husmear por ventana. Con las manos apoyadas en el lado más largo de la contraventana, asomó su mirada como un roedor curioso.

-¡Santo Cristo! -exclamó, permitiéndose pronunciar el nombre de Dios en vano-. Ese hombre parece estar poseído por el mismísimo demonio, hermanos. ¿Y ese tal Indalecio le va a hacer frente? ¿Por qué razón?

Se rascó la cabeza pensativo, atreviéndose de nuevo a preguntar. Se giró y miró a sus compañeros y al posadero. Ese fortachón se enfrentaba a un hombre que parecía más preocupado por qué le ocurría a su animal que las miradas del poblado.

Pero, ¿qué o quiénes son los agotes? En mi vida he escuchado un nombre así. Si fuesen tan amables de explicármelo porque no entiendo nada
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Re: [EC] Escena 02 - El puente de la Rabia

#19

Mensaje por Jebediah_Gogorah » 05 Nov 2021, 20:27

{ { https://www.youtube.com/watch?v=r4vFnFHf8Us - Orbis Factor by Kirie }

- Una raza maldita, peregrino - dijo Mateo, quien era tuerto y el ojo sano era azul como el cielo más despejado. Una calva pecosa con pelo blanco prominente en los costados, y una joroba que no le permitia asiento cómodo ni buenos descansos. No se le conocía oficio más allá del de beber vino y perseguir a las mujeres lozanas de Zubiri. - Mi mi mi, a a abuelo me... me... me contó quej quej que ti ti tienen rabo y do donde pi pi pisan, no, no, no crece la la la hier hierba... - Nicolás era el panadero del pueblo, aquel que había creado el alimento con el que los viajeros habían llenado el buche aquel día. Como habían adivinado, convivía con un tartamudeo galopante.

- Vienen desde el valle del Baztán, donde con misas negras, paren pequeños demonios. - Volvió a apuntar Mateo - Por eso el bosque hasta allá, está lleno de calaveras. Por eso, los marcamos como perros que son...

- He...he... hechiceros di di dicen quej que son - El panadero se apuntaba al desconcierto.

- Fruta que tocan fruta que se pudre... - replicó Iñigo - ¿pero donde va este menudo de Indalecio contra tremenda mula?. Va a estar escupiendo muela hasta el día que se lo lleve Dios... hay que hacer algo o ese bigardo nos lo desnuca.

La confusión se había apoderado de todos, pero sobre todo del joven cátaro, que ni sabía quienes eran los agotes, ni sabía el porque le faltaban los lóbulos al extranjero, si bien parecían sesgados de manera ritual con algún arma blanca. Tampoco, ni porque el animal sacaba espumarajos por la boca. Aunque había escuchado en la taberna lo famoso del puente, y porque lo llamaban el puente de la Rabia, pues parecía, o así lo atestiguaban los ancianos, que animal que circundaba tres veces el pilar central del puente, animal que quedaba curado de tal mortal enfermedad que diezmaba rebaños y desquiciaba a los pastores. Y... ¿ácaso no era aquello propio de herejes, como la misma con la que intentaban acusar al tal llamado agote?
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Juan Zuñiga (Rugido_Ancestral)
Curioso Autodidacta

Re: [EC] Escena 02 - El puente de la Rabia

#20

Mensaje por Rugido_Ancestral » 06 Nov 2021, 21:46

Al joven manos inquietas le llamo la atención en sobremanera la forma que tenía este hombre, tenía cierta similitud con los que había encontrado aquella noche con su mentor, pero no estaba seguro de si su memoria funcionaba mal o si tal vez se estaba confundiendo.

Al ver como el herrero del pueblo le iba a hacer frente y sin esperar mucho más, le dijo al tabernero: -¿Me permite salir? No se que va a pasar afuera pero no quiero que nadie salga lastimado, el señor no querría que este pueblo quedase sin herrero. *1

Juan tenía curiosidad por el agote, pero sobre todo por la forma en que la gente menospreciaba su paso, tal vez el veía el mundo completamente diferente porque su mentor le había enseñado a ayudar a los necesitados. En este caso el necesitado era el que estaba llevando a su animal a cruzar el puente y si lo que decían era cierto, pues el animal sanaría. Solo había que tener fe en los designios de Dios.
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*1
Si me permiten salir, porque entiendo que la entrada esta cerrada pues me acercaría con cautela hacia la zona del herrero y el agote.

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